#Conjuntos Monumentales
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mondosalamone · 3 months ago
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Si bien la obra de Salamone se dio en el marco de la modernización de la obra pública en la Provincia de Buenos Aires, entre sus creaciones más originales y monumentales encontramos las vinculadas a los portales de cementerios: gracias al uso del hormigón armado, los pudo dotar de una escala monumental, símbolos y estatuaria de gran tamaño que remarcan la función del edificio, desarrollando así una estética única para este tipo de construcciones. El conjunto de su legado material funerario, constituye un testimonio de la innovación y el estilo de una era marcada por el uso pionero de materiales y tecnologías avanzadas. Por lo tanto, posee un valor patrimonial indiscutible, destacándose por ser una obra completa hasta en los detalles más minuciosos, reflejando un momento histórico en el que se enfatizaba el papel del Estado en la sociedad. Lamentablemente, a pesar de la difusión de sus obras y el creciente interés de la comunidad en visitarlas, el estado actual de estas construcciones, en general, dista mucho de ser el ideal ya que sufrieron décadas de abandono. Es imperativo preservar estos edificios, no solo por su importancia arquitectónica y artística, sino también por su capacidad para contar la Historia de su tiempo y sus localidades en el vasto territorio bonaerense.
📷2011/23
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hipertexto · 8 months ago
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Extractos de LITERATURA LATINOAMERICANA: DESCOLONIZAR LA IMAGINACIÓN por Liliana Weinberg
la nueva tradición de crítica literaria y cultural, algunos de cuyos rasgos pueden rastrearse en esta reseña programática, se plantea ya el problema de la relación de la obra no sólo con la historia y las condiciones materiales de producción sino con “un sentido de la historia y del universo” y esto implica buscar nuevas modalidades interpretativas que permitan ver las obras en el mundo pero también el mundo en las obras. De allí que encuentren, en la localización de los “valores signo” de una cultura (Mariátegui), o en la búsqueda de “nuestra expresión” y de “nuestra palabra” (Henríquez Ureña) caminos para ahondar en el conocimiento de una cierta “configuración” cultural a través del arte y la literatura.
Sus indagaciones les servían para impugnar los proyectos elitistas y excluyentes, y los conducían a tocar un sustrato de lo nacional que lo negaba y superaba, en cuanto conducía al descubrimiento de una realidad social mucho más compleja que rebasaba los términos de dichos proyectos y, por lo profundo, llevaba a nuestros intérpretes a asomarse a una entidad más abarcadora: América Latina.
El presente texto quiere volver a asomarse, desde la propia experiencia de lectura, a ese espacio donde confluyen texto y contexto, imaginario colectivo e imaginario individual.p.11
Esos monumentales esfuerzos interpretativos nos han legado intuiciones fundamentales que el presente ensayo quiere retomar, bajo la divisa de muchos de nuestros grandes artistas: descolonizar la imaginación. A partir de la matriz básica de un imaginario compartido y de un patrimonio simbólico que nos remite a cierta forma característica de representación del mundo, los autores nacidos en las diversas entidades que integran América Latina han construido a su vez nuevas soluciones imaginarias que retoman y superan creativamente los muchos modos de colonización de nuestra experiencia histórica y nos afirman por la libertad múltiple de la experiencia estéticap.12
Si para este crítico es posible pensar en un horizonte artístico propio de la literatura occidental, caracterizable por determinados rasgos, como una peculiar forma de representación de la realidad y un tratamiento característico de tiempo, espacio e individuo, ¿nos será cuando menos dado intentar una aproximación semejante a la literatura latinoamericana en su conjunto a través de la exploración de ciertas soluciones simbólicas?
Otro tanto podemos decir de muchos de nuestros mejores críticos que, como Henríquez Ureña, Rama o Cornejo Polar, pensaron integralmente nuestra América desde el exilio.
Debemos tener en cuenta, sin simplificaciones, idealizaciones ni determinismos de ninguna especie, que esta literatura, tal como se presenta hoy, no es absolutamente original ni absolutamente reductible a ninguna otra serie. Surgidas del encuentro forzado de las culturas precolombinas con los grupos humanos que llevaron a cabo el descubrimiento, la conquista y la colonización de América, y nutridas por el patrimonio que a su vez aportaron los contingentes de mano de obra trabajadora que llegaron en sucesivas oleadas de desarraigo, las formas simbólicas con que se alimenta nuestra literatura surgen ya de una tensión esencial y atenazante que encierra afinidades, diferencias, superposiciones, asimetrías y rechazos.
las ideas se imponen al autor y generan la necesidad de verterlas por escrito. La publicación de los ensayos en la forma de libro no es pues automática, e implica una tensión entre la dinámica propia de los mismos y la necesidad de un orden y una inscripción institucional que les brinde un marco. El libro, símbolo de un orden de cultura que se va a estudiar como un objeto más de la crítica, es también vehículo de difusión de las ideas y de la presencia viva de quien las piensa.
Si regresamos a la “Advertencia” de los 7 ensayos de Mariátegui descubriremos que se cierra con una nueva protesta: “no soy un crítico imparcial y objetivo”. Lejos de adoptar una pretendida posición de neutralidad que a su vez fuera capaz de generar un efecto de objetividad en sus afirmaciones, el ensayista se niega a erigirse en juez y prefiere declararse parte
"Mi testimonio es convicta y confesamente un testimonio de parte": esta afirmación de José Carlos Mariátegui en el último de sus 7 ensayos de interpretación sigue siendo uno de los más atractivos puntos de partida para un análisis de la realidad latinoamericana. La idea de que todo juicio está marcado por una posición interesada y no neutral en el concierto social, la necesidad de desenmascarar toda falsa objetividad, distan en mucho de una simple posición individualista y falsamente universalista, que parecía ya superada pero a la que retornan algunas corrientes del pensamiento de la posmodernidad.
La crítica literaria y cultural ha procurado a su vez construir categorías de análisis — ‘heterogeneidad’ (Cornejo Polar), ���transculturación’ (Ortiz, Picón-Salas y Rama), ‘ciudad letrada’ (Rama), ́formación’ y ‘sistema’ (Candido), ‘hibridez’ (García Canclini)—, que permiten comprender procesos específicos de nuestra América y abordar algunos de ellos.
Al interpretar la literatura latinoamericana como literatura caracterizada por la dialéctica colonización-descolonización se procura, precisamente, interpretar, esto es, encontrar un sentido, una clave que a la vez agrupe procesos que se dan en ámbitos estructurales y superestructurales, en órbitas exógenas y endógenas de nuestras obras literarias. Esto no implica reducir la pluralidad de producciones, textos y públicos, estilos y temáticas, a un solo y único punto de vista. Lo colonial marca el comienzo de la literatura latinoamericana, la conciencia de pertenencia a un "pequeño género humano" irreductible al europeo como es irreductible al específicamente americano, asiático o africano, aunque constituido por componentes de todos ellos. Temas que hoy nos atenazan, como la necesidad de recuperar nuestra historia y nuestra identidad, ser locales a la vez que universales, nuestra posición paradójica respecto de los centros hegemónicos, nuestra nostalgiosa necesidad de ser suburbio y superar el suburbio, nuestra negación del nosotros, tienen todos ellos componentes que proceden de esta matriz básica. Por su parte, y a partir del reconocimiento de que hay otros tempos y procesos de la creación y de la literatura que no pueden reducirse a la historia de hechos, autores como Octavio Paz desarrollarán más tarde la idea de tradición y ruptura.
“Una teoría moderna —literaria, no sociológica— sobre el proceso normal de la literatura de un pueblo distingue en él tres períodos: un periodo colonial, un período cosmopolita, un período nacional. Durante el primer período un pueblo, literariamente, no es sino una colonia, una dependencia de otro. Durante el segundo período, asimila simultáneamente elementos de diversas literaturas extranjeras. En el tercero, alcanzan una expresión bien modulada su propia personalidad y su propio sentimiento. No prevé más esta teoría de la literatura. Pero no nos hace falta, por el momento, un sistema más amplio” -Mariategui
La interpretación mariateguiana se basa entonces en la determinación de tres momentos axiales ligados a la instauración, negación y superación del modelo dependiente.
“Y hoy, ante los desastres del Antiguo Mundo, América cobra el valor de una esperanza. Su mismo origen colonial, que la obligaba a buscar fuera de sí misma las razones de su acción y de su cultura, la ha dotado precozmente de un sentido internacional, de una elasticidad envidiable para convertir el vasto panorama humano en especie de unidad y conjunto. La cultura americana es la única que podrá ignorar, en principio, las murallas nacionales y étnicas [...]. Las naciones americanas no son, entre sí, tan extranjeras como las naciones de otros continentes. Tres siglos de elaboración; un siglo de azarosos tanteos, desatados por las independencias y las nuevas organizaciones; medio siglo más de coherencia y cooperación. Tal es, en su perspectiva general, la senda de América.” -Alfonso Reyes
El problema de la periodización de nuestra literatura sigue teniendo un enorme interés. Así lo demuestra el lugar central que ocupa en la crítica latinoamericana la discusión en torno a ese tópico. Para Jacques Leenhardt, por ejemplo, periodizar implica producir una unidad significativa más allá de la diversidad en los niveles de la realidad y, dado que en América Latina existe una desarticulación entre las instancias sociopolítica, cultural y económica y una discordancia de las instancias discursivas, es imposible hablar de periodización…
El ensayo mariateguiano afirma la historicidad del hecho literario y se propone a la vez buscar sus momentos clave o momentos de sentido. De este modo, si uno de los datos históricos documentables es la instauración de la relación colonial, éste sólo se convierte en "momento de sentido" cuando se lo interpreta a la luz del proceso histórico por el cual se instaura esa relación. Esta tensión historicidad-sentido puede parecer un laberinto sin salida. Más aún, en la polémica entre lo histórico y lo estructural se han debatido varias corrientes de interpretación de nuestra literatura. Si tomamos una posición sustancialista y no dialéctica, diacronía y sincronía —tanto en el análisis de la obra literaria como en el estudio de cualquier fenómeno— resultan excluyentes. Como bien lo demostró Bajtin, si los sistemas son tratados de manera sincrónica,
no hay posibilidad de entender ningún principio de cambio; inversamente, si el hecho se estudia diacrónicamente y en su exterioridad, el cambio sólo puede ser comprendido como elección de alternativas que esencialmente ya están dadas y no como un proceso en el cual quede comprendida la organicidad del fenómeno, puesto que las leyes del cambio quedan puestas más allá de la creatividad. P.36-37
Antonio Candido propone el concepto de "momentos decisivos", que son aquellos en los que se discierne la formación de un sistema a través de las obras artísticas individuales, y que de algún modo reflejan la tensión viva entre sincronía y diacronía.31 Para el gran crítico brasileño, una obra es una realidad autónoma, cuyo valor radica en la fórmula que obtiene para plasmar elementos no literarios y transfigurar la realidad. Las obras no "valen" por expresar la realidad sino por la manera en que lo hacen. "Valen" porque inventan una vida nueva y ofrecen una organización formal hecha posible por la imaginación. Para que se dé un momento decisivo se requiere por tanto de la existencia de obras con valor estético autónomo insertas en el tiempo, algunas de las cuales serán a su vez generadoras de una tradición.p.37
Martín Fierro es, como ya lo afirmó Martínez Estrada, la contraparte del Facundo.46 Ángel Rama ha hecho también una certera observación sobre el origen del Poema, en cuanto representaría la reacción de un escritor de la ciudad letrada ante un mundo rural que considera en extinción.47 Quiero por mi parte simplemente evocar aquí el Martín Fierro como testimonio no sólo de la vida del gaucho sino también de la existencia de un fuerte circuito de tradición oral cuya valoración se reconoce hoy ya como inexcusable para los estudiosos de la literatura latinoamericana…. No es sólo la maestría en la imitación del habla, el estilo y costumbres del gaucho la que decide esta superación: hay algo más. Algo que la crítica seguirá indagando, y que está vinculado a la recuperación de la voz y la visión de mundo del gaucho con una maestría insuperable; Hernández deja hablar a la voz del gaucho, y nos deja oír su canto.
