#Óscar Paz Llanos
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Cae banda que estafaba a empresarios con la modalidad de carta fianza
Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) desbarataron a una banda criminal dedicada a estafar a empresarios con la modalidad de la carta fianza. Con estos engaños, los delincuentes habrían estafado a diversas empresas por miles de soles, entregándoles cartas fianzas clonadas por altos montos.
Los sujetos fueron detenidos en la víspera, tras haber recibido S/19 mil por parte de una empresa inmobiliaria por una carta fianza de S/ 392 mil. Según se pudo conocer, los estafadores entregaban a sus víctimas cartas fianzas clonadas para obtener licitaciones y contratos.
Además, realizaban acuerdos como los contratos consignados, costos de garantías y pagos de impuestos. Una vez que los empresarios iban a las entidades bancarias con las cartas fianzas se daban cuenta de que habían sido estafados.
Los detenidos fueron identificados como Igor Villasis Aguirre (39), exconcejal de la Municipalidad de Jesús María; Óscar Paz Llanos (64) y Yuri Pasoni Alfaro (51). Los tres tienen antecedentes: Villasis Aguirre fue investigado por falsificación de documentos; Paz Llanos, por estafa; y Pasoni Alfaro, por apropiaciones ilícitas.
#lima#peru#lima peru#delincuencia#delincuentes#bandidos#estafadores#Óscar Paz Llanos#Yuri Pasoni Alfaro#Igor Villasis Aguirre#Igor Villasis#Óscar Román Paz Llanos#oscar román paz llanos
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ASESINATOS CONTRA JÓVENES: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN COLOMBIA?
Articulo tomado de Colombia Informa.
Jueves 20 de agosto del 2020 - Más de 17 jóvenes han sido asesinados durante la última semana en distintos departamentos de Colombia. Mientras tanto, el Gobierno continúa haciendo caso omiso a las denuncias de las comunidades campesinas, indígenas, afro y urbanas, frente a la emergencia humanitaria que se agudiza en varias regiones del país.
El primer hecho sucedió el 9 de agosto cuando hallaron los cuerpos dos estudiantes en la vereda San Gerardo, en el límite entre los departamentos de Cauca y Nariño. Michael Márquez de 15 años y Cristian Felipe Caicedo de 17 años, se dirigían a entregar sus tareas del colegio cuando se encontraron con un retén paramilitar en el que fueron ejecutados con armas de fuego.
Dos días más tarde, en Cali, Valle del Cauca, fueron asesinados cinco jóvenes de 14 y 15 años: Juan Manuel Montaño, Jean Paul Perlaza, Leyder Cárdenas, Jair Andrés Cortez y Álvaro José Caicedo. Esta masacre sucedió en Llano Verde, un barrio de viviendas de interés social ubicadas en el suroriente de la ciudad, cerca a los cañaduzales. Allí fueron encontrados los cuerpos con golpes, rayones, heridas de arma blanca y tiros de gracia.
Sus familiares denunciaron que en el momento en el que llegaron al sitio habían dos patrullas de la policía cerca, así como dos cuidadores de ese cañaduzal. Estos últimos tenían machetes en las manos y manchas de sangre en la cara. Por este motivo, durante el velorio, las familias y la comunidad denunciaron la posible participación de la fuerza pública en los asesinatos.
Por otra parte, a través de un tweet realizado por el partido político Farc, se dio a conocer que la joven Michel Andreina Gómez Calvete fue asesinada en una finca cercana a Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño. Michel era hija de Sandra Calvete y hermana de Carlos Gómez, excombatientes que se encuentran en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación -ETCR- de Carrizal.
Según informó el equipo coordinador de ese ETCR, la madre de la joven había recibido amenazas de muerte en días anteriores, cuando se encontraba en el municipio de Caucasia; por esta razón se desplazaron hacia el ETCR como medida para salvaguardar su vida.
Según la denuncia del partido Farc, la joven recibió doce puñaladas y posteriormente fue degollada. Desde la firma del Acuerdo de Paz en el 2016 se han registrado 20 asesinatos contra integrantes del núcleo familiar de excombatientes, según cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz -Indepaz-.
Tres días más tarde, el 15 de agosto, asesinaron a ocho jóvenes en el municipio de Samaniego, en Nariño. Las víctimas, quiénes oscilaban entre los 17 y los 25 años, fueron identificadas como Daniel Vargas, Campo Elian, Brayan Cuarán, Laura Mishael Riascos Melo, Sebastián Quintero, Óscar Obando, Byron Patiño y Rubén Ibarra.
Los jóvenes se encontraban en una vivienda de la vereda Santa Catalina cuando cuatro hombres con armas de fuego dispararon indiscriminadamente.
¿Quiénes son los responsables?
Los medios de comunicación tradicionales, así como las administraciones locales y nacionales, han justificado estos asesinatos bajo el pretexto de que los jóvenes estaban incumpliendo con la cuarentena. Estas afirmaciones desvían la atención ante la emergencia humanitaria que han denunciado las comunidades durante la pandemia, así como de los responsables de estos hechos.
Aunque la institucionalidad ha asegurado que se trata del Ejército de Liberación Nacional -ELN-, la insurgencia emitió un comunicado en el que desmintió estas afirmaciones.
Mientras tanto, los habitantes de distintas ciudades y regiones rurales, han denunciado la agudización de la militarización en sus territorios, así como la reconfiguración de grupos paramilitares en los mismos.
Erika Prieto, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de los Pueblos, asegura que, desde los grupos poderosos como lo es el partido de gobierno, se ha generado una estigmatización directa contra las poblaciones diversas y críticas, entre las cuales se encuentra la juventud.
Según ella se hacen “una serie de señalamientos a través de los medios, una serie de cuestionamientos y posteriormente se les asesina. Así, se responde además a una estructura que ha venido reproduciendo y reconfigurando, que es la estructura de los grupos paramilitares, que nunca dejaron de existir”.
Finalmente, expresa que estos hechos “ocurren también con la connivencia de la institución; ocurren en un contexto de convivencia entre las fuerzas en general y el estado. En este sentido, es importante entender que es una fuerza pública que actúa con la certeza de la impunidad”.
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Audición para Dahlia Müller (Lily James)
¡Hola, Dahlia! Luego del ajetreado papeleo, finalmente nos complace darte una muy cálida bienvenida a Derry, un lugar donde vemos por el bienestar de cada uno de nuestros residentes y nos esforzamos por brindarles también la mayor seguridad posible, aunque con frecuencia resulte complicado. Un lugar donde la paz que puede apreciarse a simple vista se trata solamente de una pantalla que los mismos pueblerinos se han encargado de mantener, en un intento por aminorar el creciente temor que ha comenzado a esparcirse como hiedra venenosa entre las calles, pues el pasado que sin mucho problema decidieron olvidar ha vuelto para acecharlos nuevamente. ¡No olvides el toque de queda! Tal vez, si procuras regresar a casa sano y salvo antes del anochecer, tu nombre no acabe en la sección de personas desaparecidas del periódico local.
¡HONEY! A partir de este momento, cuentas con 24 HORAS como lapso límite para enviar la cuenta de tu personaje. De llegar a necesitar más tiempo, no dudes en pedírselo a la administración. Reiteramos una vez más lo agradecidas que estamos por el interés que le has dado al proyecto y esperamos que te diviertas durante tu estadía con nosotras.
INFORMACIÓN OOC
NOMBRE O SEUDÓNIMO: Honey EDAD: veintiuno PAÍS/ZONA HORARIA: República Dominicana / UTC-4 NIVEL DE ACTIVIDAD: cinco/seis, mayor durante los fines de semana ¿TOLERAS CONTENIDO 18+? sí CONTRASEÑA: Removido.
