#Dr. Gajdusek
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ernestocamachopuga · 2 years ago
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Una decisión sencilla y lógica
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"Estimados miembros de Akasha Comunidad:
En 1976, al Dr. Gajdusek le fue otorgado el Premio Nobel por sus estudios hacia lo que él denominó 'virus no convencionales', que abarca a sus investigaciones con la enfermedad del Kuru y Scrapie. De hecho, se equivocó, ya que no se trata de enfermedades asociadas a virus, sino a priones, y su archienemigo Stanley Prusiner, obtuvo el premio Nobel en 1997 por describir a estos antes desconocidos agentes infecciosos: proteínas infecciosas, de ahí su nombre "prion" (abreviatura del inglés 'proteinaceous infectious particle' (https://www.science.org/doi/10.1126/science.6801762) y asignarles la causalidad a enfermedades como Creutzfeldt-Jakob, enfermedad de las vacas locas, Scrapie y Kuru.
Todas estas enfermedades se caracterizan por ser ocasionadas por proteínas cerebrales anárquicas, que se rehúsan a doblarse adecuadamente, y que, además, inducen a otras a cambiarse de forma, con lo que ocasionan daño en el cerebro por muerte neuronal que acaba generando una apariencia de cerebro de esponja (de ahí el que se llamen encefalopatías espongiformes). Es tremendo lo que eso implica, porque no se trata de una bacteria, hongo o de un virus, es decir, de algo externo que puede llegar a interactuar de forma antagonista con nosotros. En esta ocasión se trata de proteínas nuestras, es decir de algo que nosotros mismos generamos; de algo nuestro. Y, al ser algo nuestro, lo primero que implica es que no generamos una respuesta inmune contra los priones (recuerden que la respuesta inmune se da justamente porque reconocemos lo propio de lo ajeno, y en este caso, no es una proteina foránea; es nuestra, solo está doblada de forma diferente). Justamente, las enfermedades priónicas se caracterizan por no generar ninguna respuesta inflamatoria, ni anticuerpos ni nada (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/10900153). ¡Una ausencia total de respuesta en contra! 
Si quieren saber más sobre priones, pueden ver la clase correspondiente del curso de Virología (https://t.me/akashacomunidad/632). 
En mensajes previos ya he explicado que algunas partes (dominios) de la proteína Spike son tipo priónicas (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35208734, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9551214). De hecho, son los únicos Coronavirus que tienen esos dominios tipo priónicos, lo que resulta, digamos, inusual, ya que ni siquiera su 'hermanito' SARS (el que se describió en 2003), que usa el mismo receptor, tiene esas características priónicas en Spike.  ¿Qué quieren que les diga? ¿Cosas extrañas en este mundo pandémico? El caso es que Spike tiene estas regiones con características priónicas en la subunidad S1. 
Entonces, no tiene que sorprendernos que haya gente que ha desarrollado enfermedad priónica luego de exponerse a Spike (https://www.authorea.com/users/455597/articles/582067-sars-cov-2-spike-protein-in-the-pathogenesis-of-prion-like-diseases). Se ha reportado para un par de pacientes que se habían infectado de SARS-COV-2 (por ejemplo, https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/19336896.2022.2095185), pero es poco probable que ocurra. ¿Por qué? Pues, porque el virus no suele entrar al sistema nervioso central. Sin embargo, en un inoculado, sabemos que sí se puede distribuir el ARNm sintético (Pfizer y Moderna) o el vector adenoviral (AstraZeneca, Jansen, Cansino, Sputnik) al cerebro, y como producen Spike las células en las que entra y durante bastantes semanas, existe la posibilidad de que se expongan las proteínas cerebrales a las regiones priónicas de Spike. Y si esto ocurre, existe a su vez la posibilidad de que inicie una enfermedad priónica. Aclaro, no pasaría en todos, por supuesto que no, pero es una posibilidad que no puede excluirse.
