#¡¡Lo adoro tanto!!
Explore tagged Tumblr posts
Text
El perro es mucho festivo.... Horacio te quiero también
Anyways conozcan a Horacio. Es un perrito que se apareció en la verdulería en donde trabajo hace como una semana en un estado moribundo y medio que lo adoptamos. El chabón tiene una comida re cara, le compran sobresitos de pollo y le cocinan aparte, lo bañaron ayer y ahora básicamente es como nuestro hijo. Una familia puede ser 3 pibas, un grupo de viejos en sus 50's, un jefe metalero medio explotador y su comfort dog.
Pd: los que lo bañaron le pusieron brillitos y ahora lo tratan de gay, they are being homophobic to the dog!!!!
#¡Sólo hablo un poquito de español pero MORIRÍA por Horacio!#¡¡Lo adoro tanto!!#Sí FELIZ HORACIO NAVIDAD#Translation for the English-only people: “I only speak a little bit of Spanish but I would DIE for Horacio”#Translation continued “I adore him so much! Yes MERRY HORACIO CHRISTMAS”#Translation continued-- “The dog is festive... Horacio I love you also”#Disclaimer I had to use Google translate for the “moriría” part bc I really only know present tense at this point in time lol#I'm currently focusing my energy on learning Japanese when it comes to languages but Spanish is still on my list#Anyway English-only peeps you should learn another language! This goes double for my USAmerican ppl bc I KNOW our education system sucks ass
624 notes
·
View notes
Text
Buenas, nación de tres cabs!
Adiós nación de tres cabs!
#fan art#the three caballeros#three gay caballeros#donald duck#josé carioca#panchito pistoles#panchito romero miguel junipero francisco quintero gonzalez#art#digital art#fuck you disney I’m reclaiming your characters and making them my own#THEY’RE MINE NOW HAHAHAHA#daisy duck#adoro a estos idiotas tantos#nadie tiene idea de cuánto yo los quiero uyyy <3333
194 notes
·
View notes
Note
Para el reto (no se si es comisión o simple sugerencia) Malleus con cherry choke (creo que llamaba así) me parece interesante un personaje que normalmente utiliza negro y verde en algo que contraste totalmente
MALLEUS DRACONIA X CHERRY COKE
#twst#twisted wonderland#malleus draconia#twst malleus#POTENTE SE VE CON TANTO ROJO#es verdad que Malleus siempre usa la misma paleta de verde/violeta/negro#ame tu ideaaaa. me gusta mucho el tema de los contrastes#y acá aunque son colores monocromáticos#se podía jugar con el tema da la psicología del color: el rojo es peligro y acción#pero también es pasión y el rosa es inocencia o amor#RE MALLEUS#MESSIIIIRRVE#adoro usar los colores en ese aspecto#cocoart
206 notes
·
View notes
Text
I nomignoli dolci che uso col gatto:
- vergogna di madre natura
- errore del creato
- sfinge presa su wish
- imbarazzo del regno animale
- eroe del ritardo mentale
- felino difettoso
- fallimento di Dio
- patatino
20 notes
·
View notes
Text
🥺 🤏🏽
youtube
#juanjo bona#martin urrutia#gran canaria#juantin#los adoro tanto por favor#sus risas las miraditas las sonrisas#como Martin se recarga en el hombro de Juanjo 🥺🥺#M embobado mirando a Juanjo#como J voltea a ver a M en el último gif y su perfilazo griego💀#las manitas 🥺#aaay no#Youtube#gifs
7 notes
·
View notes
Text
Cubones are my fave 🥹
#pokemon#pokemon cubone#cubone#pokemon fanart#cute pokemon#my babies#los adoro tanto#lalzy draw#once in a blue moon fanart
14 notes
·
View notes
Text
Era su voz esa tenue capacidad de adormecer mis oídos .Sus labios sus suaves labios ,ese beso perfecto que permanecía detrás de la puerta ,casual y que al golpear sería mío . Yo no podía reconocer si era un sue��o o mi peor pesadilla ..Lo único claro era su momento
Mientras sin decir nada ,pronunciaba .
Bésame hasta que se me olvide que me duele el alma.
Quién sería para dejar que no fuera mío .
mirarlo ,recorrerle ,escucharlo .
Era mío en instantes fugases ,como todo lo que rodeaba su vida.
Nada de pertenencias ..nada de esperar .
Su amor ya tenía dueña y yo reservaba mis ganas de decirle Soy tuya .
De alguna forma necesita irme para poder seguir aquí .
Y en un solo segundo volver hacerle el amor eternamente ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️
#te adoro lo sabes#poesia#tu y yo contra el mundo#amoreterno#escritura#nostalgia#tumblr en español#momentos#amor prohibido#te amo tanto#todo estara bien
5 notes
·
View notes
Note
no es por nada pero me acabo de dar cuenta que estoy a dos personas de tener la posibilidad de conocer a pedro :> me voy a morir
ENSERIO?????!??! DIOSMIO
VOY A GRITAR JESÚS
Si lo conoces, enviame una foto y dile que lo admiro mucho DIOSMIO QUE EMOCION Y ENVIDIA JASSHABSHSVSJS
#AHHHHHHHHHH#diosmio dile que tienes una mutual q lo quiero muchoJSGAJAGAJ#vea ese hombre lo adoro tanto#MANDA FOTO#munsonsfairygarden 💕
3 notes
·
View notes
Text
🥹❤️
#RompedoraDeBaquetas #LosMejores
#no me lo he pasado en grande con estos bebés#QUE BELLOS ❤️❤️❤️#lo que en un año o dos tendré menos carga#la gente se ofende por cosas que por las que no tienen nada que ver#🥹🥹❤️❤️❤️❤️#pero si yo os adoro omg#lo que hay que estudiar#progresivamente la carga disminuye JAJAJAJ#tristemente tengo que dejar la música para lo último#pero este año empiezo#lo dicho - seré libre en un par de años JAVSKAJSN#aparte muchos ya saben lo que hay#el joan y la Nerea me decían ‘no si a ti trabajo nunca te faltará’ con tantos proyectos no#pero hay que acabar 😂#luego ya nos lo pasaremos en grande 🥳🤩🎉#mi madre me ha pasado una foto de ella en 2008#preciosa#siempre ha tenido el pelo larguísimo#MABDKWDJ AY MAMI ❤️❤️❤️❤️#luego me preguntan de dónde viene mi belleza pls#has visto a mi madre ���
1K notes
·
View notes
Text
once again lo siento por los que no hablen inglés pero ahora mismo mi cabeza no da para más,, checkmate es tan especial para mí que de repente verlo animado y escuchar el monólogo de leo y las palabras de izumi y todo y siento que soy poquita persona para lo que estoy viviendo ahora mismo........
no estoy mentalmente preparada para todo lo que se viene
#kuu.txt#que por si no lo he dejado claro media docena de veces leo es tan tan tan tan especial para mí#wow kuu hablando de leo en vez de izumi?? locura lo sé#pero le adoro tanto y me ha hecho darme cuenta de tantas cosas#entonces lo que pasa cuando realmente adoras dos personajes que tienen una historia en común tan fuerte y y. y#no iba a mencionar lionheart pero si. eso#PERO DIOS MIO CHECKMATE#es que no sé si estoy mentalmente preparada para ver a mis 2 personajes favoritos pasar el puñetero infierno#me voy a poner emocional? SI Y VA A SER VUESTRO PROBLEMA PORQUE NO PIENSO CALLARME#a punto de regresar a mi época de escribir solo por estos dos ES QUE DE VERDAD#un día me escribo las 5000 palabras de por qué les adoro infinitamente y por qué izuleo lleva carrileando mi salud mental años#me he leído prácticamente todo el contenido que he encontrado#me dan la vida y me la quitan a partes iguales
0 notes
Text
HOW TO BE A HEARTBREAKER
parte 1
+18 avisinhos: sexo casual, penetração vaginal, sexo oral, size kink, sexo desprotegido, semi espanhola?, pipe meio canalha, diferença de tamanho, dacryphilia, pet names demais pqp, pipe peiteiro, pipe meio louco da cabeça, ladrao de calcinha, eu nao entendendo de fut, erros de digitação.
nota: juntei um pedido com algo que pensei quando eu tava vendo uma entrevista do meu fifa favorito e ele fala que toda semana ele&oscaras jogam um fut. vem aí nosso jogador rebaixado. nao sei se gostei como ficou mas fodase💕
Você desejava muito não saber como se meteu nessa situação com um dos jogadores de futebol mais famosos do momento. Tudo começou quando sua amiga te disse para irem juntas em uma festa do namorado dela, um jogador de futebol de um time argentino que você honestamente não ligava. Sabia a reputação de jogadores e não estava interessada nesse mundo tão diferente do seu, mas ao conhecer Simon, não pôde resistir e decidiu que iria sim apoiar ela nesse relacionamento.
O que não estava nos seus planos era ser apresentada ao melhor amigo do Simon, Felipe Otaño. Toda pessoa que tinha acesso a internet já tinha ouvido falar dele, tanto por ser um jogador fora da curva e sensacional, como por ser um cara que sempre tinha uma mulher diferente nos braços. O típico jogador dentro e fora de campo, por mais que sua mente não entendesse a loucura pelo homem, não conseguiu fingir normalidade ao vê-lo de perto. Era extremamente lindo, aqueles olhos azuis pareciam te hipnotizar quando se apresentou mesmo que tivesse certeza que você sabia quem ele era. Entendia também porque as mulheres caiam nos encantos, a combinação dos olhares penetrantes com o jeitinho dele que te fazia sentir como a única garota que importava no mundo.
