Tumgik
Text
Bueno, al menos esta pequeña experiencia me recordó que aún tengo algo para dar
0 notes
santoyo-beatlemaniaco · 3 months
Text
¿En qué momento me jodí tanto la cabeza?
0 notes
santoyo-beatlemaniaco · 4 months
Text
Tumblr media
1K notes · View notes
santoyo-beatlemaniaco · 4 months
Text
y cuando yo decida que ya no voy a caer, regresaré...
regregresaré
0 notes
santoyo-beatlemaniaco · 5 months
Text
“Just because you’re angry doesn’t mean you have the right to be cruel.”
— Unknown
4K notes · View notes
santoyo-beatlemaniaco · 5 months
Text
“Distance doesn’t separate people. Silence does.”
— Jeff Hood
6K notes · View notes
santoyo-beatlemaniaco · 5 months
Text
simplemente te echo de menos
103 notes · View notes
santoyo-beatlemaniaco · 8 months
Text
El día en que te conocí
Recuerdo ese día hace 9 años, estaba super nervioso porque era la primera vez que iría a casa de Mimi, todo porque jamás en mi vida había visto Volver al futuro. Recuerdo las palomitas con salsa en la cubeta y el sonido de la puerta abriéndose, la mamá de Mimi diciendo salte y, de repente me quedé solito en la sala, todos corrieron hacia la cocina y de repente: “NoooooPupy!!! Salte!!” (Jajaja) Fue el momento en que escuché las patitas correr y resbalarse por el piso. Un instante después había una bolita de pelo blanca enfrente de mí.
En esas épocas yo aún le tenía miedo a los perros. Para ese momento solo había convivido con un chihuahua no tan agresivo por algunos días, y por otros pequeños días con otra bolita blanca llamada Dolly, sin embargo, mi miedo a los perritos continuaba siendo grande, así que recuerdo lo nervioso que estaba justo en el momento que estuviste frente a mí por primera vez. Imagino lo chistoso que debió haber sido esa escena: Por un lado, un adolescente de 17 años todo espantado y estresado por estar por primera vez en el sillón de la casa de su también primera novia en frente de una bestia feroz que no sabía en qué momento iba a atacar; por el otro lado, un pequeñín blanco, de no más de 40 cm de alto, mechudito, con su lengüita de fuera, sorprendido por la nueva personita que tenía en frente. Jamás me hubiera imaginado que ese momento quedaría marcado en mi vida como el día en que conocí a mi primer amiguito peludo.
Sin lugar a dudas, una de las mejores cositas que me dejó mi relación con tu mamá fuiste tú, mi pequeño amigo, o como me gusta llamarte: el Pupster. Y es que, precisamente a tu lado fueron algunos de mis momentos más felices, no solo de esa relación, si no de mi vida hasta ahorita. Muchos dicen que la primera vez no se olvida, y es que es cierto, y tú fuiste mi primera vez de muchas cosas:
Recuerdo la primera vez que te saqué a pasear, todavía estaba en mi primer semestre en León y aún recuerdo la ternura que me daba verte con tu pecherita donde se ponía tu correa, como íbamos avanzando y te detenías a comer el pastito porque te estabas desparasitando (jamás voy a olvidar esa referencia), o como cada vez que llegábamos a la alcantarilla te parabas, te preparabas y dabas un saltito para pasarla y yo moría de ternura viéndote. Muy pocas cosas se comparan a la sensación que tuve la primera vez que dieron tu correa y me llevaste caminando, tengo una foto de ese día y la atesoro porque es la primera vez en mi vida que pasee un perrito.
Y como olvidar la primera (y creo que única) vez que te bañamos. A mí me tocó la importantísima tarea de agarrarte tus patitas al banquito. Verte todo empapado fue muy gracioso, pero también triste, o no sé cómo describirlo porque cuando te vi temblando lo único que quería hacer era abrazarte, creo que jamás lo hice porque siempre tuve miedo de ser muy torpe y lastimarte.
Otro sentimiento que no voy a olvidar fue la preocupación cuando te me escapaste. Fuimos a la Laja a comprar tortillas y de regreso por alguna razón se me soltó tu correa de las manos. Saliste corriendo y yo justo detrás de ti. Creo que corrí como nunca antes había corrido en mi vida y tampoco voy a olvidar esa amarga sensación que tuve al momento que te alcancé, porque tuve que pisar tu correa y te detuve en seco, nunca supe si te lastimé pero me sentía muy mal de pensarlo, pero todavía me sentía más mal de imaginarme si no te hubiera alcanzado. Después, tampoco olvidaré el miedo que sentí cuando ya veníamos de regreso y los otros perros callejeros te empezaron a ladrar y a seguirnos. Me daba mucho miedo porque tú simplemente ibas ahí, caminando, tranquilo y sonriente. Ningún perrito merece ser lastimado, mucho menos uno tan tranquilo como tú.
