#ヾ✮*。 𝚃𝙷𝚁𝙴𝙰𝙳 ╱ yeom keungho

[daechvita]

Keungho siente las manos sudorosas, el cuerpo un tanto tembloroso y la ansiedad parece irse hacia arriba sin querer detenerse ni un solo segundo. Hace mucho tiempo que no sentía esa sensación de euforia que le elevaba hasta el cielo para luego de eso, simplemente volverse pánico puro. Había sucedido otra vez, una de las muchas ocasiones donde el muchacho salía de casa y no volvía, buscando e intentando a toda costa alcanzar la cúspide de la liberación. Un edificio en construcción en medio de la ciudad había sido el nuevo objetivo, subiendo las rampas y cada una de las estructuras de metal frio hasta alcanzar una altura que le pareciera correcta, que le asegurara una muerte segura. El viento de un invierno crudo golpeaba su rostro hace no menos de una hora, antes de ser otra vez intervenido por un par de oficinales que fueron alertados de su presencia en el lugar. Había sido salvado y llevado directamente hasta la sala de espera de una comisaria. Le habían hecho mil y un preguntas, claramente preocupados por su salud mental y por la razón que le había orillado a tomar su propia vida. Pero Keungho no habló, no una sola palabra saliendo de sus labios más allá de asentimientos o negaciones con la cabeza ante cuestiones que en ese momento, le eran complicadas. Su número de emergencia no eran sus padres, no le veía el sentido a ello. En cambio, el primer número en su lista de contactos en el móvil, era siempre su hermano quien no tardaría en llegar por él y recogerle una vez más, de un lugar donde el mayor no pertenecía. 

¿Cuántos intentos más le costaría, hasta que su hermano fuese a recogerla a una morgue? Espera que no muchos más, no quiere ser una molestia. / @tentaciion​

[daechvita]

Había pasado exactamente una semana desde su primer encuentro con el enigmático hombre que tocaba el piano, aquel sujeto que le había hechizado de cierta forma en cuerpo y alma. Keungho no era una persona enamoradiza, ni siquiera estaba seguro de que era eso en realidad, pero si sabía que su conexión con la armonía y la paz que Hyeseok le hacía sentir, era algo diferente al romance. Tal vez, era porque de cierta forma, les unía un amor al arte y una discapacidad básica. Keungho había hecho un par de ojitos bonitos a un enfermero que no dudó en decirle lo que acontecía en la vida de Hyeseok, una sordera eminente y un deseo profundo de simplemente hacer todo desaparecer. La sordera no era la razón por la que estaba ahí, sino por su anhelo de alcanzar la libertad quitándose la vida. Keungho no mencionó su nuevo hallazgo al mayor en ningún momento, más por respeto y deseos de que él, desarrollase la confianza justa para contarle que estaba sucediendo consigo mismo. Tal vez así, él también pudiese contarle sus problemas.

Por ende, Keungho luego de sus sesiones habituales de piano y cuando Hyeseok desaparecía por el umbral, él se quedaba para dedicarse a la pintura en la cual estaba trabajando. Cada cosa que Hyeseok hacía, despertaba un eminente deseo de plasmarlo en hojas de papel pintadas con carboncillo, pero esta pintura al óleo era diferente. Con dedicación y ayuda de su enfermera favorita, es que logra mantenerla como un secreto. Es domingo, el sol entra por cada rendija disponible y baña toda la blanquecina sala con colores dorados y brillantes, cayendo uno de los rayos de sol sobre el lustroso piano y cuando se llega la hora, Keungho asoma sus ojos redondeados desde detrás del atril donde la pintura cubierta por un suave velo descansa y él observa al mayor. Una sonrisa se fija en sus labios, Hyeseok probablemente no podía verla, pero podría distinguirla por las leves arrugas alrededor de sus ojos y como sus pómulos se alzan. Su mano derecha hace una señal de “ven aquí”, era su turno de demostrarle que tan bueno era en lo que hacía. / @xbeautynamedbelle​

[daechvita]

Yeom Keungho - 20 años - 17/09/1999 - Virgo - Artista

El menor de dos hermanos varones, nacidos en una familia biparental de clase alta. Keungho fue prácticamente criado por la servidumbre de su casa, puesto que sus padres, en ningún momento mostraron realmente un gran afecto o un deseo de inclusión con su hijo menor. Para ellos, el mayor es quien cumplía todas las pequeñas expectativas de sus padres, calificaciones perfectas, un deseo de convertirse en alguien ligado a las empresas familiares, deportista, etc.

