Tumgik
#Berenguela la Grande
isadomna · 2 years
Text
Tumblr media
Berenguela de Barcelona
She was a very beautiful and extremely graceful young girl who loved chastity and truth and all God-fearing people.
Berenguela was the daughter of Ramon Berenguer III, Count of Barcelona and his third wife Dolça I de Gévaudaun, Countess of Provence. Although her date of birth is unknown, the sources place it between 1108 and 1116. It is known that Berenguela had a good relationship with her older sister, María de Osona, who was the daughter of the first marriage of her father with María Rodríguez, the daughter of El Cid Campeador.
In 1128 Berenguela married Alfonso VII, King of León, Castile and Galicia. She becoming the first queen of the newly reigning dynasty of the House of Ivrea. In 1135, Alfonso VII was crowned “Emperor of Spain” (Imperator totius Hispaniae) in the Cathedral of León. The imperial couple had seven children, of whom Sancho III was King of Castile and Fernando II King of León. The daughters, Constanza and Sancha, became Queens consorts of France and Navarre.
Historians who have dedicated to studying her life consider that Berenguela de Barcelona was one of the characters who deserves a privileged position in the history of Spain. She actively participated in political life and was patroness of the arts. She accompanied her husband in the battles, stopped the uprising in Asturias and heroically resisted the besieged of Toledo by the Muslims. She also introduced a taste for Provencal troubadours to the kingdom, supported writers who narrated the exploits of El Cid and encouraged pilgrimages to Santiago de Compostela, where she was buried in 1149.
Tumblr media
Berenguela nació en el prestigioso y rico condado de Barcelona como hija del conde Ramón Berenguer III y de su segunda esposa Dulce de Provenza. La joven barcelonesa destacó por su inteligencia y gran belleza, llegando su fama hasta la corte del rey Alfonso VII de Léon, Castilla y Galicia, hijo de la legendaria reina Urraca. Al parecer fue un noble, Armengol de Urgel, quien le facilitó los trámites para entrar en contacto con los condes de Barcelona. El rey de León tenía poco más de veinte años y no estaba casado, ni siquiera había ninguna candidatura seria para un matrimonio, que tarde o temprano tendría que celebrarse.
Una vez prometida al rey Alfonso VII, Berenguela de Barcelona emprendió un largo viaje. Desde Barcelona hasta la corte de su futuro marido, debía cruzar los dominios del rey aragonés Alfonso el Batallador, quien estaba en disputa con Castilla por cuestiones territoriales y fronterizas. Para evitarlo, Berenguela y su comitiva tuvieron que hacer parte del viaje por el sur de Francia, llegar hasta el Golfo de Vizcaya y fletar unas barcazas que, bordeando la costa cantábrica, les permitieran desembarcar en un puerto controlado por los leoneses.
Tumblr media
A finales de 1128 o enero de 1129, los prometidos contraían matrimonio en la villa de Saldaña. Con motivo de las celebraciones de los esponsales, que duraron varios días, se dice que tuvo lugar la primera corrida de toros celebrada en la Península. La pareja imperial tuvo siete hijos, destacándose Sancho III de Castilla y Fernando II de León. La joven reina forjó una gran amistad con su cuñada la infanta Sancha Raimúndez, llegando a ser ambas las principales consejeras de Alfonso VII. Berenguela participó en la política de forma activa, fue la principal responsable de apagar la rebelión del conde de Asturias Gonzalo Peláez y acompañó a su esposo a la guerra en muchas ocasiones, participando así de sus victorias.
En 1135 tuvo lugar la coronación de Alfonso VII como Imperator totius Hispaniae en la catedral de León, gran parte de los nobles presentes en el acto habían llegado gracias a los contactos de la reina y su familia; así su hermano Ramón Berenguer IV, Armengol de Urgel, el conde Alfonso Jordán de Tolosa, el de Montpellier, el duque de Gascuña, el de Foix y otros grandes señores del Sur de Francia. A ella, entonces, cupo el gran honor de ser la Emperatriz consorte de Hispania.
Tumblr media
Nos dice la crónica de Alfonso VII que en 1139 la reina Berenguela fue la responsable de una heroica resistencia en Toledo. Habiendo partido su marido al sitio del castillo de Aurelia, encargó a su esposa la defensa de la ciudad. Pero la campaña se alargó demasiado y Toledo fue sitiada por las tropas musulmanas. Berenguela reunió un pequeño ejército, pero, consciente de su inferioridad, decidió intentar una jugada diplomática para tratar de evitar la lucha. Indignada por la destrucción de la torre de San Servando, cercana a la ciudad, Berenguela envió un mensajero con una carta al campo enemigo que decía lo siguiente:
"¿No conocéis que es mengua de caballeros y capitanes esforzados acometer a una mujer indefensa cuando tan cerca os espera el emperador? Si quereis pelear id a Aurelia y allí podréis acreditar que sois valientes, como aquí dejar demostrado que sois hombres de honor si os retiráis".
La reina Berenguela apareció además sentada sobre un trono real en una de las torres, rodeada de sus doncellas, que cantaban con tímpanos, cítaras, címbalos y salterios. Los musulmanes quedaron impresionados por la nobleza de la reina y levantaron inmediatamente el cerco, marchando a luchar contra Alfonso. Cuando el alcaide de Toledo, Nuño Alfonso, entró victorioso en la ciudad portando las cabezas de los emires de Sevilla y Córdoba, las mandó colgar de las torres del alcázar, pero la reina se apiadó, ordenando que las embalsamaran y enviaran a sus viudas en cofres de oro. Una torre en Toledo (la Torre de la Reina) recuerda la gesta de la reina Berenguela.
