#Cobayas Mutantes
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La Selva de Leones, XLIII. 4 Cobayas Mutantes, el secuestro de Pantaleone, de Artur Laperla.
El León Patatín se ha leído un libro de la colección de Cobayas Mutantes, unas Cobayas superheroes con superpoderes de lo más especial: Brócoli y su supercerebro, Pelusa y su supermelena, Sansón y sus supermúsculos, y Monísimo con su supermonería.Es un libro para niños desde un año. ¿Y si no saben leer? ¡Pues para eso están sus padres! Portada de 4 Cobayas Mutantes, el secuestro de Pantaleone,…
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Everything in life depends on light. (3)
| With @brookskala |
El paso del tiempo hizo estragos, tanto en Blue como en Horizon. El número de pacientes que sobrevivían había aumentado a la vez que parecía que Blue estaba en las últimas, ya fuese de las fuerzas o del colapso emocional. Sin embargo, Alec parecía irritado. ¿Por qué aún había experimentos que sucumbían en cuestión de horas? No podía explicarlo teniéndola a ella. Lo cual, pronto, levantó sospechas en el mutante. —¿Cómo ha amanecido hoy mi cobaya favorita? Sigues teniendo mal aspecto. Quizás te haga falta algo de aire fresco, ¿qué me dices?
Blue decidió no contestarle mientras la obligaban a caminar hacia una sala. Al llegar, sobre la camilla, había un hombre de mediana edad con extrañas manchas en el cuerpo, su respiración delataba que los pulmones parecían encharcados. —Puedes obrar tu magia y salvarle, pero me temo que quedarán severas secuelas. O alguien podría apiadarse de él. Qué dilema, qué dilema. No lo decía de un modo claro, pero se entreveía que la retaba, que había descubierto su secreto. Bue se mantuvo en silencio puesto que Alec parecía tener mucho que decir.
— ¿Nada? ¿Y si te doy otro incentivo? Dime, qué pasaría… si una criatura inocente a la que tú adoras acabase atada a una de esas camillas, hasta el culo de drogas. ¿Qué harías?
Cuando nombró a su sobrina todas las fuerzas que no tenía volvieron a ella sin entender muy bien de dónde salían. —Si algo le sucede a mi sobrina, me importará bien poco hacer que tus experimentos no funcionen. La única manera que tienes de que siga cumpliendo con mi trabajo es que ella esté en perfectas condiciones.
—¿Estás segura de querer desafiarme? ¿Y si por cada paciente del que tú decides apiadarte yo lo cobro en un nuevo experimento con ella? Es más… ¿Cómo sabes que no he empezado ya? Después de todo ya me has fallado. Creo que hay registros de los experimentos, quizás puedas ver alguno con un rostro familiar.
Cuando Alec nombró los registros, Blue salió corriendo para buscarlos al otro lado del laboratorio.
Los ojos azules de aquella fotografía la observaron y un dolor que amenazaba con destrozarla se instaló en su pecho. Pero duró unos segundos. Aquella energía que había comenzado a crecer en ella fue en aumento hasta que llenó su pecho e hizo que sus ojos se tornasen blancos. No sabía qué estaba ocurriendo, pero la aparición de Alec fue una revelación y supo que quería descargar toda aquella energía contra él: y lo hizo. La energía empezó a emanar de su cuerpo en forma lumínica y cegó todo a su paso. Escuchó el romper de los cristales de ventanas, puertas, armarios y material de ensayo. La fuerza de su luz se dispersó por todo el laboratorio hasta que pudo escapar y dejó a Blue vacía. Fue ahí cuando el dolor ocupó el espacio de la luz y cayó de rodillas al volver a pensar en Hannah. Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro, pero no por mucho tiempo. Ya fuera por el dolor o por el agotamiento, tras tanta luz todo se volvió negro para ella.
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