Text
Presagio
Me fastidia todo. Me fastidia cómo siento el estómago a partir de nuestras últimas conversaciones. Me fastidia no saber qué hacer y decir. Sabes, me fastidia no haber notado lo lo mucho que me gustas. Me fastidia pensar así, porque a pesar de no conocerte tanto, me das la impresión de ser bueno. Me fastidia que seas exageradamente amable, atento y adorable. Me fastidia tu voz calmada y cómo puede hacerme sentir ridículamente tranquila. Me fastidia tu mirada, tienes unos ojos enormes, horribles, brillantes y bonitos. Me fastidia haberlo notado en este momento. Me fastidia que te gusten cosas que a mí no. Me fastidia, porque incluso con todo eso, me agradas, pero es inevitable no saber cómo reaccionar. Me fastidia no saber sostener una conversación normal contigo, es que no sé, yo siempre la cago, ¿Verdad? Fuck, me fastidia sentirme así, completamente defenseless. Pero lo que más me fastidia es cómo me he dejado llevar por una idea, cruzando por encima de mis límites y ahora debo reconstruirme otra vez, porque tú me buscaste primero y yo acabo de caer. No podrías imaginar cuánto me fastidia lo que me cuesta aceptar que la tonta fui yo. Ni siquiera cuánto más me fastidia cómo me puede doler, porque no tiene sentido que me gustes así.
A mí no me pasa así. Solo quiero que pase.
Actualización 2025: Fue peor de lo que pensé. Pero pasó.
0 notes
Text
Agua Santa
Por mucho tiempo me sentí una criatura del océano. Fue hasta desarrollar inseguridades con mi imagen que no volví a una playa y le agarré algo de miedo al mar. Vamos, no es que antes no lo tuviera. De semilla le tuve miedo hasta los casi cuatro años, y cuando cumplí ocho le temía a la idea de ver el mar sobrepasar sus ‘límites’. A esta edad le temo a la idea de no saber, a la idea de ensuciarme y salir con olor a sal y la piel agrietada o la idea de maltratar más mi cabello; pero sobretodo. A la idea de perder el control sobre dónde está ingresando mi cuerpo. A sumergirme en ese líquido tambaleante y dejarme llevar sin saber hasta dónde o si podré regresar. A sentirme. Desprotegida.
He olvidado qué se siente pisar la arena caliente o las rocas húmedas y no creo poder flotar, siempre creí que me hundiría; a pesar de saber cómo nadar. He olvidado mucho de mí. A veces me llegan recuerdos como flashes repentinos y usualmente me hacen gracia, pero a veces, en ocaciones muy específicas no sé cómo sentirme con ellos. Es una mezcla de arrepentimiento, tristeza. Y miedo. A veces me hacen llorar y a veces eso me hace sentir. Desprotegida. Es frustrante cuando no puedo identificar qué siento, porque sé que siento algo, pero tengo miedo de llegar a algún lugar con poco espacio para mis emociones grandes. Y no tener control sobre la situación. Porque puedo ser muy dura, muy analítica y honestamente no me gusto cuando soy así, pero cuando me encuentran, soy agua. Y conecto océanos para estar siempre, los mismos océanos que puedo crear con mis lágrimas. Unos océanos en los que temo ahogarme por. Perder el control. Y quedar otra vez desprotegida. Absolutamente desprotegida.
Tengo miedo de ser. Agua. El agua que siente todo innecesaria e irreparablemente. El agua que es difícil de tener, que golpea con sus olas y se desarma al ingresar en su interior. Ese tipo de agua. La que confía su protección a las rocas; la que no corre, pero no se detiene. La que tiene miedo. Yo. Tengo miedo de descubrirme donde no me quieren conocer, donde soy nada y quiero dar todo; tengo miedo a desnudarme y ser reducida a una imagen. A un cuerpo. Un cuerpo es un deseo y. Yo soy real. Un cuerpo no se puede querer y un deseo es fuego que destruye en las manos equivocadas. Tengo miedo a no tener miedo. De llegar desarmada, sentirme cómoda y caer ilusa en creer que podré fluir y ser. Agua.
