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Mi Escena Final
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Otra Víctima Del Siglo XX.
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miescenafinal · 6 years ago
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Brooklyn Hytes vs Yvie Oddly lip sync has gave us EVERYTHING.
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miescenafinal · 6 years ago
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miescenafinal · 6 years ago
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Amigas, ayer me encontré un hombre tirado en el metro completamente borracho y hasta miado. Pero quiero anunciarles que no me atreví hacerle nada. No toque, no lo viole, no lo violente, no lo llevé a ningún centro de concentración feminazi y simplemente lo dejé que usará su derecho de estar libre y seguro en la calle. Hombres, miren y valoren que todavía hay mujeres decentes en este mundo. https://www.instagram.com/p/BvZ8giynTFc/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1qqafbjxm6k2
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miescenafinal · 6 years ago
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Antipatriarkales. . . . . . . . #8M https://www.instagram.com/p/BuxW3L8HIZu/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1dhjaq0puuynq
#8m
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miescenafinal · 6 years ago
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Hoy en el #CatDay, Narcisa se resbaló de su estrado cuando observaba su reino. Las dos morimos de miedo. Ya está bien, aquí a mi ladito pa' dormir juntas. (en Tlatelolco) https://www.instagram.com/p/BuITIw8Hkzz/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1b9l3c3qqi1ds
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miescenafinal · 6 years ago
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Tu cumpleaños. . Soñé con nuestro primer beso. Te agarré los cachetes y te di un beso. No lo esperabas, pero lo deseabas. Me tomaste de los hombros, encajando sutilmente tus dedos, me susurraban que no me fuera. . Crucé los brazos alrededor de tu cuello. Mi conciencia imprecó y mi pasión se apasionó. . No sólo fue un beso, fueron dos más, o sea tres. Y es que después del primero, sabía que no había vuelta atrás, que te aceptaba. Pues al final de cuenta, unos se matan con coca cola y otros, como yo —loca— se matan con amor romántico. . Estábamos esperando el desayuno, no sé qué esperábamos, pero espero que para mí fuera un desayuno americano y para ti unos chilaquiles rojos, porque inexplicablemente, eres más norteño que sureño. . ¿Por qué nos mirábamos a los ojos y soltábamos esa risita de burlonas? No le quiero preguntar a google que significa eso en lo sueños, pero estoy segura de que reíamos: de mí. . El segundo beso lo disfruté más que el primero. Allí yo sabía que ya no importaba nada, qué más daba. Tomaste mi cadera derecha con tu mano izquierda. “Toma mis caderas blancas, ya no hay nada que perder” canté. Me dijiste: te amo tanto, eres lo más hermoso que hay. ¡Qué sueño! . —Perdón por no estar antes, pero quiero estar contigo— dijo. —Yo lo último que quiero es estar contigo, espero que comprendas que ya me cansé de amarte. Pero acepto estar contigo, porque, aunque ya estoy cansada de amarte, te amo. . En el último beso recorriste el izquierdo de mi cuello, rosaste mi lóbulo, mi mejilla y llegaste a mis labios. Antes de besarme profundamente me miraste a los ojos y sí, efectivamente, me amabas. . Por fortuna, desperté después del tercer beso. Desperté sintiendo que todo había sido una pesadilla, la pesadilla del más profundo dolor de mis dolores. . . . 📷 @riofotografx . 📝 Irlanda Sánchez Juárez . https://www.instagram.com/p/BuEoTuanYpP/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=g8mybhposhs4
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miescenafinal · 6 years ago
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La hermosa @mariaktattoo me hizo el tatuaje que imaginé, gracias. @thebiancadelrio i love you, my bitch queen. . . . . . . @dragqueentattoos #dragqueentattos #BiancaDelRio #RuPaulDragRace #TradicionalTattoo #HeartTattoo (en SORRY MOM Ink Parlor) https://www.instagram.com/p/Bt91Psan0q3/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1uw7y2h78sru9
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miescenafinal · 6 years ago
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LOS TRABAJOS FEMINISTAS NO EXISTEN
Escribir esto no ha sido sencillo, han pasado ya meses desde el suceso, pero me parece muy importante hablarlo entre nosotrAs, porque es válido denunciar violencia MACHISTAS en espacios que gritan a los cuatro vientos ser “espacio libre de violencia machista” y además FEMINISTAS.
