Tumgik
#¿cuántas personas trabajan en Cuba?
towerofdoomii · 3 years
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Plataforma nocturna
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No tengo ni idea de dónde estoy. Si mi vida dependiera de volver a la oficina sería incapaz. Las terminales se abren esparcidas como espinas sin importarles nada humano, son una raspa de pescado arrojada sobre un lecho de cemento, nos movemos entre ellas siguiendo hilos esotéricos que atraviesan la oscuridad y yo no veo. Imagino que el conocimiento del lugar y de todas las demás cosas es el fruto de la costumbre pero yo ahora me limito a arrojarme al asiento de atrás de la furgoneta como un niño o un perro grande y jadeante hasta que se abre de nuevo la puerta y estoy junto a un avión, siempre es otro avión, siempre es el mismo avión, todos son iguales pero les duelen cosas ligeramente distintas, son como viejas quejicosas en un asilo, tomando el aire de la noche tendidas en el asfalto, contándose cuchicheos y secretos del aire con sus antenas VHF. Todos tenemos la misma cara cuando nos hacemos mayores. Los aviones a veces los pintan y parecen nuevos, pero enseguida les vemos los restos de óxido, las cabezas de los tornillos redondeadas por mecánicos torpes, las pérdidas de sus diversos fluidos, el beso oxidante del salitre y el tiempo. En la furgoneta pones la mente en blanco para descansarla unos minutos porque cuando se abra la puerta será la guerra otra vez, la prisa, el maelstrom de metal, las cosas que te pueden hacer daño, las cosas calientes, las cosas cortantes, o pesadas, los hilos invisibles de fugas de hidráulico, la leyenda, te pueden cortar un dedo, te pueden joder un ojo, y todo lo sucio, cosas tan sucias que te ensucian sin tocarlas, basta acercarte, irradian un aurea de suciedad. Así que sacas el móvil y miras los mensajes de la chica que te ponga tonto o, si no tienes chica, abres el Tinder y miras el carrusel de caras que te anestesia unos minutos y te engaña un poco más, un poco más de autoengaño, un poco más de sostener la comedia, ya casi estás tú tirado, retirado, sobre el tarmac caliente, cuchicheando con los otros viejos, ya te va creciendo la antena VHF. Todo empieza a moverse para el perruzo mecánico de la parte de atrás, los trastos detrás son una lavadora de objetos, las latas de aceite, la caja de herramientas, los útiles, el traqueteo del carrito de botellas de nitrógeno para inflar las ruedas y subir el gato y rellenar los acumuladores de hidráulica es un tintineo metálico, lo más parecido a la música que vas a escuchar, realmente es música comparado con el resto de sonido de los motores diesel tosedores de las furgonetas reventadas o las trompetas de Jericho de las APU bramantes de los aviones, cuando las apagan, al detenerse el pequeño compresor, brama como un dinosaurio herido, siempre imagino que al avión le duele perder ese aliento último, auxiliar, y llora. Los grandes focos altos se suceden flas flas flas a través de las ventanas siempre sucias, realmente todos nosotros y las furgonetas estamos, diríamos con elegancia, comidos por la misma mierda. Cruzamos de lado a lado la gran raspa de la terminal y sus fingers, esto ya no tiene ningún sentido, no sé ni qué día es, cuántas noches llevo trabajando, es que podría estar en cualquier aeropuerto del mundo y sería lo mismo, el mismo no-lugar, el gilipollas de Ballard tendría un orgasmo aquí. En varios puntos se abren los patios de carrillos, la única zona en la que no podemos entrar con nuestra autorización, la zona donde caen como guindas las maletas desde la raspa superior, desde las manos suaves de los pasajeros, las guindas secas rellenas con sus miserias, sus pequeños objetos, sus preciadas basuras, esas manos de pasajero que yo imagino huelen todas muy bien, encremadas, todas blancas e hidratadas, manos suaves como nuestra grasa de litio, y unos compañeros especialmente brutos, los Ramperos, las reciben y las cargan en los trenecitos que las distribuyen por los aviones. A veces se caen del trenecito y se revientan. A veces se cae la jaula con tu perro, se abre y el perro se pierde en este infierno ballardiano y la policía tiene que abatirlo para que no acabe enroscado en el tren de un avión aterrizando como una serpentina de carne. Estos patios de carrillos, lugares vetados, parecen desde la furgoneta centrifugante heridas abiertas en un esqueleto oscuro de cemento, los culos de la terminal, culos cagando maletas, culos parasitados por Ramperos, por su iluminación, las sombras coloreadas que se adivinan en el interior, por la forma de las cintas transportadoras que se asemejan a intestinos sinuosos, formas redondeadas en un lugar donde todo son aristas. Imagino que durante el día tienen una actividad frenética y Los Ramperos, desde la furgoneta, con sus tatuajes, todos muy morenos porque trabajan bajo el sol, todos muy jóvenes o muy viejos y cascados, todos muy chulos, parecerán pequeñas mosquitas saltando entre las tripas de un caballo muerto. Es en esta zona donde antaño se producían magníficos robos, el flotsam y el jetsam del turismo internacional: me cuentan que parte de aquellas ofrendas, sobre todo de Cargo, llegaban incluso a los hangares, amigos de amigos, mafias obreras, artesanos y apandadores… El vehículo gira varias veces rodeando raspas del pescado muerto, siempre demasiado deprisa, se cruza con otras larvas mecánicas conducidas por personas afanosas y cansadas: los camiones refrigerados de catering, llenos de comida-basura, las cubas bamboleantes y malolientes de agua limpia, o queroseno, o agua sucia (literalmente: cubas de mierda)… los vehículos de limpieza de pista, mis favoritos, enormes, con extraños cepillos rotatatorios, color naranja me recuerdan a los vehículos de los orkos del Warhammer, sus conductores van en alto, para mí son los amos de este lugar…. los vehiculo de follow-me, enclenques, repelentes, los odio, amarillo y negro, petulante combinación, pareces un taxi de Barcelona vete a transportar sponsorettes, frat-boys, sororiputas y gangs de incels escandinavos al puto Raval, lárgate de esta expansión matemático de cemento santo. Les imagino conducidos siempre por pomposos imbéciles orgullosos de salir ahí fuera, a la Zona de la Muerte, a guiar a los aviones. A los mecánicos no les gusta salir a la Zona de la Muerte pero tienes que atravesarla en varios puntos cuando saltas de lado a lado de la gran raspa. Es la zona donde te puedes encontrar con un avión en taxi que viene sediento a enganchar su vagina frontal en la gran polla de plástico y metal del finger retráctil. Vienen con la piel fría y llena de condensación, los motores bien calientes, empujando, un mal golpe de mano en la palanca de gases y nos vamos a tomar por culo jefe, la APU echando fuego por el orto encapsulado en aleación con níquel, todas las luces encendidas, la luz beacon roja parpadeante de la panza puede joderte los ojos si la miras un par de segundos, es la luz que se enciende cuando el avión está vivo para advertir a todo el mundo alrededor de que hay una cosa muy grande con los motores encendidos, nosotros la encendemos cuando los arrancamos y uno tiene la sensación de estar activando un faro esóterico y pulsa el botón con muchísima importancia, extiendes el brazo hacia el panel de sobrecabeza como señalando a un Dios potencialmente peligroso. Así que no nos gusta cruzar en la furgoneta la Zona de la Muerte, no, claro que no, porque el avión no va a parar nunca, aquí el avión es Dios, todos los demás somos ladillas que baialamos a lo que Él disponga. Eres tú quién debe seguir escrupulosamente una madeja de indicaciones pintadas sobre el cemento que, francamente, desconozco por completo porque no tengo ese carnet, bien podría estar conduciendo esta furgoneta mi abuela de 93 años iríamos igual de orientados por aquí, y porque además están medio borradas, y porque no se ven muy bien de noche y porque son las cuatro de la mañana y tenemos aún cuatro aviones por revisar y una vez uno se equivocó y se metió en la pista, ahí es donde los aviones no es que circulen, es que aceleran, o frenan, y eso no para porque no puede, y si haces frenar, o desviarse, o inmutarse, a un avión con el beacon encendido que significa que el piloto va dentro alimentando el aparato con el inmenso poder radiante de su tremendo, infinito ego… ese cabrón va a dar parte de tu torpeza, en inglés, en capital letters, y te van a buscar las vueltas, te van a llamar de La Compañía, claro que te van a llamar, puede que incluso te llame La Autoridad, te van a poner una multa que será cuatro o cinco o diez veces tu sueldo, o te van a despedir. Nadie se interpone en el camino de los monstruo gigantes que vienen a libar a los fingers tentaculares sus mieles de aire fresco y corriente eléctrica qué sed traen de su lucha contra los elementos, a abrirles la boca a las lenguas protáctiles operadas por los atentos Ramperos para descargar su pasaje, el ganado, la carga blanda, el pandemonium de hijos de puta que pagan todo esto, todo este show, enanos vociferantes, abuelas quejicosas, niñatos pegachicles, merluzos vomitantes, necios apoyapieses-en-los-lining, que lo manchas hija de puta, que lo va a tener que limpiar una limpiadora, a las limpiadoras me las respetas o te reviento la puta cabeza, trabajan más que yo, en peores turnos que yo, y ganan menos y van a recoger una a una las espinas de las uñas de los pies que te estás cortando, hijo de puta, en el asiento 24R, y van a pasar una toallita por el asiento donde plantas las suelas de tus putas zapatillas Vectra ecológica y socialmente sostenibles, socialmente sostenible es el puñetazo seco que te metía en la tráquea como un personaje de frame congelado de Bola de Dragón, que te cogía y te enseñaba modales con una mouthball y un ass-hook incrustados colgando del escape del APU como una butifarra de porc negre a 10m de altura, pero esto no lo haría para darte una lección, no vamos a engañar a nadie a estas alturas, es que a mí esas cosas me excitan, ya era un pervertido de niño e Internet me terminó de joder la cabeza, quién puede juzgarme? a mí sólo me juzga ya la Torre de Control.
Perro lanoso, centrifugadora de herramientas, nos cruzamos con los coches de otros compañeros. Los coches de la Guardia Civil, temidos por todos: son nuestros enemigos, pueden pararte en cualquier momento y ponerte una generosa multa por no llevar el cinturón de seguridad, o la acreditación correcta, o un cinturón lleno de cocaína que has encontrado detrás de un panel de bodega en un avión de Air Europa que venía de Bogotá. Las jardineras, los autobuses gusanáceos que sacan al pasaje de toda esta zona infernal y los vomitan amorosamente en la terminal refrigerada y llena de publicidad y cosas de la civilización, porque la civilización reside en que te pidan dinero a cambio de productos y servicios, todo lo demás es nuestro mundo donde nada te pide nada, si algo quiere algo de ti te lo va a quitar directamente; la Zona de la Muerte, la Plataforma, la Espina de Pescado, los Anos de Carrillos… y la Torre de Control como una catedral oscura en el centro de todo, mirándonos a todos, ¿me estará mirando desde allí alguien ahora mismo? el panóptico supervisor, el gran centinela con forma de OVNI. Impávidas, incansables, las jardineras descargan hacia la parte amable de todo esto (jamás se da la vuelta gente, hay un instinto natural que les impide caminar hacia nosotros y hacia el resto de máquina) ríos de piernas y gestos y retazos de conversación y chicas que se atusan el pelito siempre chicas, siempre vemos antes a las chicas, será una sensibilización por déficit, será porque somos gañanes y estamos rodeados de cosas muy feas y duras y los ojos se vuelven hipersensibles a cualquier cosa bonita y las buscan, tendremos abejas dentro de los ojos.
