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Aspectos físicos pueden afectar la comunicación inalámbrica

La popularidad de las redes inalámbricas se debe principalmente a su comodidad, rentabilidad y facilidad de integración con otras redes y componentes de red. Las redes inalámbricas se han consolidado como una tecnología imprescindible. Con la llegada de la pandemia y la implementación del trabajo remoto, las redes inalámbricas se han convertido en una herramienta muy útil para los trabajadores remotos y para la continuidad de las compañías.

Seguridad: Si una red inalámbrica no se instala correctamente o no se mantiene correctamente, puede causar graves amenazas a la seguridad. Una red inalámbrica no requiere la conexión de componentes físicos como los cables, sólo necesitan un adaptador inalámbrico, lo que aumenta automáticamente el riesgo de piratería informática, ya que los hackers pueden tener fácil acceso a la red.

Ancho de banda limitado: las redes inalámbricas no pueden soportar VTC o videoconferencias ya que tienen un ancho de banda mínimo. También tiene una capacidad de expansión limitada, ya que no hay un espectro inalámbrico que ocupar.

Velocidad: Transferir o compartir archivos es mucho más lento en una red inalámbrica. La velocidad también depende de la ubicación del usuario con respecto a la red.

Son propensas a las interferencias: Las redes inalámbricas son muy propensas a las interferencias; por lo tanto, la niebla, la radiación, las señales de radio o cualquier otra interferencia similar pueden causar un mal funcionamiento en una red inalámbrica. Además, cuando hay demasiados usuarios en la misma zona, la banda aérea por la que se transmiten las señales puede sobrecargarse.

Alcance: El área de cobertura de una red inalámbrica es mínima. Un router inalámbrico típico permite que los usuarios que se encuentran dentro del rango de 45 a 90 metros puedan utilizar la red.