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Argentina: Detalles de la Inflación de Julio (INDEC)
Mientras sigue la inflación, y aún dando por buenos los valores que informa el INDEC (debate aparte), vale la pena analizar el detalle de divisiones con el cual forman el promedio o “nivel general”. Los valores que bajan el promedio de inflación son mayormente aquellos que la población puede recortar (prescindir de ellos), es decir, se trata de una baja producto del 70% de pobreza/indigencia y…
#argentina#capitalismo#capitalistas#combustible#déficit#dólar#default#depresión#deuda#devaluación#economía#explotación#fmi#fueramilei#fugadecapitales#guerradeclases#HuelgaGeneral#INDEC#indigencia#inflación#miseria#PeronismoCómplice#pobreza#política#precarización#Recesión#reservas#salud#servicios#social
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📌Huelga total en la sanidad madrileña 📌Dirigentes políticos que han confirmado su asistencia al acto de Sumar 📌Elecciones Complutense: Nuevas Generaciones del PP y asesor de Almeida cocinaron bulos. Esther del Campo denunciará “posibles delitos” 📌Ayuso ficha como candidato al único alcalde del partido fascista España 2000 📌Exposición «Para la libertad. El proceso 1001 contra la clase trabajadora» 📌La protección del despido en la Carta Social Europea 📌Abierta la inscripción de los Premios Rock Villa de Madrid 📌Almeida propone premiar con las medallas de San Isidro 2023 a Ana Rosa Quintana y Alaska https://carabanchel.net
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Con todo esto de la huelga de Agricultura y Ganadería, me ha venido a la cabeza una pregunta para #PymesUnidas
TRABAJADORES VS SINDICATOS: LA DESCONEXIÓN PROFUNDA EN ESPAÑA.
#Pymes #Autonomos #Emprendedores #emprendimiento #trabajo #HuelgaGeneral
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El derecho de vivir en paz ♪
El derecho de vivir dignamente
El deber de hacerlo posible
*ESTE VIDEO NO ME PERTENECE
Fuente: Prensa opal https://www.facebook.com/prensaopal/videos/569935333779264/
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Meanwhile in #Osorno... #chileprotests #ParoNacional #HuelgaGeneral #ChileViolatesHumanRights #ChileDesperto https://www.instagram.com/p/B4xhASEglqTLpzg39761bH57pyu_dRu1YmyYho0/?igshid=1abpykzck8tzt
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La Catástrofe capitalista climática: Socialismo o extinción
Atenção Tudo é perigoso Tudo é divino maravilhoso Atenção para o refrão É preciso estar atento e forte Não temos tempo de temer a morte
Desde el año pasado el tema del calentamiento global, otro fantasma que recorre el mundo, comenzó a ser el común denominador detrás de fenómenos aparentemente inconexos:
la irrupción del movimientos de los “Chalecos Amarillos” desatada por un impuesto a los combustibles fósiles por el gobierno de Macron,
el premio Nobel de Economía de 2018 otorgado a un negacionista del cambio climático a quien el 97% de los climatólogos denuncia como un fraude científico,
la ola de frio histórica que azotó el Norte de EEUU, o la igualmente letal ola de calor en Australia,
las inundaciones del centro y Noreste de Argentina con 30 mil afectados, simult��nea con la ruptura de 58 diques en el río Missouri y el anegamiento del Medio Oeste estadounidense,
los 2 millones de centroamericanos en inseguridad alimentaria por sequía que pasó de estacional a permanente, y alimentó esa caravana de emigrantes que trata de irrumpir en la frontera sur de los EEUU.
Son sólo algunos ejemplos: hay centenares más, con menos prensa y disimulados como fenómenos locales o aleatorios, en lugar de lo que son: parte de una tendencia planetaria. A su vez, la prensa burguesa, The Times, The Economist, The New York Times y las revistas científicas corporativas como Nature-Scientific American o Science, entre otros, no paran de dedicarle al tema largas editoriales, ediciones especiales, columnas de opinión y hasta notas de tapa. Saben lo que pasa y va a pasar. Lo que no saben es qué hacer.
Y, por último, el pasado 15 de marzo, 1,6 millones de jóvenes protagonizaron el primer paro internacional por el cambio climático (ver “Nos alzaremos como el océano”: huelga mundial de jóvenes contra el cambio climático, prensa obrera, Tomás Epstein). Ojalá nos alcemos como el océano, porque éste pasó de crecer 1,2 mm/año como media del siglo XX, a 3,7 mm. esta década.
La juventud del mundo de pie contra el cambio climático
La huelga internacional fue protagonizada por jóvenes secundarios pero también primarios y universitarios, apoyados por los docentes y padres y hasta algunos sindicatos (caso de Bélgica), en más de 120 países y 2200 ciudades y pueblos en todo el mundo. Esa acción internacional fue precedida de movilizaciones de decenas de miles de estudiantes desde hace dos meses aproximadamente, en huelga invariable cada viernes. El principal reclamo es la disminución inmediata de las emisiones de combustibles fósiles para respetar el pacto de Paris del 2015. Y éste plantea nada menos que frenar el calentamiento en 1,5 grados Celsius respecto de la temperatura media previa a la Primera Revolución Industrial, con un techo máximo de 2 grados.
Tras el paro internacional, la movilización juvenil no parece haberse tranquilizado. Los viernes subsiguientes continuaron las marchas y concentraciones en Noruega, Alemania, Bélgica y Reino Unido.
¿Cuál es el reclamo que desató la acción directa pero inorgánica de tanta juventud en el mundo? La adopción del dictamen de un comité científico como consigna de masas es un fenómeno sin antecedentes en la historia. Pero además es una consigna bastante intragable: atajar el rcalentamiento en 1,5 grados antes de 2050 es científicamente inobjetable, técnicamente difícil y políticamente casi imposible, al menos en el actual panorama organizativo.
Sucede que en resumidas cuentas lo que quieren los jóvenes es VIVIR. Lograr el objetivo de París 2015 es el único modo de frenar una catástrofe climática sin precedentes y ya en curso. La consecuencia de no hacer nada o hacer poco y mal, es, en el corto plazo, la ruptura de la civilización tal como la conocemos, acompañada por la muerte por falta de agua, por hambre, catástrofes climáticas o enfermedades relacionadas, o por guerra de miles de millones de humanos, en general los más pobres de hoy. Los pronósticos más desalentadores plantean la extinción de la vida en la Tierra. Para entenderlo, debemos analizar el ultimo informe del IPCC, citado tanto por el conjunto del activismo como por la prensa burguesa.
El IPCC y el informe de 1.5 C
Esta catástrofe inminente, no la anuncia sino que la describe desde 1988, y cada vez en términos más crudos el IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change, Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático). Este organismo, al que suscriben 195 estados-nación, hoy reconoce que el 100% de sus predicciones iniciales se cumplieron.
Pero lo hicieron mucho antes de tiempo: el deterioro fue peor y más rápido del pronosticado por los modelos climáticos iniciales, y hoy está fuera de todo control por parte de los tímidos intentos de mitigación propuestos por “la economía de mercado”, en realidad la causa última del descalabro.
El IPCC no se dedica a escribir guiones pseudocientíficos para malas películas de Hollywood. Es una entidad internacional adscripta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en un momento particularmente maloliente para esta entidad, goza de un prestigio raro: no hace nada práctico, pero al menos no miente. El IPCC se dedica desde 1988 a evaluar toda la información científica respecto a cambios en el clima del planeta provocados por actividad humana, por oposición a la variabilidad climática intrínseca natural de la Tierra, tarea nada fácil. El IPCC no es un títere de los EEUU, de Rusia, la UE o China, sino más bien una entidad que, con su objetividad desapasionada, casi de termómetro en la pared, pone muy nerviosas –sin proponérselo- a las burocracias estables del State Department, del Partido Comunista Chino y de la plutocracia rusa, así como asusta al conjunto de la burguesía mundial. Las sesiones y actas del IPCC son de acceso público y miles de especialistas de los 195 países miembro participan “ad honorem” en su funcionamiento. Es el organismo con mayor autoridad internacional entre la comunidad científica dedicada al estudio del clima. El presidente Donald Trump podrá odiarlo visceralmente, pero los informes del IPCC son citados constantemente para justificar decisiones estratégicas de los grandes actores financieros contemporáneos: los fondos de inversión, incluidos los que administran la plata de Trump.
En Octubre del 2018, El IPCC publicó el 1.5 Degree Report, basado en 6000 estudios independientes sobre calentamiento global. Este “informe de informes”, encargado en 2015, explica que como especie sólo tenemos una ventana de 11 años para cambiar la estructura completa de la sociedad y “evitar las consecuencias mas catastróficas del calentamiento global” (cita textual).
