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Experiencia en las Alturas
Lo primero fue la manga
para ubicarme junto al ala
el ascenso fue brusco, intrépido,
mis latidos se aceleraban,
las imágenes se minimizaban
y las casas se perdían en mi visión
la horizontalidad volvió, y con ella mi calma
ya estaba en medio de las nubes
Contemplando los rayos del sol
filtrándose en esos cúmulos de algodón
El sol se fue, todo se oscureció
divisé en la ventanilla hilos oblicuos
que luego entendí que era lluvia
De vez en cuando un sacudón
y un destello eléctrico en la lejanía
Pero luego de la fuerte tormenta,
reinó la tranquilidad, comenzó el descenso
ya era de noche y empecé a vislumbrar
las luces de una ciudad
que visitaba por primera vez
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ARA Libertad
Anclado en la costa en tiempos de paz,
alerta esperando un llamado más,
que pidan que zarpen, para custodiar
territorio propio y al enemigo ubicar
Ya zarpa a la mar,
con misiles listos para disparar
Bramidos de guerra, pájaro de acero
en vuelo rasante va el Pacará
La flota está lista para restaurar
el orden perdido, con maniobra audaz
Pólvora en el aire...no da para más
El intruso se ha ido, éste es nuestro mar
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Sol
Sin vos ya no hay sol
mas ya no hay mal.
No hay más vals, no más son
pues tan cruel fue su ley
tan ruin fue su hoz
que la voz que lo guió al fin
ese fui yo
Me voy a ir con mi paz
y me voy con mi cruz
Pues si la luz no se ve
es que no hay fe, no hay bien
ni hay luz, es que no hay tal sol
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Amor
Cariño al comienzo
apego y comprensión
Le amo, no me avergüenzo
fidelidad, pura construcción
Su eros tiene mi atención
le deseo con furia
y la lujuria solo aumenta
como aumenta mi pasión
el tiempo nos separa
inseguridades, celos,
nuestra obsesión como se dice,
está por los cielos
Se apaga la llama,
no quedaron ni cenizas
Lejos de ser un fénix
estábamos destinados a hacernos trizas
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Hambre
La ansiedad me carcome
la carencia de alimento,
aunque sienta que me desplome
no se compara con el vacío que siento
Insatisfecho, la pobreza continúa
Juro que no es una histeria,
pero el deseo de saborear se habitúa
Aunque a la larga sólo aumente mi miseria
Intenté reprimirlo, ocultarlo
pero ahora ya lo comprendo,
esta necesidad de gritarlo:
la ansiedad me sigue invadiendo
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Muerte
De luto en mi entierro,
el inevitable final
La gente allí reunida
una desolación bestial
Puedo oír tristeza y dolor
pero detrás del abismo fatal
siento un pequeño calor
que comienza a destellar
Aún sumido en la nada incierta
va desapareciendo la oscuridad
Muy lejos quedó esa herida abierta
Ahora sólo encuentro paz y eternidad
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El Engaño del Aterrizaje Lunar
En este apartado se desarrollarán las teorías de la conspiración del alunizaje del Programa Apolo, en las cuales podremos observar explícitamente el por qué el hombre jamás llegó a la luna.
Las conclusiones se basaron del libro “20 grandes conspiraciones de la historia” de Santiago Camacho y del libro de Bill Kaysing “We never went to the moon: America’s thirty billion dollar swindle”.
Partiendo del contexto histórico, el Programa Apolo se desarrolló entre 1969 y 1972, en el marco de la Carrera Espacial que se dio entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
La agencia espacial decidió llevar a cabo su fraude cuando, después de muchos inconvenientes tecnológicos, la NASA tendría que admitir que la promesa del Presidente Kennedy de llevar al hombre a la Luna, antes de finalizar los 60, sería imposible. Querían evitar a toda costa el ridículo ante la comunidad internacional y aceptar la derrota estadounidense en plena guerra fría.