“[...]. Vallejo es un creador absoluto [...]. El valor sustantivo de Vallejo es el de creador. Su técnica está en continua elaboración [...]. Hay en Vallejo un americanismo genuino y esencial; no un americanismo descriptivo o localista. Vallejo no recurre al folklore. La palabra quechua, el giro vernáculo, no se injertan artificiosamente en su lenguaje; son en él el producto espontáneo, célula propia, elemento orgánico”-Mariategui…Intemporal y arraigado en el tiempo sin tiempo del mito a la vez que profundamente temporal y arraigado en el trabajo, el poeta de vanguardia encuentra en él un símbolo fundamental para su quehacer, una de cuyas caras mira a la trascendencia de la experiencia humana y la otra mira al trabajo: dos formas de la comunidad; dos formas de negación de la soledad y el ayuno…El poeta se siente ladrón, y en tal carácter se asimila tanto a quien roba justicieramente un huerto para saciar el hambre como a quien ocupa un lugar en la vida de todos: el ladrón no tiene un lugar fijo en la sociedad, es un marginado, un ser que no se queda nunca en un lugar sino que está obligado a vagar.
El solo de la vanguardia, que es a la vez el desarraigado de origen, el trabajador atado a un salario precario, el habitante de un cuarto solo en una pensión barata de cualquier calle y de cualquier ciudad, logra encontrar, a través del símbolo mínimo y universal del pan que mantiene la vida y se opone al hambre mortal, en la intersección de dos complejos metafóricos divergentes (pan-calor-comunión y hambre-frío-impersonalidad) y no puede sino invocar ese símbolo mínimo, universal, absolutamente traducible como es traducible el hambre. Hay una “emoción de ayuno”, se bebe café... La afirmación de una nueva forma de esencialidad y universalidad dada, no por elementos abstractos y metafísicos, sino mínimos y colectivos, absolutamente traducibles y recurrentes en la experiencia humana: hambre y pan.
Nos legó Martí una de las mayores, más densas y herméticas formas de simbolización de la relación compleja entre “dos patrias”. En una primera lectura, estas dos patrias, a las que llama “Cuba” y “la noche”, se nos presentan como una tensión entre dos vocaciones, entre dos llamados, entre dos mundos: el patriótico y el creativo, el orbe diurno de la vida política y el nocturno de la vida poética que se presentan al “yo” y le pertenecen de manera tan exigente y demandante como ese “yo” les pertenece.
Sin embargo, a partir de la pregunta que ocupa la primera parte del segundo
endecasílabo, “¿O son una las dos?”, la primera oposición comienza a minarse y a dar lugar
a un complejo entramado, a un momento ambiguo, a un espeso bosque de correspondencias: luz-día-vida, versus oscuridad, noche, muerte; hombre-palabra humana; universo-habla del universo.
El modernismo retoma uno de los grandes temas románticos: lo nocturno, que a su vez apunta (sólo apunta, sin colmarse nunca del todo) lo inabarcable, lo sublime, lo otro, lo desconocido, reverso de la luz y de la medida, pero lo carga de nuevos sentidos y lo convierte en un nuevo mundo de correspondencias. El símbolo de la noche designa lo indesignable, lo uno que es lo otro, la configuración que se reabre, que se reconfigura sin descanso. Y la sangre remite a la sinceridad radical del poeta: al tajo, al dolor, con que saca sus versos de las propias entrañas. La naturaleza habla mejor que el hombre. El quehacer del artista se ve confrontado con el del artesano: el uno especializado y dedicado de manera autoconsciente al trabajo espiritual que se absorbe en la perfección de la forma, el otro dedicado también a la transformación del mundo natural, pero aún no acabadamente consciente de su quehacer
Dos de los temas clave para la definición del mismo radican en la nueva posición que ocuparán artista e intelectual frente al problema del artepurismo y la relación del hombre con la técnica. No es casual que las nociones de “idea” y “trabajo” ocupen un lugar fundamental en sus reflexiones sobre arte y literatura. Sencillez, naturalidad, autenticidad para escuchar la propia voz y la voz de la naturaleza, son algunos de los rasgos que pide Martí a los nuevos poetas. Critica al espíritu burgués, con su cuota de superficialidad y artificio.
En El caracol y la sirena, Octavio Paz se refiere certeramente al modernismo como “un movimiento cuyo fundamento y meta primordial era el movimiento mismo” y a la poesía como “una experiencia total”.68 Con el modernismo se cierra una etapa en la literatura hispanoamericana y se abre una nueva concepción del campo literario como un campo autónomo, con leyes simbólicas específicas, regido por el concepto de arte puro y autorreferencialidad. Temas, imágenes, símbolos no obedecen a una lógica externa al sistema literario, sino a una lógica interna que un observador externo sólo podrá considerar pura arbitrariedad.
La defensa del “acratismo” del arte, esto es, su ruptura con todo afán didáctico y moralizante, y, más aún, la afirmación implícita de que —como en Las flores del mal— la relación belleza y bien no es imperativa, están presentes en su relectura de Azul, a la que considera “producción de arte puro, sin que tenga nada de docente ni de propósito moralizador”. Y su elección de aquellos autores que denomina Los raros es precisamente otro de los rasgos que definirán a la familia modernista: el poeta sigue la propia ley de la creación y establece de manera en apariencia arbitraria –pero rigurosamente obediente a los criterios fijados a partir de aquélla-- el sistema de correspondencias y la nueva tradición en que se habrá de inscribir su obra.
Concebido bajo el modelo de un “discurso cívico”, el Ariel es un testimonio de la preocupación de un intelectual de principios del siglo XX por el acelerado cambio de una sociedad que asiste a la corrupción y mercantilización de los valores espirituales y a la emergencia de nuevos sectores —particularmente los que llegan con las oleadas
inmigratorias— y la generación de “multitudes cosmopolitas” que ponen en crisis los cauces tradicionales de la vida democrática y el orden de una sociedad gobernada por un sector de base criolla. Preocupado por la expansión del pragmatismo y el utilitarismo, el culto a la mercancía y la necesidad de formación de una élite, a una “aristocracia del espíritu” que a su vez multiplique a través de la educación los valores de la sensibilidad y la inteligencia, el Ariel fue a su vez recibido en distintos puntos de Hispanoamérica como una proclama o una exhortación a la unidad de América por el espíritu.
Ariel está a la vez sujeto de Calibán como de la materialidad del mármol. Liberarse de estas dos determinaciones no es sólo abandonar lo bajo por lo alto, sino buscar su propia superación a través de la forma, como lo hacen la pintura, la escultura o la poesía. Rodó encuentra así una propuesta para fundamentar el quehacer propio del intelectual, en el momento mismo de génesis de esa nueva figura en el panorama cultural y político, que debe distinguirse tanto del artista propiamente dicho como del político profesional: aristócrata del espíritu, representante de un largo proceso de “selección espiritual”, el intelectual ingresará en el espacio público y lo reinterpretará bajo el modelo de un espacio preservado, un laboratorio donde lo social se piensa a través de la estilización, la literaturización, la elusión de los conflictos sociales: un lugar que, como el libro, convierte el marco contextual en realidad textual: he allí el espacio donde transcurre la prédica laica de Próspero, un espacio de la palabra puesto en nueva clave literaria.
El Ariel plantea la defensa de una aristocracia de los mejores en una democracia en la que predomina el número y hace una exhortación en favor de “la ley moral como una estética de la conducta”84 que conduzca al perfeccionamiento de la vida del espíritu y su defensa del ideal arielista para América, basado en el modelo griego y cristiano. Ello se traduce en una serie de polos antitéticos que se presentan en el Ariel: el orbe del espíritu versus el de la materia, desinterés versus utilitarismo, contemplación versus pragmatismo, orbe latino versus orbe anglosajón. La obra es también respuesta a un mundo que Rodó veía triplemente amenazado: por la democracia del número en lo político, por el culto vacío a la mercancía en lo económico y por el predominio del positivismo y el materialismo en lo filosófico. Defiende Rodó la necesidad de fortalecer una nueva élite que supere estas tres limitaciones a los fueros del espíritu, y dé a la América Latina un perfil propio que a su vez revalide y justifique su propia posición y la de otros artistas y pensadores. Posiblemente nunca alcanzó a imaginar Rodó el amplio eco y la rápida difusión que habrían de tener sus ideas, en cuanto permitieron a la nueva intelectualidad de nuestra región sentar las bases que otro intelectual, Manuel Ugarte, denominará “el parlamento de la raza”.
Recordemos que Rodó dedica su texto a “La juventud de América”, y que esta noción,convertida en palabra de pase del arielismo, tuvo incluso fuertes repercusiones en la formación de nuevas generaciones latinoamericanas: pensemos, sin ir más lejos, en Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña o Germán Arciniegas. Con el paso del tiempo, este programa arielista temprano habrá de cargarse de nuevos ingredientes: en primer término, el reformismo universitario, y luego entrará en fuerte contradicción al verse obligado a una confrontación con la inclusión de otros elementos, tales como el discurso proletario y las posiciones antiimperialistas…. Próspero educa por el espíritu, y refuerza así la escisión entre los diversos modelos de educación que están también rivalizando en ese mundo exterior al que llegan las oleadas inmigratorias: un sistema escolar obligado a confrontarse con las prácticas y saberes ligados al ámbito artesanal y al de la producción en serie. El ala, la frente, la idea, el espíritu, la palabra, refuerzan un modelo de enseñanza radicalmente opuesto al manual y técnico (y, a la larga, apuntan a una de las mayores contradicciones de un modelo educativo que pretende ser a la vez incluyente y excluyente, abierto y diferenciador): “el honor de cada generación humana exige que ella se conquiste, por la perseverante actividad de su pensamiento, por el esfuerzo propio, su fe en determinada manifestación del ideal y su puesto en la evolución de las ideas” (Rodó)
En efecto, se descubre a través de estos textos la tensión entre la figura del artista y la del intelectual, clave del modernismo, y la clara noción de que es a través del cuidado de la forma y de la palabra, esto es, en cuanto artista, como podrá hacer su aporte como intelectual. Y a la vez, la cuestión del campo se complejiza dado que se interseca también con otra órbita simbólica, el de la reflexión hispanoamericanista, que evoca la posibilidad de conformación de una magna patria integrada por diversas provincias, que no son otras que cada una de nuestras naciones.
Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Ezequiel Martínez Estrada ocupan un momento singular de nuestra historia literaria, que tiene en el libro y el ensayo no sólo su mejor vehículo sino incluso su mejor símbolo. Si bien cada uno de ellos seguirá una trayectoria y adoptará una posición particular, protagonizan todos un momento clave en el campo de las letras, cuyo propósito último es arrebatar al orden conservador y eurocéntrico los saberes que serán de utilidad en un nuevo orden democrático y plural; explorar las grandes bibliotecas para extraer y socializar el conocimiento y así reconfigurar su papel como miembros de una élite cultural. Su recuperación del propio concepto renovado de raza y de cultura dará cuenta del sentido de Hispanoamérica y se preocuparán, con diversos resultados y respuestas, del problema de la legitimidad de nuestros pueblos, esto es, de su derecho a la historia y al futuro.
La obra de Reyes y Henríquez Ureña es decisiva en cuanto a través de ella se consolida, encuentra su síntesis y a la vez irradia un sistema literario inscrito en la cultura, y es también representativa en cuanto muestra en todo su dramatismo las tensiones de hombres nacidos en el seno de una élite intelectual y política que, en lugar de hacer de su competencia una marca de diferenciación social, adoptan una postura democrática, liberal, racionalista, y aspiran a expandir esos saberes y competencias entre amplias capas de la población.
uno de los grandes desafíos de la generación de Reyes fue cómo ampliar, cómo abrir una competencia que por muchos años sirvió en América Latina precisamente para granjear privilegios a los conocedores y proteger al hombre de letras en la que Rama denominó genialmente “ciudad letrada”.
El proyecto cultural y político de Reyes y Henríquez Ureña radica en un enriquecimiento, en una mejora y profundización del legado del saber europeo y la tradición racionalista y democrática que arranca en Grecia y llega a nuestros días. Implica también una reconciliación con el legado español y un apasionado rescate de nuestra historia cultural y nuestras tradiciones orales. De allí su creciente interés por la historia de la cultura interpretada desde la plataforma de un humanismo racionalista e incluyente.
Es allí desde donde debe repensarse el aporte de Henríquez Ureña y Reyes: advertir sobre la ausencia de una tradición y una densidad de pensamiento en nuestra región sustentada por una masa crítica de lectores necesaria para dar sentido al diálogo, los debates, las discrepancias, así como contribuir a la fundación de esa tradición de análisis riguroso y pensamiento crítico y construir un espacio social de intelección.
Otra cosa que angustiaba a Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Vasconcelos y muchos
otros de una larga lista de grandes intelectuales, es la falta de lectores, esa “literatura sin lectores” a la que se refiere Candido, que conlleva no sólo dificultades de comunicación entre la minoría de alta cultura y las amplias capas de la población sino la imposibilidad de generar una masa crítica y una ciudadanía del conocimiento en la cual apoyar de manera firme una sociedad democrática. De allí su impenitente afán de editar libros, abrir escuelas, formar bibliotecas, impartir conferencias, escribir ensayos, un afán, una vez más, cercano al otorgamiento de una densidad cultural y a la consolidación de una comunidad de lectores que diera peso específico y arraigo a nuestras ideas, en esto que hoy renovadamente llamamos “tradición”. El libro en sí mismo se vuelve metonimia y metáfora de nuestro arraigo cultural a la vez que escenario real y simbólico de cambio.
El ámbito de la música se transforma con la inclusión del ruido y el silencio y se modifica la relación tradicional entre melodía, armonía, ritmo, escala. La reproducción infinita y omnívora de las cosas cambia la relación del hombre y su mundo, como la del propio artista con las obras que salen de sus manos. El nuevo orden se manifiesta muchas veces incluso como desorden, aceleración, abundancia de ruidos y saturación de objetos, y ello vuelve ingenuas las viejas formas de búsqueda y representación del mundo. En un orbe cada vez más amplio y más próximo, Picasso declara "yo no busco, encuentro": el artista debe establecer un nuevo pacto con las cosas.
El primer Wittgenstein, autor del Tractatus (1921), influido a su vez por Schopenhauer, plantea que lo que tiene valor en el arte es aquello que elude la red, la malla del lenguaje, y es precisamente aquello sobre lo que nunca puede estrictamente hablarse. Si por una parte, en su cota más alta, el arte es lo culturalmente indecible, o el asomo, desde el mirador del lenguaje, a la plenitud de sentido o al silencio, o también la forma pura desarraigada del mundo, por la otra, de manera inversa, la lengua del arte es el único modo de superar la lengua cotidiana del hombre hasta alcanzar el lenguaje de las cosas y hacerlas vivir dentro de las obras.
Como escribe Walter Benjamin, la naturaleza es muda y sólo puede ser nombrada por el hombre: "La incapacidad de hablar es el gran dolor de la naturaleza".105 El humano debe perfeccionarse por la palabra, hasta llegar a una alianza entre visión y nominación que le permita expresar íntimamente la muda comunicación de las cosas con el lenguaje verbal de los hombres, que las acoge con el nombre. Sólo la lengua del paraíso lograba la coincidencia total entre el nombre y la cosa, pero a partir de la caída del sentido total el hombre está condenado a un perpetuo ejercicio de traducción. La lengua de los hombres puede referirse al mundo, traducirlo, pero no es todavía capaz de pronunciar la pura lengua del mundo. El poeta, como otro tipo de artistas, se ocupará de traducir la lengua de las cosas a una lengua infinitamente superior, aun cuando, a diferencia de otro tipo de artistas, para hacerlo no pueda prescindir de la lengua nominal de los hombres. Es oficio de poeta emplear la lengua cotidiana de los hombres para romperla, superarla, y lograr nombrar la naturaleza, la inteligencia pura o el silencio. La lengua resulta así no sólo comunicación de lo comunicable, sino también indicio y forma de simbolización de lo no comunicable.
La paradoja del arte, el oficio de decir plenamente lo indecible, de rescatar por el lenguaje lo que sólo vive en el instante, se traduce en el perfume del "hueledenoche":
Como el hueledenoche embelesado, sólo das un perfume
que se pierde distante a la sordina.
La aspiración a la poesía pura que los Contemporáneos afincaron en el campo de la literatura mexicana en mucho se relaciona con la aspiración al silencio. Un largo viaje hacia ningún lugar, la aspiración a una poesía total que sea capaz de nombrar la nada, la ausencia de todo referente, la palabra que escapa a la trama del idioma, respuesta indecible a la pregunta que desde el habla podemos formular, ya una poesía en silencio apta para nombrar el todo, ya una poesía erguida apenas en el umbral del gran silencio, ya una poesía destinada a inventar su propio lenguaje, son todos ellos algunos de los posibles recorridos guardados en los diversos mapas que traza y sugiere la poesía de Gorostiza.
Se trata entonces de desasir los fenómenos estéticos de cualquier seña de causalidad extraestética, mostrar que comprender el hecho estético consiste precisamente en llegar al límite de esa comprensión y al vaciamiento total de cualquier determinación histórica, biográfica o racional. En Gorostiza, la nostalgia por una pura química de las formas, por una geometría evocada en plena eclosión de las ingenierías, aparece en esa poesía que el contemporáneo emplea para llamar al silencio. No sólo se trata de la forma desprendida de toda referencia, sino también del ritmo desprendido del sonido y de la visión desnuda de toda expresión, como diversas soluciones al desafío de señalar —para nunca alcanzar— la poesía pura. Se trata entonces de desarrollar una maestría absoluta en el oficio poético para aspirar a esta meta última: nombrar (decir) la nada.
Iluminar el mundo: repetir el destino de la luz.
Muchos reconocerán en éstos los versos de "El cántaro roto" (1955), poema de Octavio Paz contenido en La estación violenta (1948-1958), libro fundamental que se abre con "Himno entre ruinas", se cierra con "Piedra de sol" e incluye otros poemas a los que une su condición de viaje a las estaciones del tiempo.133 "El cántaro roto", que provocó en el momento de su publicación fuertes polémicas, ha tenido con el transcurso del tiempo menor eco en la crítica que "Piedra de sol", poema que concentra muchos de los estudios sobre la poesía de Paz. Sin embargo, ha seducido a quien esto escribe de una manera particular, por tratarse de un viaje de reconocimiento del pasado, un viaje en busca del sentido perdido. Este viaje al pasado, esta pregunta que atraviesa piedra y ceniza, nos recuerda lo que en otros géneros y espacios hicieron otros escritores de pueblos testimonio, muchos de ellos, además, grandes vanguardistas…Pero además aparece particularmente en este texto la tarea poética de reconquista del pasado. Si el héroe cultural instauraba la cultura y humanizaba la vida en la tierra, el poeta, especie de "Prometeo inverso", deberá volver a dar vida y tiempo a una cultura muerta…Pasado y presente confluyen en el tiempo del poema y se reúnen gracias a la palabra poética. Dos movimientos caracterizan a este poema: el momento "negativo" en el que el hombre se encuentra desde su presente con el pasado roto, y el momento "positivo" en que el sueño, el canto y la palabra restauran el sentido. Alternan en este poema recursos de la poesía contemporánea, y en particular la evocación implícita de Contemporáneos y el surrealismo, a través de imágenes y procedimientos que forman parte del bagaje del artista de su época, y recursos tomados de la poesía azteca, evocaciones del mundo prehispánico…El cántaro roto es la presencia del sentido cultural (el cántaro), pero presencia rota, sentido roto, interrumpido. Un cántaro roto es lo que es y es lo que fue, es testimonio de una cultura y una vida que fueron. El cántaro roto, como la calavera vacía, son algo más grave aún que la ceniza o el no ser: son lo que fueron, son sentido interrumpido, vida cegada. Está presente en él el viaje al pasado que en otra modulación nos había dado Pedro Páramo…como el del Aleph: es el viaje de la contemplación, pero es también el viaje de la excavación de los sentidos del pasado. Una preocupación cercana a la de Borges atenacea también a Paz: ¿cómo contener el universo todo en una forma mínima y precisa? Máscara y cántaro tienden al hombre, en su repetición desde tiempos inmemoriales, una posible solución artística a este enigma…El poeta no construye a partir de la nada: el poeta construye a partir de los restos de una cultura escatimada a sus ojos. Vivir es revivir el pasado. La calavera de Hamlet era a la vez símbolo de su propia existencia y de la existencia humana toda. Era también símbolo de las mudanzas de la vida: "Esa calavera tenía lengua y podía en otro tiempo cantar", dice Hamlet en el quinto acto del drama.