El estilo comunicacional del IPCC ha ido variando de gélido-impersonal en 1988, a crecientemente angustiado. Advertencia: los integrantes del IPCC son científicos en general librecambistas o desarrollistas keynesianos , para quienes las soluciones –si creen que existen- pasan más bien por el cambio tecnológico. En general, seguramente por desacuerdos políticos esenciales, se abstienen de recomendar tratamientos precisos. Pero en materia de diagnóstico del estado del mundo, son un cuerpo unificado con una sola voz.
Según el informe del 2018, las emisiones de gases invernadero deben llegar a 0 para el 2030, tomando las épocas en que la fuente energética de casi todo el mundo era la leña (antes de 1780) como referencia, y descender un 45 % desde ese “punto cero” para el 2050. Para lo segundo hay que fijar de algún modo, en plantas, algas, rocas o incluso en “sinfuels”, combustibles líquidos sintéticos, el exceso de carbono fósil liberado en la atmósfera.
Esto implica estrangular la emisión fósil a niveles de cuando había apenas 1000 millones de humanos en el mundo en lugar de 7700 millones, y sólo consumían energía de origen fósil “a lo grande” los más ricos entre los europeos y americanos del Norte. El resto usaba “carbono verde” proveniente directamente de la fotosíntesis vegetal, es decir quemaba leña y usaba la musculatura de grandes hervíboros como maquinaria pesada y de transporte.
Según el IPCC para volver a las 280 partes por millón (ppm) de CO2 en la atmósfera planetaria medibles en 1780, no alcanzaría con la sustitución inmediata de la tecnología energética actual por otra libre de emisiones de carbono fósil. Se debería implementar simultáneamente y de un modo muy agresivo un abanico de tecnologías activas a nivel mundial para recaptación (“secuestro”) del carbono fósil liberado masivamente desde 1780.
La más evidente es la reforestación a escala gigante: los bosques son un poderoso “sumidero de carbono”: lo fijan, por fotosíntesis, en madera durable. En un mundo donde la tierra laborable no sobra y el 10% de los humanos vive en hambreamiento fisiológico, habría que hacer retroceder (!!) las fronteras agropecuarias sin provocar más hambre o desocupación, es decir multiplicando la productividad de un área de labranza menor que la actual, una tarea titánicamente compleja. Pero además hay decenas de tecnologías más agresivas y rápidas que el uso de la fotosíntesis natural para extraer carbono de la atmósfera, y probablemente se deban aplicar muchas simultáneamente. Ninguna es sencilla o barata.
Para alcanzar estos objetivos, admite el IPCC, “se requerirá de transiciones sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”, palabras textuales, otra vez. En esencia, reestructurar la forma en que la humanidad produce energía, reformular todas las industrias, la forma de construcción, rediseñar las ciudades, los sistemas de transporte de mercancías y personas, rediseñar drásticamente el uso de la tierra, el modo de producir alimentos, la extracción de recursos biológicos y minerales, e implementar en masa sistemas de transporte, iluminación y potencia de muy bajo consumo eléctrico. Suena a locura, a reinvención del “modus operandi” humano, pero las opciones son todas peores.
El documento de 2018 deja en claro que tanto los acuerdos de Paris del 2015, como las medidas regulacionistas, del tipo impuestos a combustibles fósiles y “cap and trade”, no alcanzaron ni alcanzarán.
El “cap and trade” es un invento financiero particularmente inútil desde los ‘90, salvo para lucrar en la timba bursátil. Funciona así: empresa o país que sobrepasa su techo convenido de emisiones (“cap”), compra a precio de mercado “bonos de carbono” emitidos por otra empresa o país que ganó puntos vendibles (“trade”) emitiendo por debajo de su límite. Los pecadores le pagan a los justos y listo, todo arreglado. Cuando esa farsa noventista se inventó, el C02 atmosférico estaba ya en 356 ppm., y hoy está en 420 ppm.
Finalmente, el documento explica que los medios técnicos para limitar el ascenso de la temperatura en 1.5 grados Celsius existen (es una lista enorme), pero que los científicos solo pueden llegar hasta aquí. El resto dependería de los gobiernos. Un gobierno al menos entre 195 hizo algo ante el informe de 2018: el de EEUU. En Julio de 2017, ante la evidencia de que se venían vientos contrarios al actual “vale todo” energético de Donald Trump, EEUU se retiró de los acuerdos de París de 2015. Ya de suyo eran inoperantes, incluso ni siquiera existe un sistema internacional de penalización para infractores, salvo el “name and shame” (nombrar y avergonzar públicamente al disruptor).
Pero la retirada yanqui de aquel tratado, de suyo absolutamente inútil, abrió de par en par las puertas a que otros grandes emisores de carbono se retiren, o se queden pero incumpliendo a su antojo y sin dar portazos. Por estos pagos, Bolsonaro está bajando como línea oficial la rehabilitación de la tala rasa de la selva amazónica, el gran sumidero de carbono de Sudamérica. El Amazonas es el origen de las lluvias estacionales monzónicas de casi todo el subcontinente. Si Bolsonaro cumple rápido, la llanura chaqueña (el mayor ecosistema agrícola argentino en superficie), dividida actualmente en una zona oriental húmeda, una central semiárida y otra occidental árida, se transformaría en un único y polvoriento erial espinoso repartido sobre más de 9 provincias, por el acortamiento o desaparición de la temporada de lluvias.
También la Argentina va por rumbos parecidos: su matriz eléctrica en lo que va del gobierno de Mauricio Macri empeoró desde un 62% de origen térmico (derivados del petróleo y gas) a un 68%, debido a la paralización macrista de los planes hidroeléctricos y nucleares, y últimamente al descarado subsidio por los estados nacional y neuquino de la explotación de “shale gas” por “fracking” en la formación de Vaca Muerta. El macrismo, el radicalismo y el kirchnetismo se aferran a ser una especie de Qatar gasífero-minero-sojero, aunque sin opciones de trabajo para los más de 40 millones de argentinos que no caben en ese modelo extractivo, estúpido y brutal de materia prima. Aquí, del clima, ni hablar. Eso es cosa Greenpeace, de gringos, o de chinos. Que decidan ellos.
Pero no, el clima es cosa nuestra. De acuerdo al 1,5 report, si no se frena el calentamiento la vida de miles de millones de personas estará en peligro. 1,5 grados Celsius puede parecer una variación insignificante, pero es el valor umbral de un nuevo orden de cosas en el clima y por ende en la economía mundial, que es causa y consecuencia del mismo.
Sobrevendrán plenamente fenómenos ya más avanzados que incipientes: la desaparición de la tierra habitable (el caso de 9 estados-nación insulares del Pacífico) porque los océanos están subiendo 3,7 mm. anuales (en 1980 eran 1,2 mm), la falta de agua potable, olas de calor aniquilador en los continentes pero también en los océanos, alternancia de inundaciones y sequías épicas en sitios de clima monzónico, caídas en picada en la productividad de los principales ecosistemas agropecuarios y también de los caladeros de pesca, derrame a las áreas antes templadas del planeta de las enfermedades hasta ayer exclusivamente tropicales y subtropicales como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla, el chukungunya, el chagas, la esquistosomiasis, la encefalitis virósica, etc. Y sigue la lista.
En suma, no sucederá nada que no esté sucediendo ante nuestras narices, pero lo aterrador es la aceleración de estos fenómenos, y su escala.
En los años ‘80, cuando la Revolución Industrial estrenaba su segundo siglo, el cambio climático se volvió un tema de debate público en EEUU: los efectos ya eran notorios y nocivos, y la atmósfera planetaria había subido de las 280 partes por millón (ppm) habituales en los 10.000 años preindustriales, a 360 ppm: 80 puntos en 200 años. Pero desde entonces y en apenas 3 décadas se disparó otros 60 puntos y en 2018 pasó las 420 ppm. actuales, el valor más alto en 3 millones de años.
Estas 420 ppm (y subiendo) nos toman como especie sedentaria, con más de 7700 millones de individuos con pocas posibilidades de escape. Desde hace una década, los humanos somos mayormente urbanos, y vivimos en estados-nación hostiles como nunca antes al influjo de refugiados extranjeros. En general se piensa que las mayores migraciones entre los ’80 y la actualidad han tenido causas económicas o bélicas. Pero sucede que en casi todos los casos está implicado el calentamiento global en alguna de sus expresiones multiformes, haciendo fracasar cosechas, matando ganado o desertificando tierras antes productivas. Hoy parece el origen último de desplazamientos humanos sin antecedentes. Los migrantes climáticos ya suman 210 millones en la última década y se calculan hasta 1 billón más para el 2050.
Nuevamente, las del IPCC no son exactamente predicciones, son descripciones. Es ciencia, no es Hollywood, no es Netflix, no es ciencia-ficción, es información certificada, objetiva, pura y dura. El informe de 2018 resulta el más osado (y desesperado) a fecha de hoy. Puede leerse completo aquí: https://www.ipcc.ch/sr15/.
¿Por qué 1.5 grados y no 2, o 3 o 4?
