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¿Por qué otra economía?
Todas las aspiraciones emancipatorias que se analizan
deben confrontar, una y otra vez, con las formas de producción y
reproducción de la vida social que las niegan y cercenan de múltiples
maneras y que se convierten en su principal desafío. Pese a los obstáculos,
todas ellas arraigan en la pertinaz esperanza de hacer realmente
posible aún aquello que, al decir de Bloch, no sea objetivamente posible.
Su apuesta a la construcción autónoma y rebelde, horizontal y solidaria
es, por definición, la concreción en el presente de un futuro de
emancipación. Ese hacer obstinado ya es un anticipo, una prefiguración
de lo que alguna vez podrá ser para todos, si se batalla conscientemente
para conquistarlo, si se afirma la constitución de subjetividades
autónomas capaces de sostenerlo. Ese principio de esperanza blochiano,
como nos recuerda Ana Dinerstein, tiene que ser organizado, tiene
que hacerse pr��ctica y articularse, hermanarse, reunirse en múltiples
experiencias capaces de golpear como una sola.
A LA ESS SE LA CONFUNDE CON UNA ECONOMIA DE POBRES Y PARA POBRES CUANDO EN REALIDAD ESTAMOS HABLANDO DE UN SISTEMA ECONOMICO
SE HACE CARGO DE LA PRODUCCION, DE LA DISTRIBUCION, EL INTERCAMBIO, EL CONSUMO, PERO SE ORGANIZA DE MANERA QUE NO DESTRUYA A LA SOCIEDAD, QUE NO PRODUZCA UNA SOCIEDAD INJUSTTA DE CRISIS TAS CRISIS, DE EXCLUSION QUE ES LO QUE VENIMOS VIVIENDO.
HOY POR HOY COLABORA EN REINSERTAR EN LA DISTRIBUCION DE RECURSOS EN EL MISMO MERCADO QUE EXPULSA A LA GENTE
CONFRONTACION DEL PENSAMIENTO HEGEMONICO EN EL CAMPO ECONOMICO
POR QUE HABLAMOS DE ESS Y NO SIMPLEMENTE DE ECONOMIA?
PQ ESTAMOS EN MEDIO DE UNA LUCHA CONTRAHEGECMOICA Y LA LUCHA POR LOS TERMINOS ES TAMBINE RELEVANTE
ES DIFICL HACERLO ACEPTANDO EL PUNTO DE PARTIDA DE LA TEORIA hegemonica por que esta supone que en el MUNDO DEL CONOCIMIENTO HAY DIMENSIONES SEPARABLES Y SE PUEDE HABLAR DE TODAS PARA CONCENTRARSE EN ESTUDIAR CADA UNA DE ESTAS DIMENSIONES, QUE TIENEN LEYES Y PRINCIPIOS SEPARADOS.
EN LA REALIDAD ESTA SEPARADA DE LA SOCIEDAD. TIENE SUS PROPIAS REGLAS DE FUNCIONAMIENTO Y QUE PRODUCE EFECTO SOCIAL. RECHAZAMOS ESA PROPUESTA
LA ECONOMIA ESTABLECIDA, ORTODOXA, ES EN REALIDAD TANTO UNA TEORIA, COMO UNA REALIDAD QUE PODEMOS NOMBRAR COMO UNA ECONOMIA DE MERCADO
EN GENERAL NO HAY UN DOCTORADO CON OTRA ORIENTACION.
SE ENSEÑA LA ORTODOXIA DE LA ECONOMIA DE MERCADO JUNTO A LE HEPTRODOXIA DE LA ECONOMIA DE MERCADO.
TODO ESTO QUE SUCEDE ES UN PUNTO DE REFERENCIA, PARTIMOS DE LA CRITICA A TODO ESO QUE EXISTE EN LA ECONOMIA DE MERCADO O TRADICIONAL PARA PROYECTARNOS HACIA OTRO TIPO DE ECONOMIA Y PODER CONSTRUIR OTRA COSA.
ESA ECONOMIA PODEMOS CARACTERIZARLO AHORA SI COMO UN TIPO DE ECONOMIA PERO NO TODA LA ECONOMIA.