El cielo es una banda negra y no existe, es una miasma extendida de la que se descuelgan y nos caen encima los monstruos blancos voladores brillando como luciérnagas, auténticos árboles de navidad, se ponen muy bonitos para hacer una entrada triunfal, el avión es una gran “puta de la atención”: beacon light, luces de posición, luz de logo, landing light, runaway light, luz de inspección, luz de carreteo… nos gustan las luces, los ruidos y las pastillas, no lo vamos a negar a estas alturas, si no ¿qué haces aquí, muchacho, de noche tropical, mientras los civiles se emborrachan y se contagian clamidia? El cielo es una banda negra y no existe y el suelo es una extensión infinita de color gris y al final se juntan el negro con el gris pero no puedes ver muy bien dónde ocurre exactamente eso. Tu realidad visual durante todo el turno será este helado al corte, mitad negro mitad gris, la alegría de vivir. Sobre la plataforma veo, muy lejos, criaturas móviles, algo milagrosamente vivo. Animales. Algo. Seres. Tengo el ojo aguzado del pueblo, me gusta ir donde duermen los jabalíes y ver que la hierba está aún aplastada por sus panzotas, distinguir las cacas de los zorros, ver a la oropéndola a lo lejos mirándome, intranquila, pero me lleva días distinguir aquí si estos son mamíferos (conejos, pensaba, como en Barajas, que hay miles, se arrojan a las ruedas como kamikazes) o aves. O quizás lagartos. O kobolds. O gremlins, que son los duendes de los mecánicos (pero esa es otra historia). Sus sonidos son reptilíanos, siseos agudos y prehistóricos en el silencio de este espacio tan grande y tan vacío, negro, gris, gris-negro, y el animalillo a lo lejos entre medias de este Pantone del Mal, correteando, cruzando la pista como si le perteneciera algo de esto… esto les desenmascaran: son aves patilargas que apenas vuelan, pajarracos nerviosos, una especie de garceta de tamaño medio que durante el día vive en los cenagales al otro lado de las pistas, cerca del mar, y come en la playa conchas o mierdas o cigarros puros arrojados por alemanes, y por la noche se viene a corretear por el helado al corte negro y gris y se harta de grillos, unos grillos enormes que están por todas partes. Me he fijado que es un animal bastante digno, deben de cumplir muchos años estas gacetas extrañas que no identifico, porque no dejan que te acerques, tienen calle, si tú las ves ellas te han visto ya, no van a dejar que les toques los cojones, y van siempre junto a su pareja, son gente de bien, tampoco son pequeñas, son fuertes, y tienen una disposición y una actitud claramente depredadoras, los pobres grillos viven bajo su reinado de terror dinosaurio, cuándo verán el último fogonazo de ese largo pico cayendo sobre ellas, cuándo me injestará a mí un motor-trituradora como a aquel pobre chaval en Las Palmas. Quizás hasta sean migrantes estos pajarracos, aunque en la isla siempre hace buen tiempo y por qué iba a querer nadie irse de aquí, del helado al corte, si tampoco se puede ver si hay algo más allá, sólo se adivina la sierra siniestra y difumanada con la luz perezosa del amanecer, si el turno se nos complica y se nos echa el día encima. Estoy seguro de que ninguna de éstas tiranosaurias devoragrillos acaba reventada contra el morro de un avión, son demasiado astutas; esas serán siempre estúpidas gaviotas, un animal que no pertenece a este lugar, vete al puerto a jugar con tus estúpidos barquitos lentorros, hija del huevo. La garceta correteadora es el ave del aeropuerto, es el amo del lugar, es la hermana pequeña del avión, son familia, está claro, aquí manda Él y, in absentia, un poco, luego, ella. También sé que hay chotacabras que se alimentan de las enormes polillas nocturnas que atraen los grandes focos. Lo sé porque cuando estuve aquí la otra vez nos encontramos uno moribundo que había caído del techo del hangar. Quise ayudarle pero al cogerlo se asustó, se vio atrapado entre manos de humano extraño, se excitó y, débil como estaba, le falló el corazón y sentí como su cuerpo pequeñito dejaba de ser un cuerpo, el vehículo de un fantasmita, y se transformaba en un latido final en un trocito de cosa que sólo era ya carne. Como a mí me estaba dejando la novia entonces y estaba más solo que la una, me habían puteado en todos los trabajos de siempre, había padecido cosas que aún ni había reconocido, y la isla estaba ejerciendo su hechizo melancólico y siniestro sobre mí, ese relente balear, esa nebulosa salada e invisible que a veces lleva a los mallorquines a saltar como lemmings del Cabo Blanco, andaba retorcido por dentro y todo me hacía llorar, así que me pareció muy bonito, todo un detalle por parte del animal, aquel gesto de cosa frágil que se te muere entre las manos cuando la quieres reparar, cuando lo quieres hacer bien. Supongo que ese día fue de los que, escondido en la bahía de aviónica, tuve que poner un trapito para no electrocutar con mis lagrimones algún equipo carísimo, una ELAC, un TACAM, un SEC, un TRX, cualquier cosa cara, electrónica e importante, y añadir, días más tarde, 186, o 321, o 68 muertos más al muerto que era yo ese año y medio y dos años y cinco años que me duró aquel quebranto gitano por desamor.
El trabajo se complica la rueda es enorme baja un poco el avión que no entra no súbelo que roza debajo bájalo un poco más otro empujón le pego con el culo te bailo twerk mira soy bad gyal uno mete algo por debajo hace palanca si la rueda explota ahora habría aquí tres muertos jaja tres viudas llorando bueno dos viudas y un aparato de televisión muy triste una vagina en lata con síndrome de miembro fantasma jajaja no sé ni qué dices nachio estás to loco pero qué risas pues que sepas que una vez uno se equivocó y le metió presión de alta al amortiguador de principal y reventó todo por los aires fue como una granada, trozos metálicos volando, una buena piñata mejicana de fragmentación, quedó bien, dice el compañero, el chaval, o sea que le reconstruyeron la cara, que quedó bien y le pondrían una placa en el cráneo, que no se murió, porque el dibujo del esquema del carro de nitrógeno es ya casi ilegible porque se borra con los derrames de hidráulico así que qué coño hay que conectar dónde y por qué y que además no lo entiende ni su puta madre porque lo ha pintado un ingeniero, no un mecánico, es decir, ha pensado cómo hacer el trabajo un tipo que no va a hacer el trabajo, que no ha hecho el trabajo en su puta vida, siempre es la misma historia y por aquí tenían que pasar todos los ingenieros a forjarse que les iba a sentar de maravilla a ellos y sus parejas, que les van a tener que aguantar, que de aquí sales fino como el tordo de un mirlo, que hay dos botellas, y tres circuitos distintos, y una madeja de tubos y seis válvulas y dos manómetros y en la oficina refrigerada a las 12:34 de un martes se ve todo muy sencillo claro que sí qué brutos son estos gañanes si por aquí alivia y por aquí regula y abre la botella cierra la botella trae el adaptador cómo pesa esto vaya calor que hace que me sudan hasta los cojones qué pollas pasa en agosto en esta isla del demonio si es que está la plataforma caliente, todo el cemento recalentado, y bueno pues que al compañero le reconstruyeron la cara como a Mr Potato porque abrió la de la derecha en lugar de la izquierda verdad? y entonces ya no te ríes tanto, ya no te hace tanta gracia la anécdota que además el único accidente de trabajo que he tenido yo fue con aire comprimido, qué miedo da el aire comprimido, toda ese energía ahí retenida, parece un incel con un AR-15, esas roscas pasadas un día te van a jugar una mala pasada, ese teflón carcomido por el tiempo el salitre y el descuido, esas gomas como tentáculos, es un pulpo este carro, a saber en qué estado está todo esto que si se suelta una goma te arranca la cabeza te saca un ojo le reconstruyeron la cara al compañero jajaja igual quedó hasta más guapo, además estaba fresquito le acaban de quitar el precinto como quién dice, acababa de entrar en La Compañía, siempre son novatos, casi siempre, los que tienen sustos gordos, los que palman, también en la obra, enterrados en zanjas que colapsan, los que se ponen debajo de la carga suspendida cuando falla el cáncamo o la eslinga o el polipasto, siempre son novatos, chavales, me da mucha pena, nadie los protege nadie los enseña quieren hacerse destacar ir más rápido de lo que saben quieren quedar bien frente al veterano y nadie les tutela porque son las cuatro de la mañana y en realidad todos hemos aprendido solos, mirando a los otros, y a base de hostias, hasta que aprendes a hacer las cosas despacio y mirar otra vez ese dibujo del esquema que no hizo un mecánico, que hizo un ingeniero, y si vas despacio y te dicen algo pues como ya eres veterano va a saltar de tu lengua la respuesta ácida y sarcástica que le va a poner al otro en su sitio que de eso va este trabajo, de poner en su sitio las cosas y tambíen a las personas, porque en realidad vas a tener gracia, porque ya has afilado la retranca obrera, el toma y daca constante, el marcar las distancias y las jerarquías con los compañeros, y ya luego viene todo lo demás, la tontería esa del avión y sus tuercas y la cara del novato reconstruida en el hospital, yo imaginaba amorosas manos femeninas cosiéndole como un bolso Louis Vuitton, y tras los cristales, allá arriba, dentro de la terminal, que ahí no podemos entrar porque estamos sucios y olemos mal, dos pasajeros ajenos a todo esto dormitan y pasan la noche tirados en unos asientos, perderían un vuelo, esperan al de la mañana, siempre son jóvenes, claro, jóvenes y estúpidos, por perder un vuelo, y pobres, por no irse al hotel, una pareja joven, la chica destruida en brazos de él, maldurmiendo, la boca pastosa, él pensando si esos tipos de ahí abajo, esos fantasmas rojos con zapatones y linternas y navajas y bolsas amarillas colgadas del cinturón, esos gremlins nocturnos que deambulan por debajo del avión como grullas cazando grillos, sujetando entre tres la rueda o esperando, se espera mucho, mirando el móvil, no serán una alucinación producto del cansancio. Le coge el pelo suave a la novia derrotada yo les veo desde abajo no les distingo bien por la luz blanca de los focos sólo veo siluetas y gestos y acaricio yo también el caucho de la rueda está algo rugosa pero también está suave, lamida por el asfalto y los frenazos, te imito pliki-pliki como el orangután en la jaula, cada uno a lo suyo, cuidando a su chica, no sé si el mono eres tú o yo, no sé si la jaula es ese vidrio o este espacio abierto, en el fondo me da lo mismo porque a ésta la he elegido yo y no es por el miedo a estar solo como seguramente te pase a ti, es porque me gusta su olor químico y su piel fría de condensación cuando baja de los cielos y viene a verme con la pata herida, sé que algún día me matarás pero ahora me necesitas, eres una mascota cruel, a beber al abrevadero del finger, a vomitar su carga de pasaje, de chicas dormidas con el pelo suave mal acariciado a las cuatro a eme en una sucia terminal, tío cutre, tío poco vivido, gamín de la vida, que ni te la has llevado a un hotel “Campanile” de treintaycuatro con cincuenta euros la noche, que tenías que estar aquí abajo con nosotros sintonizándote en la vida adulta y en el buen hacer de todas las cosas, sobre todo de todas las cosas que tengan que ver con ella, hijo de puta, cargando este paquete de frenos que pesa literalmente pesa, deja durmiendo a la euroninfa y bájate, infraser, al tarmaco caliente con los gremlins y las garzas tiranosaurias si no me crees y lo levantas, más de lo que pesa ella.
