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Víctor Jakov
Nombre: Víctor Jakov
Edad: 113 años (aparenta 34 años)
Estatura: 1.83 m
Peso: 80 kg
Fecha de Nacimiento: 16 de febrero de 1907
Lugar de Nacimiento: Gdansk, Polonia
Raza: Vampiro
Orientación Sexual: Heterosexual
Ocupación: Empresario
Psicología: Es un narcisista, egocéntrico y con delirios de grandeza. Es de modales finos y posee una absoluta falta de empatía. Se cree muy superior al resto de criaturas incluidos otros vampiros, con tendencia a la megalomanía y sin capacidad de diferenciar el bien del mal. Necesita causar una buena impresión ante desconocidos. También tiene un gran sentido del honor y la reputación, por esa razón no es raro que unas de las cosas que más odia es la difamación y la burla contra su persona.
Es la codicia en forma humana, la incapacidad de sentirse satisfecho es lo que le motiva. Es un amo del engaño y la manipulación, ve a los demás como herramientas que puede usar y desechar. No tiene tendencia a la mentira, más bien a manejar a su conveniencia la verdad, posee una perspectiva retorcida de la honestidad. Esta en su naturaleza siempre ver los defectos de cada persona y sus debilidades, desprecia la furia y no lo impresiona la fuerza. Para él todo se trata del control, la espera y la emoción de la cacería.
Historia: Imaginen al diablo, toda maldad, toda crueldad, con un poder inimaginable para la destrucción, la muerte y la miseria. Esta es la imagen que la cultura popular ha creado de este personaje, aunque en realidad la biblia no lo pinta exactamente así. En las escrituras esta entidad es más un embustero que otra cosa. En repetidas ocasiones se hace mención a él como el pajarero, el que atrapa pájaros con engaños y trampas, o como el titiritero, el que ejerce su voluntad sobre otros para promover el horror y la maldad.
Damas y caballeros, esta es la historia de Víctor Jakov, el titiritero.
Nació en la ciudad portuaria de Gdansk en Polonia, era miembro de una familia sumamente adinerada que poseía una empresa minera encargada de extraer cobre y plata a lo largo de todo el país. Fue criado para que, al convertirse en un hombre adulto, tomara el liderazgo de la compañía. Desde niño demostró poseer una mente singular, era listo y muy maduro para su corta edad, entendía que el mundo es gobernado por los hombres con poder y que es su deber mantenerlo bajo control para que este no caiga presa del caos. Fue un joven un tanto frío y taciturno que se atrincheraba tras la racionalidad, no era aficionado a la convivencia con otros niños y jóvenes de su edad, prefería la compañía de personas mayores de las que pudiera aprender algo nuevo. Todos a su alrededor lo calificaban como un muchacho encantador y amable, interesado por los demás, ambicioso y templado, con un gran poder de convencimiento, persuasivo y había quienes lo llamaban manipulador, pero nunca con malas intenciones.
Así llego a la edad adulta y tras la muerte de su padre, cuando Víctor tenía 24 años, heredo la compañía minera y todas las propiedades de su familia. Seis años más tarde casi había logrado duplicar todos los bienes que poseía, su nombre y el de su compañía eran reconocidos en toda Europa, al menos en el negocio de la minería. A pesar de su edad, pues ya se le consideraba un hombre maduro, no se había casado ni comprometido, prefería amantes antes de sentirse apresado por el matrimonio, sabía que eventualmente tendría que conseguirse una esposa de su nivel social, pero prefería seguir expandiendo su imperio. Nada lo había preparado para perderlo todo en sólo dos años.
El 1 de septiembre de 1939, un distrito cercano a la ciudad e Gdansk fue atacado por el ejército alemán, este fue uno de los detonantes que dio inicio a la segunda guerra mundial. Víctor, al igual que su familia, no era judío, pero eso no evito que, tras la ocupación alemana, todas sus propiedades y bienes le fueran arrebatas. Trato de defender lo que le pertenecía, pero en esta batalla estaba completamente solo. No fue el único, muchas otras familias en su misma condición cayeron en la miseria con la llegada de la guerra. Su riqueza no se vio perdida de inmediato, pudo mantenerse a salvo gracias a ella por un largo tiempo, dos años más para ser exactos.
