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Día 4.
Desperté tarde, (como siempre). Me sentía rara, pero no pensaba en él. Tal vez este sea corto, ya que no pasó mucho...
Estaba en el trabajo, terminando lo que había planificado, hasta que ví que me había hablado. Lo que tanto ansiaba que pasará, llegó. Me emocioné por las huevas, porque solo me reclamaba sobre una publicación en Twitter. O sea, ¿Qué? Él jura que me tiro, salgo con otros; si supiera que estos días han Sido los peores. No dejaba de pensarlo, sollozando por ratos y pensando en si había hecho algo mal.
Entendí algo, no me habla porque m extraño, me habla porque quiere tenerme aún atada a él. Sentí egoísmo, ha sido la primera vez que pude percibirlo como tal. Conversamos, peleamos, y terminó en una sutil bloqueada. Dijo que nunca me importó cuál sería la última impresión que se llevará de mi. Si supiera que solo deseo que vuelva. También me dijo que dejará de esperar, porque no iba a suceder. Fue duro, pero supongo era lo que necesitaba leer. Después de eso, me dió diarrea de la cólera, impotencia y dolor. Ahora lo escribo riendo, porque tuve que cagar en plena oficina jajajaja.
Después de su pequeña aparición, me sentía mejor. No sé por qué, sólo sentí que el alma regresó a mi cuerpo. No le escribiré, no le llamaré, no nada. Él no me quiere, sólo es costumbre. Me quiere usar, no tiene con quién más jugar, ¿por qué no buscar a la misma pendeja de siempre? Lo siento, cariño, pero esta vez no sucederá.
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Día 3.
Such a day. Todo iba bien, estaba tranquila. Llegué un poco tarde al trabajo, me había quedado dormida pero logré hacer todo lo que tenía planeado. Comencé a escuchar podcast sobre asesinatos, sentía que debía tener la mente concentrada en algo, por lo menos por un rato.
El día avanzaba, solo pensaba en qué iba a hacer una vez que llegara a la universidad. Continué con mis cosas. Llegaron las 5, una amiga fue a recogerme, de ahí nos enrumbamos a la universidad. Emoliente, una buena charla. De hecho, ella hablaba más, yo solo escuchaba y aconsejaba. Me preguntó cómo iba, que como estaba. Supongo se nota la tristeza en la mirada, pero ando calmada y eso es raro. Un amigo me dijo 'por lo menos lo tomas mejor' y tal vez sea cierto, pero no dejaba de pensar en qué sería si regresara a mis brazos.
Estábamos caminando, buscando donde sentarnos, pero no nos dimos cuenta que ahí estaba, a unos metros. Tal meme de Bob cavernícola, no sabíamos qué hacer, solo bajamos las escaleras y buscamos otro lugar. No puedo sacarme su cara de la mente cuando me vió, no se ni como describirla, fue rara. Continuamos hablando, todo bien, todo tranquilo, pero sentía como la tristeza se apoderaba de mí y ya no sabía que hacer. Me acompañaron hasta el salón, hasta ahí todo iba bien, me tranquilice pero me sentía rara, sentía que algo me faltaba.
Ya estaba en el salón, una compañera me llama, volteo y en plena conversación, aparece él. Sabía que no me iba a saludar, estaba de más, pero ese sentimiento, pensamiento de 'por favor, dime algo' pero vamos, sabemos que eso no va a suceder.
La clase continuaba, yo solo escribía lo que debía dé, pero al mismo tiempo, la mente la tenía en algún lugar, menos conmigo. Me angustié, no sabía que hacer. Movía el pie, la presión bajó, sentía más frío y tristeza al mismo tiempo. Me puse a pensar en qué difícil era todo esto, en superar, dejar ir.