El trabajo se complica la rueda es enorme y estamos tan cansados que entre tres hombres hacemos uno (y no uno muy bueno….): uno sostiene el torquímetro, más grande y pesado que una de mis piernas, otro lo ajusta y otro, porque el veterano ya ni ve, todos los mecánicos tienen la vista cansada, lee el dial y canta las medidas. Entre dos encaramos el adaptador que tiene varios dientes rotos  (como se nos “pire” nos vamos a “volar” de un “hostiazo” los “cojones”) en la enorme tuerca que fija la rueda al buje e impide la matanza de tiernas niñitas que duermen ahora en sus camas de hotel oliendo a bollito caliente y que volarán en unas horas, montañas de carnecita picada de niña rubia si se sale esta tuerca durante la toma, montañas de hadas trituradas como en una pesadilla de Henry Darger, no queremos eso, descansa Henry limpia otra bacinilla, te tuteo Henry porque tú eras uno de los nuestros, vaya si lo eras, descansa en paz que ya me encargo yo de todo esto, el compañero hace rodar la rueda mientras el otro da el torque apoyando todo su peso en la enorme barra y ni aún así, no suena el puto “click” salvador, qué estás flojo cabrón que te tiene consumido la novia ¿qué eres, vegano? pero qué dices si ni he empezado a sudar que estoy a una mano y es la zurda que ahora apoyo los cojones que llevo aquí dos semanas de solipei y me pesan jojojo y ya verás como torca venga cabrón que tenemos tres más no tendrás el torque con la cabecilla al revés que no salta a ver si lo revientas que estás muy fuerte cabr… “click!”. Y ahora a fijarle los pernitos de freno y a frenarlos themselves con su cotter pins y todo con su grasita pliki pliki que es roja como tripas trituradas de gaviota intrusa, y a montar el ventiladorcillo venga venga y el “tepis” (temperature and pressure indicator pero como si me dicen que es el puto clítoris de la rueda en este momento me lo voy a creer) y el retén del ventiladorcillo y cuidado con el eje del speed indicator que es frágil qué va a ser frágil si es de acero frágil es mi vida sexual jajaja, o será el indicador de temperatura o qué cojones será eso si me da igual ya qué somos ¿ingenieros? la cabeza la tenemos sólo para sostener la gorracasco, pero eso va ahí y eso va ahí las manos van solas estás en trance estás trabajando los gremlins te guían te acercan los dedos a ese perno escondido te esconden la herramienta si no les muestras respeto, y esas dos líneas de hidráulica va a ser que habrá que conectarlas o va a frenar la niña de Darger con los dientes no? jajaja que ya te ibas sin ponerlas 156 muertos 1500€ de sueldo y si llegas y con noches, anda sube quita los frenos que esto no entra que está apretando como el chocho de la Nancy que qué es eso? pero quién es este chaval el chocho de la Nancy el chocho de la Barriguitas, pues muñecas, pues yo qué sé que eso son anuncios muy viejos, pero quién ha contratado niños en La Empresa acaso ha vuelto el trabajo infantil? ojalá porque nos vendrían genial unos pequeños niños birmanos de bracitos finos para frenar esta puta mierda aquí dentro del buje a ti lo que te pasa es que te gastas todos los “free” en ir a Thailandia cabrón que en Pattaya te saludan los tenderos por tu nombre de pila jajaja venga acaba cabrón que ya veo la furgoneta del tripulación hostiaaaaque nos pillan con el carrito del elao que nos caga el palomo *pffffssss* el freno abre el compañero desde cabina los quitó ahora sí ahora entra esto, poniéndonos elegantes, incluso líricos, “como polla en culo” venga recoge chaval en cerocoma las diecinueve herramientas que no quede una perdida sobre el tarmaco que la pisa un Pan Am y hacemos un “Concorde II: el regreso”, los dos trapos con grasa (ninguna otra puta cosa trajimos para limpiarnos), el gato gigante el adaptador su putamadre está todo recogido el carro enganchado a la furgoneta listos para desaparecer antes de que empiecen a tocarnos los cojones, las azafatas subiendo las escaleras como cervatillos vienen duchadas, desayunadas, cafeteadas y cagadas de casa vienen listas para la acción, y nosotros detrás como hienas oliendo la lycra de las medias de sus tobillos finísimos, me recuerdan a los pines de cobre con los que frenamos los tornillos, nos han pillado con todo el equipo aquí se viene a morir no vamos a fingir a estas alturas, habrá que firmar todas las putas mierdas en el mismo galley, el piloto es un gallifante sueco u holandés se está cagando en Dios porque hace mucho calor en el avión que qué aeropuerto más genial pobrecito quizás se derrita y tenga que rascarle del suelo del avión con una espátula. Por algún motivo que desconozco y que pudiera estar relacionado con la paliza que llevamos hoy el sarcasmo del eurogallifante no hace mella en mí mientras me limpio sobre el tarmaco las manos y los brazos y la cara negras con chorros de agua de una botella que hemos robado del galley, que parezco un criminal que acaba de cometer una locura, me da vergüenza que me vean las azafatas así, las de esta compañía parecen todas modelos menudos putos pervertidos los de recursos humanos adivino auténticas pollas secas y bien viejas dirigiendo ese contrato, qué guapas y qué jóvenes y qué bien les huele el pelo (eso lo imagino porque el tolueno de la grasa de tren me comió la pituitaria) las pobres se han tenido que levantar de sus camitas, que imagino como cunas con dosel levitando sobre nubes rositas, a las 4AM y estar aquí impecables la falda esa tubo qué bien les sienta aunque apenas pueden caminar, el hombre siempre tulléndolas, no se vayan a rebelar, el vuelo corto, y esas blusitas ceñidas no les impiden abrir y cerrar las grandes puertas que las abren mejor que yo las hijas de puta que a mí me cuesta si es que son perfectas parece que las haya dibujado, deben de ir todas a crossfit vaya brazos más perfilados, mira qué brazos tienen son esas cosas que les salen de la blusita como ramas blancas de abedul que tú ya no sabes lo que es una mujer que sólo sabes frenar tornillos haciéndoles shibari con alambre de acero cabrón jajaja, cuerpos estilizados no como nosotros que somos bolas de grasa, qué tendrá la rueda de cientoseismil quilos que no te pone brazo bonito sólo te hace fuerte pero en feo, fuerte troll, como mi oficial de hoy que no se enfada con nada parece santa claus qué tipo más bonachón tiene unos brazos que son como mis piernas eso sí qué puto desastre con la documentación nos ha cagao el palomo pero bien hoy eh, si es que estamos dos horas apretando tornillos y tres rellenando papeles ahí en el galley y como el tipo no habla bien inglés me arroja al piloto ¡a mí que llevo aquí dos días! y me pongo a decirle cosas y quedo como el culo porque un piloto, ay amigos un piloto ni te mira, un piloto habla a la velocidad de la luz, las gilipolleces las dice despacio para que se le entienda el chiste pero lo importante a la velocidad de la luz, en un acento mucho peor que el mío, porque el cabrón es holandés, qué mal hablan los holandeses, cómo van a hablar bien o a amar la vida con la gastronomía que tienen, y tiene muchas cosas importantes en la cabeza así que fioejgle fwlkjegkjk y tú ¿qué habrá dicho? bueno yo le voy a decir lo del TLB. Que ni sé lo que es el TLB. Pero él parece que lo entiende, hay un momento de unión ahí, qué bonita hermandad aeronáutica que te he hablado Mr Pilot te he hablado y tú me has escuchado, así grasientito como estoy que parezco un deshollinador, deme un poco más de sopa Mr Pilot ¿no ve mi gorrita estrujada entre las manos? deme algo de esa sopa que tiene en las pelotas déjeme ser un rato como usted, que me has escuchado y me has entendido claro que me has entendido si hablo inglés mucho mejor que tú hijodeputa y qué calor hace aquí verdad? que vas a poner el APU porque tienes calorcito pues ponlo hombre tú no te cortes el avión es tuyo como si tienes que quemar doscientos kilos de combustible para estar tú algo más fresquito durante los 16 min que te quedan aquí, yo ni lo había notado como llevo seis horas tirado por los suelos de este huevo frito de cemento que es la Plataforma o rodando como un perro grande en la parte de atrás de la furgoneta que llegamos a la oficina refrigerada como caballos sedientos pues ni lo había notado sabes Mr Pilot ven que te voy a hacer una cosa que te va a quitar el calor que te voy a hacer un mataleón aquí en el galley tú a estas chicas me las respetas que son ciervos me oyes ciervos de nácar. Que qué aeropuerto más amable jejeje y las chicas detrás, esperando, cuanta cercanía, porque el avión es bien estrecho, es lo más parecido a una orgía en la que voy a estar, si no fuera por el tubo del fuselaje jamás estarían tantas, tan bonitas, tan cercanas a mi cuerpo, a mi mismidad, las vería de lejos, como lo veleros desde el paseo marítimo, se irían hasta Banyalbufar por lo menos, se irían bien, bien lejos, si el cilindro de metal no las retuviera aquí, pero aquí no pueden, el deber les llama, quizás el núcleo irradiador de las pelotas del piloto, quizás sus sueldos las mantienen, pobrecitas, atrapadas en sus faldas tubo, sus blusas entalladas, el maquillaje perfecto, el taconcito bajo, qué peso sostienen estas muchachas que ni nos miran, que nos atraviesan con las miradas como láseres cortando el éter cósmico, qué pensarán qué somos, qué sabrán de nuestro oficio, cuando nos ven negros de mierda cambiando una rueda, sabrán qué camino hemos seguido algunos hasta llegar hasta aquí, las cosas que hemos tenido que hacer y aprender? deben de creer algunas que nos sacan de un tarro y nos desparraman como clavos por debajo del avión para apretarle sus cosillas. Nos distinguirán de los ágrafos, tatuados y bronceados Ramperos? de los paupérrimos esclavos del catering? de los desgraciados operarios de los camiones cuba? sabrán, acaso, que el avión es, si alguien duda de esto le reviento el pecho de una patada, nuestro? que el pintamonas holandés de metro ochenta que se queja de que no hay aire acondicionado puesto cuando llega su alteza mientras revisa papelotes en la cabina no conoce esta máquina ni la ínfima parte que nosotros? Sin entrar en la horterada de que Su vida, y la de los ciervos, y la del pasaje, quedó hace horas en nuestras torpes manos cansadas, como la del chotacabras, en nuestro criterio, en nuestros chistes gruesos. Si a mí todo eso me da igual en realidad, si a mí me encanta mi trabajo, y estudiar para saber por saber y que no me paguen nada y hacer noches durísimas como ésta, que esto me gusta de verdad, que disfruto el BDSM aeronáutico, que este lomo es para partirlo, que si me dejas cómodo y en asueto el demonio me toma desde dentro y mi vida es infierno, que ya me ha pasado, que a mí esto me doma, esta bestia me doma a mí, que este oficio me ha vertebrado por dentro y le debo casi todo lo bueno que me ha pasado estos años, pero ahora, sólo por un momento, lo daría todo porque me cogieras la manita sucia, azafata número tres, dame la mano pequeña y blanca y suave como el caucho caliente desgastado de frenazos, cógemela así por detrás en el galley sin que nadie se dé cuenta no hace falta que me quieras, me vas a dar la puta vida, que yo a ti te monto un avión entero si tú quieres, vamos a hacer que te ayudo a cerrar la puerta, que la cierras tú mucho mejor porque hoy estabas en crossfit mientras yo estaba en XVideos, pero déjame sentir que te ayudo y que soy un fortachón, que soy útil, y que tú eres una princesa cuando los dos sabemos que sobre esos tobillos finos, con ese maquillaje perfecto a las 4AM y preparada para todo lo que se te viene encima con los pegamocos, los vomitones, los pilotos, las karen, el río infinito de hijos de puta que vas a tener que kayakear metida en esa falda tubo, en esa blusa entallada, con esos dos pintamonas en la cabina inflados de testosterona impulsando el avión sobre los aires soplando con sus ridículos cojones, sostienes un peso mucho mayor que el de todas las ruedas que he cambiado yo esta noche y que las cosas que te van a manchar a ti no te las puedes lavar como yo con un chorro de agua robada sobre la pista.
No tengo ni idea de dónde estoy, pero sé que es un finger y que esto es un avión. Si mi vida dependiera de volver a la oficina sería incapaz. Me encanta estar así y no quiero ya estar de ninguna otra manera. Todos los días son iguales y eso me calma; se abre la puerta de la furgoneta y al otrolado hay otro avión con problemas, todos iguales todos distintos, todos los días un nuevo paquete de trabajo en la mesa del jefe, que no pare nunca de manar el río de marrones. No quiero saber dónde estoy nunca más, existir sólo bajo la raspa de pescado, en los límites de la Zona de la Muerte y el helado al corte gris y negro, los chotacabras, los dinosaurios zampagrillos, las azafatas-ciervo distantes con los tobillos finos como cotter-pins de cobre y miradas de láser que atraviesan hombres. No necesito muchas más cosas para tabicarme un mundo pequeño donde no asome nunca más el Demonio y ser, al fin, el Rey de todo esto.
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latikobe · 6 years
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Cifras contra realidad, ¿cuántas personas trabajan en Cuba?
¿Cuántos trabajan en Cuba? (foto del autor)
LA HABANA, Cuba. – Luisa, una vecina de mi barrio, se encuentra entre los más de 3 millones de cubanos y cubanas que las estadísticas oficiales registran como “trabajadores estatales”, sin embargo, como miles de personas en la isla, ella está reconocida como “auxiliar de limpieza”, simultáneamente en las nóminas de un policlínico, una escuela secundaria y una panadería, estrategia que le ha servido para, con sudor y entre todas sus ocupaciones, reunir el sueldo de 1200 pesos mensuales, el equivalente a unos cuarenta y tantos dólares.
Una cantidad que ella agrega a los 50 dólares que recibe cada treinta días por cuidar a una anciana en las noches, y gracias a los cuales puede considerarse entre las pocas personas que, en Cuba, logran rozar los 100 dólares de sueldo al mes, una fortuna donde el salario promedio ronda los 20.
Pero la cuestión es que Luisa es en sí misma, desde hace una década, tres “trabajadores estatales” más uno “no estatal”, de modo que al analizar la cifra de 3 millones ofrecida por el Ministerio del Trabajo, y sabiendo que esa mujer no es una excepción en la Cuba de hoy, pudiéramos suponer que tales millones no engloban un equivalente en personas sino que estos pudieran reducirse en un porciento significativo.
