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¿Casualidad o Causalidad?
Todavía no me decido al 100% cual es mí postura sobre esto. Hay muchas cuestiones que me hacen ruido de pensar en cualquiera de esos dos extremos y trato de quedarme en un punto intermedio donde no creo que haya un plan predeterminado o destino, sino, que somos libres de elegir entre algunas opciones más o menos limitadas. Tenemos libertad de decidir hacia futuro siendo presos de nuestro pasado y condiciones actuales.
Me suele pasar seguido que escucho personas de mí entorno diciendo cosas como "fue una señal", "fue un ataque del enemigo", "Dios me quiere mostrar algo", y un largo etcétera de comentarios similares. Entiendo el punto pero a mí entender muchas veces le adjudicamos cosas a Dios o el diablo y simplemente son casualidad o no. Tal vez, es parte de un plan más elaborado que nunca voy a entender del todo. Cuando cuestiono este tipo de cosas es cuando aparece una de las frases que peor me caen. Bueno, quizá exagero, una que me cae muy mal: "Dios obra de maneras misteriosas" o "No podemos entender todos los caminos del Señor". Peor es cuando usamos la voluntad o el propósito divino para justificar situaciones muy difíciles, una muerte, un cáncer, un cáncer y posterior muerte, la pérdida de un hijo, la perdido de un hijo sin nacer, la pérdida de un hijo recién nacido, por ejemplo. Las personas que usan frases como esas con otras personas que sufren, ¿no se detienen un momento a pensar que tal vez están haciendo más mal que bien?, aunque la intención sea buena. Justo ahí encuentro el límite de muchas de mis creencias, justo ahí tengo trazada la frontera y ya no me basta un "los planes de Dios son misteriosos". ¿Todos los planes son misteriosos? Si todos son misteriosos, ¿Cómo puedo pretender descubrir su voluntad para mí vida?. Ni hablar si está situación la llevamos a un extremo: soy un chico que nació en África, tengo el estómago hinchado por la inanición, soy uno más entre todos mis hermanos, como la comida que nos repartimos entre mí familia y no se si estar contento o no porque la ración que me tocó hoy es un poquito más grande ya que murió mí hermano mayor trabajando en las minas de cobalto. ¿Puedo siquiera ponerme a razonar si no tengo los nutrientes necesarios para aprender? ¿Puedo encontrar un significado o destino o comprender un plan divino en medio de mí miseria? ¿Puede ofenderme siquiera escuchar a una persona que justifica mí sufrimiento con la voluntad del Padre? ¿Si esto es su voluntad, puedo hacer algo al respecto? ¿Y su amor? ¿O acaso hay requisitos para ese amor y solo alcanza a algunos pocos? Había escuchado a ese misionero blanco decir que Dios es amor pero quizá entendí mal. De todas formas, se siente agradable y cálido el abrazo de mí mamá aunque sus lágrimas sean frías por no poder brindarnos un futuro mejor.
En fin, ya me fui un poco por las ramas, o no. Lucho con las ideas del amor de Dios / Dios todopoderoso / un proposito o destino. Siento que se contraponen en muchos puntos e intento reconciliarlos un poco. No voy a explayarme mucho sobre eso ahora porque empecé a escribir todo esto pensando en el momento (hoy a la tarde) cuando esperaba en la vereda de la verdulería a ser atendido. Al lado mío, había una chica. La verdulería es atendida por una pareja. Élla la atiende a esta chica y él me atiende a mí. Primero la verdulera le pregunta a la chica que va a llevar. Chica: 1/2kg de cebolla. Entonces el verdulero me pregunta que voy a llevar. Yo: 1 morrón rojo. Y la cosa sigue así...
Verdulera: ¿qué más?
Chica: 1 morrón rojo
Verdulero: ¿qué más?
Yo: 1/2kg de cebolla
Verdulera: ¿qué más?
Chica: 1/2 docena de huevos
Verdulero: ¿qué más?
Yo: 1/2 docena de huevos
Verdulera: ¿qué más?
Chica: un poco de cebolla de verdeo
Verdulero: ¿qué más?
Yo: un poquito de cebolla de verdeo
Ya para ese momento estaba tentado de la risa, pensé en hacerle algún comentario sobre si compartíamos la receta después a ver cómo nos quedó o alguna cosa por el estilo. No lo hice. ¿Por qué? No lo sé.
Tal vez fue casualidad, a lo mejor causalidad o quizá, ¿Por qué no? Ambas.
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Sobre la infidelidad
Acá estoy, otra vez recordando y sintiendo el dolor que no quiero. Intento hacer cosas que me gusten, ver una serie por ejemplo pero casi siempre, en algún momento, en algún episodio o de manera tangencial, mencionan la infidelidad. Tal vez ni siquiera con esas once letras exactas pero ahí está: como traición, como frustración, como dolor, como perdida, como falta de sentido, como destrucción y/o como si algo preciado se rompiera. No sé me ocurre una situación, en ningún contexto, cultura o época donde la infidelidad pueda ser buena o no ser algo malo. Siempre implica romper un contrato y romper contratos duele.
