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👩🏻✨| ʀᴇʟᴀᴛᴏs. 

O1.12.2O18.

La sala se había tornado la habitación más grande de la casa en esos momentos, ella se sentía minúscula en el ambiente de tal forma que hasta podía sentir como hasta respirar le cansaba, los ojos azules de su esposo estaban fijos en ella, demostrando desesperación y angustia. 

— Amber —pidió en suplica con la voz ronca. Eso logró que Stacey lo mirara confundida con el entrecejo fruncido, es decir ¿Por qué iba a llorar? Ese acto le causó molestia ya que sentía que no le correspondía hacerlo, en cambio no habló lo que provocó que el contrario volviera a hacerlo— Háblame por favor, necesito que me digas algo ¿Quieres golpearme, gritarme? Necesito que reacciones, haz algo no puedes quedarte callada toda la tarde.

Todas esas veces que se había hecho de menos por él habían llegado a su cabeza, las veces en las que huyó a la casa de su mejor amiga para ir a llorar o bien aquellas videollamadas que hacía con su hermana en el baño pidiendo consejos para que su matrimonio no se viniera abajo hicieron flashbacks en ella ¿Por qué no fue suficiente para él? 

— Amber, por favor.  Se mordió el labio inferior resoplando de forma hastiada— Guarda silencio, estoy pensando. —levantó el dedo índice en su dirección mientras que alzaba las piernas al sofá doblándolas para sentarse como un pequeño indiecillo— Es gracioso, es decir, no quiero ni llorar porque no estoy triste, solo estoy ¿Decepcionada? Christopher, dime ¿Qué hice mal? ¿Por qué no fui suficiente para ti? ¿Es el hecho de que no puedo tener hijos? Creí que estabas bien con eso. 

Una infidelidad es algo que ella obviamente no perdonaría jamás, seguido de las mentiras y de todo aquello que implicara "verle la cara", él se acercó un paso a ella pero casi al instante ella reprochó el acto mientras negaba con la cabeza y pedía su distancia solo con señas. Pudo ver cómo de los ojos masculinos comenzaban a caer lágrimas.

— No quiero perderte, por favor, no me dejes. — Christopher, me perdiste hace tiempo y recién ahora te das cuenta ¿Sabes? No me tocas hace meses, Jane te escribe todos los días y estoy segura que dejó de ser trabajo hace como ¿3 meses? ¿Te coge mejor? ¿Es eso? Digo, hasta dijiste que ya no te caliento en una oportunidad ¿Qué carajo con eso? Te he bajado el cielo, me casé contigo a pesar de las advertencias de mi hermana, de mis amigos ¿Sabes lo estúpida que me siento por defenderte hasta el último momento? 

Silencio fue su respuesta, chasqueó la lengua y suspiró una vez más antes de volver a mirarlo a los ojos— No, no llores te diría que no es tu lugar para hacerlo pero no puedo controlar tus impulsos y tus sentimientos. 

Ella se levantó del sofá para caminar hasta las escaleras— Ahora me iré a bañar ¿Está bien? Tienes una hora para sacar las cosas esenciales de la casa que te pertenezcan, luego veré cómo te mando el resto de tus cosas pero esto te lo digo en serio y es que no te quiero ver más en mi vida, he derramado demasiadas lágrimas por ti y me he llegado a sentir menos de lo que en verdad valgo, jugaste con mi seguridad, con mis emociones y eso no te lo voy a perdonar. —subió un par de escalones, podía sentir la mirada masculina en su nuca— Voy a hablar con mi abogado, haremos el divorcio lo más discreto posible ¿Está bien? Lo manejaremos solo entre tu abogado, el mío y nosotros dos, nuestros familiares no pueden saber de esto hasta que estemos separados oficialmente. 

— ¿Es en serio, Amber? ¿Cuatro años de relación lo vas a dejar así sin más? — Eso lo hubieses pensado antes de meterte entre las piernas de Jane, ahora si me disculpas, necesito ir a ducharme. 

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👩🏻✨ | ʀᴇʟᴀᴛᴏs.

28O52O16.

— Ambs, te cuento que es el mejor momento para salir corriendo. —dijo la pelirroja a la par que la ayudaba con el velo, Stacey levantó un poco la mirada con el fin de fijarse en esos ojos verdes que transmitían preocupación, la castaña simplemente le dedicó una sonrisa y un movimiento de cabeza que indicaba la negativa.

— Eso, te guiamos a la puerta trasera de la iglesia sin que nadie se de cuenta, verás como tomas el primer vuelo con dirección a no sé ¿Hawai? —Melissa casi de inmediato se acopló a la idea presentada por la mejor amiga de la novia.

— Además eres atleta, en parte, así que corres rápido y yo dejé el coche en marcha, tú dices y nos vamos. —la menor de las hermanas Fröhlich se unió al complot. Esto bastó para que la castaña frunciera el entrecejo y levantara la tela que cubría su rostro.

