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via weheartit

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“Yes, be patient with me. My heart is heavy.”

— Albert Camus

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“It’s not gonna be easy. It’s gonna be really hard. We’re gonna have to work at this every day, but I want to do that because I want you. I want all of you, forever, you and me, every day.”

— Nicholas Sparks, The Notebook

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My Dearest Allie. I couldn’t sleep last night because I know that it’s over between us. I’m not bitter anymore, because I know that what we had was real. And if in some distant place in the future we see each other in our new lives, I’ll smile at you with joy and remember how we spent the summer beneath the trees, learning from each other and growing in love. The best love is the kind that awakens the soul and makes us reach for more, that plants a fire in our hearts and brings peace to our minds, and that’s what you’ve given me. That’s what I hope to give to you forever. I love you. I’ll be seeing you. Noah.

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- The Notebook (2004)

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🥀

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What is our innocence, what is our guilt? All are naked, none is safe. And whence is courage: the unanswered question, the resolute doubt, – dumbly calling, deafly listening–that in misfortune, even death, encourages others and in its defeat, stirs the soul to be strong? He sees deep and is glad, who accedes to mortality and in his imprisonment rises upon himself as the sea in a chasm, struggling to be free and unable to be, in its surrendering finds its continuing. So he who strongly feels, behaves. The very bird, grown taller as he sings, steels his form straight up. Though he is captive, his mighty singing says, satisfaction is a lowly thing, how pure a thing is joy. This is mortality, this is eternity.

Marianne Moore, “What Are Years?” (via litverve)

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–Marianne Moore

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–Marianne Moore

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Marianne Moore

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Las muñecas del millón de dólares, primera parte

Nota: aunque pareciera, no estoy en contra del ejercicio ni de la comida saludable, tampoco de maquillarnos o de sentirnos bellas (todo en proporción) a la final es nuestra decisión qué hacer o qué no hacer, sin embargo, en esta sociedad completamente mercantilizada es interesante revisar los mensajes que hay detrás de todo lo que nos venden y de las obsesiones, frustraciones que adquirimos en el camino.

Blanca, delgada, tonificada, cara pulida, nariz pequeña, piel joven, nutrida, como si nunca le hubiera pasado un año o un daño, tetas redondas puestas, culo firme, cejas pintadas y depiladas, pestañas postizas, pelo liso, vestida lindo, pero sin mostrar mucho, bien hablada, exitosa, cuerpo de gimnasio, con esposo bien parecido, come moderadamente, hijos bien tenidos, casta, una superwoman.

Las nuevas esclavas en la elíptica: ¿qué mejor que madrugar a quemar grasa aguantando hambre? ¿Se han puesto a pensar, en un día todo lo que pensamos en no engordar? Comer, se ha convertido en una problemática, tenemos una cheat meal a la semana que técnicamente nos está diciendo que cuando comemos estamos haciendo trampa.

Han visto ¿cómo en Instagram hay mujeres que pareciera que en realidad lo único que hacen es ejercicio y pensar en dietas todo el día? Indiferentemente que ese sea su trabajo, ¿no les parece enfermo? además de todo esto, verse bonitas, infladas, arregladas aunque sea en ropa de gimnasio y en general de un status muy alto? No les parece más insano, que nosotras, mujeres corrientes que no vivimos del cuerpo, que cumplimos con otros trabajos, metas, estándares, nos veamos comprometidas y tildadas todo el tiempo por una industria que lo único que desea es resaltar nuestras inseguridades para vender más? Que además de vidas laborales que normalmente no nos satisfacen tengamos que seguir un montón de rituales para ser parte de la sociedad loca y enferma de la belleza? Pues bueno, me he tomado la labor de leer e ir un poco más a fondo con este tema, porque como todo, podemos seguirlo o no, muy personal de cada quien, sin embargo, es importante saber que tenemos opciones y que ahora, con los nuevos años del feminismo podemos reescribir todas esas rutinas o saltarlas porque no hay algo que genere más ansiedad e insatisfacción que este sistema que nos pone metas irreales que no podemos cumplir y nos frustra o nos vende algo nuevo.

