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...oh, okay... I guess not
[Old door creaking sounds]
...is anybody here?
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This is the magic lucky word count. Reblog for creativity juice. It might even work, who knows.
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Well... @ailenuspot
[The Day] || Bangchan, Stray Kids (ESP)
(This mini moodboard is made by me; I don’t own any of the pics.)
• Miembro: Bangchan
• Grupo: Stray Kids
!! • Aviso: Mención de comida, ligeras implicaciones de problemas de autoestima y/o ansiedad; Y/N es afab para ir a juego con la persona para la que está escrito esto principalmente
• Sinopsis: Ha llegado el día de tu cumpleaños. Tu novio Chan es muy detallista y se ha encargado de planear todo con dos meses de antelación. Desde los regalos hasta las personas a las que va a invitar a la fiesta, porque va a ser un evento inolvidable.
[Nota: Los títulos de las canciones estarán enlazados al vídeo en youtube :) Este escenario es un regalo para @ailenuspot por su cumpleaños que viene bastante tarde, el pastel entró en el horno en el 2022 y acaba de salir ahora, por lo que puede que su sabor ya no sea tan bueno como podría haber sido desde el principio. Sin más que añadir, ¡feliz cumpleaños! <3]
"Vamos, Y/N, Chris está fuera con el coche. No podemos hacerle esperar más", dijo Hannah tirando de tu brazo, para sacarte de la habitación.
"No puedo, este vestido me queda horrible, ¿tú has visto a tu hermano? Es una obra de arte con piernas. No puedo presentarme con estas pintas", dijiste intentando bajar la cremallera de la espalda para probarte otro.
Hannah te agarró las manos y las sostuvo firmemente frente a ti, frunciendo el ceño.
"Y/N. Primero, no estás horrible, eres y estás preciosa, Chris te seguiría queriendo y viendo igual de bonita aunque fueras a la fiesta con una bolsa de basura como vestido. Y segundo, me ofende muchísimo que ignores esta belleza divina que tengo. ¿De dónde crees que le viene a él?", dijo intentando contener la risa tras las últimas palabras, para, acto seguido, soltarte las manos y darte un par de palmaditas suaves en la mejilla.
Te miraste una última vez en el espejo, intentando procesar las palabras de tu amiga y teniendo un debate interno sobre si realmente sería mejor vestirte con una bolsa de basura en lugar de aquel vestido de tirantes rosa.
Volvió a tirar de tu brazo, aprovechando que estabas distraída y, finalmente, consiguió sacarte de la habitación, ignorando tus protestas. Le seguiste hacia la salida, cogiendo ambos bolsos por el camino para no olvidar nada. Abrió la puerta tras echar un vistazo rápido a la hora en el móvil y apresuró el paso hacia el ascensor, obligándote a hacer lo mismo.
Viste a tu novio apoyado sobre el coche con los brazos cruzados, incapaz de contener la sonrisa que se había formado en sus labios hacía unos minutos al pensar en todo lo que había preparado, imaginando tus ojos brillantes y esa sonrisa que tanto adoraba. Todavía no se había dado cuenta de que habíais salido del edificio y que lo estabais mirando, por lo que siguió soñando despierto. Hannah negó para sí misma tras observarlo durante unos segundos desde lo alto de la escalera.
"Podemos irnos", dijo golpeando suavemente el brazo de Chan con una sonrisa, para llamar su atención, después de pararse delante del coche. Estabas detrás de ella, por lo que tu novio no te había visto todavía.
"Y/N...", dijo Chan con una voz calmada, animándote a salir de tu escondite.
Tus mejillas se tiñeron de rosa cuando vuestros ojos se encontraron. Viste que miles de estrellas empezaron a adornar esos pequeños planetas de tonos café por los que solías orbitar cada día. Sentiste un cosquilleo en el pecho, un sentimiento cálido y familiar, ese que te inunda cuando sabes que estás segura, en tu hogar. El cosquilleo se convirtió en mariposas revoloteando por tu estómago cuando te fijaste en esos pequeños hoyuelos que coronaban sus mejillas como diamantes. Esas mejillas que solías llenar de besos cada mañana, haciendo que el chico se riera bajo tus labios bailarines, incapaz de contenerse debido a las cosquillas que estos le hacían con cada beso fugaz.
Hannah estaba de pie a vuestro lado, apartada, dejando fluir ese pequeño momento lleno de magia. Sus ojos pasaban de su hermano a ti, y de vuelta a él. Sabía que era algo normal entre vosotros y que solía ocurrir cuando os quedabais mirándoos el uno al otro por más de cinco segundos... Pero le costaba acostumbrarse y casi le daban escalofríos.
Ninguno de los dos hablaba. Ese silencio era más que suficiente para ver y entender las miles de palabras que estaban flotando a vuestro alrededor. Miles de palabras sin pronunciar que acariciaban dulcemente el corazón, haciéndolo latir más deprisa. Siempre había sido así. ¿Silencios incómodos? Nunca.
La suave brisa del verano era la única que se hacía oír en aquel momento, recordándoos que no estabais solos, haciendo que vuestra pequeña burbuja de amor y felicidad explotara para devolveros a la realidad.
"Estás preciosa, Y/N", dijo finalmente, todavía sonriendo, para dejar un beso rápido sobre tus labios que, casi sin darte cuenta, hizo que te olvidaras de los pensamientos negativos por un momento.