INFORMACIÓN IC
NOMBRE COMPLETO: Dahlia Arizona Müller EDAD: veinticinco años FECHA DE NACIMIENTO: 19 de julio de 1992 OCUPACIÓN: profesora principiante en la escuela primaria de la Academia St. James FACECLAIM: Lily James PERSONALIDAD:
Dahlia es todo lo que en apariencia promete. Un canvas llano de pintura bonita, sin demasiados relieves, colores neutros pero pasteles. Agradable a la vista; breve en la memoria. Son sus sonrisas las que le hacen el frente a la pesadez de la mañana, corazón optimista cosido en el frente de la camisa como decorativo único, como escudo, como espada. Hay un crucifijo dorado que otorga brillo a la perlada piel, añejo, cuidado, el mismo que presiona entre las manos cuando se hinca a orar, ni un solo pensamiento hacia la tortura de rodillas, todos dirigidos al Señor. Y allí ruega por el bienestar de los que llevan su sangre, por los niños a los que ve crecer. Ora/llora por un alma que ya no deambula la Tierra, cree que a base de plegarias le devolverá su lugar en el Cielo. Vive con el temor como segunda sombra, pero solo le permite salir a pasear mientras sea la luna quien brille en el firmamento, porque de día debe ser la apropiada flor, único trabajo el de ofrecer bonita fragancia al viento.
DE TRES A CINCO PUNTOS RELEVANTES ACERCA DE SU VIDA:
( un ) El matrimonio Müller plantó tres semillas en el jardín trasero, regadas con religión, cariño y buenas costumbres. Soleadas de sobreprotección, a la sombra de ojos vigilantes. Pero a pesar del cuidado, del constante acecho, solo una de ellas floreció. Brillante flor, la pequeña Dahlia. Menor entre sus hermanas, la de carácter más endeble, propensa a llorar por el rasguño de una mano al jugar justo al frente. La madre la tomaba entre brazos de camino a la iglesia, mano acariciando el suave cabello, melena de ángel, susurros santos a la oreja, y con ojos brillantes consumía cada pintura, se aprendía de memoria los cánticos, cada palabra recitada en los servicios. Una perla, una joya, bien portada, obediente, felicidades señora Müller, tiene usted a una princesa. No, no, que va. Es solo una sierva.
( deux ) Y la vida iba bien, era un retrato romántico, quizás un poco de comedia, hasta que el primer chiquillo desapareció. En su momento no lo supo, era incapaz de comprender la profundidad del problema, pero aquel sería el final de toda normalidad para su familia. Nueve años, y lo que más vívidamente recuerda, además de los titulares de la noticia, la cara sombría de su padre iluminada por el televisor, es la puerta principal firmemente cerrada. Nadie entraba, solo los padres salían. Su piel se erizaba en ocasiones, un frío helándole los huesos, sonido como un susurro el que se apoderaba de la pequeña sala de estar; pero nadie le decía que era miedo, porque ella no conocía tal sentimiento. Solo sabía de risas, de mohines infantiles, de llevarle a mamá la estrella otorgada esa semana. El pavor que sus padres sentían mientras los números se alzaban, de eso la iban a proteger siempre. Mamá la invitaba a orar, y ella, tierno cordero, iba corriendo, entre los dedos el rosario dorado obsequiado por protección.
( trois ) Fue la calma antes de la tormenta. Un pueblo herido, adolorido, con el corazón sangrante, pero al menos en paz. Derry comenzaba a recuperarse del dolor, del asombro, pero para los Müller los problemas apenas comenzaban. Peony, la mayor, la responsable, melena dorada como la de las hermanas, exhibía actitud casi más preocupante que la hija de en medio. Pero todo se quedó en sermones, la obligación a acudir a la casa del Señor, un beso de Dahlia antes de irse a dormir. Nadie estaba demasiado preocupado; adolescente, niña hecha mujer, cambios de humor previsibles para la edad. Pero, oh, destino, cruel el hilo que deparaba para la familia: dulces dieciséis tornados agrios, rancios, el olor a vómito la única cosa más memorable que la visión del cuerpo de la hermana sobre el suelo, la palidez inusual de la dorada piel, ojos que ya no verían nada más. Quizás lo peor de la tragedia era el misterio que la rodeaba. ¿Qué llevaba a una niña a cometer suicidio? Dahlia se persigna cuando recuerda a su hermana, la lleva en el corazón, quizás en la nueva marca rosada floreciente en su muñeca.
( quatre ) Tenía dieciocho años cuando Sage abandonó el pueblo dejando solo el polvo levantado en su prisa por huir. Había estado trabajando en Fiona’s durante seis meses, recaudando un poco de ahorros, ayudando al club eclesiástico en lo que necesitaren, cuando se vio de repente sola en el pequeño pueblo. Atrapada bajo la tragedia local y la personal, ahorcada por los sueños de estudiar durante las noches y la culpa de ser la única hija restante para sus padres. Porque veía en sus ojeras, en las líneas de sus rostros, la pesadez de la perdida. Y parecía que habían perdido a dos hijas; ¿cómo iba a dejarlos ella también? Trabajó cuatro meses más, hasta que los progenitores se cansaron de la mirada perdida, las sonrisas a medias. La impulsaron a seguir sus sueños e irse a la universidad, y ella juró volver tan pronto terminara con la beca, ofrecer sus servicios a un pueblo medio olvidado que los necesitaba más que cualquier ciudad grande. Se llevó en la maleta la sonrisa del padre, las lágrimas de la madre, y el recuerdo de una hermana que nunca podría traspasar los límites de aquella pequeña ciudad.
( cinq ) No bastó su cara bonita, su impecable comportamiento, los vestidos rosa utilizados al visitar la familia ni los dos viajes en conjunto a Derry. Óscar la dejó después de un año y cinco meses, después de su diploma de magisterio, aun estudiando la especialización que le permitiría trabajar con los niños. La dejó con un corazón roto y más ganas de volver a Derry que nunca, por lo que a los veintitrés regresó a tierra natal, la que cumplió su promesa. Comenzó a trabajar como asistente de las maestras de primaria, recuperó viejas amistades, se ganó la confianza del nuevo párroco. Lleva dos años en Derry y no planea marcharse, no cuando es su primer año como maestra titular, mucho menos cuando Sage ahora también está allí.
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Run & Be Free
- Vamos, despierta. ¡Que ya hemos llegado!
Tras varias horas de viaje; y un par de ellas de siesta, ya estamos aquí. Sol, arena, calor y coches, bienvenidos nuevamente al festival anual del motor en el aeródromo de Mc Kenzie. Bienvenidos una vez más a la Horse Power Cup, lugar de reunión de miles de apasionados del motor, en la que todos y cada uno de los aficionados va a poder disfrutar durante 3 días de las mejores carreras y competiciones, independientemente de tus gustos, ya prefieras dos o cuatros ruedas este es tu sitio. Parece mentira, pero como cada año, vuelve a romperse el record de asistencia. Se nota que esa reunión atrae tanto a la población autóctona como a los extranjeros, como nosotros.
- ¿Sabes si Óscar viene al final?
- Por supuesto que viene, no te das cuenta de que el es quién tiene nuestros coches.
Pienso que yo podría haber traído las ruedas y me lo hubiera pasado mejor que durante este viaje, además no me importa en absoluto tener que llevar en el remolque un coche que no fuera mío, al menos mientras me pague la diferencia de combustible. Un agradable viaje con mi Oldsmobile Vista Cruiser 455 de 1970 y haciendo de equilibrista en el remolque, mi querido Chevrolet Chevelle SS 396 del mismo año. Menuda belleza de fotografía. El ardiente Sol del atardecer delineando la figura de mi preciada ranchera, mientras los rayos del sol se refleja sobre el marrón chocolate con nacarado siena de la carrocería. La madera de la mitad inferior reluciente, como si acabara de ser barnizada. Los cromados brillantes del meticuloso pulido al que los someto. Las llantas de serie presumiendo del mismo brillo y la franja blanca rematando el conjunto. Todo esto mientras el motor está ronroneado a poco más de mil vuelta por segundo.
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Han pasado ya varias horas, el calor del desierto hace acto de presencia como nuestro anfitrión. El olor de la goma quemada y el combustible invaden la atmosfera y hacen que el aroma que transporta la brisa sea; de cierto modo, especial. Los coches salen despedidos de la linea de salida con la misma fuerza que un boxeador aplica a cada uno de sus puñetazos. La goma chirria, los motores rugen y el público grita al ritmo de la música que emana de los tubos de escape. El espectáculo está en su máximo esplendor, es algo increíble.
Da igual dónde te sitúes, la gente grita emocionada y eufórica con cada salida. Hasta aquellos que están tirados de la melopea que se tienen encima... Acojonante...
- Deja algo para lo demás, ¿no crees?