El consenso en la comunidad científica mundial es rotundo. El 97 % de los especialistas climáticos acuerdan que el calentamiento se debe a causas humanas. En concreto, a la emisión de “gases invernadero”: los principales son el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso, los clorofluoruros de carbono y sus parientes químicos como hidrofluoruro de carbono-23, etc.
Salvo los dos últimos, exclusivos de industrias puntuales como la de la refrigeración, la fuente de los principales es sistémica: está en la raíz misma de la economía emergente de la Primera Revolución Industrial: la quema de combustibles fósiles en gran escala, que comenzó alrededor de 1780 y nunca cesó. Más bien se aceleró con el pasaje del carbón fósil al petróleo, sus derivados y luego del gas natural. Paradójicamente, la eficiencia térmica creciente de estos combustibles y de los motores y máquinas no disminuyó las emisiones: las multiplicó. Un motor más eficiente es más barato, y por ende se construye, vende y usa más. Y miles de motores muy eficientes contaminan más que unos pocos ineficientes.
El estado actual de la atmósfera es también la consecuencia del actual modelo agropecuario “petrodependiente”, porque se basa en fertilizantes de origen petroquímico, y en máquinaria rural movida a gasoil. De este modelo supuestamente “progresista” y en la práctica generador de desempleo rural, quiebra de las pequeñas empresas agrícolas, muerte de la agricultura familiar, concentración de la propiedad agrícola y erosión importante de la capa fértil, la Argentina es un exponente de tapa de libro.
2018 fue el año con mayores emisiones en la historia. Hay una relación proporcional directa entre la cantidad de gases invernadero y la temperatura de un planeta. La luz del sol que llega a la Tierra rebota o la calienta. En el último caso la superficie terrestre la irradia hacia el espacio exterior en forma de radiación infrarroja o “térmica”. Pero de acuerdo a su tipo y concentración, estos gases disueltos en la atmósfera atrapan el infrarrojo dentro de la misma, calentándola. Los últimos 20 años más calurosos de la historia desde que se comenzó a registrar la temperatura, estuvieron dentro de los últimos 22, estando el top 4, en los últimos 4. 2019 va en camino a superarlos a todos.
Así, los gases invernadero funcionan como una frazada que impide que la Tierra se enfríe durante la noche, y su efecto es proporcional a su proporción en el aire medible en partes por millón (ppm). La revolución industrial que nació con la máquina de vapor de Newcombe y siguió con los motores de combustión externa e interna, llevó el C02 de 280 ppm a los actuales 420 ppm.
El resultado es que desde 1780, la temperatura media global ya subió 1.2 grados Celsius. Y sigue en aumento. A esta cifra hay que agregarle medio grado extra en el corto plazo, debido a un error inevitable de medición: durante el tiempo que tomó consensuar 6000 informes separados en el documento único firmado por todo el IPCC en 2018, se liberaron más gases invernadero, y estos garantizan 0,5º C más, por arrastre. Esa inercia térmica entra en las cuentas por fuerza bruta: corresponde a emisión real y reciente de carbono fósil, aunque lográramos pasar mágicamente de ayer para hoy a una meseta de emisiones, en lugar de la actual rampa.
Eso nos coloca en el escenario de un calentamiento de 1.7 asegurado aunque hoy a la mañana se hubieran tomado a rajatablas algunas de las vagas medidas explicadas por el ICPP. Considerando que la emisión de combustible fósiles sigue en alza, hay acuerdo de que 3 grados sería el escenario más realista en mediano plazo. Y si no se toman medidas y continuamos a este ritmo, se prevé un aumento entre 5 y 6, para las próximas décadas, antes de terminar el siglo. Esto parece abstracto fuera de una descripción de las consecuencias.
2 grados: Ya casi estamos ahí, sumando los valores de 1,2 grados y la inercia de 0,5: es apenas un empujoncito más. Lo que viene con esos 2 grados es terrorífico, aún enunciado del modo más burocrático posible:
- Intensificación de las inundaciones y las sequías.
- Caída en picada de la producción de alimentos. Hambrunas masivas.
-Falta de agua potable en grandes metrópolis dependientes de deshielos en zonas de alta montaña. China e India y parte del Asia Central en crisis hídrica, alimentaria e industrial en el corto plazo. Aquí, el mismo pronóstico para Mendoza, San Juan, Santiago de Chile y Lima.
-Derretimiento de los hielos polares. Suba del nivel del mar y la potencial pasaje a estado de inhabitabilidad por inundaciones a repetición.
-Bloqueo de redes cloacales y salinización del agua fluvial costera de más de 800 ciudades litorales en el mundo, incluidas Buenos Aires y su conurbano Norte y Sur linderos con el Paraná y el Río de la Plata. Las zonas más afectadas serán el Sahara, el África Sub Sahariana, el Mediterráneo, Europa Central y toda Latinoamérica.
-Enfermedades asociadas con el calor, como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue, el zika, el chikungunya, el Chagas y la esquistosomiasis se extenderán masivamente a las zonas templadas, donde ya no habrá más inviernos largos y con temperaturas congelantes como factor limitante de los insectos u otra fauna transmisora.
-La desaparición del 99% de los arrecifes de coral (para entender su importancia, ver Prensa Obrera, Santiago Vasconcelos, Calentamiento global: el capitalismo y las catástrofes ambientales).
https://prensaobrera.com/internacionales/38618-calentamiento-global-el-capitalismo-y-las-catastrofes-ambientales
Que la cuarta parte de la humanidad, localizada en la India, Pakistán y China, que vive y bebe de ríos originados en los glaciares del Himalaya y el Hindu Kush se quede sin agua por la desaparición del hielo, es un problema serio. El Asia Central ya de suyo es un polvorín. El agravante es que desde 1948, Pakistán y la India ya estuvieron 4 veces en guerra por el control de las cimas glaciales que rodean el valle de de Kashmir, y se están apuntando recíprocamente con alrededor de 400 armas nucleares montadas en misiles de alcance medio, dirigidos a sus megalópolis más sobrepobladas.
3 grados: Caos inmediato: desaparecen los bosques canadienses y siberianos colindantes con la tundra ártica. La cuenca selvática del Amazonas, fuente de las lluvias monzónicas de media Sudamérica, se convierte en un erial improductivo como el Sahel africano.Se va alargando la temporada seca monzónica en ecosistemas hoy agropecuarios, como la llanura chaqueña argentina, boliviana y paraguaya, amén del “Cerrado” brasileño, hasta la instalación definitiva de un clima semiárido. Desaparición de las nieves de los Andes en las latitudes medias y altas, y de todas las demás grandes cadenas montañosas distantes de los polos, incluidos los hielos que riegan los oasis argentinos de Mendoza y San Juan. Sequía y desaparición de los ríos que dependen de ellas, lo que agrava simultáneamente los problemas locales de agua potable y energía hidroeléctrica. La pérdida (por invasión marina o salinización) de acuíferos de casi todos las llanuras costeras del mundo. Agravamiento abismal de las tormentas provocadas por el Niño, olas de calor letales en el Mediterráneo y Europa, incluido el Norte de Europa.
En conclusión, migración y muerte de gran parte de la población tanto en países pobres como en países ricos.
4 grados: Mundo irreconocible y casi inhabitable. Europa Occidental en sequía permanente. Vastas áreas de China, India y Bangladesh desérticas, desecamiento final de los grandes ríos del mundo por la desaparición de sus fuentes glaciarias y pluviales montañesas. Fin de los estados-nación más poderosos y resilientes, pasaje de los sobrevivientes a la vida en enclaves humanos pequeños.
5 o 6 grados: El fin biológico de la humanidad y de todas las especies vegetales y animales que la sustentan directa o indirectamente. Frenado de las corrientes oceánicas, de los “jet streams” y otros grandes sistemas termohalinos o atmosféricos de transmisión del calor desde latitudes bajas a los polos. Alteración grave de la química del mar y de la atmósfera. Los ecosistemas terrestres se reducen y simplifican de forma drástica e impredecible, como sucedió luego de las 5 grandes últimas extinciones en masa por causas naturales desde fines del Período Pérmico.
Mas de 6 grados: Investigadores de la Universidad de Columbia y la NASA publicaron en el 2013 que si se quemaran todas las reservas de combustibles fósiles conocidas del planeta, asunto al que las petroleras se abocan hoy, excederíamos los 16 grados sobre la vieja temperatura media pre-industrial. Esto volvería el planeta inhabitable para los humanos pero también para la mayoría de las formas de vida macroscópica y compleja. La Tierra que quemó todos sus hidrocarburos está básicamente habitada por bacterias, mayormente subterráneas.
