#Arcadhianonstabian
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registros4del2osario · 1 year ago
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Extracto de Pedro Paramo de Juan rulfo anexado a la canción Quien Recogera Todos Los Escombros de la banda mexicana Arcadhianonstabian
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punxroutine · 5 years ago
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El Paraíso No Está Bien
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Por Javier Ibarra
Un hit del tribal-reggeatoñero, considerado número 1 en el top ten de las vacaciones de Semana Santa, hizo que Zarathustra bajara del Cerro de las Mitras, ubicado en From The Guts of Santa Catarina para irse de gira con su Banda Juvenil.
Saltillo: Nunca apareció el organizador con el que pactaron darle comienzo al tour. Llegó a la dirección proporcionada y resultó ser un antro que, como requisito, debían ser elaboradores de pan de pulque. El Dios Persa y su Banda Juvenil terminaron tocando en un festival de black metal dentro de un taller mecánico, en medio de la nada, babeando por el filo de las espadas que portaba esa gente que parecía estar muerta en vida.
Querétaro: Zarathustra y su Banda Juvenil no arreglaron nada. La camioneta se descompuso. A última hora les dieron chance de tocar en un partido de roller derby. Abrieron el show de cinco agrupaciones; dos de hardcore-cholo y tres de psychobilly. El güey de la última banda que tocaba el tololoche sí se trepó en su instrumento, cumpliendo con el acto creepy que generó aplausos. Después, siguió el partido de dos equipos con gordibuenas bien tatuadas.
Ciudad de México: Cuando comenzaron a bajar los amplificadores de la camioneta. Zarathustra le aviso a su Banda Juvenil que tocarían en un templo Krishna que apestaba a pollo congelado y orina de indigente. Todo el mundo comenzó a vomitarse encima. La mayor parte de los asistentes eran veganos. Se canceló el show por falta de Vida-Suero-Oral.
Guadalajara: Los punx de crestas y estoperoles aparecieron bien alebrestados y con unas costras de mugre petrificadas en sus cuerpos. Eran la inhalación de Resistol 5000 de cada vez que tocaba Fallas del Sistema. A Zarathustra lo querían picar con un cutter. Según ellos, porque él y su Banda Juvenil eran unos chillones nihilistas, en lugar de unos podridos anarquistas.
Torreón: Zarathustra y su Banda Juvenil fueron vetados del Furgón. Jamás volverían a tocar en esa sucursal de La Fe Music Hall. La cheve costaba 5 pesos. Por devaluar la bebida alcohólica el escenario voló en mil pedazos al finalizar el sintetizador de su canción “Dios versus Cristo”. Hasta ese momento había sido el show más divertido.
Colima: Abundaban muchas mujeres vampiro. Llegaron del VHS de Interview with the vampire, donde Kristen Dunst, se le apareció a los cinéfilos darks que desconocían la existencia de esa güerita tan chula. Desembarcaron en una playa creyendo que ella habitaba ahí junto a su vampiro-cientólogo-favorito, Tom Cruise. Si no creen, pregúntenle a Zarathustra y su Banda Juvenil cómo les quedaron sus cuellos, cuando fueron confundidos con clones de Brad Pitt.
Durango: Las groupies que compartieron bolsa de dormir con Zarathustra y su Banda Juvenil tenían los dientes más amarillos que habían visto. Andaban bien erizos, pero la mayoría eran sobrinas del brujo mayor huichol de esa región. No querían un mal de amores. Tampoco una pócima autóctona que les diera piso a base de una diarrea interminable.
Culiacán: Unos raperos que venían siguiendo desde la última caseta del Espinazo del Diablo a Zarathustra y su Banda Juvenil, se metieron por la parte trasera del Grupo Doble A donde tocaban. Al Dios Persa lo bajaron a patadas de la tarima, afirmando que esa zona les pertenecía. La Banda Juvenil se la jugó al puro estilo de 2 Pac Shakur: les echaron el freestyle. Pero no les gustó que rimaran qué bonito puerto, con Dios ha muerto. Esos raperos eran Los Narco-Cristianos del Ghetto, quienes habían cambiado sus Ecko Jeans, al darse cuenta que producir a parientes como El Komander dejaba más billete que los cuatro elementos del hip hop.