Hannah hizo un sonido de disgusto, sacando la lengua y empezando a caminar hacia la puerta del coche. "TE LO DIJE", murmuró (en un tono más alto del que pretendía) a través de la ventanilla en tu dirección, al sentarse en uno de los asientos traseros.
Chan la miró por un momento, negando con la cabeza para sí mismo tras dejar escapar una pequeña risa nerviosa. Porque, en efecto, estaba más nervioso de lo que en realidad llegaba a verse. No tenía miedo pero sí le daba miedo que algo pudiera salir mal. No podría perdonárselo nunca.
Al mismo tiempo, tú estabas tan nerviosa que cualquiera podría haber afirmado que te temblaban hasta las pestañas. Tenías una relación de amor-odio con las sorpresas y por más que lo intentaras jamás habrías sido capaz de adivinar todo lo que tu novio había preparado para tu gran día.
Tras comprobar una vez más que todo estaba en orden, Chan puso en marcha el coche y se dirigió hacia el lugar en el que se iba a celebrar la fiesta. A decir verdad, habías salido un poco más tarde de lo previsto, pero decidió no mencionarlo porque después de haber pasado tanto tiempo a tu lado era perfectamente capaz de imaginar los motivos. No quería hacerte sentir culpable por algo así y mucho menos en un día como este.
Tras unos minutos, el semáforo decidió que era un buen momento para haceros parar. Al comprobar la fila de coches que habían delante y que probablemente eso supondría tardar más, Chan empezó a tararear la melodía de una canción, casi sin darse cuenta. Frunciste el ceño cuando empezaste a reconocerla, pero no conseguías recordar cuál era.
"Eso me suena, ¿de dónde era?", preguntaste dirigiendo miradas a ambos. Ninguno de los dos respondió, Chan miró a su hermana a través del reflejo del espejo con una sonrisa culpable, y ella se la devolvió encogiéndose de hombros. "Vale, gracias", dijiste de una forma tan sarcásticamente adorable que Hannah ahogó una risa tras la pantalla del móvil.
"Según mis fuentes, "eso" debería estar listo en media hora", dijo tu amiga en un tono demasiado misterioso para tu gusto, sin levantar la vista del móvil. Chan respondió con un sonido de afirmación al mismo tiempo que asentía con la cabeza lentamente, sin despegar los ojos de la carretera. Los coches empezaron a avanzar y sintió que podía respirar de nuevo.
"¿Por qué tanto secretismo? ¿Me he perdido algo?", preguntaste dirigiendo miradas a ambos mientras fruncías el ceño. El silencio que inundó el interior del coche tras tus palabras fue la confirmación indirecta a tus dudas.
Hannah decidió poner una de sus múltiples "playlist random" con la esperanza de que eso te distrajera y evitaras hacer más preguntas que ninguno de los dos podía responder... Al menos, no todavía. Empezó a bailar en el asiento cuando una de sus canciones favoritas llenó el silencio del coche. Chan movía la cabeza al ritmo de la música.
Poco después, para evitar que el camino se te hiciera largo, Chan decidió que era momento de cambiar la playlist por una suya esta vez. Polaroid Love empezó a sonar, dibujando una inmediata sonrisa en tus labios. Notaste que la mano de Chan te daba un apretón suave y cariñoso en la pierna, como cada vez que sabía que estabas nerviosa.
(...)
Una hora después, levantaste la vista de la pantalla del móvil al sentir que la velocidad del coche empezaba a disminuir. Bajaste la ventanilla del todo para mirar a tu alrededor. Te llegó un olor intenso a flores lo suficientemente tolerable como para respirar profundamente. El lugar parecía ser un hotel casi a las afueras, alejado de todo el ruido del tráfico. Un par de jardines en "miniatura" decoraban la entrada a ambos lados de la puerta principal de la que descendían unos escalones con detalles dorados. A los pies de ésta había un hombre vestido de traje, siguiéndoos con la mirada y sonriendo de oreja a oreja.
"Hemos llegado", dijo Chan, sin añadir una sola palabra. De todos modos, no habría sido capaz de hacerlo, su voz ya empezaba a tener un ligero temblor (del que tú no te llegaste a dar cuenta, todavía admirando las flores)
El coche se paró y el hombre del traje se acercó a la ventanilla de Chan, esperando a que éste saliera. Se saludaron alegremente con un abrazo. No pudiste evitar sentirte confundida, lanzando una mirada a Hannah, pero solo llegaste a ver cómo salía para lanzarse a los brazos de aquel señor.
Chan se dio cuenta de que todavía estabas sentada y se giró. Dejó escapar una sonrisa nerviosa, un tanto culpable quizá.
"Este es Louis, es un viejo amigo de la familia. Es... como un tío para nosotros. Louis, esta es...", empezó a explicar tu novio, abriéndote la puerta y dejándote paso.