En El signo y el garabato había escrito Paz:
“Cada época escoge su propia definición de hombre. Creo que la de nuestro tiempo es ésta: el hombre es un emisor de símbolos. Entre esos símbolos hay dos que son el principio y el fin del lenguaje humano: su plenitud y su disolución: el abrazo de los cuerpos y la metáfora poética. En el primero: unión de la sensación y de la imagen, el fragmento aprehendido como cifra de la totalidad [...]. En la segunda: fusión del sonido y del sentido, nupcias de lo inteligible y lo sensible [...]. Somos bien poca cosa y, no obstante, la totalidad nos mece, somos un signo que alguien hace a alguien, somos el canal de transmisión: por nosotros fluyen los lenguajes y nuestro cuerpo los traduce a otros lenguajes. Las puertas se abren de par en par: el hombre regresa. El universo de símbolos es también un universo sensible. El bosque de las significaciones es el lugar de la reconciliación.”(Paz) Pero en esta obra temprana es evidente la preocupación de Paz por otra cara del sentido: el de la tradición cultural perdida y que se debe recobrar. Cántaro roto: el poeta pregunta a los signos de una cultura pasada; el sentido va en busca del sentido. El poema recobra la fuerza del ritual nombrador.
“El Aleph” es a su vez la visión del infinito contenida en ese mismo relato al que da nombre. Este texto ha inspirado innúmeras interpretaciones, desde las filosóficas y simbólicas hasta las psicoanalíticas y sociológicas. Todas ellas apuntan a un elemento recurrente: “la idea de ver lo infinito en un punto”, como lo dice Santiago Kovadloff
¿Cómo conciliar la literatura universal con las particulares modulaciones que le otorga la escritura argentina? La resolución de este conflicto toma la forma de una paradoja: seguro azar, representatividad de lo no representativo, universalidad en la particularidad.
Mariátegui reflexiona sobre la posibilidad de existencia de una historia indo-americana y una literatura compartida, ya que, como él dice, "Los pueblos de la América española se mueven en una misma dirección”. “La identidad del hombre hispano-americano encuentra una expresión en la vida intelectual. Las mismas ideas, los mismos sentimientos circulan por toda la América indo-española. Toda fuerte personalidad intelectual influye en la cultura continental [...].”P.146
Estas reflexiones constituyen un parteaguas en el modo de entender la literatura latinoamericana: tanto en opinión de Mariátegui como de Henríquez Ureña la definición de la literatura latinoamericana sólo puede darse a partir del estudio de un sentido que surja ligado a rasgos históricos y culturales. Es también importante señalar que para ellos la literatura latinoamericana, todavía en formación para su época, está orientada al futuro, es una tarea a realizar —a la cual, por otra parte, los propios intelectuales contribuyeron a alentar con sus textos críticos. P.148
la posibilidad de pensar la América Latina en su conjunto surgen ya planteadas de manera admirable en época de la independencia por Simón Bolívar, quien encontraba que los americanos compartían lengua, religión, costumbres y herencia histórica
“no hay posibilidad alguna de una historia imparcial, salvo que se la convierta en una mera arqueología del pasado, sin función activa en el presente”José Miguel Oviedo, “Introducción”, en Historia de la literatura hispanoamericana [1a ed. 1995], Madrid, Alianza editorial, 2001, p. 17. “La palabra hispanoamericana desencadena de inmediato una serie de preguntas: ¿se refiere a la literatura escrita en Hispanoamérica? ¿O la escrita por hispanoamericanos donde quiera que ellos se encuentren? ¿O acaso es aquella cuyo tema o asunto es hispanoamericano? Si respondemos afirmativamente a cada una de estas interrogantes, estaremos aplicando respectivamente un criterio geográfico, genético o temático —ninguno de los cuales parece muy satisfactorio. Por otro lado (y esta cuestión es más grave), el concepto literatura hispanoamericana es difuso porque también lo es el concepto mismo del que deriva: Hispanoamérica. Esta palabra designa un mundo cultural formado básicamente por el aporte hispánico, las culturas precolombinas y luego la sociedad mestiza o criolla [...]. Hispanoamérica no es una realidad cultural homogénea, ni menos se agota en los límites etimológicos de esa expresión. Es una realidad múltiple de extraordinaria diversidad y riqueza, en la que las más variadas creencias espirituales, formas estéticas, construcciones culturales y tiempos históricos conviven y se nutren mutuamente.Pero la misma persistencia de la pregunta señala algo: creemos en esa identidad o comunidad al menos como una proyección o destino; tal vez no somos, pero sin duda queremos ser. Hispanoamérica es un conjunto de países, pueblos, regiones culturales, ideales y pasiones dispersos (y a veces incomunicados...). Es precisamente esa diferencia del conjunto, esa unidad en las raíces (ya que no en todas sus ramificaciones y floraciones) lo que nos hace distintos de los otros y semejantes a nosotros mismos. En términos prácticos, pues, la literatura hispanoamericana será aquélla que exprese ese denso y confuso fondo común, ya sea que los criterios geográfico, genético o temático estén todos presentes o falte alguno y aun todos.” (Ibid 19-20) p.176
Primero se observó una etapa de uniformización y alienación de las culturas originarias:
“Sus sociedades fueron remoldeadas desde la base, se vio alterada su composición étnica y degradadas sus culturas por la pérdida de la autonomía en la dirección de las transformaciones que experimentaban. Se operó de este modo la transmutación de una multiplicidad de pueblos autónomos poseedores de tradiciones auténticas, en unas pocas sociedades espurias, de cultura alienada, cuyo estilo de vida más reciente presenta una tremenda uniformidad como efecto de la acción dominadora de una voluntad externa.” Darcy Ribeiro, Las Américas y la civilización, p. 60.
Ribeiro medita en torno a la compleja instauración del ethos colonialista, particularmente dominante en las sociedades con fuerte componente indígena y negro, por el cual el sector hegemónico no sólo impone su dominio sino que además autovalida su posición. Este ethos, que va de la mano con la alienación de los pueblos coloniales y de su propia intelectualidad, sólo se romperá siglos después, tras un largo proceso de toma de conciencia y de reconquista de la autenticidad cultural, “que comienza a hacer del ethos nacional el reflejo de la imagen verdadera y de las experiencias concretas de cada pueblo”.184
Ahora bien: la interpretación del sentido de la literatura latinoamericana a partir de la instauración de una matriz colonial o de una situación marginal, ¿no implica acaso reducir lo específicamente literario a otra cosa? ¿O debería en todo caso restringirse a aquellos autores y obras de crítica y creación latinoamericanas y caribeñas que hubieran tematizado o tratado explícitamente estas cuestiones? ¿No existe incluso quien niega la importancia de la situación colonial, dependiente, subdesarrollada, marginal o que la considera poco significativa para interpretar fenómenos literarios y artísticos? ¿O bien puede afirmarse que esta situación genera precisamente rasgos y procesos característicos, como lo señala Antonio Candido al hablar de “literatura y subdesarrollo”, y que conllevan incluso la necesidad de acuñar nuevas categorías de análisis y conceptos como la tan valiosa noción de “heterogeneidad”, sobre la que el propio Cornejo Polar volvió varias veces a lo largo de su vida?
“Unidad diversificada, el discurso de la literatura latinoamericana no constituye sino la plasmación a nivel estético de la organización que estructura históricamente al continente y que se expresa en la cultura a través de toda una serie de mediaciones. …La literatura es, sabemos, patrimonio universal y la experiencia estética no conoce fronteras, pero las obras surgen de una determinada cultura y se insertan en el tejido de la sociedad que las ve emerger.” -Ana Pizarro, coordinadora, La literatura latinoamericana como proceso, ed. cit., p. 16.
Rama enuncia los requisitos planteados por el crítico brasileño para que pueda hablarse de dicho sistema y los glosa así: (1) Características internas (lengua, imágenes, temas): una lengua cuidadosa pero no hermética ni para iniciados, resultante de un esfuerzo por abrirse al gran público universitario y al hombre culto de ciudad, particular preocupación por el tema de lo popular, el realismo. (2) Existencia de un conjunto de productores literarios, más o menos conscientes de su papel (en este caso, su paulatina toma de conciencia del papel del intelectual en A.L.) y su esfuerzo por poner las aptitudes al servicio de causas amplias.(3) Un conjunto de receptores, formando los diferentes tipos de público, sin los cuales la obra no vive: aceptación de la jerarquía de la lectura y los públicos.(4) Un mecanismo transmisor (de modo general, una lengua traducida en estilos) que liga unos a otros.(5) La “consciente autonomía”, que es también la de esta generación crítica.193
Al referirse a la obra de Cornejo Polar, el crítico Héctor Mario Cavallari escribe lo siguiente:
“[...] para Cornejo la literatura entendida como producción simbólica contextualiza su referente bajo la forma de un sitio múltiple y complejamente articulado de discurso: como una red o entramado de relaciones, de vínculos recíprocos, entre innumerables prácticasdiscursivas heterogéneas. En esa malla, lo estético, lo ético y lo político se cruzan vasta y minuciosamente.”
