refugio celestial; donde mi corazón se esconde y se sienta a escribir cartas a sucesos, personas y a mí.
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es tan complicado vivir atrapada en dos ideas, una contradiciendo la otra.
que una semana sí quiero conectar, enamorarme, etc etc etc... pero a la otra semana me siento muy tormentosa como para amar y que me amen.
¿por qué mi mente me hace pasar por estas jugadas donde termino con más dudas de las cuales tenía en un inicio?
me siento en un laberinto, o más bien, como si estuviera en un pasillo y veo el cartel ''salida'' al final de este, pero al abrir las puertas finales, hay más pasillos, y más pasillos, y más pasillos...
me siento sola.
quiero sentirme digna de amar, pero cuando siento que puedo hacerlo, los males de mi cabeza bajan a sabotearme, a recordarme las razones por las cuales alguien no encontraría esa percepción de afecto conmigo.
me quejo y me ahogo con mi almohada ante la frustración de ser tan complicada.
canto la línea "sufro de trastornos" de mon laferte en mi cabeza y me río ante la patética imagen aérea de mí misma en un llanto por esta confusión emocional de no descifrar que es lo que quiero y necesito, porque pareciera que amar y ser amada SÍ es lo que quiero y necesito, pero a la vez no.
me encanta imaginarme amando, dedicando canciones, tener a alguien para hablar sin cansarme y que me vean como su persona, pero la sensación abrumante de no ser lo suficientemente buena para que se sientan así conmigo me priva de todo este querer.
¿merezco ser querida con ese ímpetu?
y ahí es cuando otra lírica se aparece en mi cabeza, esta vez los smiths.
''i am human and i need to be loved, just like everybody else does''
llego a la conclusión de que parte de este lío en los rincones de mi cabeza se deben a que, si las mismas personas que me trajeron a este mundo no me amaron como se debía...
¿qué me hace pensar que una persona cualquiera lo hará?
me intento distraer y me pongo mis audífonos, coloco una canción al azar y oh, what a surprise.
heavy de the marías se reproduce.
otra canción que me hace entrar en un espiral sin fin de pensamientos.
digo ''aquí voy de nuevo'' suspirando.
y pienso, y pienso, y pienso...
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conectar con gente nunca ha dejado de ser un martirio para mí.
si el conseguir amistades con ideales y sentires afines ha sido un desafío, lo ha sido aún más conectar de manera apasionante y romántica con alguien más.
dejando de lado todo el tema físico y de lo extraño que es que se fijen en mí, por mi apariencia, llegué a la conclusión de que las experiencias de mi vida me han convertido en una persona bastante insondable con un abismo en la cabeza que me hace pensar, pensar y pensar.
recojo información de mi alrededor, creando clasificaciones de personas, según personalidad, gustos y creo tablas para encasillar a los individuos que conozco para recordarlas por el tipo de persona que es.
no sé porqué lo hago, pero siento que este empeñoso análisis me ha arruinado la vida y ha distorsionado mi forma de ver a las personas.
y tengo la persistente idea de que nunca encontraré alguien que sienta y vea la vida de la misma forma que yo.
no pienso que sea imposible, pero sí sería un milagro que sucediera.
visualizo mis conexiones pasadas y siento que casi ninguna fue real, que la mayoría se basó en una idealización de mi persona. nunca me vieron como realmente soy, pero realmente tampoco me sorprendió. supongo el inminente análisis siempre lo supo, y aunque siempre intenté escaparme de él e ignorar sus conclusiones, en el fondo de mi cabeza siempre lo supe.
y ahí es cuando me doy cuenta de que, siempre saboteé todo al saber siempre como terminaría todo.
busco personas que sé que no están del todo disponibles emocionalmente porque me aterra encontrar a quién si esté comprometido de verdad, porque me da miedo que me intenten conocer de verdad y vean que realmente no tengo nada de lo cual colgarse.
detesto que me idealicen pero me aterra tanto que me conozcan.
soy mi propia contradicción.
si no hay nada en el camino, me detengo para yo misma colocarme un obstáculo.
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un apretón en los músculos de mi corazón, una tensión en mi estómago y manos inquietas
caos en mi mente, en el bombear de mi corazón
podría arrancarlo de mi pecho para detener la tortura de una cabeza envenenada por la psicosis
tambaleo con mis ojos creando ríos mientras busco salidas y recuerdo que la única es la hoja cortante de la navaja que guardé como precaución, pero no recuerdo donde dejé
busco en mis cajones, en mis cajas y en muebles intentando localizar incluso algo que pueda reemplazarla e imitar su tajadura
la encuentro mientras me repito “dijimos que no volveríamos a esto”, observo su filo y mi cabeza me responde “aquí es donde siempre perteneciste”
y así fue como mis siguientes acciones parecieran suceder por inercia
acerco el filo a la piel de mi cuerpo que usualmente la gente no ve y presiono haciendo un rápido tajo, observo y se acumula la sangre para descender
una sensación adormecedora y serena
duele (físico) pero no duele (mente) ¿verdad?