EL CAMPO DE LA ESS SE ESTA EXTENDIENDO, ESTA EN EXPANSION. MIENTRAS QUE LA ECONOMIA DE MERCADO YA DADO CLARAS MUESTRAS DE LOS RESULTADOS.
ECOMOMIA: ES UN SISTEMA DE VALORES, DE PRINCIPIOS Y DE PRACTICA, CUYO SENTIDO ULTIMO ES LA ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCION, LA DISTRIBUCION, LA CIRCULACION Y EL CONSUMO DE MANERA QUE SE RESUELVA EL PROBLEMA DE CREAR LAS BASES MATERIALES PARA LA RESOLUCION DE LAS NECESIDADES Y LSO DESEOS LEGITIMOS DE TODOS LOS MIEMBROS DE UNA COMUNIDAD O UNA SOCIEDAD.
SI UNA SOCIEDAD O COMUNIDAD NO PUEDE RESOLVER ESE PROBLEMA, DEJA DE EXISTIR. ESTUDIOS ANTROPOLOGICO DE POLANYI.
ESE CONCEPTO DE LA ECONOMIA PONE COM SENTIDO DE LA ECONOMIA EL SUSTENTO, LAS BASES MATERIALES DE LA VIDA DE LOS MIEMBROS DE UNA SOCIEDAD.
YA CON ESO TENEMOS UNA DIFERENCIA CON UN SISTEMA ECONOMICO ORIENTADO A LA ESPECULACION, A LA ACUMULACION AL CRECIMIENTO AL LUCRO Y NO A LOS SATISFACTORES DE LAS NECESIDADES Y DESEOS.
SI EL SISTEMA DE MERCADO CAPITALISTA PRODUCE COSAS UTILES QUE RESUELVEN NECESIDADES, ES POR QUE ES NEGOCIO. SI UNA NECESIDA NO SE MANIFIESTA COMO DEMANDA, NO INTERESA.
ESTO MARCA UNA DIFERENCIA: EL CRITERIO DE EFICIENCIA DE RACIONALIDAD DE ESA ECONOMIA TIENEN QUE VER CON EL NEGOCIO, TIENE QUE VER CON LA RENTABILIDAD.
LA OTRA ECONOMIA QUE SE ESTA PROPONIENDO LOS CRITERIOS DE EFICIENCIA QUE SE PROPONEN SON NECESARIAMENTE SOBRE LO SOCIAL Y LO BIODIVERSO.
DE QUE NOS SIRVE UNA POLITICA ECONOMICA QUE LOGRA TASAS DE CRECIMIENTO COMO LAS DE CHINA SI HAY UN INCREMENTO DE LA POBREZA.
ESA VISION DEBE AVANZAR.
HAY ALGUNOS PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DE LA ECNOMIA QUE ESTAN PRESENTES EN TODAS LAS ECONMIAS ESTUDIADAS POR EL SOCIO-ECONO-ANTROPOLOGO AUSTRIACO KARL POLANYI:
1. PRINCIPIO DE LA ECONOMIA HOGAREÑA: PRODUCIR PARA REPRODUCIR, PARA REPRODUCIRNOS. QUE PRACTICA UNA EOCNOMIA CAMPESINA CUANDO PRODUCE LOS ALIMENTOS QUE SE CONSUMEN EN LA CASA, O EN UNA VIDA URBANA CUANDO SE TRABAJA EN LA CASA CON LA ROPA, CON LA COMIDA. VIENE LA CULTURA DE MERCADO Y LOS CONVEIRTE EN MERCANCIAS COMO RESTAURATE, LAVANDERIAS, ETC. PARTIENDO DE NECESIDAD CULTURALES GENERADAS POR LA MISMA LOGICA DEL MERCADO.
2. PRINCIPIO DE LA SOBERANIA ALIMENTARIA: LAS SOCIEDADES NO DEPENDAN DEL MERCADO PARA ABASTECERSE DE ALGO TAN ELEMENTAL COMO SON LOS ALIMENTOS. QUE NO DEPENDAMOS DE LA SUBA Y BASA DE PRECIOS, DE LA EZCACES CREADA POR EL MERCADO FINANCIERO. CONTRADICE EL DESARROLLO DEL MERCADO
PODER ELEGIR COMO PUEBLOS, COMO COMUNIDADES COMO NOS ALIMENTAMOS. VOLVER A SISTEMAS DE PRODUCCION PARA AUTOCONSUMO, SERIA EL IDEAL.
