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percyjacksonson · 6 years ago

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Eros y Psique

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Antes de comenzar el mito, hablaremos un momento de ver quién era el dios Eros.

Es el dios del amor en la mitología griega símbolo del amor, la atracción, la pasión y fertilidad.

Hay varias teorías que lo relacionan con Afrodita, algunas de ellas son: que es el hijo de Afrodita y Ares mientras que otra dice que fue concebido en el cumpleaños de Afrodita por Penia y Poros (Dioses de la pobreza y la abundancia respectivamente) o que era hijo de Afrodita y Hermes, entre otras muchas historias.

Sabiendo eso ¡Vamos a ello!

Cuenta la historia que un rey que vivía en Grecia con sus tres hijas. Una de ellas, Psique, resaltaba entre ellas por su belleza e inteligencia. Ella era admirada por todos. Tanto que llegó a enfrentar a Afrodita. La enfadó tanto que ella mandó a su hijo para que la hiriese con una fecha y se enamorase de un ser horrble.

En el momento en el que Eros fue a dispararle la flecha a Psique, se cortó con su punta, enamorándose en el proceso de ella. Por ese motivo, los admiradores de Psique empezaron a desaparecer. El rey, extrañado, fue al oráculo de Apolo a preguntarle sobre este hecho. El Dios le dijo:

“La suerte de Psique es lamentable, ella se ha convertido en el capricho de una criatura monstruosa, una bestia que humilla incluso los poderes de un dios. Si no deseas que la bestia masacre a tu pueblo en busca de tu hija, debes llevarla a lo alto de una montaña y ahí esperar a que vengan a por ella”

El rey volvió a la ciudad y comentó lo que el oráculo le había dicho. La ciudad se tiñó de tristeza e iluminados por una antorcha y bajo el sonido de una sola flauta, Psique se despidió de todos ellos sin dudar.

Lloró toda la noche hasta quedarse dormida. Cuando lo hizo, Cefiro, dios de los vientos del oeste, la llevaró a un valle cubierto por flores blancas y con una cascada. Ella estaba en el cesped que había junto a un palacio de oro y marfil. Había voces suaves que le susurraban: “Todo esto es tuyo”

“El castillo encantado” de Claudio de Lorena

En la noche, Eros fue a visitar a Psique sin que ella lo viese, solo sentirlo. Él le pidió que nunca intentara verle el rosto y que iriía en las noches a visitarla. Eros le dijo que si lo miraba quedarían separados para siempre.

-Tu, mi hermosa Psique... Eres mi esposa. Te amo. Pero debo pedirte que NUNCA trates de mirar mi rostro. Solo te visitaré en las noches, las que serán gloriosas y llenas de felicidad.

Psique, preguntó porque no podía mirarlo, y él solo le imploró:

-Respeta mi ruego, porque si llegas a mirarme, quedaremos separados para siempre.

Un día, Psique le pidió a Eros que le dejase ver a sus hermanas. Y este se lo concedió. Ellas estuvieron felices hasta que comenzaron a sentir envidia de la riqueza de Psique. Así que decidieron acabar con su felicidad. Le dijeron que Eros era una persona muy fea y que por eso no quería que lo viese.Otras tradiciones expresan que le dijeron que era una serpiente enorme y horrible que esperaba al acecho para devorarla. Le ordenaron que le acercase una antorcha a la cabeza y después se la cortase, Ella aceptó.

Esa noche, Psique alumbró el rostro del hijo de Afrodita y se enamró de su belleza. De la antorcha cayó una gota de aceite en el pecho de Eros que lo despertó. Él, traicionado, la abandonó. Psique se quedó llorando y pidió ayuda a los Dioses.

Psique… deslumbrada, lo acarició tiernamente sus rizos, las brillantes alas y el carcaj, pero al tocar una de sus flechas, se vio doblemente enamorada del joven Dios. En su embeleso, estuvo a punto de caer al suelo y una gota de aceite cayó sobre el pecho de Cupido, quien despertó, y al ver a Psique con la daga en la mano se entristeció.

-¿Amor mío tenías miedo que fuera un monstruo horrible?

Y antes que ella pudiera responder, se marchó diciendo:

-No puede haber amor si no hay confianza, me has traicionado, jamás volveré a ti.

La única que la escuchó fue Deméter, que le respondió. Le dijo que buscase a Afrodita y le pidiese que lo vilviese a unir con él. Sin embargo, cuando Afrodita la vió mandó a sus sirvientas, Inquietud y Tristeza, que le rasgasen la ropa y arrancaran el cabello. Afrodita le dijo que quería que Psique hiciese cuatro tareas para ella si quería volver a ver a su hijo.

Su primera tarea sería ordenar una bolsa llena de granos para esa misma tarde. Psique lo intentó pero le era imposible. Se lanzó al suelo en señal de cansancio y cuando miró a la mesa vio que las hormigas lo estaban ordenando. Cuando Afrodita regresó, todo estaba en perfecto orden.