Sin embargo, sólo en el 2012, las 200 industrias mineras principales de petróleo, gas y carbon invirtieron 674 billones de dólares (es decir, millones de millones) en la búsqueda de nuevos combustibles fósiles y nuevas formas de extraerlo. The Carbon Tracker Iniciative prevé que al nivel de inversión de capital actual, en la próxima década se invertirán 6 trillones (millones de billones) de dólares en la búsqueda de nuevas fuentes de explotación de combustible fósiles. Hay que extraer y quemar el petróleo y el gas antes de que su valor caiga a cero, ya sea porque se los prohiba (no parece que vaya a ser el caso) o porque su demanda mundial disminuya debido al crack generalizado de la economía humana.
Hay un 3% de los climatólogos que se autodenominan “escépticos respecto del calentamiento global”: no lo discuten como fenómeno (habría que estar ciego), pero dicen que sus causas son naturales y no antrópicas. No suelen ser personas enteramente inocentes: están financiados por “think tanks” y organizaciones pseudoacadémicas de lujo, alimentadas por los lobbies del petróleo o del carbón. Y los primeros están decididos a amortizar hasta el último centavo todo lo que invirtieron desde 1850 en perforación, refino y transporte.
El 97% de los climatólogos, en cambio, cierra filas en torno al IPCC y dice que en realidad estos pronósticos apocalípticos son extremadamente conservadores, tanto en materia de plazos como de consecuencias. Esto hay que subrayarlo: los modelos de predicciones de las últimas décadas se están cumpliendo todos, sólo que a ritmos muy acelerados respecto de los pronósticos iniciales, y esto vale incluso para los de la última década. A su vez, la presente descripción de las consecuencias del aumento de las temperatura es un esquema estático que dentro de pocos años habrá perdido validez. Los límites de los modelos matemáticos de las temperaturas tienen dos razones:
Primero. La Tierra funciona como un sistema integrado, se comporta de manera dinámica y sus respuestas raramente son lineales, es decir, no son proporcionales a los cambios de tal o cual variable aislada. Los cambios climáticos que responden a una variable única como las ppm. de C02 en la atmósfera son más bien complejos, caóticos y abundan en tipping points, valores que disparan desequilibrios insospechados, que luego se autoalimentan.
Por ejemplo, a medida que sube la temperatura mundial, más agua se evapora de los ríos, lagos y océanos. Pero el vapor de agua atmosférico es también un gas invernadero que atrapa calor en la atmósfera: un planeta más nuboso es, paradójicamente, un planeta más cálido. Si la temperatura media planetaria aumenta la evaporación oceánica, se arma un círculo vicioso perfecto, en la jerga climática, feedback positivo. El recalentamiento genera más recalentamiento.
Otro ejemplo: el permafrost es el suelo congelado hasta varios metros de profundidad. Este tipo de terreno forma el 24% de la superficie sólida del Hemisferio Norte en los ecosistemas llamados la Tundra y la Taiga. Al descongelarse y formar lagos debido a los veranos cada vez más largos, el permafrost libera metano y CO2 oriundos de la descomposición bacteriana de la vegetación muerta durante miles de años más fríos. Estos gases estuvieron atrapados bajo tierra por el hielo, pero hoy burbujean libremente en incontables lagunas siberianas y canadienses que hace 10 años eran suelo sólido, tierra dura como piedra. A mayor derretimiento del permafrost, más metano en la atmósfera. El metano tiene un potencial de efecto invernadero 25 veces mayor que el C02. Ahí sobrevino ya otro círculo vicioso, en que el calentamiento provoca más calentamiento. Nuevamente, esto no es pronóstico. Está ocurriendo.
Ultimo ejemplo. Las superficies claras, y las totalmente blancas en forma especial, reflejan casi la totalidad del espectro lumínico. Por eso nos vestimos de colores blancos en verano. En contraste, los objetos oscuros absorben la luz y se calientan. Con el derretimiento cada vez mayor de los hielos Árticos y Antárticos, entramos en otro circulo vicioso: el planeta refleja menos luz al espacio. El suelo rocoso y grisáceo o el agua marina azul expuestos por el deshielo son comparativamente oscuros, absorben mucha más luz solar. El hielo flotante ártico, al reflejar al espacio la luz solar, fue durante toda la historia humana el mayor “radiador” planetario, pero se estima que en 2040 va a haberse fundido totalmente incluso en invierno. Esto dará nueva fuerza a mayores derretimientos en otras partes del mundo con hielos continentales, como Groenlandia y la Antártida.
Segundo. Aparecen “puntos de no retorno”, o inicios de espirales descontroladas, en la jerga científica se los llama tipping points, y en la marxista, “Cuando los cambios cuantitativos se convierten en un cambio cualitativo”. Si desatamos muchos círculos viciosos, feedbacks positivos como los recién explicados, puede suceder que la Tierra se siga calentando aunque por algún milagro político hayamos dejado totalmente de emitir gases inveradero.
Los satélites de medición gravitatoria muestran que Groenlandia y la Antártida están perdiendo masa, miles de km3 de hielo por año, y la tasa de derretimiento está acelerándose en forma continua desde las primeras mediciones, hechas en 2003. La ultima vez que el CO2 estuvo arriba de las 400 ppm en la atmósfera, el nivel medio del mar era 15 metros superior al actual, lo que explica la aceleración del crecimiento de la cota marina de 1,2 mm/año en los ’90 a los 3,7 mm/año hoy. La inundación masiva ya la tenemos comprada, y el planeta nos la está entregando. Lo que veremos es algo que no vimos jamás. En aquel mundo de más de 400 ppm. las líneas costeras eran muy distintas de las actuales, y había diversos homínidos repartidos en África y Eurasia, pero la especie humana actual todavía no había aparecido.
Nuevamente, la respuesta de la Tierra no será lineal ni gradual. No se puede predecir en qué momento, si en 5, 20 o 30 años, puede desatarse este efecto sobre el clima terrestre, pero involucra a los que vivimos hoy y a nuestros hijos. No hay un modo claro de saber si ya hemos cruzado o no demasiados tipping points como para volver atrás. Por esta razón, los científicos del IPCC admiten que a partir de 3 grados de aumento de temperatura media nos encontraremos ante un escenario absolutamente impredecible.
¿Quienes son los responsables de las emisiones?
De manera extremadamente sintética: El capitalismo. Su impacto climático empieza con la producción industrial basada en la quema de carbón, petróleo y gas a finales del siglo XVIII.
Los combustibles fósiles, y dentro de ellos mucho más los líquidos que los sólidos, cuentan con ventajas decisivas para el capital: almacenan mucho poder calorífico en poco peso y poco volumen, se transportan fácilmente, permiten una rápida recuperación de la inversión, y en términos eléctricos, suministran potencia “de base”, disponible 24x7x365. Esto los diferencia mucho de los recursos intermitentes como el viento o el sol.
A dos siglos y medio de su uso masivo, los combustibles fósiles líquidos y gaseosos han tejido una infraestructura enorme de “downstream” (refinamiento y transporte). Cuando ya se pasaron las etapas verdaderamente caras y riesgosas de “upstream” (exploración y perforación), no requieren de gran inversión inicial. La resistencia de los emisores a dejar atrás el carbono fósil es básicamente financiera: quieren amortizar los costos hundidos en infraestructura.
En los estudios de emisiones por región, los picos los tienen los países industrializados: China ya es responsable del 28%, USA del 15%, la UE del 10%, y siguen India, Rusia y Japón. El argumento usado frecuentemente por China y la India, que viven mayormente del combustible más contaminante por menos eficiente, el carbón, es que en términos históricos, Europa Occidental y Norteamérica son los principales responsables del carbono fósil ya emitido a la atmósfera. La historia los dotó de la fuerza militar y económica para imponerse, y la geología, de mucho carbón para quemar. Bueno, que ahora paguen ellos. No parece que esa argumentación moralista vaya a salvar de inundaciones a las megalópolis costeras de China, o de morirse 10 o 15 años antes de tiempo tras vivir respirando más de 40 veces la dosis máxima de partículas de hollín de 2.5 micrones a la población de Beijing, o de atravesar veranos con miles de muertos por golpe de calor a las megalópolis indias como Calcuta.
Pero por algo la burguesía india y la burocracia china están haciendo apuestas masivas a la energía nuclear: en 1991 China no tenía ninguna central atómica, hoy tiene 45 operativas, 15 en construcción y 21 pedidas. India, que empezó en los ’70, tiene 11 plantas nucleares operativas, 7 en construcción, 8 planificadas y 22 propuestas por el gobierno y aprobadas por el parlamento. En estas decisiones, tardías e insuficientes para países tan poblados, hay dos componentes: una es que el calor y la contaminación aérea matan también a los ricos, aunque menos, y las centrales atómicas no tienen efectos sistémicos sobre el clima, ni regionales sobre la calidad de aire. La otra es que si alguna vez se llega a armar un boicot mundial contra las exportaciones de los grandes emisores de carbono, India trastabilla, pero China cae. O más bien, India cae y China explota.
2/3 de las emisiones mundiales son emitidas por solo 90 monopolios, liderados por Chevron, Exxon y BP.