 El día 16 de octubre de 2018 las trabajadoras de PUNTO GOZADERA (de aquel tiempo) convocaron a una huelga con el propósito de arreglar los conflictos de violencia que había sufrido por parte de la dueña.
 ¿Arreglar? Desde allí hicimos mal, porque debimos DENUNCIAR, pero tuvimos miedo a no ser sororas, no denunciamos porque recibimos violencia de una mujer a la cual teníamos un profundo aprecio, por eso no denunciamos la violencia de la que fuimos víctimas. Cuando ocurrió esa huelga yo había renunciado el día 9 de octubre ¿por qué? Porque a la dueña le caía mal y me sentía hostigada ¿cómo sé que le caía mal? Porque ella me lo dijo. Para ponerlas en contexto les hablaré de la parte de la historia que me tocó vivir, porque es la única que me corresponde exponer, lo que pasó con las otras compañeras le corresponde hablarlo a ellas.
 Yo entré a trabajar a PUNTO GOZADERA a finales de mayo de 2018, con toda la ilusión, pues estaba entrado a trabajar a un ESPACIO FEMINISTA, a un lugar que se jactaba de ser un espacio LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA. Lo decía en todas partes, cada rincón de aquel lugar te recordaba que estabas en un espacio seguro. Para muchas feministas de la Ciudad de México (e incluso de la República y hasta de mundo) ese lugar parecía un respiro para este mundo que es tan violento con nosotras. En el tiempo que trabajé allí miré caras iluminándose al entrar aquel lugar, era un sueño; en lo personal me recordabana un católico entrado a la basílica de Guadalupe. Y evidentemente, no las culpo, así me pasó a mí, fue como una “bendición” haber entrado trabajar allí después de todos los problemas emocionales, económicos y físicos que venía cargando. También lo mirábamos como el fuerte, donde nos podíamos proteger, donde podíamos planear como atacar al patriarcado, como me lo dijo un amigue “estás en la cueva de las brujas”. Y no lo voy a negar, allí pasaban cosas increíbles, aprendí mucho sobre feminismos, discutí mucho sobre feminismos, lloré con compas, bailé con compas y también trabajé muy duro por ese lugar, trabajé con todo el corazón, porque había sinceridad, porque uno se ilusionaba con esa bella utopía. Pero pasa que al final es un TRABAJO y los trabajos NO PUEDE SER FEMINISTAS. Una estructura laboral de patrón-empleado no puede ser feminista; aunque debo reconocer el ambiente de trabajo era diferente a mis otros empleos y a la dueña no le gustaba que le llamaran patrona o la viéramos como la jefa si no como su compañera (un concepto básico, pero mal ejecutado en el siglo XXI), pero siento que ella nunca me dejó verla como otra cosa. Nunca fue mi amiga y ni intentamos hacerlo, y, está bien, no todas las mujeres podemos y debemos ser amigas, pero a nivel trabajo había preferencias laborales que me hacía sentir como una simple empleada. Y claro, se entiende la situación de cada una, se entiende que a cada persona se le debe de ver en lo particular, sin embargo, yo no me sentía comprendida en lo particular. Un ejemplo de ese favoritismo es que cuando llegaba tarde a trabajar por equis razón, ellas me hacían pagar los minutos que llegué tarde, ¡logico! Pero si mis compañeras también llegaban tarde, no había ninguna sanción (eso se regularizó con el paso de tiempo gracias a los reclamos que hice). ¡Qué sí! que toda esa estructura de trabajo se debería ir a la mierda, pero sentía injusticia, eso sentía. Creía que mi esfuerzo físico y emocional puesto en aquel lugar era minimizado a una simple empleada. Tal vez no era así, tal vez para nada era así, pero yo sentía que tenía que cuidar mi trabajo más que ellas, porque la dueña me regresaba si llegaba tarde, pero si la otra llegaba todos los días 20 o hasta 30 minutos más tarde de su hora, no era sancionada con su salario y a mí sí.