Así, en una de las últimas entrevistas realizadas antes de su muerte, en 1983, Ángel Rama planteaba este problema y se preguntaba:
¿Qué quiere decir hacer una teoría para la literatura latinoamericana?: ¿significa que nuestra literatura no tiene nada que ver con las literaturas europeas?, ¿que no hay principios interpretativos en las literaturas europeas que son los mismos en las americanas?, ¿que la teoría de la metáfora va a ser distinta en la literatura latinoamericana que en la europea? Entonces se me dirá: que una teoría literaria latinoamericana quiere decir que hay procesos productivos peculiares dentro de nuestro continente. Pero, ¿estos procesos productivos no aparecerán en África también? ¿Las literaturas africanas no tendrán procesos productivos y de elaboración muy similares a los de América Latina, en la medida que son países del Tercer Mundo con determinadas condiciones [...]? Yo creo que la literatura latinoamericana forma parte de un vasto territorio que se llama “las literaturas”, y no se va a encontrar que los tropos son diferentes en las literaturas americanas, que en las literaturas europeas. Yo querría que alguien me probara semejante dislate. Es decir, no se puede estar procurando de tal modo la segmentación de nuestra literatura del conjunto de las literaturas mundiales. Lo que yo creo que se puede hacer y es importante es esto: en la medida que toda teoría se organiza sobre un conjunto de materiales literarios determinados, tú puedes decir que en una teoría realmente general de la Literatura [...] también deben estar las latinoamericanas. Eso sí es correcto. Es decir, que la praxis latinoamericana también debe contar como la praxis europea, china o africana en el momento de diseñar una teoría general de las literaturas. Entonces es correcto y lógico decir que cada una de estas praxis son contribuciones que pueden enriquecer una teoría general, pero esto significa incorporarse al conjunto de la literatura, no separarse, no segmentarse “
Las reflexiones de Walter Mignolo a este respecto son fundamentales:
“La complejidad de interacciones semióticas y transacciones discursivas durante el período colonial nos enfrenta a una fascinante superposición de construcciones territoriales cuya sofisticación simbólica se achata y se pierde cuando, en el gesto etnocéntrico de apropiación, lo cubrimos con la pátina del sentimiento que me identifica como hispano o latino/americano. Por otra parte, nos permite distinguir el canon (que se nos impone como obligación leer y transmitir) del campo de conocimiento y de investigación (que se nos impone como un deseo o un interés perseguir). Lo primero es una herencia cultural construida como territorialidad a la que pertenecemos (o, como extranjeros reconocemos) y transmitimos; comenzamos a construir lo segundo (según la tesis de este artículo), como conocimiento y como diferencia crítica con lo primero. La preocupación por afirmar la identidad cultural latinoamericana frente a la europea fue una etapa necesaria en la “búsqueda de nuestra expresión” e inevitable frente a la callada e imponente identidad del colonizador. Mientras que su prolongación es justificable desde el punto de vista del programa ideológico de un grupo intelectual representativo de un amplio sector de la población, sería contraproducente pensar que la tradición en la que me sitúo incorpora sin diferencia todo el pasado del que me apropio y todo el presente que ignoro o desconozco. La literatura (y las tradiciones literarias) forman parte de lo que soy. Para que ella se constituya en campo de conocimiento es necesario puntualizar la diferencia entre el canon que leo y transmito (la literatura hispano/latinoamericana) como miembro de una cultura o interesado en ella, del campo de conocimiento que construyo y transmito como practicante de una disciplina. Se trata de la simple distinción entre autocomprensión (hermenéutica) y conocimiento (epistemología). El estado de crisis es el de la tensión entre ambos niveles” -Walter Mignolo, “La lengua, la letra, el territorio (o la crisis de los estudios literarios coloniales)”, en Lectura crítica de la literatura americana; inventarios, invenciones y revisiones, ed. cit., p. 25.
Este magnífico fresco de la sociedad rural latinoamericana, con patrones y peones, con escépticos y fanáticos, con poderosos y desharrapados, en el que pululan sin comprender la dimensión histórica cientos de seres empobrecidos y hambrientos, y sobre el que teorizan hombres de la ciudad y del poder que no los comprenden, se dedica a explorar esas fronteras de incomprensión, tierras de nadie que impiden la integración armónica y la posibilidad de erigir un proyecto colectivo.
Descolonizar la imaginación: tal es la tarea que se lleva a cabo en el Omeros,212 obra magna de Derek Walcott, la gran épica a la vez caribeña, latinoamericana y universal que describe vertiginosamente la tala del primer árbol y la caída de los dioses, la cultura, la cosmovisión toda del hombre colonizado. Nuevo Césaire, Walcott transforma con alquimia de artista extraordinario el drama de los pueblos coloniales
La iguana, reptil que ha sobrevivido a todas las catástrofes, sigue habitando esta tierra…La iguana pertenece a una especie zoológica que habita la isla desde la prehistoria (y es más antigua, por tanto, que el hombre mismo), a la vez que se perpetúa como tal en cada ejemplar único e irrepetible. Es a la vez una iguana, la que inspiró el nombre de la isla, y la especie de las iguanas, que sobreviven desde la prehistoria y que se manifiestan en cada individuo, en el día de hoy, en este momento irrepetible…La iguana habita un mundo fuera del tiempo humano, en el presente permanente de las especies, mientras que la historia de la isla comienza con los arahuacos, su exterminio y la llegada de otra raza que derriba los viejos dioses para poner en su lugar al Dios único.
“Hay en la literatura una memoria de la imaginación que nada tiene que ver con la experiencia real, que es, de hecho, una vida distinta, y esa experiencia de la imaginación seguirá dotando de realidad la búsqueda del caballero medieval o la masa de una ballena blanca, gracias a la fuerza de una imaginación compartida [...].
Acepto este archipiélago de las Américas. Al antepasado que me vendió y al antepasado que me compró les digo: no tengo padre, no quiero a ese padre, aunque os entiendo, espíritu negro, espíritu blanco, cuando los dos susurráis “historia”, pues si intento perdonaros a ambos caigo en esa idea vuestra de la historia que justifica y explica y expía, aunque no soy yo quien ha de perdonar [...]. Cuando interpretábais vuestros papeles, esos papeles otorgados por la historia del vendedor de esclavos y el comprador de esclavos, erais hombres que actuaban como hombres [...]. Yo, como el hombre más honrado de mi raza, os profeso una extraña gratitud. Os ofrezco mi agradecimiento extraño y amargo, pero también ennoblecedor, por el monumental gemido y la fusión de dos grandes mundos, como las dos mitades de un fruto cosidas por su propio jugo amargo, porque exiliados de vuestros propios Edenes me habéis situado en otro Edén prodigioso, y ésa fue mi herencia y vuestro don.” Derek Walcott, “La musa de la historia” [1a ed. en inglés 1998], en La voz del crepúsculo, traducción de Catalina Martínez Muñoz, Madrid, Alianza Editorial, 2000, pp. 84-86.
Escribir es pues denunciar y estilizar, representar y crear, recordar e imaginar, hacer de la cicatriz del hombre colonizado un principio de reflexión y de emancipación, descolonizar en el más alto sentido de la palabra: descolonizar la imaginación.
Con las vanguardias el sistema literario evidencia nuevos cambios: el campo literario consolida su autonomía, se enriquecen y radicalizan los lenguajes artísticos y se genera un público especializado receptivo surgido de los sectores cultos urbanos; se instaura el ideal universalista de la creación artística y se descubren nuevas categorías para pensar y producir la literatura: tal el caso del concepto vanguardista de "imaginación" y "ruptura". Muchos escritores y artistas de vanguardia ——Vallejo, Asturias, Carpentier, Wifredo Lam— descubren paradójicamente en París los nuevos modos de acercarse a América Latina.
Se genera en la década de los años sesenta y setenta el fenómeno por todos conocido como boom, categoría confusa que designa varias cosas al mismo tiempo: la emergencia de nuevas formas literarias, que alcanzan —como dice Rama— altos estándares de calidad y fijan nuevas metas elevadas a vencer; una nueva etapa en la profesionalización del escritor; un nuevo fenómeno de recepción por parte del público y un éxito editorial y de ventas. Obras como Cien años de soledad marcan un momento culminante de la novela que Rama denomina "culta- popular"
La redefinición del sistema literario latinoamericano se evidencia pues en el meollo mismo de las obras, y en la alteración de las formas de representación de la realidad, el deslinde de géneros y de estilos, etcétera.
Con el boom nuestro "cosmopolitismo" llega a su etapa más alta y a su vez entra en crisis. El boom representó un momento crítico en la modernización de nuestro sistema literario, con la estandarización de la lengua literaria en América Latina, y el hallazgo de formas que conciliaban admirablemente lo culto y lo popular e incorporaban el paisaje urbano.
Dado que buena parte del mundo ya no puede ser captada de manera comprehensiva por la experiencia del hombre común, y ha pasado a constituir tema de especialistas, existe como nunca antes en la historia un desajuste entre las nuevas realidades, las zonas recortadas para conocedores, y la posibilidad de nombrarlas. Nuestra megalópolis se vuelve ancha, ajena y massmediática.
A este abigarrado panorama deben sumarse importantes fenómenos relacionados con las nuevas formas de reproducción artística y literaria. Por ejemplo, se abaratan, agilizan y estandarizan las formas de edición del libro, papers y fuentes documentales, con el desarrollo de la informática y las nuevas "supercarreteras" virtuales (correo electrónico, internet, discos compactos, etc.). Sin embargo, esto no ha derivado en una baja de precios y mayor circulación del libro, puesto que éste ingresa a su vez como mercancía diferenciada en un circuito manejado por empresas editoriales en creciente proceso de concentración, muchos de cuyos representantes más poderosos monopolizan desde las decisiones de qué publicar hasta las de cómo distribuir.
Nuevos fenómenos repercuten en los más variados sectores del sistema literario. No sólo afectan, como se ve, los canales de circulación y las formas de recepción, sino que también inciden en la redefinición del lenguaje artístico, en la eclosión de nuevos temas y formas de tratamiento de esos temas, e incluso en la reconfiguración de los sistemas genéricos. P.191
No anunciar pues la muerte del intelectual, sino someter las ideas a la autocrítica y dedicarse a una interpretación leal de la realidad social, debería ser tal vez con mayor fortuna la tendencia de nuestro mundo intelectual.
Juan Villoro, en la entrevista titulada “Escribir es inventar la lengua”, dice:
“Cuando un mexicano o un peruano o un argentino traducen desde esta orilla, lo hacen tomando en cuenta que hay muchos modos del español, de tal forma que, por encima de cualquier regionalismo, buscan acceder a un lenguaje de uso común literario. En eso consistió toda la operación de la revista Sur, en Argentina, que no es la única posible, pero me parece muy interesante. Me refiero a una idea de la lengua como algo que hay que conquistar, insisto, a través de una invención. Algo que por lo común tiene mucho que ver con la impresión, por parte de quien escribe, de hallarse en una relativa periferia cultural. Otra cosa es que al mismo tiempo estén actuando, en una dirección sólo aparentemente afín, procesos de normalización y estandarización de la lengua inevitablemente relacionados con los flujos de la moda y del mercado, con la mayor o menor facilidad de acceso a los lectores o a las editoriales.”
Al mismo tiempo que establecen un nuevo pacto de identidad a través de la lengua — pacto en el que mucho tiene que ver la invención de un lenguaje literario cuyas reglas no tienen por qué obedecer a la “legalidad” y a las “condiciones de inteligibilidad” dadas por los académicos y guardianes de la pureza del lenguaje—, los nuevos escritores se rehúsan a aceptar que sean ciertas características temáticas o estilísticas, y principalmente el “exotismo” a que ha dado lugar la deformación del fenómeno de lo real maravilloso, las que se consideren nuestras marcas creativas
“La globalización significa que la modernidad ya no se confina a las fronteras nacionales, sino que se vuelve modernidad-mundo. El vínculo entre nación y modernidad, por lo tanto, se escindirá. En este caso, las múltiples modernidades ya no serían sólo una versión historizada de una misma matriz, a ellas se agrega una tendencia integradora que desterritorializa ciertos items, para agruparlos en tanto unidades mundializadas. Las diferencias producidas nacionalmente están ahora en parte atravesadas por un mismo proceso. Por ejemplo, el surgimiento de identidades desterritorializadas (el universo del consumo) que escapan a las fronteras impuestas por las diferentes modernidades de cada lugar.” Renato Ortiz, “América Latina. De la modernidad incompleta a la modernidad-mundo”, ensayo seleccionado y publicado por la revista Nueva Sociedad (Caracas), núm. 166 (2000), y dado a conocer también por la internet (http://www.nuevasoc.org.ve/n166/ensayo.htm). Las citas corresponden a esta última modalidad.