No es la primera vez que paso por algo así pero después de la primera me dije a mí mismo que era la última vez que toleraba algo así. Actualmente estoy con alguien que me fue infiel. Esta vez es otro contexto, otro motivo y demás, pero de todas formas cuesta. Cuesta porque de alguna manera implica romper mis propias reglas, las reglas que yo cree para mí y eso es no ser fiel a mí mismo. No escuché lo que siento durante la mayor parte de mí vida, solo hacía lo que sabía que estaba bien sin prestar atención a mis deseos. Eso me llevo al punto donde estoy hoy, replanteandome la vida y pidiéndome perdón por haberme sido infiel porque tal vez, primero debería estar de novio conmigo mismo como diría Facundo Crabral.
Intento perdonarme primero, no reprocharme las cosas que hice, entendiendo que nadie me obligó y la responsabilidad para cambiar las cosas es mía. Podría argumentar sobre la manipulación, que sucede, y mucho en varios ámbitos, pero es un callejón sin salida donde termino solo quejándome. A veces entro al callejón pero me aseguro de recordar dónde está la entrada/salida.
También intento recordar los motivos por los que perdono la infidelidad de pareja. Según mí criterio son motivos bastante endebles pero lo tomo como un salto de fe, confiando en que eventualmente, las cosas mejorarán. Y si no mejoran, tendré que armarme de valor para serme fiel a mí mismo y a mí pareja.
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Sobre el infierno que es la burocracia
Vivo en Quilmes, en una casa que alquilo, pagando servicios a nombre de inquilinos anteriores que no conozco. Hace unos días llego una carta de Edesur notificando que la titular del servicio había fallecido por lo tanto tendría que cambiar el servicio a mi nombre ya que de no hacerlo iban a cortar el suministro eléctrico.
Ok, pensé, vamos a resolverlo de la manera mas ágil posible. Estaba la opción de hacerlo mediante un código QR que te redirigía a la web donde completabas un formulario y... ¡listo!
Escaneo el código, empiezo a completar el formulario que apareció. Era bastante extenso pero venia completándolo como un campeón hasta que empezaron a pedirme información que no conocía o no tenía opción de elegir. Por ejemplo, el DNI del titular del servicio o el parentesco. No había una opción que sea "ninguna relación o parentesco, solo pago para usar el servicio sin deudas". Frente a la imposibilidad de seguir adelante, mi segunda opción mas ágil era acercarme a la sucursal que está a 350m exactamente según Google Maps. Nunca entendí si cuenta el recorrido caminando por la vereda, siguiendo el trazado público digamos, o si lo hace en línea recta, atravesando edificios, casas, paredes o incluso animales si los hubiere. De todas formas, todavía no puedo atravesar paredes así que me fui caminando.
Llego, saludo amablemente a la oficial de policía que estaba parada en la entrada, no me devolvió el saludo pero tampoco me importó, era solo cortesía; cortesía que no alcanzó para que despegara la cara del celular. Me anuncio en recepción, le explico la situación y la persona detrás del mostrador me dice que para ese trámite necesito ir con turno que lo saco desde la página de Edesur o llamando a un 0800 algo. Además y junto con la fotocopia de mi DNI, tenía que llevar un certificado de domicilio que acredite que efectivamente vivo en donde digo vivir. Ese certificado lo expide el Registro Civil según me informó la recepcionista.
Como ya no podía hacer nada más ahí, volví caminando a casa. Creo que está vez lo hice atravesando paredes y edificios pero no me enteré porque aproveché la vuelta para buscar el sitio del registro civil y ahora era yo quien no despegaba la cabeza de la pantalla. (Espero no me haya saludado ningún policía por el camino).
La buena noticia es que podía hacer el trámite de manera online, tenía un costo de $60 por el servicio. Me encantaría entender que hace que cueste ese precio y no otro o porque no es gratuito. En fin, una vez en casa, sentado y con la compu preparada, entro a la página del Registro Civil y busco la opción de Certificado de Domicilio. Para poder acceder tenía que ingresar y acreditar mi identidad con algunas opciones: ANSES, AFIP, y otras dos que no conocía pero estaba seguro que no tenía entre mis posibilidades.