"¡Con que esta es la famosa Y/N! ¡Es un placer!", Louis se acercó a ti, seguido de Hannah, "He oído hablar tanto de ti... Ya empezaba a preguntarme quién sería la tal Y/N que tan feliz está haciendo a mi Christopher...", hizo un suave intento de cogerte las manos, atento a cualquier signo de incomodidad, "Te agradezco todo lo que has hecho por él, no puedo evitar sentirme orgulloso de ver en lo que se ha convertido este muchacho después de todo... Y sé que una parte de ello te lo debo a ti"
Tus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Había algo en la voz de aquel hombre... Podías sentir la sinceridad de sus palabras, saliendo desde lo más profundo de su corazón para alegrar el tuyo. Chan reparó en ello de inmediato, acercándote a él para rodearte con sus brazos.
(...)
Tras dejar el coche para que Louis se encargara de buscar un buen sitio para aparcarlo, caminasteis hacia la sala donde se iba a celebrar la fiesta, recorriendo amplios pasillos. Te fijaste en un jarrón de rosas (precisamente, rosas) sobre una mesa. Te giraste para comentarlo con Hannah, pero estaba claro que en algún momento se había quedado atrás.
"Eh... ¿Dónde está Hannah?", giraste completamente, dejando que tus pies empezaran a moverse. Chan tiró suavemente de tu brazo, "No te preocupes, habrá hecho una parada para ir al baño, sigamos adelante"
Lo miraste, tenías la sensación de que estaba mintiendo, pero, ¿por qué? ¿Acaso él tampoco sabía a dónde había ido su hermana? Te hubiera gustado preguntarle una vez más pero él ya empezaba a alejarse y no querías perderte en aquel lugar.
Tras recorrer un par de pasillos y girar unas tres veces, el sonido de la música empezó a acercarse. Pudiste reconocer la canción cuando ya estabais lo suficientemente cerca de las puertas, era Darari, de Treasure. Ciertamente, era una canción que había marcado muchas de vuestras citas, apareciendo cuando menos lo esperabais (en una playlist personal de algún trabajador de la heladería, fans escuchándolo en su móvil...) para convertirla en una canción especial para vosotros.
Chan se paró justo antes de abrir una de las puertas y respiró profundamente. Se giró y buscó en tus ojos cualquier signo de huida inminente, "¿Estás lista? ¿Deberíamos irnos y esperar un momento?"
"Estoy bien, me muero de ganas por ver qué has preparado" te acercaste a él para dejar un beso fugaz en su mejilla. Sus adorables hoyuelos te saludaron una vez más, cualquiera podría haberse dado cuenta en aquel momento de lo feliz que estaba tu novio de estar allí contigo.
Tras coger suavemente tu mano, empujó una de las puertas poco a poco. El sonido de la música aumentó, incluso podías oír a los invitados hablando, algunos riendo animadamente. Chan hizo un gesto para que entrases primero, siendo el caballero que siempre es.
Bajo todo aquel ruido, empezaste a escuchar un leve sonido de golpes en el suelo, uno detrás de otro. No te dio tiempo de intentar averiguar de dónde venía cuando una alegre bola de pelo empezó a moverse entre tus pies.
De no haber sido por Chan habrías acabado en el suelo. La pequeña Berry te había reconocido en el mismo momento que habías entrado por la puerta y no había sido capaz de esperar a que fueras tú quien se acercase. Entre risas y palabras de cariño, intentaste cogerla en brazos. Era evidente el cariño que sentíais la una por la otra.
Acariciando con ternura la cabecita de Berry, empezaste a mirar a tu alrededor. El lugar era muy espacioso, con suficientes mesas para todos los invitados (que hubieras jurado serían menos, pero al parecer te habrías equivocado), una pista de baile e incluso un escenario. El sitio estaba completamente iluminado, desde elegantes candelabros de cristal colgando del techo hasta los enormes ventanales que recogían la cálida luz de la tarde. En cada rincón, podías ver adornos rosas de diferentes tonos que, pese a ello, ninguno quedaba mal a la vista. Eras capaz de distinguir numerosos jarrones parecidos a los que habías ido encontrando de camino a la sala, todos ellos decorados con, una vez más, rosas de color rosa.
Todo aquello rozaba el jardín de un hada de las flores, pero la propia decoración del hotel dejaba claro que estabas presenciando una escena sacada de un cuento de hadas del que tú eras la protagonista y aquel tu palacio, con tu príncipe.
"Chan...", empezaste a decir. Ninguno de los dos habló, él había estado mirándote desde el primer momento, incapaz de disimular esa enorme sonrisa que había aparecido en sus labios al fijarse en el brillo de tus ojos. Era tal y como lo había imaginado, tal vez incluso mejor.
Se acercó a ti, con una mano sobre la cabeza de Berry y otra en tu mejilla, y te besó. Ni todos los postres que hubieran preparado serían tan dulces como aquel beso. Tras separarse de ti, te dedicó otra sonrisa. Miró a su alrededor, buscando a su familia. Vio a sus padres moviendo la mano en el aire, intentando llamar su atención.
Os dirigisteis hacia aquella mesa, todavía llevando a Berry en tus brazos cual bebé. Os habían reservado un par de asientos y, a su vez, habían otros dos asientos libres, sin rastro de sus hermanos.
Intentaste preguntar sobre ello, pero no fuiste capaz. Tras saludar a tus suegros y dejar que Berry descansara sobre una de las sillas vacías junto a la tuya, no tuvisteis tiempo de intercambiar más palabras. El sonido de un micrófono encendiéndose interrumpió todas las conversaciones. La pequeña pareció asustarse, intentaste que estuviera tranquila acariciando su cabeza una vez más.
