Tumgik
#AscensoAlPoder
mindinlove · 2 months
Text
En la Cuna del Caos
Alejandro nació en un mundo donde el sonido de las balas y el aroma a pólvora eran tan comunes como el canto de los pájaros al amanecer. Hijo de un poderoso narcotraficante, su vida siempre estuvo marcada por el peligro y el lujo. Desde joven, Alejandro aprendió que en su mundo, la vida era un juego de poder y supervivencia, donde solo los más fuertes prosperaban.
Don Gustavo, su padre, era temido y respetado en igual medida. Gobernaba su imperio con mano de hierro, enseñándole a Alejandro que el miedo era una herramienta más eficaz que el amor. En su enorme mansión, rodeado de lujos inimaginables, Alejandro creció mimado por la riqueza pero endurecido por la violencia que lo rodeaba.
Desde pequeño, Alejandro mostró un talento natural para la manipulación y el control. Su carisma y atractivo lo convertían en el centro de atención en cualquier reunión, mientras que su apellido le abría todas las puertas. En la escuela, era el rey no oficial, liderando a sus compañeros con una mezcla de miedo y admiración. Nadie se atrevía a desafiarlo, sabiendo que las consecuencias podrían ser mortales.
La adolescencia de Alejandro fue un torbellino de excesos. Las fiestas interminables, el alcohol y las drogas se convirtieron en su rutina diaria. Con el poder y la fama heredados de su padre, Alejandro se sumergió en un mundo de decadencia y hedonismo. Las mujeres, atraídas por su estatus y su encanto peligroso, llegaban en abundancia, y él las trataba como meros juguetes, desechándolas cuando se aburría.
Pero detrás de esa fachada de seguridad y poder, Alejandro luchaba contra los demonios de su realidad. El peso de ser el heredero de un imperio criminal no era fácil de llevar, y las expectativas de su padre eran una carga constante. Cada decisión que tomaba estaba bajo la estricta vigilancia de Don Gustavo, quien no toleraba la debilidad ni los errores.
A los diecisiete años, Alejandro tuvo su primera prueba real. Un cargamento de droga importante fue interceptado por la policía, y su padre lo responsabilizó del fracaso. Para demostrar su lealtad y capacidad, Don Gustavo le ordenó ejecutar a uno de los traidores dentro de su organización. Alejandro, sin mostrar emociones, cumplió la orden, disparando al hombre a sangre fría. Ese acto selló su destino, marcándolo para siempre como un verdadero narco junior.
A medida que Alejandro ascendía en las filas del negocio familiar, su fama crecía, y con ella, su paranoia. Los amigos se convirtieron en posibles traidores, y las mujeres en amenazas potenciales. La vida de lujo y exceso comenzó a perder su brillo, reemplazada por una constante sensación de peligro y desconfianza. Pero, a pesar de todo, el poder era adictivo, y Alejandro no podía ni quería renunciar a él.
Su relación con Debany Saray fue un respiro temporal en su tumultuosa vida. Ella, a diferencia de las demás, comprendía el mundo en el que vivían. Pero cuando ella se sumergió más profundamente en el negocio de su propio padre, Alejandro supo que su camino estaba sellado. No había lugar para el amor en su vida, solo para el poder y la supervivencia.
Con el tiempo, Alejandro se convirtió en una figura tan temida como su padre. La combinación de su atractivo y su letalidad lo hicieron una leyenda en el mundo del narcotráfico. Pero cada victoria tenía un costo, y cada traición dejaba cicatrices profundas en su alma. En la cuna del caos, Alejandro se forjó a sí mismo como un rey oscuro, gobernando su reino de polvo, hierba y plomo, sin remordimientos ni dudas, consciente de que en su mundo, la única constante era el poder y la muerte.
0 notes