Quisiera sentir menos. No puedo. Mírame, estoy descontrolada y la verdad no me importa. Siento una tempestad interna que no puedo explicar ¿Cómo es que duele si no me debería sorprender? ¿Cómo es que quiero si me sobrepasa? Soy un mar de emociones que no entiendo ¿Quién me entiende a mí? Quiero que me entiendas. Quiero que me sientas. Quiero que sepas que soy agua. Transparente, inofensiva, tan fácil de encontrar. Frágil. ¿Me puedes sentir? Soy un espacio seguro, me he dejado ser agua. Para renovar. Para sanar. Para proteger. Yo te protejo. Soy una gota de fantasía, confío en mi intuición. Para expandir. Para crear. Para reconectar. Yo me libero. Dejo que mi niña desprotegida salga a gritar que es real, que quiere demasiado y espera que la quieran hasta la última cicatriz; que tiene miedo a ser rechazada y que necesita un abrazo, esta vez no se opondrá. Yo la perdono. La siento. No quisiera sentir menos. ¿Puedes verme? Estoy descontrolada y si me importa; he quedado en medio del océano. Me has devuelto al mar. Para ser agua. Agua Santa.
Siempre, Shirley
xxx
Gracias.

1 note
·
View note
Text
Regresé
He vuelto a escribir. Quién diría. Entre procesar lo que tengo, y entender cómo me siento en relación a “las cosas que pasan” he llegado a la conclusión de que odio escribir. Es que no hay una forma de comunicación más unilateral. Es como tener la carta en frente con un millón de palabras que pueden significar mucho y terminar siendo nada, porque un texto si suena a “me vas a leer y lo único que te queda es ponerme atención”. Y a mí si me importa lo que digo... Hubo un tiempo donde no podía dejar de hablar, donde mis labios podían disparar una cantidad indefinida de palabras. Palabras que significaban nada. Pero cuando realmente quería. Necesitaba decir algo importante como ‘no quiero’, ‘date cuenta de que estás hablando con un ser humano’ o ’quédate’, no podía. A mí me gusta hablar, goddamn me encanta hacerlo, porque no me permite sobrepensar a diferencia de cuando escribo que se me complica por si me dejé entender, si es que no fui muy dura, si es que pueden identificar cómo me siento; porque me importa eso. Por encima de todo que me puedan entender. Y no sé. Creo que por eso prefiero la conversación en tiempo real. En la realidad real. O por llamadas o audios, I like that shit. Soy ese tipo de persona. No me malentiendan, me encantan las cartas, la fantasía de intimidad que da creer en el esfuerzo por encontrar palabras bonitas, es magia; pero yo me refiero al texto como forma de diálogo itself, si eso tiene sentido. Lo tiene? Es que resulta imposible interpretar a una persona a través de un texto virtual, no sé si me dejo entender, pero tal vez notan que hoy parece como si todo significara lo mismo. Cada. Reacción. Tiene. El mismo significado: Si no te responden significa esto, si te responden con esta palabra significa esto, si te miran de esta forma significa esto... como si todos fuéramos un producto de la misma fábrica, y olvidamos que nosotros no percibimos el mundo real, percibimos lo que somos. Procesamos todo en base a nuestras experiencias, a nuestros miedos y frustraciones. Y nunca nos detenemos a preguntar a qué se refiere, qué hace y porqué. Antes creía que mi silencio podía significar algo fácil de interpretar, pero no significó nada, porque nunca lo expliqué y me hice daño. No lo había dimensionado hasta entender que si me importaba algo debía ir a por ello y no ahogarme en ideas falsas u opiniones que cuestionaran mi intuición. Es porque tenía tengo miedo, pero es normal sentir miedo por encontrar algo que no esperamos; sin embargo, es mejor encontrar una verdad que inventar una. Y sé que tal vez no recibiremos una respuesta en concreto, pero el nivel de paz que trae saber que intentaste te quita un peso enorme. Y hasta te devuelve el hambre, pero si, hablo por mí.
El medio no siempre es el mensaje, a menos que sepas comunicar(te).
Siempre, Shir. xx

1 note
·
View note