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losfanzinoides-blog · 8 years ago
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Campo de Juegos (Pastel graso)
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losfanzinoides-blog · 8 years ago
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losfanzinoides-blog · 8 years ago
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You Have Killed Me (Cuento)
I
Martin vivía en San Bernardo a pocos minutos de la carretera, su madre se llamaba Claudia  era soltera y trabajaba en el consultorio en el área de pediatría. Cuando nació, luego de que su padre se fuera al sur con otra mina, la flaca muchacha que, recién había terminando la  carrera de enfermería técnica, comprendió que ambos estaban solos en el mundo y que de un modo u otro, había nacido una especie de sentido para su vida .Al principio, los abuelos ayudaron a criar al pequeño, luego ella encontró trabajo en San Bernardo y arrendaron una casita humilde y monona.
Muchas cosas vieron crecer a Martin, una deliciosa chimenea a leña con cascaras quemadas de naranja y coquitos de eucalipto encima, una pequeña cocina americana llena de especias viejas y medias rancias, la tele enorme zumbando los monos de Chilevisión, y porque no decirlo , los pololos y amigos  esporádicos de mama, que iban y venían con sus ropas de trabajo , a veces dejaban plata para ir al mall a fin de mes, a comer hamburguesas ,  papas y quizás ir al cine…a veces solo  una pesada pena y unos cigarros Pilliph Morris que solo el principito Martin compartía sin quererlo con su pálida madre niña.
Había varios rituales y juegos. Muy pocas veces los retos de mama terminaban en silencio o en un “ándate para la pieza” si no por el contrario, luego de una mirada avergonzada hacia el suelo, mama lanzaba algún chiste fuera de lugar que lograba romper la tensión yo todo acababa en risas, en alguna película animada en vhs  o una tarde de cocina, que por cierto era la especialidad de Martin. Otro de los rituales, de mayor importancia… cuando Martin llegaba de clases tomaba once solo, dos rebanadas de pan con mortadela y leche con Nesquick y luego se sentaba en la cama ansioso a mirar el reloj. Hacia movimientos nerviosos con las piernas estiradas hasta que daban las 7:30.Entonces tomaba un abrigo dejaba todo apagado , con llave y se dirigía a la calle donde ya empezaba a oscurecer, caminaba por un avenida ancha hasta llegar a la línea del tren donde podía ver ampliamente el horizonte enrojecido sobre los tejados oscuros de las poblaciones a la lejanía. Saltaba los durmientes y se escondía, era su pequeña aventura diaria, a veces atrapaba bichos o alguna basura interesante que luego Claudia le hacía botar. A eso de las 8.00 llegaba a un pequeño paradero a un costado del riel y ahí estaba mama como todos los días, con su bolso. Volvían tomados de la mano comiendo unas sopaipillas que mama pasaba a comprar al centro antes de venirse. Ya cerca de la avenida grande apuraban el tranco, pues empezaba a oscurecer.  
En el liceo Martin siempre fue adelantado y hablaba muy correctamente, como viejo chico se aburría rápido en clases, le gustaba mucha historia, aunque le iba bien en todo. Muchas veces tenía problemas con los compa��eros matones, solo una vez les contesto, cuando se metieron con su madre, le dijeron que el no tenia papa, que su mama tenía muchos amigos. Antes de que pudieran terminar de formular la idea, Martin se abalanzo sobre uno dándole una patada en la quijada, los otros niños azuzaron la pelea y un inspector los separo, llevo a ambos a rectoría y los escarmentó, dijo que era necesario citar de inmediato a apoderados, pero la mama de Martin nunca podía. Trabajaba demasiado mas de lo que a el le hubiese gustado.
  Cuando venían de vuelta en la noche , le dijo a su madre:
-“Ma, trabajas mucho, los chicos en la escuela me molestan por que dicen que yo no tengo papa”
Con paciencia ella le explico que la vida de una persona que tenía que aperrar sola con un hijo que iba al colegio y todo era bien sacrificado y que por eso ella tenia que trabajar mucho para que los dos estuvieran bien. Luego llegando a casa Claudia vio la libreta de comunicaciones que traía en la mochila, al preguntarle que significaba la comunicación ,que que era eso de que le había pegado una patada en la cara a otro chico ,Martin invento una historia increíble, que se le había resbalado el pie y que además ese grandote de Peñaloza se lo merecía , por que era un hijo de.