Deseaba escapar a América, pero se encontraba en el peor lugar posible, de milagro no fue a parar a uno de los muchos campos de concentración que se habían abierto en todo el país. Logro escapar a Lituania, a una vieja casa en medio del bosque que era suya, el invierno había llegado y la guerra aún se veía lejos de terminar. Se recluyo en el bosque sin ningún tipo de compañía, ahora sólo deseaba sobrevivir. Fue entonces que todo cambio para él. Un día, mientras recogía leña para calentarse, encontró un siervo asesinado en medio del bosque. Tenía una profunda herida en el cuello y la sangre la había sido drenada. Se asustó, pero no iba a desperdiciar la carne, así que cargo al animal y lo llevo como pudo a la cabaña. Pero durante todo el trayecto se sintió observado, en dos ocasiones escuchó a su espalda como alguien corría sobre la nieve. Una vez volvió a la cabaña se sintió a salvo. Los días pasaban y la comida era cada vez menos, a veces escuchaba el sonido de aviones pasar volando sobre su techo, sólo una vez, durante todo ese invierno, escucho explosiones a la distancia. La guerra aún no terminaba.
Una noche, se despertó sobresaltado al escuchar un tanque y hombres que se acercaban. De inicio quiso salir de la cabaña, pero ya era tarde, estaban muy cerca y sería descubierto, en su lugar tomo algo de comida y se ocultó debajo de la vivienda. La cabaña fue ocupada por soldados alemanes. Sabía que iba a morir, ya fuera de hambre o frío ahí abajo o, si lo descubrían, asesinado de un disparo en la cabeza. La segunda opción era mejor, pero se reusaba a morir a manos de aquellos que le habían quitado todo lo que tenía, era orgulloso y ni todo lo ocurrido había diezmado sus deseos de continuar adelante. Así pasaron cuatro días y todo apuntaba a que sería el frio su transporte al otro mundo, ya no aguantaría mucho y por lo que sabía, sus ahora vecinos, tampoco llegarían al final del invierno, no tenían comida y las nevadas los tenían atrapados. Un grito de horror sacudió la cabaña por completo, le siguieron más gritos y luego el accionar de armas de fuego, estaban siendo atacados, pero no por los aliados. Desde su posición en el sótano, Víctor intuyo que se trataba de algún tipo de animal, debía ser enorme pues, aunque no podía verlo, sabía que los soldados estaban siendo asesinados, el olor a sangre y pólvora invadía toda la cabaña. Tras unos minutos de incertidumbre y escandalo llego el silencio, conteniendo la respiración espero a ver qué pasaba, esperaría quizás toda la noche antes de salir, pero una voz parecía dirigirse a él.
—¿Te vas a quedar ahí todo el día? Ya no tienes de que preocuparte, no van a molestar más
Esas palabras casi le causan un infarto, era la voz de una mujer, pero le parecía más el ronroneo de un gato. Víctor tardo casi un minuto en reunir el valor suficiente para salir, lo que encontró fue una carnicería, ya no había hombres, sólo pedazos de carne hecha jirones sobre charcos de sangre. Cualquiera en su lugar habría perdido la cabeza al contemplar la escena, pero por alguna razón, él no. Sentada sobre la mesa de la cabaña estaba la mujer, su piel era tan blanca como la nieve que caía afuera y su cabello era negro como la noche misma, le sonreía con los labios ligeramente manchados de sangre igual que sus manos, ella había hecho todo eso, era imposible.
—¿Quién eres?
Logro decir a penas con la poca fuerza que le quedaba.
—¿En serio? ¿esa es tu pregunta? Pensé que eras más listo. Podría decirte cualquier cosa y no sabrías si es verdad, una mejor pregunta sería: ¿Qué soy y que hago aquí?
Víctor acepto que tenía razón y solo pudo asentir con la cabeza. La mujer explico su naturaleza, se trataba de un ser inmortal que se alimentaba de la sangre y que habitaba en ese bosque desde que empezó la guerra en un castillo destruido a unos cuantos kilómetros de ahí. Cuando termino de hablar, Víctor ya no lo soporto y cayó al suelo, débil, hambriento y posiblemente con hipotermia, lo más posible es que ni siquiera escucho o comprendió lo que aquella mujer le había dicho.
—Ayúdame… por favor… no quiero morir aún
Alcanzó a decir en apenas un susurro desde el suelo.
—Si eso quieres
Lo último que Víctor vio antes de morir fue la sonrisa de esa mujer.