NOTA: Mi odio y asco por la vida fitness es algo muy personal, tal vez sea porque en realidad soy incapaz de ser una persona disciplinada, porque he sido muy extremista con las dietas a tal punto de hacerme daño y porque ahora, soy incapaz de dejar de estar en una, de no sentir remordimiento después de comerme una pasta y la pasta es lo que más amo, tal vez me causa repulsión porque odio las almendras o porque Sascha Fitness nos enseña que ser mamá, esposa, casta, sobria, exitosa en los negocios, con un cuerpo de revista y una cara perfecta es fácil y pues eso es MIERDA, también porque muchas de estas mujeres perpetúan estereotipos de tener que hacer todo esto para ser valoradas y eso también es mierda. Además de reforzar un estereotipo de belleza que es una simple construcción social, sedante para las féminas encubierto en una ¨vida saludable¨ que en muchos casos no lo es.

Dejé de seguir a la mayoría de las mujeres que hablan de comida y ejercicio hace ya algún tiempo, después de que en la universidad vi dos clases que hasta el día de hoy me cambiaron la forma de ver el mundo, la primera fue filosofía de la estética y la segunda, filosofía de la moral, en la primera descubrí que el negocio de la salud es uno de los más lucrativos hoy en día, englobando en salud la industria cosmética, dietética, de cirugías plásticas, pastillas y suplementos en general, todas estas grandes corporaciones me están diciendo constantemente cómo se debe ver una persona saludable, que a su vez es alguien que cumple todos los estereotipos construidos socialmente del término ¨belleza¨ y como resultado además también es una persona económicamente ascendente. Como seres, que vivimos corriendo diariamente para encajar en todos los niveles sociales nos dedicamos a consumir para poder lograr entrar en estereotipos y como resultado final poder ser felices porque una persona que logra estar en este triángulo siempre se ve feliz (otro invento de mercado porque la felicidad no es cuantificable).

Me inquieta del mundo de la belleza y la dieta que nos dejaron apoderarnos tan fácil de él, entonces, solo me genera sospechas, todas ahora son coach nutricionales, genios del levantamiento de pesas y de correr 50 Km en media hora, nos callaron la boca porque nos tienen contentas con un escenario, porque nos dieron un espacio en el que no podíamos hacer daño, nos dejaron los gimnasios y los blogs y además nos reforzaron los roles de madre y esposa bien portada, nos quitaron el vino y la fiesta, pero nos pusieron esposos bien parecidos para mostrar en redes sociales y escaladoras. Además, por medio de la virtualización donde compartimos solo lo bueno y lo fácil metimos a todas las demás mujeres en una bolsa de inseguridades peores y en un mundo de frustraciones porque por ejemplo yo no soy capaz de dejar el pan ni la pasta y me frustra que no los pueda disfrutar sin remordimiento porque me va a engordar y si me engordo, me muero y esto no puede estar bien.

Nos callaron y ahora hay muchas bloggers de moda, tips de maquillaje, coach nutricionales y ya no tienen que lidiar con nosotras en el arte, en las leyes, en la política, en la educación, en la filosofía, nos callaron y por fin estamos felices tratando de encajar en unos estereotipos irreales que son tan cansones y que nos consumen tanto tiempo que no podemos pensar en nada más, unos estereotipos irreales que fueron creados por hombres poderosos, que desean vernos cansadas, pero consumiendo más mierdas para intentar alcanzar una vida y una felicidad que tal vez sería posible si anulamos todo eso que nos dijeron.

Y no estoy diciendo que está mal ser coach nutricional fitness o blogger estoy diciendo que deberíamos reflexionar por qué nos dejaron este escenario tan fácil de ocupar y los otros nos parecen tan imposibles y por qué cada vez que nos apropiamos de algo parece ser que nos destruye, irónicamente.

La segunda clase que vi se llamaba filosofía de la moral y lejos de hablarles de por qué comer animales está mal moralmente, sí les puedo decir que su consumo está relacionado completamente con enfermedades como el cáncer, el aumento de riesgos al corazón y con azúcar en la sangre. El ¨pollito orgánico también¨ entonces ahí va mi pregunta, ¿cómo putas me estás vendiendo salud comiendo carne? Si ven en la mayoría de dietas el consumo de proteína es alto, los gurús del entrenamiento lo consumen hasta en 2 comidas, a veces en más, la desinformación que hay en el tema está básicamente cubierto por las grandes compañías de carnes y productos relacionados que manejan la mitad de este mundo y también compran estadísticas, manipulan información y como todo poderoso venden veneno con un comercial bonito y esa es la salud que estos ritos nos venden, más consumo. Al final de cuentas, la vida fitness corriente no vegana lejos de ser salud es un cómo estar flaco consumiendo y aguantando hambre. No es salud, las dietas que refuerzan imágenes estereotipadas de belleza no son salud y nos están volviendo locas.

