#Epístolas de Samael

[jesusagrario]

Epístola segunda de Pedro a los Romanos por Samael Aun Weor. #jesusagrario

[esuemmanuel]

Nadie me cortó las alas, ni siquiera me causaron heridas... Fui yo mismo el que se desplumó y se apuñaló el corazón. No culpo a nadie de mi caída, pues, llegué ciego, ya que sólo veía luz. Mis ojos fueron dañados severamente. Las sombras se empeñaron, tercamente, en hacerme ver lo que me negaba. Ahora mis ojos conocen las sombras, las saben percibir muy bien. Sin embargo, la luz aún me ciega, y de ahí no pienso quitar la vista.

Esu Emmanuel©, En Voz de Samael.

No one clipped my wings, or even injured me.... It was I who plucked and stabbed myself in the heart. I blame no one for my fall, for, I came blind, for I saw only light. My eyes were severely damaged. The shadows were stubbornly determined to make me see what I denied. Now my eyes know the shadows, they can perceive them very well. However, the light still blinds me, and from there I will not take my sight away.

[esuemmanuel]

Las Epístolas de Samael.

I.

Cuando desperté había olvidado todo, sólo era capaz de repetir en mi cabeza el blanco de la nada, de un vacío que se colgaba de mi pecho, de un espasmo que se escondía en mis entrañas. Nada importaba, pero algo palpitaba en mis manos adormecidas; un corazón sangrante que no era mío.

¿Qué voy a hacer con este órgano con aroma a pérdida?

La búsqueda de respuesta me ha traído hasta aquí.

II.

Me enamoré, lo recuerdo vagamente, de entes que olvidaron –al igual que yo– mi nombre. Me contagié de la venenosa idea de ser observado, reconocido, admirado y aplaudido.

"Has sido un farsante toda tu vida", me lo dijo Ella al oído.

La escuché acercarse con los pies descalzos y el velo destruido; colgaban hilos de su cabeza. Me pareció haberla visto pálida, demacrada y muy flaca. Su voz ya no era la de su juventud, estaba sumida en un sueño que le consumía la energía cada vez que hablaba. Aun así, me dirigió esas palabras. No le importó perder los cabellos y morir, un poco más.

III.

¡Qué bueno que se fue! ¡Qué bien que se esconda! Me está enseñando a volver a lo que fui. En el trayecto, quizá, recuerde mi nombre. Tengo demasiado ego para ceder ante sus provocaciones y así es que caigo. ¡Vaya manera de defenderme! También me hubiera gustado que las cosas se hicieran a mi manera, pero nadie estuvo para complacer mis caprichos, mis necedades y mis obsesiones. Pero, ¡qué bien se sintió cuando sucedió!

"Regresó para recordarte que dejaste de ser importante.", escuché otra voz hablarme al oído. Ahora sonaba varonil, muy masculina, pero enferma y cabizbaja. Algo en el timbre tenía un toque mordaz, hiriente, gélido y ruin. Buscaba dolerme, otra vez. No se cansaba de apedrearme y yo... no hacía nada por defenderme. No era necesario.

"Mata un poco a tu ego, nadie tiene porque enterarse.", me dijo esa mujer con una voz consumida en el dolor. Una vez más, Ella... la que había estado martilleando mi cabeza.

IV.

"Si te sientes perdido, no te busques aquí.", murmuraba entre dientes mientras me llevaba las manos heladas a las sienes. "Olvidarás hasta tu nombre.", esto lo dije envuelto en un dolor de garganta tremendo.

No sólo he perdido mi nombre, también la razón de mi existencia. Vagué por un sinnúmero de cuerpos, de masas inertes y lóbregas que aparentaban tener vida, pero sólo pretendían sentir. Todo había sido una ficción muy bien trabajada. Los espectadores aplaudían como si fuese una obra teatral excelente, mientras Yo yacía dándome las gracias por estar ahí, en ese lugar lleno de veneno, de heridas gangrenadas y huesos rotos.

