selfdestructingdiva
Pensamientos
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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POR QUÉ PARO EL 8 DE MARZO
La huelga feminista del 8 de marzo de 2018 es respaldada por colectivos feministas y sindicatos. Cada mujer puede tener sus propias razones para parar, ahora os explicaré las mías.
El feminismo busca que todas las personas, independientemente de su sexo, tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades. Yo añadiría: el mismo respeto y la misma consideración como seres humanos.
Yo este año voy a parar por: la desigualdad laboral, los abusos y acoso sexual a la mujer, la violencia machista, la responsabilidad de los cuidados, la imposición de belleza, la poca representación y en apoyo a las demás protestas de mis camaradas mujeres:
Desigualdad laboral: cobramos menos, tenemos menos puestos directivos, carreras truncadas por embarazos y maternidad, trabas a la hora de coger bajas, escasez de ascensos respecto a nuestros compañeros hombres.
Abusos y acoso sexual a la mujer: no voy a volver a repetir todos los escándalos de acoso y abusos sexuales a mujeres que hemos presenciado este año. Es algo que sucede a mujeres de todo el mundo todos los días. A mí me han sexualizado desde que era una niña y no podía entenderlo. Me han gritado cosas por la calle, me han seguido hasta mi casa, me han tocado contra mi voluntad, me han acosado en espacios públicos, me han intentado emborrachar para socavar mi voluntad, me han intentado manipular para llegar más lejos de lo que yo quería, me han juzgado basándose en mi aspecto físico y mi forma de vestir, me han intentado convencer para tener algo con ellos, cuando he protestado por acoso o abusos sexuales me han cuestionado a mí: que si qué llevaba puesto y cuánto había bebido. Me dicen que no vuelva sola a casa en vez de decirles a ellos que no nos ataquen.
Violencia machista: protesto por todas esas mujeres que ya no pueden, porque están muertas. #NiUnaMenos
Responsabilidad de los cuidados y el hogar: no digas que “ayudas” en casa, es también tu casa, si dices que ayudas es porque piensas que no es cosa tuya. Co-responsabilízate. Protesto por todas esas mujeres a las que admiro, en especial una, que han llevado sus carreras, sus hijos y su casa sobre los hombros durante toda su vida.
Imposición de la belleza: nuestra obligación es ser bellas o morir en el intento. Depílate, péinate, maquíllate y adelgaza. Si no, das cierta vergüenza ajena. ¿Verdad?
Poca representación: No estamos en los espacios de poder, ni político ni económico. No se nos reconoce nuestro papel en la creación del conocimiento. No somos ni narradoras y ni protagonistas de la Historia. Ni de la real ni de la ficticia. En el parlamento español sólo hay un 35% de mujeres: ¿no nos gusta la política? En los consejos de administración de las empresas que forman el IBEX 35 sólo hay un 15% de mujeres. ¿No estamos cualificadas? ¿No nos gusta mandar? Sólo hay un 20% catedráticas en las universidades españolas. ¿No somos listas? ¿No nos gusta estudiar? Entonces, ¿por qué somos el 64% de las graduadas universitarias? Los productos culturales producidos o protagonizados por mujeres se consideran un subgénero: cine para mujeres, literatura para mujeres. Sólo aparecemos en el 20% de las noticias. Casi siempre como víctimas, adornos o consortes.
Apoyo a las propuestas de mis camaradas: el feminismo es hermandad, colaboración, apoyo y respaldo. La lucha de mis compañeras es la mía. Protestaremos por vuestros derechos.
#el8demarzoyoparo
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Las invisibles
Según la RAE la invisibilización no existe. Y sin embargo, sólo el 16% de las académicas son mujeres.
La invisibilización es el conjunto de mecanismos culturales que lleva a omitir la presencia de determinado grupo social.
Las mujeres somos el 50% de la sociedad (en realidad, 53%).
Se nos trata de convencer de que vivimos en igualdad, que tenemos los mismos derechos y oportunidades que los hombres,pero...
No estamos en los espacios de poder, ni político ni económico.
No se nos reconoce nuestro papel en la creación del conocimiento.
