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México cuenta con 15 productos que ostentan Denominación de Origen

Nuestro país es poseedor de una variedad de gastronomía y artesanías mexicanas que tienen Denominación de Origen y reconocimiento mundial.

México cuenta con 15 productos que ostentan Denominación de OrigenAutorSecretaría de EconomíaFecha de publicación15 de septiembre de 2016

En el caso de nuestra cocina, reconocida a nivel internacional, contamos con alimentos e ingredientes con sabores tradicionales extraídos de las diferentes regiones y los micro climas del país y que además poseen Denominación, como: el Arroz del Estado de Morelos, el Cacao Grijalva, el Café Veracruz, el Café Chiapas, el Chile Habanero de la Península de Yucatán, el Mango Ataúlfo del Soconusco Chiapas y la Vainilla de Papantla.

En cuanto a las bebidas tradicionales de sabor y olor únicos, que le han dado fama mundial a nuestro país, y que son producto de los cultivos de las diferentes regiones, son la Bacanora, la Charanda, el Mezcal, el Sotol y el Tequila las que poseen Denominación de Origen; ésta última, por cierto, es la bebida más degustada entre los mexicanos y de mayor reconocimiento en el extranjero.

Entre los productos elaborados a mano por artesanos de todo el país, los que poseen Denominación de Origen son: la Talavera y el Olinalá.

Por último, la creatividad de los artesanos logra utilizar plenamente las propiedades del Ámbar de Chiapas, piedra semi preciosa de resina que por sus características físicas y sus colores es poseedora también de la Denominación de Origen.

Conoce más sobre las características de estas Denominaciones, en la siguiente liga: www.gob.mx/impi/documentos/libro-denominaciones-de-origen-orgullo-de-mexico

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Gik, el vino azul que levantó ampollas en el sector y que cuenta con un historial que muchos quisieran (exportado a más de 25 países, más de 100.000 botellas vendidas, sentencia propia) se presenta así:

“Intenta olvidar todo lo que sabes sobre vino. Intenta desaprender las 60 denominaciones de origen de vino en España, las normas de servicio y todo lo que dijo aquel sumiller en un curso de cata al que te invitaron. Olvida las tradiciones y olvida que hablamos del líquido que representa la sangre de Cristo en misa. Ahora abre los ojos, ¿qué ves? Una bebida dulce, azul y con 11’5 grados de alcohol. Eso es Gïk”

Esta es la introducción al vino azul creado por una panda de jóvenes (todos menores de 30 años) a los que no les gusta el vino pero sí mucho la polémica. ¿O la revolución?

En el 2015, y bajo el manto protector del semillero de empresas de la Universidad del País Vasco, este grupo de jóvenes realmente consiguió lo que pretendía: darle una vuelta de tuerca al anquilosado mercado del vino. Una de sus máximas es “no vendemos vino a los puristas sino a los hijos de los puristas” y pese a la sentencia que les obligó a dejar de llamar vino a su vino azul, ellos siguen adelante, aunque con dificultades.

Este “vino blasfemo” que con tan buen pie comercial había comenzado, se topó con todo el rechazo del sector, siendo tal la ira de la industria enológica que tras mucha disputa consiguieron llevarles a tribunales. ¿La demanda? Dejar de llamar vino a su producto azul. Lo consiguieron a inicios del 2017, en la que el fallo de la justicia fue claro: “El término de ‘vino azul’ no se encuentra entre las 17 categorías de productos vitícolas mencionadas en el Anexo VII parte II del Reglamento 1308/2013 de 17 de diciembre de 2013. Lo más parecido es ‘vino’, pero no existe ‘vino azul”.

Con este revés les obligaron a renombrarlo como 99% vino, 1% mosto, perdiendo así toda la credibilidad, si es que alguna vez la tuvieron.

Como buenos defensores de la llanicidad del vino, de su democratización y crecimiento que somos, vemos que el debate está servido. La sentencia no deja lugar a dudas, el vino azul simplemente no es vino, es una bebida alcohólica…pero sigue habiendo polarización. Y discusión. Y mucha. Hemos preguntado exhaustivamente a diferentes personas que tienen y no tienen relación con el enológico mundo y nos han dado una serie de razones a favor y en contra de llamarle vino. Os las transcribimos, a ver qué opináis:

5 razones para llamarle vino (al vino azul)

Este vino se elabora con 100% uva y es un atraso impedir que se le pueda llamar vino. Si cumple con los requisitos y normas establecidas, ¿a qué viene la prohibición?

El vino necesita muchos empujones para abrirse a las nuevas generaciones y cualquier proyecto innovador que lo consiga es bienvenido.

¿Por qué a los que producen espumosos con virutas de oro se les deja llamarles vino y al vino azul no?

El vino azul tiene su público y es un éxito de ventas alrededor del mundo. Si eleva las ventas y el consumo de vino…¿Por qu�� se le cierran las puertas?

No asustan a los jóvenes con etiquetas y nomenclaturas súper tradicionales que son difíciles de entender para muchos consumidores

5 razones para no llamarle vino (al vino azul)

Una elaboración tan simplona es más una acción de marketing que otra cosa. Insulta a los productores que ponen su vida en ello y descalifica el trabajo de gen

El color del vino da mucha información y es una pena perdérsela por un pigmento sin sentido. Hay muchas formas de revolucionar el mundo del vino (que buena falta le hace) y esta no es la mejor opción

Prohibir que se llame así no genera cambio de consciencia ni transforma la sociedad acercándola a la cultura del vino. Lo que se consigue prohibiéndolo es cerrar los ojos ante una realidad.

Cualquier aporte químico, aunque sea de origen natural, no es buena idea para el vino, con valores importantes como la naturalidad.

En plena ola de concienciación del origen de los productos, alimentación saludable y cadena de valor ética…el vino azul no encaja para nada.