De por si se encontraba bastante nerviosa y aquella unión de su trio apresiado simplemente fue la gota que colmó el vaso de calma de la actriz, su cuerpo comenzó a temblar levemente y cerró las manos en un puño.

— ¿Correr a dónde? ¿A sus brazos? Digo, es dónde quiero ir ahora mismo. —hizo una pausa pensando en las palabras de las tres chicas que la acompañaban, tuvo que inhalar una buena cantidad de aire llenando sus pulmones para retenerlos en sus pulmones unos segundos; acto seguido dejó escapar el aire por sus fosas nasales y soltó la fuerza de sus manos— ¿Qué es esto? Mis damas de honor, literal en el mejor día de mi vida quieren hacerme retroceder ¿Christopher no es lo suficientemente bueno? Sí, tenemos nuestros días de peleas, pero vamos, ustedes no lo conocen como yo.

  La pelirroja llevó los dedos a su boca como si se fuera a provocar el vómito— Amber, en serio da náuseas la elección de hombres que tienes. —acompañó el gesto con las palabras para luego girarse en busca de su copa de champagne. La castaña simplemente arrugó la nariz dándole la espalda a las tres, no iba a dejar que nada le arruinara el día y no fue hasta que Nini lanzó un comentario al aire sobre supersticiones de bodas que dio por resultado a que las cuatro comenzaran a reír relajando aquella tensión que fue creada en el ambiente.

  Unos cuantos minutos pasaron para que Melissa se levantara de su sofá con la sonrisa dibujada en los labios— ¡Es hora de ir! Papá te está esperando afuera. —comentó aplaudiendo levemente y así pasó a tomar lo que necesitaba para abrirse paso al altar. Las dos hermanas avanzaron y la pelirroja paró bajo el umbral de la puerta, se giró a mirar a su mejor amiga y sin necesidad de que se mencionaran palabras, ambas asintieron con la cabeza, como si de esta forma se aprobaran mutuamente de que no había nada que temer. Lily saludó al padre ajeno para finalmente tomar el rumbo que debía, Amber se sostuvo del brazo masculino para que el mismo la entregará al hombre que amaba.

  Stacey siempre se caracterizó por ser una persona bastante entregada, un año pasó desde aquella propuesta de matrimonio que le cambió la vida, ella se sentía segura con él y afirmaba no haberse sentido así en años; todos veían una relación “perfecta” ambos se mostraban felices. Christopher y ella, se vendían como el dúo soñado pero tanto sus hermanas como mejor amiga, no creían en esa fachada que regalaban, sabían que existía algo que no lograba cuadrar respecto al muchacho o respecto a los silencios de ella en ciertos temas. La ceguez de Amber en el amor, logró que sus oídos y consciencia se negaran a aceptar alguna que otra realidad más.

  La ceremonia finalizó y un matrimonio joven cruzaba la iglesia la promesa del amor eterno estaba irradiando alegría, así que ¿Qué más podría salir mal? La historia para este par recién empezaba, pero ¿Cómo es que Amber no podía ver que simplemente acababa de firmar su sentencia de muerte?

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Y aquella noche, el ángel estaba decidido a arder en el infierno por ese demonio.

Y

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Quiero hablarte al oído,

decirte que te extraño,

que nunca saliste de mi cabeza,

que por las noches cierro los ojos

y lo único que siento son tus besos

y tus manos sobre mi cuerpo.

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si todo lo que está conmigo lo rompo,

imagínate que tan rota estoy yo

que siempre estoy conmigo misma.

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👩🏻✨| ʀᴇʟᴀᴛᴏs. 　 　

O2.11.2O15.

　 　　　 — ¿Y entonces qué somos? — Pues ¿Qué quieres que seamos? —preguntó el varón con una pícara sonrisa en sus labios. Amber quien se encontraba sentada en el columpio de al lado se había encogido de hombros, restándole importancia al tema de conversación.

Era consciente de que aquella pregunta crearía incomodidad, pero su curiosidad y necesidad de respuesta había logrado que soltara el nudo que se le había formado con las palabras desde hace ya un tiempo; tuvo que bajar la mirada comenzando con su secuencia de respiraciones profundas en un intento de controlar su ansiedad, buscó palabras para responder a la pregunta de Christopher, pero no lo logró, un leve movimiento de hombros fue suficiente para indicar de que no tenía respuesta a ello, más bien, no se animaba a decirle lo que ella sentía. — Amber… —pronunció el varón mientras se levantaba para colocarse delante de ella, con lentitud se acuclilló entre las piernas de la castaña llevando una mano al rostro de la misma, allí acarició su mejilla acomodando un mechón detrás de su oreja. Él le dedicó una sonrisa tan tierna y calmada que el interior de Amber se había retorcido de felicidad, era buena señal.