Mazatlán: Fue donde antes y después del último show, Zarathustra y su Banda Juvenil no pararon de pistear. El desmadre terminó ganándole a todos, al compromiso de la técnica, la perfección del ritmo cortado y el destiempo exacto; lo que se manejaban en sus presentaciones musicales. El top ten le lavó el cerebro al Dios Persa y hasta le entraron las ganas de hacer un cover de Valentín Elizalde “El Gallo de Oro”.
  El hit número 1 era “El ritmo de la matraca”, de Dj Niñote. Cantaba ese jarocho en el Carnaval de Mazatlán: La matraca traca traca, la matraca traca tra / Matraca para abajo / Matraca para arriba / Echemos la energía / Para que este ritmo siga. Su voz provenía de La Jaula, un lugar que ni los paleontólogos más fiesteros descubrieron. Mientras la diversión pisoteaba el libreto más popular del mundo que se le adjudicó a fantasmas-escritores o profetas-piedrosos, dando a conocer cómo se moría Yisus clavado a una cruz en el Monte Calvario. Hasta hicieron películas, series y documentales. Con todo eso, sí, así fue, Yisus migró al cielo. Agarró la carretera que su papi le construyó. Y Zarathustra, junto a su Banda Juvenil, deseaban subir a esa madre llamada La Jaula.
Esas vacaciones de Semana Santa, Zarathustra y su Banda Juvenil vivieron por primera vez el Carnaval de Mazatlán. La banda Del Olvido Al No Me Acuerdo, quienes organizaron el show en su ciudad, en una sucursal de las RinRin Pizzas, sugirieron que estaría más chilo que llegaran días antes para alcanzar a parrandear. No sé pudo, el itinerario de las dos semanas de tour estaba puesto.
Pero para empezar y recordar mejor esa noche, Zarathustra era el único con credencial para votar. Los de la Banda Juvenil eran puro morrillo de 17 años. El Diablo de la Lotería era el corista y showman, El Rey del Caos el guitarrista y  raro, El Morras el bajista y guapote, Donovan el baterista y ñoño; y Claudio y Mike se encargaron de las luces, el confeti, los samplers, la afinación, la armada, la desarmada, el acomodo y los sonidos del sintetizador.
Nadie de la Banda Juvenil podía entrar a los antros. Sus caras tenían demasiado sebo. Su cotorreo previó al último show del tour consistió en puro malecón. Y no es que ahí el desmadre estuviera feo. De hecho, la mayor parte de la gente se divertía en la calle. Era más barato y había de todo: familias, spring breakers, buchonas y hasta el Dios Persa con su Banda Juvenil que, en los blogs musicales los definían como emo nihilista con fuertes influencias de filosofía nietzscheana, andaban ahí.
  En el transcurso del Carnaval de Mazatlán, Zarathustra y su Banda Juvenil se enteraron que el crimen organizado dejaba pistear en la vía pública. Compraron ballenas, así le llamaban al caguamón los integrantes de Del Olvido Al No Me Acuerdo. Se las tomaron al ritmo de la tuba, el clarinete, el bombo y la tarola, mientras un chingo de trocas paseaban a vuelta de rueda por el malecón.
El Gallo de Oro tenía poco de haber sido plomeado. Andaba de moda. Se oía que cantaba bonito, con más sentimiento y dedicatoria para sus fans y enemigos. Sin la ley de castrosa y en un escenario tan destrampado, el Dios Persa no se cansó de comprarle ballenas a su Banda Juvenil. Se vino abajo la administración de las ganancias por vender discos y playeras. Esa tarea la desempeñaban El Diablo de la Lotería y Donovan. La próxima grabación, el cover de Valentín Elizalde, se quedó en las tienditas del malecón, todo porque Zarathustra ordenó le entregaran el dinero para duplicarlo en chelas y tostadas de ceviche. La finalidad era que no le diera la pálida a nadie. Esos milagritos, tanto a El Diablo de la Lotería como a Donovan, no les causo gracia. Querían estudiar administración de empresas, pero también les ganó el cotorreo.
