saculseyer

[saculseyer]

Dolor prostituto

Las lágrimas se convierten en monedas,

Con un intercambio inconcluso.

Esta cicatriz muerta que me cuelga,

El hada de la carne quizás requiera.

Algunos dolores vírgenes lo guardan como un tesoro con coordenadas extraviadas;

dolor viejo quizás plantará con el liquido salado de los parpados, el jardín bello donde en paz morirá;

dolor prostituto quizás quiera lavar sus billetes sucios para seguir en la esquina;

dolor pasajero quizás se ahogue en las lágrimas toxicas de una botella.

Dolores hay muchos, pero lo que importa en realidad es la calidad de sus lágrimas.

Los bancos de gotas de ojo son extremadamente exquisitos,

pues el mercado de mentiras estableció sus valores:

-Lagrimas de opresión. A excelente precio.

-Lágrimas de insensibilidad. Poco rentables.

-Lágrimas de soledad. ¿Si quiera existen?

-Lágrimas de alegría. No pagan impuestos.

-Lágrimas de amor. Solo si no son románticas.

-Lágrimas de ....

“Señor, tengo mucha pena. ¿Se puede?”

-No cumple con los requisitos, lamento decirle que su préstamo es inviable.

El tiempo pasa, y sigo en la calle. Es de noche, esta muy fría y los pies y manos se me congelan. No tengo de qué comer ni calor que hallar en esta enorme ciudad. La única seguridad que tengo es la piel que traigo debajo de esta chaqueta de cuero negra que oculta mi pena exquisita, dispuesta a ser penetrada por otro sin condiciones, todo por algo de consuelo que me ofrezca.

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Distancia

Me enamoré de la nada, porque nada podemos hacernos.

Me conquistó la lejanía, porque su Imperio es vasto.

Me asesino tu indiferencia, porque la mía también es asesina.

Ahora me arrimo en el lago suspendido como fuego fatuo.

Aprendí que el rechazo no es el mayor mal de amar;es el destino tirano que estatuo no hacernos cruzar.

[saculseyer]

Cómplice

Vi las rosas aparentes. Tome unas cuantas.

-Los ojos sin el corazón, son zapatos sin calzado -

Las flores de mi lado, tristes pensaron.

Sobraba mucha mente cuando elegí mi racimo

Y faltaba mucha sangre  para seguir tiñendo mi regalo.

-Praderas repletas de rosas me encantarían-

tu boca recordó a mis orejas,

y mis orejas a mi memoria.

Recibiste por mí, espinas pasar por rosas.

Ahora, tanto mi sangre como la tuya,

Manchan mi racimo de mentiras rojas.

[saculseyer]

Carta a tí, mi vida.

Mi vida mía, te declaro estas palabras porque he reflexionado mucho sobre la carencia de afecto, de descuido e irresponsabilidad que te he tenido. Por no hablar de la mortal displicencia que ha sido no cumplir nuestro compromiso.

No puedo permitirme faltar por segunda vez  las palabras de la sentencia que nos unió. Derivadas de lo más alto y de lo más desconocido. El juez y legislador del contrato de nuestro enlazamiento, el hálito de alma que nos permaneció cada uno a la igualdad, el gran código que todos viven pero nadie descifra. Observa aunque no tenga ni ojos ni conciencia, el seguimiento de los dos. 

Amada mía, ahora las preguntas no me aquejan como antes. La incertidumbre ya no me carcome tal cual parásito a su huésped. Más bien recibo como buen anfitrión a su invitado. Ya la vastedad del vacío que nos rodea, no es sino diminuta, cuando recuerdo amarte.

¡Ya no hay más excusas para no amarte mi vida! ¡Las razones de seguir se escriben por todas partes con el corazón en mi mano!

Te invito a seguir recolectando esos huevos de pascua que tanto nos gusta  encontrar, sí, esos pintados de tono rincón alejado, para un camuflaje preciso. Encontremos y liberemos de su interior, el exquisito contenido que nos espera. Los fragmentos diminutos que contienen esos huevos, sé que armarán el cuadrado de la esquina de la línea de la parte de un trozo de la infinita cuadrícula que conforma solo una mota de polvo en el rompecabezas de la inmensa verdad.