Había conocido al muchacho ya desde hace un buen tiempo, él fue una de las personas que había apoyado a que ella se liberara de la relación que había tenido con Luke, él la apoyó en sus momentos y conocía todos sus secretos; por lo tanto se podría decir que Amber era una persona transparente delante de él. Pero a veces las amistades se pueden convertir en algo más y esto fue lo que pasó con este dúo, las cosas cambiaron en el momento que habían compartido un beso, uno inocente, de esos que pasan de forma accidental pero que de alguna forma logran cambiar toda tu vida en cuestión de segundos y eso los traía a este momento, a punto de lanzarse al precipicio.

Christopher se inclinó sobre ella lo suficiente como para susurrar a su oído, allí le dedicó aquellas palabras que la seducirían, aquellas que lograrían convencerla de que no tenía nada que temer, era justo aquello que esperaba escuchar de los labios del castaño y sin quien sin esfuerzo alguno logró tener a una mujer ilusionada en su palma. La pregunta final era lo que la hizo volver en sí, lo hizo en una forma tan sutil que por más de que lo estaba esperando, su pronunciación, el tono de voz que puso en ello dio como resultado que ella tenga la sonrisa de oreja a oreja.— "¿Quieres ser mi novia?" No había tardado nada en regalarle su afirmativa, su impulso, aprecio y los sentimientos que sentía por él no la hicieron pensar en nada más, simplemente todo el aire negativo a su alrededor se había apagado, había olvidado que sabía que la cosa entre ambos se podrían poner feas entre los dos. Byrne eran bastante similar a ella, llevados por sus ganas de aventurarse, de sus impulsos, simplemente vivían la mayor parte del tiempo al límite y era pura alegría siempre que estabas cerca del dúo, pero el tiempo volvío a dar la vuelta a las monedas, estas volvieron a enseñar las caras daban por enterradas, no pensaron que esto se iba a poner en su camino. Según ellos el amor que se tenían eran más fuerte que cualquier cosa, que iban a poder calmarse siempre y cuando estén juntos, pero el concepto de familia que tenían, era muy distinto.

Los conflictos comenzaban a hacerse más frecuentes, y lo peligroso todavía ni siquiera estaba puesto sobre la mesa, estaba escondido en aquel bolsillo del varón que Amber no imaginaba conocer.

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👩🏻✨| ʀᴇʟᴀᴛᴏs. 　 　　　　　　

O2.1O.2O15.

　 　　　

Sábado por la mañana, Amber había hecho su tarea semanal antes de hacerle la visita a su terapista, quién la había recibido con una gran sonrisa en los labios que le había transmitido a la castaña una energía bastante positiva.

Tras ubicarse en el sofá de cuerina blanca y ubicar sus pequeña mochilita a un costado, la rubia que la atendía comenzó la conversación— ¿Y cómo te sientes? —fue esa pregunta la que captó su atención; ya habían pasado varias sesiones, confianza ya había y pues era una de esas mañanas en la que el positivismo en Amber estaba en su máximo esplendor. Una sonrisa tímida apareció en sus labios y asintió con la cabeza una vez. 

— De hecho puedo decir que en lo que va de la semana me he sentido bastante bien, es más, hoy fue un día bastante productivo, he salido a desayunar con mi mejor amiga y pues hemos hablado bien, ya sabes... me sentía más suelta. —se encogió de hombros levemente. Más cosas habían pasado en el transcurso del mes que todavía no había contado, pero tras darse cuenta que era necesario soltar lo que tenía guardado se acomodó doblando las piernas sobre el sofá y se inclinó hacia adelante, como si estuviese contando un secreto— Estoy conociendo a alguien, a un muchacho. —tras contar aquello bajó la mirada algo tímida, tragó saliva frunciendo el entrecejo y se animó a mirar nuevamente a su psicóloga en busca de alguna respuesta positiva, desde Lucas ella no había pensado en volver a salir con alguien y ahora la idea comenzaba a rondar por su cabeza.

— ¡Eso es magnifico, Ambs! —la voz de la mujer sonaba honesta en su emoción, esto había provocado que ella hasta sonriera, se relamió el labio inferior y siguió.

— Se llama Christopher... No es de mucho tiempo, pero creo que hay base sólida, es decir, me hace sentir segura… hacemos bromas, salimos a almorzar, a cenar y los fines de semana hasta nos damos escapadas en el coche por la ciudad y pues  creo que iremos a un pub este fin para comenzar a integrarlo con mis amigos y los suyos, todavía está en vamos a ver, claro está.

Una nueva Amber había nacido aquel día había perdido a sus gemelos. Ella se había vuelto cerrada, tímida e insegura de sí misma, pero desde que accedió a hablar con alguien más sobre su situación logró recomponerse con el tiempo, a estas alturas había recuperado su seguridad, su alegría, era como si aquellos pedazos que se habían roto en mil pedazos se estuviesen pegando de una mejor forma y mucho más sólida. Claro estaba que todavía el recuerdo todavía dolía, pero sabía que iba a poder seguir adelante con ello, que era una experiencia que marcaba un antes y un después en su vida.   