Ella era mi jefa, la que tenía en las manos mi estabilidad económica y por mi personalidad, hasta la emocional. Por eso cuando la miraba gritando violentamente hacia alguna de mis compañeras no me atrevía a correrla del lugar. No me atrevía a recordarle que ese lugar tiene un mural que lo jacta de ser un espacio libre de violencia. A mis compañeras las violentaba, las humillaba, las mandaba llamar en privado y no había a quien contárselo. Nadie se atrevía a criticar las escenas violentas que protagonizaba, nadie se atrevía a señalarlo como violencia machista, por varias de las compañeras (empleadas) vivían un circulo de violencia con ella. Porque había lazos de años, lazos de amor, lazos de gratitud, lazos de confianza, lazos que eran pura manipulación, lazos de “perdón por gritarte OTRA VEZ, y decirte prácticamente estúpida –otra vez-, ya sé que te dije que nunca más iba a volver a pasar, pero te lo juro que esta vez sí es la última, deberás” (¿han escuchado eso antes?).
Por eso la encargada de mi turno renunció, a mí me dijo algo así como que no podría acostumbrarse a la forma de trabajar de la dueña, pero allí había quienes se tenían que aguantar la forma de trabajar de la dueña, porque de ella dependía su comida, salud, porque sabían que tal vez por su condición física era el único lugar donde le iban a contratar, donde iban a pasar menos humillaciones. Personas que ya se acostumbraron a la forma de trabajar de la dueña, porque ellas ya están acostumbradas que así es el sistema y no lo pueden cambiar, que el patriarcado no las quiere no sólo por ser mujer, si no también por la condición en la que vives en el mundo. Pero como esta vez el patriarcado tenia cuerpo mujer cisgénero, estudiada, activista, lesbofeminista, etc... fue un poco más fácil de acostumbrarse a la forma de trabajar de ella.
 Antes de continuar quisiera exponer la posición desde la que escribo, yo soy neurodivirgente, estoy diagnosticada (mierda) con trastorno límite de personalidad, trastorno depresivo mayor y estrés postraumático. Cosas que influye en mi vida, principalmente en mi personalidad, porque soy así, bordeline, limite. Yo desde aquí vivo el feminismo, desde mi neurodivirgenicia, desde mis emociones inexplicables.
 Un mal día de esos en que mi cuerpo se vuelve 80% ansiedad, 20% agua, no pude contener llorar y lloré mucho en horas laborales. Lloraba porque no tenía dinero para pagar la renta, lloraba porque no podía ganar más dinero, lloraba por la realidad que me sobrepasaba, porque no entendía el sentido a seguir viva. Me sentía inservible. Trataba de controlar mis pensamientos y mis sentimientos, pero así es mi mente y yo pienso que todas las mentes son así como las mía: incontrolable, pero dicen que no. Algunas de mis compañeras estuvieron allí apapacharme, para calmarme, para convencerme de que soy maravillosa. Ellas intervinieron con la dueña para que hablara conmigo, porque ellas creían que yo podía crecer profesionalmente allí. Que podía  comenzar a llevar las comunicaciones del espacio, formalizarlo, hacerlo un espacio activo también en redes sociales (cosas que ya he trabajado). Esa ocasión hablamos ella y su pareja, les platique mi situación económica, anímica, emocional y clínica. Ellas me dijeron que había mucho que hacer en aquel lugar y me emocioné. Les dije que la próxima semana les tenía una propuesta de estrategias en redes sociales y además me ofrecí todo mi apoyo para la logística de los eventos. Y así fue, lo trabajé. No recuerdo que día de la semana era, pero habíamos quedado de revisarlo un domingo. No fue así, después dijo que el martes y no fue así. Después dijo que mañana y no fue así (después, en la huelga, ella me dijo que no tenía tiempo de estar revisando esas cosas que ni le interesaban).