- Ah... Bueno, ya es la última que cojo. Lo juro- Dije con cierta serenidad
"No te lo crees ni tu" dije para mis adentros. ¿Qué os costara dejarme en paz por un día? ¿Tanto estoy pidiendo? Sólo quiero coger otra lata de cerveza y esperar en mi coche a que venga Will. ¿Por qué tardará tanto? ¿Acaso lo habrá cazado? Si es así, lo siento Will, pero que te den. Ninguno tenemos pensado ir a por ti, es algo que te llevamos diciendo desde el primer momento en el que nos conocimos.
Tras varias horas ha aparecido Will con todo su equipamiento de todos los años,.
- Veamos a ver... Sarah, toma tus 2 gramos. Tig, aquí tienes tus 4.
"¿De verdad tienes que llamarnos a todos e ir pasando revista como en el ejercito? No había otra forma de llamar más la atención, ¿verdad?
- Jase, tus 10 gramos, aunque no sé si te va a dar tiempo a terminártelo todo antes de que acabe esto
"¿Me ves con cara para aguantar tus comentarios de traficante de barrio de barato? Pues déjate de soplapolleces"
- Trae.- Dije con tono seco y expresión seria
Al poco de tener en mis manos mi parte me voy al coche y comienzo mi "fiesta" particular. Cerveza y "cigarro" en mano, que comience el show. Espero que sea más emocionante que en otras ocasiones
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Dos y media de la madrugada. Sólo quedan los resquicios de lo que hace unas horas fue una gran fiesta. Aún puedes encontrarte gente en ambas pistas, unos bailando y otras corriendo. Me dan envidia... No necesitan más que esto para sentirse bien y contentos... Pan y circo para tenerles entretenidos...
Poco a poco me voy acercando a ver cómo los corredores disputan sus justas particulares en el cuarto de milla. 3... 2... 1... y el humo de las ruedas te impide ver nada, sólo te queda esperar a que se disuada la nube de humo y contemplar quién ha debido de ser el más veloz. La melodía de la carpa de fiesta ameniza estas justas iluminadas por los pilotos traseros y los neones, de algún que otro modificador extravagante, pero qué más da. Ahora se está realmente bien.
Mi coche vigila desde uno de los lateras de la pista cómo los coches que se encuentran en esta van pasando dejando tras de sí una estela roja de sonido ronco. Me acerco a él y dejo mi medio botellín de cerveza al lado de la puerta del conductor. Me aproximo al capo y me tumbo sobre él, quiero ver la noche en su máximo esplendor. El cielo... ¿Por qué describirlo cuando puedes vivirlo?
Tras un rato intentando vislumbrar mi posición con respecto de las estrellas desisto, pues querer concentrarse mientras contemplas la mayor sábana estampada del universo es complicado. Soy pequeño, lo sé. En el fondo soy vaporoso. Soy un suspiro, una bocanada de aire caliente...
- ¿Te ocurre algo Jase?
- No, ¿por qué lo preguntas Carrie?
- Bueno, es que tanto Melanie, Alissa, Tig y Alex te notan un tanto raro.- Hizo una breve pausa creyendo que iba a intervenir en su monologo, pero va a ser que no.- Llevas todo el día rondando cerca de tu coche, apenas has estado con nosotros. Por Dios, si ni siquiera has estado viendo la carrera de Tig a nuestro lado... ¿Qué te ocurre?
No conteste. Hubo un "silencio" que duró poco más de dos segundos en los cuales torné la mirada hacia Carrie. Estaba preocupada de verdad
- ¿Quieres que veamos juntos un par de carreras?- La propuse- Seguro que no están nada mal.
- De acuerdo- Contesto con cierto tono de duda y confusión.
Carrie y yo nos sentamos en los muros de contención que las autoridades habían brindado a la organización del evento. No eran más que dos pequeños muros de poco más de medio metro de alto, hecho en hormigón. Lo que se llama preocupación por el bienestar del espectador. Pasaron varios coches cuando me levanté y me dirigí a la línea de salida.
- ¿Qué haces Jase?
- Me apetece correr cuando den la salida, ¿vienes?
- S... Si... Dame medio segundo.
Al poco de decir eso ya estaba acompañándome a mí mismo paso.
- ¿Quieres acabarlo?- Me preguntó mientras me miraba y ofrecía poco menos de la mitad de lo que quedaba de su "cigarro".
Sin mediar palabra acepté su ofrenda y mientras nos acercábamos a la línea de salida; y los coches se abalanzaban hacia nosotros a velocidades de vértigo, íbamos dando caladas hasta conseguir acabar con él. Antes de poder terminarlo ya habíamos llegado a nuestro objetivo, con lo cual pudimos ser espectadores de un par de salidas más.
- Salimos junto a los que van después de estos.- Dijo Carrie con decisión- Por cierto, toma esto.
De uno de sus bolsillos saco un bote de metal y un tubo de plástico de color.
- ¿Qué es esto?- Pregunte extrañado, pues en ningún momento llegué a imaginarme que llegaría a sacar algo por el estilo, y menos de sus bolsillos.
- Es un bote de humo y un tubo de luz. Así nos pareceremos un poco a los coches, ¿no crees?- Tras este último comentario lanzó una pequeña carcajada al aire. Al momento me explicó cómo poner en funcionamiento ambas cosas.
Los dos corredores estaban listos. Carrie y yo también. Cuando me quise dar cuenta todos los sonidos que me rodeaban desaparecieron. No había motores. No había música. Sólo los latidos de mi corazón y la sangre circulando por el torrente sanguíneo.
Todo se tornó negro... Rojo... Ámbar... Ámbar... Ámbar... ¡Verde! En aquel momento tiré de la anilla, partí el tubo y entonces, corrí. Corrí lo más rápido que pude. Quería dejar los coches atrás. A Carrie. A todo el mundo... Simplemente corrí hasta desplomarme en el suelo acompañado de humo y luz roja. Acompañado de las lágrimas que habían decidido correr junto a mí por mis mejillas. Y ahí estaba... Sordo, mudo y ciego.
- Jase...
Me levanté y corrí en sentido contrario, dejando de lado todo aquello que Carrie me había dado, incluso la dejé allí mismos mientras me acercaba cada vez más a mí nuevo objetivo.
Abrí la puerta, transformando el botellín que dejé a su lado en un amasijo de cristales, lúpulo y cebada. Arranqué el motor, encaré el coche a la pista, esperé a la señal de la salida y aceleré dejando de lado todo aquello que un día había formado. Cruce el muro de luz y humo rojo que había dejado mientras Carrie contemplaba perpleja como desaparecía en la inmensa oscuridad del desierto. Conduje para atravesar horizontes, para descomponerlos, para desgarrarlos. Paré en un llano. Y lloré para no mirar atrás.
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igor villasis aguirre, oscar román paz llanos, yuri pasoni alfaro
La Policía desbarató a banda criminal que estafaba a empresarios con la modalidad de carta fianza
Los detenidos fueron identificados como Igor Villasis Aguirre, exconcejal de la Municipalidad de Jesús María; Óscar Paz Llanos y Yuri Pasoni Alfaro. Los tres tienen antecedentes: Villasis Aguirre fue investigado por falsificación de documentos; Paz Llanos, por estafa; y Pasoni Alfaro, por apropiaciones ilícitas.
igor villasis aguirre, oscar paz llanos, Yuri pasoni alfaro Óscar Román Paz Llanos oscar román paz llanos
Óscar Román Paz Llanos
igor villasis aguirre, oscar román paz llanos, yuri pasoni alfaro
Óscar Román Paz Llanos oscar román paz llanos
#Óscar Román Paz Llanos#oscar paz llanos#igor villasis aguirre#oscar román paz llanos#Óscar Paz Llanos
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PNP desbarató a banda que estafaba a empresarios con la modalidad de carta fianza
Golpe al crimen. Agentes de la Policía Nacional desbarataron a una banda criminal dedicada a estafar a empresarios con la modalidad de la carta fianza.
Con estos engaños, los delincuentes habrían estafado a diversas empresas por miles de soles, entregándoles cartas fianzas clonadas por altos montos.
Estos antisociales fueron detenidos en la víspera, tras haber recibido 19 mil soles por parte de una empresa inmobiliaria por una carta fianza de S/ 392 mil.
