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Tras la pista de Sam
La navegación se complica cada vez más pero las dificultades técnicas no tienen comparación con la emoción de haber encontrado un misterio que resolver. La noticia de la desaparición de Sam, un adolescente de Liverpool, nos ha hecho cambiar el rumbo y, aunque los inesperados cambios han ralentizado el viaje, esperamos que el tiempo adicional merezca la pena para hacer la aventura más interesante.
¿Qué ha pasado estos últimos días?
El itinerario estaba definido y el contexto también (un viaje por el mundo con los alumnos de 4ºESO), las actividades incluidas, agrupadas por destrezas y razonadas en base a la legislación. Todo cuadraba razonablemente bien con el mapa de empatía y las insignias eran fáciles de diseñar y también enlazaban bien con el diseño inicial.
La búsqueda de la imagen para el paisaje terminó con la conclusión de que no había imagen libre que me convenciera y era mejor idea crearla yo misma. Y todos los collages me parecían un poco chapuza comparados con nuestro entorno vikingo y tampoco me acababan de convencer.
Y entonces llegué a la actividad de crear la narrativa. Y no tenía narrativa. Y se me ocurrió una narrativa que podía motivar a los chicos: la búsqueda de un adolescente británico desaparecido siguiendo pistas por distintos países del mundo. Y había un pequeño problema: que el itinerario y las actividades anteriores no encajaban ya tan bien con la narrativa nueva y no quedaba apenas tiempo para volver atrás y rehacer las actividades anteriores. Y a esto se añadía que aún no tenía imagen interactiva y una vez más el tiempo corría. Aún así, me pareció que la prioridad era dar sentido a la narrativa así que ahora tengo una imagen interactiva un poco chapuza sin un itinerario claro detrás y con actividades simplemente esbozadas:
https://view.genial.ly/5de8190b0554510f698ef8ff/interactive-image-imagen-interactiva
Y aunque es muy probable que me toque revisar todo, me acerco al plazo límite de entrega de este diario con optimismo y ganas de seguir trabajando para que en algún momento todo cuadre con la nueva narrativa, ¿de dónde voy a sacar el tiempo? Eso tampoco lo tengo muy claro pero ya surgirá la respuesta.
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¿Alguien ha visto la brújula?
Dicen que tras la tormenta llega la calma. No en nuestra barca. La tormenta nos ha obligado a cambiar varias veces el itinerario pensando en el destino final y, aunque han surgido muchas ideas interesantes en el proceso, no podemos decir que veamos con claridad dónde queremos llegar y cómo vamos a llegar allí.
¿Qué ideas nuevas surgen de este último tramo? Quizás la fundamental es la necesidad de planificar bien el itinerario y quizás también la libertad para poder modificarlo si no acaba de responder a lo que queremos conseguir en el aula, porque al fin y al cabo, el itinerario no tiene sentido si no nos lleva a donde queremos llegar con los chicos de nuestros grupos.
¿Cómo se conecta este itinerario con lo que ya hago en clase?
La distribución de los bloques por destrezas me resulta algo artificial porque habitualmente en una misma actividad o al menos en una sesión de clase trabajamos varias destrezas pero he optado por distribuir los bloques de contenidos en destrezas orales y destrezas escritas para luego integrarlos en un tercer bloque. Como decía en la introducción, no tengo claro que ésta sea la manera más práctica de planificar el itinerario pero al menos refleja de manera equilibrada las destrezas que quiero trabajar en clase y ayuda a organizar las actividades en torno a esos bloques.
Me ha gustado especialmente pensar las actividades optativas. Creo que el resultado final asegura la variedad en el tipo de actividades y al mismo tiempo no se desvía mucho del objetivo final. El mindmap, por ejemplo, me parece una actividad muy útil para organizar ideas en torno a un tema y todo el vocabulario necesario para poder hablar o escribir sobre el tema después. ¿Qué actividad puede conseguir el mismo objetivo y resultar atractiva para alumnos que no disfruten especialmente los mindmaps? Después de darle unas cuantas vueltas sin encontrar alternativa, al final me han venido a la mente un grupo de alumnos a los que les encanta componer. Si en vez de una charla sobre el tema, el resultado final es una canción sobre el tema, el mindmap puede sustituirse por las notas que cualquier compositor toma durante el proceso creativo y puesto que es creativo tienen libertad para hacerlo como quieran pero necesitaran también ideas y vocabulario como en el mindmap. Lo mismo que ha ocurrido al buscar una alternativa a la “running dictation”. Es una actividad muy dinámica en la que ponemos un texto en la pared y los chicos trabajan en grupos de 3 o 4 alumnos y se turnan para levantarse de la silla, leer una o varias lineas del texto de la pared, memorizarlas y correr de nuevo a su mesa para dictarle a sus compañeros lo que recuerdan del texto. ¿Qué actividad puede servirnos para trabajar el mismo texto de otro modo en una clase con alumnos corriendo? Una vez más, no tenía muy clara la alternativa pero he optado por trocear el texto en tiras de papel para que los alumnos que lo prefieran puedan trabajar también en grupos pero leyendo juntos los trozos de papel e intentando ordenarlos para construir un texto con sentido.
