Tumgik
pauldelavallaz · 8 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
0 notes
pauldelavallaz · 8 years
Text
Cuando la ficción roza la realidad
Casi como en el primer capitulo de la ultima temporada de Black Mirror, los likes y los seguidores se convirtieron en una especie de “puntos virtuales”, que parecieran ser canjeables en la vida real por un status social elevado. Instagram se transformó en un curriculum vitae de las relaciones sociales. Lleno de mentiras, de exageraciones, de gente intentando venderse a si misma, inflando sus cualidades y escondiendo su defectos. La gente sube fotos no por placer, sino porque sienten que la sociedad se los demanda.
Estos números completamente intangibles de alguna manera producen placer. Es el diploma que certifica que tenés amigos o una vida interesante. La gente sube fotos para recibir likes, para sentirse lindo, acompañado, para generar envidia. Siento que Instagram se convirtió en una red social careta. En la que todos buscan ser envidiados, mostrar que su vida es mejor, que son mas facheros, que tienen más likes.
Si tenés 35 seguidores sos un fracasado, si tienes 1000 sos un crack. Lo cierto es, que tras conocer a alguien nuevo, nuestra segunda impresión será probablemente, su perfil en las redes sociales. Y estos números siempre tan llamativos, serán lo primero que veremos. Es por eso, que por más que odie la forma en la que esto funciona, yo también busco tener un perfil “socialmente aceptable”.
Lograr un perfil con muchos seguidores, muchas publicaciones y muchos likes, pareciera ser el objetivo de la mayoría de las personas que me rodean. Incluso yo mismo, siento la necesidad de adaptar mi conducta virtual. Sigo a personas que no me interesan y likeo fotos que no me gustan con la única esperanza de que esos likes y follows regresen a mi.
Hay personas que sienten la necesidad de subir una nueva foto si hace mucho no lo hacen. Y una vez que la publican (tras horas de preparación, selección y edición), atraviesan una etapa de nervios y ansiedad. Controlan constantemente revisando cuantos likes van, quien likeó, quien no, cuantos tiene la foto de Juan, o la de Sofia. ¿Por qué tienen más que yo? Si mi foto es mejor, si yo soy más copado.
Creo que si tanto los likes como los seguidores fueran privados, y solo los pudiera ver el dueño de la cuenta, todos seriamos más felices. Se terminaran las comparaciones y los prejuicios. Todos podrían subir la foto que les guste, seguir a quien realmente le interese y likear lo que le parezca interesante.
Odio el caretaje que hay en esa red social y como a la vez me veo atrapado en ese sistema careta.
PD: Me cree una nueva cuenta. La hice privada y seguí a las 30 personas que considero mis amigos. Disfruto infinitamente más publicar en esa cuenta. Poder hacer un vivo o subir la foto que quiera por más ridícula que sea. No siento la responsabilidad de publicar una buena foto que siento al publicar en la “cuenta careta”. 
0 notes
pauldelavallaz · 8 years
Text
Esto fue lo que pasó. ¿O no?
Era su ultima noche, se iba a las 11 de la mañana del Sábado. A mi todavía me quedaban 3 más. Durante el día casi no la vi. Me desperté a las 11, me cambie e hice tiempo hasta las 12:30 en la pileta. Después de comer la vi a lo lejos, fui a saludarla, y me quede con ella y con el resto de sus amigos brasileros. Fuimos al arco y flecha y a jugar quemado, por más fuertes que fueran mis ganas de estar con ella el aburrimiento me superó. Me fui a buscar un vaso de Guaraná y a mi habitación. Después de bañarme, me quede dormido. Cuando me levanté ya era la hora de cenar. Fui sabiendo que en un rato, después del show y de varias rondas de caipiroskas, se venia la joda, la "balada", y ahí me la tenía que jugar. 2 horas y 7 caipis después fui a hablarle. Charlamos un rato (o por lo menos intentamos) y después bailamos con el resto de los chicos. A las 2 se cortaba la música. Pero nadie se iba a dormir. Era la ultima noche de varios y todos querían estirar su estadía al máximo. Ya promediando los últimos temas le dije que le quería hacer una pregunta, "vení, acompañame". Nos fuimos a la playa. Sin nadie que traduzca (y sin nadie que moleste) caminamos a lo largo de la costa. Me dijo que le gustaba mi acento, que era más lindo que el de Tomás, y que los argentinos solían ser "muito bonitos". -¿Y yo que te parezco? Se rió y contestó algo que no pude entender. Frenamos. Le saqué la gorra floreada que tenía y le pregunte si me la regalaba. -Dame algo tuyo a cambio. Me acerqué y le di un beso (porque era lo único que tenía a mano, y quería la gorra, obvio) Seguimos caminando, ahora de la mano, hasta los sillones de la playa. Nos sentamos, me preguntó algo, creo que sobre la música que se escuchaba de fondo. No entendí. Conteste cualquier otra cosa. No entendió. Nos miramos, nos reímos, chapamos. Cada tanto el circulo se repetía. Frenábamos, charlábamos, "no entiendo", chapabamos. Y así, hasta las 4. Cuando ya no quedaba nadie. Nos despedimos y nos fuimos a dormir. Le prometí que la iba a despedir antes de que se vaya. Me desperté a las 12. Ya se había ido. Con el tiempo, esta va a ser la única historia que recuerde. ¿Que paso en realidad? ¿Quien carajo es Bianca? Prefiero recordarla así.