Donovan era muy aburrido y serio; lo pintaban de puto o mamón. El Diablo de la Lotería, era straight edge… No obstante, estar viendo cómo Zarathustra entraba y salía de las tienditas con un chingo de envases de caguama entre su turbante, para después oír a los demás de la Banda Juvenil celebrar la muerte y resurrección de la cebada, se les hizo divertido. Aun así, la borrachera que se cargaban era bastante entretenida. Demasiada irresponsabilidad de parte del Dios Persa, pero para Donovan y El Diablo de la Lotería se convirtió en su aventura favorita.
  Si existía una regla en la Banda Juvenil, era que la borrachera se realizaba después de tocar, y que El Diablo de la Lotería los cuidaba a todos por ser straight edge. Pero como desobedecieron, no fueron directamente a las RinRin Pizzas, sino a seguir de desmadrosos.
Una hora antes de comenzar el último show, Zarathustra se amacizaba a un chingo de plebitas y a una que otra doña en el malecón. Les bailaba pegadito. Las quebraba como un campeón. Sí lo parecía, con la ballena amacizada en la mano derecha, arriba de los pantalones de esas viejas. Les mojaba el culito, con las gotas que escurrían del envase que estaba más muerto que el tal Rigoberto Campos, protagonista de la canción que lo hacía disfrutar de la noche. La Banda Juvenil también querían entrarle al apretón de cinturita, pero muy a güevo sabían caminar. Pinches envergados. Al único que no le dio pena fue a El Rey del Caos. Era lo maravilloso de él. Siempre fue el más open mind.
Nadie más le entró al bailongo, ya ni porque estaban en el noroeste y ni los conocían. En una de esas, Zarathustra sacó a bailar a una plebita que todos ya le habían echado el ojo. Era coqueta: sonreía volteando un chingo hacia donde se encontraba un botudo muy mal encarado. Al finalizar la canción, Mike fue y apartó al Dios Persa de esa piel. Si algo les habían advertido al llegar al Carnaval de Mazatlán, era que anduvieran al tiro de saber con quién cotorrear, de saber identificar a los narcos y a sus buchonas. Se espantaron. De pedo se fueron para la tocada.
Mike arrastraba a Zarathustra de su barba. La Banda Juvenil, ya que hacía calor, comenzaban a despojarse de sus playeras de Carlton Banks. Ninguno se quería ir del malecón. Se aventaron más de una hora caminando. El Diablo de la Lotería había probado sus primeras gotas de alcohol y comenzaba a ser él mismo, a tomar control en su persona, sin poner un límite entre lo bueno y lo malo.
En el trayecto dieron con dos cosas bien maniacas. En una esquina un señor salió de su Chevy Monza color blanco, invitándolos a que cachetearan a su compadre, quien yacía en la cajuela sin dar señales de vida. Órale, péguenle, decía el señor. El único que lo hizo fue Claudio, para después reírse como pendejo. Lo otro maniaco fue La Jaula, que sin explicación alguna se les apareció en cada esquina hasta llegar a las RinRin Pizzas. No sabían si eran varias o sólo esa. De ahí emanaba el top ten:
              Número 1 – “El ritmo de la matraca” – Dj Niñote
              Número 2 – “La cabrona” – Banda Jerez
              Número 3 – “Sándwich” – Banda Fresa
              Número 4 – “El ritmo del cangrejo” – Artista Desconocido
              Número 5 – “El sinaloense” – Valentín Elizalde
              Número 6 – “¿Cómo se mata el gusano?” – Artista Desconocido
              Número 7 – “Fine fine fine, very good very good very good” – Artista Desconocido
              Número 8 – “Oye mi canto” – NORE ft. Daddy Yankee, Nina Sky, Gem Star & Big Mato
              Número 9 – “Crank that” – Soulja Boy Tell’em
              Número 10 – “I’m still in love with you” – Sean Paul ft. Sasha
  Llegaron bien cansados a las RinRin Pizzas. Todo el equipo de sonido ya estaba montado en el escenario que se improvisó a un lado de la caja registradora. Nada de DIY por parte de Zarathustra y su Banda Juvenil, pura borrachera nada más. Los que acomodaron la batería y amplificadores fueron los de Del Olvido Al No Me Acuerdo. Esos batos tocaban bien bonito. Tom MySpace los presentó. A él se le podría adjudicar como el creador absoluto del tour.