-“Hijo de que?” pregunto mama enfadada.    
Martin no contesto, fue y se encerró en su habitación hasta que el transporte vino por el al dia síguete.
-llegada  las 7:30 Martin no estaba tan apresurado como de costumbre, se sentía disgustado con su mama ,solo cinco para las ocho ejecuto su rutina y se dirigió rápidamente al paradero cerca del riel de tren. Para su sorpresa mama no estaba, ni señales. Espero casi hasta las 10:00 y se devolvió cuando estaba realmente oscuro. Estaba molesto, mama se había ido a casa sola, sabia que estaba enojada , pero ¿era para tanto?, quizás era una sorpresa, ¿porque? si ni siquiera estaba cerca su cumpleaños. De cualquier manera al llegar a casa todo estaba tal como lo había dejado. Hacía mucho frio pero permaneció despierto en la sala de estar hasta las 11:30 , como no estaba mama comió mas golosinas de ella le permitía y vio una película de peleas que todos sus compañeros habían visto pero que a  el no le estaba permitido ver. Pasada esa  se durmió en el sillón living, entre sueños escucho la puerta abrirse. Nunca olvido el rostro de su madre aquella noche, eran las 4:15 y ella se sentó a su lado, lo acerco hacia ella y lo apretó fuerte contra su pecho, llorando como cabra chica le dijo “Marti, eres mi vida, te amo mucho, mucho” repitió mucho mucho entre sollozos una y otra vez. Ninguno de los dos durmió esa noche y al día siguiente Martin no fue a la escuela.  
 II
A los 14 Martin recién Martin entendió a la fuerza lo que había ocurrido, nunca hizo ningún esfuerzo por saber por qué mama comenzó a venirse en auto con una compañera de pega desde entonces, ni por que estaba con licencia de vez en cuando o por que llegaban los carabineros a verla y hablar con ella, nunca se hizo muchas preguntas. Fue Roberto, el nuevo amigo de mama quien lo ayudo a entender. Era un poco mayor que Claudia, moreno, un poco robusto y estaba lleno de historias. Pasaba semanas completas durmiendo en el living y contándole un montón de chistes ordinarios, de los mismos que se sabían sus compañeros, lo cual lo ayudo a adaptarse en la media ya que absorbió parte de la personalidad de este hombre achorado que además era PDI, por lo cual tenía un mil de historias de golpes y patos malos.
A veces tenían paseos a escondidas, se iban a los prados cerca del riel, colocaban botellas de cerveza que encontraban en el camino y con paciencia Roberto le enseño tiro con una pistola. Martin estaba vuelto loco, ahora era lejos el mas bacan de la clase. De vuelta el hombre le contaba de su pasado en una población de Puente Alto.
-“Yo me hice rati por que quería que no quería volverme un pasta, vi mucho dolor en la calle, por culpa de esos hueones que creen que pueden hacer lo que quieran con las vidas de la gente buena que no le hace daño a nadie. Hay  gente de mierda que merece que se la trate como animales pero son justamente esos los que trafican, los que tienen armas y perros rastreros , yo quería ser rati para vengarme, pero con el apoyo de los pacos, del poder…así se da vuelta la torta”.
Las palabras de pololo de mama le dieron vueltas en la cabeza como si vinieran de otro mundo, eran palabras reales y oscuras que no tenían que ver con las películas o nada de lo que había escuchado. Las volvía a repetir en su mente como una oración cada noche.
Era fin de semana cuando su nuevo celular, que Roberto le había comprado sonó muy temprano.