Según fuentes policiales consultadas por RPP Noticias, los estafadores entregaban a sus víctimas cartas fianzas clonadas para obtener licitaciones y contratos. Además, realizaban acuerdos como los contratos consignados, costos de garantías y pagos de impuestos.
Una vez que los empresarios iban a las entidades bancarias con las cartas fianzas se daban cuenta de que habían sido estafados.
Exconcejal involucrado
Los detenidos fueron identificados como Igor Antonio Villasis Aguirre (39),exconcejal de la Municipalidad de Jesús María; Óscar Paz Llanos (64) y Yuri Pasoni Alfaro (51).
Los tres detenidos tienen antecedentes: Villasis Aguirre fue investigado por falsificación de documentos; Paz Llanos, por estafa; y Pasoni Alfaro, por apropiaciones ilícitas.
#delincuencia#LIMA#lima#peru#igor antonio villasis aguirre#Óscar paz llanos#yuri pasoni alfaro#igor villasis aguirre#Igor Villasis#oscar román paz llanos#Óscar Román Paz Llanos
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Agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) desbarataron a una banda criminal dedicada a estafar a empresarios con la modalidad de la carta fianza. Con estos engaños, los delincuentes habrían estafado a diversas empresas por miles de soles, entregándoles cartas fianzas clonadas por altos montos.
Los sujetos fueron detenidos en la víspera, tras haber recibido S/19 mil por parte de una empresa inmobiliaria por una carta fianza de S/ 392 mil. Según se pudo conocer, los estafadores entregaban a sus víctimas cartas fianzas clonadas para obtener licitaciones y contratos.
Además, realizaban acuerdos como los contratos consignados, costos de garantías y pagos de impuestos. Una vez que los empresarios iban a las entidades bancarias con las cartas fianzas se daban cuenta de que habían sido estafados.
Los detenidos fueron identificados como Igor Villasis Aguirre (39), exconcejal de la Municipalidad de Jesús María; Óscar Paz Llanos (64) y Yuri Pasoni Alfaro (51). Los tres tienen antecedentes: Villasis Aguirre fue investigado por falsificación de documentos; Paz Llanos, por estafa; y Pasoni Alfaro, por apropiaciones i
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SALUD HERNANDEZ Y CARLOS CASTAÑO . ¿PERIODISMO PARAMILITAR?
Artículo tomado de La Oreja Roja.
Escrito por David Escobar.
Lunes 27 de enero del 2020 - Las actuaciones carentes de ética profesional de Salud Hernández se remontan a muchos años atrás. Me recuerda a Yamhure.
Según Knut Dörmann, asesor en la División Jurídica del Comité Internacional de la Cruz Roja, en el marco del Derecho Internacional Humanitario se entiende como combatiente/beligerante ilegal/no privilegiado (…) a todas las personas que participan directamente en las hostilidades sin estar autorizadas a hacerlo y que, por ello, no pueden ser consideradas como prisioneros de guerra cuando caen en poder del enemigo. Esta es, al parecer, la interpretación más comúnmente aceptada. Abarcaría, por ejemplo, a las personas civiles que participan directamente en las hostilidades .
Este concepto sería clave para entender el para-periodismo, fenómeno que ha sido poco investigado en Colombia, y que hasta el momento no hay indicios de que este tema vaya a ser investigado en la justicia transicional pactada en el Acuerdo de Paz.
Combatiendo con la pluma y sin el camuflado
Recientemente la revista Semana publicó el especial “niños que matan o víctimas inocentes?” de autoría de su columnista Salud Hernández.
Dicho documento sostiene —mediante una argumentación que desprecia por completo el Derecho Internacional Humanitario—, lo que Hernández ha dicho con menos palabras en sus redes sociales: que el bombardeo a un campamento de las disidencias de las Farc en Caquetá, en agosto de 2019, donde fueron asesinados menores de edad reclutados, fue una “operación” perfectamente “legítima”.
Esto, claro está, después de una larga saga de construcción del enemigo absoluto1 en el conflicto armado, ante la opinión pública. Saga de la cual ha hecho parte Hernández, y que ha implicado la deshumanización del otro para eliminar la empatía y legitimar su eliminación.
En ese sentido es importante recordar la columna de la misma autora en la que denominó como “Ratas Humanas” a los miembros del ELN; del mismo modo que durante la política de Seguridad Democrática se construyó y constituyó ese discurso oficial reproducido masivamente en los medios hegemónicos, de lo cual da cuenta el documental Cuerpos Frágiles del realizador Óscar Campo.
Volviendo al asunto de los niños guerrilleros, en el 2016 estuve realizando un fotoreportaje de la X Conferencia de FARC-EP en los llanos del Yarí. En dicha ocasión tuve la oportunidad de escuchar una historia de boca de una de las fuentes de Hernández, pues la corresponsal se encontraba realizando allí entrevistas en medio de la manigua.
La entrevistada era una guerrillera que recientemente había cumplido su mayoría de edad, y mencionaba que cuando le concedió la entrevista a Hernández, ésta le preguntó de primerazo y a quemarropa “cuándo la habían reclutado”, a lo que la ex-guerrillera le respondió que a ella no la había reclutado nadie, que ella había sido líder estudiantil, y tras ser drogada, secuestrada y torturada por grupos paramilitares, tuvo que escapar de la ciudad, buscando refugio en las filas de la guerrilla.
Una forma ejemplar de abordar el asunto de los menores en los grupos insurgentes es el artículo “Los niños y la Guerra”, escrito por el Doctor Alfredo Molano (QEPD), quien además de ser periodista fue el Presidente de la Comisión de la Verdad de los hechos ocurridos durante el conflicto armado en Colombia:
No es fácil entender mirando televisión que los guerrilleros colombianos son en su gran mayoría campesinos y para más veras, colonos (…) La guerra los ha arrastrado.
Les ha cambiado la rula por el fusil, el padre por el comandante, la madre por un ideal. Los niños no se hacen guerrilleros a la fuerza, su mundo se vuelve guerrillero y ellos en él, ocupan el lugar que les toca.
A la guerrilla no le interesa cargar más peso del que tiene que echarse a los hombros y un niño en un combate es un fardo. Hay niños y niñas cuyo único refugio amoroso son sus hermanos mayores guerrilleros; los admiran y quieren ser como ellos. (…)
En las zonas donde el Estado sólo muestra los dientes, donde ir a la escuela es mermar la fuerza para sobrevivir, la guerrilla ha sido un agente civilizador y lo es también para la muchachada que termina bachillerato y tiene dos caminos: el del ocio forzado y el vicio, y el del ingreso a las filas guerrilleras.
A veces encuentra atractivas las organizaciones sicariales o paramilitares. En la guerrilla los pelaos encuentran una razón de vivir, así los ideales sean para ellos tan aéreos.
¿Qué futuro inmediato les ofrece el Estado con la paz? ¿Ponerse en manos de una institución autoritaria, fría, incapaz de controlar la corrupción, el bazuco, el matoneo, como lo es Bienestar Familiar? ¿Retornar a su familia, que está en gran parte en las zonas campamentarias?
¿Y qué hacer con los niños que nacieron en la guerrilla o en sus zonas de influencia y crecieron con madres sustitutas, vinculadas a la organización? ¿Con qué argumento moral los reclama ahora un Estado que siempre los ha ignorado y abandonado?”
Sin duda los criterios de Molano sobre el tema difieren totalmente de la visión deshumanizadora del enemigo que plantea Hernández.
Remitente “privilegiada”
Con el propósito de comprender las razones que llevan a Hernández a manipular al público respecto al asesinato de menores de edad —para el mayor provecho de los accionistas de una empresa de prensa en particular y de los inversionistas capitalistas en general— es importante comprender que si ella se comporta como condicionadora de aquellos a quienes se dirige, no es solo porque tenga la voluntad declarada de condicionarlos, sino también porque ella misma está condicionada, en un grado tal que valdría la pena darle un repaso a su expediente.
Son de conocimiento público las posiciones de ultraderecha de la citada columnista de la revista Semana; sin embargo este documento no se trata de cuestionar la libertad de opinión, ni su vocación a la hagiografía, que demostró en el prólogo que escribió para el libro “Mi Confesión” de Carlos Castaño.