Los partidarios de la farsa afirman que en la década de los 60 la NASA no contaba con la tecnología suficiente para hacer llegar al hombre a la luna.
Las pruebas que aportan los defensores de la teoría de la conspiración son muy variadas. Los argumentos más sólidos y conocidos son los siguientes:
• No se observan estrellas en las fotografías: En la superficie lunar, la ausencia de atmósfera hace que las estrellas sean totalmente visibles y más brillantes que en la Tierra. Entonces, de ser un fraude ¿por qué no añadieron un cielo artificial con estrellas? Porque las estrellas no son tan fáciles de falsificar. Los astrónomos hubiesen analizado las posiciones relativas y los ángulos entre los astros. Ni con las computadoras más avanzadas de aquella época se podría haber simulado un firmamento que pudiese engañar a los profesionales. Los responsables del fraude adoptaron la solución más sencilla: eliminar por completo la presencia de estrellas.
• El módulo lunar no dejó un cráter: No se aprecia un cráter considerable bajo la tobera del motor del LM. Éste desarrollaba unos 5000kg de empuje por lo que debería haber abierto un agujero en el suelo lunar.
• La bandera ondea: En las fotos tomadas aparece la bandera americana dando una sensación de movimiento, lo que parece inexplicable debido a la ausencia de atmósfera.
• Fondos idénticos: Hay determinadas fotos donde aparece el LM de fondo con una montaña detrás y en otras fotos aparece la misma montaña prácticamente desde el mismo ángulo, pero no hay rastro del módulo lunar.
• Problemas técnicos: El Apollo I (enero de 1967) se incendió en una prueba preparatoria de la misión. Esto muestra que los inconvenientes técnicos sufridos habrían sido imposibles de solucionar en tan poco tiempo.
Contamos con frases polémicas, como la de Mike Collins, piloto del Apollo XI “No me hagan ninguna pregunta y yo no les diré ninguna mentira”, así como también momentos como el protagonizado por el astronauta Edwin “Buzz” el 21 de septiembre de 2002, en donde el cineasta Bart Winfield, uno de los más destacados defensores de la teoría de la conspiración, le retó a que jurara ante una biblia que realmente estuvo en la Luna en 1969. El astronauta declaró a las autoridades que actuó en legítima defensa cuando golpeó al reconocido cineasta, a la salida de un hotel de Beverly Hills.
Como hemos visto, las pruebas de los teóricos de la conspiración resultan bastante certeras. Kaysing, su principal defensor, es un californiano de 72 años de edad, que trabajó como jefe de publicaciones técnicas para la sección de investigación y desarrollo de Rocketdyne, en sus instalaciones del sur de California entre 1956 y 1963. Rocketdyne era el contratista de los motores del Proyecto Apollo. "La NASA no podía ir a la Luna y ellos lo sabían”. Él afirma:
“A finales de los años 50, cuando yo estaba en Rocketdyne, hicieron un estudio de viabilidad de un viaje con astronautas que aterrizaran en la Luna. El resultado fue que las posibilidades de éxito eran de apenas un 0,0017%. En otras palabras, era imposible sin embargo, la NASA y Rocketdyne querían que el dinero siguiera fluyendo. He trabajado en la industria aeroespacial el tiempo suficiente como para saber que esa es su única meta."
Otro notable defensor de la conspiración es Ralph René, autor del libro NASA Mooned America. Es el responsable de la mayoría de las pruebas que los teóricos de la conspiración defienden. Su conclusión es la misma que la de Kaysing: es imposible que EEUU pusiera a un hombre en la Luna.
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Crónicas de eventos inesperados
Era el 2 de Junio de este mismo año, 2017, que yo me encontraba finalizando la jornada de Rosario Design, la cuál tuvo lugar en Alem 3084, donde se encuentra la Escuela Provincial de Artes Visuales.