“Atento Marti, aca Rob , vamos a dar un paseo mas ratito, te tengo un regalo”
“Afirmativo Rob, lo espero en el living en posición en una hora mas”
-“que no se entere la Lechuza Blanca”
Martin se rio tras decir cambio y fuera, la lechuza blanca ya estaría en pie así que no le pudo ocultar que saldría a dar un paseo de hombres con Roberto, sin  embargo a Claudia le encantaba que su hijo tuviese esta nueva figura paterna así que no le puso reparos. A la hora estipulada llego en su moto Roberto con una pinta particularmente sport, unos lentes oscuros y guantes negros, parecía un gánster. Se despidieron de Claudia y se subieron a la moto, rajado partieron a quien sabe dónde.
Pararon afuera de unos block que no conocía. Se bajaron , Roberto abrió la mochila y saco una bolsa negra, adentro venia una funda negra, era un arma.
“Para ti  negro”
Se quedo mirándolo un rato y se le llenaron los ojos de lagrimas.
“Negrito tengo una huea que contarte, no es fácil…”
Conversaron mirando la calle que humeaba de calor, al cabo de un rato Roberto le tendió una mano en la espalda y unos yonkis que pasaron les tiraron unos chistes maricones.
Martin estaba un poco estupefacto y Roberto no parecía estar contento tampoco. Camino hacia los blocks y el muchacho lo siguió, subieron las escaleras de fierro cruzadas hasta el piso 3 del fondo. Tocaron el timbre y salió a abrirles un rasta moreno y flacuchento, con un aire a don Ramón en calzoncillos con los hombros tatuados y los antebrazos llenos de piquetes.
-“Buena Chama” Dijo Roberto, lo conocía.
El Chama lo miro un rato como si le  estuviera quitando una nube de la cara
-“ Compadre Roberto! Como estamos pasa, pasa, estoy abriendo un vinacho.”
Roberto paso y se saludaron afectuosamente, como si      se conocieran de hace mucho, el Chama le tendió la mano a Martin, se vieron a la cara, tuvo convulsión que casi no pudo disimular al ver sonriendo todo cariado al flaco rastafari . Se sentaron los tres en unos cajones en torno a un gran carrete de cables, en medio del living. Se sirvieron unas copas de vino en taza, y Martin que no solía tomar, tubo arcadas. El Chama se mato de la risa y le dijo en un tono arrastrado, “Esoo compadrito!”. Reia una y otra vez, cada una de sus risas se multiplicaba en la cabeza de Martin como el eco de un pájaro horrendo. No podía soportarlo más, en un instante que nunca logro recordar con claridad le reventó la cabeza de un solo balazo al pasta que había violado a Claudia y bajo las escaleras con las piernas duras como palo. Llego ala la moto y casi se desvaneció, Roberto volvió a abrazarlo y lloraron juntos.  
“Vayanse a un motel par de maricones!”
III
En 2013 Martin conoció a la que sería su gran amor de esos días, Paulina. Una muchacha muy chistosa que vio por primera vez una noche en la Blondie. A sus 20 años , se fue a vivir más cerca del centro con su abuela y entro a estudiar diseño en un instituto , pensó estudiar historia, pero era muy de la cabeza y hacia ya 6 años que evitaba pensar demasiado, también estuvo entre sus opciones odontología , pero algún recuerdo macabro de su visita al Chama lo alejo también de todo lo que fuera la anatomía humana.
Iba casi todos los viernes a Blondie con dos amigos a cachar el mote y escuchar algo de música buena. El cuento es que tocaban a Morrisey cuando la saco a bailar, tenias un mechon verde y unos lentes felinos que permitían entrever sus ojos un tanto orientales. La chica bailaba espléndidamente y de lo poco q podían conversar ella estaba prendidísima, Martin creyó entender algo como que era su fin de semana libre, o algo por el estilo, pero por cómo se movía el estaba vuelto loco. Era ya casi la hora de cierre en que tocan temas de Holden y la pudo escuchar un poco mas.
“¿Oie que vay a hacer ahora?”
Ella sonrió y le contesto
“Me van a pasar a buscar”
Martin miro la hora en el celular y ella se lo quito, salió arrancando y el la persiguió por las escaleras, estaba ella arriba cerca de la salida y el recién venia en el primer peldaño cuando ella grito, Piensa rápido!  Y se lo arrojo, menos mal Martin tenia buenos reflejos y no le costo trabajo atraparlo. La muchacha se esfumo pero cuando vio la pantalla tenía anotado PAULI J y su número telefónico.  