Ya se han reportado casos de enfermedad priónica post inoculación contra COVID (https://scholarlycommons.hcahealthcare.com/internal-medicine/420, https://jag.journalagent.com/z4/vi.asp), incluyendo uno escrito como carta al editor por Yüce Doğru y Sezgin Kehaya (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC9469682).
No se trata de alarmar ni sembrar miedo, pero tampoco sería responsable ignorar el conocimiento que está demostrando la plausibilidad causal de estas inoculaciones con enfermedades neurodegenerativas que, al menos con medicina convencional, no tienen cura alguna (https://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422(22)00083-7/fulltext).
Qué curioso y qué irónico resulta que por intentar (fallidamente, porque no funciona ni para eso) evitar contagiarse de un virus que provoca un cuadro similar a un resfriado, que tiene una tasa de letalidad promedio menor al 0.003% (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S001393512201982X), para el que hay tratamientos sencillos y seguros y contra el que generamos inmunidad amplia y efectiva de forma natural, se aplique la gente un producto que carece de certezas de seguridad, que no funciona (por algo van en la quinta dosis... ¡vaya efectividad!), y que tiene como riesgos, entre otras cosas, la posibilidad (baja, tal vez, pero real) de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa contra la que no hay cura. ¡Una ganga!, dirán los médicos (y dentistas) influencers.
Mi respuesta: Les regalo las cinco dosis (o las que el Gobierno haya contabilizado para mí) si las desean. Yo sí he leído la literatura científica más allá de los panfletos médicos y propaganda, sé hacer análisis de riesgo beneficio, y tengo sentido común. Y, ¿ustedes?
Les mando saludos, Karina AW"
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toldnews-blog · 6 years ago
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Science Academy Pushes to Eject Members Found Guilty of Sexual Harassment
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The National Academy of Sciences moved this week toward a landmark shift in policy that would allow it for the first time to eject members who have violated its code of conduct, including in cases of sexual harassment.
The group’s members, who include some of the world’s most prominent scientists, are elected to lifetime positions, and currently they can only be asked to depart.
But as the science world moves to address gender imbalances, discrimination and sexual harassment against women in historically male-dominated fields, the academy has faced pressure to change its membership rules.
In a preliminary vote on Tuesday at the group’s annual meeting in Washington, members approved an amendment to the organization’s bylaws that would give it the power to remove any scientist who engages in sexual harassment, discrimination, bullying or other activities as defined in a new Code of Conduct.
A final vote by the academy’s full membership of about 2,000 scientists is expected by mid-June.
“Some members have been asked to resign before, but we never had the capability to force the member to resign,” Marcia McNutt, the president of the academy, said in an interview on Thursday.
Controversies involving academy members and other scientists have engulfed numerous laboratories, lecture halls and conferences in recent years.
In 2015, Geoffrey W. Marcy, an acclaimed astronomer, resigned from the faculty of the University of California, Berkeley after he was found guilty in a campus investigation of sexually harassing students.
In 2018, Columbia University removed a top neuroscientist, Thomas Jessell, from his posts after an internal investigation uncovered violations of “university policies and values.”
As The New York Times has reported, studies have documented biases that favor male scientists in hiring, salary, start-up funds, credit for authorship, invitations to give talks at prestigious university seminars and invitations to speak on conference panels (a.k.a. “manels”).
Some argue that changes need to take root in the institutions that support scientists in the United States, where female scientists hold only about 30 percent of senior faculty positions. In October, the National Science Foundation started to require institutions to notify it if a scientist working on a project using the foundation’s funds was found to have harassed someone.
The vote at the National Academy of Sciences was a similar effort, Dr. McNutt said. The group’s umbrella organization, the National Academies of Sciences, Engineering and Medicine, had commissioned a study on gender issues just before the accusations against Harvey Weinstein became public in 2017 and propelled the #MeToo movement era into the center of the national conversation, she said.
“The problem of sexual harassment spread from not just the entertainment industry and politics but also into science,” Dr. McNutt said. “We heard the names of a number of prominent scientists that were being put into the news, but the academy decided it needed to wait until this report came out.”