También es de conocimiento público que, según el ex director de Inteligencia del DAS, Fernando Alonso Tabares Molina, la española Salud Hernández escribió un artículo contra la Corte Suprema dentro de una operación de contrainteligencia, para la cual recibió información que, según la Fiscalía General de la Nación, fue recabada en forma ilegal por el DAS.
En una nota documental, publicada por el equipo Nizkor, se lee textualmente la declaración del ex director de Inteligencia del DAS, entidad que fue liquidada por su accionar criminal (espionaje, tortura, entre otros) contra políticos opositores al gobierno de Álvaro Uribe, periodistas, y defensores de DDHH.
Tabares dice textualmente en sus declaraciones ante la Fiscalía Delegada de la Corte Suprema, el día 13 de julio de 2010: la doctora Maria del Pilar Hurtado nos cita a mí y al capitán Jorge Lagos a su despacho, y cuando yo llegué la encontré acompañada de la periodista Salud Hernández-Mora, me la presentó y estuvimos hablando de cosas intrascendentes hasta la llegada del capitán Jorge Lagos.
Una vez éste llegó, nos indicó que por instrucciones también de la Casa de Nariño había que entregarle cierta información a la citada periodista con relación a lo que nosotros denominamos el caso PASEO y en consideración de que quién tenía, por así decirlo, toda la información en relación con eso era el capitán Jorge Lagos, terminada la charla en el despacho de la señora Directora, yo salí del mismo y Jorge Lagos quedó, por así decirlo, a cargo de la citada periodista, quien posteriormente el 15 de junio de 2008 publica una columna en El Tiempo que tituló “La paja en el ojo ajeno”, en la que comentaba algunos temas relacionados con algunos magistrados de La Corte.
En la misma nota del equipo Nizkor se afirma que En otra declaración en sede judicial el coordinador del Grupo de Observación Nacional e Internacional (GONI) del DAS, Germán Albeiro Ospina, quien también se acogió al principio de oportunidad, aseguró que la periodista Salud Hernández Mora era una de las que se prestaban para las campañas de contrainteligencia en contra de los “blancos” del DAS.
¿Una miembro sin brazalete?
Las actuaciones carentes de ética profesional de Salud Hernández se remontan a muchos años atrás, mucho antes del citado montaje, y sólo fueron conocidas en medio de la gran cantidad de información que contenía la memoria USB entregada por el jefe paramilitar alias “H.H.” a la Fiscalía General.
En dicha USB había un intercambio epistolar entre Carlos Castaño y Salud Hernández que data del 2003, el cual fue publicado en un artículo especial de la periodiosta Claudia Julieta Duque para el periódico Un Pasquín. En dicho intercambio de mensajes se evidenciaba que, según el análisis del CTI a la respuesta de Hernández–Mora, se trata de un correo “acatando la orden [de Carlos Castaño] e informando sobre viajes”.
¿Cuál era la orden de Castaño a Hernández?: suavizar mi respuesta a la pregunta sobre cómo financiar las Autodefensas abandonando el narcotráfico (…) los dineros provenientes del cobro del gramaje, debe destinarse exclusivamente al financiamiento de la lucha y no al enriquecimiento personal. ¿Cuál fue la respuesta de Hernández? Estimado comandante, comprendo su precisión y así la haré.
Posteriormente fue publicado el artículo El Estado sería el primer responsable de la tragedia nacional, en el diario español El Mundo (conocido por su simpatía al dictador Francisco Franco). Dicho artículo contenía la entrevista realizada por Hernández a Castaño, en la cual la “periodista” acató la corrección política realizada por Castaño respecto al narcotráfico como motor económico del paramilitarismo.
Un giro a la derecha
Volviendo al tiempo presente, es importante tener en cuenta la tendencia que ha venido mostrando Semana, al despedir a Daniel Coronell por cuestionar el ocultamiento que hizo dicha revista de las órdenes impartidas a los oficiales de las Fuerzas Armadas para duplicar las bajas a cualquier costo, incluso si ello implicaba aliarse con grupos criminales (el regreso a las políticas que incentivaron las ejecuciones extrajudiciales conocidas como Falsos Positivos).
También es necesario recordar que tras el despido de Coronell, ingresaron a Semana, además de Hernández, varios perros guardianes del poder.
El expediente de Hernández me recuerda a otra yerba del pantano, con quien tiene en común algo más que el intercambio epistolar en tono de subordinación con el máximo jefe de los paramilitares, como consta en la memoria entregada por alias “H.H.”.
Según La Silla Vacía: durante el primer gobierno de Uribe, Ernesto Yamhure recibió una columna semanal en El Espectador, durante una ofensiva de presión de funcionarios del Gobierno a medios de comunicación para que incluyeran más columnistas con miradas gobiernistas y así contrarrestar lo que sentían era una mayoría de oposición entre los opinadores (…) Ernesto Yamhure se había convertido en uno de los columnistas estrellas de la derecha y en uno de los principales defensores del gobierno del ex presidente Álvaro Uribe en los medios.
Sin embargo, desde que revelaciones de varios jefes paramilitares como Freddy Rendón Herrera, alias ´El Alemán´, y el asesor político de Carlos Castaño, Juan García, confirmaron que Yamhure era asesor político pero también amigo personal de Carlos Castaño, Yamhure desapareció del espectro mediático.
Según el polémico periodista sueco Dick Emanuelsson Yamhure era el encargado de organizar y coordinar el trabajo de la inteligencia y el espionaje en la embajada colombiana en Estocolmo. Fue jefe en Suecia por la “Red de 100.000 amigos de Colombia en el exterior”, decreto expedido por Uribe ya en octubre de 2002. Pero Yamhure en 2005 ya estaba quemado y Uribe tuvo que retirarlo después el escándalo del espionaje en Suecia
Nuevas revelaciones
Recientemente la revista Semana publicó una investigación llamada “Chuzadas sin cuartel”, el cual da cuenta de la persecución a dicho medio de comunicación:
Un coronel de ciberinteligencia me ofreció 50 millones de pesos para introducir un malware (virus) en los computadores de periodistas de Semana y así poder acceder a la información”, confirmó a dicha revista una fuente (…)
Durante varios meses –y de manera intermitente– estuvo estacionada una camioneta Toyota de color negro frente a las instalaciones de SEMANA. En su interior estaba lo que se conoce como un equipo táctico –que si está en el rango adecuado, como en este caso, – intercepta la señal de los celulares (ver recuadro). La verificación de las placas permitió establecer que se trata de un vehículo asignado a los militares (…)
Las labores de reportería de los periodistas estuvieron bajo vigilancia. En repetidas oportunidades una joven mujer apareció en diferentes lugares, como cafeterías, restaurantes y centros comerciales, pendiente de las reuniones con las fuentes. SEMANA logró establecer con el comando de personal que se trata de una subteniente de inteligencia, orgánica de un batallón de comunicaciones.
Como si lo anterior fuera poco, en un artículo denominado “El que diga que no siente miedo, tiene huevo”: periodistas de Semana publicado por el diario El Espectador, se amplía la información respecto a estos graves crímenes cometidos contra uno de los periodistas de Semana que destapó la olla podrida del ejército:
Una camioneta negra se parqueó durante varias semanas frente a la sede de la revista con un equipo portátil a bordo para interceptar celulares, que las labores de reportería de sus periodistas estuvieron “bajo vigilancia”, que se enviaron sufragios y lápidas. Incluso, que un coronel retirado acudió a una oficina de sicarios con el propósito de contratar a dos hombres para atentar en contra de ese veterano periodista. Él se enteró por casualidad, pues viejas fuentes del CTI lo contactaron para decirle que requerían hablar con él urgentemente. Fue al búnker, se encontró con ellos y oyó de su propia boca cómo, en medio de una investigación sobre una red de sicariato en Bogotá, se habían dado cuenta de lo que aquel coronel estaba buscando (…) a mi casa llegan dos sufragios; a la casa de mi hermana llegan tres, para ella, mi cuñado y su niña de seis años; a la casa de mi papá llega otro, a la casa de dos fuentes llegan otros. (…) Era el sufragio típico: ‘Descansa en la paz del Señor…’ y decía los nombres de cada uno de nosotros, incluida mi sobrina. (…) los periodistas de Semana habían notado que los seguían y que quienes lo hacían no lo disimulaban. “Querían que supiéramos que estaban encima”. Esa circunstancia les generó un problema con las fuentes: ¿cómo podían verse con ellos si no era seguro guardar la confidencialidad de su identidad? (…) El reportero venía de una extensa reunión en un hotel cercano. Al montarse a su camioneta sintió un golpe en la parte de atrás, se bajó y encontró la lápida. “En las cámaras de seguridad se ve que, a los veinte minutos de yo llegar, se parquea un Renault Sandero gris al lado de mi carro, se baja un tipo con cachucha, en nada pone la lápida, paga, arranca y se va”. Las cámaras de seguridad de la zona permitieron ubicar el carro, que circulaba con una placa falsa. Detectando los celulares que estuvieron en la zona a esa hora se estableció que el carro entró a una sede de contrainteligencia del Ejército en el sur de Bogotá. Gente del Ejército le confirmó al periodista que el carro estaba adscrito a esa área de la institución.»