 Pero la cosa que hizo que realmente rompiera mi corazón y cualquier mínima confianza que le tenía a la dueña fue cuando me mandó hablar en privado, sólo ella y su pareja. Para esto, una de las opciones que tenía para ganar un poco más de dinero era vender postres, ya que es algo que sé hacer y que además disfruto. Le ofrecí a la jefa hacer un postre llamado “carlota vegana” y ella me dio la oportunidad de venderlas en el restaurante. Siguiendo con la línea, decidí hacer un postre zero waste y opté por una presentación en vaso de vidrio y tapa de tela. Ellas aceptaron. Además, les dije que el vaso tenía un precio y también aceptaron. Supongo que por ser trabajadora del lugar no me trataron como cualquiera otra proveedora, o sea, ellas surten y le pagan al momento. A mí me pagaron hasta que mis postres se acabaron. Al momento de regresarme los vasos me faltaban dos, les pedí el monto y no me lo dieron, porque pues iban a averiguar dónde quedaron. Yo les dije que uno lo habían vendido y que el otro yo vi como una compañera lo rompió y lo pagó; pero no me creyeron. En cambio, me mandaron hablar en privado, con un tono de voz que hizo que mi ansiedad fluyera libre. Le dije que podía hacerlo ahora mismo, ya que me lo solicitó a la hora de mi salida. Subimos a los talleres y comenzó su vomito verbal. Comenzó diciendo que no confiaba en mí, me dijo que tenía que averiguar dónde quedaron esos vasos, porque por alguna razón ella creía que yo le estaba robando 20 devaluados pesos. Dice que su desconfianza nació de cuando le mostré a mis compañeras del curso de panadería (curso que tomaba allí mismo en PUNTO GOZADERA los lunes) el trabajo que hacía con mis postres veganos (en la huelga me dijo que no confiaba en mi porque me había visto rompiendo vasos y escondiéndolos). En ese momento me sentí traicionada y confundida. Traicionada porque pensé que alguna de mis compañeras de la clase de panadería me había acusado de algo que no había hecho, porque sólo se los mostré, nunca abrí ningún postre y lo di a degustar; y además me sentía confundía pues no entendía cuál era el problema de mostrar mi trabajo. Les dije que no entendía porque había conflicto en eso y concluí diciendo “tal vez no te caigo bien” y ella respondió “pues sí, no me caes bien. No me cae bien la cocinera, ni la otra, no somos amigas, pero trabajamos aquí y nos toca aprender a trabajar juntas”, y como dijo una compañera en la huelga, "tal vez no son con las palabras exactas, pero ese fue el mensaje”. Yo estaba en shock, porque como les dije, no esperaba que fuera mi amiga, pero saber que mi presencia no era de su agrado, bueno eso ya es muy diferente. Me menciono que tampoco confiaba en mi porque yo andaba diciendo que iba trabajar en las noches cuando no era así. Y no, no era seguro, pero yo les había pedido de favor que me dieran de ocupar la vacante que iba quedar libre en la noche porque las propinas eran mejor y necesitaba ganar un poco más, por alguna razón no me quisieron ayudar (tal vez porque la encargada de la tarde era la dueña). Me dijo que ninguna mesera había sido como yo, que nadie se había tomado una mesa (desocupada) a la hora de servicio para sentarse (cuando no había nadie), porque como buena jefa patriarcal, pues no le gustaba que te sentaras durante 8 hrs. También me reclamó las opiniones que habían dejado en la página de Facebook algunos trolles antifeministas, esos mierdas reclamaban que el servicio era lento, que los sacábamos cuando eran los LESBIBIERNES por leerse como ONVRES, que éramos groseras, pero discúlpenme PATRONA, yo no le iba regresar la sonrisa acosadora a ningún hombre. Pero la patriarca al parecer no buscaba un espacio seguro para las trabajadoras, si no que ESTABA VENDIENDO UN ESPACIO SEGURO Y LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA PARA SU CONVENIENCIA. También me reclamó mi viaje a Chile, viaje que le había pedido permiso desde que entré a trabaja allí y que incluso cuando se lo recordé dos meses antes les dije que sí corría el riesgo de perder mi trabajo por irme, lo posponía (eran unos boletos abiertos), porque yo prefería trabaja allí y después encontraría tiempo para irme. Ella dijo que era absurdo, que fuera y regresara. Ella me dijo que pensó que yo ya no iba a trabajar con ellas en septiembre porque cuando entré a trabajar yo tenía el loco sueño de irme a vivir a Chile, pero cuando trascurrió el tiempo en PUNTO GOZADERA realmente pensé que mi situación iba cambiar, lo vi como un lugar donde podía crear vínculos que me ayudarían a hacer algo más de mi vida que sólo existir. Reclamó mi frecuente inestabilidad emocional, porque decía que unas veces estaba bien y luego llorando. Le pedí disculpa por mi neurodivirgencia y mi tlp, y me pregunto “PERO ¿QUÉ ES ESO? DEBERIAS DE COMPARTIRNOS MÁS DE LO QUE ESO PARA PODERTE ENTENDER”, porque claro, a ella no le interesaba una mierda mi vida, era su empleada y nada más. Porque se lo dije, le dije y ella no tomo ni 5 minutos de leer el artículo de Wikipedia (después de esa noche envié al grupo de WhatsApp videos y artículos que explicaban lo que era TLP). La discusión no terminó acalorada, terminó como de esas veces que te hacen sentir de la mierda y te dicen “ay disculpa la confusión, besos, sólo quería chingarte la vida”. Su pareja no dijo nada, como siempre, me imagino que estaba tan acostumbrada a la violencia de su pareja que pensó que era un sábado cualquiera.