Lo que ocurrió a continuación es la parte importante de la historia, todo esto fue para llegar a este punto. Aquella mujer era un vampiro, fue quien cazo al siervo y lo mato, planeaba hacer lo mismo con Víctor, pero se pusieron en su camino los soldados alemanes, ellos tomaron el lugar del polaco y una vez satisfecha, le pareció divertido convertir al moribundo en un ser inmortal. Él fue transformado y ella se convirtió en su maestra, era una criatura de más de 500 años de antigüedad y le enseño todo lo que debía saber sobre su nueva vida, los siguientes dos años recorrieron los bosques de Lituania cazando saldos sin importar su bandera, se alimentaban de cualquiera sin distinción. Cuando la guerra termino, cada uno tomo su propio camino.
Víctor por su parte regreso a Polonia para recuperar lo que le había sido robado, en pocos años la riqueza volvió a él, su empresa resurgió lentamente al principio, para después convertirse de nuevo en una de las compañías más ricas del país. Él tenía ya 42 años y nadie había reparado en su extraña juventud permanente, a pesar de ser el dueño, sólo se le podía ver de noche, a los ojos de sus empleados, era un hombre raro, pero nada alarmante. Cuando su fortuna ya estaba valuada en varios cientos de millones, Víctor se retiró, seguiría recibiendo una cantidad más bien simbólica de dinero de forma mensual, luego lo haría su “hijo” y ahora su “nieto”. De esta forma logro mantener su nivel de vida por más de 70 años. Desde entonces se ha encargado de recorrer el mundo, claro que sus historias se cuentan por miles, pero esta es la historia que lo define como tal. Ahora ha ido hasta el condado de New Haven en el estado de Connecticut en EEUU, no por decisión propia, esta en completo desacuerdo con esto, pues le parece un lugar sumamente aburrido sin nada interesante para un ser como él, pero al convertirse en vampiro entro a formar parte de un nuevo orden, no es completamente libre de hacer lo que desee y a pesar de que noes alguien complaciente y no permite que nadie intente imponerse ante él, tiene un gran sentido del deber y si estar este pueblo es lo que se espera de él, lo hará.
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Víctor Jakov
Nombre: Víctor Jakov
Edad: 113 años (aparenta 34 años)
Estatura: 1.83 m
Peso: 80 kg
Fecha de Nacimiento: 16 de febrero de 1907
Lugar de Nacimiento: Gdansk, Polonia
Raza: Vampiro
Orientación Sexual: Heterosexual
Ocupación: Empresario
Psicología: Es un narcisista, egocéntrico y con delirios de grandeza. Es de modales finos y posee una absoluta falta de empatía. Se cree muy superior al resto de criaturas incluidos otros vampiros, con tendencia a la megalomanía y sin capacidad de diferenciar el bien del mal. Necesita causar una buena impresión ante desconocidos. También tiene un gran sentido del honor y la reputación, por esa razón no es raro que unas de las cosas que más odia es la difamación y la burla contra su persona.
Es la codicia en forma humana, la incapacidad de sentirse satisfecho es lo que le motiva. Es un amo del engaño y la manipulación, ve a los demás como herramientas que puede usar y desechar. No tiene tendencia a la mentira, más bien a manejar a su conveniencia la verdad, posee una perspectiva retorcida de la honestidad. Esta en su naturaleza siempre ver los defectos de cada persona y sus debilidades, desprecia la furia y no lo impresiona la fuerza. Para él todo se trata del control, la espera y la emoción de la cacería.
Historia: Imaginen al diablo, toda maldad, toda crueldad, con un poder inimaginable para la destrucción, la muerte y la miseria. Esta es la imagen que la cultura popular ha creado de este personaje, aunque en realidad la biblia no lo pinta exactamente así. En las escrituras esta entidad es más un embustero que otra cosa. En repetidas ocasiones se hace mención a él como el pajarero, el que atrapa pájaros con engaños y trampas, o como el titiritero, el que ejerce su voluntad sobre otros para promover el horror y la maldad.
Damas y caballeros, esta es la historia de Víctor Jakov, el titiritero.