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A mis privilegiadas

Soy una mujer privilegiada, tuve la oportunidad de que mis padres me pagaran una universidad privada en el exterior para que yo pudiera estudiar lo que quería sin ningún tipo de crédito o deuda que ahora deba asumir, he tenido la oportunidad de viajar por todo el mundo, de no preocuparme por pagar facturas, o tener que ayudar con algo en mi casa. Desde mi regreso a Colombia no he tenido ningún tipo de problema para conseguir trabajo bien remunerado, mis proyectos y mis sueños han estado ligados a mi capacidad para desarrollarlos y al tiempo que les dedico, nada más exterior ha influido. El machismo, aunque lo he vivido en mi familia, paulatinamente, ellos también, han aprendido a desaprender muchas de estas conductas y puedo ser una mujer mal hablada, mal vestida y mal comportada sin temor a que me repriman. Mi novio no es celoso, no me controla nada, incluso me apoya, celebra y empuja a hacer todo lo que yo quiera, nuestros gastos son en conjunto y nuestras metas igual de importantes. Para mis padres, aunque no crecieron en un entorno similar, mi educación es de suma importancia y algo que jamás debo dejar de hacer aunque me case y tenga hijos o aunque no.

Tengo libre acceso a la salud tanto física como mental porque puedo pagarla, contadas 3 veces he asistido a un médico por EPS, todas mis citas y exámenes son tomados particular y las medicinas y tratamientos pagadas por aparte.

Los pocos hombres que me rodean, me respetan y saben que no estoy abierta a chistes machistas o a conductas similares, mis amigas, intentan ser esa fuerza poderosa y feminista que me complementa y con las que he aprendido, fracasado y vuelto a levantarme. En Colombia, no tengo la necesidad de utilizar transporte público masivo, puedo adquirir lo que quiera y en este momento a menos de un año de haberme graduado de la universidad no dependo de mis padres económicamente para absolutamente nada.

Ser colombiana jamás ha influído en mi relación con la gente indiferentemente del país en el que viva o de la sociedad que me rodee, siempre he sido bien recibida y tengo amigos entrañables en cada rincón que visité, nunca fui blanco de burlas o de desprecios por mi raza, mi color de piel o mi peso. Yo sé, ahora sé que estoy lejos de ser la regla general.

Muchas de las mujeres que me rodean tienen una vida muy similar, muchas de las otras mujeres que leo en redes tienen vidas aún más sencillas y plácidas, para mí decir que se amen, que se tomen la vida por su cuenta, que se acepten tal y como son, que no dependan de nadie, que dejen sus trabajos aburridos, que se dediquen a viajar, a estudiar, a vivir bueno, que le terminen al idiota que les hace daño una y otra vez, que disfruten de su vida sexual como les plazca, que coman mucho, que le apuesten a sus proyectos, que dejen tiradas esas carreras aburridas que escogieron sus papás para “ganar plata” y que se vayan detrás de sus niños artistas, es sencillo, para mí decirles que una mujer debe ser fuerte, debe alzar la voz, debe caminar segura y sin miedo, debe cumplir todo con lo que se ha imaginado en la cabeza es muy sencillo y apuesto que para muchas de ustedes, que están leyendo esto también y ahí radica el problema. Yo puedo porque soy una mujer adornada de PRIVILEGIOS y en ese orden, si solo tomo en cuenta a quienes cumplen como yo, de muchos de estos puntos en la lista, estoy anulando a la mayoría que no tiene ninguno, o que tiene muy pocos y además, ignorando el real problema que enfrentamos como mujeres, que va mucho más allá de dejar la carrera de abogadas para irnos a enrollar hilos a Barcelona.