No, el dolor no se asemejaba al que estoy viviendo encerrado en esta habitación, acompañado sólo de esas voces áridas que, de vez en vez, me hablan al oído como suplicando ser escuchadas por mí.

Ya he dejado de preguntar qué hago aquí, no tiene sentido... no tengo ninguno... ¿estoy vivo?

Eso es lo que me mantiene consciente, la pregunta trágica que me ha hecho la muerte cada que ha venido a verme y se ha sentado a conversar conmigo.

"Debes dejar ir, porque sólo dejando ir podrás volver a empezar."

Esa voz... ¿es mi voz?

"No puedo evitarme, por eso me duelo."

Agitado, absorto en la locura, en la oscuridad luminosa de este espacio gris... Si, hay color, uno denso y apretado; me atolondra la mente, me trastorna la razón... ¡Aquí, en mis manos, una vez más, ese corazón! ¡Ese órgano que no es mío! ¡No, no lo es! ¡No lo es!

V.

Si estuviera libre de locura te buscaría... No dejo de pensar en ti y en esas profundas ganas de ser devorado por ese animal hambriento que te domina. Eres demencia, y te quiero vivir.

Escribir aquí donde nadie me mira, mientras voy matando tu existencia, tu presencia, tu voz y tu chispa. Si, estoy enajenado por nombrarte, pero te amo. Tendré el valor de dejarte ir cuando deje de sentirme este agujero pesado en el pecho… y, para que eso pase, necesito morir.

Me he dedicado a escuchar los ecos lascivos de todas tus voces; me hablan, me gritan, se escabullen entre mis tímpanos, recorriendo con ardoroso frenesí mis nervios y neuronas hasta provocarme un sosiego indescriptible que no puedo soportar.

“Te amo, pequeño…”, murmuras en mis orejas, en la totalidad de mis sentidos, y vuelvo a ahogarme con el ósculo de tu ausencia presente en mi desvarío.

Al fin tengo un lugar en el que grito libremente lo que siento por ti. ¡Qué bello es escribirte aunque no lo sepas ni lo imagines! He cometido el error de mancillar tu noble esencia con mis palabras insalubres en los momentos en los que me he sentido defraudado por tus hirientes acciones. Sé que soy el culpable de esto que siento y eso lo debo entender, no mereces mis dagas sólo por el hecho de no saberme querer. Aquí somos tú y yo… Y, de repente, mis ganas de gritar.

Cuando tomé tu mano, supe que no iba a ser fácil el camino, pero nada importaba sólo venerarte. Me has dolido profundamente, mas no hay poder humano que pueda quitarme este amor que te tengo. Moriré amándote sin saber la razón de tan hondo sentimiento. Ese poder que tienes para hacerme sentir amor, sólo lo tienes tú... sólo tú.

VI.

Árido de esperanza, el corazón que palpita en mis manos se va secando con cada gota de sangre que va eyectando al latir. ¿Dónde es que perdí el último ápice de sensatez? Ya no es recordar lo que me está subyugando, sino saber que no tengo nada de lo que tuve ayer. Me he vuelto esteril, vacuo, insensible y mordaz. Pero, tal parece que este es mi destino... Al fin y al cabo, soy un ángel caído.

“¿Un ángel?”, me pregunto entre dientes mientras sudan frío mis sienes. Lo dudo, un ángel no puede sentir todo lo que siento. ¿Acaso no fueron creados para no sentir? ¿No han sido hechos sólo para ser catalizadores del amor divino de un creador que desconozco?

Algo duele, en el fondo, en ese espacio vacío que es mi pecho... en este corazón que muere con cada bombeo.

Algo se extirpa con lacerante intensidad y la indiferencia de ese creador de ángeles parece mofarse de mi herida. No hay respuesta... No la hay. O, quizás, no busco nada... ni siquiera mi nombre.

VII.

"Me sacas lo más dulce que hay en mí; esa razón por la que tanto te estoy amando. Mi niño santo… ¿cómo vine a enamorarme de ti?"