Volvamos a aventurarnos en las  complicadas selvas donde habitan amazonas, ninfas y sirenas. Cumplamos cuantas tareas pidan y cumplamos cada capricho que tengan. Sabes que aunque esté el riesgo de encontrarnos con desafíos dignos de héroes y semidioses, la emoción de ver a Volcano liberarse ¡lo vale todo! !Ay montañas de azúcar! de sabores y tamaños. Esas tierras están llenas de ríos bravos y de ríos secos. Pero no olvidemos, que las sirenas y sus sinfonías, aunque sean orgasmo al escucha, no son más que trampas para ahogarnos.

Y qué decir de nuestros hermanos, los patriotas de himnos de risa . Todavía quedan  frentes de batalla que nos esperan gloria. Invitarlos a jugar como niños es nuestra próxima andanza.  Se que aunque el tiempo cada vez borra, semejante a las olas que desvanecen las huellas de una playa, nuestra tierna infancia a cada va y viene . Se que  los fusiles del tiempo no son suficientes para asustarnos a la retira, no cuando nuestro bastión de verdadera amistad permanezca en firmeza a las balas de metrallas. Y podría seguir, amada mía, las ventajas de continuar los caminos cruzados, venideros a nuevos abrazos.

Se que te has dado cuenta de que hasta ahora en esta carta he troceado la verdad a media amada mía. Pero tu sabes que no me gusta ignorar la verdad, tanto como dejar espació a la otra mitad de verdad para mensajes subliminales.

¿Creíste alma intrusa, que husmeas propiedades ajenas, que mis palabras pomposas serían decoro para ti? ¿Tu ego es lo suficientemente inmenso  para hacer llegar tus ojos y narices a mi poema?  Mi vida mía, mi vida. No te ofendes, no te indignas. Por que mi propia vida, es mi vida mi más querida. Aborrecida en mi pasado; conquistada en mis palabras, como dedos a la lira. 

¡Mi vida mía, amada mía! ¡Esta carta no es para ti, si mi amante es temporal! Mi vida es mi amante más preciada, cuando ella es quien me hace vivir más.

-Ahora me tomo unos segundo y respiro profundo. Inhalo y exhalo...unas cuantas veces más. Cambió el tono de voz al tono más sincero que tenga y te dedico la última reflexión-

“Ha sido un recorrido lleno de matices, desde el blanco más puro hasta el negro más intenso; y me rehúso a saber que esos son los extremos de los colores. Pues hasta los matices, que si bien no recuerdas, creíamos conocer desde el blanco más blanco a el negro más negro. Ja! siendo en realidad el extremo de cada gris más negro y cada gris más blanco.

Negro gris, fue el juicio de nuestro divorcio. Blanco gris fue que la cuerda que te asfixió, siga estando rota.

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Pacto

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Voz con vos

Junta las manos al unísono como amantes que son dos, pero a la vez unos; Así baila por las calles, gritando hasta sin voz. Da apología a la vida que ha sobrevivido, A su margen siempre digno Ante un cuadro tan atroz.

Por un instante me veo sin cuerpo Por un instante soy uno con vos.

Por un instante me veo elevado A gritar y a tener voz.

Y no caerá si no es contigo Y no será si no es contigo

Pues tus brazos amables Curten el cuero de la historia, Y juzgaran los maestros de los anales Por el ropaje que les entregues.

¿Qué nos han dejado para vivir? Dirán los sabios viejos. ¿Qué vida es la que se sobrevive? Dirán los sabios niños

[saculseyer]

Incertidumbre

Para paliar su desdicha, consejos flamígeros; para ablandar su crudeza como carne recia a carne tierna y suave, y devorarte como adepto adicto a sus palabras. Me parecen melosos, y a mí me satura el dulce, pues soy de espíritu diabético. Solo me trago la realidad que te forja, pero nunca para ser espada. Y aun así, que te lleva a la guerra con poca armadura y entrenamiento de leva. Así con el tiempo, el pecho pertrechado y desechado, yace uno en el lodo escurridizo combinada con la tinta sangre fluyendo por el suelo maltratado. Espero que ese destino no sea por malos consejos o por poco consuelo, más bien sea que me lleve allí por mi propia voluntad, aunque sea corrompida. Y ya muerto de la batalla pírrica que nos profetizó lo que es o segundos o eones, diga: -será tu sangre los nutrientes de la nueva tierra y será la capucha negra su granjero quien dará de buena cosecha. El será el granjero de molinos y parcelas que llamamos “infierno”-.