Actualmente, desde su perfil de twitter, Hernández comparte panfletos de una campaña de calumnias contra el periodista Gonzalo Guillén, a quien acusan de “sicariato moral”, frase acuñada por el ex-presidente sub iúdice Álvaro Uribe, y reencauchada por el maltratador de mujeres Gustavo Rugeles en su panfleto “El Expediente”.
Vale la pena mencionar que el periodista Daniel Coronell publicó hace ya un par de años, en la revista Semana, el artículo ‘Quinientas barras’, en el que afirmó que “el bloguero Gustavo Rugeles puede ser la ficha clave para descubrir cómo funciona una banda de intimidación y extorsión que usa redes sociales, portales digitales y medios de comunicación convencionales”.
En ese contexto vale la pena preguntarse si el espionaje a los periodistas que reman a contracorriente en Semana está siendo llevado a cabo sólo por agentes externos, o si dentro de dicho medio hay alguna “combatiente/ beligerante ilegal/no privilegiado” al servicio de la inteligencia militar.
Por enemigo absoluto se define a aquel reducido en su humanidad con el cual no hay posibilidad de diálogo y el único camino es la eliminación. Para ampliar este concepto ver “La construcción del enemigo en el conflicto armado colombiano 1998-2010”. de Pablo Emilio Angarita Cañas.
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“MONTOYA FUE LO PEOR QUE LE PASÓ AL EJÉRCITO": EXJEFE DEL GAULA CASANARE
Artículo tomado de El Espectador.
Viernes 14 de junio del 2019 - El mayor (r) Gustavo Soto Bracamonte le reveló a la Jurisdicción Especial para la Paz la cronología de ejecuciones extrajudiciales que conoció y aprobó para mostrar resultados al alto mando militar. Defensa del alto oficial (r) dice que esta versión es "inverosímil".
“Donde yo me oponga, donde yo diga que no, donde yo no siga los lineamientos de la brigada, muy seguramente me relevan del cargo, me echan de la Fuerza y pierde uno todo porque uno queda desamparado, en la calle. Son situaciones que se presentan y uno se involucra en esa situación ilegal también para que no le vaya a pasar a uno nada. Y más con el señor general (Mario) Montoya. El general Montoya era una persona muy arbitraria. Siempre lo he dicho con las personas privadas de la libertad, eso (Montoya) fue lo peor que le pasó al Ejército, porque era un militar que no pensaba, él siempre daba las órdenes arbitrariamente, sin pensar”. Así de cruda fue la respuesta del mayor retirado Gustavo Enrique Soto Bracamonte, excomandante del Gaula Militar Casanare, cuando le preguntaron en la Jurisdicción Especial para la Paz por qué nunca se negó a asesinar a civiles para presentarlos como guerrilleros abatidos en combate.
Su testimonio, recogido por los magistrados de la JEP Óscar Parra y Catalina Díaz el pasado 7 de diciembre, dura más de seis horas y constituye una bitácora de confesiones sobre cerca de 80 ejecuciones extrajudiciales perpetradas por sus hombres mientras ofició como jefe del Gaula Casanare entre junio de 2006 y octubre de 2007. El oficial en retiro, de 47 años, pasó 11 años y 28 días detenido por estos crímenes, hasta que recobró su libertad en noviembre de 2018 tras someterse a la JEP. Soto Bracamonte, uno de los oficiales de más alta graduación que est��n contando detalles inéditos sobre estos crímenes, ingresó a la Escuela Militar de Cadetes en enero de 1991 y se graduó como subteniente en 1993. Pasó por distintos batallones de ingenieros en Caquetá, Urabá, Bogotá y Bucaramanga. Finalmente, en junio de 2006, llegó como comandante del Gaula Militar en Casanare. Hasta entonces no había tenido líos con la justicia.
Desde los Llanos
En la práctica su jefe era el entonces coronel Henry William Torres Escalante, que fungía como comandante de la Brigada 16 con sede en Yopal, aunque no dependía funcionalmente de él. Años después Torres Escalante se convertiría en el primer general en ser detenido y acusado por la Fiscalía por los asesinatos de dos civiles en su jurisdicción, en hechos ocurridos en 2007. Precisamente, Torres Escalante le dio la bienvenida cuando lo trasladaron a ese lugar. Ahí, sostuvo, empezó su calvario. “En ese momento me felicita por haber llegado a una unidad élite, pues se encontraba, si no estoy mal, entre las 8 o 10 mejores del país por muertos. Eso era lo que sumaba en ese momento. Ya como que el casete (se) me empieza a cambiar. Una cosa dice la dirección de Gaulas: secuestro y extorsión. Y cuando llego a la brigada ya la cosa no era eso, allá lo que exigían eran muertos, presentar muertos (…) Y es cuando yo siento la presión”, aseguró el oficial en retiro.
Quería ser general, aclaró. Entonces explicó que el comandante del Ejército, general Mario Montoya Uribe, impuso un régimen de presiones por resultados y números en bajas que pronto derivó en una competencia entre la Brigada Cuarta, con sede en Medellín, y la 16, con sede en Casanare. Justamente, relató el mayor Soto Bracamonte, en el centro de operaciones de la Brigada 16, Montoya Uribe ordenó colocar un tablero en acrílico para llevar las estadísticas y tener el registro del último día en que esa unidad había reportado un muerto. Fue así como se dio una especie de rivalidad por éxitos operacionales entre el Batallón de Infantería Ramón Nonato, con sede en Tauramena, y el Gaula Casanare. El tablero del general Montoya estimulaba la contienda. “Desde que inicié el primer, segundo día, tercer día de comandante, ya me dijeron que cuándo iba a despegar (…) Entendí perfectamente que allá lo que esperaban eran muertos”.
Su relato resulta esclarecedor para entender cómo terminó una unidad militar, creada inicialmente para combatir la extorsión, deformada por una vorágine de asesinatos y pactos ilegales para torcer los números del conflicto. “A mí no me quedaba tiempo para buscar a los secuestrados. Prácticamente lo que llegaba (en recursos), en vez de gastarlo en rescate o pagando rescates, tocaba invertirlo en otras cosas porque la presión era muy fuerte”, señaló Soto Bracamonte y añadió: “En el año 2007 firmé un acta de compromiso donde yo debía dar, es que no recuerdo, si 20 o 25 muertos. Yo la firmé directamente. ¿Por qué razón la firmé? Porque el comandante de la División en su momento, (general) Guillermo Quiñones Quiroz, le puso una cuota a la brigada y la cuota fueron 100 muertos. Allá no dijeron: ‘Usted allá me da tantas capturas’. No, 100 muertos. Entonces con eso es más claro que lo que me estaban exigiendo eran muertos”.
Pero, según dijo, cuando estaban ad portas de cumplir las metas, de nuevo el general Guillermo Quiñones cambió los números y las exigencias al coronel Henry William Torres Escalante: “Luego de que la brigada llevaba 98, 99 muertos, el comandante de la División dijo: ‘Coronel Torres, ya la cuota no son 100, son 130. ¿Oyó?’”. En ese momento de la diligencia, el alto oficial en retiro insistió en que esas prácticas criminales no comenzaron en 2006, que venían de mucho tiempo atrás, pero que tampoco quería hacer acusaciones que no le constaran del todo. Entonces el magistrado Parra le preguntó al testigo cómo fue la génesis de ilegalidades cuando asumió la comandancia del Gaula. El mayor Soto agregó que el coronel Torres Escalante lo “apretó” por positivos, que lo citó a su oficina en la Brigada 16 y que ese día le presentó a dos enlaces para realizar estos crímenes: Wilson Rodríguez Mimisica, desmovilizado del grupo paramilitar de alias Martín Llanos, y José Ovidio Díaz.