Esos güeyes también empezaron a pistear desde muy temprano. Nada más que como ya sabían la rutina del Carnaval de Mazatlán y estaban más grandes, le medían mejor el agua a los tamales a la hora de empinarse lo que fuera. El único que se descarriló fue Paulino, su baterista. Ese güey no tenía llenadera. Su panzota era la respuesta visual a tan lampiño cuestionamiento de la Banda Juvenil.
A minutos de comenzar el show, mientras algunos de la Banda Juvenil acomodaban la merch, esperanzados en que vendieran algo, desaparecieron Zarathustra, El Rey del Caos, El Morras, Donovan, Mike y Claudio. El Diablo de la Lotería los voceó por el micrófono cada vez que terminaba una canción de la agrupación abridora: unos crusties que tocaron “Arrastrados”, de Ekkaia. El Diablo de la Lotería ya no pudo más, no lo pelaban. Trató de localizarlos hasta que terminó la primera canción de Del Olvido Al No Me Acuerdo. El sonido de esos batos hizo que El Diablo de la Lotería pensara en su madrecita, cuando se perdía de pequeño y lo voceaban a él en el mercadito de la colonia López Mateos, en From The Guts of Santa Catarina.
Al terminar la segunda canción de esos güeyes Zarathustra, El Rey del Caos, El Morras, Donovan, Mike y Claudio entraron haciendo un chingo de ruido, con un niño que vendía orquídeas y tenía la misma enfermedad que Nietzsche. El Dios Persa quería una foto con él y pintarle en el pecho el título de su disco favorito de Orchid: Dance tonight! Revolution tomorrow! Traían encima quién sabe cuántas ballenas más.
Del Olvido Al No Me Acuerdo era una agrupación desgarradora. El mito de que los borrachos lloraban al verlos tocar sí era cierto. Primero empezaron a jalar los mocos El Morras y Mike. Le siguieron Claudio, El Rey del Caos y Donovan, con un tallón de ojos. Pero Zarathustra rompió en llanto, en el hombro del demente chavalillo. El Diablo de la Lotería, al contrario, lloraba sin sentimiento alguno: aún estaba un poco más consiente y se preguntaba cómo cerrarían esa noche después de presenciar un espectáculo tan chingón.
  Como siempre, Donovan hizo su desmadre: volteó la batería por ser zurdo. Diez minutos después, Mike y Claudio reprodujeron el intro con el que comenzaban sus shows: un guapango que habían escuchado en Matamoros, Tamaulipas. El Rey del Caos, se meneaba como sólo él lo sabía hacer antes de dar el primer riff de guitarra. Habían acordado que en el Carnaval de Mazatlán tocarían sin las máscaras del Mosco de la Merced y Abismo Negro. Sin embargo, Mike se percató que El Rey del Caos dejó de menearse porque se estaba durmiendo. Subió junto con Claudio al escenario, como si la borrachera no les causara daño, y a Zarathustra y su Banda Juvenil, les colocaron las tapas de esos luchadores.
¡TENGO LA FUERZA, TENGO LA FUERZA!, gritó Zarathustra, con aliento de tostada de ceviche. Coreó El Diablo de la Lotería, con unas enormes X’s pintadas en la parte dorsal de sus manos, aun cuando ya no pertenecía a esa secta: ¡HASTA LA ÚLTIMA CÉLULA! El Morras y su bajo estaban encima de la gente. Donovan hacía redobles y se acomodaba sus anteojos cada vez que podía. Claudio aventaba confeti. Mike sostenía a El Rey del Caos de los hombros para que las canciones llegaran a su fin. El público gritaba, gracias al emo nihilista con fuertes influencias de filosofía nietzscheana.
En el encore de las ocho canciones que en total daban diez minutos con cuarenta segundos, Zarathustra salió corriendo con cuatro envases de caguama. Detrás de él fue Mike con otros dos envases. Parecía ser un performance encasillado a las agrupaciones de verdadero emo violento. Regresaron cada quien con una ballena para tocar “Síntomas” y después interpretaron “Decidieron dejar de nadar por las estelas luminosas del plantón”, que durante todo tour la primera era la penúltima, y la segunda la antepenúltima. Cerraron, como siempre, con “Dios versus Cristo”.
