nico9017
Contra corriente.
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nico9017 · 7 years ago
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Time travel in fiction
Specifically Ender’s Game, Planet of the Apes, Harry Potter and the Prisoner of Azkaban, Primer, Bill & Ted’s Excellent Adventure, Back to the Future, Groundhog Day and Looper. My favorite is Primer by Shane Carruth, you can note his math background in the complexity of the plot:
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xkcd
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nico9017 · 9 years ago
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Intermedio 1.0
Mi nombre es Naj Mi nombre es Naj. Tengo superpoderes desde hace tres años, desde hace tres años que estoy internado en este centro de concentración humana. Quiero ir a bañarme junto a mis amigos los peces, las ballenas y los manatíes, oh bellos animales, bellas ninfas que habitan al norte de Moscú. Quiero lanzar mis rayos hacia las aguas, buscar entre ese mar frío e inmenso que es el mar del…
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nico9017 · 9 years ago
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Capítulo VI
La ciudad estaba tan calmada como siempre. Nada ocurría, como todos los días que se parecían el uno al otro y no se notaba si era martes o domingo. Pocas cosas se movían, pero nada por alguna voluntad extrema que llevara a desequilibrar aquel balance enfermizo, algo que rompiera la monotonía de los pájaros cantando al lado de la carretera. La ciudad en aquella zona era conocida por su ruralidad,…
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nico9017 · 9 years ago
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Capitulo V
Jan quería llegar rápido a casa. Sus pies se movían solos, arrítmicos, como cuando se ve palmeras moverse en el viento. Hojas que deciden moverse de cierta manera, que tapan el sol y dan sombra cuando quieren y lo ocultan sin más remedio. Pero eso mismo le daba un tumbao al caminar, uno que solo el viento y las palmeras entienden. Ya llegaba a la parada de bus cuando cayó en cuenta de que había…
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nico9017 · 9 years ago
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El mar, El mal.
El mar, El mal.
A un hombre a la orilla del mar se le cruzó una idea. ¿Qué pasaría si su vida estuviera ligada al mal? Entonces consiguió una red de satánicos y empezó a pescar. Ustedes se preguntaran, ¿Cómo es una red de satánicos? Pues de esas que tienen estrellas de seis puntas como motivo. Y se lanzó a pescar. Y viendo que agarraba demasiadas crías o pescados pequeños, se dio cuenta que era la serpiente del…
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nico9017 · 9 years ago
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"El azar es la flor de los naranjos" 
“El azar es la flor de los naranjos” 
    Por el azar te encontré entre la gente en la noche espesa, una flor que iluminaba pálidamente a los de su alrededor, todas ellas igual de bellas que tú pero sin tu luz, marchitaban solitarias, y algunas, de tanto esperar ser iluminadas de tanto iluminar a otros pétalos con sus gracias, costándole su avaricia su brillar final. El crepúsculo y el azar permitió que tu cuerpo de flor irradiara…
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nico9017 · 9 years ago
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Grafa, Garraf, el Prat de Llobregat, Castelldelprat, Garafdefeo, veo pasar estaciones de nombres hermosos, resonantes y con un vago recuerdo a mi lengua; confundo los nombres, es una sopa de letras, de palabras de un nuevo color, y me gustan, como me gusta ese sonido tan cercano pero al mismo tiempo tan ajeno a mis oídos. Las estaciones pasan lentamente, veo mar, que maravilla de ver mar, si…
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nico9017 · 9 years ago
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Antecedentes I: de la historias premórbidas.
Antecedentes I: de la historias premórbidas.
Estoy parado en la calle, tomo una cerveza, tengo un extraño dolor en la parte frontal de la cabeza, me molesta el pito de una ambulancia que pasa en este momento martilleando con su zumbido histérico, al frente está este restaurante que conocemos, te veo sentada como aquella vez, tus ojos verdes buscan la cajetilla de cigarros sin filtro que aguardan en tu maleta. Estabas inclinada, tu cabeza…
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nico9017 · 9 years ago
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Sueño I, antes de comenzar el viaje por tierra a Berlin.
Sueño I, antes de comenzar el viaje por tierra a Berlin.