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escuchando melodías pienso sobre lo inmensa que puede ser la vida, llena de posibilidades, de agujeros negros, de lecciones, de peros, de cosas imaginables e inimaginables, cosas tangibles e intangibles.
y pienso sobre mi yo de hace dos años, que pensaría en lo inusual que es para mí tener la perspectiva que tengo hoy.
antes, todo se veía blanco o negro, todo era de tal forma o sino, de la contraria. ahora, todo tiene matices, todo es de tal forma en la que podría existir un “pero”, una desviación u otro camino.
antes no me visualizaba viva. hoy sí.
¿será que la romantización de los sucesos más traumáticos de mi vida ha sido el mecanismo de defensa que ha logrado salvarme?
sí es así, solo queda agradecerle.
llegar a la conclusión cliché de “todo sucede por algo y lo que sucedió, tuvo que suceder para llegar a este lugar”
y creo que esta vez terminar con ese cliché no es tan malo si es lo que me mantiene viva.
y aunque quizás los químicos de mi cerebro me hagan descender en el futuro y me hagan cambiar de opinión, sé hoy que aquel suceso será momentáneo y que lograré ver la luz al final del túnel como lo estoy haciendo ahora.
o al menos eso espero.
estos momentos de lucidez, de sensibilidad, de claridad me están sanando.
mi pasado se basaba en el colapso continuo, donde veía todo avanzar velozmente mientras yo me quedaba atrás, y aunque ahora me tomo mi tiempo, finalmente voy con la corriente avanzando.
finalmente puedo percibir, puedo disfrutar y vivir lo que tengo en mi presente.
antes pensaba continuamente en las personas que eran razones para quedarme, pero aunque las pensaba de esa forma, no me dedicaba a disfrutarlas y hoy lo hago.
siento una felicidad inmensa y ardor en el pecho que me hace sentir que finalmente está sucediendo; ya no estoy sobreviviendo, estoy viviendo, con todas sus letras y con todo su sentido.
y aunque hay ciertos dolores en mi corazón y mente, estoy logrando, pasito a pasito, sentirme cómoda en mi piel. estoy logrando habitarme y sentirme en casa, en mi propio cuerpo.
me siento colosal.
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no sé cuántas veces me he cuestionado porqué la gente no se apega de la misma forma que yo, ni sé cuantas veces me cuestioné porque me dolía tanto perder amistades si sabía bien que las personas solían ser pasajeras.
no fue hasta ahora qué pensé en aquella escena de fleabag, donde ella se encontraba en el velorio de su mamá y le decía a su mejor amiga boo que, ahora que su madre ya no estaba, ya no sabía dónde poner todo ese amor que tenía por ella.
y es así para mí.
siempre he pensado en todo el amor que tengo para entregar, que si bien no es empalagoso, pero es sincero y genuino.
todo ese amor nunca supe donde ponerlo porque ya no cabía más en mi cuerpo, instintivamente lo deposité en cada persona que consideré como amistad.
puse partes de mi corazón en diferentes cajas, las adorné con una cinta y las dejé como un paquete en las entradas de los hogares de dichas amistades como un regalo, como una sorpresa, para que supieran que mi amor era tan inmenso que una parte de mí les pertenecía.
durante mucho tiempo algunos supieron cuidar de aquella parte de mi corazón, otras decidieron no seguir cuidando porque creían que era mucho mantenimiento, y otras… otras ni siquiera supieron que les entregué parte de mi palpitante conjunto de tejidos, porque ni siquiera abrieron la caja…
nunca me vieron como yo los vi a ellos.
de estos últimos, pude obtener mis pedazos de vuelta, pero de los que decidieron no dar más cuidado, guardaron la caja dejándola al fondo de todas las cosas, quedándose con esa parte de mí para siempre.
para ellos; una reminiscencia, para mí; el pedazo de mi corazón que no pude recuperar.
probablemente esas cajas siguen ahí, dañadas y empolvadas, guardando el souvenir del amor que alguna vez sentí por ellos… amor que si tan solo quisieran volver a sentir, solo bastaría con dar la señal de sacudir el polvo de la caja para que en cosa de segundos, mi corazón esté esperando sus presencias para llenarlos con su bombeante adoración.
tantas amistades que se fueron…
tantas partes de mí que se fueron…
no creo volver a recuperarlas.
pero si algún día llegasen a mi puerta, las recibiría con un cartel que dijera “bienvenido de nuevo”,
al igual que aquellas personas.