El show fue una mierda, pero un chingo de banda les decía que estuvo chilo. Las chavalonas, se le amontonaron a El Morras, quien de plano, por primera vez, se fue a seguir la borrachera. Mike agarró un poco de onda y se puso a recoger el equipo de sonido. El Diablo de la Lotería, se quedó tirado en el suelo; tenía sueño. Donovan, comenzó a desarmar la batería e intentar hacerse cargo de la merch, donde una linda plebita que le iba al Chelsea lo cotorreó, compró un botón; pero por puto o mamón, no le tiró rollo.
En la mesita ya no había nada de playeras y discos. Zarathustra remató todo al 2x1. Cuando terminaron de guardar los instrumentos en la camioneta, Paulino los invitó a cenar aguachile a su casa, donde dormirían. El tour había llegado a su fin, pero el Carnaval de Mazatlán continuaba.
  Caminaron como pudieron al malecón. La primera ronda de ballenas, después del último show, se las tomaron reposando en una banquita, comentando cómo improvisaron por no acordarse de los acordes de las canciones.
Claudio se quedó jetón. El Carnaval de Mazatlán gozaba sus últimas horas. El desmadre sollozaba a todo pulmón como para que alguien las diera de tan fea forma. Se aprovecharon de él: le llenaron su boca con papel higiénico y le echaron hielos encima de su pantalón, hasta que se derritieran. Después, se lo desabotonaron para que abriera los ojos al sentir una mano entera de Vaporub quemándole los testículos.
“El ritmo de la matraca” se escuchaba y El Morras señaló a La Jaula. En ese instante Claudio despertó como por acto de magia, no porque sintiera arder sus huevos, sino por las ganas de treparse a esa madre. Corrieron para alcanzar La Jaula. Les preguntaron a las chavas que perreaban ahí dentro de qué chingados se trataba. Ninguna los volteó a ver, seguían recordando sus primeras clases de zumba. Como al quinto intento, una chava bajo la mirada: ¿Qué dicen, hermosos?, preguntó mientras realizaba el paso más básico; de un lado a otro y cambiando de mano en el baile del tubo. ¿Qué es La Jaula?, volvieron a preguntar, corriendo cada vez más rápido. ¿De dónde vienen?, la bailarina dejó de moverse y se puso de cuclillas. Les dijo: La Jaula tiene que detenerse en el siguiente semáforo. Ok, contestaron al unísono. También le dijeron: Somos una banda de From The Guts of Santa Catarina y hemos estado viendo esta madre todo el tiempo.
La Jaula era la combinación de una troca y una casa rodante, como la de Walter White y Jesse Pinkman, donde cocinaban metanfetamina. Lo demás era desconocido, morboso, tentador. El top ten se repetía una y otra vez. Las chavas se turnaban de tubo en tubo. La people subía y bajaba con desesperación, sacando espuma entre los dientes.
Llegaron al semáforo. La Jaula se detuvo. La chava que les hizo caso tendió sus manos para que subieran. Otra se acercó y preguntó si eran los chavalillos que horas antes habían arrojado tostadas de ceviche de un puente peatonal. Lo negaron. La chava de cualquier forma les pellizco las nalgas.
El ambientador de La Jaula hizo sonar nuevamente el hit número 10, “I’m still in love with you”. Las chavas se pescaron cada quien a uno. Todo era idéntico a lo que pasaba en el video oficial de Sean Paul ft. Sasha. Zarathustra, quién sabe de dónde sacó unos turbantes que terminaron en las cabezas de todos los de la Banda Juvenil; como para que el movimiento de pelvis fuera más creíble ante tremendos culos, dignos de ese mote conocido como culichi.