"Prazer, Felipe Otaño." Se apresentou enquanto estendia a mão para você. Um sentimento estranho cresceu no seu ventre com o jeito que ele te olhava, parecia que ele sabia algo que você não tinha ideia.
"Eu sei quem você é." Diz mal humorada e afastando a sua mão quando ele leva aos lábios para dar um beijo nela.
"Ah é? Isso me deixa triste, porque eu não tenho o prazer de saber quem você é, gatinha." Fala cheio de travessura e arrogância, se aproximando para te dar um copo mais cheio de cerveja.
Não se permite cair nos charmes dele e bebe um gole demorado com uma expressão entediada esperando Pipe ir embora, mas ele só continua te encarando com um sorrisinho de lado cheio de malícia.
"Sabe, eu gosto que você não me deixa saber seu nome, adoro te chamar de todos os nomes carinhosos que existem, minha linda." Felipe te provoca se recostando na parede ao seu lado.
O sorriso dele cresce mais ainda com a sua carranca. Te ter por perto é revigorante, as suas reações só o deixavam mais atiçado para brincar contigo.
"Tá procurando a sua companhia da semana?" Rebate ardilosa.
Ele arqueia uma sobrancelha surpreso com a sua falta de gentiliza e tom indiferente mesmo depois dele demonstrar simpatia por você.
"¿Ay? De graça assim? E você tá mal informada, eu não fico com uma mulher por semana." Felipe diz com uma mão no coração e um biquinho exagerado fingindo estar magoado.
"Ah sim, não queria te ofender. Não é por semana, é por mês." Fala sarcasticamente e dando um sorriso grande demais para ser verdadeiro.
Felipe não conseguia evitar como o estômago dele se revirou em borboletas com o seu sorriso mesmo sendo falso.
"A gatinha também morde, não é?" Ele responde após ficar em silêncio por um minuto analisando como poderia contornar a situação e se você realmente o odiava tanto assim do nada. "Bom pra você que eu adoro quando elas arranham."
"Bom pra mim?" Indaga confusa com o cenho franzido.
"Veremos depois, gatita." Responde piscando um olho para você te fazendo arquear as sobrancelhas debochada em uma tentativa de mascarar o seu interior em chamas.
Apesar de dizer não suportar ele, não conseguia parar de conversar com o Otaño, era envolvente a maneira que a voz calminha te contava animadamente coisas engraçadas ou sobre a família dele, além disso, se sentia vulnerável com o jeito atencioso que ele te escutava falar com aqueles olhos lindos sempre focados em você.
Conversa vai, conversa vem, depois de tantas bebidas só lembra dele te pedindo para te mostrar algo no andar de cima, quando se deu conta estava sentada no chão de um dos quartos rindo ao escutar Felipe contar uma história sobre a vez que ele confundiu várias palavras em inglês e espanhol fazendo o entrevistador ficar desesperado para entender o que ele dizia.
"Vai rindo, vai. Sério, era a minha primeira entrevista e meu coração parecia que ia pular do meu peito, não conseguia parar de tremer." Fala entre as suas gargalhadas deixando escapar o próprio risinho com o seu divertimento e ao recordar o momento cômico.
A algum ponto ele tinha tirado a camisa por conta do calor, desfilava com as bochechas coradas e corpo torneado por aí, mas seus olhos só focaram agora como o peitoral dele era grande. Na verdade, pela primeira vez se permitiu apreciar a beleza do argentino, olhava fascinada para o rostinho vermelho com o bigodinho e boca carnuda, os músculos definidos do torso e os braços grandes, até descer a visão para as coxas dele focando no volume nada discreto marcando o short fino.
"Se quiser tocar, eu deixo, viu." Ele fala de forma brincalhona apontando para o abdômen.
Você revira os olhos com o jeito oferecido dele e desvia o olhar para as suas unhas falhando em disfarçar como a visão do corpo forte dele te afetou, mas ele não se bala com isso, então, diminui a distância entre vocês segurando seu queixo para te fazer encará-lo. Seus olhos percorrem todo rosto belo cheio de sardinhas no nariz tentando evitar olhar muito para a boca carnuda que te atraia mais que tudo. Entretanto, perde o foco quando Pipe passa a língua pelos lábios e roça o nariz no seu.
"Eu não posso, Felipe." Murmura tentando soar firme, mas sua voz sai como se implorasse para ele fazer algo, te beijar logo.
"Qual é, gatinha, seu namorado nunca vai saber que eu te comi." Ele fala apertando seu pescoço levemente e se aproximando tanto que suas respirações se misturavam. "Só quando você gemer meu nome quando ele for te comer." Finaliza com os olhos azuis transitando entre luxúria e um sentimento muito intimo e indefinido.
"Para!" ralha posicionando as mãos no peitoral tentando empurrar, mas Felipe age mais rápido entrelaçando os braços ao redor da sua cintura. "Eu não tenho namorado e não seria prudente ficar com você, todos sabem disso." continua, diminuta em relação ao fato que se sentia imersa no cheiro e modo como ele prendia sua atenção e te fazia se esquecer do resto do mundo.
Felipe tentou disfarçar a dor que sentiu ao escutar suas palavras, mas de certa forma você estava correta. Qualquer mulher que ele olhasse a mídia já inventava mil coisas e era pior ainda se tivesse certeza que houve algo mais.
"Nada sai dessa festa, gatinha, tudo que fizermos aqui será nosso segredinho."
"Como eu vou saber se isso é verdade?" Pergunta em um tom que deveria ser desconfiado, mas que saiu como um sussurro de uma adolescente insegura com tudo que conhecia.
"Eu cumpro com o que eu prometo, fofinha." Felipe responde grudando seus corpos e pressionando o peitoral no seu. "E agora, eu prometo te foder até você esquecer seu nome e só lembrar o meu." Finaliza selando a distância entre seus lábios.
O beijo se inicia em um ritmo desesperado, famintos pelo gosto um do outro. Suas mãos vão diretamente para os cachinhos castanhos, puxando e gemendo quando Felipe morde seu lábio para então enfiar a língua na sua boca. O meio das suas pernas formigava ansioso por qualquer alívio que é atendido no momento que o argentino te põe no colo dele. Ambos não conseguiam parar de gemer um na boca do outro com as carícias que se tornavam mais ousadas a cada minuto. Pipe segurava sua cintura com uma mão enquanto a outra apertava sua bunda com vontade, as mãos grandes te auxiliavam a se esfregar na coxa dele.
"Gemendo igual uma putinha sendo que nem me queria, né?" Ele fala ofegante e rindo quando sua expressão raivosa volta, mas você ainda continua rebolando no colo dele com a boca entreaberta.
Envergonhada, enfia seu rosto no pescoço grosso, começando a chupar a pele pálida e mordiscar suavemente entre miados conforme sentia uma mão dele subir até apertar seu peito por cima do top fininho.
"Porra, você é tão gostosa." Felipe grunhe massageando a carne macia firmemente e sentindo o calor da sua intimidade na coxa dele na medida que sua saia subia com os movimentos afoitos do seu quadril. "Tira a roupa pra mim, gatinha." Ele fala dando dois tapinhas na sua bunda.
"Você é um grosso." Responde rolando os olhos e ficando parada no colo dele. Era incrível a capacidade de Felipe de te fazer recordar porque não suporta a personalidade dele, mas no fundo do fundo, algo que você nunca admitiria, é que acha muito atraente o jeitinho arrogante e convencido dele.
"E você gosta muito disso, princesa." Felipe responde movendo uma mão para beliscar sua bochecha, o que te faz rosnar com raiva e estapear os dedos dele para longe de ti. Ele só dá uma risadinha e segura a parte de trás das suas coxas, te carregando no colo e rapidamente direcionando vocês dois até a cama. "Reclama, reclama, reclama, mas já tá com a buceta molhadinha pra mim." Ele finaliza ao te deitar na beirada da cama e se ajoelhando no chão para ficar de frente com a sua virilha. Como sua saia tinha levantando com os movimentos bruscos dele, toda a sua roupa íntima estava exposta para os olhos azuis que pareciam querer te devorar.
Felipe geme quando vê a sua calcinha de renda grudada nos lábios da sua intimidade com o tanto de fluidos que já saíram de você. Por isso, não resiste a tentação, fechando os olhos e passaendo o nariz pelas suas dobrinhas, sujando-o com a sua lubrificação enquanto praticamente esfrega o rosto na sua buceta. Suas face queima de vergonha e tesão pelo ato obsceno dele, então, desce uma mão para puxar levemente os cabelos sedosos do argentino, o que faz Felipe voltar á realidade e abrir os olhos bêbados no seu aroma delicioso para deixar um beijinho onde ele sabia que era seu clitóris, não só pela forma como suas pernas tremeram como pelo miado que saiu da sua boca com o apelido dele em meio a um suspiro agoniado.