Anonadada y triste quedo cuando las mismas mujeres privilegiadas hablan del feminismo como algo exagerado y esto, solo puede suceder por dos cosas, la primera es que las actitudes machistas están tan bien aprendidas que ver una forma diferente de vida nos raya con algo impensable y que no es necesario, sí, el amor romántico es opresor, pero aún basamos la mayoría de nuestras relaciones o ideales de en ello y es un camino largo antes que, hombres y mujeres aprendamos a convivir sanamente sin tener que opacar, acorralar y amputar a una fémina, ser una musa dependiente puede tenerlo todo de poético, pero nada de funcional. Lo segundo en lo que pienso es que para que una mujer entienda una lucha como el feminismo algo exagerado, “feminazi”, de “odio a los hombres” o de “ni feminismo ni machismo sino igualismo” es porque vive en una burbuja de privilegios que jamás ha cuestionado.

En Colombia la brecha salarial para el 2017 entre hombres y mujeres es de 11.8% (la más baja en décadas, hace 8 años pasábamos el 20%), siendo los hombres quienes más salario ganan en puestos iguales que mujeres, pero siendo las mujeres quienes más acceden a carreras universitarias y maestrías, por ejemplo, ¿sabe usted que un gerente hombre de la misma empresa (en muchos lugares) gana más que una gerente mujer sencillamente por su género? ¿ Sabía que la violencia de género existe y que las cifras de feminicidios en latinoamérica son ESCANDALOSAS?, ¿o que la violencia intrafamiliar también existe a nivel mundial y en su gran mayoría es de hombres hacia mujeres que las consideran débiles y de su propiedad? ¿que la venta de mujeres, los matrimonios arreglados, la mutilación genital, la prostitución forzosa, las violaciones, son algo que usted ni yo vemos en nuestra burbuja, pero que existen y en su mayoría son mujeres quienes la sufren?

“Ni machismo, ni feminismo sino igualismo” cuando a nosotras nos gobiernan los hombres porque aunque existan miles de mujeres líderes y preparadas en nuestro país son invisibilizadas u opacadas porque sus capacidades son tomadas menos en serio; ¿y qué pensamos de las empleadas del servicio internas, que se volvieron el blanco de burla de los niñitos ricos para redes sociales o las esclavas modernas para nuestros padres “acomodados”? o de Colombia y sus escritoras escondidas o no valoradas. ¿Han estudiado alguna vez crítica de la literatura desde el feminismo? pues bueno, las féminas son tildadas de no tener tanto valor en sus obras porque son “demasiado sentimentales”.

Y entonces, ¿las mujeres que no tienen nuestros privilegios y no pueden aspirar a educación superior, deben cuidar a sus madres o familia y como mínimo, pueden aspirar a tener un hombre al lado que no las maltrate y las ayude a no morirse de hambre y con esperanza, poder luchar por no darle a sus hijos el mismo destino que el de ellas? ¿cómo le vamos a decir a esas mujeres que deben tener una voz más fuerte, hacer lo que se les dé la gana y viajar por todo el mundo? o ¿cómo les vamos a decir a esas mujeres que el feminismo es algo exagerado solo porque yo no vivo en una esfera de machismo exorbitante? y más allá de eso, ¿podemos olvidarnos de ellas? porque esto queridas, no es algo que vivamos solas y es hora de empezar a crear un discurso más coherente en el que nos incluyamos todas, porque sí, mal no está decirle a la otra que no se deje del novio imbécil y machista, pero hay otras a las que nuestro discurso no las puede tocar porque un hombre es lo único que ven para salirse de sus casas y empezar una “vida”, porque esa es la regla general que han aprendido y no ven cómo seguir otras, porque a falta de privilegios les toca soportar, realmente soportar y ningún coach de motivación personal podría cambiar esa realidad.

La meta está en que más mujeres reflexionemos y entonces caigamos en cuenta que si bien no está mal ser fuertes y empoderar a otras hay quienes se encuentran aún más abajo y son a las que no les bastan estos discurcitos flojos de clase media alta, entonces, debemos buscar cómo ayudar a otras, cómo realmente despertar como género, cómo darles derechos, cómo volverlas visibles, cómo lograr trabajos bien pagos y oportunidades, cómo cómo cómo y dejar de vivir como si nada, yo sé que a muchas no les toca, pero igualismo mis bolas, es que la mayoría de mujeres no están en mis condiciones, aún seguimos siendo un género oprimido, anulado, maltratado, asesinado, subvalorado, nada de esto ha cambiado, solo que nos hemos vuelto muy buenas unas cuentas para hacernos las gÜevonas y decir que entonces, ya no pasa nada.