No entraría este en los casos de plantillas “infladas” señalados desde tiempos inmemoriales por la Contraloría en sus informes ‒algo tímidos por cierto‒ sobre corrupción en las empresas estatales, y no lo hace porque se trata de una persona real que hace el trabajo de cuatro pero, a los efectos del sistema estadístico, cuatro no es uno, sigue siendo cuatro. Pero si las miles de “Luisas”, que sin dudas existen, fuesen sumadas a los miles de trabajadores fantasmas que deambulan en las nóminas estatales (sea como contratados o fijos) y continuáramos restando esta suma enorme a los 3 millones, posiblemente nos llevaríamos las manos a la cabeza para preguntarnos ¿cuántas personas realmente trabajan en Cuba?
Un verdadero enigma si continuamos observando el entorno y nos percatamos que también con la cifra de trabajadores por cuenta propia sucede algo similar, y que al casi medio millón de “privados” pudiera restársele unos miles entre trabajadores fantasmas, personas que registran sus negocios con prestanombres, testaferros, e incluso quienes usan una licencia como fachada de algún otro “negocio por la izquierda”, así como algunos trabajan “para el Estado” como rejuego de algo más. Es decir, la cifra seguiría disminuyendo.
La Oficina Nacional de Estadísticas, además de liberar los datos con enormes retardos y vacíos, no distingue entre licencias entregadas, altas laborales y personas que en realidad están ejerciendo, y no lo hace por ocultar una información sino por la incapacidad para determinar quiénes constituyen o no una fuerza laboral real.
Un cálculo que, de poder hacerse, sospecho terminaría por ser manipulado el resultado, debido a los efectos que tendría en la opinión pública la constatación de que la masa trabajadora estatal cada día se reduce a velocidad supersónica debido a los bajos salarios pero, además, por otras dificultades que abarcan desde el hartazgo por la manipulación del único sindicato obrero, subordinado al único partido político, ambos comunistas, hasta la crisis del transporte.
La realidad es que no hay suficiente fuerza de trabajo y que ninguna fórmula emprendida por el gobierno para solucionar el problema está surtiendo efecto, aun cuando las estadísticas aparenten ser positivas.
Visto desde la perspectiva “oficial”, parece que todo marcha hacia un feliz desenlace pero se sabe que las universidades, y hasta las escuelas tecnológicas, se han convertido en un trampolín para esa otra emigración en masa que nadie ve, y que apenas un mínimo de jóvenes decide realizarse profesionalmente en Cuba. Mientras que al interior de las empresas estatales las plazas apenas están ocupadas en un 50 por ciento y, lo peor, no existe estabilidad laboral.
Las estadísticas no reflejan en su verdadera magnitud tales fluctuaciones y se dan casos como los de Luisa u otros similares en que un mismo trabajador, en un año, transita por decenas de empresas, lo cual termina distorsionando los informes.
De acuerdo con lo publicado en la prensa oficialista hace apenas unos días, en Cuba, con una población de poco más de 11 millones de habitantes, los cuentapropistas representarían el 13 % de la población, dentro de un total de casi 4 millones y medio de personas ocupadas, mientras la tasa de desempleo registró un 1,7 por ciento en 2018. Pareciera que las cosas tienden a lo normal pero ¡cuidado!
Como sucede en muchos aspectos, las estadísticas “oficiales” sobre Cuba no suelen dar cuenta de lo que realmente sucede en la isla y no basta con la lectura de tablas y gráficos del comportamiento de algunos indicadores para tener una idea de alguna cuestión, como aquellas que más preocupan a quienes intentan pronosticar el futuro inmediato o delinear nuestras peculiaridades en el escenario mundial.
Muchos problemas influyen en el éxodo laboral (foto del autor)
Una cosa dicen los números y otra, la realidad. Los ejemplos de la educación y la salud cubanas, ya por socorridos en los análisis, no asombran a nadie. Miles de maestros y m��dicos graduados por año no significan precisamente servicios de calidad en esos campos. Las quejas abundan en las redes sociales y los medios alternativos, al punto que la prensa oficialista, como para no hacer tan evidente su proverbial ceguera, ha tenido algunas veces que hacerse eco de algunas atrocidades que, lamentablemente, no son la excepción de la regla.
En estos y otros ámbitos, las estadísticas han servido menos que como práctica de la transparencia informativa, para proyectar un espejismo y dibujar una realidad que, sin mentir demasiado, no es. Las estadísticas sirven, claro que sí, pero sobre todo al que no le basta con verse de mendigo para concluir que la pobreza existe.
Cifras contra realidad, ¿cuántas personas trabajan en Cuba?
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kiro-anarka · 4 years
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Cuba es uno de los países del mundo con uno de los sistemas sanitarios más reconocidos, y durante la pandemia de la Covid-19 se ha vuelto a demostrar. Las cifras los avalan: ayer tenía 67 muertos y una proporción de 6 por cada millón de habitantes. Mucho mejor que Portugal (102) y Alemania (81) y ya no hablamos de Suecia (265), los EE. UU. (205) o el estado español (540 por cada millón). En Cuba 6. La media mundial, 31. Y en España 540. A raíz de su prestigio ya hace años que los cubanos tienen 28.000 médicos en misiones internacionales, y durante la epidemia actual un equipo fue hasta Andorra a colaborar. El estado español no permitió que una parte llegara al País Valencià y Catalunya, como se había pedido.
Las diferencias ya se ven con los largos y detallados informes médicos publicados por el ministerio cubano. Según el informe de ayer, murió una persona, tienen 2.744 ingresadas en los hospitales y 6.515 las vigilan desde casa. Estos informes explican, sin dar nombres, caso a caso. Los críticos, los graves, y los fallecidos. Todos. Por ejemplo, el fallecido del informe citado se explica así:
«Ha fallecido ciudadano cubano de cincuenta y ocho años, procedente del Centro de Protección Social, del municipio Cotorro. Presentaba antecedentes patológicos personales de alcoholismo, dolencia pulmonar obstructiva crónica. Ingresó porque presentaba diarreas y decaimiento. En el examen físico, se constató marcado deterioro físico y nutricional, presencia de sibilantes en ambos campos pulmonares, estabilidad hemodinámica. Presentó de manera repentina disnea intensa, bradicardia, hipotensión y cianosis. Ha tenido una parada cardiorespiratoria, se han hecho maniobras de reanimación cardiopulmonar que no han estado efectivas. Lamentamos profundamente los hechos y transmitimos a los familiares y amigos nuestros condolencias más sinceras.»
Uno por uno, críticos, graves y positivos de Covid-19 son explicados en los informes diarios. Inimaginable en nuestra tierra.
‘Nosotros somos fuertes en la prevención’
Hace pocos días el ministerio de salud cubano informó de los tres medicamentos que usa en los casos más graves. Son el antirretroviral Kaletra, el Interferon Alfa-2b y la cloroquina. Pero la gran fortaleza del sistema cubano no es la tecnología punta o los recursos. Es la salud pública, la medicina de base y la prevención. Lo explica a VilaWeb la doctora Tania González Vázquez, médica de Atención Primaria en el barrio del Vedado de La Habana, y durante veinte años profesora en la Universidad de Ciencias Médicas a la Escuela Latinoamericana. ‘Nosotros en Cuba somos fuertes en la prevención, y con la Covid-19 esto nos ha ayudado mucho. Usamos medicamentos monoclonales o incluso homeopatía, unas gotas sublinguales que estimulan el sistema inmunológico y que ya usábamos para el dengue. Hacemos terapia anticipatoria para evitar que los pacientes empeoren, usamos retrovirales, antibióticos, y el Interferon Alfa 2B por vía intramuscular. También oseltamivir. Todo esto ayuda a prevenir. Porque parte del éxito es que no esperamos que estén graves. En Cuba no tenemos recursos, y con el bloqueo, todavía menos; la situación se ha agravado. Pero tenemos formación y estamos avezados a trabajar sin recursos. Es la población, por ejemplo, la que ha hecho las mascarillas de tres capas de tela, gruesas. En cambio, de guantes, a veces vamos escasos.’
La doctora González trabaja en la policlínica Corinthia, en La Habana, que cubre a 22.000 personas con 23 consultorios. Ella personalmente atiende 1.033 personas, de las cuales 342 son personas mayores, repartidas en 417 familias: ‘Hemos dividido las policlínicas en dos zonas: una para enfermos con problemas respiratorios y otra para las otras dolencias. Las dos zonas no se comunican. En la nuestra hemos tenido nueve casos y dos muertos”.
‘Quedarme en Cuba ha sido buena idea’
Lena Solà Nogué, nacida en Barcelona, reside en Cuba largas temporadas desde el año 2015 porque trabaja en el estudio del artista plástico Wilfredo Prieto. Hace semanas tuvo que decidir si se quedaba a pasar la pandemia o volvía a Catalunya: ‘Al final decidí de quedarme aquí y creo que ha sido una buena idea,’ afirma en declaraciones a VilaWeb. ‘La vivo mucho más relajada que vosotros. Veo que hay un control bastante más afinado aquí que no el descontrol que he visto de los gobiernos europeos. Cuba falla en muchos casos, pero en momentos de crisis o emergencias es un país que da buenos resultados. Lo ves con ciclones o huracanes, con pocos difuntos, y ahora se ha vuelto a ver. Bajo esta apariencia de la ruina, la sanidad funciona. De otro modo, pero funcionan. Aquí la gente tiene mucho más conocimiento médico básico que nosotros. La población, en general, está más informada’
Estos son algunos aspectos claves del éxito de la gestión de la Covid-19 en la isla.
Confinamiento.
‘La gente está obligada a estar en casa, y si sales por necesidad tienes que ir con mascarilla. Por otra parte, hay barrios, o edificios aislados. No se puede entrar ni se puede salir y los controla la policía. La gente cumple el confinamiento? Tenemos de todo, porque no se tiene percepción de riesgo. Pasa siempre. Todo el mundo cree que “a mí no me tocará”,’ dice la doctora González. ‘Encuentro que en Barcelona se hizo muy tarde el confinamiento, y aquí realmente con solo cuatro casos ya se empezaron a cerrar cosas,’ dice Lena Solà. ‘Pero incluso antes de que lo dijeran las autoridades. Todo el mundo se adelantó. La gente pidió que cerraran la escuela antes de que lo pidieran las autoridades. Camiones con megáfonos avisan de evitar salidas innecesarias y controlan que todo el mundo lleve mascarilla o vaya en grupo. La mayoría no puede ir a trabajar.’
Niños
‘Los niños tienen que estar en casa y reciben las clases por televisión. De 8.00 a 9.00 dan clases de un curso, de 9.00 a 10.00 otro, y etcétera. Y así pueden seguir las clases. A pesar de que cada vez hay más personas que usan el móvil, y que con los datos muy a menudo se accede en internet, es sobre todo la televisión la que funciona. Todo el mundo la sigue. Y los niños, estos días, siguen el curso por la televisión,’ dice Lena Solà.
Pesquisas
‘Vayamos a las casas de la gente, porque no todo el mundo tiene móvil o teléfono y, sin entrar, los preguntamos si tienen síntomas, malestar, cuántas personas viven, si hay personas mayores o si han estado en contacto con casos confirmados. Casa por casa. Lo hacemos en toda la población. Es mucha gente y para eso se han movilizado estudiantes de enfermería. Pero también la población que ha perdido el trabajo. Yo, por ejemplo, con un trabajador de una empresa de telefónica y un profesor universitario. Los dos me ayudan con las pesquisas. La universidad y la empresa de telefónica les paga el 60% del sueldo, pero trabajan conmigo, no con ellos,’ dice la doctora.
Centros de aislamiento
‘Junto con la atención primaria y los hospitales, existen centros de aislamiento. Algunos son hoteles pequeños o escuelas que se han habilitado. Aquí va gente que no tiene síntomas, pero que sabemos que han estado en contacto con enfermos. O en contacto con personas no infectadas pero que han estado en contacto con casos confirmados. Los aislamos catorce días en celdas de dos personas y les hacemos seguimiento. Si muestran síntomas, se van al hospital. Y, si no, cuando salen del centro de aislamiento yo les hago seguimiento en su casa’, dice la doctora.
Hospitales
‘Hemos empezado a usar plasma de pacientes recuperados y se usa con pacientes muy graves y da buenos resultados. Ya lo hacíamos con el Ebola’ dice la doctora.
Aeropuertos
‘A todo el mundo que entraba al país le tomábamos la temperatura y lo ingresábamos catorce días en los centros de aislamiento. Tuviera síntomas o no. Y con vigilancia diaria. Y a los mayores de sesenta años les dábamos estimulador de las células. Cuando les damos el alta a los viajeros les hacemos un seguimiento en su casa,’ afirma la doctora. ‘Los cubanos, cuando entran, antes de coger la maleta, tienen que pasar por un control médico: después lo envían a un consultorio. Esto ha pasado siempre, no es de ahora. Cada vez que entraban, antes de recoger las maletas, explicaban donde habían estado’, concluye Lena Solà Nogué.