Tumblr media
Berenguela es recordada como una prudente reina que sacrificó sus sentimientos dando prioridad a los intereses de la corona. Cuando de las infidelidades de su esposo con la noble asturiana Gontrodo Pérez nació una hija, doña Urraca, la reina perdonó a su esposo y quiso ganárselo mediante el cariño. Aún más, cuando Urraca casó con el rey de Navarra García el Restaurador, la reina Berenguela se encargó de preparar los esponsales con gran pompa y asistió, dando gran realce a la ceremonia. Mujer culta, Berenguela fue una gran mecenas y amante de las artes, a ella se debe el impulso de la poesía provenzal en el reino, apoyó a escritores que narraban las hazañas del Cid y fomentó el peregrinaje a Santiago de Compostela, donde fue enterrada. Su muerte fue muy lamentada, tanto que, según los historiadores de la época, el año 1149 fue usado en los documentos como punto de partida para fechar los acontecimientos, bajo la fórmula "año en que falleció la señora emperatriz".
25 notes · View notes
enalfersa · 2 years
Text
Berenguela
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
latristereina · 4 years
Note
Urraca la Temeraria or Berenguela la Grande?
Not taking more until I'm done with the two I still have to make.
4 notes · View notes
venicepearl · 6 years
Photo
Tumblr media
Doña Berenguela crowning her son Don Fernando - Mariano de la Roca y Delgado
Berengaria (Castilian: Berenguela; nicknamed the Great (Castilian: la Grande); 1179 or 1180 – 8 November 1246) was queen regnant of Castile in 1217 and queen consort of León from 1197 to 1204. As the eldest child and heir presumptive of Alfonso VIII of Castile, she was a sought after bride, and was engaged to Conrad, the son of Holy Roman Emperor Frederick I Barbarossa. After his death, she married her cousin, Alfonso IX of León, to secure the peace between him and her father. She had five children with him before their marriage was voided by Pope Innocent III.
When her father died, she served as regent for her younger brother Henry I in Castile until she succeeded him on his untimely death. Within months, she turned Castile over to her son, Ferdinand III, concerned that as a woman she would not be able to lead Castile's forces. However, she remained one of his closest advisors, guiding policy, negotiating, and ruling on his behalf for the rest of her life. She was responsible for the re-unification of Castile and León under her son's authority, and supported his efforts in the Reconquista. She was a patron of religious institutions and supported the writing of a history of the two countries.
1 note · View note
nanshe-of-nina · 7 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Fake Instagram || The Daughters of Henry II of England and Alienòr d’Aquitània
Matilda (6 January 1156 – 28 June 1189) Wife of Heinrich der Löwe, Herzog von Sachsen und Bayern. Mother of Mathilde, comtesse de Perche; Heinrich der Ältere, Pfalzgraf bei Rhein; Holy Roman Emperor, Otto IV; and Wilhelm, Herzog von Lüneburg.
Eleanor (13 October 1161 – 31 October 1214). Wife of Alfonso VIII de Castilla. Mother of Berenguela la Grande; Urraca, rainha de Portugal; Blanca, reine de France; Infante Fernando; Leonor, reina d’Aragó, and Enrique I.
Joan (October 1165 – 4 September 1199). Wife of Guillaume II of Sicily and Raimon VI, comte de Tolosa. Mother of Raimon VII and Joana de Tolosa.
16 notes · View notes
Photo
Tumblr media
Catedral Santiago de Compostela La Berenguela La Torre del Reloj tiene nombre propio: se llama Berenguela por un arzobispo de la Edad Media que construyó la torre para defender la Catedral. La verás desde muchos puntos de la ciudad, pues tiene la misma altura que las torres del Obradoiro. Comprobarás que del reloj hacia abajo es robusta como una torre de castillo, y de allí hacia arriba elegantísima, porque tiene un añadido barroco. Por cierto, ¿te fijaste que el reloj sólo tiene una aguja' La hora la marcan las campanas. La más grande de la Catedral está en esta torre y se llama también Berenguela. Pesa 6.433 kilos y cuentan por allí que si alguna medianoche en vez de tocar 12 campanadas toca 13, el demonio gozará de una hora mágica para andar suelto por toda la ciudad… ¡Qué miedo! (en XILITLA, Pueblo Mágico) https://www.instagram.com/p/B6zpEYihXrf/?igshid=15j566lbkydwz
0 notes
Photo
Tumblr media
CAPITULO 26 – HISTORIA DEL PERÚ – GOBERNANTE 02  DIEGO DE ALMAGRO, EL MOZO – DEL 26 DE JUNIO DE 1541 AL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1542.
CAPITULO 26 – PERSONAJES – EL REY DE ESPAÑA FERNANDO II DE ARAGÓN – EL CATÓLICO -
Fernando II de Aragón, llamado «el Católico»  nació el 10 de marzo de 1452 en Madrigalejo y falleció el 23 de enero de 1516, fue rey de Aragón (1479-1516), de Castilla (como Fernando V, 1474-1504), de Sicilia (1468-1516) y de Nápoles (como Fernando III, 1504-1516). Fue además regente de la corona castellana entre 1507 y 1516, debido a la inhabilitación de su hija Juana I de Castilla, tras la muerte de Felipe el Hermoso.
Hijo de Juan II el Grande y de su segunda esposa Juana Enríquez, nació por deseo de su madre en territorio aragonés, ya que ella se encontraba en Navarra el 26 de octubre de 1459 (en las disputas de sucesión entre su hijastro Carlos y su esposo Juan II) y se desplazó hasta el caserón de la familia Sada, en la villa de Sos, junto a la frontera.
Con solo seis años de edad recibió de su padre Juan II el título de duque de Montblanc y conde de Ribagorza con el señorío de la ciudad de Balaguer, el 25 de julio de 1458.
Reconocido heredero de la corona aragonesa a la muerte de su medio hermano, Carlos, príncipe de Viana (1461), fue coronado como Rey heredero de Aragón en Calatayud; fue nombrado lugarteniente general de Cataluña (1462) y, en 1468, rey de Sicilia. Durante la guerra civil catalana (1462-1472), en la que tomó parte activa, se familiarizó con la administración del estado a instancias de su padre.
Al morir su primo, el infante Alfonso de Castilla (1468), y ser reconocida por la mayor parte de la nobleza la infanta Isabel, su prima segunda y medio hermana de Enrique IV de Castilla, como heredera de Castilla, su padre Juan II puso su empeño en conseguir el matrimonio de Fernando con la princesa castellana que se produjo en octubre de 1469 en el Palacio de los Vivero de Valladolid.