In June 2018, the National Academies released the results of that gender study, its first on the issue. It concluded that years of efforts to prevent sexual harassment in science, engineering and medicine had failed, and recommended that universities and legislators make sweeping changes in how they respond to allegations of harassment.
The issue was a sensitive one for the National Academies because some of its members had been found to have sexually harassed people at their universities.
“It basically said we needed to address sexual harassment as seriously as other forms of academic misconduct, such as plagiarism,” she said.
In August 2018, the National Academy of Sciences started to draft its Code of Conduct, and this week’s vote on the bylaws was a way to enforce it, Dr. McNutt said. “The academy felt we have to practice what we preach,” she said.
About 95 percent of those voting were in favor, she said, while the others were worried about the process by which suspected violations would be adjudicated. Dr. McNutt said the process was still being “refined,” but could include cases in which universities have taken action, or in which scientists are fired or there is public documentation about misdeeds.
“Then we would decide whether it is relevant,” she said. “We would decide what sort of punishment seems reasonable, given the severity of the offense.”
Nancy Hopkins, a molecular biologist and professor at the Massachusetts Institute of Technology who in 1994 measured laboratory space for a report on gender discrimination that drew national attention, said the academy’s move was an “excellent idea.”
“Putting the power and prestige of the Academy behind this — and other issues of scientific misconduct — is hugely important,” she wrote on Thursday in an email. “It won’t solve this problem but it is a critical component of the solution — as we continue to advance solutions to these issues for the good of science.”
On social media, reaction from women in sciences to the vote was swift, with some saying that such a move was long overdue.
(The Times reported on Daniel Carleton Gajdusek’s sentencing in 1997 for abusing a boy.)
The academy has taken other steps to try to address recurring problems in its more than 150-year history. This week, it announced that it had elected 100 new members, 40 of them women, the most elected in any one year to date.
Dr. McNutt said that about 18 percent of the academy’s members were women but that they made up about half of its governing council.
“It is wrong to say that it is a male-dominated organization,” she added, “because the voices of the women are well respected.”
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zerogate · 3 years ago
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Until his death in 1963, Joseph Smadel would have his finger directly on the pulse of all important infectious disease research conducted by the United States government after World War II. He is perhaps best known for his involvement with the polio vaccine initiative. The drive to eliminate polio from the United States took place just as Carleton Gajdusek was trotting across the globe at Smadel’s behest. At that time, in the 1950s, the Sabin and Salk vaccines were in direct competition for effectiveness, and Smadel played a prominent role in judging their efficacy. Publicly, Smadel claimed that the preparations were as safe as Grade “A” pasteurized milk. But privately his sentiments were quite different.
Despite the haggling over which vaccine was superior, both shared a frightening defect not discovered until 1960. In that year, Dr. Bernice Eddy, while working in one of Smadel’s many laboratories, found that extracts of the monkey kidney-cell cultures used to grow poliovirus induced malignant tumors in newborn hamsters. When Dr. Eddy had brought up her concerns to Dr. Smadel, he brushed them off, insisting that the cancers were not really cancers but merely “lumps.”
But two other virologists, Dr. Benjamin Sweet and Dr. Maurice Hilleman, soon were able to pinpoint a virus, SV 40, as the cancer-causing agent. By this time, millions of children had received polio vaccines contaminated with SV 40 virus, and there was no way of knowing whether medical science had conquered polio at the risk of provoking a new affliction.