— Es ya de casi un mes, pero tengo miedo ¿Y si conoce todos mis secretos y decide alejarse? —cuestionó recostando su espalda en el sofá, por más curiosa que estaba de saber dónde iba a terminar las cosas el miedo podría llegar a jugar en su contra.

— Entonces es simple, no es para ti. 

— ¿Y cómo sé quién será para mi?

— Será para ti, aquel que te ame por quién eres, quien sepa domar tus demonios y te ayude, quien no te juzgue por tu pasado y busque bien para vos. —la rubia dejó su agenda a un lado, acomodó sus gafas y esta vez fue ella quién se inclinó hacia el frente, buscando cercanía con Stacey— Así como tú a él, tienes un corazón noble y eres mujer con mucho potencial, aquel que no vea eso, aquel que no vea lo que en verdad vales ¿En serio quieres que esté contigo siempre?

La castaña guardó silencio, relamió sus labios para así volver a bajar su mirada, finalmente negó con la cabeza, suspiró pesadamente y analizó sus palabras antes de lanzarlas al aire.

— Pues que sea lo que Merlín quiera ¿No? Hombres hay muchos. —bromeó la castaña antes de regalar una pequeña sonrisa, Christopher se le había presentado como un caballero en su oscuridad, tenía esperanzas de que las cosas iban a funcionar y en verdad esperaba que las cosas fueran de tal forma.

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👩🏻✨| ʀᴇʟᴀᴛᴏs. 　 　　　　　　

O9.O9.2O15.

　 　　　

Miró a su muñeca de forma directa a las manecillas del reloj, estas para su pura suerte parecían avanzar de una forma mucho más lenta de lo habitual, el pecho le apretaba y lo único que quería hacer era salir de esas cuatro paredes. Estaba sentada en ese sofá blanco con el nudo en la garganta, la ansiedad era cada vez mucho más intensa ante cada segundo y al parecer aquella rubia que estaba sentada del otro lado de la habitación lo había notado.

— ¿Stacey? ¿Cómo estuvo tu día? ¿Quieres hablarme sobre eso que te tiene tan impaciente? —cuestionó en un tono amable, cálido.

Se veía agradable, o al menos lo aparentaba. Su rostro era cubierto por unas finas gafas que se apoyaban sobre su nariz respingona, la calidez de su persona se transmitía en su forma de vestir, ya que usaba aquellos tonos que uno consideraría en cierta forma "alegres" una blusa amarilla con motas negras, unos jeans azules y holgados. En respuesta a la pregunta la castaña frunció el entrecejo carraspeando, pensando en las palabras que podría darle ya que de una forma u otra capaz eso le ayudaría a salir con rapidez de la sesión.

Se encogió brevemente de hombros para sin muchas ganas dar una respuesta— Bien… supongo, no sé ¿Normal? —hubo silencio por parte de ambas, la doctora había anotado algo en su tableta provocando solo que la ansiedad de Amber volviera a golpearle en la nuca— ¿Hasta qué hora es la cita? —preguntó acelerada.

La rubia negó con la cabeza suavemente y volvió a cuestionar desviando la pregunta que la castaña había hecho.— ¿Algo que quieras contarme? ¿Qué novedades tenemos hoy?

Rendida dejó escapar un suspiro agotado de sus labios, no era la primera vez que asistía a terapia por lo que sabía que llevar la contra era solo forma de recibir más preguntas. Desde lo acontecido se había dedicado a huir a cualquier tipo de ayuda que se le ofrecía, Amber afirmaba que estas cosas no ayudaban, que hablar con un extraño sobre asuntos personales era solo una forma más de exponerte al mundo o hacer que los mismos problemas se vuelvan más reales de lo que alguna vez fueron. Para ella hablar de sus problemas era como si expusiera su debilidad y no le gustaba mostrarse de esa forma a los demás, quería mantener ese aire de chica alegre e intentar seguir siendo una persona que siempre está de buen humor, más con el caso reciente se había aislado de todos afirmando que no la entenderían, que no tenía remedio y que era mejor que se quedara sola.

— No, no hubo nada nuevo hoy. Lo mismo de siempre, trabajo y más trabajo, las horas de grabación se extendieron así que estoy más tiempo con el elenco y pues... ya sabes. —se encogió de hombros desganadamente acompañando al gesto con una pequeña mueca.

— ¿Has llorado esta mañana? —La actriz sintió como una fría sensación le había recorrido la espalda, sus ojos verdes se posaron directamente en los cafés de la mujer que tenía en frente. Esa simple oración bastó para que Stacey quedara helada, tragó saliva y su cabeza se movió de lado a lado— No me mientas, sabes que ya hemos pasado esa etapa ¿Volviste a llorar antes de venir? Antes de bajarte del coche siquiera ¿Por qué lo hiciste?