0 notes
pauldelavallaz · 8 years
Text
Probabilidades
Siempre me parecieron fascinantes las estadísticas y las probabilidades. Estamos todo el tiempo tomando decisiones en base a que creemos más probable y apostando nuestra vida constantemente. Cada vez que cruzamos la calle estamos apostando a que se cumplirá lo que creemos más probable, estamos apostando a que ningún auto va a cruzar el semáforo en rojo y nos va a atropellar. Todo este pensamiento ya es interno y automático. Sobre todo, cuando son eventos simples y con probabilidades claramente favorables, pero, muchas veces, la decision correcta no es tan clara.
Por ejemplo. Una persona con HIV, gracias al tratamiento antirretroviral presenta una carga indefectible y tiene chances ínfimas de transmitir la enfermedad vía sexual. Las chances son realmente ínfimas, varían entre un 0,0% y un 0,14%. Esto quiere decir que si 100 parejas en las que el portador tiene carga viral indefectible tuvieran relaciones durante un año, la tasa de transferencia del virus sería de 0,algo o un número ínfimo tendiente a cero.
Entonces, ¿Por qué usamos preservativos? Que pasaría si la probabilidad de contagio fuera más chica aún, digamos de 0,0001%. ¿Hay un número mágico, un índice de riesgo que determina un numero a partir del cual algo se torna lo suficientemente “probable” como para tenerle miedo?
La probabilidad de morir en un accidente de moto es de 0,12%, muy parecida a la de contagiarse HIV. Sin embargo, todos los días miles de personas toman este riesgo voluntariamente, y sin embargo a nadie se le ocurriría tener relaciones con una persona HIV positivo sin usar preservativo. ¿Por qué?
Porque los riesgos que corremos nos parecen mucho menores si los corremos voluntariamente, y a más placer, nuestra percepción del riesgo es aún menor.
Las probabilidades controlan nuestra vida, si las conociéramos de antemano, si tuviéramos certezas en lugar de incertidumbres nunca nos equivocaríamos, cada decision que tomamos la tomamos en base a lo que creemos que va a pasar. Apostamos constantemente.
Si pudiera elegir un superpoder, sería justamente, poder controlar las probabilidades. O aun que sea conocerlas de antemano, o conocer hasta el más mínimo detalle que las determina.
Cuando alguien tira una moneda al aire, las probabilidades de que salgan cara o ceca son de 50% y 50%. Pero, si pudieras conocer y calcular todas las variables que afectan a ese tiro, podrías saber que va a salir en el instante en el que la moneda está en el aire. Si se pudieran medir las fuerzas que la mueven, la gravedad, la resistencia al aire, etc, no cabría duda alguna, se conocería con certeza, con una probabilidad del 100% si saldrá cara o ceca.
Llevándolo más al extremo, si se pudieran conocer todas las variables que afectan a la persona que está por tirar la moneda, (hasta la más minima conexión sináptica de sus neuronas) se podría conocer el resultado del lanzamiento incluso antes de que este suceda.
Ya llevado a un extremismo extremo, si se conociera el movimiento de cada molécula, de cada átomo, de cada partícula de todo el universo de podría calcular absolutamente todo, desaparecerían las incertezas y el azar, sería todo calculable y predecible. Sería posible saber si la moneda caerá en cara o en ceca incluso antes que la moneda misma sea acuñada o que su lanzador nazca.
Por eso, un superpoder que te permita conocer hasta la más minima variable, estarías en control de todo.
0 notes
pauldelavallaz · 8 years
Text
Asco?
La lucha contra la homofobia está mal planteada. Tanto los gustos como los rechazos se encuentran muy en el interior de cada persona. No se puede convencer a alguien de que le guste el brocolli, tampoco no se puede convencer a un homosexual de que le gusten personas de su sexo opuesto. Al mismo tiempo, no es posible convencer a alguien que siente rechazo por las cucarachas de que no le generen tal rechazo. Por ende, tampoco se puede forzar a alguien que siente rechazo por los homosexuales a que este rechazo desaparezca.