-- Colm A. Kelleher, Brain Trust
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leinwandfrei · 6 years ago
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Ein nachgereichtes Debüt - Das Volk der Bäume
Die Journalistin Hanya Yanagihara hat in Deutschland ein rauschendes Debüt als Romanautorin gefeiert. Ein wenig Leben wurde 2017 zu einem finanziellen Erfolg und zum bestimmenden Thema der Diskussionen in der Literaturkritik. Vielleicht werden sich auch in der Zukunft Anglistik-Studenten mit dem Roman und seiner Bedeutung für die zeitgenössische Literatur im Rahmen von Hausarbeiten auseinandersetzen. Vor diesem Hintergrund ist das zweite Buch natürlich eine herausfordernde Bewährungsprobe, vor den Kritikern wie den Lesern. In diesem Fall folgt das „tatsächliche“ Debüt auf den Welterfolg, ähnlich wie dies bei der italienischen Autorin Elena Ferrante der Fall war. Häufig finden die Debüts noch unbekannter Autoren ihren Weg in den fremdsprachigen Raum erst nach einem ersten Erfolg und damit einer Begründung für die Übersetzungsarbeiten des Verlages. Yanagiharas Erstling ist erheblich schmaler als und thematisch vollkommen different zu seinem Vorgänger. Einziges Bindeglied ist die Sprache und der gekonnte Einsatz von Perspektivwechseln, ästhetische und erzählungstheoretische Aspekte, welche hier bereits auf ihre volle Entfaltung in Ein wenig Leben hindeuten. Hinzu tritt die Fixierung auf einen charakterstarken Protagonisten und die Wahl der großen Themen für die Menschheit als verbindende Elemente der beiden Romane. In Bezug auf die Funktion als Diskussionsgegenstand der Literaturkritik kann die Autorin ihren Erfolg noch überbieten, wirtschaftlich wird sich das wohl erst im weiteren Jahresverlauf zeigen. Die Kritik baut auch darauf auf, dass die Autorin die realen Begebenheiten um den Mediziner Daniel Carleton Gajdusek und ganz besonders den Vorwurf des Kindesmissbrauchs ihm gegenüber zur Grundlage ihrer fiktiven Lebensgeschichte des Dr. Norton Perina macht. Die übrigen Zusammenhänge (die konkrete Insel und die zentrale wissenschaftliche Erkenntnis) werden abgeändert, aber in den Grundzügen bewahrt. Im Mittelpunkt stehen, unabhängig von der konkreten Forschung, die ethische Frage nach den moralischen Grenzen der naturwissenschaftlichen Forschung und den zerstörerischen Folgen ethnologischer Erkenntnisse für die bis dato unbekannten Kulturen.
Protagonist ist der ethnologische Forscher Perina, welcher als Teil eines Teams das geheime Volk der Opa’ivu‘eke auf der Insel Ivu’ivu entdeckt und deren lange Lebenszeit durch den Verzehr des Fleisches einer bestimmten Schildkröte erklärt. Das durch ihn diagnostizierte Selene-Syndrom führt ihn zum Nobelpreis. In der Folge erforscht er in den USA dieses Phänomen und reist immer wieder in das zunehmend von der westlichen Zivilisation zerstörte Land. Zudem adoptiert er im Laufe der Zeit 43 Kinder aus dem dortigen Volk. Der fiktive Lebensbericht, eingeleitet und delegiert durch einen Freund und Kollegen, beginnt zu einem Zeitpunkt, wo der Nobelpreisträger sich dem Vorwurf des sexuellen Missbrauchs nicht erwehren kann und nach dem Ende seiner verkürzten Haftstrafe verschwindet. Abgesehen davon, dass die Vorwürfe eines seiner Kinder als Anlass benannt werden und auch durch einen kleinen nachgestellten Abschnitt der „Memoiren“ als belegt angesehen werden können, bleibt der Missbrauch tatsächlich ein ausgespartes Thema, ein Nebenschauplatz der Romanhandlung.
Dabei liegt der Schwerpunkt einfach woanders. Die Autorin setzt sich mit der Frage des ewigen Lebens, dem Verhältnis von Körper und Geist, der Kolonialisierung als Folge der Erforschung fremder Kulturen und die schrittweise erfolgende Zerstörung einer individuellen Kultur, ausgelöst durch die egoistischen Forschungsinteressen des Auslandes, auseinander. Durch die Wahl der autobiographisch anmutenden Perspektive des Mediziners selbst wird dem Leser nicht die Fratze eines unmenschlichen Monsters gezeigt. Er sieht sich mit der glänzenden Oberfläche eines teilweise unbewusst egoistischen und von einer verzerrten Vorstellung von Liebe bestimmten Menschen konfrontiert und entwickelt auf Dauer eine Bindung zu diesem moralischen Verbrecher. Jeder Zuschauer der Serie Dexter kennt dieses unangenehme Gefühl, in dem Moment wo man sich dabei erwischt, den Serienkiller in seinem Tötungswillen zu unterstützen.  Die eigene Perspektive verschiebt sich und die Erkenntnis dieser Verschiebung kann für die eigene Selbstwahrnehmung ein schockierender Moment sein.  