Para comprender el rol de los monopolios en el calentamiento global, también es interesante estudiar el caso de China. Por emisiones de carbono, China hasta hace 30 años era “una nota al pie”. Esto cambió con el “boom” industrial creado por la inmigración masiva del campo a la ciudad. Este ejército de desocupados creó la base de aceleración de la integración de China al mercado mundial y la pretensión del PC de volver a su país “la fábrica del mundo”.
La industria china anterior, la de sus tiempos maoístas, era muy sucia y atrasada, como la de la vieja URSS, pero su impacto ecológico era local, y su impacto global, poco significativo hasta los ’80. Ahora los procesos industriales son más modernos y térmicamente eficientes… pero, por la paradoja de que la mayor eficiencia potencia el mayor uso o consumo, “la fábrica del mundo” se llenó de millones de nuevas chimeneas. Y el 75% de la electricidad sigue saliendo del carbón.
China ofreció a las firmas industriales de Occidente la posibilidad de relocalizar su producción para bajar costos de mano de obra y evadir la legislación medioambiental, y traerla a “la fábrica del mundo” donde reina una explotación laboral como la que describía Dickens en la Inglaterra victoriana, y contaminar sale gratis. El resultado fue que la calidad del aire y del agua en las megalópolis chinas descendió a abismos que Dickens ni siquiera soñó, y al agotamiento de recursos naturales que se consideraban asegurados. Todo eso para Deng Xiaoping, la punta de lanza política de la restauración capitalista en China, eran “externalidades”, costos ambientales que generaba China pero pagábamos mayormente todos los humanos. Gracias a este tipo de pensamiento, hoy China quema más carbón que el resto de los estados-nación del planeta sumados.
La “Revolución Verde” fue otro contradictorio disparador de la crisis atmosférica: potenció la agricultura mundial desde los años ’60, la ligó al gas natural y al petróleo y promovió la invasión, y deforestación, de ecosistemas llamados “improductivos”, al crear nuevos fertilizantes petroquímicos, que extendieron la frontera agropecuaria.
En realidad estos ecosistemas “imporductivos” mayormente forestales, que en el NOA argentino los políticos burgueses llaman indulgentemente “campo bruto”, son los que producen no bienes agropecuarios, sino los “servicios ambientales” que posibilitan la actividad agropecuaria en zonas colindantes y también distantes. El ejemplo clásico en Argentina es la deforestación de la alta cuenca de los ríos Paraná y Uruguay, ubicada en territorio brasileño cubierto, hasta los años ’30 y ’40, por el entonces segundo mayor bosque de la tierra después del amazónico, la “Mata Atlántica”. La desaparición de esa masa forestal, con su capacidad de almacenar agua y liberarla lentamente, aceleró el tránsito de las lluvias al cauce de los ríos, con lo que aguas abajo los ciclos de inundación se fueron volviendo cada vez más severos en territorio argentino. Y esto pasó en el curso de tres generaciones. Mientras este texto se escribe, toda la cuenca media y baja del Plata es una gran inundación: el este de Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Corrientes y Entre Ríos tienen 30.000 afectados.
En lo que respecta a la nueva dependencia de la agricultura al carbono, esta se vincula con el pasaje de fertilizantes orgánicos, guano y salitre, a fertilizantes petrodependientes y de producción industrial en gran escala. El gas natural es la base de las vías químicas de Haber-Bosch y Ostwald, tres científicos alemanes que sucesivamente desarrollaron sistemas físicoquímicos “de fuerza bruta” para extraer el nitrógeno molecular, o N2, el principal gas componente de la atmósfera, y transformarlo en nitratos. Es muy difícil “romper” los enlaces químicos del N2 para combinarlo con oxígeno o hidrógeno. Son tres valencias a quebrar. Eso requiere de grandes presiones y temperaturas, e instalaciones industriales gigantescas. Pero su pericia en química le permitió a Alemania seguir fabricando explosivos y fertilizantes en base a nitratos aún bajo bloqueo durante las dos guerras mundiales.
Hasta 1914 el salitre y el guano eran los fertilizantes que revivían los exhaustos suelos de agricultura de Europa. Terminada la 2da Guerra, distintas mejoras de las vías de Haber-Bosch y Ostwald generaron el mayor impacto medible de la Revolución Verde: multiplicaron vertiginosamente la producción agrícola y abrieron las fronteras agropecuarias como nunca antes. En 1970 la población mundial era de 3500 millones de habitantes y hoy supera los 7400 millones, de los cuales los 2000 millones hoy más subalimentados no estarían muertos y enterrados de inanición sin las reacciones de Haber-Bosch-Ostwald. Simplemente, jamás habrían nacido. Parece contrafáctico pero es cierto.
El lado oscuro de extraer nitrógeno del aire para fabricar fertilizantes por fuerza bruta es que el proceso usa cantidades bestiales de metano (es decir de gas natural) como fuente de calor pero también como materia prima. Por ende, fabricar un fertilizante tan estúpido y simple como la urea, se libera C02 en cantidades prodigiosas.
Haber y Bosch obtuvieron premios Nobel por sus desarrollos. Tal vez haya más Nóbeles a disposición de quienes logren producir fertilizantes usando poca electricidad y sin emisión de gases invernadero. Si no surgió tecnología de este tipo no es únicamente por la dificultad técnica, sino porque las petroleras y sus petroquímicas adjuntas no están dispuestas a perder su capacidad de explotar al campesinado mundial. Y como dicen en Bayer-Monsanto, quien controla la energía y la comida, controla a la Humanidad.
El otro lado oscuro es que si el mundo llega a 2030 con 9000 millones de personas y el actual modelo agropecuario petrodependiente, para alimentar a tanta gente habrá que añadirle una superficie laborable del tamaño de todo Brasil. No existe.
El salto demográfico secundario a la Revolución Verde, esos 2000 millones de hijos intempestivos de los profesores Haber y Bosch, explican que sólo en los últimos 30 años se emitiera la mitad del carbono inyectado a la atmósfera desde épocas de la primera máquina de vapor. Muchas bocas para alimentar, y los pretenciosos, además de comida quieren luz y electrodomésticos.
Cuando se suman el impacto climático de la Revolución Verde y el de la restauración capitalista de los ex Estados Obreros, el famosamente estúpido “fin de la historia” predicado por Francis Fukuyama adquiere otro sentido, siniestro y literal.
Las petroleras y las burguesías mundiales más ilustradas hace décadas que saben las consecuencias de lo que están haciendo. Del efecto climático que provocaría el emitir tanto C02 fósil el primero en hablar fue el químico sueco Svante Arrhenius, ya a fines del siglo XIX, también él ganador de un Nobel. Sobra bibliografía al respecto. Un buen resumen puede encontrarse en la edición especial de New York Times Magazine “Losing Earth” dedicada en su totalidad al asunto en agosto del 2018.
https://www.nytimes.com/interactive/2018/08/01/magazine/climate-change-losing-earth.html
El insolente foro de billonarios y mandones que se junta anualmente en la localidad alpina suiza de Davos discutió el informe del IPCC antes de su publicación, dado que el tema está tan de moda, y emitió los adecuados ruidos de preocupación, y nada más. La crema de la burguesía mundial no tienen un plan, o su plan es que no haya un plan. Si uno es billonario o trillonario y considera que el problema climático en realidad lo causa el exceso de humanos, lo mejor es dejar que suceda lo que tenga que suceder y se mueran o se maten entre ellos.
Un artículo de fe casi religiosa entre los ricos es creer que están destinados a salvarse, por ricos.
Hay estudios que relacionan el desarrollo de la inteligencia artificial que permitirá liberar de trabajo humano de casi el conjunto de la producción, fenómeno ya en marcha de manera incipiente, con el cambio climático. Lo que podría ser la base para liberar a la humanidad del trabajo alienado, funciona bajo el control de una clase social que se ha convertido en un cáncer social, como la base material para la masacre de millones. Ya no somos necesarios.
Existe ciertas fracciones de la burguesía que quizás no quieren morir, pero no saben muy bien qué hacer al respecto. Se está discutiendo mucho en los principales medios burgueses sobre un Green New Deal, conjunto de propuestas reformistas económicas y políticas para acabar con el calentamiento global y la crisis financiera, todo de una y sin afectar las bases del capital. Alexandria Ocasio-Cortez, la nueva estrella de rock del Partido Demócrata de EEUU, es la principal vocera de esta supuesta salida. Podemos en España acaba de anunciar su propio Green New Deal. Estamos ante una barrera de contención de las masas a una intervención independiente y de clase.