 Salí de allí casi corriendo, no me despedí de nadie, porque no quería que me vieran con la cara roja de tanto llorar, no quería contarles lo que había pasado en lo privado, en la presencia de una compañera feminista que aprobó la violencia de otra. Me fui a mi casa a seguir llorando, a seguir pensando que no sirvo para ni mierdas, que todos los pensamientos que tengo sobre mí son reales. Porque no, no soy fuerte, discúlpenme hermanas, no soy lo suficientemente fuerte para pelear contra mi mente y hacerle ver que soy una chingona, ni más ni menos que las demás. Lloré, lloré toda la noche. Tuve pesadillas y al día siguiente llegué temprano a trabajar. Hice lo mío, limpiar todo el desastre de la fiesta de la noche anterior. Estuve callada, distante y parada durante 8 hrs. A veces no podía contener las lágrimas, pero trataba de hacer que no se me notara la decepción que llevaba en mis silencios. La mesera del turno de la tarde (que era su ultimo día) me preguntó que me pasaba, le dije que le contaba cuando saliera de trabajar. Le conté a grandes rasgos, no quise hacer escándalo, me resigné que “la goza” era una falacia. Más tarde esa misma noche, la dueña me mandó un mensaje diciendo “HOLA, ME GUSTARIA SABER COMO TE SENTISTE HOY SI HAY ALGO QUE QUIERAS PLATICAR ACÁ ESTOY”. La verdad es no supe que contestar y tarde 20 minutos en hacerlo ¿Qué le iba a decir? Me entró miedo y porque sí, me da miedo enfrentarme al patriarcado, porque a mí ya me violentó de la manera más horrible que nos pueden violentar, además me dejaron viva para que sea un ejemplo de lo que pueden hacernos. Me violentaron por viajar sola, por ser libre, por decir lo que pienso y hacer lo que quería hacer. “HOLA, LA VERDAD ES QUE NO ESTUVE MUY BIEN, PERO ES PARTE DE MI PROCESO DE ASIMILACION DE LO QUE PASA AL REDERDOR Y DE LO QUE PIENSAN DE MIS LAS PERSONAS QUE ME RODEAN. NO TE PREOCUPES, SIEMPRE TERMINO ECHANDOME PORRAS Y PUES SALIR ADELANTE, SALUDOS”
 Para ese tiempo faltaban días para irme a Chile, así que me fui con el sentimiento del desencanto, el mismo desencanto que ya había vivido en el pasado cuando descubrí que la iglesia era una mierda, cuando acepté que es una mierda y la biblia era un libro más. Así me sentí con “PUNTO GOZADERA”, la sobrepaso la realidad y toda la teoría y la práctica que presumían se me fue a la mierda; al final era otro trabajo en un mundo capitalista. NO ERA UN TRABAJO FEMINISTA, PORQUE ESOS DOS CONCEPTOS NO PUEDEN IR EN UNA MISMA ORACION, pero en este mundo capitalista, llamar RESTAURANTE FEMINISTAS Y LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA es mercadotecnia.Y no, la dueña no es rica, pero si disfruta del dinero que sale de un espacio mentiroso, un espacio capitalista, un espacio violento para las trabajadoras. Si teníamos seguridad social, pero no tenía la seguridad emocional que tanto le presumían las clientes frecuentes, porque después aquello, ir a ese lugar me causaba ansiedad. Porque no podía contar como me sentía, porque no quería armar chismes, porque no quería que me malinterpretaran, porque tenía miedo que como siempre me llamara EXAGERADA. No confiaba en nadie de las que trabajaban allí, porque todo era subjetivo, todo era mi sentir; y como me dijo ella cuando conté esto en la huelga “ES TU PALABRA CONTRA LA MIA”.