No sé, quizás es posible dar alternativas muy distintas pero me parece que si el porcentaje asignado en la evaluación es el mismo, es importante que las actividades no sean muy distintas y al mismo tiempo es importante que respondan a distintos tipos de inteligencia y distintos intereses.
Miro este primer itinerario y me gusta identificar muchas de las inteligencias de Gardner. Hay actividades pensadas en torno a la inteligencia musical (componer una canción), en la espacial visual (el mindmap), la corporal-cinestésica (running dictation) que a su vez trabaja la interpersonal (como la de recomponer el texto leyendo y ordenando juntos las tiras de papel), la naturalista y la intrapersonal (con el paseo y la reflexión sobre cómo nos hemos sentido), la linguística,... y creo que está también equilibrado el porcentaje asignado con el tipo de actividad.
Y esa ha sido otra de las dificultades en la planificación del itinerario, ¿cómo conseguir que la evaluación sea justa y ayude a los alumnos? Aún no tengo respuesta clara para la pregunta.
A menudo utilizo rúbricas para las presentaciones pero hasta ahora no me había parado a hacer una rúbrica para los mindmap y creo que va a ayudar a los chicos a hacer mejores mindmaps si antes vemos juntos la rúbrica y si después pueden autoevaluar su trabajo siguiendo los apartados de la rúbrica. En los vídeos he oído otras herramientas de evaluación, algunas conocidas aunque no utilizadas como el portfolio y otras totalmente nuevas como el semáforo del que aún no se mucho pero que estoy deseando explorar.
Ahora toca encontrar la brújula y la calma para afrontar la siguiente etapa en nuestra aventura vikinga. Continuará...
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Seguimos navegando
Continua este diario de viaje y, a pesar de haber encontrado alguna dificultad técnica, seguimos navegando.
Además, estos últimos días la navegación ha dejado momentos muy interesantes no solo por lo que hemos encontrado en el paisaje sino también por reflexiones externas a nuestro entorno vikingo.
La taxonomía de Bloom no es nueva y tampoco la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner pero me ha gustado ver cómo la combinación de ambas puede contribuir a la planificación de actividades variadas en el aula. Si incluimos actividades para distintos tipos de inteligencia a distintos niveles de pensamiento es más fácil que todos nuestros alumnos encuentren actividades que les motiven y les ayuden en el proceso de aprendizaje. Si además damos la opción de actividades voluntarias, permitimos elegir a cada uno el tipo de actividad con el que se siente más cómodo y esto me parece una herramienta fantástica para responder a la diversidad en el aula.
Me ha gustado también explorar cómo otros profes aplican en el aula los niveles de pensamiento de Bloom, cuestionando por ejemplo el orden secuencial e incluso proponiendo darle la vuelta a la pirámide para potenciar la creatividad de los alumnos primero y buscar después los recursos para desarrollar su pensamiento creativo. En este sentido, me ha parecido especialmente interesante cómo las inteligencias múltiples y los niveles de pensamiento pueden unirse a un tercer aliado: el aprendizaje por proyectos, partiendo de una necesidad inicial para desarrollar un proyecto en el que la matriz de niveles de pensamiento e inteligencias múltiples pueda guiar el proceso de aprendizaje.
Es viable hoy en día crear este tipo de entorno de aprendizaje en un instituto público?
Quiero responder “sí” y llevo un rato dudando la respuesta. No es fácil, al menos tal cual lo entiendo ahora, entre otras cosas porque los alumnos necesitarían tiempo frente al ordenador y no siempre tenemos ordenadores disponibles para todos los alumnos. Sin embargo, creo que sí se pueden dar pasos para ir probando cómo responden nuestros alumnos a este tipo de entorno, y podemos combinar las horas disponibles en el aula TIC con actividades en nuestro aula habitual o al aire libre.
Además podemos ir introduciendo nuevos entornos de aprendizaje tanto a nivel individual en nuestra planificación para el aula como a nivel grupal trabajando en equipo con otros profes. El trabajo coordinado es aún más complicado pero se pueden aprovechar momentos puntuales como el periodo de ampliación que se abre en el periodo extraordinario de junio o motivos concretos como el día del libro o el día de la mujer trabajadora, por poner dos de las miles de excusas que van surgiendo a lo largo del curso para trabajar en equipo con otros compañeros.
Los mayores inconvenientes desde mi punto de vista son la falta de conocimientos tecnológicos para utilizar con soltura herramientas digitales y la falta de tiempo para aprender a trabajar bien con la nueva metodología. Un aumento en el número de horas para formación, preparación de clases y trabajo en equipo, acompañado de una reducción de las horas lectivas sin duda ayudaría en la aventura.