Es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.
Necesidad de democratizar las relaciones de producción, distribución y consumo si queremos seguir viviendo y
habitando dignamente este planeta.
3. PRINCIPIO RECIPROCIDAD: DAR SIN ESPERAR ALGO A CAMBIO: DAR Y EL OTRO RECIBE, SE CREA UN LAZO SOCIAL. NO SE TERMINA DE CREAR SI ADEMAS NO SE DEVUELVE, SINO QUE DAR A ALGUN OTRO. EJEMPLO: DONACION DE SANGRE. NO ES UN CONTRATO, NO HAY PRECIO, NO HAY INTECAMBIO. GENERA TEJIDO SOCIAL.
4. PRINCIPIO DE INTERCAMBIO: POLANYI DISTINGUE 2 TIPOS DE INTERCAMBIO: UN INTERCAMBIO QUE OBJETIVIZA A LOS ACTORES DE ESE INTERCAMBIO MEDIANTE UN INTERCAMBIO DE BIENES MEDIANTE DINERO QUE ESTA DADO POR LAS REGLAS DE MERCADO. UN MERCADO QUE REGULA ESOS PRECIOS DE ACUERDO A REGLAS DE OFERTA Y DEMANDA. DONDE NO IMPORTA EL OTRO. DONDE EL OTRO O ES UN OBSTACULO O UN RECURSO, NO UN SER HUMANO. UN INTERCAMBIO QUE SUBJETIVIZA A LOS ACTORES: ESE TIPO DE INTERCAMBIO ES MEDIANTE EL COMERCIO JUSTO. EL PRODUCTO TIENE EN CUENTA AL CONSUMIDOR, EL COSUMIDOR TIENE EN CUENTA AL PRODUCTOR.
¿Cuáles son las condiciones insostenibles de este tipo de economía?
Desigualdad: 1% de las personas poseen más riquezas económicas que el 99% restante.
Derrumbe del sistema económico predominante.
+de 200 años de Explotación del trabajo: 400 millones de trabajadores vulnerables.
600 millones de desocupados en el mundo.
Gran parte de la juventud mundial sin trabajo.
Destrucción de hábitats y ecosistemas.
Consumo desenfrenado de un grupo minoritario.
Se produce un 60% mas de lo que necesita la población mundial para abastecer a un sector minoritario.
800 millones de hambrientos.
Crisis energética, cambio climático, catástrofes naturales, enfermedades.
Aumento creciente del precio de los alimentos.
CONTEXTO LOCAL
Gobierno actual profundiza en acciones del sistema global derrumbado, dañando enormemente al tejido social.
Sistema agroalimentario argentino manejado por cadenas agroalimentarias de corporaciones transnacionales que controlan: los genes, las semillas, los insumos químicos, el comercio de alimentos, el procesamiento manufacturero y los supermercados.
Impacto negativo sobre los ingresos y la salud de la población.
Cinco grandes grupos economicos: 1- Carrefour (Carrefour Dia, Carrefour Express, 2- Cencosud (Jumbo, Disco y Vea), 3- Walmart (Walmart, Changomasy Changomas Express), 4- Coto, 5- La Anónima.
Consolidación de consumos diferenciados en nutrientes en función del poder adquisitivo de las distintas clases sociales (alimentos sanos para ricos, alimentos básicos para pobres).
Casi la mitad de los productos frutihortícolas comercializados en los principales mercados centrales de nuestro país poseen restos de agrotóxicos, algunos de ellos prohibidos y de alta toxicidad.
¿Cuál es el modelo económico hegemónico y cuáles podrían ser contrahegemónicos?