 La huelga la convocaron el 15 de octubre del 2018. Yo había renunciado una semana antes porque en verdad, no me sentía a gusto allí. Porque me habían reclamado una nota que se encontraron en la basura como si fuera una enemiga, alguien que estuviera saqueando PUNTO GOZADERA. Renuncié porque sabía que allí no iba llegar a ningún lado, que a la dueña no le interesaba para nada arreglar las cosas conmigo. Renuncié porque no quería ponerme paranoica, porque ellas me juraban que no era nada contra mí, pero no sabía si era yo o era gaslighting, porque ellas me decían (ellas porque para mí su novia se había hecho una extensión de la dueña) “no, de mi parte todo bien, yo creo que tienen que hablar tu y L porque yo en serio, todo bien, nada personal”. Así que preferí renunciar porque no quería ponerme paranoica. Se lo dije a la dueña al momento de renunciar: RENUNCIO POR MI SALUD MENTAL, PORQUE AQUI ME ESTOY PONIENDO MUY PARANOICA, PORQUE DESDE LO QUE PASÓ ENTRE TÚ Y YO EN EL TALLER, NO ME HE SENTIDO COMODA AQUI. La dueña solo contestó con el ceño fruncido: no pues, si es por salud mental no hay nada más que decir. Yo quiero que sepas que te quiero mucho, te vamos a extrañar y pues aquí puedes venir cuando quieras. Puedes firmar esto y contar tu dinero para que veas que todo está en orden.
Una simple empleada.
La huelga también comenzó desde una situación de privilegio, porque fue convocada hasta que a unas de las empleadas más cercanas de ellas (laboral y personal) le tocó experimentar violencia por parte de la dueña hacia ella misma. Pensó que no podía seguir trabajando con la dueña si seguía así. Como les digo, yo ya no trabajaba allí, pero me convocó otra ex-empleada que era la única que sabía lo que me había pasado en lo privado con la dueña. Nos reunimos en un café por el sur de la Ciudad de México. Todas comenzamos hablar sobre las situaciones que nos tocó vivir o ver. Todas coincidimos en ella representaba una autoridad de poder y que sólo algunas de nosotras la podíamos ver como una compañera en la lucha. Todas pensamos en ideas para mejorar el lugar, para hacerlo un lugar comunitario. Un espacio donde todas pudiéramos crecer, porque también concedimos que estábamos en PUNTO GOZADERA por ser el espacio, que sí, necesitábamos sustento económico, pero que la razón número uno por lo que seguíamos allí era porque realmente queríamos crear un espacio LIBRE DE VIOLENCIA MACHISTA y en contra de la violencia capitalista.
 Decidimos que íbamos a tomar el espacio el martes 16 de octubre a las 12 pm. Nos quedamos de ver en la entrada del metro. Estábamos muertas de miedo, en verdad. No queríamos llegar, no queríamos, le teníamos miedo. Yo la verdad que iba muerta de miedo, pero muy optimista. La mínima de confianza que le tenía me hacía pensar que sí nos iba escuchar, que se iba a sentar con nosotras, que íbamos a arreglar todo entre nosotras y que yo iba a poder volver a trabajar con ellas y que todas seriamos felices para siempre... ¡JAMÁS! Como siempre yo creyendo en los finales felices. Romantizando al feminismo. Santificando a las feministas. Creyendo en el poder de la diosa feminista. Otra vez ese pensamiento adoctrinador de feminismo. Pensando que todas las mujeres somos buenas y no podemos ser malas. Y sí, si podemos ser malas, patriarcales, aunque seas feminista. Aunque salgas a la marchar con otras.