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El arte de la putería y su incomprendido

“Shame is the lie someone told you about yourself.” Anaïs Nin.

No les puedo negar que cuando salió Fifty Shades Of Grey lo compré, amo la literatura, la buena literatura, clásica, mamerta y complicada y aunque evidentemente este libro no tiene nada que ver con lo anterior, también siento una gran pasión por conocer lo que a la gente le gusta tanto y sobre todo por qué. Fifty Shades Of Grey es un libro malo y opresor desde todos los puntos de vista, es una ficción bastante frígida para considerarse erótica, pero ve tú a saber con tantos años de opresión qué consideramos liberador las mujeres modernas, sin embargo, hoy no vengo a hablarles de mala escritura erótica, por el contrario, de buena escritura erótica.

Anaïs Nin nació en 1903 y dedicó su vida a ser escritora y musa, sus diarios y libros inspiraron a las féminas a abrazar las situaciones que las rodeaban y a hacerse más fuertes a través de ellas, la escritura más que su salvación fue el lienzo para conectar la vida que le suscitaba conflictos y que no encontraba cómo reconciliar. Feminista, sexual y libertina, escandalizó y fue desacreditada en sus 16 obras y con sus múltiples amantes a lo largo de su carrera, sus diarios describiendo amoríos, la violación y póstuma relación incestuosa que tuvo con su padre, fueron el blanco de todo tipo de críticas, hay quienes leen detrás de líneas una historia pornográfica sin más, otros consideran todo su trabajo, uno muy bueno de ficción, lo cierto es que, autobiográfico o no, Anais tiene un patrón muy fácil de determinar en toda su vida hecha obra que parece no ser cómodo, entendible ni aceptable socialmente.

“MY idea of hell is to be stranded on a desert island with nothing to read but Anais Nin's diaries, but some people, apparently, can't get enough of them. Her publishers, for instance. Having brought out seven volumes drawn from Nin's adult journals (1931-74) and supplemented those with four early volumes covering her teens and 20's, they are starting all over again with "unexpurgated" versions of the same material.” Kathia Pollitt.

La ausencia fue cercana a Anaïs a muy temprana edad cuando fue abandonada por su amante/violador y padre, de ahí en adelante, sus relaciones fueron un intento de hacerse desear delante de una figura paterna, siendo de enmarcar el trío amoroso en el que se encontró involucrada una parte de su vida con el genio Henry Miller y su esposa June, (mientras ellos y ella estaban casados). Para Anais la historia con su padre fue un símbolo de vida y por más perturbador que nos pueda parecer esto, para entender o disfrutar a Nin hay que quitarse la venda moralista que cargamos en nuestros ojos producto de las instituciones que nos forman y han determinado qué acciones y sucesos en una vida pueden estar bien o mal.

Nin se creía emocionalmente insuficiente lo cual fue considerado para muchos críticos (peculiarmente mujeres) como un ciclo constante de lástima y masoquismo, en el que no podía caber una mujer poderosa, feminista y mucho menos libre, sin embargo, mirando más ampliamente es la realidad que enfrenta una mujer a lo largo de su vida, esta búsqueda constante de amor, de reafirmarse, de legitimidad en una sociedad que en todas sus estructuras nos dice lo contrario es valeroso. Creer que en esta desconexión y contradicción, no existe poder es como mucho anularlos de nuevo a nosotras, todas, mujeres.

A los 10 Anais posaba desnuda para su padre en fotografías, en sus años póstumos un reencuentro entre los dos desencadenó una nueva historia de amor y de incesto, Nin se casó en dos ocasiones, el primero de sus esposo fue Hugh Parker Guiler un exitoso banquero y artista, más conocido por lo primero que por lo segundo y después con Rupert Pole, sin embargo, fueron más conocidos sus múltiples “deslices” que además influyeron en su escritura, cuando nos atrevemos a abrir uno de sus libros, vemos caos, lujuria, pesar, ausencia,, pero también nos enfrentamos a una mujer que utilizó las letras para hacerse, para reafirmarse y para no quedar en el olvido, gustando mucho o poco, siguen apareciendo múltiples cartas y diarios de Nin que son acogidos por un público.