Porque la búsqueda de autonomía colectiva tiene
dos desafíos centrales y entrelazados: uno es cómo enfrentar
la institucionalización estatal de las prácticas conquistadas por
las luchas, cuando aquella pretende pasteurizar su potencialidad
disruptiva para reencauzarlas en la lógica dominante y otro, más
complejo aún, es cómo expandir la experiencia autónoma más
allá de los límites territoriales en que se desarrolla y convertirla
en un modo genuinamente alternativo para las relaciones sociales
generales. En ambos, arraiga la cuestión nodal de la hegemonía,
que supone ampliar las bases de consenso en torno a perspectivas
sociales compartidas. Las nociones de “trabajo digno” de
los piqueteros argentinos, de “buen vivir” de los indígenas bolivianos,
de “soberanía alimentaria” de los Sin Tierra brasileños,
de “mandar obedeciendo” de los zapatistas, confrontan con el
consumismo y el productivismo capitalistas, mientras deben ganar
la batalla por los sentidos comunes sobre los que arraiga la
posibilidad misma de construir una nueva hegemonía.
Las juntas vecinales bolivianas surgieron como instancia popular
de participación y gobierno directo, para resolver las enormes
carencias de la población de El Alto, como se señala en el capítulo
2. Por su vitalidad, lograron que sus demandas fueran reconocidas
MOVIMIENTOS SOCIALES Y AUTONOMÍA COLECTIVA 13
y se plasmaran institucionalmente, lo que puede ser visto como
una conquista. Pero por el desafío al orden establecido que suponían,
la respuesta sistémica fue legislar un modo de inclusión que
tradujo su tradición colectivista a la gramática de la descentralización
neoliberal, y apuntó a neutralizar la participación popular mediante
la mediación burocrática. Esta tendencia a la reabsorción de
las demandas populares es constitutiva de la naturaleza del Estado
capitalista.
Sin embargo, lo que desde el poder establecido se pensó
como un dique de contención, desde las comunidades locales
organizadas también implicó la apertura de nuevos horizontes de
oportunidades, ampliando los canales de participación. Esta capacidad
de resistencia y autodefensa de los movimientos también se
inscribe, como correlato, en la compleja pulseada de relaciones de
fuerza sociales que impacta sobre la textura estatal y la reconfigura.
Sin embargo, lo que desde el poder establecido se pensó
como un dique de contención, desde las comunidades locales
organizadas también implicó la apertura de nuevos horizontes de
oportunidades, ampliando los canales de participación. Esta capacidad
de resistencia y autodefensa de los movimientos también se
inscribe, como correlato, en la compleja pulseada de relaciones de
fuerza sociales que impacta sobre la textura estatal y la reconfigura.
Y más compleja aún se torna la tarea de crear, combinar y
desplegar nueva institucionalidad cuando lo que está en disputa
es la definición misma del orden social al que se aspira, sea como
movimiento social particular con vocación autonómica, sea como
gobierno de los diversos movimientos y sus respectivas autono14
MABEL THWAITES REY
mías. Es en este punto donde se pone en juego la dimensión de
la hegemonía, es decir, la pretensión de que la visión del mundo
propia trascienda los márgenes del colectivo que la sostiene
e interpele al conjunto de los otros sectores sociales, para que
también la asuman como suya y la puedan plasmar en un destino
común. Esta pulsión hegemónica supone, cuando se pretende
emancipadora, respetar las particularidades, deseos y aspiraciones
de los diversos grupos sobre los que propone desplegarse. No
hay hegemonía sin este convencimiento consensuado y profundo,
sin el cual solo existe dominación. El caso boliviano es el más
paradigmático, tanto por la vitalidad de sus múltiples movimientos
sociales como por el hecho significativo de que tal vez es el
gobierno de la región más avanzado en la construcción de un escenario
alternativo. Pero los otros movimientos también enfrentan
la tensión ante los gobiernos y sus decisiones políticas y, a la vez,
las derivadas de su propia posición en la disputa hegemónica.