"Já até sei que essa vai ser a buceta mais gostosa que eu vou comer na vida." Ele murmura mais para si em um delírio que nem tinha percebido que falou em voz alta aquilo. Rapidamente, ele coloca suas pernas nos ombros sobre os ombros torneados, se aproximando para dar uma lambida e gemer quando sente um aperitivo do seu sabor. Você nem consegue pensar direito com a visão erótica dele no meio das suas pernas com o rosto mergulhado na sua intimidade, desesperado para se lambuzar.
Ele põe a calcinha arruinada para o lado, agora deslizando a língua pela sua fendinha, subindo e descendo a cabeça com calma para provar cada nuance do seu melzinho, porém, logo se torna Impaciente e espalma uma mão na sua virilha para dois dígitos exporem seu interior ao posicioná-los em forma de 'v' e afastarem seus lábios grandes. A boca carnuda foca em massagear seu clitóris em uma sucção torturante e inigualável ao mesmo tempo, pois Felipe sabia a medida certa entre sugar e acariciar o pontinho com a língua. Se não fosse o som alto da música da festa, com certeza todos escutariam seus choramingos altos de prazer com o quão habilidoso ele era naquilo. Ele alterna entre te levar até próximo de gozar, depois distancia os lábios da sua área mais sensível para lamber e beijar o resto da sua buceta melecada pela saliva dele e seus líquidos abundantes. Felipe dá selinhos na sua entradinha como se fosse sua boca, em seguida deixa a língua molhinha para remexer a ponta no seu clitóris rapidamente soletrando o próprio nome misturado com figuras abstratas.
As bolas dele latejavam do tanto que ele estava ereto e excitado, apertava de vez em quando o pau na cueca para tentar aliviar a tensão. Com isso, sabendo que ambos não aguentariam por muito tempo isso e nem quanto tempo tinham até a festa acabar, moveu dois dedos da outra mão para te penetrarem. Os seus sons eram divinos e música para os ouvidos dele. No momento que o argentino enfiou os dois dedos até a metade com um pouco de facilidade, iniciou um ritmo rápido e forte acompanhando a língua dele no seu grelhinho. Um barulho molhado saia do seu buraquinho durante o vai e vem, Felipe sentia as próprias pernas tremerem com a imagem da sua bucetinha toda esticada e molhada ao redor dos dígitos compridos dele.
"Goza pra mim, bebê, quero deixar essa bucetinha prontinha pra eu meter gostoso." Ele fala acelerando os movimentos e mantendo os lábios fechados ao redor do seu clitóris inchado com tantos estímulos. Não demora para suas costas arquearem e um grito pornográficos sair da sua garganta quando o orgasmo te atinge como um choque. Seus quadris se esfregando em reflexo no rosto ensopado dele e suas coxas tremendo com os espasmos intensos do melhor oral que já recebeu em toda a sua vida.
"Não vai desmaiar que ainda tenho muita pica pra te dar, gatinha." Ele fala cutucando sua costela e voltando a ficar cara a cara contigo. A face avermelhada e encharcada com certeza não deveria fazer sua buceta se contrair mais ainda.
Felipe sobe e desce as mãos pelo seu corpo até parar na barra da sua blusa e retirá-la por completo quando você o ajuda, seguidamente, toca seus quadris para retirar sua calcinha por completo e na mesma hora se aproxima para te dar um beijo lento enquanto coloca sua roupa íntima embolada no bolso do próprio short. Isso seria um segredinho dele.
Imersa no beijo, o puxa para se deitar completamente em cima de ti, adorando a sensação do corpo quente e pesado te esmagando. Seus mamilos eretos roçando o peitoral dele. Felipe pressiona o pau duro na sua barriga e acaricia cada centímetro de pele que alcança, até por fim encontrar seus seios onde ele começa a massagear e grunhe na sua boca quando aperta com vontade os dois lados ao mesmo tempo.
Após uns minutos, ele se afasta abruptamente, posicionando melhor vocês dois na cama grande, mas que parecia pequena com o tamanho avantajado do argentino. Ele te deita nos travesseiros, ajeitando ao redor da sua cabeça e penteando seus cabelos suavemente para ajudar um pouco na bagunça que estava. Seu coração palpita com o carinho que ele demonstra e atenção que dá para o seu conforto. Entretanto, o momento mágico some quando ele desce os olhos claros para os seus peitos novamente, mordendo os lábios animado como um adolescente que nunca viu um par pessoalmente na vida.
"Até que eu queria essa boquinha linda chupando meu pau, mas esses seus peitos me deixam louco, gatinha." Ele fala retirando o membro rosado com a ponta gotejante de dentro do short na medida que coloca um joelho em cada lado do seu corpo. "Segura eles juntinhos." Felipe instrui pegando suas mãos, que parecem minúsculas no meio das dele, e empurrando seus peitos juntos.
"Felipe, eu acho que não vai dar." Fala incerta, tremendo com a ideia inusitada dele.
"Eu faço acontecer, alfajorcito." Ele dá um beijinho no meio da sua testa e volta a se ajustar para seguir com o plano dele. "Só relaxa aí."
Felipe posiciona o pau no meio dos seus seios espremidos, gemendo sem vergonha ao deslizar repetidas vezes o comprimento entre seus montes macios e na sua pele, era deliciosa a imagem e sensação da pica esmagada entre os seios. Não era tão bom quanto ser chupado ou meter em ti, mas era uma cena depravadora e definitivamente muito prazerosa.
Ele sabia que ia gozar rápido, não só pelo jeito frenético e errático que ele começou a foder seus peitos, como pelo sabor da sua buceta ainda presente na língua dele. Todos os sentidos estavam ocupados por você e sua essência, ainda mais quando você esticou sua própria língua para lamber um e outra vez a pontinha que roçava seu queixo a cada investida dele. O pau comprido vazava pré-gozo no seu busto suado a cada segundo, até que Felipe geme alto e revira os olhos extasiado quando o abdômen tensiona e os primeiros jatos de porra caem na sua pele e um pouco na sua boca, o que você lambe lentamente ao notar que ele voltou a focar o olhar no seu rosto.
Ofegante, Pipe se posiciona no meio das suas pernas novamente com a virilha pressionada na sua. O pau semiereto deixava um rastro de líquido branco enquanto se esfregava na sua barriga. Ele só era capaz de respirar fundo tentando se recuperar ao passo que distribui selinhos pelo seu colo sem se importar com os resquícios de esperma e sim só em sentir o cheiro do seu perfume misturado ao suor.
Era refrescante saber que conseguiu calar a boca dele por alguns minutos, finalmente podia apreciar ele de perto e notar todas as imperfeições e traços perfeitos do rostinho dele. O nariz pontudo com algumas sardinhas e manchas de exposição ao sol, a barbinha rala com o bigode falho e as sobrancelhas grossas adornando os olhinhos azuis claros caídos.
Seus olhos se arregalam quando sente o pau enrijecer de novo, na mesma hora, Felipe empurra seus joelhos em direção as suas costelas, te deixando abertinha para ele enquanto a cabecinha pressionava sua entrada.
"Agora eu vou te foder gostoso, princesa." Felipe grunhe na medida que colocava e tirava a glande, desfrutando da maneira como suas paredes agarravam ele mesmo só com a pontinha dentro.
Sua boca permanece aberta soltando miadinhos manhosos de prazer com a provocação dele, que com certeza queria te enlouquecer ainda mais, quando levou um polegar para circular seu clitóris inchado. Ele enfia mais centímetros dentro, alargando seu buraquinho até sentir o pau quase cutucar seu cervix, as bolas pesadas e quentes encostadas totalmente nas suas dobrinhas.
Felipe se debruça sobre seu corpo para te acalmar um pouco, já que seu cenho estava franzido com os vestígios de ardência que a penetração causava, além de nunca ter sido fodida por alguém tão avantajado. Porém, Pipe sabia lidar com isso e te beijava enquanto retirou o membro até a ponta e mantinha os círculos no seu pontinho começando a meter lentinho.
Quando ambos se acostumaram com a sensação de estarem unidos, Felipe acelerou o ritmo, fazendo a cama tremer e a correntinha de prata batia no seu queixo a cada estocada. Os lábios do argentino chupavam seus seios, alternando entre os biquinhos babadinhos enquanto suas unhas maltratavam a pele pálida das costas dele com arranhões. Sua garganta emitia gemidos dengosos conforme ele socava todos os pontos certos com precisão e te estimulava de todas as formas, o meio das suas pernas se encontrava completamente melecado pelos fluídos dos dois que vazava da sua bucetinha constantemente já que Felipe ocupava todo o espaço que tinha no seu canal quando se enfiava por completo.
Já conseguia sentir os primeiros sinais qur o orgasmo estava perto e Felipe também, pois se distanciou dos seus peitos com um estalo molhado e apoio os antebraços ao lado da sua cabeça, te olhando fixamente enquanto ondulava os quadris. Era estranhamente íntimo como ele te fodia mantendo o contato visual, tocando sua pele como se você fosse um ser precioso (mesmo que ele nem soubesse seu sobrenome).
"Que coño estrecho, mami, hm?" Pipe geme entrecortado sentindo sua buceta pulsar e quase espremer o membro dele."Apertando meu pau como se fosse feita pra mim." Ele fala mais baixinho perto do seu ouvido, fazendo seus dedos dos pés se curvarem com o arrepio que percorreu sua espinha ao escutar tais palavras na voz dele.
