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—No lo sé —confieso—. No creo que la literatura sea algo que tenga que ver con la felicidad o con el bienestar. Supongo que es algo que hay que hacer porque no queda otro remedio. Como respirar o comer. Si no respiras, mueres; si no comes, mueres. Hay personas, sólo unas pocas en realidad, que si no escriben, mueren.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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¿Qué hay de malo en acariciar posibilidades? ¿No es un poco como estar muerto si no se vislumbra y acaricia un cambio, el que sea?

Antonio Malpica. Apocalipsis Island: México

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Aceptamos que el mundo no se puede «decir», que ninguna vida cabe en los personajes de un libro, pero que, a la vez, la única manera de dar fe de lo que existe es ésa. Tú sólo tienes sentido como relato. Eres la sombra de un fantasma, el espacio de una posibilidad, una trayectoria entre miles.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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A veces una esperanza de mentiras es mejor que ninguna esperanza en lo absoluto.

Antonio Malpica. Apocalipsis Island: México

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Cada vez que un niño enuncia un deseo, el mundo renace sin remedio.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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Cerda sólo pensaba en lo horrible que es que la humanidad haya inventado tanta maravilla impresionante pero no un dispositivo para saber si una niña te va a decir que sí antes de hacerle la pregunta más vieja de la historia de la humanidad.

Antonio Malpica. Apocalipsis Island: México

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Hoy, sin embargo, es sólo un niño quien por vez primera atisba lo que el Océano es capaz de prometer: la inmensidad, la intensidad, la repetición.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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Sabía que el desánimo podía ser un zombi más mortal que aquellos que vagaban por ahí, por eso no podía permitirse el lujo de ser mordida por él.

Antonio Malpica. Apocalipsis Island: México

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Chua, entonces, ya no lloraba, pero sus ojos nunca más volverán a estar secos, que ese es el llanto que no tiene remedio, aquel fuego continuo que quema las lágrimas antes de que ellas puedan brotar y rodar por las mejillas.

José Saramago. El evangelio según Jesucristo

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La noche más triste nunca es la primera. Pero la primera noche triste es la más larga de las noches tristes por vivir, aquella en que la extensión de la herida se muestra infinita. La noche en que se comprende lo que queda por venir, entre otras cosas la noche más triste.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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De aquí en adelante nada más tendré que hacer que esperar a la muerte todos los días junto a una mujer a la que ya no quiero, Pues divórciate, La cuestión no está en divorciarme de ella, la cuestión estaría en divorciarme de mí, y eso no es cosa que se pueda hacer.

José Saramago. El evangelio según Jesucristo

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Pues así como lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia, así lo contrario de la desgracia no es la alegría, sino la calma.

Ricardo Menéndez Salmón. Niños en el tiempo

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Esperaba que manteniendo los ojos cerrados al mundo, dentro de mí pudiera encontrar alguna imagen, algún sonido, algún recuerdo que me reviviera. Toparme con una especie de libro interno donde yo pudiera leerme, entenderme, reconocerme, reconfortarme.

Laura Esquivel. El diario de Tita

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El sueño es el pensamiento que no fue pensado cuando debía y ahora lo tengo conmigo todas las noches, no puedo olvidarlo.

José Saramago. El evangelio según Jesucristo

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En su interior todo era negro hasta que aparecieron ante mi vista un par de ojos azules que venían a rescatarme. Eran unos ojos a punto de convertirse en agua derramada. Eran unos ojos que arropaban y protegían mi cuerpo desnudo.

Laura Esquivel. El diario de Tita

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Uno no puede elegir los sueños que tiene, Son los sueños los que eligen a las personas.

José Saramago. El evangelio según Jesucristo

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Me alejaré de ti, pero no te dejo. Me quedo en el agua, en el viento, en el ámbar del atardecer. Me alejaré de ti, pero recuerda que nunca, nunca te dejo.

Laura Esquivel. El diario de Tita