Amando a Aquel que me eligió antes que dijera sí, a Él quiero yo cada día elegir por encima de todo, y servir, vivir para dar lo mejor de mi 💕
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Aunque hoy no comprendas lo que está pasándote, a pesar de que todo lo veas imposible, sigue adelante.
En la obediencia se refleja tu fe.
Obedecer es creer en la palabra que Dios te ha dado, es avanzar aún en medio del huracán, no importa que sea lento, habrán momentos donde te vas a mojar y vas a llorar, las ráfagas te empujarán y quizá el viento te doble y sientas que te quiebras en medio de la desesperación pero no te tumbarán si te mantienes de la mano de Dios, si te sostienes en la roca inamovible no vas a caer,.
Talvez te sientes débil y sin deseos de continuar pero hoy te dice el Señor: No tengas miedo, solamente te pido que seas fuerte y valiente y Yo te acompañaré donde quiera que vayas. Josué 1:9
Entonces sigue, haz tuya está palabra, sé obediente y hayarás gracia delante de Dios y de los hombres, las bendiciones del Señor te alcanzarán y abrazarán también a tu familia, mira por encima de las circunstancias y ten fe, camina creyendo en Su Palabra, porque en la obediencia hay bendición.
—𝓜𝓪𝔂𝓮
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Una persona agradecida estará muy lejos de ser dominada por la amargura o la depresión. Me gusta mucho como el rey David se habla así mismo y se ordena no olvidar las bondades de Dios para su vida.
“Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre. Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.”
(Salmo 103:1–2, NTV)
Cuando constantemente recuerdo lo bueno que ha sido Dios conmigo mi corazón se llena de agradecimiento y alabanza. Y como dice aquel antiguo corito “No puede estar triste un corazón que alaba a Cristo”.
Vivir con acciones de gracias me ayuda a ver las cosas desde la perspectiva de Dios.
William Arévalo.
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Esto es para el que cree...
Marzo, mes de restitución.
Mes de cosecha en todas las áreas de tu vida.
Has creído, has caminado en fe a pesar de la tormenta, las pruebas han hecho de ti una persona luchadora, has sido fuerte, sabes lo que es vivir en escasez y en tribulación y permanecer firme, maduraste y tus raíces son profundas, ahora no te amedrenta cualquier vendaval, porque conoces el Potencial de Dios.
Dice el Salmo 126:5 que los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Hoy te digo, prepárate para la cosecha, para ver la mano de Dios, cielos abiertos.
Activa tu fe, abre tu boca y declara en el nombre de Jesús, dilo....
Pero con convicción, dilo, eso que parece lejano, tus ojos lo verán, porque lucas 1:37 dice que Dios sí puede, no dudes, sigue creyendo, si Dios lo dijo Él lo hará, declara tu victoria en el Nombre de Jesús. Amén.
—𝓜𝓪𝔂𝓮
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Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: No temas, yo te ayudaré.
Isaías 41:13
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¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Salmo 42:5
Ahí en medio de la tormenta, cuando tus fuerzas se agotan y te sientes perdido eleva tu mirada al cielo y abre tu boca, dile al Señor que aún en medio de todo sigues creyendo en Sus promesas, que tu corazón anhela ver Su respuesta, y Adorale...
Adora Su nombre, cierra tus ojos, empieza a entonar esa adoración, aún sin música puedes hacerlo, quizá llorando y sin fuerzas pero con un corazón agradecido que confía. Porque cuando le cantas tu alma se acerca al Padre, puedes sentir Su abrazo.
Que se llene este lugar de Tu presencia...
Dilo, renueva mis fuerzas Señor. Adórale con una canción que salga del fondo de tu corazón, genuina, puedes iniciar tu propias palabras, dile , es Tu Papá y te ama. Verás como de repente te encontrarás adorando con esas canciones que tocan tu corazón y llegan al corazón de Él.
Que haya en ti esa confianza y puedas entender, que es una prueba más y sola no estás, y que así como lo hizo ayer lo volverá a hacer.
Porque es fiel 💛
—𝓜𝓪𝔂𝓮.