PULSION CONTRAHEGEMONICA EMANCIPADORA
Más allá de la demanda específica por el
acceso a la tierra y a la producción de alimentos para el autoconsumo,
el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) se
propone una nueva forma de organización social global, opuesta a
la globalidad del agronegocio y su insustentabilidad social y ecológica,
que entraña una clara disputa hegemónica. Porque para
plasmar una nueva configuración social, cuyo fundamento sean
los derechos humanos y no el mercado, el movimiento social y
político necesariamente debe, por un lado, interpelar a la socie
PORQUE PARA
PLASMAR UNA NUEVA CONFIGURACIÓN SOCIAL, CUYO FUNDAMENTO SEAN
LOS DERECHOS HUMANOS Y NO EL MERCADO, EL MOVIMIENTO SOCIAL Y
POLÍTICO NECESARIAMENTE DEBE, POR UN LADO, INTERPELAR A LA SOCIEMOVIMIENTOS
SOCIALES Y AUTONOMÍA COLECTIVA 15
DAD CIVIL Y, POR EL OTRO, CONCRETAR SUS DEMANDAS Y ASPIRACIONES,
PARA CONSTRUIR LA HEGEMONÍA QUE POSIBILITE LA RUPTURA DE UN ORDEN
SOCIAL DE EXCLUSIÓN Y DEGRADACIÓN AMBIENTAL SISTEMÁTICA.
En el mientras tanto, al MST no le resulta indiferente la existencia
de un gobierno más permeable a sus demandas, como es
el del Partido de los Trabajadores (PT), a partir de cuya realización
puede ir construyendo nuevos formatos de acción que expandan
sus posibilidades de construcción contra-hegemónica, que
vaya mucho más allá de la mera “coexistencia pacífica” con el
agronegocio y la estrategia de reforma agraria “por cuentagotas”.
Precisamente es esa convivencia de modelos antagónicos lo que
está en permanente tensión y disputa y que constituye el principal
desafío a resolver en la cotidianeidad de la práctica colectiva
orientada al nuevo paradigma de la soberanía alimentaria.
Por su parte, desde su irrupción en el escenario público del poder
aquel histórico 1º de enero de 1994, al grito de ¡Ya-Bas-ta!, el zapatismo
supo combinar una doble dimensión propositiva. Por un lado, el
construir espacios autónomos al interior de sus territorios rurales que,
al decir de los autores del capítulo 5, constituyen originales instancias
de “organización de la esperanza”, fuertemente arraigadas en la tradición
comunal indígena mexicana. Por el otro, el generar puentes con
la sociedad civil, que eviten el “encapsulamiento” de estos procesos
de ejercicio del autogobierno popular y logren contribuir al armado de
un sujeto capaz de dar disputa en el plano nacional mexicano.
Es así como, desde ese entonces, los zapatistas se han volcado
estratégicamente a la edificación de instancias de ejercicio de la
autonomía local y regional, tales como los Municipios Autónomos
Rebeldes, las Escuelas Autónomas, las Clínicas y Centros de salud
autónomos, las Cooperativas de trabajo y de consumo, y las Juntas
de Buen Gobierno, como ámbitos en donde se intenta superar lo
que Gramsci percibía como algo histórico y, por tanto, transitorio: la
escisión entre gobernantes y gobernados, entre dirigentes y dirigidos.
El desafío, entonces, que se le plantea al zapatismo, es cómo
conjugar esta nueva territorialidad potencialmente autónoma que
han logrado construir en sus espacios rebeldes, con una vocación
de transformación que involucre al conjunto de los sectores populares
del México profundo.
Los movimientos piqueteros argentinos –analizados en el capítulo
3– surgieron como respuesta organizativa de los sectores populares
expulsados del mercado laboral ante las reformas noventistas.
La pelea por el trabajo se desplazó de las fábricas a los territorios
y generó nuevas formas de organización y acción colectivas. El piquete,
el corte de ruta, la movilización callejera, se convirtieron en
las formas de protesta usuales y les permitieron a los movimientos
hacerse de recursos, que de meros paliativos individuales, trocaron a
instrumentos de acción colectiva, cuando generaron emprendimientos
productivos asentados en lógicas cooperativas y solidarias. A partir
de tales iniciativas, muchas organizaciones piqueteras impugnaron la
noción misma de trabajo capitalista, encarando proyectos autogestivos
de producción social, basados en los recursos estatales arrancados
mediante su modalidad de protesta. Desde un comienzo estos
movimientos tuvieron como referencia al Estado, que otorgaba los
planes sociales en función de la capacidad de movilización y negociación.
