#FJKSDLÑDSDSDS YOHANCIO DIOS MIOOOOOO

[mikrokosmcs]

Para  Yohan  lógicamente  sus  celos  eran  ridículos,  porque  no  había  ningún  tipo  de  interés  carnal  ni  emocional  con  la  persona  que  funcionaba  como  la  madre  pura  y  virginal  de  Suyeong.  No  obstante,  lo  poco  que  ha  aprendido  de  emociones  humanas  normales,  sabe  que  Seungwon  veía  un  enemigo  en  la  persona  que  se  parecía  a  él  y,  adem��s,  tenía  su  atención  científica,  especialmente  por  algo  que  Seungwon  no  podría  darle  naturalmente.  Pero  si  Sooan  había  podido  sobrevivir  al  procedimiento,  estaba  seguro  de  que  el  otro  lo  haría  también.  -  —Buscaremos  un  cero  en  la  escala  de  dolor  —  -su  boca  se  queda  en  la  zona  del  ombligo,  donde  besa  y  prefiere  dejar  una  mordida  suave  al  escuchar  la  clara  queja  de  que  no  lo  ha  tocado  como  quisiera  en  los  últimos  días,  sabiendo  que  todo  era  culpa  de  lo  movido  que  estaba  el  proceso  de  revolución.  -  —¿Su  esposo?  Debería  sentirse  el  hombre  más  afortunado,  porque  tienes  un  físico  perfecto  para  cargar  con  un  bebé  —  -Yohan  no  disfrutaba  de  los  niños,  pareciéndole  criaturas  lloronas  y  llenas  de  mocos,  desorganizadas  y  sin  mucha  gracia  además  de  simplemente  existir.  Pero  con  el  nacimiento  de  Sujin,  y  como  esos  grandes  ojos  brillantes  y  esas  manitas  curiosas  querían  siempre  alcanzar  sus  gafas  o  el  estetoscopio  de  Seungwon  en  sus  chequeos  de  rutina,  se  dio  cuenta  de  que  tal  vez  los  bebés  no  eran  tan  malos  siempre  y  cuando,  supieras  criarlos.  -  —Odio  cuando  mis  pacientes  no  son  vocales,  quiero  escuchar  cada  observación  que  tenga  por  mi  tratamiento  —  -deja  un  último  beso  en  su  estómago,  guiando  sus  dedos  hasta  el  botón  de  su  pantalón  y  deshacerse  de  él,  bajando  la  prenda  lo  justo  para  traerse  consigo  la  ropa  interior  y  desnudarlo  completamente,  solo  la  maltrecha  camisa  cubriendo  ciertas  partes  de  su  cuerpo.  Sus  manos  se  aprietan  en  torno  a  los  muslos,  los  cuales  separa  aun  más  para  dedicarle  una  suave  lamida  a  la  parte  superior  de  su  miembro,  sintiendo  la  salinidad  en  su  lengua  y  buscar  engullirlo  entre  los  bonitos  labios  de  muñeca,  queriendo  despertarlo  con  su  boca. 

“Me fascina y por lo mismo me frustra cuando miras a otros.” No quiere culpar a Sooan y Bulyeong por sus cualidades únicas al ser experimentos y que no han hecho más que ayudar, pero es imposible evitar los celos, especialmente por la persona que se parece a él. Seungwon es distraído por la respuesta del contrario, recordando fugazmente cómo lo regañó por ser un tonto que no sabía lo que es el jugueteo y matar la pasión de ese momento, ahora suspirando más agitado cuando las enormes manos recorren su piel, causándole estragos los pensamientos de lo que podía hacer con aquellos dedos tan largos. “Hum… siete, duele un poco pero es tolerable por lo bien que me hace sentir.” Sus orbes se turnan entre los movimientos ajenos y el rostro que lo vuelve loco, dejando escapar un suave gemido cuando una de sus camisas favoritas es destrozada sin piedad, recibiendo a cambio más besos sobre la piel. Las mejillas del mayor se tiñen ligeramente ante lo lindo que sonaba su nombre acompañado del apellido de Yohan. “¿Creo que no? Verá doctor, mi esposo no me ha brindado muchos mimos últimamente, así que dudo mucho estar cinta.” Los niños no son las criaturas más agradables para una persona seria y calculadora como él, pero tampoco las odiaba. Solía ver algunos jugar con Dohyeon y Mei por la ciudad, riendo a carcajadas, ignorando que el mundo se cae a pedazos día a día y aunque la idea de tener uno propio y con la persona que es dueña de su corazón está presente, sabe que es imposible para él. Por ahora solo es una fantasía que surgió hace un tiempo y se fortaleció desde enterarse que María es capaz de tener uno. “Puede seguir con el examen físico, prometo no gritar mucho.” La sonrisa en su rostro adquiere un toque de seducción, acariciando el suave cabello de Yohan como si fuese un obediente y dulce perrito.