Hace unos días tuve un sueño. Creo que lo tuve todavía estando en Cartagena, el último día quizás, o quizás fue en el avión hacia Paris, en ese intervalo de sueño que tuve mientras la presurización iba amasando mis oídos, indefensos e ingenuos a la fuerza de la altura. No; pienso que fue aquella última noche en que dormí poco, unas cinco horas entre las tres de la madrugada en que llegué a casa…
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nico9017 · 9 years ago
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Capitulo IV
Ya no estaba en la misma pieza; por la posición de los edificios que se veían a través de las cristales, extrañamente similares a los de la antigua habitación, y podía decir con seguridad que lo habían bajado por lo menos unas cinco plantas. Este sitio tenía mejor aroma, comparándolo con la putrefacción a la que se había acostumbrado durante meses de encierro. Casi que le hacía falta, aquel…
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nico9017 · 9 years ago
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Capitulo III
  “No encuentro que escribir. Sin embargo, en mi ruge una intensa necesidad de liberación, que pide a gritos salir por algún medio de mi mente. Mucho he gritado, corrido, roto y estrellado en mi intento. Todo en vano. Sin embargo, veo una luz muy pálida al frente de mis ojos. Exagero. No es un resplandor en realidad. Si fuera algo así, sentiría esperanza cuando escribo esto. Pero no la siento. En…
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nico9017 · 9 years ago
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Capitulo 2
“Ama a tu enemigo” -Lao Tze. He caído en cuenta, justo en el momento de sentarme en esta mesa gris, que en la gran mayoría de las oportunidades en las que intento encontrar una vía en el inmenso mundo de la expresión escrita, lo primero que atino a pensar es en una manera de justificar mi impulso, cada vez menos recurrente, de escribir. Errónea e inconscientemente busco una razón, un hecho, un…
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nico9017 · 9 years ago
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La metáfora del él.
La metáfora del él.
Capitulo I+ Una luz, un aroma, una brisa fresca que acaricia unas finas piernas en medio de una playa. Algunos se bañan, otros simplemente toman los últimos rayos de sol que quedan antes del otoño, que tarde o temprano, le da paso al frío invierno de aquellas regiones. Dos niños corren desenfrenados hacia el mar, esperando golpear con sus cabezas las olas, casi con rabia por tener tan poco tiempo…
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nico9017 · 9 years ago
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La ciencia se encuentra actualmente en un punto donde su crecimiento exponencial comienza a hacer perder la forma de su curva de aprendizaje. Nuestras realidades tienden a volverse mas complejas, tan complejas que no nos es posible entenderlas permaneciendo en el mismo terreno, o escala, que ellas. Las escalas se hacen cada vez menos cognoscibles, es decir menos comprensibles, y solo a nuestra…
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nico9017 · 9 years ago
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Anarunda I
Antes que nada quiero decirte que se me ha olvidado tu nombre. recuerdo que andando íbamos oíamos la brisa sin pausas sentíamos tercas pasiones aflorar sin mas causas reíamos frente a la vida al ver sin pausa hojas caer y pintábamos murallas y pesares. Entre tierras y mares, luces y sombras, fuegos y vientos dulce te tocas. Como un mar de mil montañas En tu piel marina escribo versos Que a tus…
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nico9017 · 9 years ago
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Piece: Space Work Chjin.
Bossa Nova
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nico9017 · 9 years ago
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Ya no estaba en la misma pieza; por la posición de los edificios que se veían a través de las cristales, extrañamente similares a los de la antigua habitación, y podía decir con seguridad que lo habían bajado por lo menos unas cinco plantas. Este sitio tenía mejor aroma, comparándolo con la putrefacción a la que se había acostumbrado durante meses de encierro. Casi que le hacía falta, aquel olor…el sol entraba a borbotones al cuarto, dejando ver que no solo la ventana era similar, sino que parecía hecho exactamente como el otro cuarto.
Hace algunos años hubiera agradecido como un regalo del cielo este rayo constante de sol que le caía como un martillo en la cabeza; en la inmensidad de una playa desierta, un dia soleado es una bendición, especialmente en una costa tan acostumbrada a los huracanes y tormentas tropicales, que arruinan cualquier aventura en las aguas. Aquellos días en que los peces eran compañeros del hombre, en que este solo cogía de su padre azul lo que necesitaba para su sustento, nada más. Aquellos eran días de continua alegría. No como estos, tempestuosos e inquietantes, pero mas que todo, inciertos. Todo el tiempo, incluso cuando dormía, Kameush pensaba en el mar, en su vida pasada que hace solo unos meses había dejado atrás, y a pesar de la cercanía de aquello, todo era lejano, abstracto: incluso su presente en aquella celda tercermundista parecía irreal, extraño…a veces sentía en la ventana que algo pululaba en el exterior, como una sombra entre el viento helado. Lo llamaba, incesantemente.
El hombre de la capucha apareció un poco mas tarde, trayéndole un poco de comida, mas rica en proteínas que el acostumbrado cereal con arroz frío. La comió entre muestras de agradecimiento, atragantándose, babeando, sorbiendo agua tibia. Entre las presas de pollo escuchó, de una voz silbante:
– Es tu última comida. Disfrútala.