Me dispuse a llamar a mi padre para que me pase a buscar en su vehículo; una Amarok negra que no cabía en ningún recoveco para estacionar. Venía acompañado de mi hermana mayor, Lilén, la cuál sacó su licencia de conducir este año y ahora tenía que buscar su auto de una cochera ubicada en zona oeste.
Me llamaron para avisarme que ya estaban afuera del establecimiento y que salga. Pero las conferencias se extendieron, especialmente la última de la mano de Coco Cerrella, la cual fue interesante pero retrasó los sorteos. Le insistí a mi familia que espere un poco más, pero entre discusiones por Whatsapp y mates entre mis amigas, los convencí de aguardar a que termine el evento.
Cayó la noche de otoño, y ya a las 7:10 pm se daba por finalizada la 5ta edición del Rosario Design. Tomé mi cartera y el bolso de regalo que te daban y salí del edificio. Al subirme a la camioneta noto un clima denso, al preguntar qué pasaba me dijeron que en casa habían tenido una discusión con mi madre y estaban amargados. Cambiamos de tema.
Luego de aproximadamente 30 minutos llegábamos a la cochera. Mi hermana abrió el portón y procedió a sacar su auto, un Peugeot 207 negro, impecable, que había sido lustrado hace menos de 2 meses. Como mi papá es de pocas palabras decidí volver junto a Lilén, él venia detrás nuestro en su camioneta.
Íbamos escuchando un CD de Gorillaz muy relajadas, ya que ambas habíamos tenido un día largo. Nos encontrábamos no muy lejos de mi casa, a 5 minutos estimativamente. Veníamos tranquilas por calle Linniers, a esa hora no hay mucho tráfico en esa zona así que no había de qué preocuparse.
Cuando doblamos para tomar calle Mendoza, repentinamente somos impactadas por una ambulancia. Venía a toda velocidad y con la sirena apagada. No sé con certeza si se dieron a la fuga, para que no les tomemos los datos, o si venían tan distraídos que no lo notaron, pero nosotras sí que lo sentimos.
Las piezas volaban y se dispersaban por toda la calle. Por lo que llegué a ver sólo el frente del auto recibió daños, pero necesitábamos comprobar el estado en el que se encontraba así que estacionamos por Felipe Moré, frente a una estación de servicio. La luz delantera izquierda se encontraba destruida completamente, y el paragolpes estaba quebrado y desprendido casi en su totalidad.
Mi viejo estacionó detrás nuestro. Bajó de su camioneta y fue a donde nosotras, revisando los daños producidos. Mi hermana permaneció en su asiento. La bronca y la impotencia le impidieron ver los resultados que había dejado ese accidente. Con mi padre comenzamos a ubicar todo en su lugar, usando fuerza bruta ya que no contábamos con ninguna herramienta, soga, precintos ni nada que pudiese ser más efectivo. Todo quedó lo suficientemente estable como para llegar a mi casa en una sola pieza. Volví a subirme al auto, mi padre al suyo, y mi hermana tras estabilizarse un poco comenzó a manejar y fuimos rumbo a nuestro hogar.
Una vez llegados, mi vieja nos abrió la puerta y le contamos lo ocurrido hace tan sólo unos minutos. Su preocupación fue grande, pero la tranquilizamos mostrándole que estábamos en perfectas condiciones, que veníamos con el cinturón y que los daños al auto pudieron haber sido peores.
El accidente de alguna forma ayudó a que hiciésemos las pases entre todos, y finalmente este día concluyó con unas pizzas caseras y anécdotas trágicas con un ligero humor negro.
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Nada sucede por casualidad
Era el verano del 2003, y otro fin de semana llegaba. Yamila solía ir a un club cerca del río con su hermana mayor y sus tíos. Sus tíos…esas personas no le caían para nada bien. Aún para alguien tan menor, que suele ver el mundo con unos ojos de ensueño, ellos eran de lo más bajo que se podía encontrar. Avaros, egoístas, cerrados y malhumorados. Pero la niña era muy joven y no tenía ni voz ni voto para oponerse a verlos.