El cuento de Nin no es uno de hadas con final feliz, por el contrario, estuvo trazado por la terquedad de querer recuperar a su primer amor, su padre, que después del segundo encuentro en su juventud, desapareció por completo. Esta historia para Anais nunca implicó más que un episodio cotidiano en la vida, algo que debía suceder, sin condenarse o condenarlo por lo sucedido, por el contrario, ella lo disfrutaba y lo deseaba. Al tener la segunda relación sexual con su padre Nin experimentó su primer orgasmo y el comienzo de una vida que no tendría otra forma de desembocar diferente a convertirse en arte.

Sabiendo más sobre Nin, ¿a qué conclusiones podríamos llegar? ¿Cómo comprende la vida, el amor, el arte una persona condicionada por un trauma? ¿Si para nuestra artista los límites de la moral se diluyen por completo en su vida, para nosotros, como espectadores debería funcionar también? ¿Es posible acusarla y cuestionarla nosotros, que no lo vivimos?

Lo cierto es que Anaïs logró crear un nuevo mundo, resignificar toda su vida a pesar de los episodios trágicos o socialmente condenados, por esto, una mujer de admirar, sus escritos eróticos son el reflejo de una vida llena de ganas y de la construcción de un espacio mental (muy ajetreado) lleno de nuevos simbolismos, Nin es una de mis heroínas, una perra que todo lo hizo diferente, que escribió sobre lo que le atormentaba, le gustaba, le fallaba; el sexo y las relaciones, no podemos decir pues que todo lo que gira alrededor de ella no es arte puro e inspiración, una mujer que de cenizas hizo un incendio.

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Artista, perra y musa

Ilustración por: Maria Alejandra Balaguera Granados

Instagram: @balaaguera

“Una mujer tiene que ser un monstruo para ser un artista” Dorothea Tanning.

A veces me considero un ser muy salvaje, que vive su vida como una tragedia y que lo disfruta, todas las mañanas se abre mi telón y espero que la obra no me aburra, no es mi objetivo principal ser musa de nadie, por más romántico que parezca, quiero ser la artista y en ese orden tengo mucho por protagonizar mientras vida me quede, siento una inclinación latente por todas las mujeres que en la historia han hecho lo que se les da la gana, un desorden, un caos incontrolable que han vuelto arte.

No recuerdo cómo llegué a Lee Miller, Elizabeth Miller, pero ha sido uno de los mejores descubrimientos de mi vida. Nació el 23 de abril (el mismo día que Shakespeare y pareciera que protagonizó una de sus tragedias), su niñez fue marcada por una violación de un pariente cercano quien la infectó de gonorrea, para ese entonces la penicilina aún no existía, razón por la cual fue sometida a tratamientos tortuosos a muy temprana edad, sus padres en el afán para que su hija no quedara traumatizada, acudieron donde un psiquiatra que les aconsejó enseñarle que el amor y el sexo eran dos cosas diferentes que no tenían ningún tipo de relación. Lee podía amar a un hombre y tener relaciones sexuales con muchos sin encontrar culpa, algo que nos arroja la importancia de la construcción social de la culpa a través de diferentes instituciones para amarrarnos como seres que no siempre queremos o entendemos el porqué de ser monógamos.

La niñez de Lee fue marcada por otro acontecimiento del que poco se sabe, su padre, quien experimentaba con fotografía la retrataba a ella, a su madre y en algunas ocasiones a sus amigas desnudas, no se ha encontrado mucho material referente y tampoco hubo en el resto de la vida de nuestra protagonista rabia, rechazo o similar por su progenitor, sin embargo, esto desarrolló en ella una comodidad por la desnudez alejada de todos los tabús machistas que para la época surgían, en sus retratos exponía continuamente su torso desnudo o sus pezones, una mujer a la que su cuerpo que era un campo de batalla desde niña se le convirtió en una obra de arte y de inspiración para otros.