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No sé cómo, pero sé que Él lo hará 🙌🏻
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Cuando siento miedo,
pongo en ti mi confianza. 💕
(Salmo 56:3-)
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Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse. Tampoco se enciende una lámpara para cubrirla con una vasija. Por el contrario, se pone en el candelero para que alumbre a todos los que están en la casa.
Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos.💙
Mateo 5:14-16 NVI
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Búscale y vivirás ♥️
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Cuando el hombre hizo lo peor… JESÚS ORÓ -- no por la justicia -- sino por la misericordia. Él rogó que Sus enemigos no tuvieran que pagar “la justa consecuencia” de sus malas acciones. Y Jesús oró, no después de que Sus heridas hubieran sanado, sino mientras estas heridas todavía estaban abiertas.
Palabras de perdón salieron de los labios de Jesús, mientras que los clavos eran clavados en Su cuerpo, mientras el dolor era de una intensidad terrible, y mientras la angustia de Jesús, era tremendamente intensa. ÉL ORÓ… ¡cuando la cruz fue puesta dentro del hueco en la tierra… ¡con un golpetazo!
Cuando el dolor era inimaginable, Jesús, que era la víctima del crimen más horrendo de la historia… ¡oró por los criminales! En Getsemaní, Jesús oró, Padre mío, si es posible, haz que pase de mí esta copa. Pero que no sea como yo lo quiero, sino como lo quieres tú.
¡La copa le fue dada a Jesús por Su Padre! Su objetivo era “de comprar a la gente para Dios de cada tribu, y lenguaje, y gente y nación.”
Esto significaba que el Hijo seria crucificado, y se volvería “pecado” por la humanidad. ¡Jesús bebería de la copa del sufrimiento! Esta copa compraría el perdón… ¡por el cual Jesús había orado!
¿Podemos decir “Padre” cuando nos están afligiendo? ¿Podemos orar por el perdón de aquellos que están tratando de destruirnos? ¿Tenemos la suficiente fe “para dejar la justicia” en las manos de nuestro Padre Celestial?
Romanos 12:19 dice, No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza, Yo pagaré, dice el Señor. EN LA CRUZ VEMOS EL AUTOCONTROL DE UN HOMBRE… ¡DE JESUS! que tenía el poder de destruir, pero escogió perdonar. ¡SI! ¡ESCOGIÓ PERDONAR!
En estas palabras, ¡encontramos la esperanza de nuestra propia salvación! Si Jesús se hubiera bajado de la cruz… ¡Su oración no hubiera sido contestada! Las personas que fueron salvadas hace dos mil años, fueron los primeros frutos, anticipando el día en que nosotros “que somos los gentiles” ¡seremos bienvenidos al reino!
¿Podría Dios haber perdonado “a estas personas” sin que ellos pidieran perdón? ¡NO! La oración no era para aquellos que no querían ser perdonados, sino para aquellos que buscaban el perdón. Ni tampoco era una oración general, dando un perdón a todos lo que estaban involucrados en la crucifixión. ¡NO!
Esta era la oración “para aquellos individuos específicos” a quienes Dios salvaría. No tenemos ninguna evidencia de que Jesús “alguna vez orara” por el mundo en general, sino que oró por aquellos que todavía no eran parte de Su familia, ¡pero que lo serían algún día!
¿Debemos perdonar a aquellos que piden perdón, aun cuando dudemos de su sinceridad o no confiemos en su motivación? La respuesta es ¡SI! Porque nosotros no podemos ver el corazón humano.
Jesús les dijo a los discípulos, que ellos tenían que estar dispuestos a perdonar muchas veces – setenta veces por siete – si es que querían entender el perdón de Dios.
Sin embargo – Y ESTO ES BIEN IMPORTANTE – el perdón es “muy diferente” a la reconciliación. Por ejemplo, Una esposa puede perdonar a su esposo adúltero, pero no significa que ella tenga que confiar “ciegamente” en su forma de vivir. ¡NO! Debe de haber consejería, responsabilidad, y por supuesto, el pasar del tiempo.
¡Recuperar la confianza será un proceso largo y difícil! ¿Debemos perdonar a aquellos que no nos piden perdón? ¿Si Dios “no perdona” a aquellos que se niegan a pedirle perdón, ¿por qué debemos perdonar nosotros?