Todas las cabezas se giraron hacia el escenario, a un lado de las mesas. Sobre él estaban Felix y Minho, saludando a todos con una sonrisa. Algunos de los niños les devolvían el saludo alegremente.
"Me gustaría daros a todos la bienvenida y las gracias por estar aquí. Como ya sabréis, hoy es un día muy especial en el que celebraremos el cumpleaños de una gran persona y amiga para muchos de nosotros", empezó a decir Felix, siempre tratando de mantener su radiante sonrisa. "Es probable que algunos ya hayáis empezado a ojear la pista de baile o incluso dejado caer por el bar pero siento deciros que las bebidas empezaran a moverse a partir de las nueve", dijo Minho, con una de sus tan conocidas expresiones traviesas. Algunos de los invitados parecieron decepcionados tras sus palabras, otros intentaron esconderse en su asiento, visiblemente avergonzados.
"Antes de todo eso, nuestro querido anfitrión se ha encargado de preparar una serie de actividades para que todos podamos pasarlo bien, desde los niños hasta los adultos. Cada uno será libre de elegir dónde participar y, ante todo, cuándo dejar de hacerlo", Felix abrió la pequeña guía que tenía en la mano, animando a los demás a que hicieran lo mismo con las que se encontraban sobre las mesas.
"Siguiendo nuestro lema de libertad, la mayoría de actividades serán aptas para todo el público. Una vez más, cabe destacar que el bar estará cerrado para menores de 20... No, Jisung", Minho lo miró de reojo al ver que empezaba a animarse como un perrito oyendo las palabras "salir a pasear", "tú necesitas un permiso especial, no queremos que se repita la escena sobre la barra de la última vez". Sus palabras parecieron resonar con algunos de los allí presentes, riendo tras imaginar aquello. Jisung, en cambio, intentó esconderse detrás de Changbin, que también reía recordando aquel momento.
"Si seguimos el programa", Felix se dirigió a Minho, dejando salir un tono en su voz que dejaba claro que era importante no salirse del "guión" establecido. Minho ni siquiera se inmutó, simplemente le lanzó una mirada traviesa. "Podremos ver que hay tres momentos marcados en rosa, esos son los más importantes de todo el evento y, como sería de esperar, sería bueno que estuviéramos todos presentes".
"Habrá un adulto en todo momento en las actividades asegurándose de... ¿sí?", Minho levantó la vista de la guía, habiendo visto por el rabillo del ojo que una mano se alzaba. "¿Y si necesito ir a hacer pis en los momentos "rosas"?", un niño de unos seis años que estaba sentado sobre el regazo de su madre habló. "Bueno... Puede ser una excepción, eso es una emergencia, podremos esperar, sí". El niño asintió, satisfecho con la respuesta, para seguir bebiendo su tercer vaso de limonada.
Felix se acercó a Minho y le susurró algo. Éste frunció el ceño, como si no estuviera entendiendo lo que decía su amigo, "¿Cuándo? ¿Ahora?", tapó el micrófono con la mano, intentando evitar que el resto escuchara su conversación. Tosió para despejarse la garganta. "Según me informan, habrá un rincón terapéutico donde unos trabajadores de un refugio estarán hablando sobre algunos gatitos que tienen en adopción, para concienciar a los más pequeños... Y a un servidor, probablemente".
Minho se despidió y bajó rápidamente del escenario, deseoso de llegar al encuentro de aquellos gatos. "Mi compañero se dirige en este momento a ayudar a las personas del refugio para preparar todo, sepan disculparlo, es su punto débil". Felix recogió la guía que Minho había dejado caer al suelo sin darse cuenta y la limpió. "Volviendo al programa, la puerta a los jardines centrales estará abierta en todo momento. En la sala que se encuentra a nuestra izquierda estará el servicio médico para atender cualquier problema que pueda surgir. A la derecha, junto al cuadro de los tigres albinos, hay un pequeño pasillo que lleva a los baños", le guiñó un ojo al niño de la (ya cuarta) limonada, consciente de que esa información le empezaría a ser útil en unos minutos tal vez.
Felix intentó hacer un resumen breve de cada actividad, para que los invitados pudieran empezar a hacer planes. Tras ello, se aseguró de que todas las posibles dudas quedaran resueltas y se despidió, dando comienzo oficial a la fiesta. Se apresuró a acompañar a Minho, sabiendo que era demasiado probable que se hubiera quedado ya jugando con los gatitos, olvidándose de todo.
Chan se giró, miró a sus padres con una sonrisa y luego a ti, "Bueno, ¿qué os parece?". Ellos se miraron, sin saber bien qué responder, "Cariño, ¿has preparado todo esto tú solo?", preguntó su madre. Al ver que el joven asentía con orgullo su padre suspiró, "Christopher, todo esto está muy bien, pero deduzco que no has descansado ni un solo momento..."
"No voy a negarlo. Preparar todo esto ha sido agotador, pero al mismo tiempo me daba toda la energía que necesitaba al imaginar el resultado, esa sonrisa que tanto adoro lo vale todo", dio unas palmaditas sobre tu cabeza para hacer todavía más obvio que hablaba de ti, "además, no podía evitar pensar en ello cada vez que intentaba dormir. Por ahora, solo puedo decir que está mereciendo la pena".