 Cuando llegamos al espacio no estaba la dueña, sólo su pareja. Le entregamos una carta donde explicábamos lo que queríamos. Hablábamos que era una medida que se tenía que hacer por el bien de espacio. Ella aceptó, pero dijo que ella no tenía para pagar los sueldos, todas tuvieron que renunciar a su sueldo y entre nosotras cooperarnos para pagarle el sueldo a una de nuestras compañeras que le era indispensable. O sea, sí, tuvimos que pagar para poder estar en huelga. Y sí, yo ya no era empleada, pero había dos personas más que no eran empleadas, sólo colaboradoras esporádicas. Ella se fue y nosotras nos instalamos en nuestra asamblea. Habíamos pedido hablar con la dueña a las 6 de la tarde. Nosotras decidimos ir al mercado a comprar cosas para comer y aguantar la larga jornada. Sólo fuimos 3 y las demás esperaron en PUNTO GOZADERA. Cuando regresamos al espacio, la dueña estaba gritándonos que nos fuéramos de su espacio, que nos largáramos, que le iba hablar a la policía, que ya ninguna de nosotras trabajábamos allí y que no teníamos ningún derecho a estar allí. Comenzó a insultar a su novia de manera misógina y otra vez nos quedamos calladas. NADIE DIJO NADA, todas estábamos aterradas, paralizadas, sin fuerza que nos accionara. Pero yo sé lo que pasó, a todas se nos cayó el cuento de los espacios feministas, de los trabajos feminista. Para todas fue un golpe en nuestra fe. Porque parece que el feminismo se ha convertido en eso, en la fe salvadora de este mundo y NO, EL FEMINISMO NO VA CAMBIAR EL MUNDO. No amigas, no todo el mundo va ser feminista y va cambiar el mundo, NO, no es el feminismo como un ente, eres TÚ con las herramientas que te da el feminismo. Y yo sé que eso se ve lógico, pero ¿en realidad no estas romantizando el feminismo? ¿En realidad nunca haz creído profundamente que el feminismo les cambió la vida? Y sí, puede ser de manera retórica, pero para nuestro inconsciente la retórica es la realidad.
 Después de ver cómo nos gritaba, corrimos a refugiarnos al taller y llegó un pánico colectivo. Comenzó a pasar por nuestra mente miles de cosas que nos pudiera hacer. Poco a poco fuimos calmándonos una a otra. Comenzamos otra vez a convencernos que no nos iba hacer nada, pero la verdad es que ya no estábamos convencidas de lo que haríamos. Después de que nos calmamos recibimos una llamada de la dueña para decirnos que aceptaba la asamblea general a las 6 de la tarde. Su voz era calmada, nada que ver con la que habíamos escuchado una hora atrás, cuando nos amenazó judicialmente. Yo volví a creerle y pensé que habría dialogo, otras entraron en pánico.
 Bajamos un poco antes para acomodar un circulo donde nos pudiéramos estar viéndonos todas. Ellas llegaron puntuales, a las 6 de la tarde en compañía de la abogada de PUNTO GOZADERA, unas socias que el espacio le valía lo mismo que una moneda de 5 centavos, la dueña y su pareja. La primera en iniciar aquella asamblea fue la abogada y fue para decir dos cosas: esto no es una huelga y esto sólo se va hablar entre trabajadoras del lugar, así que te pido Irlanda y tú que se salgan del espacio. Aquello solo hizo que se convirtiera en un zafarrancho, porque OTRA VEZ, LA DUEÑA SE NEGABA A ESCUCHAR. Porque otra vez llegó a dialogar con nosotras de manera violenta. Yo me quedé en shock, no me atreví a decir nada. Amigas, no sé cómo explicar eso que sentí, pero entre los gritos escuchaba como la dueña decía que me largara, que no tenía nada que estaba haciendo allí, que yo le había firmado la renuncia laboral. Que yo ya no tenía ningún trato laboral conmigo, que me fuera. Amigas, no sé si lo estaba diciendo a 5 kilómetros de mi o a 5 metros, pero yo sentía que me lo estaba gritando al oído, muy cerca de la memoria. En un momento dije que me iba, para que eso pudiera continuar, pero todas comenzaron a decir que, si yo no estaba, no se haría la asamblea y ella también pidió que estuviera su compañía. Yo estaba grabando el audio con mi celular porque era el único teléfono con carga y por decisión unánime habíamos decidió grabar audio, porque sí: TENIAMOS MIEDO. Me amenazaron y me dijeron que borrara eso, pero ¿cuál era el miedo? Me salí y le dejé el teléfono a mis amigas. Esperé afuera, tratando de leer un libro, pero en realidad no podía hacer nada. No podía más que esperar a mis amigas durante una hora y morir de la ansiedad. Salieron y dijeron que iríamos a un lugar neutro, a una taquería de por el centro, ahí sí podía estar yo, (porque también se arrepintió de correr a dos, la única que no podía estar presente en esa asamblea era yo, mi otra compañera podía estar porque a veces les ayudaba y yo que trabaje todos los días allí y hasta doble turno, no tenía el derecho de estar allí).