Y es que siempre que pienso en ti estás feliz, sonriendo, con tu lengüita de fuera. En tu foto donde estas ahí en el patio de atrás queriendo jugar, cuando estás peloncito con tu paliacate rojito, o la foto que te tomé porque estabas todo contento porque estaba jugando contigo y Mimi también mientras lavaba su ropa y te detenías a tomar agua con suavitel. No sabes lo bonito que sentía cada vez que entrabas corriendo a la casa y llegabas conmigo y te echabas para que te rascara tu pancita. Fuiste el primer perrito que ha hecho eso conmigo.
En mi corazoncito van a quedar todas esas veces que te perseguí, todas esas veces que Mimí me dijo: “ya lo cansaste” y te ibas a tomar agüita; se van a quedar todas las veces en que te di croquetas en tu boca y las veces que te acaricié y te puse nombres distintos; se van a quedar todas las canciones que te canté y todos los momentos que pasamos felices los 3 caminando juntos, las fotos y los videos. Una de mis fotos favoritas de mi vida es con nosotros 3.
Me arrepiento mucho de muchas decisiones que he tomado, pero la vida es así, tomar desiciones, equivocarte y aprender. Algunas decisiones me llevaron lejos, pero al menos me alegro de haber vuelto a acariciarte. Tu mamá me dijo que tenía corazón de pollito, últimamente no me siento así, pero sí se que lo tuve, y una parte de ello es gracias a ti, porque aprendí más sobre la ternura que puedes sentir por los que quieres, el valor para cuidar a alguien tan indefenso y la nobleza que te puede demostrar un perrito (recuerdo el día que me ladraste porque pensabas que estaba atacando a Mimi cuando estábamos jugando).
Nunca me consideré tu padre adoptivo, la verdad, no sé por qué; tampoco he tenido un perrito que fuera mío, pero sí he sentido que tuve uno, y fue contigo, gracias a ti, porque como te canté una vez: Te quiero, te quiero, te quise mucho y siempre te voy a querer. Ya me voy a contradecir jajaja. Tal vez no fuiste mi perrito y tampoco fui tu papá porque simple y grandiosamente, fuiste mi amiguito peludo, una bolita blanca y peluda, el Pupster, Puppy, el mejor perrito que he tenido el placer de conocer. Te quiero mucho amiguito.
0 notes
Text
Tumblr media
13K notes · View notes
Text
Algo extraño - Nsqk
"No me preguntes, no quiero explicarte,
porque si te digo tú me vas a odiar.
No es que no escuches, ni que no me ames,
pero tú y yo ya no sabemos hablar."
Canciones que me hubiera gustado escuchar hace un año.
3 notes · View notes
Text
Si no puedes ser tú con alguien, que sentido tiene?
371 notes · View notes
Text
A veces no sé si soy una persona muy intensa o solo una persona muy ambiciosa. El problema de ambas es que siempre quiero mucho y me envuelvo en un océano completo de expectativas que no me dejan ver ni vivir mi realidad. Y en un abrir y cerrar de ojos me estoy ahogando.
1 note · View note
Text
There's something inside me that pulls beneath the surface, consuming, confusing
0 notes
Text
Tumblr media Tumblr media
7K notes · View notes
Text
Al final se quedan a tu lado quienes deben estar.
201 notes · View notes
Text
¿Cómo alguien puede volver a la normalidad sin saber qué es la normalidad?
Es como sentir que no perteneces a ningún sitio.
Mi vida cambió a partir de aquel jueves 13 de marzo del 2020. Me piden que vuelva a la normalidad, pero es que no se qué es la normalidad... mi normalidad.
Tampoco es que haya un lugar donde volver. Terminé la escuela ¡Genial! ¡Wuuuuuu! pero ¿y ahora? No puedo ver a mis amigos todos los días, ni siquiera siento que haya terminado la escuela, porque nunca tuve la oportunidad de volver. Ni siquiera me siento entusiasmado. Al contrario, siento que concentré demasiada energía por tanto tiempo en una sola cosa, que no pude, ni supe darle valor a todo lo demás que estaba viviendo. No pude dar un cierre.
Tampoco puedo volver a mis personas favoritas, ni mis lugares seguros. El tiempo se los llevó, junto con una gran parte de mí.
Es un sentimiento extraño, porque sin duda me alegra mucho ver crecer a mis amigos, a las personitas que quiero, pero a la vez me frustro tanto al ver que ellos avanzan y yo sigo estancado en el mismo sitio después de años. Además, no puedo hablar con alguién porque todo termina en "¿otra vez con lo mismo?"
No sé a dónde voy, pero no quiero que esta sea mi normalidad, porque es una mierda.
0 notes
Text
Pero uno es ciego, necio y tonto
“No le des tantas vueltas; si alguien tiene interés en ti, joder, se nota.”
— Simple. 
11K notes · View notes