Diese Diskussion über einen konkreten Roman ist letztlich eine zentrale Debatte der Auseinandersetzung mit Literatur. Wie weit dürfen Autoren fiktiver Werke auf reale Lebensläufe oder Ereignisse zugreifen? Wie weit müssen sie abstrahiert werden oder wie deutlich müssen die Grenzen zwischen Realität und Fiktion hervorgehoben werden? Und darüber hinaus stellt sich auch die Frage, was der Leser sich von fiktiven Werken mit realen Handlungselementen erwartet. Will er Fakten vorgelegt bekommen oder ist er so bewusst im Umgang mit Fiktion, dass er sich von einer solchen Wiederspiegelungserwartung befreit hat? Diese Frage wird in einer Hochzeit des Biopics (im Film wie in der Literatur) eine immer drängendere und immer aktuell bleibende. Der zweite zentrale Aspekt ist die Rolle und die moralische Position von Medizin und Wissenschaft im Allgemeinen. Wie weit dürfen Forscher zur Erlangung neuer Erkenntnisse gehen? Wie stark dürfen fremde Kulturen zum Spielball der Forschung werden? Die Geschichte hat global gezeigt, dass die Interessen der Forschung in der Regel über das Schicksal der bestreffenden Gruppen gestellt wurden und auf Dauer die Kulturen indigener Volksgruppen keine Überlebenschancen haben. Das Machtverhältnis scheint hier klar festgelegt zu sein.
Trotz der angebrachten Diskussion um den Umgang mit dem Aspekt des Kindesmissbrauchs bzw. der thematischen Schwerpunktsetzung bleibt aber die literarische Qualität der Arbeiten von Yanagihara und der deutschen Übersetzung von Stephan Kleiner ein unbestrittener Aspekt. Wie Ein wenig Leben ist auch Das Volk der Bäume ein Roman, dessen komplexe Sprache durch die akademische Umgebung der Hauptfiguren bestimmt und ausreichend begründet ist. Zudem ist auch ihre Tendenz die große Geste thematisch wie sprachlich einzusetzen und die zentralen menschlichen Themen in den Mittelpunkt zu stellen ein geeigneter Nährboden für eine qualitativ hochwertige Sprache. Die Autorin spielt mit wechselnden Perspektiven und der Erschaffung einer künstlichen, den Leser in einen hypnotisierenden Bann ziehenden Roman-Realität. Dennoch ist eine fortschreitenden Entwicklung in der Ausführung dieser kennzeichnenden Aspekte zu vermerken. Die geschaffene Realität gelingt in Ein wenig Leben dichter und die Romananlage ist homogener gestaltet. Wie weit sich dieses Konzept noch steigern lässt kann nur Hanya Yanagihara selbst demonstrieren.    
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thebankrobbingsaint-blog · 8 years ago
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My Top 3 Literary Gems That Got Me Through 2016
As some of you may know, I thoroughly enjoy the art of writing. For myself and others, writing is more than the translation of thoughts onto paper. For those of us who have been called or consider ourselves as “writers”, writing appeals to us on a much deeper level. It transports us from our objective state of existence to one that is defined by no conventional rules- only the limitations of our imagination.
While writing is “my gift”, (or so my mom thinks) it’s important that I recognize and pay homage to some of the canonical writers and their work(s) that have shaped me as writer, a thinker, and as un homme du monde. With that said, I’d like to share the top 3 literary masterpieces that helped me get through 2016. Despite the list being short, these two novels and short story have helped transform me into the man that I am today.