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saulcastillo · 1 year ago
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⩔ Hacía tiempo que no nos pasábamos por las páginas de la genial revista Historia de la National Geographic y teníamos guardados algunos trabajos de esos que merece la pena destacar con calma.
Uno de ellos se publicó en abril y formó parte del reportaje central de la revista, sobre las piedras sagradas de Stonehenge y su relevancia espiritual durante 1.500 años. A lo largo de veinte páginas podemos disfrutar además de imponentes fotografías, de reconstrucciones visuales sobre su localización en el mapa, sobre el proceso de levantamiento de las piedras o sobre las características propias de algunos conjuntos monumentales en el sur de Gran Bretaña.
» Historia (National Geographic) #232, de abril de 2023
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biodiversidadenaccion · 1 year ago
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Biodiversidad y glaciares: peligros y consecuencias del cambio climático
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La alerta climática hace volver la mirada hacia los gigantes de hielo y su rica biodiversidad que vemos desvanecerse ante nuestros ojos. Greenpeace alienta la lucha por su conservación y salvaguarda, que una vez más, está en manos de cada acción de cuidado llevada adelante por cada actor social. 
Es una triste noticia saber, de modo científico, que los bellos e imponentes glaciares de todo el planeta están menguando de modo alarmante año tras año. Esto no sólo es triste desde el punto de vista contemplativo, ya que los glaciares son estéticamente admirables y majestuosos, sino que además, ellos desempeñan un papel crucial en la vida de toda la humanidad. 
La función natural principal de los glaciares es la de actuar como reservorios de agua monumentales . Estas moles de hielo son las que guardan y atrapan el agua que cae sobre su estructura en forma de nieve durante las estaciones húmedas y que luego, van liberando poco a poco como agua de deshielo en las temporadas más secas. Al proceder de este modo, los glaciares abastecen de agua a los ríos que, por ellos, pueden regalar en su cauce abundante y constante suministro de agua a lo largo de todo el año. 
Muchas personas ignoran que los glaciares, además de ser bellos y alegrar el alma de quien los contempla, son parte integral de la actividad industrial, de los medios de vida, de la naturaleza y del clima en todos los continentes del planeta en donde se encuentran. Y,sobre todo,que son cruciales a la hora de sustentar la vida en algunas de las regiones del planeta más densamente pobladas y con un ritmo rápido de expansión.
La vida del hombre y su dependencia de los glaciares
Las personas que habitamos esta tierra dependemos más de lo que nos imaginamos del agua que proviene de los glaciares. Por ejemplo, esto se da de modo vital en el caso de la producción de energía hidroeléctrica para el riego,para las actividades ganaderas, y también para la producción y el sector del transporte.
Pero , ocurre que el delicado equilibrio que ha mantenido en pie a los glaciares ha entrado en crisis a nivel global desde hace ya un largo tiempo .Este desbalance o desajuste ha provocado la disminución de su volumen a una velocidad que , lamentablemente, va en progresivo aumento.
Ahondar en esta problemática y comprender la celeridad con la que el planeta se está quedando sin sus glaciares, posibilitará en gran medida su protección y ayudará en el futuro, a las personas que dependen de ellos para la vida de un modo más estrecho a tomar medidas de ajuste en sus actividades y estilos de vida.
Índice de vulnerabilidad de los glaciares
Si se evalúan datos, como ser, el grosor de los glaciares, su precipitación o rompimiento, la capa de nieve que cubre su superficie y, en conjunto, todo ello vinculado a las demandas de agua requeridas por parte de la agricultura,las poblaciones cercanas, las industrias y la que necesita la naturaleza aledaña para subsistir se lleva a un índice evaluador muy útil. Arthur Lutz, geógrafo , físico e investigador de la Universidad de Utrecht en Holanda, creó con todas estas variables un índice de vulnerabilidad de los glaciares.
A este índice de vulnerabilidad se lo asoció a una región del planeta puntual, pudiendo individualizar así, cada índice o “torre de agua”, con una región particular. De este modo, los científicos identificaron 78 “ torres de agua” en la que cada “torre” se identifica con un conjunto de glaciares,ríos y cadenas montañosas que se consideran como un grupo compacto de estudio . También cada “torre de agua” recibe el nombre de un río del planeta para su identificación.
Así, los científicos pudieron demostrar la importancia vital de cada torre de agua para su particular región del planeta. Luego, utilizando sistemas de predicciones sobre las poblaciónes y las industrias, y su curva a futuro, se pudo llegar a conocer qué tan vulnerables serían al cambio climático en el corto y largo plazo.
Las torres de agua del Ganges y del Asia Central 
Algunas regiones del mundo, por ejemplo donde se ubican las torres de agua del Ganges y del Indo y , en Asia Central, las torres de Amu Daria y de el Sir Daria obtienen puntuaciones de vulnerabilidad muy altas», indicó Lutz.
«Eso sucede porque estas torres o sistemas poseen grandes cantidades de agua almacenada en formaciones glaciares y también abundantes capas de nieve. Además, la demanda de agua río abajo es muy grande y los valles, la fauna , la flora y las personas que viven en esas regiones dependen en extremo del agua de la montaña».
De modo similar, la región que conforma la torre del Indo en Pakistán y el noroeste de la India, abastecen el sistema de riego más grande e importante del mundo. Poblaciones compuestas por miles de millones de personas necesitan de modo vital de esta cuenca proveedora de agua como sustento para sus fuentes de alimento y para el desarrollo de sus economías. 
El valor económico de los glaciares
El Producto Bruto Interno (PBI) que se produce en las cuencas del Ganges-Brahmaputra y del Indo dependen del agua de deshielo de los glaciares que en 2000 alcanzó un valor de alrededor estimado de US$420.000 millones y US$295.000 millones, respectivamente.
Pero, se estima que para el 2050, las poblaciones de Pakistán, India y Bangladesh se expandirán de modo significativo y las economías de estos países se acelerarán de modo veloz. En cifras esto arroja como resultado que el PIB producido en esas cuencas hídricas, aumentará a US$5 billones y US$2,5 billones, lo que representa un aumento de 11 y 8 veces su valor, ubicándose en el primer y tercer lugar en la lista de vulnerabilidad de Lutz y sus equipo.
Estas cifras, sólo dejan ver en ejemplos concretos, cuán necesarios son los glaciares para el desarrollo de la vida de innumerables poblaciones alrededor del mundo. La ventaja de contar con un índice de vulnerabilidad posibilita tomar conciencia y accionar en pos de mayores y significativos cambios para lograr su conservación. Ello implica accionar de modo concreto para evitar el aumento de la temperatura del planeta. También, lo que evidencia el índice de vulnerabilidad de los glaciares es la crucial importancia de comprender de modo cabal la velocidad con la que estamos perdiendo a este maravilloso recurso de la naturaleza y accionar en consecuencia.
Originally published at http://accionbiodiversidadblog.com/ June 29, 2023.
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agendaculturaldelima · 3 months ago
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  #EspacioAtemporal #Fotografia
🖼 “BUCÓLICA” 🌎📷
💥 Exposición que nos presenta una selección de treinta y cinco obras, a través de dos de las series de su colección fotográfica. La primera comprende escenarios del Perú y del Mundo, territorios ricos en historia, tradiciones, diversidad natural y cultural.  La intención del autor es mostrar la expresión estética de grupos humanos que viven y diseñan sus paisajes a través de vínculos armónicos con la geografía, como en el Valle del Colca, las planicies monumentales de Chinchero, la Toscana (Italia) o los viñedos romanos del Duero (Portugal).
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🌚 La segunda es una serie nocturna que muestra retratos y escenarios andinos registrados durante sus viajes a nuestro país realizados entre los años 2009 a 2022. Aquí el protagonismo es de los peregrinos del Qoyllurit’i, tradición religiosa sincretista que ocurre en las alturas de Ocongate (Cusco). Ambos conjuntos fueron realizados con técnicas por las que es considerado una referencia en Brasil: la fotografía infrarroja y el «Light Painting» o pintura con luz.
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🚨 La fotografía infrarroja registra una parte del espectro de la luz y color que son invisibles al ojo humano, posibles de ser capturados a partir de su grabación en películas o sensores electrónicos modificados en laboratorios especializados para ese fin. La técnica del Light Painting, desarrollada por Cepeda, consiste en iluminar con un trazo de luz al objeto fotográfico, mientras se toma el momento con una cámara de larga exposición.  El resultado es una pintura fotográfica plasmada en una película analógica a modo de lienzo o en una tarjeta de memoria digital. La duración del registro o del “click” puede variar entre un par de minutos a casi una hora. Ambas técnicas son identidades visuales que Cepeda utiliza para revelar un mundo oculto a través de su caligrafía personal. Gran parte de su acervo, como varias de las imágenes que componen la exposición, es producido en película, con cámaras de formato grande, fabricadas en los años cincuenta.
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👨‍ Artista:Renan Cepeda (Brasil).
🔎 Curaduría: Beatriz Canales Languasco.
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📌 INAUGURACIÓN:
 📆 Jueves 17 de Octubre
🕛 12:00m.
🏛 Galería del Centro Cultural Inca Garcilaso (jr. Ucayali 391 – Centro de Lima)
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🎯Temporada: Hasta el 24 de Noviembre
👪 Visitas: Martes a Viernes 🕙10:00am. a 8:00pm. / Sábados, domingos y feriados 🕙10:00am. a 6:00pm.
 🚶‍♀️🚶‍♂️ Ingreso libre
📣El dato: Visita Guiada el Sábado 19 de octubre 🕚 11:00am. 
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📝 CV.- vive y trabaja en Río de Janeiro, en su estudio en Santa Teresa, barrio de los artistas cariocas. Ha sido fundador y presidente de los festivales de arte de esa localidad.  Es representado por la Galería Gaby Indio da Costa Arte Contemporánea (Río) y por la WM Gallery (Amsterdam).  Ha sido galardonado con diversos premios internacionales, entre otros el  Sony World Photography Awards en 2007 y 2012 y, el Premio Pipa (2020).
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camposmarisma · 4 months ago
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¡Hola! Somos el grupo 23, estudiantes de primer año de Arquitectura. Somos Enrique Albarrán Acosta, Pedro Jesús Silva López y Azahara Rosa Rodríguez, los cuales procedemos de tres pequeños pueblos con bastantes características en común pero a la vez muy diferentes entre sí. Estos cuentan con estructuras arquitectónicas de una gran antigüedad sobre el ámbito rural, pero como se da en el caso de Enrique, también más recientemente construidas. Todas ellas son admirables teniendo en cuenta la época de su construcción, los materiales usados y sus circunstancias, sin dejar atrás la belleza de la arquitectura que desprenden.