Solo algunos minutos después de la salida del hombre, cuando sus pasos no retumbaban en el suelo ni en el cristal cercano, fue que digeríó aquellas palabras. No hizo ningún gesto. Se deleitó en silencio.
..—-..
Como un bólido pasó esa mañana el muchacho del correo, al igual que el de los periódicos y el de la leche. No se detuvieron hasta llegar a la esquina de la cuadra, dándole cada quien al máximo a su vehículo: el correo, en su pequeña camioneta de rayas blancas, azules y rojas, algo vieja pero igual cumple con su conductor atemorizado; el del periódico en su pequeña bicicleta, que había visto pocas carreras similares como la de su jinete esa mañana fría; y por supuesto, el rápido correr del chico de la leche, que a pesar de ir a pie, se había entrenado duramente en sus clases de atletismo de la escuela para situaciones como aquella, en las que mas vale correr que arriesgar la vida. Ninguno, ni siquiera aquel que iba tras la seguridad de las ventanas del camión, se atrevió a mirar ni por un segundo la pequeña casa blanca que se ocultaba tras unos arboles de hojas caídas. Todo lo dejaban en la puerta de la cerca blanca, incluso el correo, ya que nadie de los hoy vivos conocía el paradero del buzón metálico, perdido hace muchísimos años. Algunos rumorean que su dueño lo quito en una noche de ira, quizás en la madrugada, o que algunos bandidos sin paradero e ignorantes lo robaron. Para la mayoría, el tema es tabú. Todo lo que tenga que ver con la vieja casa de míster Ward, es tabú. Inmencionable. Incomentable.
Sin embargo, la señora Ritz me hablaba todo el tiempo de él; quizás intentaba despertar en mi, extranjera desletrada de las viejas historias, una curiosidad hacia la casa que me llevara a entrar en ella, y conocer a Mr. Ward. Mi espiritú investigador e inquisitivo quizás se habría quedado algunas generaciones atrás, porque a pesar de los esfuerzos de la señora Ritz me era completamente indiferente la historia de un viejo loco que asesinaba gente por temporadas, según el estado del tiempo. Hay que comprenderlo: al viejo no le gustaba el frío. Por mi parte, simplemente pensaba que eran leyendas populares, como tantas otras que corrían en aquellos parajes olvidados por la mano del Creador. Dentro de poco tendré que entregar aquel papeleo tan molesto, quizás lo haga mañana. Una ocasión en particular viene a mi memoria, en la que la señora Ritz mostró mucho más su curiosidad que nunca antes…
– ¿Dónde estuviste toda la tarde? –me pregunto discretamente – En el puerto – respond�� – Pasé hace algunas horas por ahí, sin embargo no te vi por ningún lado… – En realidad salí a pescar desde muy temprano. – ¿y que pescaste? – Nada – ¿Nada? – Nada
Su mirada no se había apartado por un solo segundo del borde de la chimenea encendida, donde estaba una extraña fotografía en la que nunca me había fijado. Un hombre de levita sentado en una silla. Sus ojos brillaban con una luz extraña, entre iluminada y diabólica. Supongo que era el fuego. – ¿Viste a Rupert? Me conto que estos últimos meses se dedicaría a la pesca del camarón. – El salió muy temprano, mucho mas temprano que yo, en realidad. – Ah. Seguía sentada, ensimismada. Empezaba a mover mis pies hacia las escaleras cuando escuche otra voz diferente, proveniente del mismo lugar, de ella misma, pero con un timbre extraño. – ¿Viste algún hombre alto, fornido, de cabellos negros, mal vestido y quizás sucio, al pie de la cantina? – No. – ¿Seguro? – se voz se distorsionaba y temblaba, como tartamudeando – No. – Bueno, no importa La fotografía del hombre que describía se reflejaba en su iris, mientras hablaba. Los parpados se me caen, no puedo concentrarme en nada, solo en la suave tela y colchón que me esperaba en la pieza de al lado. Me dejo llevar por el sueño. Ahora, duermo.
—.—
Anochecía en silencio. Todos dormían desde muy temprano aquel día, ya que el jefe de la prisión los había obligado a hacer ejercicio hasta el cansancio. Quizás el jefe tendría alguna reunion especial de la que no quería que nadie supiera. El alto mando militar del país, en el poder provisionalmente desde hacia 4 años, tenía un tema de extrema urgencia que comentarle: los prisioneros de guerra debían ser ejectuados en el menor lapso posible de tiempo, de una manera eficaz y sin mucho ruido…
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