La respuesta es -- que aun cuando no nos pidan perdón -- debemos de perdonar para liberarnos “nosotras mismas” de la amargura… ¡y entregarle a Dios la persona que nos ha herido! En las relaciones humanas, cuando se pide perdón, la reconciliación “no es necesariamente” una cosa segura.
El objetivo es siempre la reconciliación, ¡porque es la unión de dos corazones divididos! Pero cuando no se pide perdón, la persona ofendida debe de escoger “perdonar”, y el pecado cometido por esa persona, se lo debe de entregar a Dios. Si no, el dolor y el enojo destruirán nuestra mente… ¡y afligiremos al Espíritu Santo!
¡El culpable ya ha causado suficiente dolor! La única manera de liberarnos “de la influencia continua “de él o ella” es de perdonar… ¡entregándole el asunto a Dios! Cuando el pecado no se toma en serio, ¡entonces el perdón se recibe a la ligera! ¡Hasta el arrepentimiento sincero, se lo debemos entregar a Dios “a diario!”
El primer clamor de Jesús en la cruz “HACE ECO A UNA PALABRA” -- sin la cual no podemos ser salvas -- ¡EL PERDÓN! Entonces y ahora, el perdón “se concede gratuitamente” a los que lo piden. Gracias a Dios, la muerte de Jesús hizo que la respuesta a Su oración, Padre, perdónalos…” ¡SE HICIERA REALIDAD!
Carmen Camino.
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Confiar en Dios Significa Obedecerlo Completamente
POR RICK WARREN —
“Dios mío, tú nos diste tus instrucciones para que las obedeciéramos fielmente”. Salmo 119:4 (PDT)
La obediencia parcial sigue siendo desobediencia. No puedes simplemente elegir qué mandamientos de Dios vas a seguir.
Hay dos verdades importantes que debes entender relacionadas con los mandamientos de Dios:
El estándar de Dios sobre lo que está bien y lo que está mal nunca cambia. Si algo estaba mal hace 6000 años, sigue estando mal hoy. Las culturas cambian. Las opiniones populares cambian. Pero la verdad nunca cambia. La verdad es eterna.
La perspectiva de Dios es más grande que la tuya. Dios ve lo que tú no puedes ver. Es humanamente imposible ver el pasado antes del comienzo del tiempo o hacia la eternidad o entender todo lo que sucede a tu alrededor, visible e invisible.
Debes confiar en Dios. “Lo que ustedes deben hacer es obedecer la ley de Dios, no criticarla” Santiago 4:11 (TLA).
La tentación más antigua no es el asesinato ni la lujuria, sino la tentación de dudar de la Palabra de Dios. Satanás sigue usando la misma mentira que le dijo a Eva cuando le dijo: “¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?” Génesis 3:1 (NTV). La convenció de que sus deseos eran más importantes que los mandamientos de Dios.
La fe es confiar en Dios en los detalles y obedecer completamente, no solo la parte que entiendes o la parte que te apetece hacer. Proverbios 3:5 nos dice: “Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento” (NTV).
La historia de Naamán en la Biblia ilustra la necesidad de una obediencia completa (2 Reyes 5). Naamán era el comandante del ejército sirio, pero también tenía lepra. Uno de sus sirvientes le dijo que el profeta Eliseo podía sanarlo. Cuando Naamán llegó a la puerta de Eliseo, el profeta no salió él mismo, sino que envió un mensajero que le dijo a Naamán que se sumergiera en el río Jordán siete veces.
Naamán estaba enojado porque el profeta no le habló personalmente y las instrucciones de Eliseo le parecieron ridículas. Naamán comenzó a regresar a casa.
Pero sus sirvientes lo convencieron de que no tenía nada que perder si hacía lo que Eliseo le decía. Así que Naamán fue al Jordán y se sumergió siete veces. ¡Y Dios lo sanó!
Imagínese si Naamán hubiera regresado a casa enojado. Imagínese si solo se hubiera sumergido en el agua seis veces y luego hubiera decidido que Dios lo estaba haciendo quedar como un tonto.
Pero Naamán confió y obedeció a Dios por completo, y Dios lo sanó de su lepra.
Imagínate lo que Dios hará en tu vida cuando lo obedezcas por completo con todo tu corazón.
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