Allí el diablo mora para que la vida surja para sí misma. Y en la cima de su reino, en donde vivimos las guerras, las plantas, antiguos espermas, reclamarán la victoria de todos y cada una de las batallas libradas; para ser asesinadas por quienes se asesinan. Y me calma saber que aunque mi vida sea inútil en vida, y la incertidumbre aceche como el asaltante en la penumbra nocturna, al final de esa noche, el sol saldrá siempre para ahuyentar a los ladrones. Mi cuerpo ya fétido bombardeado por moscas será el astro brillante que ciegue a la incertidumbre con la certidumbre de la muerte,que siempre llega y calmara, por fin, lo que nunca podré controlar o alguna vez llegar a saber.

[saculseyer]

Corazón peste de cristal.

“Lo que no te mata te hiere de gravedad y te deja tan apaleado, que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece.”

Me sostengo en la mano, mil fragmentos de vidrios. Una figura de corazón llevaba cuando la entropía no conocía todavía, era bello y era pulcro.

La fé era su brío, la esperanza su fortaleza. Después, fue el martillo y clivajes. Ahora, la resignación de una mentira reconfortante; me mantiene inspirando inspiración y espirando hasta expirar lamentos o dichas. 

Hubo un pegamento que fueron tus besos, y que ahora vuelves a romper. Un ciclo sin fin, en donde se caen a pedazos los músculos que sostienen mi corazón, y en  donde recojo para lograr encajar en una “aparente” figura que parezca amable. Y así sucesivamente sucederá... hasta que deje de latir, hasta que deje de sentirte.

Un mal que me parece único, pero es tan común. Si el color de piel nos separa, tanto como las ideologías u otras fantasías mentales, es el dolor el que nos une como humanidad;  el que nos pega a todos cada vez que el jarro de porcelana que derrama agua de cada alma se rompe, e irónicamente el que también lo despedaza a nivel individual. Es decir, nos pega como “cuerpos” y nos quiebra como “cuerpo”. Si no, os recomiendo ver esos pueblos que viven del exilio y nos superan en fraternidad. Os invito a ver a esos que lo tienen todo, y que no necesitan nada más que su individualidad, pues no sufren, no se rompen, y no necesitan.

Pues yo solo espero, en tanto lo que es vivir, que  mi jarrón de vidrio haya sido fragmentado tan fuerte, que los pedazos que bailan por el aire ante el martillazo, muevan tus pies y hagan bailar tus fracciones de grada, en una balada de choques bestiales que te despedacen , y así, nuestros corazones piel de cristal se unan uno con el otro, no en el amor ya, sino en el dolor.

[saculseyer]

Delirios de amor

Tostada al sol la arena marraqueta, unten tus pies miel por su caliente corteza.¡Ay cómo haces a mi cabeza revolotear como gaviotas que vuelan a la brisa!

Los rayos viajan desde el cielo confundido con el horizonte turquesa, acarician tu azabache cabello y en tus ojitos de aceituna rebotan para hacerme recordar el verdadero significado de lo que es “belleza”.

El mar susurra dulzura, el suelo tibio suaviza la piel de las nalgas, las montañas sabias solo observan sentadas, el aire suspira amor y la mente no tiene más preocupación que la felicidad.

Lástima que todo sea solo un sueño, lo único que tenga sea esta gran ciudad gris y sus murallas de concreto. Ya es hora de partir, que mañana temprano el café hará despertar y no hay tiempo para delirios; no hay tiempo para amar.

[saculseyer]

A veces, he amado así.

Tania, se que quizás no quieras hablarme ni que merezca tu atención por mi estúpida posición de la otra vez. Si dije que no te quería y que todo era falso. Es mentira. Solo que quiero que te pongas en mi posición para que te hagas una idea. ¿Has amado a alguien tan intensamente que el amor y la irracionalidad son las primeras en amarse antes que uno del otro? Bueno, eso sentí. ¿Por qué? No se. ¿Cómo? Tampoco. Solo quiero que sepas que he suicidado la idealización de ti y que, si bien he malgastado las mismas palabras de decirte esto veces anteriores, prefiero ser tu amigo que nada tuyo. Espero que me puedas perdonar Tania, eres con quien no he hablado en demasía; pero si con quien en menos palabras he dicho más, y no quiero perderte. Si no deseas nada, ni mi amistad ni migajas, eres sensata en hacerlo; Pero si aceptas una amistad arrepentida, lo juro, harás a este miserable hombre uno de los más felices que ha pisado este aciago planeta.