No somos ni narradoras y ni protagonistas de la Historia. Ni de la real ni de la ficticia.
En el parlamento español sólo hay un 35% de mujeres: ¿no nos gusta la política? 
En los consejos de administración de las empresas que forman el IBEX 35 sólo hay un 15% de mujeres. ¿No estamos cualificadas? ¿No nos gusta mandar?
Sólo hay un 20% catedráticas en las universidades españolas. ¿No somos listas? ¿No nos gusta estudiar? Entonces, ¿por qué somos el 64% de las graduadas universitarias?.
Los productos culturales producidos o protagonizados por mujeres se consideran un subgénero: cine para mujeres, literatura para mujeres. ¿Las historias de mujeres sólo nos interesan a nosotras? ¿Y por qué las de los hombres son para todos?
Sólo aparecemos en el 20% de las noticias. Casi siempre como víctimas, adornos o consortes.
Esto no es normal. Si somos la mitad de la gente deberíamos ocupar la mitad de los espacios, aportar la mitad de las ideas, contar la mitad de las historias. 
Los intentos de justificarlo de otra manera disfrazan la desigualdad y la presentan como el estado natural de las cosas.
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Buscándome
Suena Ed Sheeran y me apetece ponerme un vestido y soltarme el pelo. Quiero volver a ser esa chica.
Quiero volver a bailar con ganas y sentirme a gusto.
Quiero salir y beber y bailar y comerme la noche.
Quiero conocer gente nueva, recuperar mi identidad. Pero mejorada, con todo lo nuevo que he descubierto de mí misma.
Voy a ser yo misma 2.0.
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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I.
xxxx NO
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Tootsie
Dustin Hoffman interpretó en 1982 a un actor que se queda sin trabajo y decide disfrazarse de mujer para conseguir un papel en una serie de TV.
Una de las primeras preguntas que se planteó fue: cómo de diferente sería si hubiese nacido mujer. No en el sentido de “qué se sentirá siendo mujer”. Si no pensar en qué cambiaría por dentro por el hecho de ser mujer.
Cuando se le propuso el proyecto de Tootsie, el actor respondió que sólo aceptaría el papel si conseguían que pareciese una mujer de verdad. No un tío vestido de drag, no un hombre disfrazado. Alguien que al caminar por las calles de Nueva York pareciese una mujer.
Tras su primera prueba de maquillaje, se miró al espejo. Y se sorprendió de que no le dejasen más “atractiva”. Felicitó al equipo, y les dijo que ya habían conseguido que pareciese una mujer, ahora faltaba que le hiciesen una mujer guapa. Porque él pensaba que debía ser guapa, quería ser la mujer más bonita posible. El equipo le contestó: “esto es todo lo guapa que te podemos poner”. 
Hoffman volvió a casa, se lo contó a su mujer y rompió a llorar. Le dijo: “tengo que hacer esta película”. Ella dijo: “¿Por qué?”
“Porque creo que soy una mujer interesante. Y si me hubiese conocido como mujer en una fiesta nunca habría intentado hablar conmigo. Porque físicamente no creo ni que hubiese entrado en mi campo de visión.
Hay demasiadas mujeres impresionantes que nunca he tenido interés ni ganas de conocer, porque me han lavado el cerebro.”
Para Hoffman, Tootsie nunca fue una comedia. Un par de días como mujer le bastaron para llorar cada vez que le preguntan por esta película.
Cuando un actor/famoso/cantante poco atractivo, como Hoffman, salta a la fama enseguida encontramos motivos para que nos guste. Nos gana por su “encanto”.
Nos tomamos la molestia de que su personalidad nos lleve a su atractivo. ¿Por qué con las mujeres hacemos lo contrario? 
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Comienzos
Ella se subió los pantalones y lo observó tumbado terminándose el cigarro. Una atmósfera de humedad y olores íntimos invadía el ambiente y ambos llevaban encima el sudor del otro.
Ella siguió mirándole intentando controlar su expresión. No podía bajar la guardia en ningún momento, no podía despistarse. Un sólo fallo y él adivinaría sus pensamientos. Siempre todos le habían dicho que su cara era reflejo de las emociones, por eso se le daba tan mal mentir.
