No soy ni un cuarto de lo que quiero ser, me desconozco, me busco. Más curioso que un gato. Me gustan los gatos y las plantas aromáticas. Hago todo lo que no quiero hacer.
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Traición.
Siento como muchas cosas se repiten constantemente, a veces, me gusta revivirlas, aunque siempre terminan igual. Qué risueño pensar eso que pensabas en este mundo de ego ¿y tu energía dónde ha quedado? Se desvanecen muchos sentimientos, se desmoronan. Esos que llegué a reprimir los dejé que se regaran. A veces el dolor es necesario, sentir parte de la tristeza. Tan agarrado que me atrevo a lastimarme para no soltar o separar ese vinculo que nos conlleva a el ciclo repetitivo de acciones programadas donde tu vanidad se infla de ego y se entrelaza con la codicia de tu ser inculto de valores, de bondad, te regocijas en la avaricia de tu falsedad y yo que ya no quiero maldad en mi vida no reacciono como antes pero mis pensamientos son disonantes, aún así termino cediciendo al perdón donde tal vez ya sé donde todo terminará.
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que me abraces mucho después de hacer el amor
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Casi nunca decido dónde voy a quedarme, sólo me siento, y si me relajo ahí, me achanto, y encuentro esa paz en una banca, en un sofá, en tus senos, en el frío de la calle o en el calor de tu cuarto, en una fiesta de techno o en caletas empedradas llenas de vicio y olor a marihuana por todas partes. En la luz rosa de tu cuarto, en una calle peligrosa donde se puede llegar a pensar que lo peor puede pasar. En el mirador escondido de suba. Ahí y en otros lugares donde no debería, ahí, me encuentro pero así mismo voy perdiendo lo que soy, lo que fui y continuo, naufragando
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Nena a mí no me incumbe que haces en las noches o si es que en ese horario trabajas, me interesa más que me digas que me quieres en las madrugadas raras, que me llenes de caricias de la nada. Sí, tu carne no es de nadie, pero a veces me haces sentir que es conmigo con quién más la compartes y a quien a veces con miedo muestras tus cicatrices oscuras; pero llega nuevamente la noche y te vas, y yo intento no preguntarme dónde estás sabiendo donde estás. Y ya no eres la que conocí en la mañana, mis amigos me cuentan que ya eres de la noche y que ahora eres otro nombre pal derroche. Yo me quedo tranquilo, sé que en la mañana vuelves a mí, abrazarme, a decirme que me quieres, aunque en la noche tu carne la compartes, no conmigo, me quieres y yo no sé qué sentir.
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