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Inmigrantes que alquilan su cuerpo a la ciencia
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Ensayos clínicos remunerados: los inmigrantes que alquilan su cuerpo a la ciencia para subsistir en Estados Unidos. ¿Cómo buscar la cura para el cáncer o el sida si no hay personas dispuestas a someterse a tratamientos experimentales? Y ¿quiénes son estos voluntarios? ¿Qué los motiva a hacerlo? ¿A qué se exponen realmente? Cada año se realizan en Estados Unidos miles de estudios clínicos remunerados. Hay un gran número de voluntarios dispuestos a participar en estos experimentos. Algunos son migrantes y personas de bajos ingresos que buscan la manera de pagar gastos básicos como vivienda, alimentación y transporte. Las grandes compañías farmacéuticas de EE.UU. —las conocidas como Big Pharma— no pueden poner a la venta sus productos si su eficacia y seguridad no han sido probadas antes en humanos. También tienen que contar con luz verde por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés). Gracias a estos estudios se logran importantes avances en el tratamiento de todo tipo de enfermedades, salvando la vida de millones de personas en todo el mundo. Pero estas investigaciones con humanos también comportan riesgos, aunque no todos estos "conejillos de Indias" se exponen a los mismos.
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"L." se inscribió en su primer estudio en 2013, cuando perdió su empleo como periodista independiente y no tenía suficiente dinero para pagar la renta (foto ilustrativa). Mientras los estudios de primera fase pueden potencialmente ser más peligrosos —ya que sus voluntarios son los primeros humanos en probar esos fármacos o tratamientos—, los de fase dos, tres y cuatro no suelen implicar más que algunos efectos secundarios como náuseas, pérdida del cabello, erupciones cutáneas o visión borrosa. En cualquier caso, antes de participar en un ensayo de este tipo, se recomienda consultar con un profesional médico. Este es el testimonio de un ciudadano cubano de 49 años al que llamaremos "L.", y que emigró a Miami (EE.UU.) en 2013. Ese mismo año, debido a las serias dificultades económicas que atravesaba, se inscribió como voluntario en su primer estudio. Desde entonces ha recorrido medio país, de una clínica a otra, participando en todo tipo de estudios clínicos a cambio de dinero. Esta es mi filosofía: no le tengo mucho miedo a la muerte, ni mucho apego a la vida. Si me pasa algo por una cosa que fue voluntaria, pues al carajo: me jodí. Quizás cuando esté muriéndome en la cama me lamente de haber puesto mi salud en riesgo por ganar US$6.000 en 15 días. Pero ¿dónde tú ganas tanto dinero en tan poco tiempo en Miami? El primer estudio clínico que hice fue por una situación de emergencia. Vivía solo, en un cuartico de 4x4 dentro de una casa tráiler. Trabajaba como periodista para una publicación digital que quebró. Me quedaban US$250 en el bolsillo y no tenía con qué pagar la renta. Una amiga cubana llevaba alrededor de seis años haciéndose estudios clínicos remunerados. Se ganaba la vida así porque no le gustaba trabajar para los gringos. "Los gringos son unos explotadores", me decía.
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Las clínicas suelen pagar a los voluntarios un promedio de US$350 por cada día de ingreso. Mi amiga no tenía casa. Vivía de hospital en hospital, sometiéndose a un estudio prácticamente todos los meses. Por ejemplo, si el estudio duraba 20 días, vivía allí ese tiempo y cuando salía se quedaba los diez días restantes del mes en la casa de algún familiar. Le pagaban muy bien. A veces, me decía, podía ganar US$6.000 por solo 15 días de internamiento. Yo me la pasaba criticándola. Me reía de ella. Le decía que era una rata de laboratorio. Pero como suele pasar en la vida, hay momentos en que te viene un golpetazo para arriba y dices: ¿de dónde saco dinero? Yo me acordé de mi amiga y la llamé. Me dio la dirección de una clínica en Miramar (Florida, EE.UU.).
La pastilla "no hace nada"
Allí hice mi primer estudio, en 2013. Eran 180 personas, casi todos inmigrantes cubanos acabados de llegar a EE.UU. Ni un solo estadounidense. Yo mismo acababa de emigrar al sur de la Florida. Había salido de Cuba a España, y de España a Canadá, donde crucé la frontera. El estudio pagaba US$2.800 a cada voluntario por diez días de ingreso. Unos días antes me había presentado en la clínica con mi identificación y número de seguro social. Me registraron en la base de datos y me dijeron que me iban a contactar. A los dos o tres días me llamaron. El estudio se trataba de una tableta oral que estaban por sacar al mercado. La mujer al teléfono me dijo que la pastilla "no hacía nada". A los nuevos les dicen siempre esto. Generalmente nunca te advierten que el medicamento puede ser malo. A lo sumo te hablan de efectos secundarios como picazón, diarrea, náuseas o dolor de cabeza. Cuando vas por primera vez no les importa, porque no te conocen.
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Luego de que el voluntario es sometido al medicamento, durante las primeras horas se le extrae sangre con una frecuencia regulada para evaluar su impacto en el organismo. Pero cuando has ido varias veces a la misma clínica y entras en confianza con ellos, muchas veces te aconsejan que no te sometas a algún medicamento en específico si ha habido personas que han sufrido vómitos o desmayos en las fases anteriores. Ingresé en la clínica unos días antes de que comenzara el estudio. Allí te explican cuántas extracciones de sangre te harán en total y se cercioran de que no hayas usado drogas o alcohol antes de ingresar. El día que te dan a tomar la tableta por primera vez se conoce como PK. Ahí es cuando más sangre te sacan. Te pueden pinchar cada 15 minutos durante las primeras cuatro o seis horas, para ver el impacto del medicamento en tu organismo. Como no te permiten salir del hospital, lo que los voluntarios hacen en el tiempo libre es mirar la televisión o jugar dominó o ajedrez. Otros hacen chistes, hablan mierda, comparten sus historias. No se permite tener sexo y las mujeres duermen separadas de los hombres. Tampoco puedes comer más del desayuno, el almuerzo y la cena que te dan. Si te sorprenden haciendo algo de eso, te sacan de la clínica y no te pagan.
Ganar dinero
Cuando acabó el estudio me dieron el cheque y me fui. Sentí un alivio... pero no porque se había terminado, sino porque tenía dinero. También estaba contento de que no me había pasado nada. Lo único que tenía era algunos moretones en los antebrazos. Eso fue lo más doloroso, además del hecho de haber tenido que vender mi sangre para subsistir. Me fui a mi casa y pagué la renta. Mi habitación costaba unos US$500 al mes. Compré comida y el dinero restante me daba para varios meses de alquiler. Cuando se lo conté a mi amiga, se puso alegre. Yo también lo estaba. Siempre le he agradecido por haberme dado la "luz", porque en esta ciudad muchas veces es difícil encontrar la manera de ganar dinero. En ese primer estudio conocí al "Nica". Le decían así porque era de Nicaragua. Yo me burlaba de él por las cicatrices que tenía en los antebrazos, por haber estado tantos años pinchándose.
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Durante todo 2014 y parte de 2015, L. sobrevivió en Miami solamente con los ingresos que obtenía en estudios clínicos remunerados. Él me decía: "Búrlate, que si sigues en esto las tendrás un día también". Efectivamente (dice mientras muestra las marcas en forma de puntos en sus antebrazos). El Nica me dijo que en pocos días iban a necesitar voluntarios para otro estudio en Daytona. Pagaban US$6.390 por 18 días. Cuando uno se mete en esto, a los 15 días de haber salido de uno ya empiezas a buscar el próximo. En febrero de 2014 hice el segundo. Era una pastilla también. Ese estudio estuvo tan bueno que el Nica, que había estado en esto por más de 15 años, decía que era el mejor que se había hecho. El primer día nos dieron la pastilla a la ocho de la mañana y entre este momento y las diez de la noche solo nos sacaron sangre cuatro veces. El resto de los días fue solo una extracción diaria. El Nica era buena gente, pero estaba feo con cojones. Le gustaban las jovencitas y andaba con una foto de una muchachita de 18 años. Decía que estaba enamorada de él y que se iban a casar. Yo le decía: "Nica, eso es porque tienes billetes". Por cinco años estuve haciéndome estudios, a razón de seis o siete al año. Durante 2014 y la mitad de 2015 me sostuve solo con lo que ganaba en las clínicas. He estado en Florida, Arizona, Texas, Illinois, Wisconsin. He atravesado EE.UU. por carretera para internarme en las clínicas. En 2015 empecé con mi mujer y me mude a un apartamento con ella.
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Miami ha sido votada como una de las peores ciudades para vivir en EE.UU. por el alto costo de la vida y los bajos salarios. Mi esposa y mucha gente me decían que los estudios clínicos eran un riesgo para la salud, que no había que llegar a eso, que yo tenía el talento para sobrevivir con otra cosa. Que era preferible estar ganando US$8.46 la hora. En Miami hay gente que gana buen dinero, pero hay muchos otros que trabajan por el salario mínimo y no hacen ni US$2.000 al mes. La gente que trabaja por el salario mínimo en una ciudad como esta tiene que hacer más de 40 horas a la semana para poder vivir. En parte, por eso me ha costado trabajo adaptarme aquí. Si tú llegas a este país con 14 o 15 años, tienes una vida por delante. Pero yo llegué con más de 40. En ese momento lo que quieres es apurar las cosas. Encontrar el momento, el lugar, la persona a la que demostrarle que tú tienes el conocimiento para hacer algo. Uno necesita avanzar a otro ritmo. En todos los lugares por los que he pasado mis jefes se han dado cuenta de que yo trabajo cantidad, que me expreso bien, que soy educado. Pero no he visto una prosperidad. Por eso pienso que los estudios son una buena ayuda económica y los de fase tres o cuatro, que son los que yo he hecho, no son tan peligrosos como se cree. Aunque mi esposa conoce el caso de un señor que perdió un ojo. También se necesitan personas que ayuden a la ciencia a probar las medicinas nuevas. Yo me siento útil en ese sentido, pero lo que más me ha motivado es el dinero.
18 días de diarreas
Cada vez que yo regresaba de una clínica, mi esposa me decía que venía un poco alterado. Según ella, me duraba dos o tres días, aunque yo no me lo notaba. A la amiga que me introdujo a los ensayos el novio la dejó porque, según él, la piel le olía a medicamentos todo el tiempo. A químicos. Ella llevaba muchos años haciéndose prácticamente un estudio mensual.
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Antes de comenzar un estudio clínico, los voluntarios deben firmar un formulario de consentimiento que, entre otros puntos, les advierte los efectos adversos de las medicinas a las que serán sometidos. Recuerdo la vez que se sometió a uno que la dejó con catarro y coriza (irritación nasal) por varios meses. Se asustó tanto que paró por un tiempo. Yo nunca he estado en un estudio en el que le haya pasado algo malo a alguien. Sí he tenido amigos que se han desmayado y han tenido que abandonar el estudio. Si te desmayas o vomitas la pastilla, te sacan. Nada más te pagan la noche que estuviste ingresado y te jodiste. Para cualquier contingencia, siempre hay un médico o un enfermero cerca. Eso sí, en 2017 participé en un estudio en Dallas, Texas, que pagaba US$7.000 por 23 días de ingreso. De esos 23, estuve al menos 18 con diarreas. No fue un estudio malo, porque solo me sacaban sangre dos veces al día. Pero tuve muchas diarreas y regresé a mi casa muy flaco. Nunca he tenido miedo de los efectos a largo plazo que me puedan causar los medicamentos a los que me he sometido, pero sí he rechazado dos estudios.
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En 1996, 11 niños nigerianos murieron luego de que la compañía farmacéutica Pfizer les administrara una vacuna en fase experimental contra la meningitis. Fue un estudio clínico de fase uno. El primero no lo hice porque la medicina no se había probado en humanos antes y cuando la probaron en ratas había causado palpitaciones e inflamación en el hígado. También pagaban muy poco. Unos US$4.950 por 20 días. Eso no conviene. El otro lo rechacé porque sacaban demasiada sangre. No pagaban mal, pero era demasiado. Cuando te sacan mucha sangre, la hemoglobina te baja mucho y así no te admiten en ninguna clínica. El año pasado me lo pasé casi entero con la hemoglobina baja. Cada vez que me hacían los exámenes médicos para ingresar a un estudio, la tenía en unos 12,8. Para que te acepten en una clínica, esos valores tienen que estar por encima de los 13 como promedio. Algunas personas recuperan la hemoglobina rápidamente. Otras no. Yo me recupero muy lento. Por eso, muchas veces he tenido que reforzar mi dieta (comer mucha carne de res, huevo, espinaca, brócoli) para así poder entrar al próximo estudio.