Ya era hora de irnos, cada uno tenía que firmar. Empezó desde la Z. Él saldría primero, yo estaba angustiada, no quería verlo. Tocó que firme. Agarró el lapicero, firmó, y se fue, pero no del todo. Veía de reojo que estaba en la puerta, no sé por qué, yo demoré. Terminé de firmar, levanté la mirada y ya no estaba. Salí rápido, sólo quería no verlo, tenía el pensamiento de que se había ido por otro lado, a buscar a una de sus nuevas mejores amigas.
Iba bajando las escaleras, mientras escuchaba sobre La Casa Blanca, antes de llegar a primer piso, me dí cuenta de algo, había un chico parado. Era su casaca, su mochila. Sólo atiné a caminar, seguir mi plan. Pasé por su costado, no dijo nada. Sólo dejó que siguiera mi rumbo. Desde ese momento, sólo pienso en él, en recuerdos, buenos recuerdos como malos.
Lo extraño. Espero todo pase pronto, que salga de mi mente, o que regrese.
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Día 2 (resúmen día 1)
Fue distinto. Se sintió que ésta sería la última última vez. Pareció un adiós, pero no de esos con los que uno dice, "al menos tengo un último recuerdo", sino de esos amargos recuerdos, con los que abres los ojos como cuando sucedió. Te deja helado, con el corazón en la mano y las lágrimas saliendo. Todo eso sucedió el domingo, que fuí a buscarlo para solucionar algo que ya no tenía solución, ni interés para él. Yo lo hubiese dado todo, absolutamente todo para verlo feliz. La verdad, es que aún haría hasta lo imposible. Es difícil aceptar que se fue, no volverá. Que terminó una etapa. Una etapa que te hubiese gustado que durara un poco más. Qué no hubiese dado para que este sea nuestro último año de universidad juntos. I mean, misma #goal de Instagram. Tal vez no así, pero quería eso para ambos, un año inolvidable. Aunque tengo que reconocer que la cague con mi inicio de alcoholismo, drogadicción y demás, hizo que lo alejara de mi. No soy perfecta, nadie lo es. Pero, con mil defectos, lo quería, lo aceptaba y cuidaba. Ayer, intenté comenzar el día como si nada hubiese pasado, pero me veía al espejo y solo podía visualizar a una joven triste, con la mirada de un niño de 5 años que ve a su mamá irse lejos sólo por un rato, pero qué tiene miedo a quedarse con un extraño, con un respirar tan lento, que se podía percibir la tristeza, ya que veían acompañado de suspiros.
Fue un día largo. Ya había llorado parte del domingo que restaba desde esas palabras: "yo no busco una relación" después de haber estado hablando 2 meses, y yo tenía la ilusión de que tal vez, sólo tal vez, esta era la vencida. Al fin íbamos a estar juntos una vez más. Pero no, no fue así. Sólo me dejó ir, sin más que decir. Luego de esto, sólo atinó a acompañarme al paradero, pero se lo prohibí. No quería más de lo que de por sí, ya tenía. Lloré todo el camino a casa, pensando qué había hecho mal, en qué había fallado, sin darme cuenta que fallaba a otras personas.
Llegó la hora de entrada al trabajo. Hacia lo de siempre, en modo automático. Pedí mi desayuno, actualice noticias, terminé con mis pendientes de la semana pasada que aún me faltaba culminar, pero de un momento a otro, sólo vino a mi mente cuando le envié un conjunto de imágenes que había visto por ahí, que daban vida a una escena en la que Chandler aconsejaba a otro tipo sobre su duda sobre casarte, a la cual responde que sí es difícil comprometerse con ella, entonces no es la indicada. Porque estar en una relación es sinónimo de esfuerzo, dedicación. Se supone que sí es la indicada, harás todo de manera más rápida, sin preocupaciones. No te costará hacerlo. Pero si cuestionas, te sientes dudoso, sientes que es un poco difícil de realizar, entonces no es la indicada. Después de eso, sólo no respondió.
