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[franciscoarayapizarro]

DIARIO DEL DR. KARLSTEN VON STRAUB 16 de julio de 2038

La Isla de los Justos se erige como el escenario definitivo para el destino de la humanidad. La idea de organizar un torneo de esta magnitud habría sido tremenda en los días de mi juventud, pero mis cálculos eran precisos: era necesario llevar a cabo este enfrentamiento para determinar un proceso de purificación total entre débiles y fuertes. Los Guardianes de la Justicia y los Guerreros de la Virtud han llegado, cada uno convocado por un mensaje críptico grabado en una piedra, lo cual probaría si tenían una capacidad mental superior. Estos eran entregados por mis mensajeros enmascarados. Estos guerreros, los más nobles y fuertes de sus respectivos clanes, fueron elegidos no solo por su destreza en combate sino también por su capacidad clave para decidir el destino de nuestro mundo. Al amanecer, el torneo comenzó. Observé con unos binoculares desde mi torre en la isla, a una buena distancia de la arena de combate, mientras las primeras contiendas tomaban lugar. El sonido de los golpes resonaba como truenos, y el suelo temblaba bajo la intensidad de su fuerza. Mara la Invencible, líder de los Guardianes de la Justicia, se enfrentó a Kao el Destructor en una batalla que sacudió los cimientos de la misma isla. Cada golpe entre ellos era con una fuerza equivalente a mil volcanes en erupción, sus habilidades y destrezas eran una muestra del increíble poder que estos prospectos poseen.

Mara, con su inquebrantable sentido del honor y habilidad en el combate cuerpo a cuerpo, se movía con una gracia femenina, pero letal. Por otra parte, Kao, con su pasado oscuro y habilidades devastadoras, respondía con una fuerza bruta que parecía imparable. Desde mi posición de observador, dirigía los eventos como un jugador de ajedrez, un dios en su pequeño paraíso, con una mezcla de fascinación y orgullo. "El Oscuro", mi más soberbia creación, que actuaba como mi alterego ante los guerreros como el organizador del torneo, un ser que he construido con tecnología robada, observa fríamente las batallas.

La Isla de los Justos, con su exuberante vegetación y antiguas ruinas, es el campo de batalla ideal donde se decidirá la purificación total de la humanidad, la separación de débiles y fuertes. Mañana será otro día de combates. La Isla de los Justos seguirá siendo testigo de la eliminación de los otros combatientes, y yo, su arquitecto, observaré cada movimiento, analizando todo, y con mucha expectación.