Number 1: Albert Camus’ L’Etranger/ The Stranger Despite having read bits and pieces of Camus’ widely accepted masterpiece, I finally read the novel in its entirety last year (feels funny saying that about 2016). Written in first person, the life-like novel follows the bizarre end of days of the protagonist- Meursault. Rather focusing on the trajectory of the plot, I think it’s best to look carefully at French translator Matthew Ward’s synopsis of the novel in order to comprehend the sentiment that is L’Etranger, “What little Meursault says or feels or does resonates with all he does not say, all he does not feel, all he does not do. The ‘simplicity” of the text is merely apparent and everywhere paradoxical”.
Ward’s concise description of Camus’ chef-d'oeuvre illustrates the inevitable and sometimes abysmal absurdity that manages to squeeze its way into our everyday lives. In other words, if you’re looking for a read that will guarantee to make you feel like your existence isn’t the most uncontrollably bizarre moment in life then read Albert Camus’ L’Etranger.
Number 2: Hanya Yanagihara’s The People in the Trees If Camus’ seminal novel, L’Etranger, is considered a masterpiece, then Hanya Yanagihara’s The People in the Trees is a novel of pure genius. Loosely based on the life and anthropological findings of Dr. D. Carlton Gajdusek, the novel follows the accounts of the American scientist Dr. Norton Perina. This gut-wrenching and extremely visceral novel takes the reader from Norton’s stagnant life in a Harvard laboratory to a remote Micronesian Island where he, along with two anthropologists, discovers a lost tribe who is believed to have the discovered the key to immortality. As the novel unfurls, Norton and his team soon find out that this alleged key to immortality comes at a painfully horrendous cost.
Written with the poise of a writer who understands the intersectionality of anthropological crusades, hubris, and the Faustian-like deals that (hu)man will make in the search of immortality, Yanagihara’s The People in the Trees is a novel that will thrust you into a dark, mysterious world that will even disturb the most strong-stomached reader.
There are no conventional heroes or villainous characters in Yanagihara’s novel, only the fragility of our existence that exposes the unsettling nakedness of man.
Number 3: Harlan Ellison’s “Repent, Harlequin!” Said the Ticktockman Unlike the two literary works above, Harlan Ellison’s ““Repent, Harlequin!” Said the Ticktockman” is a bold short story that can be found in the canonical sci-fi anthology Masterpieces: The Best Science Fiction of the Twentieth Century. Believed to be, “One of the most controversial and provocative writers of science fiction in the second half of the twentieth century…” Harlan Ellison has managed to compose one of the most bizarrely momentous science fiction pieces of the twentieth century.
In this vibrant, futuristic setting that Ellison creates with majestic ease, every living individual has a “cardioplate” implanted inside of them that is specifically designed to calculate a person’s allotted time to live. The nine-page story follows the misadventures of a seemingly foolish character named Harlequin, whose sole purpose is to merrily go about disrupting the literal laws of Time. To make the narrative of the story filled with even more conflict, a person’s lifespan is solely controlled by the Ticktockman, “the Master Timekeeper”, whose purpose throughout the story is to allot or strip time away from a person’s lifespan based on their obedience to Time.
Pitting the Ticktockman and Harlequin against each other in outlandish encounters and bouts, Harlan Ellision’s text illustrates our struggle to accept or denounce our notion of Time as a (hu)man-made construct, which we have inevitably allowed to dictate our very existence. Harlan Ellison’s short story is a witty yet straightforward masterpiece that truly challenges the reader to question the seemingly momentary nature of our existence while simultaneously questioning our absurd submission to an even more comical understanding of time.
The Afterthought
I guess I should have mentioned that all three stories are works of fiction. As “realistic” as works of non-fiction may be, I feel as if fiction is more captivating. There is something inherently mesmerizing about being able to immerse yourself in an imaginative world that seems so abstract and far away but still hits home for us, the readers. Nonetheless, these three literary gems have taken me to all over the imaginable universe- from a “sundrenched Algerian beach” to the dystopian world that existences in ““Repent, Harlequin!” Said the Ticktockman”. As unrealistic or distant as these worlds may seem, they helped show me some of the beauties and failings of my life in 2016.
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