Nació en la ciudad portuaria de Gdansk en Polonia, era miembro de una familia sumamente adinerada que poseía una empresa minera encargada de extraer cobre y plata a lo largo de todo el país. Fue criado para que, al convertirse en un hombre adulto, tomara el liderazgo de la compañía. Desde niño demostró poseer una mente singular, era listo y muy maduro para su corta edad, entendía que el mundo es gobernado por los hombres con poder y que es su deber mantenerlo bajo control para que este no caiga presa del caos. Fue un joven un tanto frío y taciturno que se atrincheraba tras la racionalidad, no era aficionado a la convivencia con otros niños y jóvenes de su edad, prefería la compañía de personas mayores de las que pudiera aprender algo nuevo. Todos a su alrededor lo calificaban como un muchacho encantador y amable, interesado por los demás, ambicioso y templado, con un gran poder de convencimiento, persuasivo y había quienes lo llamaban manipulador, pero nunca con malas intenciones.
Así llego a la edad adulta y tras la muerte de su padre, cuando Víctor tenía 24 años, heredo la compañía minera y todas las propiedades de su familia. Seis años más tarde casi había logrado duplicar todos los bienes que poseía, su nombre y el de su compañía eran reconocidos en toda Europa, al menos en el negocio de la minería. A pesar de su edad, pues ya se le consideraba un hombre maduro, no se había casado ni comprometido, prefería amantes antes de sentirse apresado por el matrimonio, sabía que eventualmente tendría que conseguirse una esposa de su nivel social, pero prefería seguir expandiendo su imperio. Nada lo había preparado para perderlo todo en sólo dos años.
El 1 de septiembre de 1939, un distrito cercano a la ciudad e Gdansk fue atacado por el ejército alemán, este fue uno de los detonantes que dio inicio a la segunda guerra mundial. Víctor, al igual que su familia, no era judío, pero eso no evito que, tras la ocupación alemana, todas sus propiedades y bienes le fueran arrebatas. Trato de defender lo que le pertenecía, pero en esta batalla estaba completamente solo. No fue el único, muchas otras familias en su misma condición cayeron en la miseria con la llegada de la guerra. Su riqueza no se vio perdida de inmediato, pudo mantenerse a salvo gracias a ella por un largo tiempo, dos años más para ser exactos.
Deseaba escapar a América, pero se encontraba en el peor lugar posible, de milagro no fue a parar a uno de los muchos campos de concentración que se habían abierto en todo el país. Logro escapar a Lituania, a una vieja casa en medio del bosque que era suya, el invierno había llegado y la guerra aún se veía lejos de terminar. Se recluyo en el bosque sin ningún tipo de compañía, ahora sólo deseaba sobrevivir. Fue entonces que todo cambio para él. Un día, mientras recogía leña para calentarse, encontró un siervo asesinado en medio del bosque. Tenía una profunda herida en el cuello y la sangre la había sido drenada. Se asustó, pero no iba a desperdiciar la carne, así que cargo al animal y lo llevo como pudo a la cabaña. Pero durante todo el trayecto se sintió observado, en dos ocasiones escuchó a su espalda como alguien corría sobre la nieve. Una vez volvió a la cabaña se sintió a salvo. Los días pasaban y la comida era cada vez menos, a veces escuchaba el sonido de aviones pasar volando sobre su techo, sólo una vez, durante todo ese invierno, escucho explosiones a la distancia. La guerra aún no terminaba.
Una noche, se despertó sobresaltado al escuchar un tanque y hombres que se acercaban. De inicio quiso salir de la cabaña, pero ya era tarde, estaban muy cerca y sería descubierto, en su lugar tomo algo de comida y se ocultó debajo de la vivienda. La cabaña fue ocupada por soldados alemanes. Sabía que iba a morir, ya fuera de hambre o frío ahí abajo o, si lo descubrían, asesinado de un disparo en la cabeza. La segunda opción era mejor, pero se reusaba a morir a manos de aquellos que le habían quitado todo lo que tenía, era orgulloso y ni todo lo ocurrido había diezmado sus deseos de continuar adelante. Así pasaron cuatro días y todo apuntaba a que sería el frio su transporte al otro mundo, ya no aguantaría mucho y por lo que sabía, sus ahora vecinos, tampoco llegarían al final del invierno, no tenían comida y las nevadas los tenían atrapados. Un grito de horror sacudió la cabaña por completo, le siguieron más gritos y luego el accionar de armas de fuego, estaban siendo atacados, pero no por los aliados. Desde su posición en el sótano, Víctor intuyo que se trataba de algún tipo de animal, debía ser enorme pues, aunque no podía verlo, sabía que los soldados estaban siendo asesinados, el olor a sangre y pólvora invadía toda la cabaña. Tras unos minutos de incertidumbre y escandalo llego el silencio, conteniendo la respiración espero a ver qué pasaba, esperaría quizás toda la noche antes de salir, pero una voz parecía dirigirse a él.