Sin embargo, a la muerte de Enrique IV (1474) empezó una guerra civil entre los partidarios de Isabel y los de la hija de Enrique, Juana de Trastámara, apodada la Beltraneja, apoyada por el rey de Portugal, Alfonso V el Africano, que pretendía casarse con ella, uniendo las coronas de Castilla y Portugal. En este contexto de duplicidad monárquica, Fernando de Aragón será ordenado caballero de la Orden del Toisón de Oro por el duque Carlos el Temerario en 1473, celebrándose la ceremonia de investidura el 24 de mayo de 1474 en la iglesia de Santa María de la Asunción de Dueñas (Palencia) por el señor de Bièvres (Picardía), Jean de Rubempré.
Fernando, tras arduas discusiones con la recelosa nobleza castellana, consiguió ser proclamado corregente de Castilla con los mismos derechos que Isabel mediante la Concordia de Segovia (1475). Fernando participó activamente en la dirección militar de esta guerra, a cuyo resultado contribuyó de una manera definitiva, sobre todo en la indecisa batalla de Toro (1476), convertida en victoria estratégica por el genio político de Fernando, y en la sumisión de ciudades rebeldes. De 1476 a 1477 fue administrador de la Orden de Santiago.
La guerra terminó con la derrota de Juana. Por el Tratado de Alcáçovas (1479), Juana renunció al trono en favor de Isabel y se recluyó en un convento de Coímbra, convirtiéndose Isabel I en reina indiscutida de Castilla. Ese mismo año, (20 de enero de 1479) Fernando sucedió a su padre como rey de Aragón. Pero fue en el año 1475 cuando puede fijarse la unión de ambas coronas según los términos de la Concordia de Segovia (corroborada más tarde en el Concordia de Calatayud del año 1481) por los cuales Fernando fue nombrado rey de Castilla como Fernando V, reinando junto con su mujer la reina Isabel I, uniendo así ambas coronas. Y aún más importante serán las Cortes de Toledo de 1480, donde en su ley 111 se dice: "Pues por la gracia de Dios los nuestros Reinos de Castilla y de León y de Aragón son unidos, y tenemos esperanza que por su piedad de aquí en adelante estarán unidos, y permanecerán en una corona Real: Esta es la razón para que todos los naturales de ellos traten y comuniquen en sus tratos y facimientos".
Sin embargo, la reina Isabel I de Castilla no pudo ser nombrada de iure reina de Aragón, ya que al existir un varón legítimo (su esposo), ese sería el rey y por tanto Isabel sería reina consorte.
Es antihistórico hablar de una ley sálica como la francesa en la Corona de Aragón, absolutamente inexistente en Código legal alguno en cualquiera de los territorios de la Corona. El sistema de nombramiento era consuetudinario, entronando al varón legítimo de mayor edad, y el documento esencial era el testamento del rey. En cambio existía el llamado "ius uxoris" o "jure uxoris" por el cual el varón consorte de la reina se convertía en rey por el imprescindible hecho del mando militar. Tampoco existió ley sálica en Castilla y León, como lo prueban Urraca y Berenguela.
Tras dictar las primeras medidas de ordenamiento interno de sus reinos (a partir de 1480 extendió la figura del corregidor; en 1481 se crea la Inquisición en Castilla; se sanciona a los nobles rebeldes y se reorganiza la hacienda real), los reyes emprendieron en 1481 la conquista del Reino nazarí de Granada. A través de las dificultades de esta guerra (1481 - 1492), fundamentalmente de asedio, el rey Fernando fue revelando sus dotes diplomáticas y militares.
La guerra terminó con la capitulación de Granada el 2 de enero de 1492. La conquista del último reducto musulmán en la península otorgó a los reyes un prestigio que ayudó a consolidar la autoridad real.
En el aspecto religioso, creó la Inquisición Española en 1478, decretó la expulsión de los judíos el 3 de marzo de 1492 (salvo bautismo) y la Pragmática de 14 de febrero de 1502 que ordenaba la conversión o expulsión de todos los musulmanes del reino de Granada. Esta Pragmática supuso un quebrantamiento de los compromisos firmados por los Reyes Católicos con el rey Boabdil en las Capitulaciones para la entrega de Granada, en las que los vencedores garantizaban a los musulmanes granadinos la preservación de su lengua, religión y costumbres.
En su legado, consignó todas sus posesiones a favor de su hija, y en el puesto de ella debía asumir el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón, su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I y, hasta su llegada, nombró a su hijo natural Alonso de Aragón regente de los reinos de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla. Murió el 23 de enero de 1516 en Madrigalejo (provincia de Cáceres), cuando iba a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe.
Aquejado de hidropesía durante un retiro en la villa de Aranda de Duero, otorgó testamento en 26 de abril de 1515; aunque más tarde redactaría otro la víspera de su muerte en Madrigalejo; en él dejó herencias a determinados sirvientes, a su hijo natural Alfonso de Aragón, a su nieto Fernando y a su esposa Germana de Foix. Expresó asimismo su voluntad de ser enterrado en la Capilla Real de Granada, junto a su primera esposa, Isabel de Castilla.
Su muerte pudiera haber sido originada por haber hecho abuso de cantárida, que en aquellos tiempos se utilizaba como un afrodisiaco, en un intento por lograr un heredero varón con su esposa Germana de Foix.
Este capítulo (26) de esta serie de la Historia del Perú, trata de describir la situación confusa y caótica de España antes del descubrimiento de América y la conquista de sus reinos nativos. [email protected]
0 notes
bolano2 · 7 years
Link
0 notes
Text
Relojes De Torres Serviclock Relojes De Torre.
Relojes patrones, esferas y accesorios Desde noventa y cinco años producimos relojes de torre. No es preciso que os digamos que se halla en la ciudad de Londres, seguro que eso lo sabéis, sin embargo quizá ignoréis que, si bien todo el planeta lo conoce popularmente como Big Ben, la torre en realidad se llama Elizabeth Tower (en honor a la Reina Isabel II) y Big Ben es el nombre de la campana que se halla en dicha torre del Palacio de Westminster, que por cierto, pesa ni más ni menos que 13 toneladas.