"Christopher... ¿Cuándo has crecido tanto?"
(...)
El tiempo pasó sin darte cuenta, llegando así uno de los momentos importantes (según la guía). Habías pasado la mayor parte en la zona de los gatitos, escuchando la pequeña charla de las personas del refugio y hablando con los niños allí presentes. Sin olvidarnos de los propios gatitos, claro. Hubieras dado cualquier cosa para llevarlos contigo.
Mientras jugabas con un pequeño travieso gris a rayas, sentiste una mano en el hombro. Nunca habrías prestado atención ante esa distracción de no ser porque reconociste el olor de la colonia de inmediato.
"¿Qué estás haciendo, amor?", la cabeza de tu novio se asomó por encima de tu hombro. Podías sentir su respiración sobre tu mejilla por lo que decidiste romper la distancia dejando un beso rápido sobre sus labios.
"Deberías haber sabido que no saldría de aquí en toda la tarde", dijiste intentando parecer inocente. El gato decidió que era buen momento para escapar de tus brazos, aprovechando que no lo estabas mirando, y salió corriendo para saltar sobre uno de los juguetes.
"Fallo mío", Chan sonrió, al menos sabía que habías paseado por todas las zonas de actividades antes de quedarte ahí. La pegatina de mariposa en tu mejilla, el globo con forma de gato y la pulsera de flores delataban que habías pasado bastante tiempo en tres de ellas, de hecho. "Siento decirte que es hora de despedirse...", dijo suavemente, intentando que sus palabras no te afectaran.
"¡ME NIEGO!", te cruzaste de brazos, "es imposible que haya algo mejor que esto. No pienso moverme de aquí".
Chan te miró con una sonrisa traviesa, convencido de que todo este tiempo a tu lado había sido suficiente como para tener algunos trucos guardados bajo la manga. Se aseguró de que nadie os estaba prestando atención para intentar dejar un beso en tu cuello. El resultado fue automático, pudo sentir como un escalofrío recorría tu espalda.
"¡CHRISTOPHER BAHNG!", te dejaste caer hacia un lado, intentando alejarte de él, mirándolo con una mezcla de enfado y vergüenza. "Oh no, ¡el nombre oficial!", él simplemente rio, observando tu reacción, tan divertida para él.
"¿Cómo te atreves a...?", empezaste a hablar pero un beso te interrumpió. "Y/N, amor mío, tenemos que volver, te aseguro que visitaremos el refugio en otro momento, pero ahora te tienes que despedir", te besó otra vez, intentando convencerte así... Tú y tus puntos débiles.
(...)
Al volver a la sala principal viste que las mesas estaban movidas. Alguien había estado haciendo espacio para que el centro de la sala quedara abierto y libre, para que todos los invitados pudieran estar de pie.
"¿Por qué tengo la sensación de que tú has hecho eso?", dijiste señalando las mesas con la cabeza. Chan siguió tu mirada, no estando completamente seguro de a qué te referías porque técnicamente él había hecho todo. "Oh, eso. Más o menos", soltó una risita nerviosa. "He tenido un poco de ayuda, lo habrías visto si hubieras estado por aquí en algún momento", continuó con cierto tono burlón. Simplemente rodaste los ojos en respuesta.
Felix pasó corriendo por vuestro lado para volver caminando hacia atrás rápidamente. "¿Crees que estamos todos? Minho y yo estamos contando pero no conseguimos ponernos de acuerdo", dijo, visiblemente nervioso.
"Y/N, quédate por aquí, seguramente se unan mis padres a ti si te ven", soltó tu mano y se dirigió hacia el escenario, seguido de su amigo. Subieron de un salto y empezaron a contar de nuevo. Podías verlos hablando desde donde estabas, pero no podías escucharlos. Felix fruncía el ceño. Changbin entró llevando en brazos a una niña con la cara llena de chocolate. Poco después, una mujer apareció acompañada de Seungmin.
"¡Youngseo!", la mujer soltó el brazo de Seungmin y caminó rápidamente hacia Changbin. "¡¿Se puede saber dónde te habías metido?!"
Por lo poco que llegaste a entender, la niña había estado jugando en el jardín con sus hermanos, se escapó para comer alguno de los postres a escondidas de sus abuelos y para deshacerse de las pruebas intentó encontrar los baños. Changbin la había encontrado andando sola por otro de los pasillos, pero ella no parecía estar asustada. De hecho, había olvidado casi por completo su misión y se había dispuesto a irse de aventuras por el hotel.
La mujer, que al parecer era su abuela, se había vuelto loca buscándola. Seungmin la había acompañado a ver al servicio médico mientras Changbin buscaba a su nieta. Sus hermanos (que eran mayores que la pequeña) ni siquiera se habían dado cuenta de su ausencia.
Changbin las acompañó a los baños para que la niña pudiera lavarse la cara, haciendo que la frustración de Felix aumentara. Chan observaba la desesperación de su amigo con una ligera sonrisa, había algo en los gestos de Felix que encontraba ciertamente divertido. Le puso una mano en el hombro y se apartó.
"Bien, atención, me gustaría comprobar que estamos todos presentes a excepción de tres personas", decidió acercarse al micrófono, saltándose sus propias normas. La gente empezó a mirarse entre sí, confundida ante el tono del chico.