Seus próprios quadris se empurram em direção aos dele e sua mão desce para massagear seu clitóris com a chegada iminente do seu orgasmo. Felipe une seus lábios, que nem conseguiam se beijar direito com o tanto de sons que saiam de ambos. Felipe xingava inúmeros palavrões em espanhol e você só repetia o nome dele baixinho até que suas paredes se contraem mais e mais junto com uma abundância de líquidos saindo da sua buceta com o clímax te atingindo de repente. Felipe não demora em grunhir seu nome e estocar com força mais umas três vezes enquanto te enche de porra. Seus peitos esmagados contra os dele lutava por espaço para se mover com a sua respiração ofegante.
"Felipeeeee." Fala tola e cheia de irritação com a falta de noção dele de sair de cima de ti logo. "Tá muito calor."
Ele resmunga, mas logo se joga do seu lado te puxando para deitar no peito dele. A respiração dele já estava calminha e os olhos fechados como se estivesse preparado para dormir, não podia evitar se sentir cansada e sonolenta depois de tantas atividades. Por isso, se permitiu fechar os olhos e relaxar um pouquinho.
No dia seguinte acordou mais quente que o normal e com o argentino te esmagando ao dormir no seu peito, o susto e a vergonha te despertaram na hora. Empurrou ele para longe com um grunhido, se vestiu apressada (mesmo sem achar sua calcinha) e saiu da casa sem olhar para trás.
As memórias daquela festa te assombraram por dias, o prazer e a vergonha te deixavam com vontade de arrancar sua cabeça só para não ceder as tentações que te cercavam. O pior é que na maioria das vezes nem é sua mente que relembra os cenários, e sim, a porra do Felipe que não te deixa em paz desde o dia que transaram.
Ele conseguiu seu número de alguma forma e todos os dias te mandava mensagens obscenas recontando os fatos como se fossem parte de uma grande história.
"Eu sonho com o gosto da sua bucetinha, minha linda. Que tal sentar na minha cara da próxima vez?"
"Ainda tenho a sua calcinha e se quiser te mando uma foto de como ela tá, gatinha😁"
"Saudades, vida😔"
Quando ele notou que você começou a ignorá-lo, passou a te mandar mensagens românticas, depois raivosas, de várias maneiras ele tentava arrancar alguma reação, mínima que fosse. Você encarava Felipe como um homem que nunca teve nada negado a ele ou talvez não era acostumado a ter o sentimento de vergonha associado a pessoa dele. Só de lembrar do tom convencido que ele usava para falar contigo já te dava vontade de se estapear por ter deixado ele sequer te beijar.
Era óbvio que vocês dois pertenciam a mundos diferentes. Nunca se imaginou saindo ou dormindo com um homem dono de um ego tão inflado como o dele. Foi um erro de uma noite - um erro delicioso diga-se de passagem - mas não voltaria a acontecer. Ademais, não é como se ele fosse realmente se lembrar de você. Provavelmente seria só mais uma na multidão de mulheres que ele iludia e depois levava para a cama.
[...]
Nada a ver mas eu amo a forma que ele fala river, a vibração do Rrrrriver
#one shot#felipe otaño#pipe otaño#lsdln cast#lsdln x reader#felipe otaño x reader#pipe otaño x reader#request#smut#felipe otaño smut#lsdln smut
195 notes
·
View notes
Text
Peters x Male Reader
— P R O T U B E R Â N C I A —
.•✦ Resumo: 3 histórias antológicas, 3 homens-aranha e 3 paus muito grandes. ⋆͙̈
▶●─────────── A vastidão do multiverso é infinita demais para que não existam terras onde versões suas sofram felizes lidando com a boa genética dos diversos Parkers espalhados por aí. Há micro e colossais diferenças entre cada linha temporal, e, nesses três fiapos abaixo, seus Peters são enormes entre as coxas, grossos e impossivelmente encaixáveis.
Mas, tanto eles quanto você estão dispostos a fazer caber.
PETER 1
1° pessoa - presente | Palavras: 1.5k
Arrasto meus lábios para fora da circunferência salgada, com as bochechas cheias. Engulo superficialmente o excesso, fazendo questão de manter a língua branca. Olhando para cima, me deparo com Peter atordoando os gemidos, usando uma das mãos para cobrir a boca. Ele tem a cabeça jogada para trás, manifestando o gogó.
Droga… queria ouvi-lo choramingar!
Só não o faço gritar porque uma terceira presença conduz a limusine que nos leva a… a… um avião? Jato? O destino é Berlim, então certamente iremos voar.
Estamos contando que Happy não abra a janelinha divisória e nos flagre. Felizmente, o homem se cansa só de imaginar Peter abrindo a matraca e não fechando mais, então evita qualquer direcionamento a ele. É fácil supor que temos privacidade para um boquetinho.
Mas eu quero mais.
Posso ver, através da camiseta, o contorno perfeito do peitoral farto de Peter, subindo e descendo desordenadamente. Sem desviar o olhar, volto com a boca para o centro de suas pernas, afundando minha cabeça entre suas coxas para lamber as bolas suadas, que convulsionam sob o carinho molhado, reféns da minha língua. Os efeitos do orgasmo ainda assolam Peter. Ele estremece e libera breves linhas cremosas da cabecinha inchada, que escorrem por todo o comprimento grosso, desviando das veias proeminentes e pousando no meu rosto, lambuzando minhas bochechas.
Vendo a baderna que causei, subo com a língua para limpar, consumindo o esperma e encharcando com mais saliva, trocando qualquer resquício de Peter por pedaços meus. Finalmente na glande, abraço a base com meus dedos e beijo a ponta rosinha, lambendo e sugando uma última vez.
Peter alucina, empurrando os quadris para cima, querendo atolar dentro da minha garganta. Mas eu não deixo.
Arreto minha coluna, sorrindo para a expressão pidona do garoto ofegante à minha frente. Um fio de porra diluída em saliva ainda conecta meus lábios inchados à cabeça babada, e eu quase me rendo ao implorar mudo de Peter. — Delícia. – soei rouco; afinal, o arrombado fodeu minha garganta.
— Então chupa mais, ué – balbucia, quase indignado, e se estica para frente, esfregando o pau teso no meu rosto.
Esse caralho não amolece?
Sabendo que o tempo é incerto, retiro somente minha calça e abro os botões da camisa. A cueca, afasto para o lado. Rindo baixinho, sento no colo de Peter, e, no mesmo instante, ele se retrai todo contra o couro do banco. — O que você… – o interrompi, unindo nossas bocas.
Deslizo minha língua gozada por sua cavidade, percebendo, mesmo sem ver, quando o Parker comprime os olhos arregalados, se vedando junto a mim. Levo as mãos ao seu rosto, aprofundando o beijo, e ele agarra minha cintura, apertando com força, deixando marcas.
Compartilho o gozo que mantive na língua, fazendo Peter sentir o gosto da própria essência. Ele murmura abafado na passagem, quase me partindo em dois quando intensifica a pressão das mãos. Levanto meus quadris sem desatar o nó das bocas, morosamente pegando na ereção quente abaixo de mim e a guiando até meu buraco dedilhado.
Apesar dos minutos me alargando enquanto mamava Peter, o pau do desgraçado é tão… colossal… que tortura as almas das minhas falecidas pregas; me faz de virgem toda vez!
E eu adoro.
Amo como até a cabecinha empaca no início, e é preciso fazer força para entrar. Arde tanto.
Mas Peter resiste. — A-amor, não! – entretanto, apenas em lamúrias, porque não me afasta, sequer afrouxa o toque. — É muito arriscado! Você sabe que eu odeio ser pego no pulo, tenho trauma! – cochicha, fixando o olhar na divisória selada da limusine. — Eu juro que abro essa porta e me jogo na estrada se o rabugento lá na frente decidir ser simpático e dar oizinho pra gente! Eu nem tô brincando, cê sabe que eu não brinco! Juro que nunca falei tão sério em toda a minha vida, eu…
— Shh! – prenso suas bochechas, roubando o foco dele para mim, e, porra… aqueles olhos marejados e boquinha entreaberta me arregaçam tanto quanto o cacete palpitando na minha entrada. — Primeiro que o Happy nunca faria jus ao apelido. – conforme falo, vou descendo os quadris, engolindo mais do comprimento, cuja ponta molhada já se sente em casa. — E isso não é mais e nem menos arriscado que eu ajoelhado entre suas pernas, te chupando. É só… se-sermos rápidos! – estou tão necessitado de alívio. Me segurar é doloroso. E Peter, apesar de já ter experimentado o orgasmo, se encontra na mesma. Esse puto está sempre batendo no teto, mesmo que dele pingue porra e a carne flameje. — Seja um bom garoto, Petezinho. Você já encheu um buraco, agora tem que encher o outro, poxa…
A cada segundo decorrido encarando a testa franzida de Peter, suas sobrancelhas unidas, o suor descendo e o lábio inferior mordido, cresce ainda mais a convicção de que, sim, irei gozar intocado.
Ele demonstra descontrole, gemendo contido, ondulando os quadris para cima de forma dura e desajeitada, impondo limites onde sabe que costuma se perder. Tadinho…
Será que eu...
Amoleço os músculos, deixando a gravidade me puxar para baixo. O deslizamento é natural, e, logo, estou adorando o pau de Peter por completo.