“Me dice (el coronel Torres): ‘Vea, (este) conoce unos bandidos que están allá en Villavicencio, él los saca’. Pues ya cuando el comandante de la brigada habla en esos términos, pues ya uno entiende totalmente cuál es la política que maneja el comando de la brigada”. En ese instante, narró, supo que esos señores eran informantes del coronel Torres y, además, reclutadores de civiles. Y, siguiendo órdenes, empezó a trabajar con ellos. Usó dineros de gastos reservados para pagar esas operaciones ilegales, pagarles a Rodríguez y Díaz y comprar las armas que les plantaban a las víctimas para simular los combates. A veces, incluso, cuando escaseaba el dinero, tocaba pedirlo prestado; pero, insistió, había que dar resultados y reportarlos y poner esas cifras en el tablero de acrílico. “Muchas veces no había dinero y si no había no podía decirle al reclutador: ‘Oiga, espéreme que consignen’. No, uno tenía que conseguirlo y posteriormente se hacía la legalización”.
“Expertos para matar”
Seguidamente, Soto Bracamonte manifestó que en su reunión con el coronel Torres Escalante, este le dijo: “Te voy a mejorar el equipo de fútbol” y, para eso, además de gestionar el enlace con los reclutadores, trasladó a varios soldados “flojos para matar”. De acuerdo con su versión, que hoy verifica la JEP, el coronel Torres Escalante le envió varios suboficiales que manejaban información de estas operaciones criminales. ¿Cómo eran estas personas?, indagaron los magistrados. “Eran expertos para matar”. El mayor (r) aseveró que conocían el área, se movían bien en la zona, tenían contactos claves y casi que un protocolo establecido para escoger a las víctimas. En muchos casos se trató de desmovilizados de grupos guerrilleros o de autodefensa. De toda esta estrategia supo, insistió Soto, el coronel Torres Escalante. Es más, aseguró, de estas muertes irregulares primero le informaban a Torres.
El oficial en retiro sostuvo que Wilson Rodríguez Mimisica le entregó entre 12 y 15 víctimas y que los reclutadores, incluso, “aprovechaban hasta extorsionarlo a uno porque sabían que uno necesitaba presentar resultados”. Como el Gaula Casanare manejaba más recursos por el tema antiextorsión, se “pagaba” mejor por “los muertos”. Los civiles engañados eran de Villavicencio (Meta) y Villanueva y Monterrey (Casanare). El desmovilizado Rodríguez Mimisica, sin embargo, ha dado una versión distinta. En el informe que la Fiscalía le presentó a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el año pasado sobre ejecuciones extrajudiciales, quedó consignado que, según el exparamilitar, Soto Bracamonte “lo presionaba y amenazaba por información y le hacía firmar bajo presión actas sobre presuntos integrantes de grupos armados ilegales de los cuales él no tenía conocimiento”.
A renglón seguido, el testigo contó varias anécdotas para retratar al general en retiro Mario Montoya Uribe —hoy también en la JEP por estos hechos—. Habló, específicamente, de una reunión en la capital del Meta, ordenada por Montoya, hacia agosto de 2006. Allí estuvieron los comandantes militares de la zona. En dicho encuentro, relató, los oficiales tuvieron que hacer una presentación en el auditorio para mostrar resultados. “Viene el general Montoya y empieza a hablar de muertos, ahí era muertos. A mí no me pasó nada porque el otro mayor (su antecesor en el Gaula Casanare) me había dejado como 10, y yo llevaba como 14 muertos. O sea que pasé sin llamado de atención”.
Otra suerte corrieron otros de sus compañeros. Al coronel que estaba al frente del batallón Joaquín París, en San José del Guaviare (Guaviare), lo regañó. “Le dijo: ‘Mi coronel, usted qué piensa, cero muertos, mire a ver, dígame si es que allá no hay nada que hacer. Si eso es no más (que) poner el batallón en línea, dispare y vaya y recoja’. Eso me llamó la atención. Y ahí dijo: ‘Seis meses es mucho para un mal comandante y muy poco para uno bueno. Hermano le doy un mes más, si no, lo relevo’. Y, efectivamente, lo relevó (…) A él le interesaban eran los litros de sangre”.
Esa expresión, añadió Soto Bracamonte, la oyó ese día, “y a esa reunión asistieron por lo menos unas 150 personas, no era ningún secreto”. Entonces volvió sobre la personalidad del excomandante del Ejército: “Siempre fue una persona que instigaba, arbitraria, que con sus gritos relevaba (…) Con sus amenazas todo el mundo le tenía miedo y él tenía el poder para trasladarlo a uno, para hacerlo echar”. El declarante contó que Montoya siempre ascendía a quienes tenían medallas de orden público, es decir, a quienes mostraran los mejores resultados en número de bajas. “Montoya siempre hablaba de litros de sangre y eso en el Ejército significaba muertos”. En ese instante puso otro ejemplo del contexto de presiones: ocurrió en 2007 durante otra visita del comandante del Ejército a la Brigada 16. “Llegó el general Montoya y dijo: ‘Mi coronel Torres (Escalante), esta brigada lleva 15 días sin un muerto, hermano. Esto es un mensaje subliminal para que lo releve del cargo”.
Esas supuestas cuotas de muertos, según el testigo, se imponían desde lo más alto de la pirámide del Ejército e iban descendiendo hasta los soldados. Pero ¿sabía el general Montoya lo que estaba ocurriendo?, le preguntaron directamente los magistrados al testigo, quien contestó: “Eso no es que él (Montoya) no sabía, él sabía todo lo que estaba pasando, todo el Estado Mayor del Ejército inclusive”. No obstante, el exjefe del Ejército, quien también se acogió a la JEP y que es investigado por al menos un centenar de crímenes perpetrados durante su comandancia, siempre ha reivindicado su inocencia. De vuelta al testimonio, Soto Bracamonte señaló que en Casanare hizo muchas operaciones ilegales con el DAS de la época, que altos funcionarios del organismo de inteligencia parecían entrenados en simulación de combates, que ellos mismos lo instruyeron para que siempre se llevaran armas a los lugares del asesinato y se les plantaran a las víctimas.
“El DAS, mejor dicho, tenía hasta mayor conocimiento, llegaba la persona, aquí está el muerto, anotaciones de inteligencia y le levanto el perfil criminal y listo”, contó también. Insistió en que muchas de esas operaciones que después terminaron en investigaciones de la justicia penal militar no avanzaron porque se consideraba que si detectives del DAS habían colaborado y, además, tenían funciones de policía judicial, la legalidad de estos hechos estaba fuera de discusión. Después de reseñar este capítulo, el declarante relató lo ocurrido con un miliciano del frente 28 de las Farc, que una vez capturado por el Gaula terminó como su informante. Su nombre: José Zacarías Valencia. Y aunque en principio le habían dado la orden de matarlo, Soto Bracamonte se opuso, aseguró.
Los magistrados le preguntaron por la suerte de los reclutadores e informantes, y el mayor retirado contestó: “Todos están vivos. A mí sí me lo propusieron (matarlos), pero no acepté, porque sí me dijeron que estábamos dejando ruedas sueltas (...) los informantes, prácticamente los que estuvieron conmigo o reclutadores, están detenidos, pero no están muertos”. Luego narró cómo se hacían esas operaciones ilegales: “Cogían (a la víctima) y la llevaban a un lugar y la asesinaban. Y en el informe, por escrito, se simulaba como si fuese un enfrentamiento (...) Uno sigue la orden de operación sustentándola para darle un viso de legalidad”. La JEP le indicó que tenía documentadas al menos 63 muertes ilegales durante su comandancia en el Gaula. El testigo reconoció que la cifra podía ser de hasta 80.