Se sintió atacada, las preguntas iban directas y sin filtro alguno. Desvió la mirada hacia arriba, buscando al techo como consuelo en busca de ocultar a las lágrimas que volvían a juntarse en sus ojos, más no respondió.

— Te estás encerrando en tu oscuridad y me estás demostrando que el miedo de volver a enfrentar a la realidad te está superando. Amber, cariño, no tengas miedo. Cualquier cosa que me digas, tu sabes que de aquí no sale, yo puedo ayudarte. El labio inferior de la actriz había temblado fugazmente, dejó caer la cabeza cerrando los ojos con fuerza, con esto había sentido la fría caricia de las lágrimas pasar por las mejillas.— Es que ni si quiera sé por dónde empezar. —murmuró con la voz quebrada. En su interior había escuchado a su mente gritar “Débil” como si se estuviese burlando de sí misma. Una gran bocanada de aire tomó para llenar sus pulmones y explotó.

— Estoy sola, no me animo si quiera a conocer otras personas, tengo miedo de volver a intentarlo con alguien, de formar una familia. Mi pareja me ha dejado y eso me lo he ganado, no me animo a hablar con mi hermana de esto y mucho menos con mi mejor amiga, ambas son demasiado amor y ahora no me siento capaz de poder recibirlo, no las quiero lastimar no ahora que soy pura oscuridad. —sus uñas se habían enterrado en sus palmas transfiriendo el dolor de su pecho a sus manos.— No me siento segura con mi cuerpo, no me siento segura con mi forma de ser y no me siento yo, ya no más, me siento asfixiada, ahogada. El trabajo me ayuda hasta cierto punto a distraer la cabeza pero cuando llego a casa, tengo recuerdos de la sangre recorrer mis piernas, de él sosteniéndome y pidiéndome a gritos que no lo dejara, que no me durmiera, que no me rindiera y pues eso solo afirma que cada día me siento mucho más inútil ¡Maté a mi propio hijo! ¿Sabes lo que es vivir con eso? Lo he perdido, siento como si me hubieran arrancado algo ¿Qué se supone que puedes hacer por mi en estos casos? ¿Cómo carajos puedes ayudarme?

Las lágrimas caían ahora sin parar de sus ojos, enterró su rostro entre sus manos mientras a su pecho volvía a sentirlo oprimido. Era la primera vez que lo hablaba de esa forma y no podía controlarse, lloraba como nunca antes lo había hecho, estaba temblando y no podía contenerse. Unos brazos la rodearon tomándola por sorpesa, era un abrazo fuerte y decidido, Stacey no pudo más que corresponder al abrazo, hundió su cara en el cuello de la mujer que la abrazaba y se dejó estar ahí hasta que ya no pudo más, estaba demasiado cansada como para poner contras al gesto, le abrió la puerta con cierta esperanza de que le trajera luz de vuelta.  

Minutos después se separó, su terapeuta le alcanzó un par de pañuelos y con ellos se limpió la cara, su mirada se posó en la mujer quien con una pequeña sonrisa le indicaba que estaba todo bien, que esto no iba a salir del consultorio.— ¿Qué tal te sientes ahora? ¿Tienes más que sacar?

Stacey negó con la cabeza en señal de que no diría más, al menos no por ahora. La doctora asintió y pasó nuevamente a su lugar, le sirvió un vaso de agua y se lo dejó en la mesita que marcaba la distancia. — ¿Vas a venir mañana? Quiero seguir con esto mañana, ve a casa y haz una pequeña lista de las cosas de las que te gustaría hablar, me la das y seguimos hablando ¿Te parece?

La actriz asintió con la cabeza y se levantó, había sacado algo del pecho y sabía que contaba como progreso. Le dedicó una pequeña mueca a modo de despedida y salió de aquella habitación con el único propósito de llegar a su casa para perderse en sus sábanas.

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👩🏻✨| ʀᴇʟᴀᴛᴏs. 　 　　　　　　

O2.O8.2O15.

　 　　　　

No habían pasado ni tres meses de aquel accidente que había cambiado las cosas entre la pareja de una forma drástica, a tal punto que ninguno de los dos se dirigían si quiera la palabra, ya dormían en habitaciones distintas y cada uno tenía un mundo completamente aparte, ella continuaba las grabaciones para la serie en la que estaba trabajando por lo que su tiempo en el departamento era mínimo y en parte lo agradecía, ya que no quería tener mucho contacto con la realidad. 