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2024 y aún siento como si el 2019 hubiera sido ayer.
no fue el año en el que nos conocimos pero si fue donde iniciamos nuestra amistad.
es lindo pensarlo, es lindo devolver el tiempo en mi mente para revivir los tempranos recuerdos que crearon nuestro lazo.
cosas tan simples como juntarnos con nuestro grupo en los recreos, salir un rato a la plaza, que vinieras a casa a almorzar, teñirte el pelo de rojo e ir juntas a comer completos.
luego vino la pandemia y nuestra lazo se fortaleció porque parecía que vivías más en mi casa que en la tuya y terminaste por convertirte en alguien más de la familia, así lo vio mi abuelita, mi mamá, mis tíos y tías.
te hiciste tan presente en mi día a día que no había nadie de mi gran familia que no supiera de tu existencia, porque incluso si no te conocían en persona, con escuchar tu nombre reconocían la importancia del vínculo.
los siguientes años fueron bellos, yo sentía que nuestra amistad podía aguantar peleas, balas e incluso bombas, tan así que nos tatuamos juntas.
nos tatuamos haditas como símbolo de nuestra amistad y siempre pensé que si llegase el fin de aquella, nunca me arrepentiría de tenerte en mi piel, porque la cercanía que teníamos era más grande que cualquiera.
pero ya no te siento tan cercana.
ya no siento la reciprocidad de antes.
ya no me invitas a jugar.
siempre solías encontrar un juego nuevo para que lo probáramos en conjunto.
ya no me invitas a salir, ni a comer completos, ni a tu casa, ni tú a la mía.
antes llegabas a mi casa de la nada porque era la costumbre, ya no es así y mi abuela pregunta que ha sido de ti, que la tienes olvidada.
ya no aceptas mis invitaciones.
siempre he buscado hacer planes para nosotras o para nuestro grupo y se siente como si los rechazaras solo porque fui yo quién los propuso.
ya no me respondes como antes.
hablábamos todos los días, sin saludarnos ni despedirnos porque la conversación simplemente no cesaba.
ya no me hablas, incluso…
te lo comenté hace poco, que estaba aburrida de ser yo siempre la que iniciaba todo.
que sabía muy bien que nuestros tiempos no eran los mismos de antes, que tu carrera es pesada y que la mía dispone mucho tiempo, pero vivimos a 5 minutos…
5 minutos.
¿qué nos impide vernos?
tienes que estudiar y lo comprendo, puedes hacerlo durante las horas que quieras y solo darme 5 minutos de tu día,
porque yo te los daría y si me pidieras aún más, también te lo entregaría.
solo 5 minutos para saber de ti, para saber que aún estás, que aún me consideras cercana.
pero sería tan lindo si esos 5 minutos nacieran de ti, que no fuera yo quién los pide.
sería tan lindo sentir que me necesitas tanto como yo te necesito, que la amistad sigue y que se puede trabajar.
ahora caminamos en direcciones diferentes…
pero no me molestaría ni me incomodaría que me invitaras a caminar un rato contigo la dirección en la que vas.
o que tú algún día quisieras caminar conmigo mi dirección.
pero siento que últimamente todo se basa en querer que las cosas sucedan, en desear muchísimo una reciprocidad mínima, me siento buscando un atisbo de bondad en la desesperación que me causa tu indiferencia y ambigüedad.
¿seguimos siendo amigas?
¿podemos ser amigas?
¿o es momento de despedirnos?
necesito una señal, dámela.
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me entristece.
« carta para… »
me entristece un poco que tu regreso se haya reducido a una efímera estadía en mi vida.
siempre pensé que si nos reencontrábamos no desperdiciaría ni un momento, pero esta vez, incluso queriendo estar ahí, eras tú quién no me quería a su lado.
y lo entendía, porque sé que te encontrabas (encuentras) en la penumbra de tu cabeza, pero…
fue el contraste entre ambas, las diferencias y distancias, según.
¿realmente fue eso?
necesitabas algo recíproco, dijiste.