Respecto del rol del capital financiero, a fines de marzo del 2019 se publicó un estudio sobre los lazos entre la banca mundial y las petroleras. Banking on Climate Change 2019 es el reporte publicado por ONGs con buenos fondos como Rainforest Action Network, BankTrack, Indigenous Environmental Network, Oil Change International, Sierra Club, Honor the Earth, y apoyado por 160 ONGs chicas alrededor del mundo. Dice, resumidamente, que 33 bancos de inversión le pusieron 1.9 billones de dólares a las petroleras entre la adopción del Acuerdo de Paris, de 2015, y la fecha de hoy. La mayor parte se invirtió en las 100 empresas más agresivas en la expansión de nuevas fuentes de gas y petróleo.
Los cuatro principales bancos que financian la industria de los combustibles fossils son los grandes financistas de la campaña de Donald Trump: JPMorgan Chase, Wells Fargo, Citi, y Bank of America. Van seguidos por Barclays del Reino Unido, Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) de Japón, y RBC de Canada. Nótese que lideran la lista bancos con casa matriz en el país que rompió el acuerdo de Paris. Los 6 mayores bancos yanquis hoy ponen el 37% de la plata que gastó el mundillo “Oil & Gas” desde el Acuerdo de París.
Cuando hablamos de bancos y fondos de inversión nos referimos a una críptica dirigencia mundial llena de doctorados y posdoctorados, una tecnocracia ignota con acceso privilegiado al conocimiento. Esos tipos son mucho peores que Edward Smith, el capitán del Titanic. Saben perfectamente que van a chocar contra el iceberg y aceleran el barco. Tienen planes privados de salvación: creen que se compraron los botes.
Las relaciones entre imperialismo y calentamiento global son a la vez obvias y sorprendentes, pero exceden este trabajo. Menciono sólo tres, que retomaré en futuras investigaciones.
La producción de cemento es responsable del 8% de las emisiones de CO2, de acuerdo a Chatham House, el “think tank” original del viejo imperio británico, primera institución de su tipo en la historia. Si la producción de cemento fuese un país, dice Chatham House, sus emisiones sólo serían superadas por las China y los EEUU. La especulación inmobiliaria, ya conocida como detonante de la crisis capitalista del 2008, toma otro significado en este contexto. Lo mismo que las “ciudades fantasma” chinas, construidas a la perfección pero vacías. Eso en un país donde las ciudades reales y pobladas son las más hacinadas del planeta. Otra instantánea de la racionalidad capitalista, y van…
1/3 de la producción capitalista de alimentos mundiales se deshecha. Para cultivar y cosechar estos alimentos desperdiciados se emiten 3.3 billones de toneladas de CO2 anuales. Si aplicando la idea de Chatham House la sobreproducción agropecuaria fuera un país, sólo China y los EEUU lo superarían en emisiones. Y lo dice la FAO, el organismo a cargo de la producción alimentaria de las Naciones Unidas. No es el único derroche agropecuario: en este ejercicio loco de producir para nadie se ocupa el 30% de las tierras aptas para agricultura y cría, que en general antes ocupaban –y podrían volver a ocupar- bosques de diverso tipo que “secuestren” C02 y lo fijen como madera. Y eso sucede en un mundo donde 1 de cada 7 habitantes vive en estado de hambre fisiológica.
El conjunto de la industria bélica se basa en derivados de petroquímicos. Desde los nitratos de la pólvora de los explosivos, o el JP1 de los aviones y el gasoil de los blindados, todo sale de perforaciones petrolíferas y gasíferas. Excepción: las bombas nucleares, que de todos modos llegan a destino montando vectores sobre mísiles u aviones movidos por petróleo. La guerra es, lisa y llanamante, la mayor fuente de C02 como actividad, y el “driver” más importante del cambio climático.
Un estudio llamado Oil Change International estudia las emisiones de la guerra de Irak durante los años 2003-2007. Los hallazgos fundamentales son estos:
-Esa guerra costo $3 billones de dólares, más o menos la inversión que se necesitaría de hoy a 2030 en energías renovables para cumplir el plan del IPCC.
-Entre 2003 y 2007, la guerra de Irak generó al menos 141 millones de toneladas de CO2, y superaron las anuales de 139 países.
-Sólo en 2006, los EEUU invirtieron en la guerra de Irak lo que el resto del mundo en energías renovables.
Dato de color: desde el tratado de Kyoto en 1997, aún más inútil –por preliminar- que el de París en 2015, la industria militar estadounidense y el Pentágono no están obligados a informar a ningún organismo nacional o internacional sobre sus emisiones de gases invernadero. Se calcula que son responsables de más o menos el 5% del total global.
Conclusiones preliminares
La primera: por ser el capitalismo el causante del cambio climático, es incapaz de frenarlo. Sus tendencias más profundas –la sobreproducción, la tasa decreciente de ganancia, la guerra comercial entre imperios que se enfrentan militarmente a través de terceros países- son justamente las fuerzas que fogonean la adicción letal del capitalismo a los combustibles fósiles. Mientras estos no sean prohibidos o paguen externalidades severísimas, es decir un impuestazo aniquilador que mitigue los daños que causan (y esto NO sucederá bajo un régimen mundial capitalista), los fósiles serán artificialmente baratos en comparación con cualquier otra fuente de electricidad o de locomoción libre de carbono. Y esto es especialmente cierto para la industria más petrodependiente de todas: la bélica.
El cambio climático es el hijo parricida del capitalismo en su putrefacción imperial, y en el fondo, un problema de clase.
En realidad, bajo la perspectiva de análisis que nos abre el cambio climático, la tendencia del Capitalismo a la guerra se profundiza. Hay decenas de frentes de batalla entre estados, o entre estados y facciones, en todo el mundo. Lo único que viene evitando que se unifiquen en una guerra mundial inter-imperialista al estilo de la Primera o la Segunda, es la existencia de arsenales nucleares en más de 10 países, y la evidencia de que si se arma, serán usados y la aniquilación recíproca no hará excepción con los trillonarios y billonarios. Sin embargo, aunque los misiles nucleares sigan sin dispararse, estamos en presencia de una guerra mundial, la del Capital de 100 monopolios energéticos contra la vida. El mundo como lo conocemos está en juego, y el mundo todo es el frente de batalla.
Pero NUESTRA guerra debe ser organizada, y va contra El Capital. Que el cambio climático sea un problema de clase es evidente también en el hecho de que puede solucionarse. Como explica el ICPP, por más que se lave las manos de las implicancias, ya existe la tecnología necesaria para limitar la catástrofe, evitar una nueva extinción masiva de vida y reconstruir la sociedad. Ninguna ley natural establece la permanencia eterna de un sistema social, ya han caído y hemos tirado varios en la historia. Y menos el capitalismo de su etapa superior, imperialista y financiera, que no llega al siglo y medio de antigüedad. Lo que si se desprende de las leyes científicas de la naturaleza es que si no terminamos con el capitalismo, éste terminará con nosotros.
Y aquí llegamos a la segunda conclusión. El problema del cambio climático amenaza la supervivencia de la vida humana, junto a la del conjunto de la vida en la tierra como la conocemos. Y no en el largo plazo, sino en los próximos 10 años. Se trata del problema más urgente que ha enfrentado la Humanidad desde el comienzo de la civilización, y somos nosotros, la presente generación, a la que le ha tocado enfrentar esta batalla histórica. Para nosotros, los catastrófistas, las cosas se han presentado del modo que habíamos previsto, pero de una manera diferente. Estamos ante la madre de todas las batallas y de toda las catástrofes. Y el desafio ya no se trata de evitar la catástrofe. Esta ya llegó y buena parte del daño esta hecho.
El desafío histórico presente es combatir y ganar, para limitar la catástrofe iniciada y evitar que llegue a la fase de extinción de la Humanidad. De no hacerlo, el derrumbe del Imperio romano no será nada comparado con el desplome del capital, que ya estamos presenciando. Ya no estamos ante la crisis de un sistema social, estamos presenciando el final de la civilización.
Vale la pena señalar al paso, que las tendencias inherentes del capital a su autodisolución que encuentran su expresión final en la posibilidad muy concreta e inminente de ecocidio, antes de acabar con con la vida del planeta, han terminado con un debate con cierta parte de la izquierda respecto al catastrofismo. Estas corrientes que niegan el colapso del capital en función de una visión de crisis orgánicas y eternas, posición resumida en el que “siempre que llovió, paró; el capitalismo se va a recuperar”, deberían tomar nota del escenario planteado por la catástrofe climática capitalista. De la misma manera, la política democratizante que acompañaba este anticatastrofismo, está acabada. El opuesto dialéctico a la catástrofe, es la revolución, y nada más.