Keungho nunca fue un estudiante modelo, tampoco un deportista nato. Todo lo contrario, desde muy pequeño mostró grandes dotes artísticos deslindado a la pintura, el dibujo y sobretodo, la escultura. Para él, solo había un momento de completa paz mental y era cuando podía hacer lo que más le gustaba. Su madre, quien fungió un gran papel como una perpetradora de su salud mental, siempre era quien le obligaba a leer, estudiar, mantenerse centrado en lo que ellos creían “correcto”.

Sufre de mutismo selectivo, cosa que se originó desde que tenía 7 años de edad. Comenzó con un descenso de su voz, hasta prácticamente mantenerse completamente callado cuando tiene socializar con otras personas. Esto, obviamente, infringió un daño en sus relaciones con otros niños, al igual que incrementó una gran brecha entre él y sus padres, incluso con su hermano que parecía ser quien buscaba a toda costa, hacerle sentir bien. Por ende, Keungho no tiene muchos amigos, de hecho, puede contarlos con los dedos de una mano.

Suele hablar solo en su habitación o con su nana, una mujer mayor que siempre estuvo para él. Fuera de eso, no habla con nadie más. Aprendió a comunicarse por medio de señas, al igual que escribiendo en su teléfono celular o en una libreta que siempre lleva consigo. Solo interactúa con otras personas si dan el primer paso, o bien, él se siente intrigado por dicha persona.

Keungho al iniciar la adolescencia, sufrió una gran cantidad de abuso escolar, todo por la crueldad de los jóvenes de su edad contra algo que no entienden ni quieren entender. Esto comenzó a desatar otro trastorno en su persona, una nulificación del miedo o el riesgo. Solía meterse en peleas y problemas con otros, al igual que parecía no sentir real miedo a ser lastimado de verdad. Gracias a ello, ahí comenzó la gran tortura buscando una sola cosa: quitarse la vida.

No lo hace de manera consiente o al menos, él no está demasiado arraigado a sus emociones y sentimientos como para asegurar que todos sus intentos de suicidio han sido premeditados. Simplemente, veía la opción y la tomaba. Gracias a esto, sus padres decidieron internarlo en un hospital psiquiátrico cuando apenas y tenía 18 años de edad. Cabe destacar que solo ve a su familia cuando ellos deciden que es un día importante, pero fuera de eso pasa 365 días del año confinado a un hospital. Su hermano es quien lo visita más seguido, cosa que le hace muy feliz.

A mejorado mucho con respecto a sus problemas psiquiátricos, gracias a terapia y medicación. Hace tiempo no ha intentado quitarse la vida, aun así, eso no quiere decir que mejoró su mutismo, sintiéndose más feliz y cómodo de esa forma. ¿Por qué debería hablar cuando nadie escuchó su grito de auxilio?

Tiene ciertos “privilegios” dentro del hospital, especialmente porque es un hospital de gran paga monetaria brindada por sus padres. Le permiten tener su teléfono celular consigo, más que nada por comunicación. También tienen un área de recreación, donde Keungho suele pintar y esculpir haciendo lo que realmente le gusta y ama, todo siempre, con el ojo de las cámaras y algún enfermero alrededor.

Es un alma libre, al menos es como se considera a sí mismo. Le gusta pasearse por los pasillos como si fuese su propia casa, hacerse de amigos o compañeros con quien pasar aunque sea el rato, se ha vuelto una de sus actividades favoritas. Nadie está del todo cuerdo en el psiquiátrico, nadie puede juzgarlo y muchos de ellos, tampoco hablan demasiado.

Es un gran observador y tiene gran paciencia, en vista de que su habla se ve afectada, ha desarrollado su vista y oído para captar todo alrededor. No suele demostrar demasiado o describir mucho de sí mismo, más que nada porque siente que sus sentimientos y emociones nunca han valido nada y nadie está dispuesto a escucharlo. No se puede definir como introvertido o extrovertido, todo depende de su ánimo.

Es amable y divertido a su forma, un muchacho encantador que se ha ganado el corazón de todos sus cuidadores y sus médicos. Siente mucho más el hospital como su hogar, que su antigua casa.

Nunca tuvo pareja, ni novias ni novios. De hecho, nunca ha besado a nadie cosa que genera en él ser un “romántico empedernido” gustándole ver películas de romance.

Suele ser bastante intenso si se lo propone y buscar a alguien si se ha prendado de dicha persona, además de encariñarse rápidamente con alguien cuando le muestra, aunque sea una mínima caricia de afecto.

Ama los animales, aunque no tenga permitido tener ninguno en el hospital. Suele dibujar aves, que es lo que tiene más al alcance dentro de su pequeña “celda”.

Tiene afinidad por el chocolate y las cosas dulces, aunque tampoco sea algo que le den con recurrencia.