Lee Miller fue bailarina en su adolescencia, luego, en su traslado a New York, a la edad de 19 años, Condé Nast le salvó la vida cruzando una calle y la contrató como modelo de Vogue, convirtiéndose en la primera mujer paga por este oficio (antes las modelos a cambio de su trabajo solo recibían prendas), fue la protagonista de diferentes portadas y se convirtió en la musa preferida del fotógrafo Edward Steichen’s.

“In Nast’s 30-room Park Avenue penthouse, furnished with chandeliers, gilt-framed mirrors, and Louis XV furniture, Steichen shot Miller draped in furs, jewels, and couture gowns. Over the next two years, Miller flitted between Nast’s parties—peopled with the likes of Josephine Baker, Cecil Beaton, and Fred Astaire—and the Upper West Side bohemian set’s bootleg gin bashes, where Dorothy Parker held court. A panoply of suitors—including Charlie Chaplin—took her to dance, sail, watch polo, and fly in two-seater planes.”

 Años más tarde cambió su oficio y se puso tras bambalinas para experimentar con la fotografía de moda, fue reconocida en este ámbito, sobre todo por su percepción del mundo y su estética, podía poner a una modelo perfectamente arreglada al lado de un órgano humano sin vida y encontrar armonía para componer fotografías exquisitas. Envuelta en la segunda guerra mundial, Elizabeth fotografiaba mujeres en uniformes para Vogue convirtiéndose después en reportera de guerra, una mujer de carácter fuerte que demostró todas las pieles que un ser puede ponerse encima. Una de las fotos más emblemáticas de este personaje fue desnuda en la tina de Hitler, a mí personalmente me gusta ver esta pieza como el triunfo de una mujer en una tierra dominada por machos.

Después de ir tras él a París, fue la estudiante y musa  de Man Ray con quien descubrió la solarización y se introdujo al surrealismo, hizo de amante y tormento, Lee podía tener un solo verdadero amor, pero no entendía por qué sus múltiples relaciones sexuales con otros hombres tenían que enfadarlo, entonces, en medio de la ira, hacía que el artista violentara sus obras en la cara y el cuello como símbolo de los celos, la rabia y el dolor que le producía las conductas de Elizabeth.

Fue además la musa de Picasso (el artista más emblemático del siglo) en 6 retratos, uno de los más famosos en donde su boca es representada por una vagina, existen rumores que este también fue uno de sus amantes, asegurando de la forma más explícita que compartían fluídos, sin embargo, que no era suficiente para el artista.

“Of course she was very beautiful, but that was not, in itself, enough for Picasso,” posits Penrose. “What was important was she had this tremendous warmth of personality, she was always the person who made everyone laugh. She also had a very American quick wit - the New York one-liner, the wisecrack.”   

Jean Cocteau (otro de los artistas con los que se rumora un amorío) la utilizó como protagonista en su obra: Blood of a poet causando los celos aún más enfermizos de Man Ray.

Lee tuvo 3 matrimonios fallidos y un embarazo a los 46 años del cual no se quería hacer cargo, sumergida en la depresión y el alcoholismo y enfrentando los cambios que su cuerpo tuvo terminó por ser autora de libros de cocina.

De Lee no se habla mucho, a pesar de ser uno de los personajes más fascinantes que conozco y en mi opinión uno de los referentes femeninos más poderosos e inspiradores. Yo quiero enfrentar mis batallas igual, despojarme de la construcción social de culpa con la que acarreo desde que nací con mi cuerpo, con mi sexualidad y con mi genio, quiero probarlo todo, desde el baile, la pintura, la fotografía, los idiomas, la escritura, hasta ser la musa que pintan por horas, pero en ese orden, primero siendo yo y luego siendo para otros, tal vez eso sea lo que socialmente se castigue, mujeres que hacemos lo que se nos da la gana.

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Morir de hambre

Puedo atreverme a asegurar que en todos las casos en que la gente mantiene a dieta está ligado con un tipo de obsesión o trastorno, hacer dieta no es natural y vivir en ella mucho menos, lejos de los mercados fitness que nos aseguran un estilo de vida saludable, está un mercado que nos quiere vender “salud”, que no es más que eso, mercado y capitalismo y cuerpos marcados que cuentan calorías, centran todo en su físico y en la privación de lo que desean comer (no, los pancakes de avena no son mejores que los normales y sí, solo consumo los de avena). Hacer de tu cuerpo un negocio sí, puede ser admitido, aceptado, lucrativo, pero como mínimo es también retorcido y frustrante.