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Aguas bravas
Anochece en aguas vikingas y a menos de dos horas de encontrar un puerto seguro, la tripulación acusa el cansancio de los últimos días. El comienzo del viaje ha tenido momentos interesantes y también momentos de confusión. Navegar por aguas desconocidas con menos tiempo del que la misión requiere no es fácil pero esto es solo el comienzo de la aventura. Queda mucho viaje por delante y poco a poco iremos explorando este entorno para navegar con más tranquilidad. Ahora toca detenernos un momento y mirar la estela que va dejando el barco.
¿Qué nuevas ideas surgen de los primeros días de aventura vikinga?
Lo que más me ha gustado es el entorno en el que nos movemos. Crear un mundo vikingo me resulta atractivo como profe y creo que salir de clase para entrar en un paisaje distinto puede ayudar a enganchar a los chicos y motivarles para realizar las actividades.
También me ha encantado encontrar opciones y poder elegir el tipo de actividades que prefería realizar. No siempre he elegido la que más me apetecía hacer. Habría preferido cambiar la última actividad que he realizado, el test de inteligencias múltiples, por el padlet pero dada la falta de tiempo y la falta de experiencia con herramientas digitales me ha parecido más sensato optar por el test. Aún así, es genial tener opciones y poder decidir. Seguro que mis alumnos también tienen días en los que les falta tiempo para completar los deberes. Si pueden elegir entre varias actividades es más probable que al menos realicen una de ellas. Si solo hay una y no tienen el tiempo que necesitan o no les gusta el tipo de actividad es más probable que ni lo intenten y la actividad se quede sin hacer.
Ay, solo llevo tres párrafos y ya ha salido dos veces el tema de la falta de tiempo. Supongo que para mí, como ya comentaba en el análisis de causas y consecuencias, es una de las causas principales por las que tendemos a navegar siempre por lugares conocidos que quizás no son los que más benefician a todos nuestros alumnos pero nos permiten sacar adelante el trabajo en el día a día, aún siendo conscientes de no conseguir los objetivos marcados con todos nuestros alumnos.
Y para algunos chicos, no alcanzar los objetivos marcados y no superar el listón uniforme de los criterios de evaluación que solemos aplicar supone un gran problema no solo a nivel académico sino también, y especialmente, a nivel personal, porque afecta a su autoestima. Sin embargo, no deja de sorprenderme cómo otros chicos consiguen estar contentos y llenos de energía a diario (o al menos parecerlo) a pesar de los suspensos en el boletín de notas. Y lo cierto es que les admiro y hasta les envidio un poco esa inteligencia suya para estar contentos pase lo que pase porque al fin y al cabo si tuviera que definir la inteligencia que a mí más me gustaría tener sería algo así como un “conjunto de destrezas para ser feliz y disfrutar más la vida”.
Algunos de mis alumnos tienen serias dificultades para entender explicaciones gramaticales o para retener vocabulario o para expresarse en inglés, y sin embargo son fantásticos dando consejo a sus compañeros y escuchándoles cuando lo necesitan, organizando actividades grupales, realizando actividades deportivas o creando un rap. Sí, en algunos chicos es fácil reconocer su inteligencia interpersonal o musical o deportiva. En otros no es tan obvio, pero creo que lo aprendido en estos días puede ayudar a ir identificando destrezas que quizás antes nos habían pasado desapercibidas. En este sentido me ha gustado mucho la idea de incluir las “fortalezas en desarrollo” en cada tarea. Creo que puede ser muy útil tanto a la hora de preparar actividades que apelen a distintos tipos de inteligencia como a la hora de evaluarlas porque si conseguimos convertirlo en un hábito la evaluación ayudará a identificar con más claridad fortalezas y debilidades en cada alumno y utilizar la evaluación como feedback para seguir planificando.
Esto nos puede ayudar también a organizar mejor las actividades en equipo. Cuando trabajan en grupo, la combinación de alumnos a veces funciona para todos y otras resulta un problema para la mayoría. Si conseguimos identificar mejor sus distintos tipos de inteligencia será más fácil combinar sus destrezas para beneficiar el trabajo colaborativo. Y creo que ésta es una de las claves de una escuela que de respuesta a la diversidad de inteligencias. Si intentamos sacar lo mejor de cada alumno y les ayudamos a trabajar juntos en equipo es más probable que todos aprendan más en el instituto y que aprendan a trabajar mejor fuera del instituto en la sociedad que les toque vivir. Hoy por hoy, me cuesta soltar el libro de texto pero, puestos a soñar, estaría bien tener tiempo para trabajar en equipo también los profes y crear proyectos donde nuestras asignaturas fueran solo piezas dentro de un puzzle que tuviera sentido para los chicos más allá del boletín de notas. Otra vez el tiempo ;)
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