Dos días después y hecho un mar de nervios atino a llamarla.
“Alo?”
Se escucho su voz que ahora parecía ronca, medio masculina.
“Hola…habla..” Martin entonces recordó que no le había dicho su nombre.
“¿Te acorday del fin de semana, en la Blondie?”
La voz guardo silencio, se escucho un movimiento como si caminara o algo, fue así un buen rato, hasta que finalmente hablo pero casi susurrando.
“¿Cómo estay flaco?”
“Bien bien y tu , como llegaste ese día?”
“Raja… bailamos caleta, oye como a las tres en Bellavista te tinca?”
“Si claro! Juntémonos en… “
Tshic! Se corto la comunicación  y Martin no quiso insistir, se vistió muy casual y a las tres estaba parado afuera del teatro de la Chile, fumando nerviosamente. Como  a las tres y media cuando ya se estaba por ir lo llamo ella.
“Sorry estaba con unos atados, pero ya estoy acá, donde estas tu?”
Se juntaron en la esquina del puente que da bellavista, ella andaba con una polera manga larga blanca a rallas y unos jeans, traía el pelo tomado como Amy Whinehouse y los ojos pintados purpura. Al rato estaban tomando cerveza afuera en un bar. Tenían harta química y tema en común .Varias veces se manifestó reacia a hablar de su vida personal pero ella misma dio el pase.
“Y flaco, pololeay? Alguna minita? Algo tiene que haber por con esos ojazos verdes”
“Si si , siempre hay algo pero así como polola , polola no”
“Ya se estay esperando a una mina súper bacán que te haga añicos la cabeza “
“Puede ser “
“Las minas son mas hueonas, yo me considero casi machista, me avergüenza ene mi especie, todas las locas bacanes, las poetas, las locas que realmente te hacen crecer, o son lelas o están con un don huea”
“Si demás…pero son hartas probabilidades considerando la cantidad de personas en Santiasko….Y tu ? ”
Paulina le dirigió una mirada que pudo durar un año.
“Es complicado flaquito, como todo en la vida”
Esa misma tarde follaron en un motel en Bustamante, estaban los dos medios curados y fue muy chistoso todo, Martin era virgen pero no le costó tomar el ritmo. Ella se retorcía deliciosamente y alargaba los omoplatos como un flamenco. Varias visiones desde los distintos espejos terminaban en el tatuaje alado de su espalda blanca, una cosa media metal, con puntas de diamante y unas caras. Salieron juntos y en la calle eran buenos amigos, estaban los dos encañados fumaron y al despedirse se besaron y ella le dijo llámame al oído.
En toda la semana no supo de ella, no contesto el celular, quería invitarla a Blondie el sábado, pero no había caso .El mismo  sábado la busco entre la gente y nada, empezaba a desesperarse.
El miércoles recién le contesto, entre mil disculpas y escusas, se vieron pero ella estaba muy apagada, quiso besarla y ella quito la boca a la primera, la segunda, pero era una mina inteligente y sabia lo que estaba provocando, le costó mucho hablar y en medio de una mueca le dijo:
“Marti, tengo un atado heavy”
Era el ex, un yonki cuarentón , que estaba obsesionado con ella y la buscaba todo el tiempo. Ella lo había pateado tras años de una relación toxica y hacia poco había salido de la UTI por que se había dado no se cuantos clonazepan con wisky.
“Es un heon violento a cagar…tengo miedo que te haga algo” Lo abrazo y el morado de sus ojos le manchaba todas las mejillas. Acabaron en el Emporio de la Rosa tomando milk shakes.
“Eres tan bueno conmigo Martincho”
Esa semana se vieron tres días, el viernes fueron a Blondie y terminaron en el mismo motel… ella traía unas pantis en los brazos y no se las quito, cuando entro a ducharse después de que habían acabado , Martin quiso abrir la puerta corredera y ducharse con ella pero Paulina se la cerro violentamente  y con el agua se resbalo , acabando con la cabeza en el wáter. Insistió, esta vez Paulina sin querer saco un brazo para cerrar y en un flash de segundo, Martin pudo ver uso puntos rojos en su muñeca… se desespero y le tomo fuerte los brazos, ella lloraba y se resistía, finalmente pudo ver las heridas en todo su brazo, algunas eran casi negras.