La tercera conclusión se vincula a las tareas por delante. Volvemos a citar el comienzo del presente artículo con las palabras del ICPP “…se requerirá de transiciones sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad”. En esencia, reestructurar la forma en que la humanidad produce energía, reformular todas las industrias, la forma de construcción, rediseñar las ciudades, los sistemas de transporte de mercancías y personas, el uso de la tierra, el modo de producir alimentos, la extracción de recursos biológicos y minerales, y la minimización del consumo eléctrico.” A su vez, poner el conjunto de la ciencia en el desarrollo de la geoingenieria en función de reecapturar CO2 e implementar una reforestación a gran escala. ”
Ahora bien, si el Imperialismo como etapa final del capitalismo anunció el final de los estados nación, el cambio climático, el síntoma terminal del imperialismo, plantea el desafío de su superación final. Porque necesitamos realizar las tareas planteadas, irónicamente, por los propios científicos de la burguesía, la reestructuración total de las formas de producción, en el conjunto de los países industrializados, de forma conjunta, al mismo tiempo, y de manera urgente.
El campo de batalla del cambio climático es internacional. Y si el cambio climático es la principal batalla que enfrentamos, segunda conclusión, es porque antes de presentarnos a elecciones debemos existir, estar vivos. Antes, mal que mal, podíamos dar por sentado que, como vanguardia revolucionaria, podíamos tener víctimas a manos de la represión, y que morir podía ser parte de nuestra tarea, algún dia, sino nosotros, nuestros hijos o nietos, triunfaríamos. Ahora la cuestión es otra: la amenazada de morir es la Humanidad en su conjunto. La ventana de intervención son 10 años. Esta constatación cambia todo. El resto de las tareas y batallas deben condicionarse a este objetivo.
En este sentido, toda intervención de la izquierda revolucionaria local y regional, debe pensarse en función en términos internacionalistas, y en referencia a las tareas planteadas por el cambio climático.
Aunque ni Argentina ni ningún país de Latinoamérica aporta cantidades significativas de gases invernadero, estamos entre las regiones del mundo más afectadas por la inconducta bestial del capitalismo mundial. Tenemos dos batallas estratégicas en relación al calentamiento global en la región. Una ya la mencionamos y se trata de la preservación del Amazonas, el sumidero continental de carbono más importante del planeta. Protegerlo y reforestarlo es una tarea imprescindible de primer orden. Su destrucción, que viene produciéndose desde el siglo XIX y que el presidente Luis Ignazio “Lula” da Silva no se atrevió a detener, ahora se acelerará porque forma parte del programa criminal del fascista Bolsonaro, y lo que haga amenazará las condiciones de la vida en la tierra, además de (poniéndonos locales) el régimen de lluvias en el NOA y el NEA argentinos.
Segundo, en Latinoamérica también se encuentra la reserva de petróleo conocida más grande del planeta, Venezuela, y la de gas de esquistos, o “shale”, Vaca muerta en la provincia argentina de Neuquén. Dado que la industria bélica capitalista es petrodependiente, la relativa independencia de Venezuela respecto de los EEUU se ha convertido en un desafío intolerable para el imperialismo yanqui. No importa mucho que desde tiempos anteriores a Obama los EEUU hayan pasado de primer consumidor mundial a exportador importante de petróleo obtenido por “fracking”. Que la primera reserva mundial de petróleo, aunque sea de muy mala calidad como el venezolano, todavía no esté en manos de un gobierno golpista puesto por EEUU supone un desafío insoportable para la burguesía y los militares yanquis. Quieren explotar y vender esas reservas YA.
Pero como explica el ICPP, debemos dejar todo el petróleo del mundo en el suelo. Esto solo podrá suceder de la mano del pueblo venezolano, acompañado por el conjunto de los trabajadores del continente, ya que Venezuela depende de la exportación de petróleo como su principal ingreso. La lucha de los pueblos originarios de Latinoamérica contra las mineras y por la preservación de sus ecosistemas marca el camino.
Por ultimo, mencionar que si el cambio climático es la expresión mas innegable y bestial del del imperialismo terminal, el cambio climático resume como ningún otro fenómeno las tendencias del capital a la guerra y exterminio. Y esto sólo puede engendrar su contrario dialéctico, el desarrollo del polo revolucionario.
Y así es, se está abriendo paso otro vacilante revolucionario mundial: las puebladas en Haití, el resurgimiento de la primavera árabe encabezada hoy por Argelia y Sudán, los Chalecos Amarillos en Francia, que han luchado contra el avance de las petroleras en su intento por dominar la economía francesa, pero todavía no se atreven a defender la propiedad estatal de las 58 centrales nucleares que producen el 75% de la electricidad nacional, la más barata y segura de Europa, y la más libre de emisiones de carbono. Agitación sobra, claridad no.
Y mucha agitación, y muy nueva. Por primera vez irrumpen en forma simultánea dos movimientos de masas de escala mundial: la misma semana que sucedió la huelga internacional de la juventud, se desarrolló otro paro internacional, con millones de movilizades: el tercer paro internacional de mujeres, el 8M, coronación de un proceso que los medios quieren aislar de la lucha de clases, pero que está poniendo en cuestión asuntos centrales de nuestra civilización. Mientras se escriben estas lineas irrumpió la segunda revolución de la nueva ola de la primavera arabe, Sudán, uno de los países más afectados por el cambio climático del mundo, con las mujeres a la cabeza. A fin de cuentas, como lo señaló la propia Greta Thunberg el 8 de marzo, son las mujeres trabajadoras las que son y serán las más afectadas por la catástrofe climática. ¡Paso a la juventud! Paso a la mujer trabajadora!
El problema de los migrantes y refugiados, su organización y el reagrupamiento de un activismo en función de la defensa de estos, como está sucediendo especialmente Europa y EEUU, también plantea un frente de lucha que barre con el nacionalismo. La apertura de las fronteras, consigna que poco a poco se desprende del movimiento, resultara estratégica en función de nuestra lucha.
Para terminar, llegamos a la cuarta conclusión, la más importante, nuestra herramienta de intervención en esta crisis global. Ha sonado nuevamente la hora de la IV internacional. Porque solo la clase obrera organizada de manera internacional podrá hacer lo que es necesario para frenar el calentamiento y todas sus consecuencias. El cambio climático es un problema de clase, y de poder. La reconstrucción de una dirección revolucionaria independiente, el problema del partido, se ha vuelto una cuestión de supervicencia de la Humanidad toda. El desarrollo de un programa de transición para reagrupar a la luz de este desafío es impostergable.
Pero ninguna crisis podrá resolver el problema de una dirección independiente, revolucionaria y anticapitalista de la clase obrera, la cual, siempre sostuvimos, no puede improvisarse al calor de las batallas decisivas. El problema es que la batalla decisiva ya llegó, y el problema de la dirección está lejos de resolverse. Este es el gran desafío de la humanidad en este momento. La negación no es un método de intervención y transformación de la realidad, y no podemos escapar ni posponer este problema más.
No podemos esperar el desarrollo de partidos revolucionarios nacionales para luego agruparnos. La dirección independiente y revolucionaria deberá preparase, de manera sistemática, por medio de una estrategia política con un programa de transición hacia un gobierno obrero y campesino, a calor de los acontecimientos. La masas saldrán a luchar por su vida, al calor de la catastrófe civilizatoria mas importante en la historia de la humanidad, a escala nunca vista antes. El grito que se oye en las marchas del movimiento de mujeres en Argentina es claro: “mujeres, si no nos organizamos, nos matan", explica la disyuntiva que guiará las acciones del conjunto de les trabajadores y oprimides del mundo. Contar con IV Internacional, para acompañar esta experiencia a las que las masas serán arrojadas, experiencia que no podrá más que ser descomunal, febril, contradictoria, imprevisible y explosiva, será la diferencia entre la victoria, o la derrota. Entre la vida, o la aniquilación. La vida y la historia buscarán la forma de abrirse paso. La responsabilidad del Partido Obrero de Argentina en este contexto, nosotros, escapa a mi capacidad de expresión con la palabra escrita.
La catástrofe ya llegó. “Socialismo o barbarie” quedó atrás, hoy es “Socialismo o extinción”. La ventana histórica para intervenir y dar vuelta la tortilla es de 11 años. Ya no podemos pensar en términos históricos. La vida es hermosa pero la misión de nuestra generación, y solo nuestra, ahora es liberarla de todo mal, opresión y violencia, para sobrevivir. Estábamos en tiempo de descuento pero no lo sabíamos, y se acabó. Ahora es cuándo.
¡Socialismo o extinción!
¡Viva la IV internacional!
¡Viva la vida!
Soledad Manrique
-Por la descarbonización inmediata de la industria global. Todo el petróleo, gas y carbón deben permanecer en el suelo. Por la transición inmediata energías renovables.
-Estatización de los 90 monopolios responsables de los 2/3 de las emisiones de carbono, sin pago y bajo control obrero. (industrias de energías térmicas, transporte, construcción, automóviles y pulpos agropecuarios).
- Nacionalización bajo control obrero de la banca mundial aliada de los monopolios del carbón, gas y petróleo.
-Acabemos con las guerras imperialistas. La industrial bélica es la responsable de la mayor cantidad de emisiones en el mundo! Por unidad en la lucha de los trabajadores, campesinos y del conjunto de las masas explotadas contra la guerra.
