mi-sangre-entre-tus-manos

[mi-sangre-entre-tus-manos]

(?)

Los truenos les azotaban los oídos, mientras que los rayos les deslumbraban los ojos. Todo era caos, la gente corría sin dirección aparente. Todos a excepción de ella, que con sus gestos representaba una tranquilidad abrumadora. Lo único que hacía era mirar hacía arriba y respirar hondo, como si a tal caos ella estuviese acostumbrada. De pronto todo se termina y con ello la chica se esfuma, dejando como un recuerdo la más hermosa mirada que se haya visto alguna vez. Tan fugaz como un rayo, pero tan estruendosa como un trueno.