Durante su larga declaración de más de seis horas, el mayor Soto Bracamonte habló con nombres y apellidos de varios involucrados en estos homicidios, incluidos varios oficiales que aún no han sido tocados por la justicia y cuyas identidades reservamos para no afectar la investigación. También relató que solía decirles a sus hombres que ellos definían si hacían o no los asesinatos y puso un ejemplo: “En muchas oportunidades varios suboficiales y comandantes vinieron: ‘No, mi mayor, eso no se podía’. (Wilson Rodríguez) Mimisica llevó al Gaula una vez a una persona con retardo mental. Entonces la persona que estaba de comandante dijo: ‘No, no, mi mayor, esta persona aquí nos trajo a un man que no tiene los cinco sentidos’. La situación ellos la sabían. Pero en últimas ellos tomaban la decisión. Obviamente yo la sabía desde que ellos (los militares) salían”. Por eso, al final, Soto dijo que no quería tener esas felicitaciones en su hoja de vida obtenidas con esos crímenes.
Uno de los oficiales más salpicados por sus revelaciones es el hoy general Henry William Torres Escalante, quien fue detenido y acusado por la Fiscalía por las muertes de Daniel Torres y su hijo Roque, ejecutadas en 2007 por hombres de la Brigada 16 que los hicieron pasar por supuestos milicianos del Eln. En realidad, Roque Torres lo que estaba haciendo era denunciando los falsos positivos de esa brigada. Y así lo hizo constar en una declaración judicial tomada siete meses antes de su asesinato. Hoy Torres Escalante también está en la JEP. Pero el testimonio del mayor Soto Bracamonte lo pone en nuevos apuros judiciales: no solo lo vinculan a otros hechos ilícitos, sino que entregó detalles, documentos y órdenes de operaciones falsas para justificar esas muertes. Su versión constituye un aporte fundamental para el esclarecimiento de decenas de homicidios cometidos en Casanare entre 2006 y 2007.
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Habla la defensa de Montoya
“La versión del mayor (r) Soto Bracamonte resulta inverosímil”. Para el defensor del general (r) Mario Montoya, el abogado Andrés Garzón, no hay otra manera de calificar las palabras del oficial en retiro ante la JEP. Garzón aclaró que no conoce esa declaración, aunque señaló algo que, en su criterio, llama mucho la atención: “Hay una particularidad en las versiones que tratan de enlodar al general (r) Montoya. Siempre son oficiales retirados y todos, a pesar de haber sido comandantes de una unidad menor, como el Gaula de un departamento, manifiestan haber tenido una reunión o haber escuchado al comandante del Ejército dando esas órdenes. Para quienes hemos estudiado un poco la estructura militar, eso es imposible. El comandante del Ejército no va por todo el país hablando con unidades menores”.
Según explicó Garzón, “el comandante se comunica con las divisiones, ellas a su vez con las brigadas, las brigadas con unidades menores (batallones, pelotones y compañías). Todos ahora dicen que escucharon y estuvieron con el general (r) Montoya. Eso no es cierto. Tan es así, que cuando se les exijan elementos materiales probatorios, no los tendrán o los tendrán que inventar. En cambio, nosotros tenemos los soportes de todas las directivas que se impartieron. Las tiene la Fiscalía desde hace más de tres años. Quienes están hablando fueron retirados por el Ejército, a quien le tocaba firmar esas bajas era al general (r) Mario Montoya. No se puede confundir a la opinión pública. Vamos a llevar las pruebas para refutarlos y luego a solicitar que sean expulsados de la JEP. Ellos no están diciendo la verdad”.
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“LOS EMPRESARIOS SON LOS QUE ESTÁN DETRÁS DE LOS ASESINATOS”: LÍDERES DEL BAJO ATRATO Y URABÁ
Jueves 4 de diciembre del 2017 - Veinticinco líderes y lideresas sociales del Bajo Atrato Chocoano y el Urabá Antioqueño amenazados de muerte y familiares de líderes que han sido asesinados, se reunieron en Bogotá para exigir garantías y poder retornar a sus territorios. Aseguran que detrás de los asesinatos, hay intereses de empresarios que han ocupado sus tierras y que a finales de los 90, los despojaron y desplazaron de sus tierras.
De acuerdo con la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, los líderes sociales “están amenazados de muerte por una estrategia determinada por empresarios vinculados a la criminalidad en la región, que han sido señalados en diferentes instancias judiciales y que han sido denunciados ante diferentes instancias”. Recordaron que en menos de 10 días, fueron asesinados dos líderes de la región, Mario Castaño y Hernán Bedoya.
DETRÁS DE LOS ASESINATOS Y LAS AMENAZAS, HAY INTERESES POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
Estos líderes llevan más de 20 años luchando por retornar y proteger su territorio. En repetidas ocasiones han manifestado que debido a las denuncias que han realizado han atentado contra su integridad, “nos han quitado la vida”, afirmaron. Ellos y ellas han dicho que son los empresarios palmeros, ganaderos, plataneros, mineros y bananeros los que se apropiaron del territorio. Asimismo, manifiestan una complicidad de la fuerza pública, instituciones gubernamentales y representantes de empresas como la Asociación Agropecuaria Campesina AGROMAR S.A, con la que se enfrentó toda su vida Mario Castaño(Le puede interesar: "La navidad sin Mario Castaño")
Los líderes asesinados habían denunciado las actuaciones de mala fe de empresarios y representantes de empresas como Baldoyno Mosquera Palacios, Javier Restrepo y Juan Guillermo González, de quienes los integrantes de las comunidades han recibido amenazas directas de muerte. “¿Hasta cuándo nos van a escuchar?”, se preguntan las personas.
En ese mismo sentido indican que desde 1997 ha existido una estrategia para tomar los territoriosque les pertenece a las comunidades. Indicaron que “el Gobierno Nacional se ha encargado de tergiversar la realidad, dicen que son ajustes de cuentas entre empresarios contra la comunidad, pero ¿qué cuentas tenemos nosotros con los empresarios? Ninguna”. Ante los medios de comunicación reiteraron que, en esa región, hay poderes políticos y económicos “muy poderosos que están acabando con la vida de quienes reclaman los derechos”.
PARAMILITARES Y FUERZA PÚBLICA PROTEGEN A LOS EMPRESARIOS
Ante el anuncio de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia sobre el cese al fuego unilateral, los líderes del Bajo Atrato y Urabá, indicaron que “es una medida que llena de esperanza", pero que los autores intelectuales de los asesinatos son estructuras armadas contratas directamente por empresarios, "que están pagando para que nos maten".
Además, han denunciado que pese a las directrices dadas desde los altos mandos de las AGC, los integrantes de bajo mando de esa estructura operan como sicarios en el territorio. "Por cualquier 300.000 o 500.000 pesos matan a cualquiera”, expresan.
Por otra parte, les sorprende que aún con la presencia de la Fuerza Pública continúen sucediendo estos asesinatos. En esa línea, aseveraron que el Batallón de selva No. 54, que se encuentra en Llano Rico, acompaña al empresario cuando llega a la comunidad, "el ejército lo cuida cuando se dirige a las tierras que le ha quitado a la comunidad. Los militares lo acompañan a hacer todos los procedimientos ilegales”.
"PARTIDOS POLÍTICOS DEBEN ABSTENERSE DE RECIBIR DINERO DE EMPRESAS INVOLUCRADAS EN ASESINATOS A LÍDERES"
Teniendo de presente el inicio de la carrera electoral, los líderes y lideresas fueron enfáticos en manifestar que los políticos, “tienen que dejarnos a los campesinos en nuestras tierras tranquilos”. Afirmaron que la sociedad “no puede seguir eligiendo a los mismos de siempre” y que los partidos políticos debería abstenerse de recibir recursos para sus campaña de las empresas que están comprometidas en el asesinato de líderes.
Diferentes organizaciones sociales han instado a los partidos políticos a que actúen de manera transparente para que, en el futuro, “no queden atrapados y dirigidos por los intereses de esas empresas”. Finalmente, los líderes exigieron una reunión con Guillermo Rivera, Ministro del Interior y con el vicepresidente Óscar Naranjo, para que se de una respuesta clara sobre la situación de las tierras y la protección de las comunidades, y “no tengamos que volver a unas exequias nunca más”.
Fuente: http://www.contagioradio.com/hasta-cuando-y-cuantos-mas-continuan-la-violencia-contra-lideres-sociales-del-bajo-atrato-y-uraba-articulo-49970/
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