-Inmediato cese de la sobreproducción capitalista, sin tocar el salario. Escala móvil de los salarios y escala móvil de las horas de trabajo.
-Por la reestructuración del transporte urbano reconstruyendo el transporte público. Estatización de las empresas de transporte privatizadas, sin pago y bajo control obrero y de pasajero
-Abajo el modelo de producción agrícola y ganadero industrial petrodependiente, responsable de la mitad de las emisiones mundiales, la deforestación y agotamiento del suelo.
-Por el libre y pleno desarrollo de la ciencia en función de la recapturación de carbono y todas las medidas de geoingeniería necesarias.
-Por una planificación familiar con relación a la crisis demográfica: Por aborto legal seguro y gratuito, educación publica y educación sexual laica y científica. Separación de la Iglesia del Estado.
-Para contener las consecuencias de los eventos climáticos catastróficos ya en curso como huracanes, olas de calor, inundaciones, enfermedades relacionadas, la OMS ya calcula 250.000 muertes anuales por calentamiento global: Salud publica y gratuita bajo control de trabajadores y pacientes.
-Por una campaña internacional en defensa de los derechos de los migrantes climáticos, que ya suman 210 millones en la última década. Por los plenos derechos al tránsito y la migración. Abajo las leyes antimigración. Apertura de todas las fronteras.
-Juicio y castigo a los asesinos del los cientos de activistas ambientalistas asesinados, cuyo promedio es 200 por año!
-Abajo el golpe imperialista en Venezuela, la reserva de petróleo más grande del mundo!
-Por la protección y reforestación inmediata del Amazonas, el sumidero de petróleo más grande del Mundo. Fuera el gobierno fascista de Bolsonaro!
-Fuera el gobierno fascista Trump y agente de los capitales del petróleo norteamericano principal negador del cambio climático.
-Fuera el Estado sionista, gendarme del Imperialismo en Medio Oriente. Por la Federación Obrera y Socialista del Medio Oriente, solos los trabajadores y campesinos de Medio Oriente garantizaran el cese de la quema de petróleo de la región.
-Por una campaña internacional entre los trabajadores sobre la catástrofe climática en curso. Asambleas en los lugares de estudio, trabajo y en los barrios para poner un pie un plan de lucha inmediato. Recuperación de las direcciones burocráticas de lo sindicatos aliadas a la patronales capitalistas.
-Asamblea nacional constituyente y soberana y con poder, en todos los países del mundo, para llevar adelante y supervisar todas las medidas necesarias para frenar el aumento de temperatura en 1.5 C!
-Por la unidad internacional de los trabajadores contra la catástrofe capitalista climática. Frente único mundial de trabajadores contra el calentamiento globa!
-Por partidos revolucionarios en todo el mundo! ¡Viva la revolución socialista internacional! Viva la IV internacional!
-Socialismo mundial o extinción. Tenemos 11 años, la lucha es ahora. Viva la vida!
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🇪🇸 «No somos ultraderecha, somos trabajadores» - el mensaje de los transportistas al 'Chávez Español', Pedro Sánchez, y a su gobierno social-comunista de la miseria. #SoloQuedaVOX #HayQueEcharlos #QuePaguenEllos #GobiernoDimision #HuelgaGeneral #HuelgaTransportistas #SánchezVeteYa https://www.instagram.com/p/CbSsM5YItVB/?utm_medium=tumblr
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Viernes Iluminado BOM DIA GALERA! #sextou #viernes #paronacional grevegeral #huelgageneral #30A #quemnaolutatamorto #nomaspresxsporluchar (en Somewhere in the Middle of No Where) https://www.instagram.com/p/COSm8LrpQz5/?igshid=1xawsn6v861n6
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Miseria cotidiana del capitalista
La miseria cotidiana del parásito capitalista y su relato… un empresario tucumano del rubro calzado tuvo que desprenderse de 90 empleados, sobre los 120 que tenía hasta abril»[0] Traducido: un parásito capitalista no conforme con explotar cientos de obreros textiles y chuparles la sangre diariamente, forrándose con la riqueza que produce el trabajo ajeno, llegado el momento de una caída de…
#argentina#BurocraciaSindical#campo#capitalismo#caputo#clasecapitalista#clasetrabajadora#clasismo#cosecha#dólar#depresión#devaluación#economía#explotación#exportaciones#fmi#fueramilei#fugadecapitales#guerradeclases#HuelgaGeneral#industria#inflación#kirchnerismo#lacasta#oligarquía#peónrural#PeronismoCómplice#Plusvalía#política#Recesión
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Yahora Español Version Parcialmente ReclaimThe.Earth #Avenida32deMayo #LibertadDeLasTierras #SubversesDeKarlos #HuelgaGeneral #GeneralStrike2020 #PeoplesStrike #NoBorders #ReclaimEarth #CapitalismDistancing #may32 (at Freehold Borough, New Jersey) https://www.instagram.com/p/B_y-fqQgWUC/?igshid=1jzobkuyv7w97
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Sin más, es una Lucha de todos! Ánimo a todos ellos! ❤️#agricultura #huelgageneral #campo #españa #unidos #agricultor #lascositasdelyli https://www.instagram.com/p/B8zd_j6oFUx/?igshid=1ftnstf6lzvop
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#manifestaciones #interesantes #dibujo #drawing #illustracion #illustrationoftheday #ilustración #hormigasenhuelga✊🏽✊🏽✊🏽✊🏽✊🏽✊🏽 #grevegenerale #huelgageneral #mujeresalgritodeguerra https://www.instagram.com/p/B6A17GaICYv/?igshid=1avtjcctmyome
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Fuimos atacados con mi novio y unos amigos por carabineros (fotos de la publicación en twitter). Felipe A. Besoain Caroca está bien, solo heridas superficiales! El del video es otro chico que por desgracia si tuvo heridas complicadas! #chileviolateshumanrights #piñeradictador #chiledesperto #renunciapiñera #indh #estonohaterminado #estonohaterminado #huelgageneral #Repost @queoverdose https://www.instagram.com/p/B5ZJGtelbc5/?igshid=172mgyhdpdyl4
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Repost @garrablancaantifascista - Ni un respiro al mal gobierno. Ayer, nos enterábamos que el socio colocolino Gustavo Gatica había pedido completamente la visión de sus dos ojos. Horas después, fuerzas especiales de carabineros disparaba una bomba lacrimogena a una dueña de casa que volvía a su casa, cegandole también de por vida. Hoy, Sebastián Piñera, reo de la justicia por desfalcar el banco de Talca, habla en cadena nacional para anunciar su agenda represiva, que incluye convocar a policías y detectives llamados a retiro, además de soltar a 7000 nuevos policías para que hagan y deshagan como siempre lo han hecho en las calles. Nosotros nos preguntamos ¿Como es posible, que este asno testarudo insista en convocar a más personal de la institución más corrupta y deslegitimada a la calle? ¿Se puede confiar en los que han cegado más de 200 ojos, en los que han violado a hombres y mujeres, en los que dispararon a mansalva durante el estado de sitio? ¿Se puede confiar en los que hicieron el desfalco más grande al Estado en la historia moderna de este país? Nuestra respuesta es No. Antifascistas de la Garra Blanca convoca a los hinchas de Colo-Colo y a todo el pueblo a manifestarse en Plaza De La Dignidad el día viernes, y lo hace bajos las siguientes consignas. -No a los militares en la calle. No al autogolpe de Estado que la clase dominante esta cocinando con complicidad de los sectores más reaccionarios de la nefasta política Chilena (Obvio la Democracia Cristiana, igual que en el gobierno popular). CONTINUA EN LOS COMENTARIOS. #EvasiónMasiva #PiñeraDictador #RenunciaPiñera #ChileDesperto #ChileResiste #NiPerdonNiOlvido #HuelgaGeneral #AsambleaConstituyente Sin Policías sin militares vamos a salir campeón #CampeonHayUnoSolo #ColoColoEsChile #Cacique #EternoCampeon #GarraBlanca #GarraBlancaAntifascista #Antifa #Antifascista #Antifascist #161crew #AntifaHooligans #acab #1312 #AllCopsAreBastard #NoPyroNoParty #NoFaceNoName #Pyro #fcknzs #Football #AgainstModernFootball #Ultras #Revolution https://www.instagram.com/p/B5ZAjB-FBVZ/?igshid=a968by1221wo
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🇪🇸 @AnaCuartero y la Resistencia Madrileña del @AxdMovimiento en la convocatoria patriota de la Plaza de Cibeles (19 marzo 2022) 📸 vía IG: @pacofernandezfoto #CubaLibre #SoloQuedaVOX #HayQueEcharlos #QuePaguenEllos #GobiernoDimision #HuelgaGeneral (en Plaza De Cibeles, Madrid) https://www.instagram.com/p/CbSpcpqoObV/?utm_medium=tumblr
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