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Mi nombre es Enrique Albarrán, soy de Bollullos par del condado, un pueblo de Huelva. Bollullos destaca por su conjunto bodeguero compuesto por varias decenas de bodegas monumentales correspondiente al periodo entre los siglos XVIII y XX. Entre ellas se encuentra Bodegas Privilegio del condado que se construyó en 1955. Es una de las bodegas más importantes del pueblo, en su interior se puede ver arcos de grandes dimensiones. Esta bodega cuenta con un museo muy llamativo por su fachada de cristalera de rombos, inaugurado en 2013 y diseñado por la arquitecta Fátima Pablo Romero.
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Nuestro siguiente compañero es Pedro Jesús Silva, proveniente de La puebla de los infantes. Un pueblo localizado en la sierra norte. Sus influencias arquitectónicas más remarcables han sido entre otras: el Castillo, de estilo gótico mudéjar y las Ermitas y la Iglesia de estilo mudéjar de entre el siglo XIV y XV. Aunque una de las construcciones más llamativas para él siempre ha sido la presa de José Torán situado en el cauce del Rio Arroyo Guadalbarcar. Es una presa de Bóveda y que consta de una superficie 234 km2 que ha sido fundamental para el abastecimiento y su uso por parte de los pueblos de la zona. Una increíble obra arquitectónica únicamente superada por su funcionalidad.
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Por último, nuestra compañera Azahara Rosa, proveniente de un pueblo de Extremadura, llamado Fuente del Maestre. Dicho pueblo está dotado de varias estructuras arquitectónicas de gran antigüedad y estilo mudéjar, las cuáles con bastante cuidado y admiración siguen llamando la atención de muchos visitantes, ejemplos de estas son: la muralla urbana del siglo XIII, que llegó a alcanzar los 10 metros de altura y circundaba una superficie de unas 15 hectáreas; o la fuente del corro, edificada según sus trazas en época Renacentista. Siendo estas de gran importancia debemos destacar la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria compuesta por la torre, la nave central y la cabecera del crucero, las cuales pertenecen respectivamente al estilo gótico-mudéjar, el hispano flamenco y el renacimiento, muy diferentes entre sí por lo que genera un conjunto muy armonioso. Esta se ha ido construyendo y reformando a medida que han ido pasando los años desde el siglo XV, dándose la última restauración en 2015.
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uniquetyphoonmiracle · 4 months ago
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El parque JUAN CARLOS I está lleno de ESCULTURAS MONUMENTALES que me parecen MUY REVELADORAS desde una REPRESENTACION del PARAISO O GENESIS..el jardín de las 3 CULTURAS MONOTEISTAS ..el HOLOCAUSTO JUDIO..El MONUMENTO A LA CUMBRE DE PAZ en ORIENTE MEDIO celebrada en MADRID en 1992.. a LA CULTURA de MEXICO y lo que llaman los CANTOS DE LA ENCRUCIJADA o el FIN DE LAS MONARQUIAS o EL LEGADO DE SUS CIVILIZACIONES..etc
Por cierto..me cruce a uno escuchando IN THE END del debut cd TEORIA HIBRIDA de LINKIN PARK cuyo suicidado cantante también lo era de DEAD BY SUNRISE y sustituyo al malogrado cantante de STONE TEMPLE PILOTS=cd TINY MUSIC ..SONGS FROM THE VATICAN GIFT SHOP
"Monumental pieza, de intensas resonancias simbólicas y elaborado discurso poético, compuesta por un inmenso
trono o sitial de acero sobre el que reposa una gran maleta, perteneciente a un viajero solitario en busca de su
identidad. Con ello se pretende reflejar el concepto de transitoriedad o de paso, a través de un jeroglífico que
alude a #lo que se lleva y lo que se deja# en una encrucijada. Remata el conjunto la palabra NOS (el plural
mayestático), en recuerdo a las monarquías pasadas y a la existencia de una jerarquía orientadora. La obra se
ubica en el interior de una gran pirámide truncada, de carácter místico y evocación histórica, que rememora a las
antiguas construcciones precolombinas y a la que se accede a través de un angosto e inquietante pasaje central.
El resultado invita a reflexionar sobre nuestro destino y el legado de las civilizaciones."
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sonyclasica · 11 months ago
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JONAS KAUFMANN
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PARSIFAL
Jonas Kaufmann canta el papel principal en una nueva grabación en directo de Parsifal de Wagner que Sony Classical publicará el 1 de marzo. Procede de las representaciones en la Ópera Estatal de Viena bajo la dirección de Philippe Jordan con Elīna Garanča como Kundry, Georg Zeppenfeld como Gurnemanz y Ludovic Tézier como Amfortas.
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Las reacciones de la prensa tras la primera noche en la primavera de 2021 fueron unánimemente positivas. Der Standard habló de "un festín de buen canto" e incluso de "un reparto sensacional", mientras que Die Zeit alabó los logros de "un conjunto de lujo". Una y otra vez, los críticos mencionaron la riqueza de matices de la interpretación musical. Como el "inocente" Parsifal, Jonas Kaufmann fue elogiado por su capacidad para modular entre una mezza voce hechizante y los arrebatos dramáticos más estremecedores. Dos cantantes interpretaban sus papeles por primera vez: Elīna Garanča hacía su esperado debut como Kundry, al que aportó una soberana autoridad, mientras que Ludovic Tézier cantaba su primer Amfortas. Tanto Tézier como Georg Zeppenfeld como Gurnemanz aportaron a sus papeles una belleza bel canto con el espíritu que el propio Wagner siempre había apreciado. Aclamado internacionalmente como Hans Sachs en Die Meistersinger von Nürnberg de Wagner, Wolfgang Koch ofreció una interpretación fascinante como Klingsor.
La producción se había esperado con impaciencia, pero tuvo que presentarse -y grabarse- sin público cuando finalmente se presentó en abril de 2021, en plena pandemia de coronavirus. El director Kirill Serebrennikov se inspiró en la frase "Aquí el tiempo se convierte en espacio" y ambientó la obra en una prisión. Serebrennikov había pasado varios años bajo arresto domiciliario y en libertad condicional, y en la época en cuestión tenía prohibido salir de su patria, por lo que tuvo que dirigir su nueva producción a distancia, mientras un equipo de colaboradores trabajaba en la puesta en escena en Viena. Su concepción de la obra que el Süddeutsche Zeitung llamó una "ópera sobre el tema de la liberación" y que el Der Standard describió como "un drama de múltiples capas sobre las relaciones humanas" resultó convincente. Die Welt habló de una fascinante "distopía futurista".
No es de extrañar que el último drama musical de Wagner siga fascinando al público hasta nuestros días gracias a su misticismo relacionado con el Grial, su simbolismo cristiano y sus cuestiones subyacentes sobre la culpa y la expiación. Tampoco debemos olvidar su vena narrativa de gran densidad armónica, su complejo uso de la tonalidad y los colores tonales, su avance psicoanalítico sobre las obras anteriores de Wagner, su simbolismo altamente metafórico y detallado y, por último, pero no por ello menos importante, su duración. Todos estos elementos representan un tremendo desafío musical tanto para la orquesta como para los solistas.
Philippe Jordan ya había dirigido toda una serie de otras producciones de la obra en otros lugares, incluido el Festival de Bayreuth de 2012, por lo que estaba íntimamente familiarizado con las exigencias musicales de la partitura. Pero, como ha observado el director de orquesta de origen suizo, "Todo director de Parsifal debe hacer algo más que limitarse a guiar la interpretación, también debe dejar que ciertos aspectos sigan su propio curso si quiere hacer justicia a una obra de proporciones tan monumentales".
El Parsifal de Wagner con Jonas Kaufmann, Elīna Garanča, Georg Zeppenfeld, Ludovic Tézier, Wolfgang Koch, el Coro y la Orquesta de la Ópera Estatal de Viena bajo la dirección de Philippe Jordan será editado por Sony Classical en CD y formatos digitales el 1 de marzo de 2024.
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alexamarierodriguez · 1 year ago
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Gehry vs. Moneo
Hoy en día, el modernismo se ha popularizado en la arquitectura, queriendo lo más funcional y simplificador en los edificios. Pero a través de este estilo cotidiano moderno, todavía hay otros arquitectos que van por lo tradicional y contemporáneo. La arquitectura contemporánea es el conjunto de estilos arquitectónicos actuales, esto es, de los últimos 30 años. Así, encontramos edificios que rompen con la arquitectura tradicional. La arquitectura contemporánea es el conjunto de estilos arquitectónicos actuales, esto es, de los últimos 30 años. Así, encontramos edificios que rompen con la arquitectura vieja tradicional. El objetivo de este estilo es diferirse en la tecnología, sea mucho más avanzada e integrada en la arquitectura contemporánea, buscando apuesta por la sostenibilidad. algunas características de esta arquitectura contemporánea es lo minimalista, mayor libertad en forma y el diseño, viviendas sostenibles, elegancia y sencillez, etc. Rafael Moneo, arquitecto español que trabaja en la arquitectura española contemporánea, y Frank Gehry, otro arquitecto que trabajaba en lo posmoderno, pensaban muy similar pero se destacaban con estilos muy diferentes.
Vamos empezar primero con Rafael Moneo, un arquitecto español reconocido por toda España. Dicho arquitecto estudió en la escuela de arquitectura de Madrid donde se licenció en el 1961. El arquitecto tiene mucho reconocimiento internacional donde ha ganado por su contribución a la arquitectura contemporánea como en el 1996 recibió el premio Pritzker cuál es uno de los honores más grande en el campo de la arquitectura trayectoria. Moneo tiene muchos reconocimiento por enfoque contextual en sus proyectos donde busca integrar sus diseños con el entorno circundante. El contextualismo lo ayuda a saber dónde ponen la sencillas y claridad de sus diseños. Su edificio a menudo presentan forma geométricas simple y lineal limpia cual aquí se presenta la elegancia. Su variedad arquitectónica se debe al estudio de la Historia y el urbanismo: cada obra es inimaginable fuera de su emplazamiento original, entendiendo la arquitectura como un elemento más de la naturaleza, “una actividad necesaria y poco menos que inevitable”, en sus propias palabras. Una de sus obras más destacadas son las torres blancas en Madrid, España. Es un edificio de viviendas cual se destaca por la forma peculiar redonda que tiene cada cuarto. Sus características formas cilíndricas de hormigón no dejan que el Edificio Torres Blancas pase desapercibido.