La adoración que ella sentía por él podría compararse a la que sienten las adolescentes por los ídolos que decoran sus carpetas. Una especie de admiración a lo que alguien representa, a cómo se mueve y habla, a su aspecto exterior. El resto de su persona ya se había encargado ella de inventárselo.
Las ganas de compartir todos sus minutos estaban igualadas con el terror que le producía que él desapareciera. Porque que alguien te abandone, que pase de ti, que comience a evitarte o que te diga que no quiere verte más significa que se ha dedicado a observar todas tus cualidades y te ha dicho un gran “no, gracias, seguiré buscando”.
Y él era algo que ella quería. Quería tenerle en su vida. Quería que la examinara y le diera un “sobresaliente” todos los días. Que la considerara suficientemente buena para darle el status de novia. Que la llevara de la mano por la calle y la presentase a sus amigos. 
Estaba dispuesta a tragarse sus sentimientos, a acceder a los encuentros casuales sin preguntar nunca “qué somos”, a fingirse natural y despreocupada, la que no se da cuenta de que sólo quedan cuando a él le apetece, a fingir ser lo que ella creía que el quería.
Él era un premio que ella iba a ganar. Como fuera.
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Las tías buenas
Yo lo he intentado. Pero mucho. En serio.
He tratado de comer sano, de hacer deporte, de querer para toda la vida, de reproducirme, de aprender a cocinar, de hablar más bajo, de querer sexo sólo cuando hay alguien conocido en mi cama, de vestirme de colores suaves, de juntar las piernas, de gritar menos, de llorar más, de beber menos, de dormir más, de comer menos, de sonreír más... Pero no me ha salido.
Juro que he tratado con todas mis fuerzas de ser buena. Estar buena. Parecer buena. Pero no he podido.
Porque, a veces, las cosas que no deberían, me gustan, me apetecen, me las como, me las quedo, me las bebo, me las compro, me las guardo, me las follo...
Porque a veces, las cosas que me deberían gustar me deprimen, me aburren, me ponen triste, me dan asco.
Y he dedicado mucho tiempo, mucha energía, mucho dinero, mucha esperanza, a ser una mujer “como dios (o el patriarcado) manda”. Con curvas proporcionadas, compañías sexuales que se cuenten con los dedos de la mano, ropa de entretiempo, revistas de decoración, voz dulce, maquillaje discreto, regímenes saludables y aficiones que impliquen una aguja (no hipodérmica, claro).
Y ya me he cansado de que no me salga. No me sale parecerme a las de los anuncios de Nivea, a la que el tipo del banco quisiera dar una hipoteca, a la que la casera decente quisiera alquilar el piso, a la que los tíos encorbatados quieren llevar a cenar, a la que las dependientas quieren vender bragas blancas, a la que la policía quiere defender y no reprimir, la que cabe en las tallas que ponen en el escaparate.
Las malas, las inoportunas, las descaradas, las desubicadas, las desagradables, esas me salen mejor.
Y así, consigo menos cosas, pero son cosas que me gustan. Las que consiguen las tías buenas, con sus sonrisas oportunas, sus curvas adecuadas, sus posturas apropiadas... esas, me deprimen, me aburren, me ponen triste, me dan asco.
O envidia, vete tú a saber...
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Los mansplainers o “verdaderos feministas”.
“Eso no es feminismo”. “Tú no puedes ser feminista”. “Flaco favor le haces al feminismo”. “Yo soy más feminista que tú y soy hombre”. “Para ser buena feminista deberías...”
Lecciones, consejos. Palabras condescendientes. Nos lo dicen por nuestro bien. Para enseñarnos. Pobres, decimos tantas cosas. Estamos tan confundidas. Es normal, somos mujeres. Qué sabremos nosotras de nuestra propia opresión. Qué podremos tener que decir con nuestra inteligencia inferior, con nuestra inmadurez. Con tantos pájaros en la cabeza como tenemos.
Por lo visto siendo hombre no sólo tienes un juicio y una comprensión crítica del mundo mucho mejor que la nuestra, si no que también tienes el divino derecho de decirnos lo que te dé la gana, sobre lo que te dé la gana.