Continué con mi chamba después de haberme metido una llorada digna de un diluvio, las lágrimas sólo brotaban, no podía controlarlo. Y es que, pasamos tantas cosas juntos, tanto buenas como malas, ¿Y dejar todo ahí, sin más? Sólo sentía como ni corazón se hacía pequeñito, sin poder hacer algo, porque no tenía solución. Y si quería una, para hallarla solo necesitaba de él, pero no estaba disponible a hacerlo. Continué con el día, y fue monótono, hasta que fuí a la universidad, ahí pude despejar la mente, hasta la hora de clases. Para esto, también llevo curso con él, lo que se vuelve aún más difícil. Lo veía a un lado, sin hacer mucho, sólo hablaba con sus amigos y ya, no había más. Antes de entrar, tomamos un poco con mi grupo de cine, lo cual fue estupendo, era lo que necesitaba. La resaca llegó apenas terminó la clase. Horrible la verdad, no lo recomiendo.
Llegué a casa, tuve que dejar mi celular por lo que sucedió el domingo. Tema del cual, no estoy lista para hablar.
Ya es martes. Desperté mejor, incluso mis ojos ya no estaban muy hinchados. En el trabajo iba bien, todo a la orden jaja, hasta terminé pendientes que debía realizar durante la semana, se sintió genial. El problema fue ya en clases, en la universidad. Una de las primeras personas que ví al llegar, fue a él. No supe que hacer, sólo recuerdo el cambio de su expresión, no más. Al rato, comí happy brownies, fue divertido, hasta cierto punto. Hicimos grupos, no nos tocó juntos. Hasta ahí, todo bien, pero en eso escuché "oye, pásame tu número pues". No lo sé, tal vez estoy alucinando, pero fue difícil, porque lo sentí como si estuviera coqueteando. Tal vez no estaba exagerando, sus compañeros también comenzaron a molestarlo. En ese momento, la vida y feliz viaje, se fue al suelo. No podía creer lo que había escuchado, sólo comencé a inquietarme. ¿Cómo me dí cuenta? Empecé a firmar por todo lado la hoja que tenía. No quería ver ningún lugar sin alguna línea.
A la salida, quería irme rápido, pero una amiga demoró, e hizo que lo vea cara a cara. Fue raro, sólo quería abrazarlo, pero si lo hacía y le contaba la razón por la cual me encontraba así, se iba a molestar más de lo que ya está. Se fue, y yo me quedaba esperando, sólo quería irme, no quería verlo más. Pero, cuando iba camino a tomar mi bus, pude verlo esperando en el paradero el cual yo tomaba para irme a casa más rápido, pero que decidí dejarlo, porque podía quedarme más tiempo por donde él me llevaba. Mi mente voló. Sólo podía pensar en que se iba a ver con alguien más, tal vez su nueva saliente, o una persona a la cual conoció por Tinder. Okay, tal vez exagero, pero la mente es traicionera. Me quedé tonta, solo quería regresar y decirle que pensara bien, yo lo amaba.
Seguí caminando, me encontré con otro amigo. Le comentaba lo que sentía, proyectaba tristeza a pesar de tener el efecto encima. Sólo lo quiero de vuelta, no es mucho pedir. Yo sé que todo puede funcionar, sólo no entiendo por qué no lo quiere intentar. Llegamos al paradero, llegó mi bus. Me desperate y me enrumbe a casa. Iba viendo una película sobre amor. Sólo me veía reflejada, justo en la parte de negación. Y lo que sucede, es que yo ya lo había aceptado, estaba avanzando, pero regresó. Yo no planeaba eso, sólo a avanzar, pero no fue así. Pensé que cambiaría, que todo iba a ser mejor, pero solo daba y aún doy, la excusa de una mujer maltratada, que dice esto sólo para no perder a la persona que le hace daño, pero qué también ama.
El bus iba avanzando, y yo solo pensaba en tener un rato más para recordar todo lo bonito que nos pasó. No puedo negarlo, lo extraño. Éramos tal para cual. Tal vez no es el momento. De repente sí es él, lo presiento, pero no es el momento.
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