Metas
Al principio, con cada estudio tenía un objetivo. Eran pequeñas metas. Primero comprarme el carro, luego una computadora nueva. Después hacer un viaje a Orlando con mi esposa. Ir a México. A Costa Rica. A España. Al final nunca fuimos a muchos de esos lugares. El carro sí me lo compré. Es incorrecto pensar que todo el que se hace estudios clínicos es pobre.
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Cada año se realizan miles de estudios clínicos remunerados en EE.UU. Hay muchos que lo hacen por necesidad, evidentemente. Una vez me encontré un muchacho que estaba estudiando para hacerse neurólogo, y así era como estaba pagando su carrera. Pero otros lo que quieren es costear lujos. Yo he visto personas aparecerse en las clínicas en Mercedes-Benz y llenos de cadenas de oro. A mí lo que me gusta hacer con el dinero que me gano en las clínicas es comer en los restaurantes. También aprovecho para ahorrar, pensando en lo que pueda venir. Ya tengo 49 años y cuando pasas de los 55 quedan muy pocos estudios en los que te admiten. Las edades para las que más hay están en el rango de los 18 a los 45. La persona que quiera vivir de esto tiene un tiempo limitado. RELACIONADOS: https://www.krypto.com.co/economia/abigail-disney-comprueba-condiciones-de-trabajo-en-disneylandia.html https://www.krypto.com.co/empresa/despues-de-quedar-paralizado-volvi-a-dirigir-una-millonaria-empresa.html https://www.krypto.com.co/outsourcing-de-nomina https://www.krypto.com.co/noticias/deja-de-tratar-de-ser-feliz-no-estamos-disenados-para-serlo.html https://www.krypto.com.co/outsourcing-financiero https://www.krypto.com.co/outsourcing-contable Read the full article
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gaby-marketera · 7 years
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Mi viaje a Cuba y el marketing
En general escribo respecto al marketing digital y lo que sucede cuando hacemos las cosas bien, pero en estos próximos artículos escribiré sobre mi viaje a Cuba. Para los que no saben, mi viaje a Cuba partió como una aventura entre amigos y hoy ya de vuelta, fue mucho más que eso, fueron negocios y mucho aprendizaje… a qué voy con esto, bueno se los explicaré. Cuando llegué a Varadero (ya hablaré de la primera parte, La Habana) llegué a un hotel que a simple vista sería uno más del montón y que al parecer no iba a dejar ninguna huella. La primera noche, en eso que fui a buscar un Havana Especial (para los que no sepan, ron blanco, licor de marrasquinos y jugo de naranja) conocí un personaje (no de la manera despectiva porque es una persona encantadora, que en dos minuto me hizo sentir como parte de ellos) que me presentó a los directores del hotel y desde ahí todo cambio (léase con la entonación de la canción). Ahora se preguntarán por qué pasó de un hotel del montón a un hotel único? Porque conocí un poco más de adentro cómo funcionan las cosas. En la Isla escasean las cosas, sí, incluso en los mejores hoteles, aún falta y fallan las cosas! Pero cuál fue la diferencia: Conocí una Community Manager que lucha contra el internet, porque no tiene libre acceso. El mismo trabajo que hago yo desde mi celular, en cualquier lugar, ella no puede, pero se esfuerza todos los días por poder responder de la mejor manera a cada uno. Conocí un Subdirector del hotel que usa sus propios recursos para darle a sus huéspedes la mejor atención y me enseñó cuántas sábanas caben en un Peugeot. Conocí una Directora de Alojamiento que no solo se dio el tiempo de enseñarme todo el hotel, sino que además se da el tiempo con cada huésped que necesita algo y ni hablar de la cantidad de cosas que hace, que para cualquiera no sería parte del trabajo de ella. Conocí a la Directora de Alojamiento de otro hotel que también lucha día día por tener su hotel como propio y que me mostró cada detalle de su mundo. Ellos cuatros, tienen algunas cosas en común. Conocen a cada uno de las personas que trabajan en sus hoteles, por sus nombres, con sus virtudes, defectos y problemas que los rodean. Cada uno de ellos, es más creativo que el día anterior, solo para solucionar los problemas que tienen en el hotel y darle lo mejor a cada uno de sus huéspedes. Cada uno de ellos, tuvo la opción de haber trabajado en lugares de fácil acceso sin tener que luchar día a día con las complicaciones de la Isla. (Tenían la opción de trabajar en los mejores hoteles del mundo) Si estás leyendo este artículo, pensarás que tú no vivirás lo mismo que yo no en ese hotel, pero te cuento algo, no solo están ellos, está cada uno de las personas que trabajan ahí. Javier que hace unos omelets maravillosos cada mañana, te saluda con una sonrisa y te regala una flor para decirte buenos días. La mucama, que se da cuenta que tomas Tu-Kola de dieta (algo similar a la Coca Cola light) y te comienza a dejar en la habitación, que te sorprende cada día con una nueva escultura en tu cama y te deja flores. Las chicas del Bar Cubano que quieren saber cómo sigues de tus “picadas” y se adelanta a lo que les pedirás. Los chicos del bar de la piscina, saben que servirte; se ríen contigo y te hacen sentir único. José, aquel guardia que sin ninguna doble intensión está viendo que no te suceda nada en la noche mientras hay un grupo de hombres bebidos, porque tú te sientes una súper woman y quieres caminar sola a la habitación. La chica del entretenimiento que te hace reír con su mata la cucaracha, espanta los mosquitos y el tsunami. El chico de los deportes acuáticos, que te dice que para prestarte el kayak debes bailar, porque es el día del baile y te canta Gente de Zona. Una doctora y una enfermera que te solucionan la vida, atendiéndote con un amor único y te tramitan el seguro. Y ni hablar de los técnicos de mantenimiento que de verdad hacen magia! (Llámalos y verás) Cada una de las personas que trabaja ahí, que día a día, te sonríen, te saludan, te hacen sentir especial y además se dan el tiempo de contarte de sus vidas. Cada uno de esos detalles, los viví en el Grand Memories de Varadero y creo que no existe mejor marketing que la preocupación de cada una de las personas que trabajan ahí. Los detalles que puedan existir, pasaron todos a segundo plano, porque me vine feliz, estando esos 5 días como en mi casa. Cuando te encuentras con un equipo así de maravilloso, todos, no existe mejor marketing que ellos mismos, un equipo más que comprometido con hacerte sentir esos días como en un lugar increíble. En las próximas partes, les contare del hotel en sí, de unas langostas que comimos (creo que son las mejores que he probado), de los imperdibles de La Habana y de un veterinario que es taxista y nos llevó a recorrer lo mejor del lugar. Pd: este viaje lo hice con dos amigos increíbles y me devolví a Chile con 4 nuevos amigos del mundo, que son unas personas fantásticas. Volvería sin duda al Grand Memories, no solo porque es un excelente hotel, considerando que estamos en Cuba, sino que además, por cada una de las personas que trabajan ahí!
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cubaverdad · 7 years
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La oficial «Yuli»
La oficial «Yuli» Uno de los aportes del castrismo, quizá, será conseguir la incorporación a nuestra lengua del femenino de esbirro Félix Luis Viera, Miami | 01/07/2017 1:20 pm En estas mismas páginas hemos afirmado, ejemplos mediante, que ningún régimen que los haya requerido, ha necesitado importar esbirros. Son productos nacionales. Veamos en las dictaduras de Argentina, Chile, la cubana de 1952-1959, entre otras. Uno de los aportes del castrismo, quizá, será conseguir la incorporación a nuestra lengua del femenino de esbirro. Hasta ahora, la RAE solo reconoce el masculino, como: Esbirro: "Hombre que ejecuta las órdenes de una autoridad, especialmente si para ello debe emplear la violencia. 4. m. despect. Secuaz a sueldo o movido por interés." Ya ven, lo más probable será que las noticias sobre Cuba estén llegando a la Academia, y así esta finalmente se verá forzada a agregar, ¿por qué no?, el término "esbirra". De este modo, la Revolución cubana podrá sumar otro logro a su ya larga cosecha a lo largo de 58 años. Se trata de la oficial Yuli, de la Pene R de Cárdenas. Ella, el pasado miércoles le hizo saber a la Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería una amenaza muy seria: "'No voy a parar hasta matarte". Hasta ahora, la Yuli ha golpeado a Leticia Ramos a razón de una tanda por año, desde 2013 hasta el presente 2017. Bueno, ya lo sabemos: hay personas que cumplen las órdenes mejor que otras. De manera que llegado el momento de las aclaraciones —¿llegará?—, la compañera Yuli —entonces habrá de declararse, no lo duden, "excompañera"— expresará durante su autoalegato que ella cumplía órdenes; y las cumplía perfectamente bien, agregará. "Solo eso, nada más que eso", enfatizará. [Deberíamos considerar, en mi opinión, que los esbirros —y ahora también, las esbirras— no se expresan solo mediante el músculo, la fuerza bruta. También los hay y las hay que trabajan con su intelecto para sojuzgar al prójimo. Es decir, manipulan ideas, proyectos, hechos históricos, etcétera, con tal de que la sociedad víctima del poder que representan, no vea la luz. No pueda o no sepa apreciar la verdad. Por lo general, este tipo de esbirro-rra, según su ámbito, resulta también un eficiente censor.] Ha expresado la Dama de Blanco Leticia Ramos que la oficial Yuli, en la mañana del pasado miércoles "Me dio varios manotazos por el hombro. (…) me dio por el pecho un fuerte golpe que me empujó hacia atrás. Me cogió por el moño y me llevó la cabeza al suelo donde comenzó a golpearme con los puños cerrados. En el piso me propinó varios golpes en la espalda y el pecho, y me quitó bastante cabello". Buen trabajo, Yuli. Conforme otros se venden por un diploma, un premio, la publicación de un libro o un viaje al extranjero —a Miami, si es posible—, digamos, tú lo haces para usufructuar ciertos haberes que hoy, en medio de la inopia patria, reciben los miembros del ejemplar Ministerio del Interior. Creo que tus émulos te entenderán. No hay problema. Visto lo anterior, pienso que sí deben ser incluidas las féminas en algunas de las alocuciones públicas, como hoy en día reclaman varias organizaciones de mujeres. Por ejemplo, el caso que antes citábamos de legalizar gramaticalmente el femenino de esbirro. Y en lo adelante, asimismo, tomar en cuenta el femenino en frases como: "ruindad la de un hombre que golpea a otro con alevosía y ventaja", "canalla, miserable es ese hombre que somete a otro amparado por el poder", etcétera. Considerar el femenino para estas sentencias, decía. Pero los varones —eso de "hombres" no aplica en este caso, en mi opinión—, claro, no podían faltar en un festín como el que relatamos: Los oficiales de la Seguridad del Estado, Manuel y José, repletos de "júbilo revolucionario" sin dudas, contemplaban, absortos, en qué cantidad y con cuánta calidad la oficial Yuli golpeaba a la Dama de Blanco Leticia Ramos Herrería. Dicho lo cual, queda en el aire la pregunta: ¿en realidad, la oficial Yuli no parará hasta matar a su compatriota, cuyo único delito es pensar diferente? ¿Será? Referencia: http://ift.tt/2tmMDAp Source: La oficial «Yuli» - Artículos - Cuba - Cuba Encuentro - http://ift.tt/2txwXKq via Blogger http://ift.tt/2tvRJe7
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herretes · 8 years
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Gustavo Díaz, uno de los tres socios venezolanos de DolarToday, página web creada en 2010 –y que reporta a diario el tipo de cambio paralelo- conversó con El Estímulo sobre la razón de ser del portal que parece quitarle el sueño a algunos de los mandamases del gobierno.
Su participación en los hechos derivados del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez, lo llevaron al exilio. Piensa regresar algún día a Venezuela para colaborar en su reconstrucción.
Mientras ello ocurre su aporte lo ofrece desde DolarToday (DT), página que, según se desprende de las declaraciones de Díaz, no desaparecerá cuando se desmonte el control de cambio.
Aunque no maneja el día a día del portal, está consciente de la importancia que el gobierno otorga a DT y al que hasta le hace “publicidad gratis”, dice.
Coronel retirado del Ejército, llegó a Estados Unidos en junio de 2005 y recibió el asilo casi de inmediato, en octubre del mismo año “por tratarse de un caso evidente de persecución política con intento de asesinato comprobado”, afirmó vía correo electrónico quien vive en el estado de Alabama, donde trabaja en una cadena de ferretería y materiales de construcción.