Ese domingo inclusive había trabajado, en esta oportunidad llegó antes de que se pusiera el sol por lo que era consciente de que se iba a encontrar con Luke en el departamento, así que ni bien entró se encargó de repetir su rutina: dejó su llave sobre la pequeña mesita que había a un lado de la puerta, se sacó los zapatos y caminó hasta la cocina con el fin de prepararse algo rápido para la cena e ir a esconderse en la habitación. La figura del rubio se hizo presente, sus ojos se toparon y Amber pudo notar como en ellos se reflejaba el cansancio, estaban apagados y no brillaban de la misma forma en la que solían hacerlo, estaba triste. El corazón de la actriz se había estrujado, sintió el frío recorrer su cuerpo como en señal de advertencia, algo malo estaba por ocurrir. Esto hizo que ella se irguiera con el fin de protegerse ante aquella sensación que amenazaba en el ambiente, sin más apartó la mirada e ignoró su presencia junto al presentimiento terminando su recorrido frente a la heladera.

— Amber... —llamó el rubio con un tono suave, precavido— Amber, tenemos que hablar.  El corazón le latía con fuerza, su mente estaba tan distraída que no supo que agarrar de la heladera por lo que tomó una de las manzanas que estaban por la puerta y se giró al muchacho con las cejas enarcadas. — ¿Sobre? —cuestionó antes de darle una mordida a la fruta. — Todo, pero en primer lugar, tengo una gira ¿Recuerdas? Empieza el miércoles por lo que viajamos mañana. — ¿Y? — No quiero dejarte sola, me preocupas ¿No quieres ir conmigo? 

Aquella pregunta había hecho que la castaña riera cínicamente negando con la cabeza, un mordisco más y posó el dedo índice sobre sus labios, masticando y mientras buscaba palabras con las que atacar más no dijo nada, siguió negando con la cabeza y tomó rumbo a la sala. — ¡Stacey, te estoy hablando! —gritó demandante y ella dio un pequeño brinco en su andar, se giró para verlo y frunció el entrecejo con cierta indignación.

— ¡Hace tres meses... —expresó quedándose corta por el nudo que se formó en su garganta, carraspeó frustrada y siguió— Son ya tres meses que me tuviste abrazada y moribunda en ese mismo lugar, estaba rota, demasiado rota y no te preocupó en ese entonces, llegabas tarde a casa, ibas a tomar con tus amigos ¡Me diste la espalda! Mientras estaba luchando yo sola por sobrevivir, te importé muy poco y ¿Ahora, ahora te preocupas por mi? —enarcó una ceja, relamió sus labios y suspiró pesadamente— Aprendí a valerme sola porque contigo me di cuenta que no tengo que depender de nadie, me valgo sola, así que no hace falta que te preocupes por mi y si eso no te da a entender, seré más directa... no iré a la gira contigo. La expresión del rubio se había transformado de alguien completamente dulce a alguien cargado de ira,  la castaña le había tocado el nervio, por lo que se acercó amenazante colocándola contra la pared, ella irguió barbilla con el fin de ocultar su miedo, sus ojos verdes se enfocaron en los de él. Se sentía doblemente pequeña a su lado, era como si Luke hubiera crecido diez veces más, sus ojos brillaban por las lágrimas y el enojo, pero Stacey sabía que no iba a doblar el brazo.

— Me voy ¿Ok? Porque esto se acaba acá ¿Dices que no te apoyo? Pues mujer, la poca relación que teníamos se acaba en este mismo instante, una vez que cruce esa puerta, me iré y te prometo que no volveré. Una larga pausa de palabras reinó, las respiraciones sonaban bastante fuerte y el corazón latía con fuerza, tragó saliva y el orgullo había hablado.— Adelante, sabes bien dónde están las llaves. —respondió fría y completamente distante a cualquier tipo de emoción.

La sorpresa ante la respuesta se reflejó en la expresión del rubio, la mujer que solía adularlo no estaba, esta era una discusión completamente distinta a alguna que llegaron a tener, ella no era la mujer que llenaba de amor, la niña dulce y alegre que había conocido hace un año, había desaparecido. El silencio dominaba la habitación hasta que logró escapar de su agarre alejándose de él— ¿Qué estás esperando? ¿No te vas a ir?

Cansado, no dijo más nada, bajó la cabeza tomando su abrigo del sillón, tomó sus llaves y se dirigió hasta la puerta del departamento donde paró su andar para girarse a ella una vez más, como si esperara que lo atajara, pero nada de eso pasó, Amber lo observaba fría y sin expresión alguna en su rostro.El portazo que había dado el rubio tras su salida hizo que ella bajara la cabeza, dándose cuenta de su realidad: en verdad se había ido y ella comprendió finalmente que estaba sola. 

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17.O5.2O15.

　 　　　　

El rostro de su pareja se había tornado blanco al momento que había entrado al baño junto a ella, los ojos azules respondieron de inmediato a la imagen que se le había presentado, en cambio Amber se había quedado parada allí sin saber qué hacer o más bien no sabía con exactitud cómo moverse.