— Caralho! – ele rosna, levando a mão fechada à boca e mordendo o punho, jogando a cabeça para trás. É divertido ouvi-lo xingar. — Tá tud… tudo bem a-aí? – pergunta entrecortado ao abaixar o olhar e se deparar com o volume na minha barriga. Ele toca, encantado e um tanto assustado com a protuberância que projeta em mim; nunca acostumado, mas, também, sem deixar de flexionar para cima, embainhando-se até grudar a pélvis.
Não respondo, pois não consigo. Estou anormalmente esticado em volta da grossura, é desconfortável demais. Tão bom! Minha voz atola na garganta, e a única coisa que sai são gemidos chorosos. Tão gostoso! Estou pulsando pra caralho, sinto que vou rasgar. Meu abdômen não para de contrair. Tão prazeroso!
Agarro os cabelos de Peter com uma mão e, com a outra, cubro sua boca. Ele geme contra meus dedos, esparrama as pernas para os lados, desliza os pés nervosamente no carpete e apalpa freneticamente o contorno do próprio pau sob minha pele, eufórico com a explosão de boas sensações.
Eu - arregaçado naquele pau, deitado preguiçosamente sobre o corpo enérgico de Peter, roçando meus lábios na pele suada de seu pescoço, fungando seu cheiro - concentro minhas vontades na ala inferior e ergo meus quadris, marejando conforme deslizo para cima na circunferência grossa.
Vendo Peter reagir com aumento no volume, intensifico meu aperto em sua boca.
Pairando na ponta, desço potente, esmagando as bolas inchadas abaixo de mim.
Peter praticamente grita, se libertando da minha contenção. — Droga! Não consigo… – ele me abraça com força, pressionando nossos peitorais juntos, e aninha a cabeça na curvatura do meu pescoço, choramingando lá. — Amor, por favor! Eu não vou aguentar, eu não… Amor!
Ele arranha minhas costas, jogando os quadris para cima, chocando sua pele palpitante contra minha bunda ávida enquanto desenha vergões.
A pele da minha barriga se estica a cada sentada, tornando aparente o contorno do pau dentro de mim. — Eu vou… – tento avisar, mas falho. Contraio intensamente quando gozo, me contorcendo. Não sou tão escandaloso quanto o Parker; meu gemido ressoa quase imperceptível. Reviro os olhos e tremo sob a pressão das mãos de Peter na cabecinha sensível do meu pau, impedindo que minha porra lambuze nossas roupas.
— Eu também! Vou te encher muito, meu lindo. – ele continua metendo, abraçando meu corpo molenga. Ofegante contra o ombro dele, molho a manga de sua camiseta com a baba que escorre da minha boca, meu corpo balançando com a movimentação. — Tá chegando… Porra! – Peter geme grosso, de boca fechada e dentes em atrito. Ele mantém o pau fundo dentro de mim; suas bolas contraem, impulsionando cargas de porra para o meu estômago. O abraço fragiliza, e os músculos tensos travam uma última vez antes de relaxar.
Vivencio cada latejar do cacete nas minhas entranhas, antecipando cordas extensas de esperma quente. Me sinto mais cheio conforme Peter goza dentro, deixando meu interior pesado.
Ele mantém o abraço, e agora, um tanto equilibrado, levanto minha cabeça, encarando-o de cima. Encontro um sorriso bobo esticando os lábios de Peter em meio a uma expressão aliviada. Rio fraquinho, beijando aquele sorriso.
Contra minha boca, soa a voz rouca do Parker. — Foi muito gostoso. Você é muito gostoso. Fazer sexo com você é muito gostoso. Sua bunda é muito gostosa. – ele morde meu lábio inferior, impedindo meu afastamento quando, corado, tento encerrar o selar.
— Deixa disso! – choramingo, soando pouco entendível. Esfrego minha bunda em sua virilha, fazendo-o suspirar e libertar meu beiço inchado. — Idiota. – escondo meu rosto em seu peitoral, tímido quando o tesão passa, ao contrário de Peter, que se intimida no fervor.
Ele tenta puxar o pau para fora do meu buraco, mas eu o impeço com um aperto no pulso.
— Enlouqueceu? Você gozou pra caralho. – é óbvio para mim, mas Peter me encara como se perguntasse "e daí?". — Se você tirar, meu cu vai virar uma torneira de porra. Sacou? – explico, olhando para o lado, vendo minha mochila no espaço vazio do banco. — Tem lenços ali. Fica quietinho e tenta não… amolecer.
Entretanto, antes de alcançar os bolsos, as janelas se abrem e o vento entra, trocando o ar abafado pelo fresco. — Foi você? – volto a encarar Peter, nós dois de sobrancelhas erguidas.
— Não. Pensei que tivesse sido você, que tá mais perto da janela.
— Mas as duas abriram!
— Então só pode ser o… Merda!
PETER 2
2° pessoa - presente | Palavras: 600
A mão pesada amassa a carne macia da sua bunda, dando origem a marcas no molde dos dedos. Você solavanca devido ao choque, conectando essa agitação ao contorcer irritadiço entre as cobertas, oriundo do calor incômodo que se alastra de dentro para fora e não cessa.
Você fixa os punhos fechados no peitoral suado de Peter ao que ele empurra os quadris para frente, forçando a cabeça grossa para dentro do seu anelzinho apertado. O estouro traz tremor. Suas pernas fraquejam, quase batendo os joelhos, mas Peter, já na entrada, exige espaço, afastando suas coxas e as mantendo arreganhadas, fazendo pressão em rumos paralelos.
Você se sente uma cadela no cio por ansiar, por querer mais daquela carne abrindo espaço dentro do seu corpo ávido. — Hmn — geme sôfrego, tendo de ser puxado para mais perto e esmagado pela corpulência de Peter para ficar quieto.
Ele desliza os centímetros restantes com tanta facilidade no caminho treinado, que, antes mesmo dos seus olhos se arregalarem, as bolas inchadas já sufocam sua abertura.
Parecia impossível algo tão grande caber em um espaço tão miudinho, mas aqui está você, esticado ao redor da circunferência rija que, atolada até o fundo, espanca seu limite.
Você geme forte, satisfação nítida na voz rouca.
Peter sorri de lábios colados, apaixonado pela sua versão derretida, sonso do tanto que atura na bunda. — Você gosta? — ele sussurra no seu ouvido. — Porra… meter em você é a minha coisa favorita no universo.
— Grande! Mui-muito gran… — você engole a última sílaba, engasgando na própria saliva e simplesmente desistindo de falar, impedido, como sempre nesses momentos, pelo pau cerrando suas entranhas.
Contra o abdômen, no exterior, Peter não sente apenas sua frontal e cacete negligenciado; ele também sente a pressão do próprio pau, que é grande a ponto de esticar a firmeza das suas paredes rugosas e projetar o contorno das investidas na sua barriga.
Você sente aquela piroca pulsar dentro do seu estômago, entrando e saindo numa velocidade inebriante, te reorganizando como bem quer.
O inchaço entre seus corpos enlouquece Peter; ele não consegue evitar se pressionar mais contra você, nem grudar seus lábios num beijo afoito enquanto roça no volume que ele mesmo implanta na sua barriga. A sensação deliciosa da língua molhada na sua boca faz você gemer, e o prazer do pau quente fervendo no seu interior atrai sua bunda rumo à pélvis que vem e vai.
Cada vez mais rápido, mais forte e com menos fôlego.
O pré-sêmen só não escorre da sua entrada porque está sendo estocado diretamente no seu estômago, como um aperitivo que atiça antes do prato principal.
Repetidamente, seu cuzinho é espancado com toda a força que o acúmulo de frustrações nutre, e a estrutura sensível balança por influência, pronta para extravasar.
No teor meloso das fanfics mais clichês, os abdomens contraem, gemidos falhos escapam, o suor rola e as bolas convulsionam no momento em que gozam ao mesmo tempo.
O pau grande de Peter jorra mares de porra grossa, alagando seu corredor trêmulo.
Apesar de atolado até o saco, é muito esperma, e um bocado acaba vazando por entre as bordas inchadas.
Estão crus.
O pau dele e o seu buraco, vermelhos feito sangue.
O dele, áspero, e o seu, macio.
Peter arrasta o pau vagarosamente para fora do seu calor, ainda grande e querendo mais, mas lhe dando a pausa que você aparenta precisar. Ele aproveita a vista, observando a protuberância na sua barriga se esvair aos poucos.
Entretanto, seguido do estalo molhado que acompanha a glande vermelha, o dedão dele ocupa o espaço, forçando a cachoeira de sêmen de volta ao âmago. — Você vai ficar com isso dentro de você quando for pro curso. – diz, temperando suas bochechas e lábios com bitocas.
PETER 3
3° pessoa - presente | Palavras: 1.1k
Deveria ter sido apenas um encontro romântico e um filminho até apagar, mas, quando Peter tem vontade, muito pouco é capaz de impedir que ele se sacie. Na volta do restaurante, a poucos metros da portaria do apê que dividiam, Peter pulsava de vontade.
Os dois rapazes se profanam entre prédios, apalpando o corpo um do outro no escurinho de um beco.
O distinto é que eles não estão com os pés no chão.
As solas de Peter, assim como os joelhos, estão coladas à parede do edifício, sendo esses os quatro principais pontos estáveis. A cinco andares da superfície, ele suga os lábios do namorado com gosto, aperta a cintura dele em um abraço inquebrável e certifica-se de esmagá-lo contra os tijolos, peito a peito aglutinados.