El gobierno de Nicolás Maduro acusa a DolarToday de formar parte de una supuesta guerra económica que busca desestabilizar el país, mediante una inflación inducida provocada por lo que las autoridades han denominado una tasa de cambio artificial (dólar paralelo) que sirve de referencia para fijar los precios de los bienes y servicios frente a las distorsiones propias de la economía.
–¿Alguna vez imaginó que DT sería la tasa marcadora de los precios? ¿Se siente responsable? –Que DolarToday sea tasa ‘marcadora’ no es mérito de los que laboramos en DT, el crédito es 100% de Nicolás Maduro y de todos aquellos que nos hacen publicidad gratis y a diario por televisión. Impresionante. Un caso de estudio definitivamente.
–¿Cree que un ajuste en la tasa en las casas de cambio fronterizas ayude a bajar la presión sobre el paralelo? –Ya ha ocurrido y aquí seguimos.
–¿Qué pasaría con DT si llegara a desmontarse el control de cambio? –Aunque suene curioso 80% de nuestro tráfico proviene de las noticias, solo 20% se conecta específicamente a ver la app/precio del dólar.
–¿Qué tipo de información les envían los usuarios vía correo electrónico? –Casi siempre informaciones de ‘corrupción’, pero muchas veces son falsas y no las publicamos. En otros casos se las enviamos a nuestros aliados cibernéticos.
–¿De qué vive DolarToday? ¿Cuánto factura? –Cada quien tiene su propio trabajo, no vivimos de DolarToday porque la mayoría del tráfico que obtenemos es de Venezuela y ese trafico es muy mal pagado. Mensualmente se pueden generar mínimo $3.000, pero hay meses de $5.000 o hasta $6.000 y los utilizamos en contratar servicios adicionales, nuevos reporteros y otros.
–¿Cuántas personas trabajan para el portal? –En promedio hay como unas 12 personas fijas, pero hemos llegado a tener hasta 30 reporteros trabajando para nosotros, entre pasantes y personal que ha pasado por otros portales. Muchos se van por miedo a ser perseguidos. Hay tres periodistas que son los coordinadores principales.
En octubre de 2015 el Banco Central de Venezuela se querelló contra los tres socios de DolarToday en una corte de Delaware, Estados Unidos, caso que perdió el Estado.
–El BCV perdió la demanda contra DT. ¿Conoce de otros intentos del gobierno? –¿Te parece poco? Intentaron tres veces y las tres las perdieron. Hicieron el ridículo y fueron el hazme reír de la comunidad financiera mundial. La demanda fue un guiso, eso lo sabe todo el mundo, allí lo que se buscaba era hacerle creer al BCV que había posibilidades, mientras por otro lado le cobraban $3 millones de dólares.
–En enero la fiscal Luisa Ortega Díaz dijo que había oficiado a un tribunal de Caracas para bloquear el portal. ¿Sabe qué pasó con eso? –El portal es bloqueado a diario, los intentos de hackeos desde China y Rusia son también a diario y cualquier pirata informático venezolano que ha intentado hackear el portal puede dar fe de lo frustrante que es que le sea asignada esa tarea.
–¿Está vigilado por el gobierno de EEUU? –Creo que no somos tan importantes como para ser considerados blanco del gobierno norteamericano, pero no lo descarto.
–¿Se siente seguro en Estados Unidos? ¿No cree que el gobierno venezolano lo alcance en territorio estadounidense? –Me siento seguro en Estados Unidos, es una tierra de libertades, Ya el régimen ha tratado de hacerme daño aquí pero le he enfrentado, la última vez con las demandas a DolarToday y estoy seguro que seguirán intentando cualquier cosa, pero no les temo. Además yo soy ciudadano de los Estados Unidos de América, este país me protege.
–¿Qué lo llevó a conspirar contra Chávez? –Chávez renunció voluntariamente al poder, nadie lo obligó. Cuando lo hizo se generó un vacío de poder y allí es donde se cometen errores que llevan al desastre que fue el 11 de abril.
–¿Se arrepiente de haberlo hecho? –No me arrepiento de absolutamente ninguna de mis acciones el 12 de abril. Pero sí pienso que se cometieron graves errores que hoy estamos pagando.
–A título personal, qué perdió por haber participado en el golpe de 2002. –No participé en ningún golpe. Los únicos golpes en la historia reciente del país fueron los ejecutados por Hugo Rafael Chávez Frías, quien utilizó las armas de la República contra la democracia representada por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, causando más de un centenar de muertes. En abril de 2002 se dio un vacío de poder luego de que Hugo Chávez ordenara a las Fuerzas Armadas aniquilar a ciudadanos que manifestaban pacíficamente solicitando su renuncia, y generando en esta oportunidad más de 40 muertos. Ante esto, oficiales institucionales nos negamos a acatar las órdenes ilegales propiciando su renuncia, lo que fue un hecho público y notorio, anunciado por el entonces inspector general de las Fuerzas Armadas, Lucas Rincón. Y así fue declarado por el Tribunal Supremo de Justicia en el año 2003, como vacío de poder. Yo fui testigo presencial cuando Chávez llegó voluntariamente al Comando General del Ejército, solicitando 7 millones de dólares para irse a Cuba con su personal de seguridad y sin su familia.
–Pero ¿perdió algo? –Debo afirmar que no he perdido nada, que por el contrario he ganado la satisfacción del deber cumplido, que jamás usé mi uniforme para ganar prebendas y mucho menos violar derechos humanos, que mi país y la democracia siempre fueron y siguen siendo las bases de mis actos. También he crecido como persona y sigo en la lucha por la democracia y la libertad de Venezuela desde DolarToday, portal que busca informar sobre todo el acontecer nacional, le guste o no al régimen y dar espacio a la opinión, derecho que hoy se encuentra cercenado en Venezuela.
–¿Guarda alguna relación hoy en día con Pedro Carmona? (Carmona se autoproclamó presidente de la República tras la renuncia de Chávez) –Ninguna, solo sé que está en Colombia.
–¿Se ha planteado regresar a Venezuela si los chavistas pierden el poder? –Sí, me he planteado regresar a Venezuela para participar, ayudar y colaborar en la construcción de un país mejor junto a los jóvenes venezolanos, a quienes les tengo una fe inmensa de que serán los principales impulsores y constructores.
–¿Qué haría? –Quiero formar parte y contribuir en la construcción de una gran nación que se sienta orgullosa de su historia y que entienda el mal que han hecho los caudillismos, totalitarismos, populismos, militarismos y toda clase de regímenes que sometan al ser humano, al ciudadano en sus libertades universales, sus derechos naturales y derechos civiles. Por supuesto, me gustaría participar en la reconstrucción de unas Fuerzas Armadas modernas, de alta tecnología, bien entrenadas para la paz, que sean apolíticas, no deliberantes, defensoras de la democracia, del territorio y de la República, al servicio exclusivo de sus ciudadanos y no de persona o parcialidad política.
Díaz, quien aceptó responder todas las preguntas formuladas por varios integrantes de El Estímulo, indicó que DolarToday es precisamente una respuesta a la falta de libertades y a la opacidad con la que el gobierno se maneja.
“DT nació luego del famoso cierre de las casas de cambio en 2010, episodio en el que metieron a un poco de gente presa. A partir de ese momento recuerdo que el precio del dólar se convirtió en un tabú. Estaba prohibido hasta mencionarlo y en una reunión de amigos (y con quien es hoy en día mi socio) decidimos hacer público lo que el gobierno tanto quería ocultar: el precio del dólar”.
Sobre DolarToday, al que el gobierno ha convertido en una especie de enemigo a derrotar -y no ha podido- se tejen rumores cada cierto tiempo acerca de una supuesta venta.
Su dueño es tajante al señalar que “cada 5 o 6 meses riegan el rumor, dicen que vendimos el portal a un empresario chavista por X millones de dólares y que por eso el dólar está subiendo o bajando y al mes todo el mundo se olvida”.
“Lo que hago es pedirles a mis amigos que me escriban por tuiter para confirmar que soy yo el dueño y luego cuando lo hacen comienzan a regar el contra rumor de que no vendimos nada. La verdad, ya ni hago caso a esos rumores”, concluye.
El estímulo
La entrada Dueño de DolarToday: Demanda del BCV contra el portal costó $3 millones aparece primero en Noticias Diarias de Venezuela.
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latikobe · 6 years
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Los ruteros tampoco resuelven el problema del transporte en La Habana
Foto archivo
LA HABANA, Cuba.- El rumor de una huelga de boteros recorre la ciudad de La Habana nuevamente, y aseguran que hay aproximadamente 500 carros involucrados. Aunque nadie puede decir qué pasará, el transporte en La Habana cada día es más caótico y las propuestas del gobierno no satisfacen las demandas, sin importar que el horario de los ruteros sea de 7 de la mañana a 10 de la noche, algunos carros tengan aire acondicionado y recorran la ciudad por donde antes no había ninguna ruta establecida.
“La gente se piensa que uno hace mucho dinero aquí”, se queja el chofer de uno de los ruteros del recorrido desde 5ta y D, en el Vedado, hasta el Cotorro, “pero lo que no saben es que muchas veces tenemos que poner dinero de nuestro bolsillo porque si todos los pasajeros llegan de un extremo al otro y solo pagan 15 pesos por persona, no se recauda lo que se debiera por cada viaje, para que de la cuenta al final del día”, asegura, al tiempo que deja establecida una de las principales diferencias entre los taxis ruteros que pertenecen a las cooperativas de transporte, y los que pertenecen a la empresa de Cubataxi, ubicada en Boyeros y Tulipán.
“Nada, que el gobierno cada vez que cree que el cubano está progresando se coge el negocio para él”, dice el mismo chofer, quien no revela su identidad por temor a represalias. El hombre también habla de otras diferencias: “esta idea empezó siendo una cooperativa particular, y hace un año casi el estado la cogió. Aquí por carro hay dos choferes, pero nosotros tenemos unos turnos muy complicados”, mientras que los choferes de las cooperativas particulares pueden alternar en un mismo día sus carreras o establecer en la semana cuántas horas trabaja uno u otro. “Ellos ganan según lo que trabajan, pero nosotros tenemos un salario fijo, que no está mal; pero se empeñan en decir que tenemos casi el mismo ingreso, sin embargo, sabemos que no es así”, aseguró.
Muchos de esos choferes prefieren pertenecer a Cubataxi y así no asumen ningún riesgo, porque “si mañana al gobierno le da por cerrar las cooperativas, toda esa gente se queda en la calle”. Esto no hace otra cosa que demostrar que el pueblo no confía en los discursos en los que se promete respetar las iniciativas privadas. Les ata al gobierno la creencia de que trabajando para ellos haya cierta obligación por si “la cosa se pone más fea de lo que ya está”, aunque si el carro se rompe puede estar “no se sabe ni cuánto tiempo tirado, convertido en chatarra, pues depende de ellos también, y nunca tienen dinero o lo que compran para nosotros se pierde en el camino”, dice otro chofer que recorre desde el Diezmero, en San Miguel del Padrón, hasta las inmediaciones de los hospitales, Oncológico y Fajardo.
“Ahora mismo yo tengo un chichón en una goma que tira la dirección hacia un lado. El sábado entraron doscientas gomas al Cotorro, el lunes me dijeron habían sido cien, pero cuando vaya a ir seguro me dicen que fueron cincuenta y que priorizaron a quién sabe quién. Eso no falla”.
En una misma piquera coinciden autos de Cubataxi y de las cooperativas, la diferencia más visible es que en los de las cooperativas prima el color negro por sobre el amarillo, aunque si se quisiera establecer alguna queja es el mismo número 18820 para ambos, un puesto de dirección en el que solo se aceptan “quejas o críticas de los choferes, pero no del sistema de pagos por tramos que ellos han establecido”, asegura Irania, una usuaria regular de la ruta Cotorro-Luyanó.
“Cuando llamé para quejarme porque tuve que pagar por cuatro cuadras 10 pesos en moneda nacional (CUP), me dijeron que eso había sido una resolución que habían tomado las organizaciones políticas y de masas con las cooperativas, que era lo que estaba establecido”. Irania cuenta también que tratan a quien llama con “muy mal carácter. Se molestaron además cuando les comenté la incomodidad que provoca no poder pagar con CUC”.