Debo convencerte quizás, si es que estas vacilando en este momento, y no me queda más que sacar de contexto cuando la otra vez concluiste que: yo no te conocía tanto. Bueno, en parte hay razón en ello, pero no es absoluto una tabula rasa. Haré mi esfuerzo. En demostrarte…

Sé que tu color favorito es el azul, tus ojos son negro azabache, que tienes un cabello tan bello como los zarcillos; que te gusta la música clásica y sus respectivos autores como:  Erik Satie, Prokofiev, Tchaikovsky, Mozart, Adolphe Adam, Debussy, Listzt, u otros géneros como Beach Hause, Der Hunter, Daughter (creo que el favorito) ; que te gusta ir al cementerio, y en general el aire libre; que a veces te tiemblan los labios y que odias a este viejo de playboy llamado Hugh Hefner ( y que peleaste una vez con un profesor y me acuerdo exactamente como vi en tus ojos ígneos el convencimiento de tus ideas, y eso me gustó); uno de tus directores favoritos es Wes Anderson (sino el favorito).

No puedes tomar café o sino se te salta el corazón, y que prefieres tomar chocolate caliente  (y que le echas muchísima azúcar); se que nos consternó la frase de la lápida (y que a duras penas interpretamos) que decía: “Inmortales, los mortales; mortales, los inmortales; viviendo unos la muerte de aquellos, muriendo los otros la vida de aquellos” o como ese corto animado soviético del “gato y el árbol” me lleno el alma de regocijo, y más allá de la buena obra que contemplaron mis ojos, fue el hecho de que me lo hayas compartido de tu parte. También, te he visto llorar por amor y estuve allí para consolarte y que te gusta cantar  y tocar el piano. Y por ultimo, y lo más importante, es que se que te quiero y que tu amistad, junto contigo, es suficiente para tener una sonrisa eterna. Eres importante Tania para mi, y no lo digo a la ligera, y por supuesto, no es ninguna idealización ¿Sabes por qué? Porque es lo mas real que he sentido en años Tania. Te estimo y quiero ser tu amigo, para que en un futuro, pueda conocer aun más de ti.

[saculseyer]

Que penumbra es la vida que carece de un propósito, un nihilismo que vuelve la existencia en un tarea sin sentido. Qué triste es la vida aquella que vacía pueda rellenarse con mucho, pero lo único con lo que se colma, es nada. Aquello es  ignorar una fuente de potencialidad inconmensurable, ignorar un cuantioso universo de probabilidad infinita o probablemente una vecina al ocho dormido.

Veo como abundan los placeres inmediatos, la falta de amabilidad en una  generación de lo espontáneo, espontáneo que mima la displicencia y la falta de honor. Se merma la palabra “valor” y “paciencia”. Estupefacientes que se confunden con “felicidad”, y se niega el vicio engañándose con gozo u acto de rebeldía jubilosa. La muerte prematura se venera como la falta de un Dios y las relaciones se vuelven psicopatías detrás de una historia entre varías burbujas.

[saculseyer]

Segundos que marcan con la sangre, con cada pie pesado al piso. Rojo vivo líquido como azufre me bombea,  glóbulos por clavos duros y  venas por frágiles telares; por cada latir, un parir de angustias. 

El cuello yace arañado por serpiente cuello  tallo de clavel que constriñe el tejido muscular como débil papel. Sonidos tormentos, un crujido de huesos. Desagradables como chirrido de uñas maltratando una pizarra de salón o como unos dientes plateados al lacerar la porcelana del plato.

Un sudor que en sus gotas caen como sacos rellenos de grava. Unas manos atadas a una estaca,  y picos afilados acercándose a mi cara; disfrutan masticar los ojos los cuervos y dejan en rastro unos profundos cuencos negros.

La luna se estrella a la tierra, las casas expulsan humanos en fuego, los niños son asesinados por crueles bestias del averno y todas las mujeres violadas por demonios en cuernos. Pero que importa, que me importa lo demás cuando soy yo quien sufre.