En La Jaula quién sabe qué fue lo que bebieron. Y de tanto calor, una ballena bien muerta era lo ideal para emprender el regreso a casa de Paulino. Dieron con una tienda de autoservicio. Zarathustra les cumplió el deseo y cada quien se armó una. En eso dos plebitas, también como de 17 años, se bajaron de un camioneta amarilla con los vidrios polarizados. Del quemacocos se asomaron otras dos. Cuando pasaron a un costado olían bien rico; tampoco pudieron negar ver la belleza de El Morras. Se les ocurrió esperarlas y pedir un aventón, gracias a la guapura del encargado de los bajos y las planchas al público. El Morras, en cuanto regresaban a su troca les dijo: ¡Qué onda! ¿Cómo andan o qué? Se convirtió en ese Juan Galán de siempre. ¡Qué onda! Pues aquí pisteando nada más, dijo una plebita mientras la otra destapó su ballena con los dientes. Andamos buscando cotorreo. Acabamos de tocar en el Carnaval de Mazatlán; El Morras, se saltó todo el speech de siempre y fue directo a dar a conocer que eran la Banda Juvenil de Zarathustra. ¿Qué tocan? Se ven como metálicos, dijo la plebita que había abierto la ballena, volteándolos a ver de pies a cabeza. Nombre, nada más somos roqueros. Tocamos en un antro que está por el malecón; El Morras les quiso decir que eran como Motel. ¡Chingón! ¿Y que andan haciendo por estos rumbos? Andan bien lejos del malecón, la otra plebita que cargaba tres ballenas les cuestionó. Por acá nos andamos quedando, en la casa de nuestro productor, el del Movimiento Alterado. Nada más que queremos cotorreo; El Morras insistió en lo que querían: que los subieran a la camioneta para agarrar el pedo en la casa de Paulino, sin saber dónde chingados era. ¡Pues vénganse!, dijeron las plebitas. ¿Al chile?, El Morras no lo podía creer. Arre, pues. Súbanse. Acomódense como puedan atrás, una de las plebitas que se asomaba del quemacocos les ordenó.
La puerta trasera se abrió y “La papa”, de El Gallo de Oro dejó ver a esas dos plebitas en calzones conocidos como cacheteros. Quien abrió la ballena con los dientes se puso al volante. La otra como copimuerta. Calles adelante, ante la seguridad que todos mojarían brocha, se escuchó que cortaban cartucho y una lámpara cegó a Zarathustra.
¿Este pinchi talibán quién es?, preguntó uno de los dos botudos, con camisa polo; venían en la parte de hasta atrás, junto a cuatro plebitas. Soy Zarathustra, vengo de From The Guts of Santa Catarina. ¡Por favor, no me hagan nada!, bien pinche espantado que se vio y escuchó, quien muchos pensaban era muy chingón en una obra literaria por ser el Dios Persa. ¿Qué chingados andas haciendo acá en el Pacifico?, preguntaron los botudos mientras le apuntaban en la frente con sus calibres 45 bañadas en oro. Vine a dar un concierto de rock con mi Banda Juvenil. Aquí, en el Carnaval de Mazatlán fue nuestra última presentación. ¡Por favor, no me maten, no soy talibán!, repetía Zarathustra. Los demás clavaron la mirada al suelo. ¿Entonces por qué andas vestido así, pinchi perro? ¡No mames, si anduviéramos más ondeados te plomeamos a la verga!, dijeron eso mientras se guardaban sus calibres 45. Lo que pasa es que soy el Dios Persa. Sí soy del Medio Oriente, pero nada que ver con Bin Laden y los traficantes de heroína y opio, dijo Zarathustra; para después acomodarse su turbante ya más relajado. Los demás seguían mirando al suelo. Arre, pues. Bueno, sí conocen a El Chapo, ¿verdad? Es nuestro patrón; los botudos, se dieron tres líneas seguidas de coca que les pelaron los ojos como si fueran Mario Bezares. ¡A güevo! ¡El Chapo!, dijeron los de la Banda Juvenil. Bueno, chavalillos, y tú, pinchi talibán, iremos a ver el amanecer. Los botudos no pararon de reírse y de sacarse fotos con Zarathustra, no creían que anduvieran cotorreando con un pinche terrorista. ¿A dónde o qué pedo?, preguntaron con bastante miedo los de la Banda Juvenil. La borrachera ya no la sentían. Los testículos de Claudio embarrados de VapoRub le refrescaron la garganta. ¡Fierro, perros! Abróchense los cinturones que esta culera maneja bien pinchi feo, dijo uno de los botudos. El otro les ofreció coca en una bandeja de plata. Es sorpresa. Órale. Jálenle a esta madre. Pura merca de la buena. ¡A güevo! ¡Vamos! ¡Vamos a ver el amanecer!, decían eso los de la Banda Juvenil, para no aparentar tener miedo. Abrocharon sus cinturones y voltearon a verse.