La mayoría de los relojes CASIO para hombre han superado la prueba de resistencia al agua de hasta diez bar - algunos incluso los veinte bar. Con nosotros puedes adquirir tus relojes en línea con confianza, por el hecho de que es integrante de la organización Thuiswinkelwaarborg (Ecommerce Europa) y nuestro sistema de pedidos es totalmente seguro y veloz. Si te chiflan los deportes, un reloj deportivo es la opción mejor para ti, ya que este género de relojes cuentan con funciones como medir el ritmo cardiaco, contar los pasos que das durante el día, entre muchas más. Considerado un modelo de perfección, el reloj de la Torre de San Esteban solo ha sufrido una avería sería a lo largo de toda su historia, en el mes de agosto de mil novecientos setenta y seis. Anunciaba asimismo su próximo proyecto de efectuar un inventario general de todos los relojes de torre de Andalucía, que aguardaba publicar a fin de que no ocurriesen casos como el de San Miguel. Entre mil trescientos cuarenta y cuatro-46 la torre sirvió como cárcel para mujeres, en ella se encerraba a las Pfaffendirnen, o sea, a las putas que habían tenido relaciones con clérigos. El reloj tiene un campanario de forja, con una campana de la desaparecida iglesia de Santa María, que es golpeada para dar las horas por un martillo de diez kilogramos de peso, accionado por el mecanismo. Esto no ocurre con las nuevas tramas de relojes de torre puesto que disponen de programación para cancelar los toques disminuir su volumen. Construido con ladrillos rojos y de granito, los picos de Torre del Reloj en 44 m (ciento cuarenta y cuatro pies) , y está coronado por una de 7 metros (veintitres pies) de pararrayos. Hay muchas razones por las que el movimiento de cuarzo reemplazó al mecánico en los relojes. Los gnomones se pueden ver en prácticamente todos los relojes por encima de las molduras pero su longitud varía desde a 6 ½” (Kakias) hasta veinticinco ½” (Evros). Los relojes para hombres abren el abanico de las combinaciones en una temporada marcada por lo sintético. A caballo entre la apariencia más tradicional y vanguardista, se hallan los relojes de hombre más equilibrados con la caja fabricada en acero y la pulsera de piel. Originalmente las construcciones públicos más importantes de la ciudad se diseñaron con relojes públicos cuya función era establecer la hora oficial de la urbe y también informar a los vecinos mediante la sonería, campanas, que resultaban escuchadas a múltiples quilómetros del reloj. Puesto que que hay una comunidad de vecinos interesados en vender una maquinaria de reloj de torre Girod, y me vinieron a consultar, y no tengo ni la más mínima idea, la trama esta bien si bien hay que hacer dos ruedas que le faltan. Este artesano del tictac ha reparado aun relojes dispuestos para tocar himnos con las campanas. Además del complemento idóneo para cada uno de ellos de tus looks de los roles que adoptas a lo largo del día, como por ejemplo el reloj deportivo para hacer running ir en bici, el reloj verde militar para conjuntar con un look casual de tarde, el tradicional reloj de tamaño grande para llevar de noche, los relojes de muñeca, constituyen ya, en muchas ocasiones, el principal elemento alrededor del cual pasa a articularse el resto de un estilismo. El edificio más viejo de la Puerta del Sol es la Casa de Correos y en ella destaca el reloj de torre que fue construido y donado en el siglo XIX por José Rodríguez de Losada, y cuyas campanadas de las 12 de la noche del 31 de diciembre marcan la tradicional toma de las doce uvas a la gran mayoría de los españoles. Acabó la obra del gran reloj de la torre del Palacio de Westminster, símbolo de la ciudad de Londres que sonaría por vez primera un once de julio de 1859 y el reloj de la Puerta del Sol como regalo a la Villa de la villa de Madrid. El reloj de la torre de Westminster fue el más grande del planeta en su tiempo, capaz de dar cada hora con la precisión de un segundo. Actualmente los relojes para estos monumentos, edificios y torres han evolucionado. Al día después, fui con una amiga y subimos a la torre; fuimos corriendo por el hecho de que queríamos festejar la hora del reloj, y llegamos justo para aplaudir. Berenguela torre del reloj y campana de exactamente la misma torre, de la Catedral de S. de Compostela, Galicia, España. Actualmente los relojes de torres son de nuevo tenidos en cuenta como un interesante elemento ornamental en los nuevos proyectos de arquitectura. La torre tiene una vista hermosa ave del ojo de Montreal desde el observatorio. Si estáis por acá debéis recorrer sin duda el centro histórico y, sobre todo, subir hasta la colina Schlossberg para visitar la Torre del Reloj, símbolo de la ciudad. Se situaba junto a la Puerta del Reloj, de ahí su nombre, puesto que la torre nunca tuvo reloj alguno.
0 notes
Photo
Tumblr media
HISTORIA UNIVERSAL - ALFONSO IX DE LEÓN - 
Alfonso IX de León, (1171-1230). Hijo de la primera esposa de Fernando II de León, Urraca de Portugal, tuvo que enfrentarse a las intrigas de su madrastra, Urraca López de Haro, que deseaba ver a su hijo Sancho en el Trono de León. En vida de su padre, Alfonso tuvo que exilarse en Portugal para evitar grandes alteraciones en el Reino. Avisado de la muerte de Fernando II se apresuró a regresar a León, donde los magnates le reconocieron como Rey. Sin embargo, Urraca López y sus partidarios persistieron en sus reclamaciones. Para combatir a sus oponentes y afianzar su autoridad, Alfonso IX convocó una Curia Regia[1], en 1188, que reunía por vez primera, además de la nobleza y el clero, a los representantes de las ciudades, es decir, a las clases obligadas al pago de los tributos. Esta fue la primera convocatoria a Cortes. De esta Curia emanó una serie de disposiciones encaminadas a evitar los abusos del poder contra la seguridad de las personas y los bienes, conocida como la “Carta Magna” leonesa. Siete años le llevó a Alfonso IX someter la resistencia de los partidarios de Urraca López, hasta que el hijo de ésta, Sancho, murió despedazado por un oso durante una cacería. Urraca López se retiró al monasterio de Vilena (Burgos), en 1123, que ella había fundado.