Le ordenó una segunda tarea, debía recoger lana de los carneros de dorados vellones. Ella se fue junto al río donde se encontraban y esperó a la oportunidad perfecta pero no había ninguna. Su desesperación era tan grande que incluso pensó en suicidarse. Pero un junco le habló. Le dijo que esperase a que los terneros se durmiesen. Una vez lo hicieran, ella se podría acercar a las zarzas y recoger los copos de lana que se habían queadado ahí. Y así lo hizo.

Para su tercera tarea, Afrodita le ordenó que debía recoger agua helada de la montaña donde desemboca el río Estigio en una copa de cristal. Mientras bajaba las rocas de la montaña para alcanzar el río, se dio cuenta de que las rocas eran increíblemente resbaladizas. Un águila que pasaba por ahí le dijo que le diese la copa. Ella así lo hizo y tiempo después, el águila regresó con la copa llena.

Su última tarea fue ir al Averno y pedirle a Proserpina (En otros mitos es Perséfone) que le llenase un cofre con una parte de su belleza. Psique decidió que ella no tenia valor para ello. Así que se subió a una torre, dispuesta a saltar. Antes de que lo hiciese, la torre habló, diciendole cómo debía llegar al Infierno.

-Toma dos óbolos y dos pedazos de torta de cebada. En tu viaje un cojo conductor de un asno va a pedirte ayuda, pero tú debes negársela. Cuando llegues a orillas del río Estigio aparecerá ante ti entre la neblina, sin decir palabra alguna, Caronte el barquero. Debes darle luego uno de los óbolos a Caronte, el barquero, quien te conducirá a través del río Estigio, hasta las puertas del Averno. Mientras estés cruzando el río, la mano de un moribundo se estirará hacia ti, pero tú debes volverte hacia otro lado. También debes negarte a ayudar a tres mujeres que estarán tejiendo los hilos del destino. Cuando hayas atravesado el río y llegues a la orilla, el Cancerbero, el perro de tres cabezas que custodia las puertas del palacio, te recibirá, dàle uno de los pedazos de torta de cebada, para que sea amigable contigo. Y cuando emprendas el viaje de regreso haz lo mismo. Sin embargo, hay algo aún más importante: cuando vengas de regreso con el cofre lleno de la belleza de Proserpina para entregarlo a Afrodita, ¡no lo abras!, hagas lo que hagas, ¡no abras el cofre de la belleza!

Psique siguió los pasos con cautela, cumpliendo con su tarea. Sin embargo, cuando llegó al palacio de Afrodita, la curiosidad se apoderó de ella y abrió el cofre. Eso provocó que un sueño mortal se apoderase de ella, dejándola con la tarea por completar.

Entre tanto, una vez que Eros sanó de su herida, se decidió a buscar a Psique. La encontró en el camino tirada. Rápidamente cerró el cofre de la belleza y la despertó con un beso en los labios. Antes de que su madre se interpusiese, él llevó a Psique con él a ver a Zeus. Él los unió en matrimonio y convirtió a Psique en inmortal, para que así ellos pudieran estar juntos por siempre.

Según Apuleyo, la hija nacida de ambos llevaría el nombre “Hedoné”, que significa Placer.

Fuentes:

Mito 1

Mito 2

Libro de mitos

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sukoru-chan · 7 years ago

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fan fic “Traumas y Manías”

Una hermosa mañana más en el Santuario, las aves trinan, el sol brilla majestuoso sobre Grecia, una fresca brisa mese las copas de los arboles trayendo consigo la fragancia de los jardines en las doce casas…

En Géminis, los gemelos disfrutan de su desayuno.—Pásame la leche.—pidió Kanon sirviéndose cereal en un tazón. —¿Qué? ¿Hay algo malo con tus piernas?—replico Saga sin moverse de su lugar.—Claro, claro, porque habría de esperar que seas amable conmigo.—Saga revoleo sus orbes color jade. “Aquí vamos con el mismo cuento, otra vez.” Pensó el mayor de los gemelos.—Si hace más de una década me encerraste en Cabo Sunion.—Kanon miraba triste su cereal aun sin leche.—Yo jamás te he importado, aunque sea tu único pariente de sangre.—Saga apretó el mango de la espátula tan fuerte que se quebró en dos.—Pero no te preocupes Saga, ¡hoy mismo! Me voy de Géminis, así ya no tendrás que soportar mi presencia.—el tan ansiado liquido se vertió sobre en el plato de Kanon terminando las quejas y amenazas de abandono.—Provecho.—gruño Saga regresando a cuidar sus hot cakes en la estufa, dejando a un sonriente Kanon a su espalda.