"A escondidas me sabe mejor, así puedo desnudarme el corazón con toda esa emoción que es ser tuyo, mi amor." _____

"Te veo como a un hermano, quizás por eso te amo más. Mi reflejo precioso, mi ternura e ilusión divinas. Eres la razón de mi flama; esa chispa chiquita que me abrasa en el amor incondicional. Si, amor de blancos matices… Eres pieza celestial de los más majestuosos confines. Y eres mío a rabiar."

_____

"Tú me acercas a Dios. Me vuelves el cirio que arde a los pies del Creador. Haces de mis alas el remanso de mi corazón... Es tu sagrada presencia la que hace del instante que te tengo una eternidad."

_____

Fragmentos de ti, de mí... de los dos... tan cortos, pero tan profundos, tan significativos, tan únicos que se quedaron grabados con finas letras de oro en este corazón que cargo en las manos. Se muestran como atisbos de luz... de esa Verdad que me pesa en los filamentos de mis alas. Si, las porto tristemente en la espalda; negras y sucias, demacradas, deprimentes. Y no sé, no sé, si en algún momento volé... si toqué con estas manos pálidas la suavidad de las nubes o el matiz sonrosado de tus mejillas cuando te tuve, porque te tuve, lo sé... lo siento en cada latido moribundo, en cada goteo de sangre que pinta este suelo en el que estoy tirado. Me duele esbozar esas palabras en mi aturdida mente, son de un pasado que no recuerdo completamente... y que, esas voces, no cesan de traérmelo a la memoria.

The Samael Epistles.

I.

When I woke up I had forgotten everything, I was only able to repeat in my head the white of nothingness, of an emptiness that hung in my chest, of a spasm that hid in my entrails. Nothing mattered, but something throbbed in my numb hands; a bleeding heart that was not mine.

What am I to do with this loss-scented organ?

The search for an answer has brought me here.

II.

I fell in love, I vaguely remember, with entities who forgot - like me - my name. I was infected by the poisonous idea of being observed, recognised, admired and applauded.

"You've been a fake all your life," Ella said in my ear.

I heard her approaching with her bare feet and her veil destroyed; threads hung from her head. I thought I saw her pale, emaciated and very thin. Her voice was no longer that of her youth, she was in a sleep that drained her energy every time she spoke. Still, she spoke those words to me. She did not mind losing her hair and dying, a little more.

III.

It's a good thing she's gone, it's a good thing she's hiding! She's teaching me to go back to what I was. On the way, perhaps, she'll remember my name. I have too much ego to give in to her provocations and so I fall. What a way to defend myself! I would have liked things my way too, but no one was there to indulge my whims, my follies and my obsessions. But how good it felt when it happened!

"She came back to remind you that you are no longer important," I heard another voice speak in my ear. It sounded manly now, very masculine, but sickly and crestfallen. Something about the ringing had a biting, hurtful, icy, mean touch to it. It sought to hurt me, again. It never tired of stoning me and I… did nothing to defend myself. I didn't need to.

"Kill your ego a little, no one has to know," that woman told me in a voice consumed with pain. Once again, Ella… the one who had been hammering in my head.

IV.

"If you feel lost, don't look for yourself here," she muttered between her teeth as she put her icy hands to my temples. "You'll even forget your name," I said this with a tremendous pain in my throat.

I not only lost my name, but also the reason for my existence. I wandered through a myriad of bodies, of inert and dreary masses that appeared to have life, but only pretended to feel. It had all been a well-crafted fiction. The spectators applauded as if it were an excellent play, while I lay there thanking myself for being there, in that place full of poison, of gangrenous wounds and broken bones.

No, the pain did not resemble the pain I am experiencing locked in this room, accompanied only by those arid voices that, from time to time, speak in my ear as if begging to be heard by me.

I've stopped asking what I'm doing here, it doesn't make sense… I have none… am I alive?

That's what keeps me conscious, the tragic question that death has asked me every time it has come to see me and sat down to talk to me.

"You must let go, because only by letting go can you start again."

That voice… is it my voice?