Alfonso IX, joven de 17 años, tuvo una entrevista con Alfonso VIII de Castilla en Soto de Hermoso para arreglar sus diferencias en 1118. Poco después, Alfonso IX se presentó en Carrión, donde celebraba Cortes su primo Alfonso VIII, por la necesidad que tenía de buscar alianzas contra el Rey de Portugal. Allí, Alfonso IX fue armado caballero por su primo Alfonso VIII, al que rindió vasallaje; se arrodilló ante él y besó su mano. Esta ceremonia, que Alfonso IX encontró humillante, le engendró un gran rencor y sería una de las causas de las posteriores desavenencias entre los dos Monarcas.
Decidido a arreglar sus diferencias con Sancho I de Portugal, no encontró mejor medio que contraer matrimonio con la hija del Monarca luso, Teresa, sin importarle el grado de parentesco que les unía. La madre de Alfonso IX, Urraca, era hermana de Sancho I de Portugal, por lo que Teres era prima del Monarca leonés. La boda se celebró en Guimarães (Braga), en 1911. La potencia castellana preocupaba al resto de los Reinos castellanos peninsulares y dio origen a una coalición anticastellana que culminaría en el pacto de Huesca, en mayo de 1191, en el que intervinieron Alfonso II de Aragón, Sancho I de Portugal y Sancho VI el Sabio, de Navarra.
Preocupado Alfonso IX por asegurar las fronteras de su Reino con Al-Ándalus, que habían retrocedido hasta Coria por la pérdida de Alcántara durante el Reinado de su padre, firmó una tregua con los almohades de cinco años de duración.
Mientras, el Papa Calixto III anulaba su matrimonio con Teresa de Portugal, a causa del parentesco que les unía, excomulgando a los dos cónyuges. Aunque ya habían nacido tres hijos: Sancha, Fernando y Dulce, los esposos tuvieron que separarse, en 1194. Teresa regresó a Portugal ingresando en el monasterio de Lorvaon (Coímbra), donde vivió hasta su muerte en 1250.
Una vez más, se reunieron Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX en Tordehumos (Valladolid) en 1194, firmando un nuevo tratado que ninguno tenía intención de cumplir. Alfonso IX no ayudó a su primo en su lucha contra los almohades, y el castellano fue derrotado en Alarcos en 1195. Alfonso IX se apresuró a concertar una alianza con el califa almohade Abu Yusuf Ya`qud, en virtud de la cual éste se comprometía a proporcionarle tropas para invadir Castilla. Navarra también pactaría con los almohades. A pesar de tanta adversidad, Alfonso VIII, ayudado de la Iglesia, de Aragón y de Portugal, hizo frente a sus enemigos invadiendo León, poniendo a su vez en grave aprieto a Alfonso IX, que había sido excomulgado por el Papa Calixto III por sus tratos con los musulmanes.
Al año siguiente, los leoneses amenazaron de nuevo a Castilla, pero castellanos y portugueses penetraron de nuevo en León y Galicia. Alfonso IX, acosado, buscó la paz concertando su matrimonio con su sobrina Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla. Pese al grado de parentesco que les unía, pues Sancho III de Castilla era hermano de Fernando II de León, padre de Alfonso IX, el Monarca leonés persistía en sus matrimonios endogámicos. La boda se celebró en la iglesia de Santa María de Valladolid en octubre de 1197. Otro Papa, Inocencio III, condenaría con su anulación este matrimonio, resultando inútil los ruegos que Alfonso IX y la Reina Leonor, madre de la desposada, elevaron al Pontífice, que se mostró inflexible y excomulgó a los cónyuges. En 1203, Berenguela accedió a separarse de su esposo y regresar a Castilla, por lo que el Papa les levantó la excomunión. De esta unión ya habían nacido: Fernando, que reinaría en Castilla y León; Leonor, Constancia y Berenguela. Después de separarse de Berenguela, Alfonso IX tuvo amores con Teresa Gil, de que tuvo cuatro hijos.
Concertada la paz con Castilla mediante su matrimonio con Berenguela, Alfonso IX volvió a Portugal para recuperar las plazas que Sancho I le había arrebatado. Más tarde, la anulación de su matrimonio con Berenguela reavivaría las luchas entre León y Castilla, hasta que ambos Monarcas acordaron entregar a Fernando, el hijo de Berenguela, las plazas que ésta había llevado como dote.
Alfonso VIII pidió al Monarca leonés que participara en la importante empresa que se estaba preparando contra los almohades; pero las exigencias de Alfonso IX, que pedía le fueran entregadas algunas plazas que consideraba suyas, fueron rechazadas por Alfonso VIII, por lo cual, el leonés se negó a participar en la cruzada. Mientras Alfonso VIII y el resto de los Monarcas peninsulares, excepto Alfonso II de Portugal, luchaban contra los almohades y alcanzaban la victoria en las Navas de Tolosa en 1212, Alfonso IX se dedicaba a recuperar las plazas que consideraba suyas. Alfonso VIII, tras su vuelta victoriosa, le invitó a mantener la paz; el leonés aceptó, y ambos se comprometieron a proseguir la guerra contra los almohades. En 1214, Alfonso IX lanzó una ofensiva y consiguió tomar Alcántara, pero fracasó ante Mérida y Cáceres.