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—Esta afrenta no será perdonada.—siseo Death Mask.—Cuando hallemos al culpable, le partiremos el alma al golpes!—rugió Aioria tronándose los nudillos.—Les apuesto a que fue Camus!—exclamo Milo.—Él siempre busca la manera de traicionarnos, seguramente se alió con otra deidad y…—Shaka le miro incrédulo.—¿Y a que dios le interesaría pintar nuestras capas de rosa? —Además, Camus sigue enfermo, está en cama con 40.—agrego Shura. —¿Y caben todos?—pregunto Kanon con burla.—Con 40 grados de fiebre!!—aclaro Capricornio algo sonrojado; Mu apareció frente a ellos.—Les tengo malas noticias amigos, las doncellas dicen que fue Athena, intentando aprender a lavar la ropa.—los guerreros tomaron sus prendas y regresaron cabizbajos a sus respectivos templos, su sed de venganza no se saciaría esta vez…

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Los caballeros de bronce ingresaron a la sala de urgencias con Shiryu a cuestas. —¿Ustedes otra vez?—ladro la enfermera al reconocer a los adolescentes. —¿Qué paso?—inquirió revisando a Dragón.—Pues vera…

*Flashback*

— ¡El programa está por comenzar!—informo Seiya a sus medios hermanos; Shun e Ikki salieron de la enorme cocina en la mansión Kido, con diferentes bebidas y botanas en brazos. Hyoga se deslizo por el barandal de las escaleras para ganar el sofá individual; Shiryu cerró su libro luego de memorizar el número de la página. — ¡Apúrate Seiya!—ordeno Ikki abriendo la bolsa de papas fritas.—Eso hago, pero esta cosa no enciende.—Shun sonrió encogiéndose de hombros.—Seguramente de nuevo estas sosteniendo al revés el control.—dijo tomando el dispositivo para presionar el botón “On”.—Tiene razón, no enciende. —¡¿Nani!?—gritaron los tres bronceados restantes. Ikki reviso que estuviera conectada, Shiryu que los pagos de la luz y el cable estuvieran al corriente, Seiya que las botanas estuvieran sabrosas y Hyoga cambio las baterías del control.—Me rindo admitió Shun dejándose caer sobre el sillón.—¡Debe de haber algo que podamos hacer!—exclamo Seiya devorando su tercera barra de chocolate.—Me voy a entrenar.—repuso Cisne alejándose de la sala.—Espera Hyoga, hay algo que aún no hemos intentando.—todos miraron a Dragón asustados.—No hablaras de?—el pelinegro asintió.—La técnica infalible y máxima de todo televidente…—Shiryu se acercó al electrónico y soltándole un manotazo con su diestra grito. —¡La furia del Dragón! —el aparato soltó un chispazo. —¡Ay! ¡Mis ojos!—Shiryu cayó al piso cubriéndose el rostro con las manos. —¡Estoy ciego! ¡Ciego!—chillo revolcándose en la alfombra…

La enfermera negó con la cabeza.—Doctor Rascahuele! Lo necesitamos en emergencias!—llamo al médico por el microfono…

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—Sigo pensando que esto es estúpido.—comento Shura sosteniendo el espejo para Afrodita.—Al contrario! Es una idea magnifica!—mintió Death Mask alentando a Piscis.—Verdad que si?—dijo el sueco terminando de confeccionar su “obra maestra”, abrió el bote de pegamento industrial y luego de unas cuantas pinceladas. —Ahora ya nadie podrá decir que no soy varonil.—aseguro pegando el bigote falso en tono celeste en el espacio entre su nariz y el labio superior. Shura se golpe la frente con una palma, Cancer soltó la carcajada de su vida, Afrodita salió del doceavo templo a presumir su nueva imagen.

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—Que exagerados son. —gruño Saga al ser obligado a portar una camisa de fuerza. —Más bien previsores.—repuso Shaka revisando que la prenda estuviera bien puesta. —Ni que me desnudara por todo.—resoplo el mayor de los gemelos entornando la mirada.—No que va! —replico Aioria sarcástico.—Mencionen una sola vez que me haya desvestido sin motivo?—Kanon comenzó a contar los dedos de sus manos mientras decía.—Ayer en la panadería, hace cinco días en el cine, en la reunión mensual de la orden dorada… cuando fue lo del coliseo?—pregunto a Leo.—Ya, ya.—callo Saga a su hermano.—Ni se por qué hacen tanto alboroto, si al ser todos hombres tenemos lo mismo.—el ex general marino enarco una de sus perfectas cejas.—Eso quisieran, pero yo tengo 10 centímetros más de largo que ustedes.—aseguro sonriente.—Eso si.—le apoyo Aioria.—Nadie tiene la lengua más larga que Kanon.—mientras Aioria y Kanon se insultaban en todo idioma conocido por el hombre y Shaka les ignoraba, Saga se deshacía de la camisa de fuerza y demás ropa…

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