Changbin volvió, Felix se llevó las manos a la cabeza al ver que iba solo. De no ser por el guiño de su amigo habría empezado a gritar. Detuvo su cuenta mental (una vez más) al ver que la señora entraba llevando a su nieta de la mano.
Se aclaró la garganta cuando Minho se puso a su lado, "Ahora que estamos todos, me gustaría...", para su mala suerte, el niño de la limonada se levantó de un salto, antes sentado en el suelo durante la espera. "¡Esperad!", dejó caer el vaso de plástico vacío y salió corriendo en dirección a los baños.
Felix miró a sus amigos con los ojos como platos, a punto de poner en práctica alguno de los actos malvados de Minho. Changbin empezó a reírse desde donde estaba, contagiando a otras personas en el proceso.
Unos minutos después, el niño volvió, andando tranquilamente. Cuando éste se dio cuenta de las miradas que le dirigían Felix y sus padres se apresuró a volver junto a ellos.
Felix y Minho intercambiaron miradas y asintieron a la vez, dispuestos a empezar por fin. "¿Estamos todos aquí ya?", preguntó Minho, observando atentamente a los invitados. Después miró a Chan, que le respondió con un pulgar hacia arriba. "En ese caso, y tal como habíamos anunciado, ha llegado uno de los momentos más importantes del día. Hemos intentado asegurarnos previamente de que no hubiera problemas, pedimos disculpas de antemano".
"Y ahora, démosle la bienvenida a nuestro querido chico de las flores", añadió Felix, sonriendo en tu dirección para intentar mandarte una señal de seguridad. Hacía bastante tiempo que se había fijado en todas esas nubecitas invisibles a tu alrededor, haciendo demasiado obvios tus nervios.
Minho bajó del escenario, seguido de Felix, y dejaron a Chan esperando, balanceándose sobre sus pies. Sus nervios eran cada vez más visibles, incluso habría jurado que eran mayores que todos aquellos provocados durante las actuaciones y conciertos.
Todos se giraron al oír la puerta abrirse a sus espaldas y los altavoces se llenaron de la voz de Hyunjin tarareando la melodía de una canción (que nadie reconoció de primeras), con un ramo de rosas enorme sujetado entre su brazo y su pecho, empujando un carro con el brazo libre, lleno de flores diferentes a las del ramo.
Caminó por el medio de la sala, en el espacio que habían dejado todos para que pasara. Dejó el carro a los pies del escenario y subió con el ramo todavía entre sus brazos. Hizo un gesto a su amigo con la cabeza a modo de saludo, sonriendo de forma que sus ojos estaban a punto de cerrarse. Tenían un brillo mágico, casi tan brillantes como las luces del lugar.
Chan dio un pequeño salto para bajar del escenario, cogió el micrófono que le tendía Hyunjin, y se acercó al carro de flores. Su mano vagó por el pequeño jardín, indeciso, pero poco después, tras coger un tulipán amarillo, esto fue la señal necesaria para que empezara a sonar la música.
Fue entregando flores a los invitados mientras cantaba alegremente I'm Yours*. Cada entrega parecía no tener ningún significado de primeras, pero, cualquiera que hubiera prestado la suficiente atención al tipo de flor y a la persona en cuestión se habría dado cuenta de que todo estaba perfectamente planeado en la cabeza de Chan.
Hubo reacciones de todo tipo, desde señoras sonrojadas hasta niños sonriendo de oreja a oreja. Incluso Berry recibió una flor de peluche, pensada específicamente para ella. La pequeña ladró alegremente a modo de agradecimiento, haciendo sonreír al joven.
En cierto momento (y tras repartir todas las otras flores), tu novio se acercó a ti, mirándote a los ojos. Solo quedaba el gran ramo de rosas que, al parecer, había reservado para ti. Entre ellas, podían verse pequeñas fotos (en las que aparecíais los dos) que él había elegido para añadir al ramo. Antes de dártelo, sonrió mirando hacía el suelo, sintiendo una repentina timidez. Después, puso el ramo sobre tus manos y te besó, sin importarle nada ni nadie.
Tras separarse de ti, volvió a mirarte con esa sonrisa tímida. Al ver tus mejillas sonrojadas pasó su mano dulcemente por una de ellas. Le parecía una de las cosas más adorables que había visto en toda su vida. Ni siquiera te salían palabras, solo parpadeabas, todavía confundida.
(...)
Minho y Felix volvieron al escenario. Felix lucía con orgullo la margarita que Chan le había entregado, adornando su dorada cabecita. Ambos sujetaban una serie de tarjetas que iban a usar. Esta vez, Jeongin se unió a ellos.
Tras acercarse de nuevo al micrófono de pie, comentaron animadamente la reciente entrega. Jeongin afirmaba que había estado a punto de derramar un par de lágrimas pero que el sentimiento había sido tan fuerte que éste se lo había impedido.
Empezaron a usar las tarjetas como guía, charlando con el público sobre diferentes anécdotas y momentos que Chan les había ofrecido días antes del evento. Tras ellos, una gran pantalla dejaba ver algunas fotos o vídeos relacionados. Recuerdos graciosos, adorables, todo aquello que el joven había querido compartir con los invitados. Pequeños trozos de un amor puro que no fallaron en sacar reacciones, desde "oooh" hasta risas sinceras que parecían salir de lo más profundo de un corazón contagiado por la felicidad que Chan estaba sintiendo en aquel momento.