El servicio solo está permitido pagarlo en moneda nacional, “ni se te ocurra sacar menudo tan siquiera en chavitos”, comenta una mujer que prefiere los ruteros a los boteros. Según su declaración ya existen algunos choferes que aceptan un CUC como moneda de pago, pero lo reciben a 20 CUP, cuando en realidad el cambio oficial es a 24, y se puede encontrar a 23 o a 25, según las circunstancias.
Mientras tanto, en la Isla se les hacen creer a todos, incluyendo a los choferes, que fue la propia población la que pidió que las rutas se establecieran por tramos, y que el pago fuera en CUP. O al menos ese fue el argumento que dio Osmi Hernández, del carro 044, cuando en la calzada de 10 de Octubre, un pasajero se montó una cuadra antes del semáforo de Toyo, donde está una de las vallas que establece el “intercambio de tramo”, se bajó cinco cuadras más arriba y él le hizo pagar 10 pesos”.
“Si pasas una de las fronteras establecidas tienes que pagar”, y no se dan cuenta que están haciendo “exactamente lo mismo que hacen los boteros, los mismos a los que le están poniendo el dedo encima porque no tienen cómo controlarlos”, analiza nuevamente Irania.
“Con ellos puedes morir de un infarto entre los tramos cortados, los precios que a veces ponen y la vulgaridad que siempre tienen. Y eso es culpa del gobierno, que no da nada, pero lo quiere todo”, asegura.
Los ruteros tampoco resuelven el problema del transporte en La Habana
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latikobe · 6 years
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Custodio, un de los empleos más codiciados en Cuba
Custodio, el empleo más codiciado (foto del autor)
LA HABANA, Cuba.- Lo más importante en el momento de elegir en Cuba un puesto de trabajo es precisamente conocer cuán conectados a la cadena de corrupción estaremos y cuán sólida es esta, dudas que incluso pudieran ser solventadas en la misma oficina de recursos humanos o en plena calle donde para nadie es un secreto cuáles son aquellos organismos, instituciones y hasta ministerios, ocupaciones y cargos donde se obtienen mayores beneficios.
A diferencia de otras realidades sociales, en Cuba a pocos sorprende que el señor que maneja el carro recolector de basura o el albañil y el electricista de una brigada de mantenimiento tengan mayor poder adquisitivo que un profesor universitario o un ingeniero civil, incluso renombrados. Tampoco asombrará que algunos de estos, a pesar de sus altas calificaciones como profesionales, opten por subutilizar su ingenio y prefieran manejar el auto del director de una empresa o pasar la madrugada como vigilante en una garita de un apartado almacén del Puerto de La Habana.
Se trata de sobrevivir siguiendo las reglas de un juego que cada día se torna más complicado, en tanto los salarios “legales” se han mantenido atados a formas de pago con más de veinte años de antigüedad y que las soluciones “de arriba” han caído en un círculo vicioso donde, lejos de producirse el dinero necesario se reproducen, se amplían y se complejizan los esquemas de corrupción, de modo que no se vislumbra un cierre de la brecha entre el progresivo aumento de los precios de los productos, básicos y no básicos, y el escaso poder adquisitivo del peso cubano, una moneda en la que cobran los trabajadores estatales y que se ha ido devaluando aún más de lo que muestran las tasas de cambio oficiales, que serían más bien “artificiales”.
“El salario ha dejado de ser el incentivo. Hoy nadie trabaja en Cuba solo por un salario que no representa nada, siempre se espera que haya algo más aunque sea ilegal (…), incluso la posibilidad de un viaje”, dice Yaikel, un joven graduado de ingeniería mecánica que incluso dice haber sobornado para no pasar el llamado “servicio social”, que lo obligaba no solo a devengar por dos años un salario inferior a los 15 dólares mensuales sino a permanecer a merced de una institución estatal donde ni siquiera ejercía su profesión.
“Hablé con el jefe de personal y a los tres meses ya estaba como que había cumplido el servicio social (…). Es verdad que lo que pagué (300 dólares) jamás lo iba a reunir ni en dos años de trabajo pero ya salí de eso y ahora puedo hacer lo que yo quiera”, señala Yaikel, cuya aspiración inmediata, algo así como su mayor sueño, es una contrata temporal como guardia de seguridad (custodio le llaman en Cuba) en el almacén central de la misma empresa a donde había llegado como ingeniero.
“No me importa si soy universitario, lo mío es ganar dinero, lo necesito ahora y no dentro de diez o quince años (…), con el título no voy a hacer nada, van a pasar los años, me voy a jubilar y jamás voy a ver ni un peso (…), en cuanto llegué me di cuenta que la cosa estaba en el almacén y que mejor aún era estar afuera y no adentro (…), el almacenero tiene que llevar inventarios y siempre está enredado (…), el custodio no tiene dolores de cabeza y con él todo el mundo tiene que contar para sacar algo (…) y allí está la mata, que yo lo veo, y todo el mundo tiene cadenas de oro, celulares buenos, tremendos gaos (casas) y yo pasmao”, concluye este joven de 24 años que dice no confiar en que la realidad económica de Cuba mejorará alguna vez.
Un sentimiento parecido es el de otro joven ingeniero, graduado hace menos de cinco años. Movido por la necesidad económica ejerció como profesor en un preuniversitario hasta que, convencido por los comentarios sobre los grandes beneficios laborales, decidió solicitar trabajo en la Zona de Desarrollo de Mariel donde fue aceptado de inmediato gracias a su excelente calificación.
“Estuve allá solo un par de meses (…). Sí, trabajaba en lo mío y ganaba mejor pero no te imagines que era mucho para todo lo que tenía que hacer (…). El primer mes cobré 130 (dólares) y el segundo más o menos lo mismo (…), pero cada vez era más trabajo (…). No era lo que me habían dicho y pedí la baja para irme de custodio para los almacenes de … donde trabajo 24 (horas) por 48 pero al mes me voy con mil, mil quinientos (dólares) solo por hacerme el de la vista gorda”, afirma este joven cuya historia pudiera ser la de muchos otros muchachos de su edad, incluso de su promoción.
“Me he encontrado a otros que se graduaron conmigo y también trabajan como custodios, así que no siento vergüenza, para nada”, afirma este mismo joven que además describe cuánta “honestidad” demanda su nuevo empleo.
“El custodio es fundamental porque la factura de los camiones debe coincidir con lo que cargan y nadie sale si no recibo mi parte, sea lo que sea (…), tampoco entra nadie si yo no quiero, incluso hasta el director tiene que venir a donde estoy yo porque entonces todo el mundo se muere de hambre (…), hasta los que van a hacer auditorías salen cargados de allí, así que no hay problema, además, yo no voy a arreglar esto”, comenta el joven.
Custodio, el empleo más codiciado (foto del autor)
El salario promedio mensual de un custodio, como se le llama en Cuba al guardia de seguridad, ronda el equivalente a unos veinte dólares, una cantidad insuficiente para cubrir los gastos básicos de una persona, mucho menos de una familia. No obstante, el empleo de custodio es uno de los más demandados en el sector estatal, al punto que se ha vuelto usual que el interesado en ejercer el oficio deba pagar un soborno, ya sea a funcionarios o a intermediarios de estos, para asegurarse una plaza.
Hablamos incluso de pagos que suelen alcanzar entre los cien y hasta los mil dólares, o superarlos, cuando se aspira, por ejemplo, a posiciones estratégicas en determinado almacén de alimentos o combustibles, también en frigoríficos, puertos y aeropuertos. Todo depende de a cuánto ascienda ese otro “salario subterráneo” que la gente en la calle suele llamar “la búsqueda” o “lo que se puede arañar”, es decir, el robo, y que convierte el salario verdadero en mera formalidad, un problema que cada día se torna más complicado mientras aumenta la incapacidad del Estado para resolverlo.
Custodio, un de los empleos más codiciados en Cuba
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latikobe · 6 years
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La imposible tarea de Miguel Díaz-Canel
Miguel Díaz-Canel (AFP)
MIAMI, Estados Unidos.- Finalmente, hicieron presidente del Consejo de Estado a Díaz-Canel.
En Cuba no hay presidente de la República. Formalmente, es un sistema parlamentario. En realidad, es una dictadura de partido único, hasta ahora dirigida con mano de hierro por los Castro. Díaz-Canel no tiene una palanca en qué apoyar su autoridad, salvo la vigilante confianza que le quiera otorgar Raúl Castro, un anciano de 86 años al que secretamente le desea la muerte para poder gobernar. Toda la estructura de poder está en manos de los raulistas y él lo sabe.
El jueves Raúl se replegó al Partido Comunista de Cuba, columna vertebral y única de la nación de acuerdo con el artículo quinto de la Constitución. Desde ahí observará cuidadosamente la actuación de su sucesor para liquidarlo de un zarpazo si se sale del guión. Es muy incómodo trabajar con los ojos del verdadero jefe instalados en el cogote.
No obstante, el Partido Comunista jamás ha tomado ninguna decisión importante. Es sólo una correa de transmisión de las órdenes y caprichos de los Castro. Como los tres monos de la fábula china: no ha visto, no ha oído, no ha opinado. Peor aún. Hay un cuarto mono: ni siquiera ha sabido.
Raúl también controla el Parlamento (Asamblea Nacional del Poder Popular) por medio de Esteban Lazo, su presidente. Mariela, su propia hija, es uno de los 605 asambleístas, conocidos en Cuba como “los niños cantores de La Habana” por su asombroso afinamiento. Nunca se les ha escuchado una nota discordante. De ellos, 31 integran el Consejo de Estado, supuestamente el sanedrín que ha nombrado a Díaz-Canel y que lo puede despedir fácilmente.
Sin embargo, la autoridad real del país está en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior (MININT), fagocitado por Raúl en 1989 por temor a una conspiración. Las FAR y el MININT han sido sembrados de raulistas. Raúl Castro, fue Ministro de las FFAA de 1959 al 2006, cuando su hermano enfermó gravemente.
Raúl ha formado y deformado los cuerpos armados. Ha nombrado a todos los oficiales con mando y los ha llenado de privilegios. Incluso ha cuidado el destino económico de los amigos jubilados asignándoles puestos en el área dólar, que es la única habitable.
Como suele ocurrir con los jefes, aunque todos digan amarlo, hay muchos que lo odian. Por eso existe una fotografía de Raúl dando una charla en un cuartel mientras lleva un chaleco blindado bajo la camisa. Siempre ha sido una persona desconfiada y cautelosa.
Raúl espera la cuadratura del círculo de su sucesor. Quiere que mantenga el sistema y arregle o alivie los problemas de la sociedad cubana. Eso es imposible. La miseria, la improductividad, la decadencia y la desesperanza de los cubanos se deben, precisamente, al sistema. No se puede arreglar nada si no se cancela ese manicomio.
Los cubanos quieren libertad para elegir el cine, los libros, las ideologías o los políticos que les satisfagan. Incluso, quieren ser libres para ser apolíticos y no tener que repetir las chácharas revolucionarias impuestas por unos tipos dogmáticos. Fue lo que precisó el escritor Reinaldo Arenas cuando logró escapar de Cuba y le preguntaron lo mejor de estar exiliado: “estrenar mi propia cara”, dijo con cierta melancolía.
Los cubanos desean estrenar sus verdaderas caras. Poder emprender actividades que les reporten beneficios para vivir mejor, para comer lo que les apetezca y no lo que deciden los comisarios, para viajar y ver mundo. Cuba es el único país del planeta en que los médicos, profesores, ingenieros, cualquier profesional, no viven al menos como clase media, salvo que formen parte del cogollo del poder.
Hoy, a medias, en el terreno económico, algo pueden lograr quienes reciben remesas en dólares. Quienes alquilan habitaciones a extranjeros en casas remodeladas. Las muchachas que se prostituyen. Algunos trabajadores por cuenta propia que trasladan turistas en sus viejos coches y quienes han conseguido licencia para operar ciertos restaurantes familiares o paladares.
Es decir, quienes viven y trabajan en el área dólar, pero cuántas personas tienen ese privilegio: ¿el 5 o el 10% de una población de 11 millones? El peso cubano carece de poder adquisitivo y el 90% del país recibe su salario o sus pensiones en ese signo monetario. Raúl Castro no se atrevió a enfrentarse al problema, dejándole a Díaz-Canel la herencia envenenada de unificar las monedas.
¿Cómo se hace eso? Dejando flotar el peso cubano y liberalizando los precios, lo que crearía una terrible inflación y un caos económico que duraría entre 18 y 24 meses.
En ese punto, presumiblemente, Raúl habrá muerto y súbitamente habrá desaparecido la única fuente de autoridad real y de lealtad personal. Entonces pudiera suceder cualquier cosa. Incluso, que Díaz-Canel estrene su verdadera cara.
La imposible tarea de Miguel Díaz-Canel
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