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Por segundo, Frank Gehry es conocido por sus elementos atrevidos y formas inusuales, los diseños de Gehry trascienden los edificios ordinarios para convertirse en verdaderas obras de arte monumentales. En 1949, se mudó a Los Ángeles para asistir a la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Sur de California. Una características distintiva de muchos diseños de Gary en la aparente falta de alineación y la disposición no convencional de los volúmenes cual se diferencian mucho a la arquitectura de Moneo. Muchos de sus proyectos parecen estar dispuestos de manera aleatoria, creando una sensación de movimiento y dinamismo. Gehry trata de desafiar las reglas tradicionales de la arquitectura, buscando descomponer y cómo reorganizar las formas para crear sus proyectos visualmente impactantes y a menudos abstractas. Unos tipos de estilos que contienen la obras de Gehry son: el cubismo, el expresionismo y escultura contemporánea. La primera oportunidad para trabajar como arquitecto para Gehry fue rediseñar su casa. 
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Esto es unas de las obras más destacadas donde puedes ver la gran creatividad de cada uno de sus diseños y como el arquitecto trata de trabajar con lo abstracto y lo no-cotidiano en sus proyectos. Rodeó el búngalo con acero corrugado y lo “abrió” con un tragaluz en ángulo.
En conclusión, los dos arquitectos no sólo son reconocidos por su habilidad técnica pero también por el enfoque de creatividad y expresión que contiene cada una de sus obras. Me encanta como sus trabajos reflejan una combinación única de modernidad y respeto a la tradición entiendo que lo hace resaltar más. Creo que prefiero más las obras de Gehry, la razón que cada una de ellas tienen un cierto aspecto que resalta con el cubismo y lo abstracto implementado en su arquitectura. Esta característica es algo que se ve en todo tipo de arquitectura y es muy impresionante en cuantas obras numeradas Gehry pudo involucrar su innovación estructural.
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hala2021 · 1 year ago
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Cambiar la historia no es cambiar a los protagonistas 
Recién tomé un jugo de zanahoria, manzana y pepino. Yo tomo todo tibio, nunca nada frío y ni siquiera helado. Y estuve pensando en cambiar el aceite para la fritura. 
Estaba pensando en que si los países colonialistas, que se cansaron de robar a los árabes y a otras naciones, se enriquecieron gracias a nosotros, hoy, esos ladrones se visten con traje y corbata y viajan en lujosos autos con vidrios polarizados y custodias. Y relacionaba esto con los colegios, que quitaron horas de Historia. Y todo tiene una historia, que muchos quieren ocultar. Hoy vemos la masacre en Palestina, que no promocionan los medios hegemónicos. Cuando yo estudié en primaria y en secundaria, jamás escuché la palabra Palestina. La primera vez que leí sobre ese país, robado por los sionistas provenientes de Europa, fue cuando estudiaba la Biblia con los Testigos de Jehová. Yo leí en la Biblia que Jesús caminaba por Palestina. No obstante, para mí solo era una palabra, no significaba nada. Los ladrones de tierra viajaron hasta Palestina huyendo del holocausto judío. Y una organización mundial, llamada ONU, intervino y se tomó el derecho de decir que les regalaba la tierra a los judíos sionistas y a Palestina se le cambió el nombre por Israel. Pero antes de la creación de ese estado artificial, año 1948, los británicos controlaban el lugar. Y si hablamos de Gran Bretaña, entonces, hablamos de Europa. 
Por eso, es importante conocer la historia, para entender de que hoy los ladrones de tierras dominan el mundo y por eso su cultura se torna decadente y primiscua. Nacen nuevas ideologías represoras, y asociadas a ellas otras, libertinas. Todo un conjunto de excremento occidental, sentado sobre las bases de nuestro pueblo pisoteado, tal cual hoy están haciendo con el territorio de Gaza, una pequeña porción de tierra de palestinos, que fueron desplazados por los sionistas que se apropiaron de ese lugar. 
El otro día una musulmana decía que el Talmud, un libro judío, dice un montón de porquerías. Sin embargo, cuando yo estudiaba Judaísmo, jamás me lo mostraron, lo ocultaban tal cual si fuese un secreto. Yo quise comprar uno, en una librería judía, y el vendedor me preguntó quién era y no me lo quiso vender. Solo mostraban fragmentos seleccionados. En una palabra, yo me metía en cualquier lugar, con cualquier persona. Andaba por el mundo con gente indeseable, hombres que solo buscaban momentos efímeros, ningún compromiso. También, amigas que tuve en mi juventud, que solo pensaban en bailes, alcohol, cigarrillo y bromas subidas de tono. No me sentía representada por ese mundo construido sobre la base del robo de tierras por parte de los europeos, y del país del norte, Estados Unidos. 
Querer cambiar la historia a muchos los benefició. Sin embargo, cambiar la historia no es cambiar a los protagonistas. Por más que quieran ocultarlos, hoy combaten en Palestina. Y por supuesto, esos mismos ladrones que invadieron otros países, que hoy tienen el poder mundial, llaman a nuestros combatientes con el título de «terroristas». Y por supuesto, si todo se ve desde la mirada de ellos, los verdaderos dueños de la tierra somos los terroristas; y ellos, los civilizados del mundo. Ahora publican, desesperados, sobre Ucrania y otros problemas mundiales, para que la gente se olvide de Palestina. Y esa palabra a ellos les duele. Y por eso, decidí poner la bandera de Palestina en mi perfil, en mi celular y la frase: «Viva Palestina». Porque ellos no solo quieren borrar la historia para parecer como héroes y superiores intelectualmente, sino que también quieren eliminarnos a nosotros, los que no formamos parte de sus conspiraciones o robos de tierras. 
Ayer pensaba en que si todo está controlado por estos ladrones monumentales, monstruos gigantes y poderosos, también la alimentación está controlada por ellos. ¿Alguna vez te pusiste a pensar en por qué nos enfermamos? No debería ser así. Mas la alimentación está controlada por esa gente que hoy domina empresas, culturas y que se encarga de que en los colegios nadie pregunte sobre qué es Palestina. Y pensaba en las frituras. ¿Por qué hacen mal los fritos? ¿Es la comida o es el aceite? Y navegando por las redes sociales alguien aseguraba que los únicos aceites buenos para freír son el aceite de aguacate y el aceite de oliva. ¿Y sabías que muchos árboles en donde se extrae el aceite de oliva están en Palestina? Y me dije que pienso cambiar el aceite. Claro, es caro, pero no tengo por qué comer fritos todos los días.
Hoy me toca la mezquita. Hoy me siento palestina.
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carreteando · 1 year ago
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holapoke · 1 year ago
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¿Merece la pena comprar Pokemon 151 en inglés?
Para los maestros Pokémon y coleccionistas por igual, la aparición del set Pokémon 151 ha generado revuelo y expectativas monumentales en el universo del Juego de Cartas Coleccionables Pokémon. Pero, ¿Merece la pena comprar Pokemon 151 en inglés? Este conjunto reúne, por vez primera, a los icónicos 151 Pokémon de la región de Kanto, y se presentó ante nosotros el 22 de septiembre. Es…
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joseandrestabarnia · 2 years ago
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Bodegón con ollas, 1876, de Janez Šubic (Poljane nad Škofjo Loko, 1850 - Kaiserlautern, 1889). Óleo, lienzo, 28 x 40 cm. NG S 1160, Galería Nacional de Eslovenia, Ljubljana
Bodegón con ollas, antes conocido como Interior con herramientas y ollas, es la única pintura de este tipo en la colección de Janez Šubic en poder de la Galería Nacional. El lado izquierdo de la pintura muestra varios recipientes para almacenar alimentos y herramientas, con los más pequeños dispuestos en un estante y los más grandes de pie en el suelo. Entre ellos hay una regadera, un barril y una jarra barrigona, con un par de pantuflas colocadas al lado. Una tabla para cortar madera completa este grupo de objetos. A la derecha de la pintura, proyectada en la sombra, se puede distinguir un conjunto de herramientas de chimenea apoyadas contra la pared. En el centro de la pintura, ropa de trabajo sencilla cuelga de la parte superior, que el pintor ha representado como una cascada brillante de cortinas. Un hacha cuelga junto a la ropa, esperando ser utilizada de nuevo, como todos los objetos que se han guardado en silencio. Aunque el cuadro es de pequeño formato, los objetos representados son monumentales en su simplicidad. La naturaleza muerta se creó cuando el artista había regresado de Roma y atravesaba una profunda crisis, que pasó en soledad y en circunstancias difíciles en su casa de Poljane nad Škofjo Loko.
Información e imagen de la web de la Galería.
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danielapaez · 2 years ago
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Reflexiones Podcast #10
¿Cómo nos imaginamos la ciudad barroca?
El Barroco, puede ser considerado como un periodo fuertemente innovador desde el punto de vista urbanístico. En contraposición con el Renacimiento, representó una época de gran actividad urbanística. En numerosas ciudades, el derribo de las murallas medievales obsoletas permitía incorporar terrenos a la ciudad que ofrecían la posibilidad de construir bulevares interiores o paseos. Se incorporan al diseño de la ciudad nuevos trazados en los que se refleja una preocupación por la simetría y la búsqueda de composiciones equilibradas. Con este objetivo, la utilización de las calles rectilíneas irrumpen con fuerza en el plano y sirven de instrumentos que marcan el crecimiento de las ciudades. Existe una preocupación por la introducción de la perspectiva en el tratamiento de los paisajes urbanos. Los edificios monumentales se emplazan en localizaciones específicas que permiten lograr un tratamiento estilístico unificado del espacio.
 Por lo que se convierte en una ciudad abierta en la que el urbanismo entra en contacto con la naturaleza, sobre todo los jardines que tienen un papel primordial.
 TENEMOS :
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Los palacios o residenciales reales de las monarquías europeas son un buen ejemplo de ello. En estos conjuntos residenciales, juegan con las simetrías y las proporciones para crear unos paisajes geométricos muy impactantes.
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agendaculturaldelima · 5 months ago
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#FotografiaPeru #EspacioAtemporal #AmigosInolvidables
📖 “VER POR CONTACTO. FOTOGRAMAS [2014 – 2024]”📷 💥 Publicación que reúne la obra producida en los últimos diez años del fotógrafo y artista visual Roberto Huarcaya, que nos presenta un conjunto de fotogramas de gran formato (“monumentales”). realizados con distintas técnicas (cianotipo, marrón de Van Dyke, etc.) en diferentes regiones del territorio nacional: desde las costas del Pacífico hasta los bosques de la Amazonía pasando por las montañas de los Andes.🌳🏔👀 🔎 Curaduría: Alejandro León Cannock. © Producción: Icpna Cultural.
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📌 IMPERDIBLE: 📆 Martes 06 de Agosto 🕟 4:00pm. 🏪 Auditorio Clorinda Matto de Turner (av. Salaverry cdra. 17, Parque Próceres de la Independencia - Jesús María)
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🎯 Entradas: 🎫 Adultos: S/.6 🎟 Estudiantes y Docentes: S/.4
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ateneanike · 3 years ago
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Pafos, Chipre. Uno de los conjuntos monumentales más espectaculares: La Tumba de los Reyes o el mosaico de la Casa de Dioniso es un ejemplo de lo mucho que podemos hallar entre el yacimiento.
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