Estar en esa pinche taquería, fue peor que en el espacio. Allí fue el último lugar donde la vi, después mostró un interés vago y mecanizado de arreglar las cosas, pero no pasó.
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miescenafinal · 6 years ago
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. Prefiero a las locas Que a las cuerdas. . Prefiero la explicación de la nada A la explicación de todo. . Que viva la locura Y que muera la cordura. . . 📷: @pollykrac 📝: Me https://www.instagram.com/p/BsqhDbkH_m0/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=hqo7wbfrop71
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miescenafinal · 6 years ago
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No soy nada de lo que aparento. No soy tan como piensas que soy. Soy más que nada: Alguien que no te imaginan que soy. https://www.instagram.com/p/BrW7F1vn0fT/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=13lxmqiwr0ey3
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miescenafinal · 6 years ago
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"Algo todavía ocurrirá, pero dónde y qué. Alguien saldrá a su encuentro, pero cuándo, quién" - #WislawaSzymborska https://www.instagram.com/p/BrDIDvOHD9-/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1uathgfca0c0v
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miescenafinal · 6 years ago
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Un #tbt con mi amiga del alma, en el cementerio de trenes de Bolivia. Te llevo en mi corazón ever. https://www.instagram.com/p/Bp7ZBIvHrXf/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=126mz6afy16wl
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miescenafinal · 6 years ago
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"Fracasar requiere esfuerzo... y me esfuerzo". https://www.instagram.com/p/Bp3kTyanohS/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=196pr64i3eas3
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miescenafinal · 6 years ago
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Antipatriarkales (en La Gozadera) https://www.instagram.com/p/Bm9syagHs3r/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=wm2ejk2ie413
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miescenafinal · 6 years ago
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La compañera en CDMX. #NarcisaDelCampo #CatPerson #CatLover #CatWhite https://www.instagram.com/p/BmkHB2aHJPf/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1n8soopft4fdq
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miescenafinal · 6 years ago
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La primera vez que me puse ese crop top fue a los 25 años. Traía puesta una falda muy alta, tanta alta que sólo se me miraba un dedo de mi piel abdominal y me estaba muriendo de vergüenza. Hoy, casi 4 años después, no sólo he dejado atrás los complejos de mi gordura, ahora amo salir así a la calle, ¡ENSEÑANDO LA PANZA!. Y, aunque me acosen más, salir así también se a convertido en un acto político. Un acto donde me paso por la vulva sus cánones de belleza que han matado a más mujeres que la obesidad. Que las han matado de hambre, que las han matado en un quirófano, que las han matado en dietas y productos milagrosos para bajar de peso. Cánones que las enferma de depresión, que las convierte en obsesiva, que las convierte en anoréxicas y bulimicas. El #bodypositive no es una apología al "estar enfermas de obesidad", pues ser obesa no es igual a enfermo y a las pruebas me remito, perro. Fuck all, además me veo increíble, la neta. También le quiero decir a todas las #gordas que me leen que: pásate los cánones por la vulva y que sal libres, atrevidas y locas. https://www.instagram.com/p/BmcSylNnWTJ/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=156qni60vt6px
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miescenafinal · 6 years ago
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#PutaFeminista
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