Fue en tensión con el Estado que se crearon las condiciones de
existencia en tanto organizaciones con pretensión autonómica: tanto
para obtener los recursos necesarios para paliar la pobreza, como
para disputar la facultad misma de decidir la forma de utilizarlos colectivamente
y organizarse para ello. Precisamente esta capacidad de
articulación y de utilización de los recursos estatales no para el goce
individual sino para la construcción de colectivos conscientes y en
disputa, es lo que entra en permanente tensión con la lógica estatal
de integración subordinada de las clases populares.
Paradójicamente,
la mayor posibilidad de expansión de la dimensión colectiva se dio
en los momentos de crisis y debilidad estatales más agudas, cuando
el peso de la demanda social permitía imponer condiciones más favorables
a la expansión autónoma de las iniciativas de los movimientos.
Si el trabajo
digno es concebido como cooperativo, no explotado, genuino, se aleja
de las nociones clásicas del trabajo asalariado protegido por leyes y
organizaciones gremiales, porque al ir mucho más allá del mero acceso
a la reproducción, colisiona con la institucionalidad dominante, que
18 MABEL THWAITES REY
subordina la fuerza de trabajo al capital. El problema es que, cuando
el mercado crea empleo y cuando el Estado legitima y regula el trabajo
cooperativo –con límites y ambivalencias no menores, como se evidencia
en el Plan Argentina Trabaja–, la tensión con la estatalidad se
vuelve más compleja y le presenta enormes desafíos a los movimientos
autónomos. Resulta así mucho más difícil sostener, sobre bases territoriales,
experiencias integrales de producción y consumo alternativo, en
tanto los integrantes del movimiento tienen la oportunidad de insertarse
en el mercado laboral –formal e informal– o de institucionalizar sus
formas cooperativas en los moldes estatales que, a la par que disciplinan,
otorgan recursos de otro modo inaccesibles. Quedan expuestos,
tal como se señala en este volumen, los límites y contradicciones de
las formas prefigurativas en el marco del capitalismo “realmente existente”,
que impulsan a redoblar esfuerzos para sostener y expandir las
prácticas horizontales y solidarias por una subjetividad del trabajo alternativa
y a proyectarlas políticamente de manera creativa, al compás
de los cambios en las relaciones de fuerzas sociales.
¿Otra economía es posible?
La ECONOMÍA SOCIAL es aquella que se basa en una organización autogestiva y social de la actividad económica.
Es también SOLIDARIA cuando incorpora valores y prácticas de justicia, equidad, reciprocidad y cuidado del medio ambiente, que trascienden al emprendimiento y se proyecta sobre la comunidad.
La Economía Social y Solidaria es también POPULAR cuando no intervienen instituciones estatales en su desarrollo.
En el cooperativismo la competencia se da por quien da mas y no por quien da menos.
Si una comunidad logra organizar su propia economía, en lugar de dejar que la economía de mercado sea la que organize su propia economía
¿Cómo es esa otra economía?
5.1. Asociativismo: Determinantes e impactos de la asociatividad para el comercio
justo: El caso de REPEBAN desde 2005 hasta 2010
5.2. Autonomía: MOVIMIENTOS SOCIALES Y AUTONOMÍA COLECTIVA
La autonomía y sus imaginarios prácticos en permanente construcción
2. ¿Participación ciudadana o autoorganización popular?
Movilización y resistencia en Las Juntas Vecinales de El Alto, Bolivia
3. ¿Empleo o trabajo digno?
Crítica e imaginación en las Organizaciones Piqueteras, Argentina
4. ¿Agronegocio o soberanía alimentaria?
El MST y la otra reforma agraria en Brasil
5. ¿Municipio libre o comunidad autónoma rebelde?
Los zapatistas y la construcción del “nosotros revolucionario”
6. Autonomía y esperanza
La nueva gramática de la emancipación social
En nuestros sueños hemos visto otro mundo, un mundo
honesto, un mundo decididamente más justo que el que ahora
vivimos... este mundo no fue algo que vino a nosotros desde
nuestros antepasados. Vino de adelante, desde el próximo
paso que íbamos a tomar.
Subcomandante Marcos
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