Estaba embarazada de 3 meses y había sido ese el impulso con el rubio para poder mudarse juntos, para comenzar su vida junto a él y la ilusión estaba más que presente, eran una pareja joven que rompía con todos los esquemas de que la sociedad presentaba por lo que se puede decir que las esperanzas de ser felices estaban ahí, justo en la palmas de sus manos. Pero las sorpresas en la vida de estos dos solo era eso, una simple prueba de cómo iba a ser la vida, un atisbo de felicidad se había esfumado casi al mismo instante en el que se les presentó, la sangre que recorría las piernas de Amber, solo indicaba el fin de algo que creían que habían iniciado mejor que cualquier otra persona.

Su cuerpo había quedado helado y del otro lado del umbral el varón seguía sin saber que hacer, palabras que sonaban a disculpas decoraban sus labios pero esto solo frustró a la castaña quien a rabias tuvo que moverse en busca de una solución— ¿¡Qué demonios esperas!? Vamos al hospital. —chilló reaccionando del trance y comenzó su movimiento torpe en dirección a la puerta, pero esto había quedado en una decisión fallida ya que su cuerpo se había tambaleado al llegar a la figura masculina— Lucas... —murmuró ella mientras sentía al vacío apoderarse de ella, las luces comenzaban a hacerse más tenues en su visión y la gravedad en ella comenzaba a sentirse mucho más fuerte, como si el suelo la llamase, ella abrió la boca en busca de volver a hablar pero simplemente un ahogado jadeo en busca de aire salió de entre sus labios, respirar era lo que necesitaba y eso era más que seguro, su cuerpo estaba débil y ella no sabía cómo sostenerse. 

No sabía cuánto tiempo hacía de que estaban sentados en el suelo o cuánto de por sí había pasado desde que salió de la ducha— "Quédate conmigo, Amber... ya he llamado a la ambulancia, vamos... despierta"  —lo escuchaba en la distancia por más de que estaba sostenida en sus brazos, ella tragó saliva mientras una de sus manos reposaba en su propio vientre. Era una lucha perdida, lo sabía, la cantidad de sangre en el suelo le informaba lo que estaba pasando, esa pérdida no era normal ya no había más nada que hacer— Yo… —comenzó a hablar pero el nudo en su garganta le había impedido continuar, suspiró profundamente inclinando la cabeza hacia atrás en busca de ver a los ojos del rubio, en un intento de calmarlo le arrugó la nariz forzando una sonrisa, pero el intento quedó en vano al sentir como a ella misma se le venía el mundo encima. Las piernas le comenzaron a temblar, intentó levantarse más su cuerpo volvió a irse abajo, el rubio solo la apretó contra su cuerpo.— Lo siento, lo siento tanto. —dijo al fin en un débil murmullo antes de finalmente perder el conocimiento. 

« 𝒂 𝒇𝒆𝒘 𝒉𝒐𝒖𝒓𝒔 𝒍𝒂𝒕𝒆𝒓 »

La fuerte luz blanca le había comenzado a molestar los párpados, ella se movió en un intento de seguir durmiendo pero algo en su brazo le había impedido el movimiento, curiosa abrió los ojos y notó la diferencia en el ambiente, Luke quien se encontraba sentado a un lado de la cama en la que ella estaba se apresuró a moverse para alcanzarle la mano, Stacey soltó el agarre y posó la misma sobre su vientre— ¿Las perdimos? ¿Verdad? —cuestionó mientras frotaba sus dedos con suavidad sobre la tela y trataba de contener el llanto que picaba en su garganta, el rubio solo se dignó en asentir y fue allí cuando todo había comenzado a perder el sentido otra vez, su mente se había dispersado y su pecho le causaba cierta presión provocando que a ella le costara respirar. El varón se encontraba diciendo palabras que ella no lograba entender, no del todo y las lágrimas comenzaban a acariciar las mejillas de la fémina.

Las cosas para ella habían cambiado bruscamente, ella había perdido y no solo a sus bebés, sino que las esperanzas de poder formar una familia, las esperanzas de ser madre y las esperanzas de ser feliz, se había cerrado de abruptamente a la idea, lo más probable es que el destino le hubiera gritado en la cara que esa no era una carrera para ella.

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Why is it when something happens it is always you three?

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Que lastima que en esta época no funcionen los detalles, las palabras correctas, la atención. Solo importa una cara bonita y un buen cuerpo.

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　　　　　　　　　ʜᴀᴘᴘʏ ᴠᴀʟᴇɴᴛɪɴᴇ's ᴅᴀʏ 　　　　 　　　　 No sé por dónde comenzar, qué te digo. Tantas cosas que decir, tantas cosas por hacer, el día apenas comienza y yo sigo sin saber exactamente como ordenarlo todo, tú dirías que ando de princesa y sí, pues ando toda nerviosa por que quiero que sea perfecto.

Es un día normal, en cierta forma festivo pero todo esto puede conmigo y con mis hormonas, por lo tanto quiero hacerlo uno de los días especiales, así como nuestras fechas marcadas, por lo tanto quiero ir a los puntos que quiero tocar en este escrito.