"I can't help myself, that's why I grieve."

Agitated, absorbed in the madness, in the luminous darkness of this grey space… Yes, there's colour, a dense and tight one; it boggles my mind, it upsets my reason… Here, in my hands, once more, that heart! That organ that is not mine! No, it is not! It is not!

V.

If I were free from madness, I would look for you…. I can't stop thinking of you and of that deep desire to be devoured by that hungry animal that dominates you. You are madness, and I want you to live.

Writing here where no one is looking at me, while I'm killing your existence, your presence, your voice and your spark. Yes, I'm alienated by naming you, but I love you. I'll have the courage to let you go when I stop feeling this heavy hole in my chest… and, for that to happen, I need to die.

I have devoted myself to listening to the lascivious echoes of all your voices; they speak to me, they scream at me, they sneak between my eardrums, running with burning frenzy through my nerves and neurons until they provoke an indescribable calmness that I cannot bear.

"I love you, little one…", you murmur in my ears, in the totality of my senses, and I choke again with the osculum of your absence present in my raving.

At last I have a place where I can freely cry out what I feel for you. How beautiful it is to write to you even if you don't know it or imagine it! I have made the mistake of sullying your noble essence with my unwholesome words at times when I have felt let down by your hurtful actions. I know I am to blame for what I feel and I must understand that, you don't deserve my daggers just because you don't know how to love me. Here it's you and me… And, suddenly, my urge to scream.

When I took your hand, I knew it wasn't going to be an easy road, but nothing mattered, I just worshipped you. You have hurt me deeply, but there is no human power that can take away this love I have for you. I will die loving you without knowing the reason for such a deep feeling. That power you have to make me feel love, only you have it… only you.

VI.

Parched of hope, the heart that beats in my hands dries up with each drop of blood that it ejects as it beats. Where is it that I lost the last bit of sanity? It is no longer remembering that is subjugating me, but knowing that I have nothing of what I had yesterday. I have become sterile, vacuous, insensitive and biting. But, it seems that this is my destiny… After all, I am a fallen angel.

"An angel?", I mumble to myself as my temples break out in a cold sweat. I doubt it, an angel can't feel everything I feel, weren't they created not to feel, weren't they made only to be catalysts for the divine love of a creator I don't know?

Something hurts, deep down, in that empty space that is my chest… in this heart that dies with every pumping.

Something is excised with lacerating intensity and the indifference of that creator of angels seems to mock my wound. There is no answer… There is none. Or, perhaps, I am not looking for anything… not even my name.

VII.

"You bring out the sweetest thing in me; that reason why I am loving you so much. My holy child… how did I come to fall in love with you?"

"In secret it tastes better to me, so I can bare my heart with all that emotion that is to be yours, my love."

"I see you as a brother, maybe that's why I love you more. My precious reflection, my divine tenderness and illusion. You are the reason for my flame; that tiny spark that burns me in unconditional love. Yes, love of white shades… You are a celestial piece of the most majestic confines. And you are mine to the full."

"You bring me closer to God. You make me the candle that burns at the feet of the Creator. You make my wings the haven of my heart….. It is your sacred presence that makes the instant that I have you an eternity."

Fragments of you, of me… of both of us… so short, but so deep, so meaningful, so unique that they are engraved in fine gold letters on this heart that I hold in my hands. They appear as glimpses of light… of that Truth that weighs me down in the filaments of my wings. Yes, I carry them sadly on my back; black and dirty, emaciated, depressing. And I don't know, I don't know, if at any time I flew… if I touched with these pale hands the softness of the clouds or the rosy hue of your cheeks when I had you, because I had you, I know… I feel it in every dying heartbeat, in every trickle of blood that paints this ground I'm lying on. It pains me to sketch those words in my dazed mind, they are from a past I don't fully remember… and that, those voices, keep bringing it back to my memory.

— Esu Emmanuel©

[esuemmanuel]

El Pasado de Samael (Epílogo).

I.