Al acabar, hicieron una pequeña y rápida actuación, guardando silencio unos segundos y mirando en varias direcciones (lo cual provocó que varias personas hicieran lo mismo). "¿Qué es eso tan dulce que huelo?", preguntó Jeongin, "¿Quizá son los efectos secundarios de todo lo que acabamos de ver y escuchar?", respondió Felix, negando animadamente con la cabeza. Minho se posicionó en medio de ellos y posó ambas manos sobre sus cabezas, "Tal vez deberíamos investigar este suceso, a lo mejor el culpable aparece y resuelve nuestras dudas".
Una vez más, la puerta se abrió, dejando paso a un pastel de tres pisos, elegantemente adornado con flores y mariposas. En lo alto, dos velas indicaban tu nueva edad. Tras él, dirigiendo el carrito, tu amiga Hannah intentaba esconder sus significativos ojos rojos tras una sonrisa. A su lado, ayudando a su hermana, iba Lucas, el menor de los hermanos, a quien no parecía importarle lo más mínimo que los ríos que bajaban por sus mejillas fueran vistos por los invitados.
La suave melodía que llenaba la sala no fue capaz de amortiguar los continuos sollozos del chico, que acabaron contagiando a Hannah de nuevo. Hicieron su mejor esfuerzo para dejar el pastel junto a la mesa de la comida, para después ir a refugiarse en los brazos de sus padres, quienes fingían no estar emocionados ante la escena. La pequeña Berry se acercó lentamente para lamer con cariño la pierna de sus dos dramáticos humanos.
El brillo de las luces empezó a bajar lentamente, dejando únicamente dos focos iluminando la sala. Uno de ellos se centraba en el escenario, bajo el que esperaba pacientemente tu novio. Bajo el otro estabas tú, temblando más que cualquiera de los flanes o la gelatina que había en la mesa de postres.
Chan hizo un gesto a los encargados del sonido, respiró profundamente y la música empezó a sonar. Pudiste sentir como una pieza encajaba en otra en tu cerebro para formar un pequeño puzzle; la melodía que tanto él como Hyunjin habían tarareado era nada menos que Marry You**. Pese a ello, no fuiste capaz de comprender ni procesar nada de lo que estaba pasando, tus pensamientos seguían en la reciente escena de los hermanos.
(...)
La canción acabó, los invitados aplaudieron eufóricos ante la energía que había creado Chan sobre el escenario intentando animar el momento, consciente de que algunos de ellos habían sucumbido previamente ante la emoción. Miró a su izquierda y vio a sus amigos llorando en un rincón, incluso Minho había dejado caer su fachada de "tipo duro".
"Oh, siento destrozar el momento, espero que mi amigo H.ONE sepa animar el ambiente después en la pista de baile", dejó escapar una risa nerviosa, algunos de los invitados respondieron con risas también. Otros intentaron animarlo, conscientes de la importancia del momento. "Se agradece, casi me ha parecido que estaba en medio de un concierto", volvió a reír.
"A ver, bueno, creo que debo intentar encontrar las palabras adecuadas, esperad", algunos niños encontraron graciosos los sonidos que estaba dejando salir por los nervios, él no pudo evitar sonreír ante esto. Respiró profundamente, "Bien, creo que lo tengo". Se aclaró la garganta y empezó a hablar.
"Hace mucho tiempo, yo solía ser alguien que era completamente incapaz de imaginar que era posible recibir todo lo que yo intentaba dar a los demás. Siempre he sido el tipo de persona que hacía todo lo posible por hacer felices a los demás, dejándome a un lado a mí mismo. A su vez, no era consciente de que otras personas intentaban hacer lo mismo por mí, siempre insistiendo en que yo no necesitaba nada de eso. Poco a poco, y gracias a mi familia, amigos y fans, fui descubriendo que todo eso era posible. Fui aprendiendo a aceptarlo, pues todavía había momentos donde quería rechazarlo de forma inconsciente. Y, un día y sin darme cuenta, llegaste tú, Y/N. Me gusta pensar que llegaste como un milagro y te quedaste como un sueño. Sería una mentira decir que en aquel momento yo ya estaba "curado", de hecho, apareciste en un momento bastante oscuro de mi vida. No es algo de lo que suela hablar, pero empezaste a iluminar mi oscuridad sin darte cuenta. Había algo en esa contagiosa sonrisa, esa forma de decir mi nombre, esos dulces ojos... que me hacía querer quedarme a tu lado sin importarme nada ni nadie. Creo que ni siquiera lo pensé demasiado, pedí muchos consejos a mis compañeros, pero nunca dudé que eso era lo que realmente quería hacer. Afortunadamente, todos ellos me apoyaron, diciéndome en todo momento que me encontraban más feliz, más libre, más cómodo con mi vida. Nunca olvidaré aquel momento, con tus ojos brillantes y tus lágrimas sinceras, tras decirte por fin lo que sentía. Nunca cambiaría por nada del mundo todos estos momentos que hemos compartido juntos hasta hoy. Abrir los ojos por la mañana y verte descansando pacíficamente a mi lado es suficiente para dibujar una sonrisa en mi cara y llenarme de energía ante el nuevo día. Tus brazos son el refugio que ansío cada vez que me siento perdido, mientras que tus ojos me ayudan a encontrarme de nuevo, siendo mi guía para llevarme a ese lugar especial al que solo nosotros podemos entrar..."