Ella no podía mirarlo a los ojos.
“Son de cigarro” dijo.
Estaba durmiendo cuando le sonó  celular, era la Paulina, contesto pero no escucho nada. Cortaron, volvieron a llamar.
“Alo Pauli?” De inmediato cortaron y no volvieron a llamar.
Días después se la encontró en el centro de casualidad y ella fue muy simpática, andaba con una amiga que al parecer ya sabía de su existencia.
“Asi que tu eres el Matin!”
Fueron por unas cervezas, se rieron como nunca, ella lo beso dos veces. En un momento la amiga que era una metalera mórbida de pelo rojo fue al baño. Se quedaron a solas y Martin intento hablar de lo de la otra vez. En verdad quería saber si seguían juntos. Entonces volvió la amiga y llamo a Paulina para hablar a solas en una esquina. Se notaba que hablaban algo serio, pero trataban de mantener la calma, Martin se sentía molesto, se paro ver que pasaba y antes de que pudiera alcanzarlas se sintió un estruendo, miro al lado y uno de los ventanales estaba roto, la pareja que estaba ahí quedo llena de cristales y un tipo se tomaba el ojo, estaba sangrando. Los barman evacuaron el local y Martin salió entre la multitud, sin lograr encontrar a la Pauli.
A los dos días se encontraron de nuevo. Ella parecía la misma de siempre incluso más alegre, hurguetearon libros en el drugstore y en las galerías de Manuel Montt. Tomaron fotos en el Santa Lucia y comieron dulces en Monjitas. ¿Acaso el tema había pasado por completo? Se besaron y se dieron agarrones, fumaron y se escondieron de los pacos cuando ella hizo un grafitti que decía “Me Cago en la Yuta” con un plumón gigante que usaba Martin en diseño. Luego no la vio más.
Decidió llamarla cuando habían pasado casi dos semanas sin novedad , ella contesto, lloraba y se oían gritos de hombre.
“Es el Manuel, esta como loco”
Al parecer se le cayo el celular de las manos, pero pudo escuchar varios inultos con voz de hombre, un cristal quebrado y a la Pauli llorando como si fuera a morir.
La quiso ir a ver pero no sabía ni donde estaba paso la noche pensado en ella. Se quedo dormido y soño que el Chama se los follaba a ella y a el. Que pesadilla más horrenda.
Finalmente llamo a la Greta, la amiga metalera, ella le suplico que no se fuera a meter, que esto ya había pasado antes, pero finalmente le dio una dirección.
“Este hueon del Manuel la va a matar, estoy segura que esta vez la mata”.
Llego a unos viejos edificios en calle cóndor cerca de San Diego. Llego al departamento en cuestión, estaba con llave pero abrió con una patada. El living estaba hecho un asco, lleno de botellas rotas, sabanas tiradas y olor a orina. Al final del pasillo había una habitación con la puerta entre abierta.
La Pauli dormía abrazada de un hombre calvo con un bigote de motoquero , ninguno de los dos lo sintió entrar. Cuando por casualidad Manuel abrió los ojos vio al delgado Martin con sus ojos verdes fijos en el, apuntándolo con la pistola que le había dado Roberto. No atino a hacer nada, solo levanto las manos y dijo por favor casi sin voz. Que rabia, ahora tenía miedo , era un animal.
La bala le dio en el pecho, fueron dos tiros pero el no murió de inmediato .Cayo al lado de la cama. “AMOR NO!!!” La Pauli que por supuesto se había levantado con el balazo, ahora estaba con el cuerpo moribundo en el regazo, acariciándole la cara con ternura  y llorando terriblemente.”MAURI QUE VOY A HACER SI TE VAS?” El tipo trato de responder pero le salían gorgojos de sangre de la boca.
Martin dejo el Arma en un mueble del living, y salió, no había prisa, pensó en llamar a Roberto para que le diera una coartada, pero en realidad ya ni eso le servía.
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