Frialdad, sigues congelándome el corazón. Eructo trozos de hielo, Cristal. Sentir la quemazón del hielo en el pecho. Arder con los trozos de escarcha… ¿Qué me pasa? Temblando, trato de darme calor en las manos; vapor cristalino. Aún late el corazón, lento… muy lento… casi yerto… muerto. No hay hoguera que derrita lo que se ha templado en el desencanto de la decepción, la que nace de una realidad recluida en una fantasía absurda y no se puede volver a lo que se era. No se puede regresar, ya no el tiempo, si no la experiencia. Y, aunque se intente borrar lo acontecido, ahí está presente, ardiendo en ojos de ira… de acoso… de señalamiento.

II.

He creído que he dudado del amor. No ha sido así. He dudado de lo que he creído ha sido amor. Se me ha juzgado por amar como amo. No importa, seguiré amando igual… En libertad. Para mí, las fantasías siguen estando en mis manos. Soy hacedor de mundos. Y, cuando quiera, los destruyo. Tengo el poder en mis manos, en mi mente. Soy mi viajero y mi viaje. Yo no invito. Si has de querer acompañarme en el vuelo, hazlo. Al fin de cuentas, los sentimientos son de quien los siente.

III.

El hielo puede evaporarse. Ya no quiero más hielo en el corazón… Quema. Cambio como el segundero de un reloj de arena. Lento, pero seguro. Navego según la marea.

The Past of Samael (Epilogue).

I.

Coldness, you keep freezing my heart. I belch chunks of ice, Crystal. Feel the burning of the ice in my chest. Burning with chunks of frost... What's wrong with me? Shivering, I try to warm my hands; crystalline steam. Still the heart beats, slow... very slow... almost barren... dead. There is no bonfire to melt what has been tempered in the disenchantment of disappointment, that which is born of a reality confined in an absurd fantasy and you can't go back to what you were. You can't go back, not the time, but the experience. And, even if one tries to erase what has happened, it is there, burning in the eyes of anger... of harassment... of pointing fingers.

II.

I thought I doubted love. I have not. I have doubted what I thought was love. I have been judged for loving as I love. It doesn't matter, I'll go on loving the same way... In freedom. For me, fantasies are still in my hands. I am a maker of worlds. And, when I want to, I destroy them. I have the power in my hands, in my mind. I am my traveller and my journey. I do not invite. If you want to join me on the flight, do so. After all, feelings belong to those who feel them.

III.

Ice can evaporate. I don't want any more ice in my heart... It burns. It changes like the second hand of an hourglass. Slow, but sure. I sail according to the tide.

— Esu Emmanuel©

[esuemmanuel]

Las Epístolas de Samael.

IX.

“No dañes más”, me dijo mientras extendía sus brillantes alas ante las mías, que yacían heridas en mi espalda. “No vacíes más a quienes te han amado… No les robes la paz”, insistía al tanto que comenzaba a volar. Y yo, herido, lloraba ante su frialdad.

“Robar… Vaciar… Dañar”, me repetía, una y otra vez, esas palabras en mi mente, tanto como las dibujaba en mis labios trémulos. “Si todos somos nacidos del vacío, ¿cómo es que puedo vaciar?”, ésta era mi duda y la pregunta que no lograba responder, que no era capaz de comprender, pues todo lo que había experimentado desde que nací fue vacío. Fui creado de Él, y no sólo Yo, sino Todo y todas las cosas. ¿Dónde estaba la tan vituperada vastedad que Ella defendía y por la cual  me culpaba haberla perdido? No era capaz de verse a la cara, ni siquiera fue lo suficientemente sensata para callarse, pues si habíamos caído tan bajo fue porque así lo quisimos. No dejamos el séptimo cielo por ordenes de Nuestro Padre, sino por nuestra terquedad y, me atrevo a decir, nuestra inocencia; porque, si… éramos inocentes, ingenuos e infantiles. Dos ángeles recién nacidos que no pudieron contener las ganas de sentirse humanos.