  Por los vidrios polarizados, sentían cómo la camioneta iba por un camino de terracería. Una canción que decía: Dices que ya no me quieres cabrona, se repetía. Uno de los botudos no sabía si mandarle flores a Liliana Lago “La Nacha Plus”. La plebita que iba al volante detuvo la camioneta. Apagó el motor y aviso que habían llegado. Los botudos le indicaron a Zarathustra que bajaran todos. Los pusieron de espaldas al vehículo. Abrieron la puerta y les gritaron que se tomaran de sus manos. Con la misma lámpara que alumbraron a Zarathustra, de uno en uno les echaron la luz, pidiéndoles que se despojaran de sus prendas de vestir. En pelotas, recordaron muchas cosas; como lo bien que la habían estado pasando en el tour, los primeros ensayos en la Casita del Amor de From The Guts of Santa Catarina, aquella tocada donde robaron los trajes de The Locust en el Café Iguana, los casetes que editaron en Europa y cosas así que provocarían que todo el tiempo estuvieran revolcándose en sus tumbas, si corrían con suerte y no los mandaban con “El Pozolero”.
¿ESTÁN LISTOS?, gritaron desde la camioneta.
Zarathustra y su Banda Juvenil pensaron que los iban a plomear, pero lo que ocurrió fue que los botudos y las plebitas dijeron en voz alta y al mismo tiempo: ¡EL PARAÍSO NO ESTÁ BIEN!
U amanecer brotó. Las olas del mar comenzaron a mecer su miedo y la calma volvió en cuanto se orinaron de frente al paisaje más hermoso que han visto hasta el día de hoy.
¿QUÉ LES PARECE EL PARAÍSO NO ESTÁ BIEN, PINCHIS PERROS?, preguntaron los botudos y las plebitas, dándose otras líneas de coca y riéndose como locos.
Zarathustra y su Banda Juvenil no tuvieron expresión a tan majestuosa sorpresa. Los botudos y las plebitas, despojándose de sus prendas de vestir, pasaron corriendo a un lado de ellos; descendieron por una vereda y se introdujeron al mar.
El Morras, jamás perdió la seguridad y corrió tras ellos. Claudio, bostezó y comenzaron a arderle sus testículos. El Rey del Caos, se hizo mierda. Mike, dijo que era la segunda ocasión que le pasaba algo así. El Diablo de la Lotería, le mandó un mensaje de texto a su mamá. Donovan, limpió sus lentes para contemplar mejor ese momento. Zarathustra, en voz baja les dijo: La Banda Juvenil ha muerto.
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platanosconlechera · 5 years ago
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#shirtoftheday #arcadhianonstabian #delolvidoalnomeacuerdo #screamo de #mexico https://discargadirecta.blogspot.com/2010/01/arcadhianonstabian-del-olvido-al-no-me.html?m=1 https://www.instagram.com/p/B-KvK2app3f/?igshid=12yut1smqw699
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nihil-novum · 12 years ago
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Arcadhianonstabian . Quién recogerá los escombros
"¿Te acuerdas, Justina? Acomodaste las sillas a lo largo del corredor para que la gente que viniera a verla esperara su turno. Estuvieron vacías. Y mi madre sola, en medio de los cirios; su cara pálida y sus dientes blancos asomándose apenitas entre sus labios morados, endurecidos por la amoratada muerte. Sus pestañas ya quietas; quieto ya su corazón. Tú y yo allí, rezando rezos interminables, sin que ella oyera nada, sin que tú y yo oyéramos nada,  todo perdido en la sonoridad del viento debajo de la noche. Planchaste su vestido negro, almidonando el cuello y el puño de sus mangas para que sus manos se vieran nuevas, cruzadas sobre su pecho muerto; su viejo pecho amoroso sobre el que dormí en un tiempo y que me dio de comer y que palpitó para arrullar mis sueños. 