¿Se atreverían estos hombres que critican nuestra lucha o que juzgan nuestro compromiso con el tema, a acercarse a un activista de color en una manifestación contra el racismo, y darle lecciones sobre qué decir?  
No lo creo.
Pero a las mujeres sí pueden decirnos lo que quieran. En su mente, quizá haya alguna mujer que sí corresponda con el feminismo que ellos creen justo y defendible. Y todas las que no sigamos la norma, o nos alejemos de lo que ellos consideran el feminismo justo y necesario, somos malas feministas. Y nos tienen que aleccionar. O reprender. O burlar. O insultar. O “ayudar”.
Estos hombres que van de progres, de que son de izquierdas, de que entienden que en cierta forma sí hemos estado oprimidas, que creen que el feminismo y el igualitarismo son la misma cosa, que ven el feminismo desde un punto de vista tan intelectual. 
Si tienes algo que decir sobre nuestra lucha, entonces más vale que tengas constancia de toda nuestra opresión. Y sinceramente, si eres un hombre, NUNCA LA TENDRÁS.
¿Quieres ayudar a la causa? Ayuda. Cállate. Escúchanos. Aprende. Ponte detrás de nosotras en las manifestaciones. No intentes acaparar el foco ni la atención. Y desde luego, no nos des lecciones.
Lo que más se parece a un machista de derechas, es un machista de izquierdas, aunque lleve piel de cordero.
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selfdestructingdiva · 7 years ago
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Las personas que se fueron, y las que se quedaron.
Muchas veces se habla de la importancia de un entorno de amistades y familiares que supongan un apoyo para los que pasan un momento difícil.
Si sufres de algún trastorno mental, depresión, enfermedad, adicción, mal momento…
La realidad es que cuando alguien cuenta la historia de cómo salió del hoyo, de su proceso de recuperación y de lo difícil que fue, de los amigos que lo dejaron de lado, de las personas que no le apoyaron… Todos salimos a decretar que si no estuvieron a tu lado no eran realmente tus amigos, que si no te pudieron apoyar no tienen un lugar en tu vida ahora que lo malo ha pasado. Que quien no tolera lo malo, no se merece lo bueno.
Juicios que se hacen muy rápido y muy fácilmente.
Todos los que hemos pasado épocas difíciles sabemos que hay gente que hemos perdido por el camino. Amigos, novios, conocidos, compañeros.
Un trastorno alimenticio no es como el que veis en las películas. No es una niña flaca con ojeras que llora en su habitación. Acarrea épocas de depresión, dejadez personal, desorden extremo, no quieres ponerte guapa ni ducharte algunas veces, tienes desgana, ganas de aislarte, falta de ilusión, no puedes seguir con tus tareas diarias, vuelves loco a todo el mundo, a veces eres egoísta, a veces estás demasiado necesitado de atención, no te da la cabeza para estar presente cuando los demás también pueden necesitarte.
Algunos se quedaron. En lo bueno y en lo malo. Te aguantaron cuando estabas insoportable, te escucharon llorar cuando te derrumbabas, te decían que todo irá bien, te animaban a seguir con la terapia, te ayudaban a recoger la basura que te rodeaba, te consolaron cuando te dejó tu novio porque ya no era divertido, cuando otros amigos te dejaron atrás. A estos, guárdalos como oro en paño porque no se encuentran todos los días. Les debes la vida, en muchos casos.
A los que se fueron, a esas amistades que se enfriaron. Ellos no tienen la culpa. Quizá también tenían tantos problemas que no podían ocuparse de los tuyos. No los demonices. No te deben nada. Ni tú a ellos.
Puede que alguno de estos merezca una segunda oportunidad. Si miras hacia atrás sabrás identificarlos. Buena gente, que simplemente no pudo contigo. O mejor dicho, tú pudiste con ellos. Y ellos no podían más.
Quizá cuando estés mejor, y si quieres, se pueda retomar. Pero cuidado, has cambiado. El camino te ha cambiado. Quizá ya no encuentres esa chispa, esa complicidad. Y eso también estará bien.
Ahora sabes que tú eres tu mejor acompañante en este viaje.
Sé la persona a la que más cuidas.
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