Es nuestro segundo 14 de febrero juntos, la emoción de todo lo que hemos pasado un año atrás, la emoción de nosotros comenzando la relación, los desafíos que vinieron luego, la forma en que yo cada día estaba segura de que el amor había llegado a mi una vez más y que no había persona con la que quiera volver a compartir, el simple hecho de verte sabía que eras tú y nadie más.

Eres el hombre de la casa, padre de mi niña, llegaste a mi vida de manera única y no quiero dejarte ir, ya no más. Eres con el que puedo ser yo misma, sin miedo alguno, sin ninguna duda, ambos sabemos como hacer el amor sin siquiera tocarnos, estando allí el uno para el otro, en las malas y en las buenas, escuchando desde como comenzamos el día en el trabajo hasta lo último que comimos en el día, para luego dar el besito de buenas noches a Aubrey o tú mimandonos a ambas, diciendo cuanto nos amas, día a día.

De lo tierno podemos saltar a lo pervertido o bien podemos hacer una mezcla rara de las dos cosas, hablar tranquilamente antes de dormir o simplemente quedarnos quietos y sin hacer ningún ruido, simplemente estando al ritmo de los corazones.

Christopher, te amo, te amo demasiado y te lo digo siempre, por lo tanto espero que no lo olvides nunca, eres el hombre de mi vida, con el que quiero ver a nuestros nietos correr, o dar de comer a las palomas, quién sabe que más haremos, pero eres el hombre de mi presente y futuro.

Y ya, ahora si ya dejo de escribir que o sino, la cosa no termina. Tuya y siempre tuya, 　　　　　　　　　　　　 　　　　 　　　　　　　　 　　　　　　　　Pandita.

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We are Mr & Mrs. Byrne. " Es tan extraño ver que ahorita somos una pareja ideal, ya que en mi mente no tenía pensado tener un amor después de tantas decepciones, pero en el destino estaba que tú y yo legáramos a juntar nuestros caminos, en este momento te puedo decir que soy muy feliz y le doy gracias a Dios por darme vida y dejarme estar a tu lado, por haber encontrado a una persona tan maravillosa como tú. Eres lo que más quiero en este mundo, eso eres tú para mí, una persona maravillosa, una persona con la que estar cada minuto de mi vida a su lado, sé que como toda paraje también tenemos problemas, pero como toda pareja sabemos resolverlo y apoyarnos. Sé que soy muy fría en expresar mis sentimientos, pero creo que tú más que nadie sabe que te amo con toda mi alma, y que estoy dispuesta a dar mi vida por ti. "

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My dear dear husband. 

Amar a alguien siempre es algo complicado, una nunca sabe si es que va a ser correspondido, una nunca sabe si es que va a funcionar, una nunca sabe qué es lo que le espera en el futuro. 

He pasado por cosas inimaginables, cosas que me llevaron a creer de que una vez más el amor no era para mi, pero mírame, aquí estoy casada con el hombre que he amado y que amo más que a cualquier persona. 

Tengo que hablar de varios puntos, tengo que decirte las cosas que siento y siento que debo de hacerlo hoy, no sé, es como que el sentimiento está ahí, por más de que te lo diga siempre (a mi manera, como lo dices tú) quiero recordartelo, por que eso es bueno. 

Si tengo que hablar de felicidad, pues ¿Quién más que tú para hacerme sentir la mujer más afortunada del mundo? 

Las ganas que te tengo, el amor que te tengo, no son de las que se calman, como dices. Ya sea con tus caricias, con una simple sonrisa o tu mera presencia, hacen que yo esté ahí, dispuesta a olvidarme del mundo y tirarme a tus brazos para enredarnos entre las sábanas, para hacer el amor a nuestra manera, con bromas o con la misma acción corporal. Ambos sabemos que hacer el amor no solo implica al deseo carnal, hacer el amor también resultan esas charlas nocturnas hasta que uno de los duermas, escucharnos mutuamente en nuestros problemas, simplemente estar ahí, completando el lugar que solo nosotros sabemos como hacerlo.

No me cansaré jamás de ser tuya, por que eso es lo que soy, lo que prometí ser ya inclusive antes del matrimonio, soy tuya y en todos los sentidos de la palabra. 

Desde ese primer día de niños, desde nuestro primer beso, desde las lágrimas compartidas, el re-encuentro, todo, tenemos la historia y tenemos el futuro, somos uno, nos amamos y eso es lo importante en todo esto.

Te amo, te amo más de lo que alguna vez he llegado a amar a alguien, eres mi primer amor, eres mi primero, eres al que le he entregado y al que se lo entregaré todo sin dudarlo.

Por que te amo, te amo demasiado.

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Quiero volver a besarte, quiero volver a tocarte, quiero volver a tenerte.