—¿Te vas a quedar ahí todo el día? Ya no tienes de que preocuparte, no van a molestar más
Esas palabras casi le causan un infarto, era la voz de una mujer, pero le parecía más el ronroneo de un gato. Víctor tardo casi un minuto en reunir el valor suficiente para salir, lo que encontró fue una carnicería, ya no había hombres, sólo pedazos de carne hecha jirones sobre charcos de sangre. Cualquiera en su lugar habría perdido la cabeza al contemplar la escena, pero por alguna razón, él no. Sentada sobre la mesa de la cabaña estaba la mujer, su piel era tan blanca como la nieve que caía afuera y su cabello era negro como la noche misma, le sonreía con los labios ligeramente manchados de sangre igual que sus manos, ella había hecho todo eso, era imposible.
—¿Quién eres?
Logro decir a penas con la poca fuerza que le quedaba.
—¿En serio? ¿esa es tu pregunta? Pensé que eras más listo. Podría decirte cualquier cosa y no sabrías si es verdad, una mejor pregunta sería: ¿Qué soy y que hago aquí?
Víctor acepto que tenía razón y solo pudo asentir con la cabeza. La mujer explico su naturaleza, se trataba de un ser inmortal que se alimentaba de la sangre y que habitaba en ese bosque desde que empezó la guerra en un castillo destruido a unos cuantos kilómetros de ahí. Cuando termino de hablar, Víctor ya no lo soporto y cayó al suelo, débil, hambriento y posiblemente con hipotermia, lo más posible es que ni siquiera escucho o comprendió lo que aquella mujer le había dicho.
—Ayúdame… por favor… no quiero morir aún
Alcanzó a decir en apenas un susurro desde el suelo.
—Si eso quieres
Lo último que Víctor vio antes de morir fue la sonrisa de esa mujer.
Lo que ocurrió a continuación es la parte importante de la historia, todo esto fue para llegar a este punto. Aquella mujer era un vampiro, fue quien cazo al siervo y lo mato, planeaba hacer lo mismo con Víctor, pero se pusieron en su camino los soldados alemanes, ellos tomaron el lugar del polaco y una vez satisfecha, le pareció divertido convertir al moribundo en un ser inmortal. Él fue transformado y ella se convirtió en su maestra, era una criatura de más de 500 años de antigüedad y le enseño todo lo que debía saber sobre su nueva vida, los siguientes dos años recorrieron los bosques de Lituania cazando saldos sin importar su bandera, se alimentaban de cualquiera sin distinción. Cuando la guerra termino, cada uno tomo su propio camino.
Víctor por su parte regreso a Polonia para recuperar lo que le había sido robado, en pocos años la riqueza volvió a él, su empresa resurgió lentamente al principio, para después convertirse de nuevo en una de las compañías más ricas del país. Él tenía ya 42 años y nadie había reparado en su extraña juventud permanente, a pesar de ser el dueño, sólo se le podía ver de noche, a los ojos de sus empleados, era un hombre raro, pero nada alarmante. Cuando su fortuna ya estaba valuada en varios cientos de millones, Víctor se retiró, seguiría recibiendo una cantidad más bien simbólica de dinero de forma mensual, luego lo haría su “hijo” y ahora su “nieto”. De esta forma logro mantener su nivel de vida por más de 70 años. Desde entonces se ha encargado de recorrer el mundo, claro que sus historias se cuentan por miles, pero esta es la historia que lo define como tal. Ahora ha ido hasta el condado de New Haven en el estado de Connecticut en EEUU, no por decisión propia, esta en completo desacuerdo con esto, pues le parece un lugar sumamente aburrido sin nada interesante para un ser como él, pero al convertirse en vampiro entro a formar parte de un nuevo orden, no es completamente libre de hacer lo que desee y a pesar de que noes alguien complaciente y no permite que nadie intente imponerse ante él, tiene un gran sentido del deber y si estar este pueblo es lo que se espera de él, lo hará.
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