M/n tem as coxas esticadas ao encaixe de Peter, com os pés entrelaçados na lombar empinada do namorado-aranha e os braços cercando o pescoço tensionado. — Vamos logo pra dentro. — M/n tenta se pronunciar durante o beijo e quase chora de frustração ao insistir na fuga dos lábios pirralhos e falhar.
Quando não está de olhos fechados, M/n encara as íris castanhas do Parker e ignora as direções que apontam para o concreto falho do chão, evitando, assim, a vertigem.
Porém, sentindo a calça e a cueca serem arrastadas para fora do corpo e algo quente pressionar sua entrada exposta, M/n abaixa o olhar com os globos saltados, deparando-se com a cabecinha grossa do pau de Peter alargando seu anel tenso. — O que… – naturalmente, M/n levaria a mão ao quadril do outro para transitar a investida, mas, só de imaginar mover qualquer parte do corpo que não seja o pescoço, M/n fica tonto.
Peter, com a glande fincada na entradinha relutante, libera uma lufada de ar quente contra o pescoço de M/n. — Eu sei, eu sei! Mas… tá me incomodando tanto, mozi. Diz que posso meter? Por favor! – Peter não é composto apenas dos superpoderes que usa junto ao traje nas ruas; ele também é super no relacionamento com M/n, manha e persuasão sendo algumas de suas habilidades. — Você tá mais tesudo que o normal hoje. Tô me segurando desde que vi você arrumadinho pra gente sair.
O corpo de Peter esquenta tanto, e a rigidez que ele busca amenizar, mesmo que, até então, só no raso, deixa o interior de M/n em tamanho fervor que ele sequer sente a brisa gelada agredindo a pele nua. — Mas… a janela do nosso apartamento tá literalmente do nosso lado! É só abrir e entrar! – com um simples virar de cabeça, M/n vê a moldura retangular, o abajur que esqueceu ligado emitindo luz através do vidro.
Peter chia com os lábios cercando uma das bochechas de M/n. — Eu não consigo esperar mais, não dá! Preciso sentir você! – ele morde a carne corada, afundando os dentes com força no macio, parando apenas quando o namorado choraminga e estremece. — Vai… fala que aguenta tudinho… – sussurra, lambendo as marcas de dente que implantou na região sensível.
O ardor na bochecha abocanhada gera lágrimas no canto dos olhos e pré-porra na fenda do pau de M/n. — Mas é arriscado demais! Você é tão enérgico quando me fode, e se nós cairmos? – apesar de tanto latejar, M/n encontra-se empatado pelo lugar, posição e ausência do prévio.
— Já saí saltitando entre esses prédios com coisa mais pesada. Segurar você aqui é molezinha. – Peter sussurra lábio a lábio, atritando os rosais. — Relaxa.
— E se eu não aguentar? É tão…
— Grande? Grosso? Gigante? Qual dos três G's você vai usar? – ele sorri de ladinho com o revirar de olhos que recebe do namorado, que já tem as íris configuradas para alcançar a nuca sempre que Peter cita a própria magnitude no meio das pernas. — Você vai se arrepender se eu parar, não vai? – Parker eleva a intimidação no interior de M/n, empurrando centímetro por centímetro vagarosamente, esticando a borda quentinha aos poucos.
— Merda… – M/n sussurra para si mesmo, fitando os olhos famintos de Peter com as sobrancelhas caídas, praticamente implorando para ser consumido.
Cheios de tudo há quase duas semanas, os rapazes não tiveram tempo para explodir, e agora não dá mais para atrasar o fogo que penaliza o cordão.
— Você gosta de ter um namorado grandão, sabe que gosta! E gosta ainda mais quando faço do meu jeito, né? Adora quando queima… – Peter sussurra, rouco, na orelha daquele que mói às lágrimas. — Então só me deixa… – cala quando mete até as bolas.
M/n grita ao ser alongado até não poder mais, interrompendo a si mesmo em seguida, forçando a língua e os lábios para dentro da boca. — Nngh, porra! – geme baixinho, afundando o rosto no ombro do namorado, amassando as roupas dele com os punhos contraídos no pano.
Peter puxa o quadril para longe do aconchego, mantendo apenas a pontinha, e bate com tudo novamente. O ritmo perdura, forte e gradativamente mais rápido.
Machuca o modo como Peter prende o parceiro na parede e o abraça, cria marcas, mas não dói em M/n, porque no momento, tudo é maravilhoso demais.
A boca de Peter, entreaberta no vão do pescoço que ama fungar, libera gemidos ininterruptos, soltos no ritmo de cada estocada, vindo mais altos de acordo com o quão gostosa foi a botada, e o volume não para de aumentar. O interior apertadinho, contraindo grosseiramente a fim de expulsar o caralho maldoso, deixa Peter no limite; ele não vai durar muito.
M/n está agarrado às costas do namorado com braços e pernas, a ponto de babar e soluçar, não aguentando ter sua próstata judiada pela cabecinha atrevida do pau grosso de Peter.
As roupas impedem de ver, mas, abaixo delas, uma saliência distende os limites de M/n a cada investida, desaparecendo quando Peter retorna o caminho antes de atolar toda a carne latejante na caverna rugosa outra, outra e outra vez.
— Cacete! – mesmo no topo, o Parker se manifesta com a voz mansa e, dessa vez, mais chorosa que nunca. Contraindo toda a musculatura, de olhos marejados e estrutura trêmula, Peter goza dentro de M/n. — Foi mal… Não consegui segurar, tava tão gostoso! – balbucia, diminuindo a velocidade até parar, mas segue fundo no calor, jorrando linhas grossas de esperma.
O buraquinho de M/n está cheio de Peter, e é tanto que escorre, pingando da entrada inchada rumo ao chão do beco.
Mesmo atingindo o ápice muito antes do namorado, Peter tem porra demais acumulada nas bolas e pretende gastar até secar.
——— --- ·
Gostaro?
Se possível, falem aí pra mim qual tipo de narração vcs preferem (primeira, segunda ou terceira pessoa)
Eu PRECISO equilibrar a quantidade de palavras! 😭
—★🎭📂: Masterlist
—★💋📂: HOT masterlist
#marrziy!fics#peter parker#male reader#imagine#leitor masculino#imagines#x male reader#bottom male reader#peter parker x reader#peter parker x male reader#peter parker smut#peter parker imagine#male reader smut#marvel x reader#marvel imagine#marvel smut#marvel x male reader#smut br#imagine br#imagines br#fanfic br#fic br#fanfics br#peter parker 1#Peter Parker 2#Peter Parker 3#spiderman smut#spiderman x reader
137 notes
·
View notes
Text
aún si percibe la inocencia que portan las palabras masculina, le es imposible no cuestionarse si es que es mínimamente consciente de la vorágine emocional que la asola. por fortuna, dentro de la índole positiva de la ilusión que cabalga a rienda suelta para provocar un histérico latir de corazón. ¿qué significa? la cuestión no llega a nacer de pétalos, muere en el pensamiento que la tortura con la ansía de saber si tienen la misma respuesta. no es el momento, ni lugar. por fortuna, el toque de nariz la devuelve al plano terrenal, imposible no soltar un gracejo sutil. ‘ ajá, veo que agarraste gusto a beneficiarte de que me ablandaste por completo ’ pues gestos semejantes sólo hubieran concluido en (tomando palabras de la mismísima surcoreana) asesinato. y, sin embargo, ahí está, consciente de que disfruta de cada instante de las acciones del mayor. tan fácil se ve en su sonrisa que no la oculta, hasta le da un cómico pequeño manotazo al verle guiñar. ‘ ¿estás generando expectativas? sí que has de extrañarme… ’ como sustentada por la responsabilidad del otro beltane, le sigue, dispuesta a seguir los pasos de la mujer que, en efecto, lo son: ‘ un match perfecto ’ el minino parece percatarse también, pues maulla insistente hasta que, de inmediato, capta la intención de la tercera. esta, que se acerca a robar el felino de los brazos de namra, llora y abraza con efusividad al felino. esta agradecidísima, eso sí, los mil grazie por segundo bien lo manifiestan. antes de irse, le da dos regalos a namra: un beso en la mejilla que deja huella de pintalabios carmín, y una tarjeta. ‘ no me dio tiempo a procesar todo ’ cuando baja la mirada y lee, no puede evitar dedicar una sonrisa sardónica ante la cursilería. ‘ mira, eres tú ’ el dedo índice y el del medio sostienen el cartón publicitario de una cafetería que le ofrece. ahí, se lee: condividi due caffè e un tiramisù gratuito con la farfalla del tuo giardino! solo per oggi. ‘ ¿vamos? ’ desvía la mirada, un poco avergonzada, hasta aclara la garganta para disimular. ‘ se me hace raro estar separados, es todo ’
“¿Es que no lo logré ya? Pensé que esta cercanía significaba algo para nosotros.” Si bien el levantar de sus cejas sale en un gesto sutil, la sonrisa de Jasper sugiere que solo la está molestando. Aquella es una costumbre que se ha afianzado entre ambos con el pasar del tiempo, y al sentirse alejado en medio de tantas clases y esta misión en parejas, él encuentra un alivio para el pequeño vacío en su pecho. ¿Qué nombre le ponía a esa sensación? ¿Acaso les estaba extrañando? Podía decirse que sí (a Namra, más). “Ah, pero es que me gusta esa cara amargada tuya. La manera en la que se te arruga la nariz...” Y con la mención, su dedo índice da un toquesito a la punta con suma suavidad. Su intento por no romper en una sonrisa, sin embargo, lo encuentra inútil. “Encontremos a le dueñe del minino y ya veremos qué puedo hacer para que no parezcas el gif de ese gato que siempre mandas...” Sugiere, dándole un pequeño guiño antes de mirar hacia uno de los costados. “Yo digo que la señora de allá algo tiene que ver. ¿Será que su abrigo es para hacer match con el gato?”