La muerte de Alfonso VIII le llevó a mezclarse en los asuntos internos de Castilla a raíz de la minoría de edad del heredero Enrique. Los planes de una facción castellana, dirigida por el tutor del joven Monarca, Álvaro Núñez de Lara, que pretendía anular la Regencia de Berenguela y los derechos de Fernando, hijo de Alfonso IX y Berenguela, al Trono leonés, no prosperó. Alfonso IX tuvo que enviar a su hijo Fernando al frente de un contingente de tropas para auxiliar a su madre, que se hallaba sitiada en Autillo (Palencia). La prematura muerte de Enrique I de Castilla, en 1217 desbarató todos los planes de Álvaro Núñez de Lara. Berenguela fue nombrada Reina de Castilla, pero en la misma ceremonia de coronación renunció a favor de su hijo Fernando. Alfonso IX, influido por la idea de reunir las dos Coronas bajo se cetro, penetró en Castilla con su Ejército. Las repetidas peticiones de paz que le hicieron llegar Berenguela y Fernando no surtieron ningún efecto. El Monarca leonés continuó su marcha hacia Burgos. Allí, a las puertas de la ciudad, le esperaba su hijo dispuesto a no dejarle pasar, por lo que Alfonso IX, que no esperaba esa resistencia, tuvo que retirarse y reconocer a su hijo como Rey de Castilla. El 26 de agosto de 1218, en Toro, padre e hijo sellaron una paz definitiva. Es a partir de 1218 cuando Alfonso IX centra todos sus esfuerzos en la lucha contra los musulmanes. Serían sus años más gloriosos. Después de años de fallidos intentos, en los que se vio obligado a levantar el cerco a la ciudad, pudo conquistar la formidable plaza de Cáceres en el verano de 1227. En el invierno de 1229, Alfonso IX partió para su última campaña, apoderándose de Montánchez (Cáceres), Mérida, Badajoz y Elvas (Portugal), dejando el camino abierto hacia Sevilla.
Alfonso IX falleció en Villanueva de Sarriá (Lugo) el 24 de septiembre de 1230. Tras de sí dejaba una excelente labor de consolidación, destacando por su trascendencia la fundación de la Universidad de Salamanca. Durante sus últimos años se debatió en la duda de a quien legar el Reino. Fernando, el hijo que había tenido con su primera esposa, Teresa de Portugal, murió en 1214 a los 22 años de edad, sin dejar descendencia.
Esa indecisión del Rey alentó las aspiraciones al Trono de su hermano Sancho Fernández. Sin embargo, sus esperanzas se vieron frustradas al testar el Monarca en favor de sus hijas Sancha y Dulce, habidas en su primer matrimonio. Las dificultades a las que tenían que enfrentarse estas dos mujeres rebasaban sus capacidades por lo que, en acuerdo posterior, entregaron la Corona de León a su hermanastro Fernando III, que ya era Rey de Castilla.
Con este pacto, volvieron a unirse definitivamente León y Castilla.
Autor: José Alberto Cepas Palanca para Revista Historia - [email protected]
0 notes
Photo
Tumblr media
Fernando III, El Santo (1199-1252). Muerto Enrique I de Castilla en 1217, único hijo varón de Alfonso VIII, heredó el Trono Berenguela, que venía ejerciendo la Regencia durante el efímero reinado de su hermano Enrique I. En Valladolid tuvo lugar la coronación de Berenguela, quien, en la misma ceremonia abdicó de la Corona, cediéndola a su hijo Fernando, habido de su matrimonio con Alfonso IX de León. Fernando, que reinó como el II de Castilla y más tarde con el ordinal III de Castilla y León unificados, fue proclamado Rey de Castilla en julio de 1217, a los 18 años de edad. Alfonso IX, convencido por los Lara de que sus derechos al Trono eran tan válidos como los de su hijo, penetró en Castilla y se dirigió a Burgos, pero los castellanos no estaban dispuestos a dejarse invadir. A las puertas de Burgos le esperaban Fernando, Berenguela y un grupo de nobles con sus hombres de armas. Ante esta oposición inesperada, Alfonso IX prefirió retirarse y firmar una tregua con su hijo, refrendada en Toro el 26 de agosto de 1218.
El califa almohade, Yusuf II, moría en 1224, quedando sin efecto el tratado de paz que con él firmó Berenguela. Fernando II se preparó para reanudar las hostilidades contra Al-Ándalus. Buscando el acceso hacia el valle del Guadalquivir, sitió Mérida. Ibn Hud, el nuevo califa del descompuesto imperio almohade, intentó detenerlo, pero fue derrotado en Alange (Badajoz), y Mérida cayó en poder de Fernando II.
La muerte de Alfonso IX de León en 1230, obligó a Fernando II a levantar el cerco de Jaén y regresar con toda rapidez para intentar solucionar el problema que planteó el testamento de su padre. Alfonso IX, que temía la asfixia de su Reino entre Portugal y Castilla, no deseaba que su hijo le sucediera. En consecuencia, en 1219 firmó con Alfonso II de Portugal le tregua de Boronal, en la que se perfilaba ya lo que sería su testamento. En efecto, Alfonso IX dejaba por herederas del Reino de León a Sancha y a Dulce, fruto de su primer matrimonio con Teresa de Portugal. La prudencia y el tacto de Teresa y Berenguela, que ambas fueron esposas de Alfonso IX, evitó la guerra. Por el tratado de Valença (Portugal), el Monarca castellano accedía al Trono de León a cambio de grandes indemnizaciones a Sancha y Dulce. En 1230, Castilla y León quedaron definitivamente unidas, y a partir de ese año Fernando llevaría el ordinal de III. Al año siguiente se entrevistó con Sancho II de Portugal, donde ratificaron su amistad y las fronteras de ambos Reinos.
Una vez asentadas las fronteras con Portugal, desaparecieron las luchas fronterizas que enfrentaron a portugueses y leoneses. Entre 1234 y 1236 se fueron formando las taifas almohades, desorden que aprovechó el ya Fernando III para ir ocupando plazas: Baeza, Trujillo, Montiel, Alange… El camino hacia Sevilla quedaba despejado, pero un acontecimiento inesperado variaría los planes del Monarca. En enero de 1236 la llegó la confusa noticia de que los cristianos cordobeses se habían hecho fuertes en el populoso barrio de la Ajarquía y que resistían la acometida de los musulmanes. Fernando III, consciente de la oportunidad que se le ofrecía, se dirigió a Córdoba con un Ejército. El siete de febrero inició el asedio a la ciudad. El 29 de junio, sin apenas luchar, se rindió Córdoba al recibir la noticia de que Ibn Hud no pensaba socorrerla. Poco después, Ibn Hud fue asesinado por uno de sus Ministros. La capital del extinguido califato era ya cristiana y Fernando III ordenó que fueran devueltas a Santiago de Compostela las campanas de la Catedral que Almanzor capturó, consagrando la gran mezquita al culto cristiano. Después de pactar una tregua con el Rey musulmán de Jaén, regresó a Toledo. En 1240, Fernando III se encontraba nuevamente en Córdoba continuando las acciones bélicas y ocupando nuevas plazas.
