#* lanza su pañuelo al aire xq extraña a niko y rosie *

[mangjeolie]

la negativa de nikolai no le representa y, en el fondo, tampoco se sorprende; para ella una ganancia siempre era ganancia, independientemente de su naturaleza. ‘ qué contradictorio. estar dispuesto a torcer las cosas a tu favor pero no sentirte conforme con el resultado. afortunadamente para ti, vivimos en una sociedad que no le importa el medio sino los resultados, ’ que claro que era válido para ella también. sin embargo, al traer a colación la idea deja de mirarle para enfocarse brevemente en el brillo del cuerpo de agua a un costado. ni siquiera se sentía avergonzada de su postura. ¿debería? ‘ a veces es como si fuéramos completamente opuestos. ’ de hecho, recientemente se sentía como si lo fuesen la mayoría del tiempo. hasta en cosas que nada dependían de ellos, como el desempeño general de sus grupos. yule, por un lado, parecía demasiado acomodado en la categoría más alta. lammas, por el otro, entraba y salía constantemente de la categoría c, casi como si fuese incapaz de librarse de la mala suerte que le perseguía mordiéndole los talones. ‘ ¿un…? ¡ah! ¡por supuesto! porque un beso y un cigarro siempre van de la mano, cómo se me pudo olvidar, ’ eventualmente rueda los ojos. en el fondo, sabe que el ambiente aligerándose es lo que ayuda a disipar la tensión de su cuerpo, como la garantía que necesitaba de que el roce del otro día ya no tenía poder sobre sus pensamientos, confundidos y desdibujados por la incidencia de la presencia ajena. ‘ siempre he pensado que soy más de colores oscuros o fríos, ’ extiende la palma enguantada por delante para volver a examinar el rojo de la prenda, esa misma que lleva el cigarro entre índice y medio, y que proporciona fácil acceso para que el otro pueda volver a robar una calada. ‘ basta, ’ se queja como parte de una advertencia donde su mano libre trata de alejarlo desde el hombro. el empujoncito es débil, el brío en su voz también. ‘ es mío, y sí, soy egoísta. bastante. ’ tuerce ladeando la cabeza. el cilindro es acomodado entre sus labios incluso si en ningún momento llega a dar una calada de él. más bien es un jugueteo distraído mientras se dedica a observarlo, memorizándose las sonrisas que con tanta facilidad le regalaba. quizá… en algún momento dejara de dedicárselas. ‘ no me has leído bien. soy egoísta, competitiva, y malgeniada. acostúmbrate, ’ confiesa con descaro, sin rodeos y por fin inhalando de la nicotina que se condensa en su sistema antes de ser exhalada con suavidad entre ambos. en otro momento de su vida se habría mostrado simpática, quizá queriendo o buscando la aprobación de quienes le rodeaban… pero mucho había transcurrido desde entonces. relaciones familiares, amistosas, amorosas, muchas fallidas. ya no veía sentido en aparentar algo que no era. ‘ ¿qué edad tienes, nikolai? ’ de repente se sorprende porque, frente a todo lo que ha dicho, es lo primero que se le ocurre indagar. no lo recuerda de la primera conversación que tuvieron, en esa primera entrevista escueta donde todavía no había sido víctima del mismo interés con el que tenía que vivir ahora.

‘ y te convertiste en uno, ¿no es así? perseguías criminales. hacías valer la ley… a tu modo, ’ lleva el cuerpo hacia adelante, apoyando los codos sobre sus rodillas y descansando su propio peso en ellas. ‘ la primera vez que te escuché, pensé que éramos extrañamente parecidos y todo lo que quería era descubrir hasta qué punto, ’ la voz se le escucha suave y amortiguada mientras apoya la mejilla sobre los antebrazos cruzados, aunque su intención no sea esconderse entre ellos. simplemente… está casada. ha sido una noche larga. ‘ te entiendo. mi familia paterna también solía ser invitada a esas cosas. aunque no buscando favores, sino… ¿alianzas? supongo. en aquel entonces tendría unos diez años, poco o nada entendía de las conversaciones de adultos. ’ cierra los ojos, al hacerlo se transporta a su infancia, vestida de punta en blanco y parada junto a papá y mamá. esas veladas sólo eran llevaderas porque tenía a su hermana… pero ahora ni siquiera podía contar con eso. si en alguna oportunidad sus versiones infantes se habrían codeado en los mismos círculos sociales, ¿se hubieran llevado bien? mangjeol ha dejado que su atención sea arrastrada brevemente por los recuerdos hasta que las palabras del otro percolan a través de sus oídos. entonces abre los ojos con alerta y aunque no se mueve, sopesa la posibilidad algunos segundos. ‘ ¿esa es toda la condición? ¿qué ganarás tú? pareciera que soy la única que sale favorecida, ’ poco a poco se irgue con una postura de espalda recta y mirada cargada de desconfianza. ‘ bueno, pero tendrás prohibido retractarte, ¿entendido? ’ si el sí no ha quedado claro con la pregunta, quizá lo haga cuando apaga el cigarro frotándolo contra el suelo, a un costado de sus zapatos. o cómo se siente un poco más adelante, con las palmas abiertas a la espera de las ajenas. ¿debió especificar que también era impulsiva? ‘ déjame probar, ven… ’ empieza a decir, dedos abriéndose y cerrándose con impaciencia, cuando las puertas de cristal que marcan la entrada de la piscina son abiertas por un grupo de desconocidos ruidoses, probablemente con más alcohol del necesario encima. cantan, suben la voz y llaman a un mozo inexistente porque… ¿usarán la piscina? la hostilidad en su postura se hace evidente. no lo duda, han arruinado su oportunidad.