#conversación.#con jasper.#debería darme vergüenza alargarme tanto ...#pido perdón [deja una flor de soborno]#es que los adoro aaaa
50 notes
·
View notes
Text
20 anos depois eu levei no cuzinho. (Out-2024)
By; Lizandra
Oi, me chamo Lizandra, tenho 41 anos sou casada e tenho uma linda família, dois filho.
Casamos e vivemos até hoje felizes, mas nossa vida sexual já não é a mesma, nem de longe pra falar a verdade, meu marido tem 57 anos e o pic dele já esgotou, fica muitas vezes a ver navios (se que me entende!?).
Passei a trabalhar apenas em meio período e com o tempo livre na parte da tarde eu acabei me aventurando em conhecer pessoas, de preferência de outros estado e conversar sobre sexo e gozar.
Conversando com um cara começou a me dar uma vontade enorme de dar o cuzinho, depois de muito gozar conversando com ele essa passou a ser a minha meta, mas meu marido meteu no meu cuzinho pela ultima vez a uns 20 anos atrás e depois disso nunca mais...
Conheci através de um comentário em uma foto minha um rapaz de uns 22 anos e daqui do estado mesmo, trocamos whats e conversamos por dias, sempre sobre sexo, com vídeo chamada e ele gozando pra mim.
Numas das nossas conversas perguntei se ele não tinha desejo de me conhecer pessoalmente e se quisesse poderíamos marcar num lugar movimentado e batemos um papo pessoalmente e se conhecendo melhor ainda, ele topou, marcamos o dia e hora no shopping que daria acesso fácil para os dois e ao chegar ao local e ao vê-lo de longe me aproximei, me apresentei ao apertamos a mão sentir que ele estava com a mão suada e tenso, eu ri e disse que era apenas um encontro formal que não tinha porque ele ficar nervoso daquele jeito e que eu não iria fazer nada que ele não quisesse.
Paramos na praça de alimentação, pegamos um lanche e conversamos muito e não demorou ele mesmo entrou no assunto de ter uma relação com uma mulher mais velha, então me aprofundei na conversa relatei meu passado e que podia acontecer no presente e no final da conversar eu com liberdade perguntei se ele estava afim de ir para um motel comigo.
Ele topou e fomos, ao chegarmos ao motel, ele tímido sem jeito eu já segurei pelos braços puxando e comecei a beija-lo, ele não demorou me respondeu se entregando fui tirando a roupa dele devagar e logo a minha e ao ver aquele jovem de 22 anos, branco, 1,68 altura, corpo definido, bonito e ao ver que já estava de pau duro, que não era pequeno, o abracei sentido o seu calor e sentia sua rola encostar na minha coxas e ficando também excitada, ele começou a brincar com a minha buceta, alisando, metendo seus dedo e depois fomos para hidro.
Começamos a nos cariciar, se beijando o tempo todo e um dando banho no outro e extremamente excitados saímos do banho e fomos pra cama e ao deita-lo comecei a beijar descendo pelo seu pescoço o mordendo devagar e descendo pelo seu lindo corpo cheguei ate seu pau que estava super duro de tanto tesão, comecei a saboreá-lo com muito gosto, ele se contorcia, gemia o tempo todo de tesão e eu não me aguentava mais de tanta vontade de sentir ele dentro de mim, mais precisava dar primeiro um bom trato e não demorou ele pediu pra deixar meter na minha buceta. Antes eu pedi que ele chupasse minha buceta, que adoro, ele concordou me posicionei com minha bunda pro alto ele metendo aquela língua quente eu gemia e rebolava na boca dele de tanto tesão que ele me proporcionava já que não aguentava mais era eu e pedi que ele me comesse bem gostoso naquela posição mesmo.
Ele se levantou se ajeitou atrás de mim e ao sentir sua mão segurando a minha cintura eu viajei de tesão, ele encostou sua rola na entrada da minha buceta e meteu, que delicia, um pau novinho e duro me comendo, eu rebolava, pedia mais forte, levei tapas na bunda que deixaram marcas (eu sempre adorei ficar de bunda vermelha)
Mas eu não queria so na buceta, estava com tanto tesão que queria levar rolada no cuzinho, eu pedi a ele pra comer meu cuzinho, eu vi a alegria no seu rosto.
Ele tirou seu pau da minha buceta, lambeu e cuspiu no meu cú, quando ele encostou a cabeça da sua rola no meu buraquinho eu me estremeci todo e ao começar empurrar logo veio aquela dor.
Já eram mais de 20 anos sem levar uma rola no rabo e estava lacrado e apertado, relaxei, ele foi empurrando e a dor aumentando ate que a cabeça dele passou, dei um gritinho normal, ele parou, respirei fundo, ficamos ali parado por uns segundos e logo eu comecei a rebolar bem devagar, ele começou a empurrar e sentia meu buraco engolir aquilo tudo cm por cm bem devagar bem gostoso, ele gemia e elogiava que estava gostoso demais e logo que botou tudo sentir seus ovos encostar na minha bunda como sinal que estava tudo enterrado em mim. Ele começou a socar meu cu e eu rebolava o tempo todo, ficamos um bom tempo e sentia quando ele ia gozar ele parava pois não queria gozar logo, assim ficamos um bom tempo fodendo gostoso e trocamos algumas posições eu meu cuzinho já tinha cedido a espessura e tamanho do pau dele, eu não sentia mais dores, somente prazer e muito tesão de estar sentido um homem gostoso dentro de mim depois e longos anos de jejum.
Não conseguiu mais aguentar, sentia que ele gozava dentro de mim, pude sentir os jatos de porras que ele depositava no fundo do meu buraco que foi uma delicia, muito leite.
Ele deitou em cima de mim esperando amolecer pra tirar e saindo, e quando me levantei sua porra escorreu pelas minhas pernas de tanto leite que ele tinha armazenado dentro de mim, ele deitou do meu lado e nos beijamos ardentemente e ele me contava que foi maravilhoso e delicioso e que nunca esquecera daquele dia.
Tomamos um banho comemos e bebemos alguma coisa e ainda rolou mais umas vezes, depois saímos do motel e voltamos ao shopping, e depois vim pra casa ainda de cuzinho piscando e ardendo.
Enviado ao Te Contos por Lizandra
77 notes
·
View notes
Text
🌀
#martin urrutia#madrid#guapísimo 😍#mil expresiones por segundo#lo adoro tanto#que Martin modelo se haga realidad por favor 🙏🏽🕯️🛐#ese rostro tan expresivo y esa mirada de muerte no puede desaprovecharse
2 notes
·
View notes
Text
Depois do Expediente
Uma jovem confiante se sente inexplicavelmente atraída por Esteban, seu reservado e mais velho colega de trabalho.
(Eu simplesmente amei escrever isso, e espero que vocês gostem o tanto quanto eu)
Avisos: Diferença de idade, conteúdo sexual (nada explícito) e menções leves a exaustão e saude mental.
Masterlist
A brisa da noite tornou-se sua única companhia durante o trajeto até o ponto de ônibus. Os gritos do seu chefe, ouvidos mais cedo, ainda ecoavam em sua cabeça, enquanto você lutava contra a rotina repetitiva de acordar, trabalhar e dormir. Mal comia e não bebia água de forma saudável.
Foi então que Esteban Kukuriczka foi transferido para o seu setor, você começou a querer se cuidar, passar mais perfume e comprar roupas novas.
Ele era uns 10 anos mais velho, alto e magro, sempre com os óculos na ponta do nariz, transmitindo a imagem de alguém com muitos diplomas, enquanto você tentava terminar sua única graduação. Algo nele despertava sua curiosidade: os dedos longos e ágeis, e a falta de aliança no anelar.
Você tentava se aproximar, oferecendo café ou um sorriso amigável, mas Esteban parecia preferir se manter distante, respondendo de forma séria e cordial, mas com uma barreira invisível entre vocês.
Uma colega comentou que ninguém sabia onde ele morava, e havia quem jurasse que ele passava as noites em um hotel, o homem nunca Socializava no almoço ou participava de atividades em grupo.
A pressão aumentou na empresa devido a uma nova demanda de projetos. Por serem os únicos no setor, vocês começaram a tirar horas extras, trabalhando em uma sala de conferências enquanto o resto do predio se encontrava vazio.
O silêncio era preenchido apenas pelo som dos teclados e o zumbido das luzes fluorescentes.
— 22:00, acho que está bom por hoje — você disse, levantando-se com dificuldade. Esteban, surpreso, ajustou os óculos.
— E você? Não vai parar por aqui também? — você perguntou.
— Sim, só preciso salvar mais essa planilha — ele respondeu.