Nadie vino a verla. Así estuvo mejor. La muerte no se reparte como si fuera un bien. Nadie anda en busca de tristezas "
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cepheacephea · 6 years ago
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punxroutine · 4 years ago
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REVENGE OF THE NERDS habla de: Cómo el caos intentó crear una secta de EMO VIOLENTO en México | 25 años de THREE ONE G RECORDS | 90’S, el dúo dinámico del poniente de Monterrey | STEVE AOKI fue hardcore | Los mejores álbumes de EBULLITION RECORDS | El caos es ORCHID | Del olvido al no me acuerdo, con ARCADHIANONSTABIAN | COMADRE quemando la escena | TOMÁS URQUIETA bailando y revolucionando en la pista de baile | KIKO AMAT y su interpretación del emo | PG. 99 y su amistad derramando sangre | REVERSAL OF MAN y sus ansiedades | Scremo is dead!! larga vida a LOUISE CYPHRE.
Entregas en cualquier lugar de la Ciudad de México.
Envíos en la República Mexicana y otros países: [email protected]
Ariel Pukacz, periodista musical y Editor de Walden Editora sobre Revenge of the nerds: “Javier compone una cosmología del género, casi desde la lógica de la teoría del Iceberg: es más lo que oculta que lo que evidencia, porque su intención no es contar la historia del screamo como un relato sino que lo hace de una manera fragmentaria, mediante entrevistas, ensayos, pequeñas biografías de artistas, reseñas de discos. Así logra saltar de sellos decisivos como Gravity, Ebullition y Three One G a datos menos conocidos: el rol clave del DJ Steve Aoki en el género. Pero Javier no se queda en recuperar una historia de otros países, también se interesa en contar lo que sucedió en México durante aquellos años. Mientras Orchid daba sus pasos finales hacia Ampere, en Monterrey se articulaba una escena que nada tenía que envidiar a su contra parte de San Diego, Massachusetts o Virginia”.
https://revengeofthenerdsfanzine.wordpress.com
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twinklyreviews · 13 years ago
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Arcadhianonstabian
I doubt there's much latin americans reading this but, without doubt this is a really great band from here. today they announced via facebook they'll be together and probably touring next year. Excited that I may be able to see them! anyway, check em if you haven't. http://www.youtube.com/watch?v=l9zBt3fZDEA
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nihil-novum · 12 years ago
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Arcadhianonstabian - Recuerdas
"Siento el lugar en que estoy y pienso... El viento bajaba de las montañas en las mañanas de febrero. Y las nubes se quedaban allá arriba en espera de que el tiempo bueno las hiciera bajar al valle; mientras tanto dejaban vació el cielo azul, dejaban que la luz cayera en el juego del viento haciendo círculos sobre la tierra, removiendo el polvo y batiendo las ramas de los naranjos.  Y los gorriones reían, picoteaban las hojas que el aire hacia caer, y reían  Era esa época.  En febrero, cuando las mañanas estaban llenas de viento, de gorriones y de luz. Me acuerdo. Mi madre murió entonces.  Que yo debía haber gritado; que mis manos tenían que haberse hecho pedazos estrujando su desesperación  Así hubieras tu querido que fuera. Pero acaso no era alegre aquella mañana? Por la puerta abierta entraba el aire, quebrando las guías de la yedra. Los gorriones jugaban. En las lomas se mecían las espigas. Me dio lastima que ella ya no volviera a ver el juego del viento en los jazmines; que cerrara sus ojos a la luz de los días  Pero por que iba a llorar?... Te acuerdas?..."
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mcdla · 13 years ago
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Arcadhianonstabian – Del Olvido al no me acuerdo(EP) (2007) + Nuevas Canciones (2007)
Arcadhianonstabian es una banda experimental de Mazatlan, México, formada por Tlaqh (guitarra y voz), Feto (guitarra y voz), Pera (bateria) y Juan (bajo), ellos combinan varios tipos de sonidos para lograr sus distintivas canciones, las cuales hacen de esta banda, un tanto dificil de clasificar en un solo genero, sin embargo, son notorias las raices de esta banda…
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nihil-novum · 12 years ago
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Arcadhianonstabian - Intro
"-Qué es?- me dijo.- -Qué es que? - le pregunté.- - Eso, el ruido ese.- - Es el silencio. Duérmete, descansa aunque sea un poquito que ya va amanecer..."
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nihil-novum · 12 years ago
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Arcadhianonstabian - A veces siempre // Creer que no es cierto
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