Y, sin embargo, me siento en paz. Tan en paz que podría ayudar al viento con las hojas que ha de acariciar de aquél árbol viejo que gusta de mirar. Tan en paz que el sol no me causa otra cosa más que el disfrute de su tibio calor ante la calma del mar. Y sonrío… Expongo mi sosiego en una amplia sonrisa que provoca a las olas cantar. Amo la vida… Amo tanto mi libertad que verla corrompida me llena de intranquilidad.

The Epistles of Samael.

IX.

"Hurt no more," he said to me as he spread his shining wings before mine, which lay wounded on my back. "Empty no more those who have loved you... Do not rob them of their peace," he insisted as he began to fly. And I, wounded, wept at his coldness.

"Steal... Empty... Hurt," I repeated, over and over again, those words in my mind, as much as I drew them on my trembling lips. "If we are all born of emptiness, how is it that I can empty?", this was my doubt and the question that I could not answer, that I was not able to understand, for all that I had experienced since birth was emptiness. I was created from Him, and not only I, but Everything and all things; where was the much-maligned vastness that Ella defended and for which I blamed myself for having lost it? Ella was not capable of looking herself in the face, she was not even sensible enough to keep quiet, for if we had fallen so low it was because we wanted to. We did not leave the seventh heaven on Our Father's orders, but because of our stubbornness and, dare I say it, our innocence; for, yes... we were innocent, naïve and childish. Two newborn angels who could not contain their desire to feel human.

And yet, I feel at peace. So at peace that I could help the wind with the leaves it has to caress from that old tree it likes to look at. So at peace that the sun causes me nothing but the enjoyment of its warmth against the calm of the sea. And I smile... I expose my calmness in a wide smile that makes the waves sing. I love life... I love my freedom so much that seeing it corrupted fills me with uneasiness.

— Esu Emmanuel©

[esuemmanuel]

El Corazón de Samael.

VIII.

“¿Qué me pasa?”, me pregunto con la voz entrecortada y las manos llenas de frío. Y no encuentro palabras para llenarme el vacío que llevo en las entrañas desde que me arrancaste de ti. Si, soy ese órgano insulso que latía en tu pecho, ese palpito lóbrego que no te dejaba vivir. Al menos eso decías cada que me sentías, cada que mi sangre fluía a través de tus paredes acartonadas. Estabas muerto, eso ya lo sabía… Era mi terquedad la que insistía en no dejarte ir. Me comí la muerte en un bocado maloliente con trozos de tu alma y pedazos de Mí… y es tan necio este latido que no puedo extinguirlo, pues he sido Yo el que lo ha creado y el que lo ha consentido. ¿A dónde es que te esconderé? El cielo está vetado y ya de la lumbre del infierno te saqué.

The Heart of Samael.

VIII.

"What's wrong with me?", I ask myself with my voice cracking and my hands full of cold. And I can't find words to fill the emptiness I've been carrying in my guts since you tore me away from you. Yes, I am that dull organ that beat in your chest, that dreary throbbing that wouldn't let you live. At least that's what you said every time you felt me, every time my blood flowed through your stiffened walls. You were dead, I knew that... It was my stubbornness that insisted on not letting you go. I ate death in a foul-smelling morsel with pieces of your soul and pieces of Me... and so foolish is this heartbeat that I cannot extinguish it, for it was I who created it and consented to it. Where shall I hide you? Heaven is forbidden and I have already taken you out of the fire of hell. 

— Esu Emmanuel©

[esuemmanuel]

La Plegaria de Samael.

Escurren densas gotas de sangre por mis mejillas... No hago nada por detenerlas; vagan y vagan por mi pálido rostro en tanto mis manos desechas, descansan yertas sobre mis alas muertas. Yazgo tirado sobre mi costado izquierdo, con los ojos abiertos a la nada... "No, no es verdad, hay algo ahí, tirado más allá de mis manos rotas, aún bombea, difícilmente puedo distinguirlo, pero, está ahí...”.

Tiemblan mis labios, al igual que tiritan mis extremidades... Todo ha terminado... Ya no hay salvación a mis pesares. He caído al abismo más profundo, creyendo que era el camino de regreso al Paraíso.