Pensé en que bueno que recordaba mi clave fiscal. Lo que no recordaba es lo mal que funciona el sitio de AFIP. Pongo la contraseña. Error. Imposible, la recordaba y escribí con cuidado, sin equivocarme. Error. Bueno, voy a revisar en donde la tengo guardada. Efectivamente era correcta aunque eso no importó. Vuelvo a la página para reestablecer la contraseña. Tenía que hacerlo desde la app. Descargo la app, se instala, entro. Para cambiar la contraseña tenia que escanear mi DNI, sacarme unas fotos como fe de vida. Escaneo el código de barras. Siguiente. Habilito la cámara. Busco un lugar con fondo claro y bien iluminado. Sonría. Sonrío. Luego de unos segundos suena el "clic" de la cámara. Cierre los ojos. Cierro los ojos. Después de unos segundos, no suena el "clic". Abro los ojos, entonces suena el "clic". Mire hacia su hombro derecho. Miro mi hombro derecho. Suena el "clic". Error, "no se pudo validad su identidad". Respiro profundo. Le doy al botón "intentar de nuevo". Centre la cámara en su rostro. La centro. Sonría. Sonrío. Clic. Cierre los ojos. Los Cierro. Clic. Mire hacia su hombro derecho. Miro. Clic. Error, "no se pudo validad su identidad". Al tercer y último intento, funcionó pero esta vez tuve que mirar mi hombro izquierdo. Cambio la contraseña, me avisa que tengo que entrar desde la web la primera vez porque me va a pedir cambiar la contraseña (que acabo de cambiar) por cuestiones de seguridad. Ok, respiro hondo y entro, cambio una vez mas la contraseña siguiendo todos los requisitos, mayúsculas, minúsculas, al menos dos números, etc, etc. ¡Listo! intento entrar con el nuevo pass. "Acceso denegado". Vuelvo a intentar. Vuelve a aparecer el cartel de "Acceso denegado". Intento una tercera vez y puedo entrar. Bien, pude actualizar esto. Ahora voy a volver a la web del Registro Civil. Elijo la opción de ingresar por medio de AFIP, lo único que hacía ese botón de ingresar era redirigirme a la pagina de AFIP. Ya para esta instancia estaba totalmente frustrado.
Pruebo entrar con la Clave de Seguridad Social de ANSES. Error, sus datos están desactualizados. Entro a ANSES. Error. Usuario o contraseña incorrectos. Reviso en el lugar donde guardo las contraseñas, era correcta pero rápido fui al botón de "recuperar contraseña". Error, "el sitio se encuentra fuera de servicio momentáneamente, vuelva a intentarlo mas tarde". Inmediatamente, vuelvo a intentarlo, esta vez funcionó. ¡Bien! Me tomo unos minutos y reviso toda la info por las dudas que haya algún error. Una vez chequeado todo pude generar una nueva contraseña. Regreso al sitio del Registro Civil, entro esperanzado con mi flamante y recién generada contraseña. Obviamente no iba a salir al primer intento, lo bueno es que pude hacerlo al segundo y no al tercero o cuarto. Acá ya tenía ganas de llorar solo acurrucado en mi cama.
Una vez adentro, completo el formulario para el certificado de domicilio. Fue rápido, eran solo unas pocas líneas. Siguiente paso, elegir el medio de pago: en persona en un pago fácil (no hay chances), código de pago electrónico Red Link (puede tardar hasta cinco días en acreditarse el pago), tarjeta de crédito Visa o tarjeta de débito. Rápido hago clic en "tarjeta de débito", y si bien estamos a fin de mes (un mes de cinco fines de semana), todavía tenía $60 en la cuenta. ¡Gracias Dios! La emoción no duro mucho pues "ERROR, no se generó el comprobante de pago". Todo frustrado, vuelvo atrás, actualizo la pagina y completo los campos. Siguiente. Elija su método de pago. Hago clic en débito. Error. Vuelvo. Actualizo. Completo. Esta vez elijo tarjeta de crédito. Error. "No se generó el comprobante de pago". Si, ¡ya lo sé!. El fastidio era casi insoportable. Vuelvo. Actualizo. Completo. Ahora elijo código de pago electrónico y por fin, milagrosamente (si, ya a esta altura cuenta como un milagro, y sobrenatural) me devolvió un largo numero con el que puedo acercarme a un cajero a pagar los $60 del servicio que puede tardar hasta cinco días en acreditarse para tener mi certificado de domicilio para presentar junto a la fotocopia de mi documento en Edesur y cambien el servicio a mi nombre para que no me corten el suministro eléctrico.
Terminé enojado y un poco aliviado pero con ganas de gritar "LA PUTA MADRE, ODIO TODO ESTO". El mundo no está hecho para las personas. No pude evitar pensar en mis papás o cualquier jubilado que pase por lo mismo y no sepa usar la computadora o no tenga a nadie que le facilite las cosas. Ahora entiendo un poco mejor porque somos el país con mayor cantidad psicólogos por habitantes. Cerca de 198 cada 100000. La mitad está en la capital y muchísima gente no puede acceder a este servicio, aunque lo quiera y lo necesite. Pero ese es otro tipo de burocracia.
Estamos en este mundo, poco a poco lo vamos socavando y ni siquiera nos podemos organizar para tener las cosas fáciles. Me quejo y se que mi queja no va a cambiar nada. Pero no me quiero quedar así, quiero encontrar la forma de aunque sea poder facilitarle algo a alguien.
Hoy solo quería gritar, putear y terminar de escribir esto para que lo lea mi psicólogo en la próxima sesión.
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