Se detuvo en el medio del escenario, después de haber estado andando nerviosamente y suspiró, haciendo una pausa para volver a ordenar sus pensamientos. Sonrió, ni siquiera estaba siendo capaz de mirarte, pero podía imaginar tu cara de confusión y tus mejillas sonrojadas, una vez más. Decidió seguir.
"Tras este largo monólogo, te pido disculpas, pues nunca nada de lo que pudiera decir sería suficiente para decirle al mundo lo muy enamorado que estoy de ti, mi princesa. Tantas palabras como estrellas en el universo son las que necesitaría para decirte cuánto te amo y lo feliz y brillante que haces mi vida. Y es por esto que, dado que sin ti nunca nada sería igual", hizo una breve pausa para respirar hondo y descender hacia el suelo (recibiendo como respuesta sonidos de los invitados en señal de sorpresa y emoción), tras doblar una pierna y apoyar la otra, y sacó una pequeña pero significativa cajita del bolsillo de su chaqueta, para abrirla en tu dirección (con un ligero pero notable temblor en las manos y una sonrisa tímida en los labios),
"¿me harías el gran honor de casarte conmigo?".
[*versión original de I'm Yours / Marry You || **una versión diferente en cada palabra]
♡ Playlist oficial: (es recomendable leer primero el escenario)
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Tumblr Spotify!!
You can now follow my new Spotify account, mainly dedicated to the blog playlists*!! (click the name to go to my profile ➜ mashihope)
*Currently a work in progress, keep that in mind!
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What the fuck...
...fuck pledis
tw: SA
....sorry to be the bearer of bad news but do you guys know about the fucking perverted pedophile whos a pledis stylist? if you dont.. here's some information which i myself found out today.
and this is exactly why i have a fucking series against smut. especially against minors. what the actual fuck is this???
may i remind every single person here that kim dohoon is fucking eighteen?
he is a newly legal adult who is under the care and supervision of one of these fucking pedophiles. what the actual fuck is this?
are you telling me that pledis is hiring people without running background checks on them???
do you have any idea how dangerous this could be? dohoon is eighteen. he debuted not even 6 months ago. he's new to this industry, it is so fucked up how he had to deal with this fucked up shit.
this bitch sent texts to her friend thirsting over a newly legal adult. She stole freebies meant for sai. And i haven't even started on kim mingyu yet.
as unfortunate as it is, im pretty sure mingyu is used to this fucked up industry so he knows what to do but what about dohoon? You think he knows? When he's fucking eighteen?
Let me stress something right now. Kim dohoon is only 2 years older than me. He's practically a child. Writing anything weird about him is fucked up, no matter how old you are.
Now all of you smut enthusiasts please listen up, right now. The reason why i absolutely fucking detest smut is because it normalises these kind of fucked up thoughts. Especially since im pretty sure there's dohoon smut writers and enjoyers out there.
if you see this, fucking spread it because pledis needs to do better for their artists. As sad as it is seventeen is used to pledis's bullshit. They know how to make sure their company listens to them, especially since scoups and woozi know how much svt means to pledis and how they would lose money without them. but you know who doesn't know what to do? fucking tws. they are children. The oldest is only twenty one. That is a barely legal adult in USA. Tws will probably listen to their company without any second thoughts because they dont know.
i really fucking hate all of you smut enthusiasts, and yes. im fucking judging you right now. because if you think these thoughts, who knows what you'd do if you were for example drunk. i dont care if its 'not all of you.' I give zero fucks because all i care about right now is whether or not mingyu and dohoon are safe and whether or not this pervert is in jail.
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How to spot signs and symptoms of Breast Cancer
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Is Luna finally making an actual comeback? Probably not! Let's see!
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Reblog if your blog is a safe space for these identities: agender, demiboy, demigirl, genderfluid, non-binary, and transgender!
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To illustrate this post by @mayahawkse I would like to visualize to you the difference:
A post in 2023:
A post in 2014:
A zoom out of the same post:
This is what a community looks like.
See how in 2023 almost all of the reblogs come from the OP, from their few hours/days in the tag search. Meanwhile in 2014 the % of reblogs from OP is insignificant, because most of the reblogs come from the reblogs within the fandom, within the micro-communities formed there. You didn't need to rely on tags, or search, or being featured. Because the community took care of you, made sure to pass the work between themselves and onto their blog and exposed their followers to it. It kept works alive for years.
It's not JUST the reblog/like ratio that causing this issue, it's the type of interaction people have. They're content with scrolling and liking the search engine, instead of actually having a reblogging relationship with other blogs in their community.
Anyways, if you want to see more content you like, the only true way to make it happen is to reblog it. Likes do not forward content in no way but making OP feel nice. Reblogs on the other hand make content eternal. They make it relevant, they make it exist outside of a fickle tumblr search that hardly works on the best of days.
If you want more of something, reblog it.
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there are 3 completely different things i should have posted a while ago, i suck at this
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where do i find cool themes
i want to change the theme again
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i want to write but i don't have the motivation nor the patience that i should 😭
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