La rebeldía de Diego López de Haro, Señor de Vizcaya, obligó a Fernando III a regresar a Castilla. López de Haro, a quien el Rey había otorgado el cargo de Alférez del Reino, se mostraba descontento por la dote asignada a la esposa del Monarca, Beatriz de Suabia, y exigía la fueran donadas ciertas tierras. López de Haro se sublevó en 1242 contra el Monarca: éste tuvo que negociar con el rebelde, que aceptó sin problemas la solución pacífica que Fernando le propuso. Fernando III tuvo que retrasar sus planes de conquista al caer, en 1243, enfermo en Burgos. Su hijo Alfonso, que tenía 22 años, se hizo cargo de la ocupación de Burgos, que, en 1243, se rindió sin lucha. Sólo Cartagena, Lorca y Mula ofrecieron resistencia, pero al año siguiente, esas plazas capitularon.
La conquista de Murcia, así como la de Valencia por Jaime I el Conquistador, produjeron roces fronterizos entre castellanos y aragoneses. Para evitar nuevas confrontaciones, en 1244, ambos Reinos firmaron el tratado de Almizra (Alicante), por el que se fijaban las respectivas fronteras.
Repuesto de su enfermedad, Fernando III se dirigió a Córdoba, poniendo cerco a Jaén en diciembre de 1246. Jaén pertenecía a Alhamar Muhammad, Rey de Granada, quien, consciente de la imposibilidad de defender la ciudad, la entregó a Fernando III. Muhammad, además de entregar la ciudad vacía, se comprometió a pagar a Castilla un tributo anual de 150.000 maravedís y, con tal de salvar su Reino granadino, prometió ayudar con su Ejército en la conquista de las ciudades musulmanes que no estuvieran bajo el dominio de Fernando III. Desde ese momento, y hasta 1492, los Reyes nazaríes de Granada fueron tributarios de Castilla, razón que explica el escaso interés de los Monarcas castellanos por ocupar el último reducto árabe.
Fernando III regresó a Córdoba para preparar la conquista de Sevilla. El Soberano dividió su Ejército en tres cuerpos, al tiempo que cursaba órdenes para que la flota cántabra, al mando de Ramón Bonifaz[1], pusiera rumbo a la desembocadura del Guadalquivir. En 1246, tras la toma de Alcalá de Guadaira, Lora y Alcalá del Río, los castellanos estaban a las afueras de Sevilla. Una flota musulmana intentó cortar el paso a la de Ramón Bonifaz, pero sin éxito, por lo que Bonifaz pudo remontar el Guadalquivir y romper con sus naves el puente de barcas, reforzado con cadenas de hierro, que mantenía la comunicación entre las dos orillas del río, gracias a lo cual Fernando III pudo ordenar el ataque al castillo de Triana, que quedó incomunicado del resto de la ciudad. La defensa de Sevilla era ya imposible, y los musulmanes negociaron su rendición. El 22 de diciembre de 1248, el Monarca entró triunfalmente en Sevilla. Su gran sueño se vio coronado por el éxito. Por otra parte, las conquistas llevadas a cabo por Fernando III rompieron el equilibrio a favor de Castilla, que, territorial y demográficamente, era superior al resto de los Reinos peninsulares. Esta rápida expansión territorial dio lugar a un fortalecimiento de la clase nobiliaria, que se veía beneficiada por las especiales medidas de repoblación aplicadas en Andalucía y Extremadura.
0 notes
Photo
Tumblr media
001 – CAPITULO 26 – HISTORIA DEL PERÚ – GOBERNANTES – CRONOLOGÍA – FRANCISCO PIZARRO – MARQUÉS DE LOS ATAVILLOS – GOBERNADOR Y CAPITÁN GENERAL – DEL 16 DE NOVIEMBRE DE 1533 AL 26 DE JUNIO DE 1541.
CAPITULO 26 – PERSONAJES – EL REY DE ESPAÑA FERNANDO II DE ARAGÓN – EL CATÓLICO -
Fernando II de Aragón, llamado «el Católico»  nació el 10 de marzo de 1452 en Madrigalejo y falleció el 23 de enero de 1516, fue rey de Aragón (1479-1516), de Castilla (como Fernando V, 1474-1504), de Sicilia (1468-1516) y de Nápoles (como Fernando III, 1504-1516). Fue además regente de la corona castellana entre 1507 y 1516, debido a la inhabilitación de su hija Juana I de Castilla, tras la muerte de Felipe el Hermoso.
Hijo de Juan II el Grande y de su segunda esposa Juana Enríquez, nació por deseo de su madre en territorio aragonés, ya que ella se encontraba en Navarra el 26 de octubre de 1459 (en las disputas de sucesión entre su hijastro Carlos y su esposo Juan II) y se desplazó hasta el caserón de la familia Sada, en la villa de Sos, junto a la frontera.
Con solo seis años de edad recibió de su padre Juan II el título de duque de Montblanc y conde de Ribagorza con el señorío de la ciudad de Balaguer, el 25 de julio de 1458.
Reconocido heredero de la corona aragonesa a la muerte de su medio hermano, Carlos, príncipe de Viana (1461), fue coronado como Rey heredero de Aragón en Calatayud; fue nombrado lugarteniente general de Cataluña (1462) y, en 1468, rey de Sicilia. Durante la guerra civil catalana (1462-1472), en la que tomó parte activa, se familiarizó con la administración del estado a instancias de su padre.