Era un club bastante agradable. Muy espacioso y pintoresco, con cabañas en madera y salida al Paraná. Pero siempre que iba la pasaba mal, pésimo. Terminaba desplazada y dejada de lado, ya que sus tíos sólo querían a su hermana, y como si fuera poco, el universo conspiraba para que Yamila saliera golpeada o lastimada de alguna forma, y ese día no era la excepción. Su tío sabía ir a pescar. Y allí se encontraba donde siempre, junto a su carnada y anzuelos de colores. La menor de las hermanas quería ir hasta ese lugar para ver los peces, pero había un barranco repleto de piedras pequeñas, que debido a la humedad que les provocaba el río, estaban cubiertas de musgo.
La única forma de bajar era por un camino de tierra ubicado a un costado junto a unos árboles. Desgraciadamente la niña no sabía de su existencia, así que se dispuso a bajar cuidadosamente por las piedras. Como era de esperarse, el agarre que tenía la niña en uno de sus pies se desmoronó, provocando una caída rápida y sin piedad. Pasó todo en un instante, no hubo tiempo ni siquiera de procesar lo que estaba sucediendo. La mente de ella se puso en blanco. Y cayó, y siguió cayendo. Una vez en el suelo vino su tío corriendo, llamando a su esposa a los gritos, la cual se encontraba con la hermana mayor de la niña.
La chica volvió en sí, y el primer recuerdo que tiene es ver sus rodillas llenas de sangre, al igual que las piedra a su alrededor. Su hermana se llenó de tristeza y comenzó a secar hasta la última gota con un pañuelo de tela que siempre guardaba en su bolsillo. Sus tíos, tranquilos. “Ya pasó, no tenés nada, es un raspón nomás”. Esas personas sí que eran desalmadas. Una razón más para odiarlos en un agobiante silencio. Yamila no sentía dolor, estaba más bien en un estado de shock y no asimilaba lo que acababa de ocurrirle. Sólo necesitaba un abrazo y palabras dulces, lo cual no pasó.
El médico que trabajaba en ese club llegó. Enseguida comenzó a desinfectar las heridas y a poner gasas en las lastimaduras. Mientras lo hacía, culpó a los tíos de la niña por el descuido, una reacción natural y en parte por reflejo. El matrimonio intentaba lavarse las manos, justificando lo injustificable. Afortunadamente, el incidente no pasó a mayores. Todo se encontraba en su lugar y cada herida había sido tratada. Cayó la noche, y gracias a Dios ya era hora de volver a casa.
Ese día tuvo sus cosas malas, así como también algunas buenas, pero lo mejor que Yamila se llevó de esa tarde agitada fue el enojo de sus padres con sus tíos. Ella creía que por fin las cuentas estaban siendo saldadas y que el karma les estaba llegando. Sus padres se encontraban tan enfurecidos que decidieron que ese sería el último día que la niña saldría con ellos. Su felicidad era inmensa y contagiosa, e incluso comprendió que nada en esta vida sucede por mero azar, y que después de cada incidente o percance, la vida te trae algo mucho mejor.
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Instantes
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, pensaría diferente,
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sólo lo haría.
Sería más tonto de lo que he sido, único en el mundo,
De hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, llegaría más lejos
Contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Nada es imposible.
Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helado
y menos habas, conectaría gente
Tendría más problemas reales y menos imaginarios. Estaría a gusto con la vida
Yo fui de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de
su vida; claro que tuve momentos de alegría, cada persona es un mundo.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos
momentos, con el cariño de siempre.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos,
estás en casa, no te pierdas el ahora, destapa felicidad.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano, acompañaría los momentos intensos.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. La vida es como te la tomas.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, compartida, la vida es más, si tuviera otra vez vida por delante…Nunca dejaría de buscar.
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