Cierro los ojos con la fuerza que me queda, con esa luz que sigue resonando en mi vacuo centro; ese necio fulgor que no me deja... “Esa chispa que lleva Su Voz, ¿en dónde callaste que ya no me hablas? ¿Sabes cuántas veces te he buscado, Padre Mío, desde que me desterraste de Tu Cielo, desde que me apartaste de Tu Diestra? He muerto tantas veces, tantas... ¿Cuándo te has atrevido a descender a mi oscuridad sólo para ser participe del maldito dolor que me he ocasionado? No, Padre Mío, ya no cometeré la blasfemia de culparte por los errores que Yo mismo he cometido, cansado estoy ya de que no me escuches, de que no vengas a ver a tu más amado hijo —porque soy el más amado, lo dijiste a mi oído el día que me concediste La Luz de Tu Sabiduría—, desecho de rogarte con cada grito que vinieras a auxiliarme, a perdonarme, a abrazarme... ¿Por qué? ¡Por qué!, es todo lo que puedo preguntarme... ¿Para qué Tu Luz? ¿En qué momento la merecí? Si Tú, Padre Amado, no estás aquí, en este charco bañado de mi sangre, de mi aliento moribundo, de mi corazón roto... ¿Alguna vez vas a venir, Padre? No tardes, te lo ruego, no tardes...”.

The Prayer of Samael.

Thick drops of blood trickle down my cheeks... I do nothing to stop them; they wander and wander over my pale face, as my hands, withered, lie limp on my dead wings. I lie on my left side, my eyes open to nothingness... "No, it's not true, there's something there, lying beyond my broken hands, still pumping, I can hardly make it out, but, it's there...".

My lips tremble, as do my limbs shiver... It's all over... There is no more salvation to my sorrows. I have fallen into the deepest abyss, believing it was the way back to Paradise.

I close my eyes with the strength I have left, with that light that keeps resounding in my empty centre; that foolish glow that won't let me... "Do you know how many times I have sought You, My Father, since You banished me from Your Heaven, since You took me away from Your Right Hand? I have died so many times, so many times... When have You dared to descend into my darkness just to be a partaker of the bloody pain I have brought upon myself? No, My Father, I will no longer commit the blasphemy of blaming You for the mistakes I myself have made, I am tired of You not listening to me, of You not coming to see Your most beloved son - because I am the most beloved, You said it in my ear the day You granted me The Light of Your Wisdom - I am tired of begging You with every cry to come to my aid, to forgive me, to embrace me.... Why, why, is all I can ask myself... Why Your Light? Why Your Light, at what point did I deserve it, if You, Beloved Father, are not here, in this pool of my blood, of my dying breath, of my broken heart? Will you ever come, Father? Don't delay, I beg you, don't delay...".

— Esu Emmanuel©

[esuemmanuel]

¿En qué momento perdí el equilibrio y me olvidé de mis alas?

— Esu Emmanuel©, At what point did I lose my balance and forget my wings?

[esuemmanuel]

Hay un nudo —un nudo maltrecho en el centro de mi pecho— que se aprieta en mis vasos sanguíneos y hace agua a mis lagrimales... ¿De dónde ha venido? ¡Yo no lo tenía! ¡No es mío! Pero, ¿por qué lo siento arañarme el corazón con esa saña maldita que no muestra compasión por el dolor? ¡Oh, mi corazón! ¡Devoción de mi vida! ¿Qué es esto que me aguijonea el alma como si fuesen pululentas espinas? No, no es mi dolor... ¡Lo juro que no! ¡Alguien me lo contagió! ¡Alguien, si alguien que me miró! Yo sonreía, ¡sonreía! ¡Lo juro por Dios!

— Esu Emmanuel, El Llanto de Samael.

[esuemmanuel]

Me escuchó Papá...

— Esu Emmanuel, Samael en Gratitud.

[jesusagrario]

Epístola segunda de Pedro a los Romanos por Samael Aun Weor