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Yo no te buscaba…

Mi vida ha sido un cúmulo de experiencias, todas enriquecedoras aunque algunas amargas, me he visto caer y volver a levantar, me he visto llorar solo y reír a carcajadas con alguien más, he observado mi entorno siempre de una manera diferente, intentando encontrar lo que los demás no pueden ver, siempre me gustó ayudar a los demás y motivarlos a encontrar su potencial humano, siendo consciente que con humanidad puede curarse un poco este golpeado mundo. Me he considerado fuerte, aunque sensible, en mi caso dos características que se llevan muy bien de la mano, aunque oculte muy bien algunas cosas siempre habrá más por mirar en el fondo.

Nunca me explicaron qué era el amor, ni cómo se debía amar. Siempre mi método más factible fue ensayo y error, aunque limitado puesto que siempre me costaba dar todo de mí. Siendo poco expresivo pero leal al sentimiento intenté un par de veces sentir, vivir, acercarme al fuego del amor y adentrarme un poco en la pasión y los sentimientos, algunas veces resulté herido, otras abandonado y en todas simplemente dejaba ir las manos cálidas de quienes me acompañaron.

Mientras crecía me tomó tiempo comprender que todo pasaba por alguna razón y de cada momento debía sacar lo mejor, fue entonces cuando pasé 3 o 4 años de mi juventud solo y donde deduje que la calidad de una compañía yace en el regalo de crecer juntos en todas las esferas del desarrollo y quise que alguien pudiera acompañarme a ser un mejor humano, alguien que con su vida me humanizara.

Hasta aquí la idea estaba clara, pero ejecutarla era un reto, ya que comprendiendo la importancia de una buena compañía se sumaban los requisitos que debería tener para ser una buena opción, siendo esto lo más difícil pues una linda sonrisa no bastaba para ajustarse a mí proyecto más ambicioso.

Decidí cancelar mi búsqueda y dedicarme a mi formación académica, indispensable para desarrollar esa consciencia crítica que podría hacerme juzgar acontecimientos con claridad y creatividad para ser hábil en la resolución de problemas a los que me enfrentara cotidianamente.

Entre todas las personas que pasaron por mi camino había una esquiva de la que no sabía mucho pero por quien sentía una cercanía que me mantuvo a través de esos años en los que la soledad me acompañó siguiendo sus pasos, esta desaparecía por meses y volvía entre pocas palabras dejando revelar pocos acontecimientos de su vida y su sentir, siempre dejándose notar como un buen ser aunque con una personalidad un poco difícil y un poco dura de comprender.

Interesante fue cuando ella me dejó adentrar un poco en sus pensamientos y empecé a notar cosas diferentes, particularidades que antes no había visto y virtudes de las que carecía la mayoría de la gente, fue así como poco a poco me fui envolviendo en descubrirla en la manera que sus límites me lo permitieran.

Paulina es su nombre, con un rostro muy dulce para lo fuerte que representa su carácter, una joven con ambiciones y metas muy claras, estudiante de comunicación social y periodismo, quien además fue personera en su último año de educación secundaria, una joven brillante y consciente de la importancia de la educación, ha puesto su empeño por salir adelante y siempre da su mejor cara al mundo a pesar de las adversidades que tocaron su vida dejando unas cargas con las que aún se empeña liberar.

Una mujer dulce, simpática, noble, tímida, responsable, inteligente, hermosa y con unos ojos color miel que brillan como la luz del sol, alguien diferente con quien podrías reír por horas hablando tonterías o tener un debate sobre el tema actual de interés, una mujer increíble a la que es muy difícil llegar.

Para conocer todo esto de Pauli hay que enfrentar una travesía, debes saltar la reja electrificada, cruzar el lago con cocodrilos, atravesar el campo minado, quitarle un bigote a un león ¡y listo!, pero luego de esto seguro se encontrarán con algo que nunca en su vida habrían imaginado, es magia, es amor, es cariño, es servicio, es compañía, es cuidado, es sencillez y todas las maravillas que puedas imaginar hecha mujer, fue así como sin saberlo me enamoré… ¡No sé en qué momento pasó, no sé cómo había sucedido!, pero superó los estándares y revolucionó mi vida por completo. Quizá muchos en su vida han tenido momentos de paz, calma, tranquilidad y felicidad, algunos cuando nació su hijo, otros viendo un atardecer en la playa, observando un cielo azul y sintiendo los cálidos rayos del sol, yo por mi parte, encontré ese instante en su mirada, es algo increíble y aún me pregunto cómo lo hace.

Fue en este instante de mi existencia donde los sueños surgieron, donde empecé a construir mi futuro y visionar una vida junto a ella. Hemos tenido algunos problemas, mareas altas, tormentas fuertes, vientos huracanados y corrientes que han tratado de sacarnos de nuestro curso, pero yo he mantenido arriba las velas y ella fuertemente no ha soltado el timón, somos un gran equipo y así como la edad actual se divide históricamente entre un Antes y Después de Cristo, mi vida podría resumirse entre un Antes y Después de ella. Mi crecimiento personal ha sido enorme, mis comportamientos han cambiado de forma drástica y mis hábitos han mejorado notablemente, logró alejarme de lo vacío, de lo que no sumaba a mi vida y fue cuando empezó a multiplicar lo bueno, empezó con su vida a humanizar la mía.

Han sido meses grandiosos, donde lo bueno logra superar años luz los malos momentos, pues en mi memoria solo reposan recuerdos sanos de la mejor experiencia que me ha podido regalar Dios y la vida, aquí me he dado cuenta lo poderoso del amor y cómo su fuerza puede cambiarnos la vida por completo. Es necesario tener en cuenta que como seres humanos cada uno pelea una batalla, con sus miedos, su personalidad, sus cicatrices y rincones oscuros, pero es también supremamente importante reconocer que al lado de una buena persona estas batallas se vuelven menos duras y es ese el momento donde empezamos a construir lo estable, donde nos damos cuenta que en los peores momentos es donde más firme encontramos la cercanía del compañero que va a nuestro lado.

Siento gran admiración por ella, he reconocido que es muy valiente pues ha enfrentado situaciones que la han convertido en una guerrera y es la persona más fuerte que he conocido, tiene una fuerza de voluntad gigante y siempre es la mejor cada vez que se lo propone. Es lindo visualizar mis sueños con ella, un título profesional, un hogar, viajes, una familia y todo lo que con voluntad y esfuerzo podamos conseguir juntos, significarían para mí el relato de mi vida, mi gran hazaña y todo lo que algún día quisiera lograr.

Ha sido apoyo y compañía en mis momentos más difíciles, pues cuando he fracasado y no encuentro una salida me estira su mano y me dice que todo va a estar bien, sin ella no sé dónde estaría, es mi guía y mi camino, mi fortaleza y mi destino, he visto en ella un amor protector, un amor que acoge, que abraza pero no aprieta, uno que edifica y no amarra, un amor que estremece y que seguro no se vuelve a encontrar

Si fuese acreedor de un poder especial elegiría darle al planeta muchas personas como ella, para así tratar de sopesar el vacío y la falta de amor en el mundo, haría muchas personas felices, de eso estoy seguro, así como lo hace conmigo.

La amo inmensamente, la admiro y la respeto, y escribiendo todas estas palabras me di cuenta que nada de esto estaba planeado, no estaba escrito, yo no la buscaba, la vida nos permitió encontrarnos y ahora que está aquí a mi lado, no voy a dejarla ir.