Após alguns minutos, você ouviu a máquina dele desligar. Enquanto caminhavam até o elevador, você perguntou:
— Aceita um café? A lanchonete do outro lado da rua está aberta.
— S... Sim — ele respondeu, hesitante.
Na lanchonete, o aroma do café fresco envolveu vocês. Você pediu um expresso duplo, e Esteban um cappuccino, ambos para viagem.
Depois de pagar, vocês saíram. O ar fresco da noite contrastava com o calor do lugar. Enquanto caminhavam, você decidiu perguntar:
— O que você gosta de fazer nas horas vagas?
Ele pareceu surpreso.
— Eu... gosto de ler, principalmente ficção científica.
— Sou fã de romances — você disse, dando um gole no café. — Tem algo sobre emoções e relacionamentos que me fascina.
Esteban olhou para o chão, pensando.
— Isso é... interessante. Nunca li muitos romances.
Você sorriu, tentando encorajá-lo.
— Se quiser experimentar, posso te recomendar alguns. Adoro Jane Austen.
Ele hesitou, mas um pequeno sorriso surgiu.
— Ouvi falar dela. Talvez eu deva tentar.
Com um impulso de coragem, você decidiu dar um passo adiante.
— Que tal trocarmos números? Assim posso te enviar algumas recomendações.
Ele parou, surpreso, mas concordou. Enquanto digitava seu número, seus dedos tremiam levemente.
Na mesma noite, você mandou uma mensagem para Esteban, ansiosa e surpresa com a desculpa que havia dado para conseguir seu número.
A expectativa quase fez seu coração parar, e a resposta finalmente chegou, com breves conversas sobre livros. A timidez dele ainda era palpável.
No dia seguinte, no trabalho, Esteban se comportou da mesma forma cordial de sempre, o que a deixou um pouco chateada.
Ao longo da semana, você continuou enviando mensagens, calculando cuidadosamente o que dizer para não parecer desesperada, e notou que ele começou a se sentir um pouco mais à vontade com você.
Com o tempo, as conversas evoluíram de livros para filmes, músicas e fotografias. A interação começou a chamar a atenção dos colegas, que comentavam sobre como você havia conseguido se aproximar do homem até então intocável. Você disfarçava sua quase paixão platônica e respondia com desculpas.
Após algumas semanas, vocês passaram a tomar mais cafés juntos. Esteban até te emprestou um livro de Isaac Asimov, o que a fez se sentir mais à vontade para fazer perguntas mais pessoais.
— O que te inspirou a trabalhar no nosso setor? — você perguntou certa vez.
Ele hesitou.
— Sempre fui fascinado por como as coisas funcionam, como um quebra-cabeça.
Aproveitando a abertura, você perguntou:
— E onde você mora?
Ele parecia surpreso, mas respondeu:
— Moro em um apartamento perto. Não muito longe.
— Que legal! Eu moro a cerca de 20 minutos de ônibus — você disse.
Após alguns dias, você soube que uma feira de livros aconteceria na cidade no fim de semana. Era a oportunidade perfeita para se aproximar mais de Esteban.
— Você gostaria de ir à feira de livros comigo no sábado? — você perguntou.
Ele hesitou.
— Ah, eu… não sei…
— Vai ser divertido! Podemos conhecer lançamentos juntos — você incentivou.
Após um momento, Esteban assentiu, um sorriso tímido surgindo.
— Tá bom, eu aceito.
Finalmente, chegou o dia. Quando você avistou Esteban te procurando no meio da multidão ansiosa por livros, um sorriso iluminou seu rosto.
Era estranho vê-lo fora da roupa formal do trabalho, mas ele parecia ainda mais atraente. Seu cabelo caía sobre a testa, e ele exalava uma aura de nerdismo que você achava encantadora.
— Esteban! — você o chamou.
Ele se virou, um pouco surpreso, e, ao te encontrar, apenas olhou para você.
— Oi! — ele disse, sua voz tímida.
— Pronto para explorar? — você perguntou.
Vocês percorreram a feira, explorando clássicos e lançamentos, e até comeram algo. Ao final do dia, cansados, esperaram o ônibus enquanto seu coração acelerava, percebendo que Esteban talvez nem tivesse notado seus sentimentos.
Entraram no ônibus vazio, e o caminho foi silencioso.
— Esteban, eu gostei muito de passar o dia com você — você disse, lembrando que não fazia uma pausa do trabalho há muito tempo.
— Foi legal — ele respondeu timidamente, mas com um toque de empolgação na voz.
Você olhou para os lábios dele por um momento. Será que deveria...?
Sem pensar duas vezes, você o beijou. Não foi nada grandioso, apenas um toque rápido.
— Eu realmente gosto de você — você sussurrou, ainda perto do rosto dele.
Esteban se afastou, a cabeça baixa. Um frio na barriga tomou conta de você, pensando que havia cometido um erro.
— Aqui é o meu ponto — ele disse, sem expressão, fazendo sinal com a cabeça para se despedir.
Você também fez um gesto de despedida, observando-o descer do ônibus e se afastar até se tornar invisível.
Você não mandou mensagem quando chegou em casa, tomada pela vergonha, e passou o resto do final de semana na cama, remoendo o momento.
Na segunda-feira, você teve que encará-lo. Ele a tratou como sempre: "Bom dia, tudo bem, obrigado." As palavras habituais saíram de sua boca, e quando você o encarava, desviava o olhar sempre que ele a pegava. Esteban era sua obsessão; você precisava dele.
Era a última semana em que vocês teriam que tirar horas extras, como de costume. Assim, você e Esteban se encontraram na sala de conferências, tarde da noite, como no começo.
— Desculpe pelo que aconteceu no ônibus — você disse, parando de digitar, mas sem olhar para ele.
Ele hesitou por um momento, a mão parando sobre o teclado. Então, respirou fundo e disse:
— Ah, não se preocupe com isso. Às vezes, as coisas... acontecem.
Você sentiu que a tensão ainda estava no ar.
— Eu apenas projetei algo na minha cabeça que você não é obrigado a seguir — você disse, tentando soar leve, mas sua voz traiu um pouco da insegurança.
Esteban chamou seu nome, e ao olhá-lo, você percebeu que ele se levantava da cadeira. Ele se aproximou, e antes que pudesse processar, suas mãos encontraram seu rosto enquanto ele te beijava lentamente, com pura vontade.
Você também se levantou, ficando na ponta dos pés por conta da altura. Abraçou-o com força, mantendo os lábios unidos aos dele, sentindo a intensidade do momento aumentar.
Esteban era feroz e ao mesmo tempo melancólico; suas mãos grandes desceram pelo seu corpo até se encontrarem com suas costas. Ele se afastou do beijo para respirar, e você o olhava, tentando entender que esse era o mesmo Esteban por quem você havia se apaixonado todo esse tempo.
Então, você o puxou, andando para trás até se sentar na mesa do computador, com Esteban em pé entre suas pernas.
— Por onde você esteve? — você perguntou, segurando-o pela gravata.
Estava enlouquecida pela paixão que crescia cada vez mais, e ele respondeu com a voz rouca, quase um sussurro:
— Estive aqui... sempre aqui.
Ele se inclinou lentamente, os lábios voltando a encontrar os seus, mas dessa vez com uma suavidade que contrastava com o desejo contido. Seus dedos entrelaçaram-se nos cabelos dele, e a gravata escapou de suas mãos quando ele a puxou para mais perto.
O momento se intensificou e vocês se entregaram um ao outro ali, na mesa do computador, deixando o mundo ao redor desaparecer. A cada movimento, pilhas de papéis e canetas caíam ao chão, mas nenhum dos dois se importou com a bagunça crescente.
No final, a sala era um completo caos: papéis espalhados por todos os cantos, peças de roupa jogadas ao acaso, cabelos desgrenhados, e marcas de batom rubro ainda visíveis nos lábios de Esteban. Vocês riram baixinho ao olhar a cena, e Esteban se inclinou para te dar mais um beijo, dessa vez suave, como quem queria te reafirmar que estava tudo bem. Esse beijo fez seu coração disparar novamente, até que a realidade do momento se impôs.
—Vamos arrumar esse lugar — ele disse, olhando ao redor com um leve sorriso.
Você levantou, reunindo suas roupas e as vestindo peça por peça. Já recompostos, vocês se ocuparam em organizar a bagunça da sala, tentando retomar a formalidade do ambiente. Mesmo assim, a cada poucos minutos, você lançava um olhar para Esteban, quase sem acreditar no que havia acontecido ali.
Na volta para casa, você desabafou, contando a ele como o admirava em segredo, mesmo antes de conhecê-lo a fundo. Ele ria timidamente, com as bochechas coradas, enquanto ouvia cada palavra. Quando chegaram ao ponto de ônibus, você olhou para ele, seu coração acelerando mais uma vez, e propôs, com um sorriso:
— Quer ir pra minha casa?
Gente desculpe qualquer erro, meu celular está funcionando pela misericórdia de cristo, foi muito difícil corrigir isso pq ele simplesmente não me obedece.
Dividers: @cafekitsune
#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka x reader#esteban kukuriczka x you#esteban kukuriczka smut#lsdln cast#enzo vogrincic#lsdln#lsdln x reader#a sociedade da neve#simon hempe#felipe otaño#lsdln fanfic#lsdln smut#lsdln imagine#esteban kukuriczka imagine
67 notes
·
View notes