Ni los homofobicos tienen derecho a “prohibir” o censurar a los homosexuales ni los homosexuales tienen derecho a forzar a los homofobicos a que superen su rechazo. Tiene que convivir partiendo de la base que los derechos de uno finalizan donde comienzan los del otro. Deben convivir de la misma forma que lo hacen demócratas y republicanos, gallinas y bosteros, kirchneristas y macristas. Son diferentes, piensan diferente. Yo particularmente no soy ni homosexual ni homofobico, pero creo que ambos están equivocados, y su error es el mismo: Intentar forzar los gustos del otro. Que no se confundan las cosas, por supuesto que todo acto homofobico que incluya violencia de cualquier tipo, ya sea verbal como física está mal, de eso no cabe ninguna duda, pero la homofobia en sí no está “mal”. Por ahí el termino “homofobia” u “homofobico” no es el apropiado. No me refiero al odio hacia los homosexuales sino al rechazo hacia las manifestaciones de homosexualidad. Si bien dije que no soy homofobico, me genera cierto rechazo ver a dos hombres besarse, no un rechazo intolerable, pero si significativo, y sé que por más argumentos que me den, ese rechazo va a seguir ahí, entiendo a los homosexuales y creo que tienen todo el derecho a hacer lo que quieran, pero no puedo cambiar mis gustos ni evitar sentir rechazo.
En resumen, podes hacer que alguien no te odie, pero no que no le des asco.
0 notes
pauldelavallaz · 8 years
Text
Odio a los negros de mierda.
Odio a los negros de mierda. No los negros de piel, con Obama y con Usain Bolt no tengo ningún problema, con negros de mierda me refiero a los villeros, a los que te roban, te matan, les chupas un huevo. Y si, son personas al igual que yo, pero son unas personas muy hijas de puta. Y ojo, no te digo que todos los negros villeros son chorros, ni garcas, pero hay una gran mayoría que sí. Es a esos a los que odio, los que viven de robar, y con lo que ganan van a drogándose a la plaza, los que dejan el colegio para drogarse más y embarazar a otras negras que producen más negros de mierda.
Escuché varias veces que no tuvieron “la suerte” (!?) de nacer en otra familia, en otro lugar, y que por eso, yo que si la tuve, tengo que ayudarlos. Sé que no lo eligieron, de la misma manera que yo no elegí nacer donde nací. No tengo la obligación de ayudarlos, por lo menos no dándoles una moneda, o 10 pesos, o 100.  Ayn Rand escribe sobre el altruismo y sobre como este es inviable. El altruismo implica poner los intereses de otros por encima de los tuyos, existir por el bien de los demás. El altruismo dice que el hombre no tiene derecho a existir por sí mismo, que el servicio a otros es la única justificación moral de su existencia, y que el auto-sacrificio es su mayor virtud. Pero el altruismo no es una cualidad innata del ser humano, su naturaleza es egoísta. La esencia de la libertad implica pensar primero en uno mismo y luego en los demás, porque así es la única forma de explotar al máximo todas las potencialidades de cada uno. “No te escondas tras superficialidades como si deberías darle una moneda a un mendigo o no. Esa no es la cuestión. La cuestión es si tienes o no derecho a existir sin dársela. La cuestión es si tienes que seguir comprando tu vida, centavo a centavo, de cualquier mendigo que decida aproximarse a ti.”
Los negros de mierda están vacíos, son brutos, indios, monos, o peor, no porque hayan nacido así, sé que física y genéticamente son iguales a mi, el problema pasa por otro lado, el problema es que no tienen educación, de ninguna tipo, ni escolar, ni familiar ni moral. Y lo más grave es que hay generaciones que ya están perdidas, generaciones a las que es imposible cambiarles la cabeza. Quienes vivieron gran parte de su vida sin educación, robando, drogándose, o simplemente trabajando para sobrevivir (o aun peor, de planes sociales) no cambian. Principalmente porque no entienden, no les interesa educarse ni educar a sus hijos, les interesa el vino del asado y cambiar el smarfon de vez en cuando. Son generaciones perdidas, y probablemente generaciones que todavía no nacieron ya estén perdidas también, porque van a nacer en un ambiente de mierda, que los va a convertir en una mierda. De alguna manera, que desconozco, hay que educarlos, de a poco, que cada generación progrese un poquito más que la anterior. Si terminaste el primario, que tu hijo termine el secundario, y que su hijo estudie algo en la UBA, y que su hijo vaya a un mejor colegio y también se reciba, y que el suyo se gane una beca y estudie en una universidad mejor, hasta que todos salgan. Pero es imposible, en toda sociedad hay negros de mierda. ¿Por qué? Porque es más fácil vivir robando, y drogarse, porque esa “felicidad” de fumarse una sequía de paco es inmediata, porque es más fácil coger y tener 8 hijos que planificar una familia.
La envidia y el rencor es un gran motor que los mueve, de la misma manera que yo los odio a ellos, ellos me odian a mi, no tengo duda de eso. Envidian mi “suerte”, odian que tenga las zapatillas que ellos quieren o el celular que vieron en la tele. Pero nada, absolutamente nada, les da el derecho de robarme, por una simple razón, porque tus derechos terminan donde empiezan los míos. Sin embargo lo hacen, y no sólo eso, también matan, matan porque si, porque odian, porque son brutos, porque son una mierda. Por todo esto y mucho más, odio a los negros de mierda.
1 note · View note