Desde hace poco tiempo dejé de contar calorías, sin embargo, no he dejado nunca de estar a dieta, hoy en día puedo disfrutar de la comida con cierta normalidad, he ganado peso y pienso conservarme, mi relación con la dieta nunca ha sido con ánimos de tener un cuerpo perfecto, parecido al de alguna modelo, o con el ánimo de estar buena para los hombres, en ese orden tendría que hacerme implantes e ir al gimnasio y eso es lo que menos me interesa, en cambio, está en el retorcido deseo de hacerme daño, de morir, en la forma más literal y absurda, de hambre.

La imagen era repetitiva; en inviernos, cuando sabía que había consumido pocas calorías en el día e iba caminando, tenía la esperanza de caer en algún momento y morir de hipotermia, sí, esperanza, esto me generaba satisfacción, ¿retorcido no? pues al parecer mi estado era socialmente aceptado.

Mientras yo vivía mi infierno depresivo, en el que quería encontrar mil formas para morir, la gente me alababa estar en los huesos, ustedes me pedían dietas y otros me llamaban anoréxica, nadie nunca vio detrás los ataques de pánico que tuvo que enfrentar mi novio o mi familia donde quedaba inválida y las múltiples veces que tuvieron que acunarme para que me calmara, mientras alababan o insultaban, yo no encontraba la energía para pararme en días normales de una cama, tampoco vieron las veces que terminé en urgencias con mi mamá desesperada gritando como loca porque no podía hacer nada por mí. ¡Nada de esto estaba bien! Mi dieta es el resultado de un trastorno ¿la de ustedes?

Si me siguen con suficiente anterioridad recordarán que me puse como meta jamás referirme  (para alabar o para denigrar) al cuerpo de nadie más y así ha sido, el mío es una batalla bella que aún no es perdida, el mío sigue en pie aunque lo he querido tumbar miles de veces por eso no lo escondo, por eso lo amo hoy más que nunca, sobra decirles que nunca les voy a dar consejos de dietas, ya saben por qué, no se los pidan tampoco a nadie más y dejemos de alimentar esta sociedad que se está muriendo de hambre.

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La mujer de mi oficina 28 de agosto

Estoy en el trabajo sintiendo llorar a una mujer encerrada en su oficina mientras en la parte de abajo martillan incesantemente, el ambiente, lejos de poder atisbar algo de tranquilidad es desesperante.

Me sé toda la historia, por fin se piensa separar del esposo abusivo a quien mantenía para que no se fuera de la casa, que además bebe sin control y no se hace cargo de nada. La mujer ha esperado a que sea la hora de almuerzo para poder detonar, siempre de actitud parlanchina, hoy ha estado especialmente callada, se siente decaída. Lo noto yo, pero al parecer nadie más.

Hace unos días estuvimos en una charla de la empresa de salud ocupacional, nos hablaban de cómo los problemas se deben dejar en casa y no traer al trabajo, me pregunto yo si esto es posible o medianamente justo, como seres humanos deberíamos tener por lo menos derecho a arder cuando las cosas no nos salen y nuestros estados de ánimo deberían ser comprendidos y respetados. Yo quiero llorar en mi cubículo sin temor a que me señalen porque estoy trayendo mis fracasos al trabajo, en cambio, quiero ser comprendida.

En general, una persona pasa 8 horas diarias trabajando, podríamos decir que su vida más activa es en una oficina entonces se nos cuestiona porque dentro de esas 8 horas estamos sintiendo demasiado y después nos echan la culpa cuando las muestras de poca humanidad más crueles salen a la vista, claro, si mantenemos una pelea continua con lo que somos y con lo que tenemos que aparentar.

Por mi parte, soy bastante emocional, si un día estoy triste, soy incapaz de demostrar lo contrario por más que el entorno me lo sugiera, en cambio, voy a llorar y derramarme todo lo posible.Yo no nací para ocultarle al mundo lo que de verdad siento, yo nací para explotar cuando es necesario y dejar todo correr, fluir, arder.

Descomponerse a veces es la mejor opción de resurgir.