" para nada" contestó, y su voz se tiñó de un tono diferente. carecía de la seguridad con la que habló antes, y sonó más cansada en su lugar. " torcer las cosas es como forzar a la suerte a mirarme. no es lo mismo que ser bendecido por ella" y quizás la diferencia podía ser considerada mínima, pero quería tener la certeza de que mangjeol comprendería la diferencia. " nada cambia el hecho de que gané manipulando las cosas" y luego esbozó una sonrisa sencilla, presa de cierta resignación. la mano que sostuvo la muñeca opuesta y a través de la cual fumó con toda la libertad del mundo no generó resistencia en el momento que ella se alejó, quizás porque no era su intención forzarla a estar cerca. solo jugó un poco, acariciando esa astucia que pensaba que tenía para conseguir algo, para tantear los límites... y ese algo eran las propias señales de su acompañante, o sus gestos, o el lenguaje implícito en su acciones; esas cosas que veía ahora y algún día nunca más volvería a ver, por parte de nadie. " mis guantes también son elección de vestuario. ¿no has visto los atuendos y2k? " usó en su contra, viéndola quedarse con su cigarrillo sin molestarse en ir a buscarlo. en su lugar, la siguió con la mirada, como si fuese una pintura que no se cansaba de mirar. con esa ropa le pareció una obra distinta, pero tan igual en esencia que podría fácilmente llamarla su favorita incluso habiendo muchas que estaban por subastar. " si querías un beso indirecto solo tenías que pedirlo " la molestó, empleando esa tonta referencia que la gente habitualmente solía emplear para coquetear, o para hacerse la interesante. una broma, si lo pensaba. aproximándose ahora, se sentó frente a ella y recargó la mejilla en su mano abierta, escuchando sus quejas y luego sus preguntas. " a mí me gusta como se ven. el rojo te hace lucir..." ahí se alzó por un instante, inclinándose para robarle otra calada del cigarrillo de forma premeditada, persiguiendo la necesidad de tabaco, " fascinante" exhaló, y la nicotina tomó forma a un costado de ella, en tanto nikolai volvía a su lugar. " ¿para qué sacar otro si tengo ese?" cuestionó, y sus manos presionaron sobre la reposera, haciendo que su cuerpo se recargase hacia atrás. "¿o no quieres compartir? no te pensaba del tipo egoísta, subteniente " sus ojos se entrecerraron y su rostro se ladeó hacia un costado, jugando a ser falsamente vulnerable. la sonrisa era lo único que no le confería el papel en su totalidad. " me estaba aburriendo. ¿no te pasa? " cuando tuvo la confianza de responder su pregunta, su mirada ahora se dirigió hacia arriba, justo en dirección al firmamento. " fue nostálgico sí. se parece a esas veladas en las que invitaban al famoso e implacable fiscal xu para obtener favores " hubo un poco de jocosidad en sus palabras, en tanto se encogió de hombros. " ¿te conté que siempre quise ser un héroe de la justicia?" un sueño infantil, casi más cercano a la inocencia de un niño que a la madurez de un adulto. " pero el tipo de justicia que representaba mi padre siempre me causó repulsión" o todo lo que venía de él por sí solo. rehuyendo de esos pensamientos, no tardó demasiado en volver a mirarla. entrelazó sus manos, apoyó su mentón, y se quedó en silencio de forma breve, jugando con los segundos. y al final, dejó escapar una exhalación. " te dejaré quitarlos. un trato es un trato " finalmente le ofreció, refiriéndose a los guantes. " con una condición" ahí, alzó su índice, y su mirada se volvió más astuta. " puedes hacer cualquier cosa, excepto mirar. tienes que cerrar los ojos " luego, se inclinó hacia ella, y le habló en un tono más confidencial. " ¿es un trato? " por la forma en que lo pronunció, parecía más bien una apuesta.