Al morir su primo, el infante Alfonso de Castilla (1468), y ser reconocida por la mayor parte de la nobleza la infanta Isabel, su prima segunda y medio hermana de Enrique IV de Castilla, como heredera de Castilla, su padre Juan II puso su empeño en conseguir el matrimonio de Fernando con la princesa castellana que se produjo en octubre de 1469 en el Palacio de los Vivero de Valladolid.
Sin embargo, a la muerte de Enrique IV (1474) empezó una guerra civil entre los partidarios de Isabel y los de la hija de Enrique, Juana de Trastámara, apodada la Beltraneja, apoyada por el rey de Portugal, Alfonso V el Africano, que pretendía casarse con ella, uniendo las coronas de Castilla y Portugal. En este contexto de duplicidad monárquica, Fernando de Aragón será ordenado caballero de la Orden del Toisón de Oro por el duque Carlos el Temerario en 1473, celebrándose la ceremonia de investidura el 24 de mayo de 1474 en la iglesia de Santa María de la Asunción de Dueñas (Palencia) por el señor de Bièvres (Picardía), Jean de Rubempré.
Fernando, tras arduas discusiones con la recelosa nobleza castellana, consiguió ser proclamado corregente de Castilla con los mismos derechos que Isabel mediante la Concordia de Segovia (1475). Fernando participó activamente en la dirección militar de esta guerra, a cuyo resultado contribuyó de una manera definitiva, sobre todo en la indecisa batalla de Toro (1476), convertida en victoria estratégica por el genio político de Fernando, y en la sumisión de ciudades rebeldes. De 1476 a 1477 fue administrador de la Orden de Santiago.
La guerra terminó con la derrota de Juana. Por el Tratado de Alcáçovas (1479), Juana renunció al trono en favor de Isabel y se recluyó en un convento de Coímbra, convirtiéndose Isabel I en reina indiscutida de Castilla. Ese mismo año, (20 de enero de 1479) Fernando sucedió a su padre como rey de Aragón. Pero fue en el año 1475 cuando puede fijarse la unión de ambas coronas según los términos de la Concordia de Segovia (corroborada más tarde en el Concordia de Calatayud del año 1481) por los cuales Fernando fue nombrado rey de Castilla como Fernando V, reinando junto con su mujer la reina Isabel I, uniendo así ambas coronas. Y aún más importante serán las Cortes de Toledo de 1480, donde en su ley 111 se dice: "Pues por la gracia de Dios los nuestros Reinos de Castilla y de León y de Aragón son unidos, y tenemos esperanza que por su piedad de aquí en adelante estarán unidos, y permanecerán en una corona Real: Esta es la razón para que todos los naturales de ellos traten y comuniquen en sus tratos y facimientos".
Sin embargo, la reina Isabel I de Castilla no pudo ser nombrada de iure reina de Aragón, ya que al existir un varón legítimo (su esposo), ese sería el rey y por tanto Isabel sería reina consorte.
Es antihistórico hablar de una ley sálica como la francesa en la Corona de Aragón, absolutamente inexistente en Código legal alguno en cualquiera de los territorios de la Corona. El sistema de nombramiento era consuetudinario, entronando al varón legítimo de mayor edad, y el documento esencial era el testamento del rey. En cambio existía el llamado "ius uxoris" o "jure uxoris" por el cual el varón consorte de la reina se convertía en rey por el imprescindible hecho del mando militar. Tampoco existió ley sálica en Castilla y León, como lo prueban Urraca y Berenguela.
Tras dictar las primeras medidas de ordenamiento interno de sus reinos (a partir de 1480 extendió la figura del corregidor; en 1481 se crea la Inquisición en Castilla; se sanciona a los nobles rebeldes y se reorganiza la hacienda real), los reyes emprendieron en 1481 la conquista del Reino nazarí de Granada. A través de las dificultades de esta guerra (1481 - 1492), fundamentalmente de asedio, el rey Fernando fue revelando sus dotes diplomáticas y militares.
La guerra terminó con la capitulación de Granada el 2 de enero de 1492. La conquista del último reducto musulmán en la península otorgó a los reyes un prestigio que ayudó a consolidar la autoridad real.
En el aspecto religioso, creó la Inquisición Española en 1478, decretó la expulsión de los judíos el 3 de marzo de 1492 (salvo bautismo) y la Pragmática de 14 de febrero de 1502 que ordenaba la conversión o expulsión de todos los musulmanes del reino de Granada. Esta Pragmática supuso un quebrantamiento de los compromisos firmados por los Reyes Católicos con el rey Boabdil en las Capitulaciones para la entrega de Granada, en las que los vencedores garantizaban a los musulmanes granadinos la preservación de su lengua, religión y costumbres.
En su legado, consignó todas sus posesiones a favor de su hija, y en el puesto de ella debía asumir el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón, su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I y, hasta su llegada, nombró a su hijo natural Alonso de Aragón regente de los reinos de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla. Murió el 23 de enero de 1516 en Madrigalejo (provincia de Cáceres), cuando iba a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe.
Aquejado de hidropesía durante un retiro en la villa de Aranda de Duero, otorgó testamento en 26 de abril de 1515; aunque más tarde redactaría otro la víspera de su muerte en Madrigalejo; en él dejó herencias a determinados sirvientes, a su hijo natural Alfonso de Aragón, a su nieto Fernando y a su esposa Germana de Foix. Expresó asimismo su voluntad de ser enterrado en la Capilla Real de Granada, junto a su primera esposa, Isabel de Castilla.
Su muerte pudiera haber sido originada por haber hecho abuso de cantárida, que en aquellos tiempos se utilizaba como un afrodisiaco, en un intento por lograr un heredero varón con su esposa Germana de Foix.
Este capítulo (26) de esta serie de la Historia del Perú, trata de describir la situación confusa y caótica de España antes del descubrimiento de América y la conquista de sus reinos nativos. [email protected]
0 notes
bolano2 · 7 years
Link
0 notes
bolano2 · 7 years
Link
0 notes
bolano2 · 7 years
Link
0 notes
bolano2 · 7 years
Link
0 notes