¿acaso no lo era? ¿tanto dudabas de mi querer?
sé que mi forma de demostrar amor quizás no te hacía sentir amada, porque tu forma de hacerlo y percibirlo era diferente…
pero me entristece, más no me duele, que me hayas hecho sentir que porque tu intensidad era más exteriorizada, la mía fuera menos.
no expreso de la forma empalagosa en que tú lo haces… pero no porque no manifieste como tú, quiere decir que lo que siento, lo siento menos que tú.
porque mi sentir es fuerte, real, genuino, potente y vivo.
te amé con la intensidad y profundidad de siete mares.
te amé con mi corazón ansioso y taquicardico, que por momentos se volvía masivo por el amor que sentía por ti.
te amé como no amé a nadie y me entristece que no lo hayas visto.
pero en fin, son cosas que suceden, ¿no?
quizás todo tenía que terminar de cierta forma para aprender y crecer.
quizás este solo fue un episodio en el que regresaba un personaje del pasado para hacer su última aparición y despedirse.
me entristece, sí, pero no me duele… lo que es algo sorprendente, porque siempre me dolió irme y tenerte en la distancia.
pero creo que el mismo tiempo me sanó y me preparó para esta despedida, que quizás era lo que yo necesitaba, lo que necesitabas, lo que necesitábamos.
quizás en otro universo logramos todos aquellos planes con los que fantaseábamos alguna vez, con la idea de ser felices en conjunto, o es solo un gran quizás, porque en realidad era destino cruzarnos para unirnos, aprender de la otra y soltarnos.
solo fue eso, una lección, un aprendizaje.
y fuiste un gran aprendizaje. uno bien largo, lleno de emociones y aunque no todas fueron positivas, te agradezco por haberme hecho sentir aquellas que sí lo fueron.
hoy en día solo me queda agradecerte.
así que, simplemente, gracias.
cuídate y espero que consigas aquella paz interior, felicidad y amor.
adiós.
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descubrir constantemente melodías, con la intención de sentir algo nuevo no es algo desconocido para una melómana como yo... sin embargo, esta melodía y letra que traigo en mente de hace días no la siento fresca.
no la siento como una experiencia nueva, a pesar de ser un reciente tesoro hallado.
se siente como algo que viví.
se siente como algo que en algún momento tuve la dicha de sentir.
se siente como el comienzo de una historia de dos cuerpos cuyas almas cansadas de lo banal, finalmente se encuentran tras una larga búsqueda de algo real, de algo transcendental.
es como esa apreciación de la vida en el que visualizas y ves que el futuro no se ve tan solitario y carente de calor humano, que quizás el día a día puede ser más llevadero porque al final habrá alguien ahí que te apaga ese estado de alerta y te hace ignorar esas constantes preocupaciones y/o razones que te hacen elevar tu cortisol.
es aquella sensación de compañía, de amor mutuo, creciente e inmarcesible...
pareciera que comienzo a aferrarme a esta melodía, como el peluche que abrazo todas las noches para sentirme más segura y lograr dormir.
se ha convertido en los flashbacks de momentos y sentires de apego y vehemencia, en los que realmente me sentía merecedora de amar y de ser amada.
y no lo voy a negar, no voy a fingir que este sentir del que hablo es algo que no necesito, la verdad es que vivo con el deseo constante de volver a experimentar esa emoción.
vivo con el deseo constante de sentir algo similar, que me haga querer anclar mi cabeza en la realidad para poder apreciar...
hoy solo queda recurrir a esta melodía.
escucharla, abrazarla con mis oídos e imaginar que soy parte de ella para al menos sentir que soy parte de algo bello, como lo es amar.
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debatiendo entre mantenerme con los pies en el suelo o ascender al más allá
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mi cerebro maniaco depresivo
días energéticos, euforia recorriendo mis venas
sin apetito, insomnio desenfrenado e inquietud constante
desesperación por sentir algo, por algún tacto o una simple mirada
miradas lascivas, hipersexualización con tal de recibir atención
atención superficial y vacía pero llenadora temporal de un hueco desesperado por emoción, por deseo
me endioso, me revivo, imparable por esta sensación adrenalinica de poder hacerlo todo, arriesgándome por sentir
pero así como hay subidas hay bajadas, tales dignas de llamar montaña rusa, solo que la bajada pareciera eterna y la subida es tan efímera como caotica
bajando, bajando y no paro de bajar
otra vez sin apetito, otra vez insomnio, pero desganado
que sin esperanza, sin emoción, pudor
vacío, ya no está aquella atención llenando, ni tampoco quiero que lo haga
no quiero la atención de nadie, solo quiero tiempo a solas para perderme en el agujero negro de mi cabeza
horas de auto flagelación mental, pensamientos autodestructivos y descuidado personal
sin salida, sin luz para si quiera ver y buscar alguna
duermo para no sentir el peso de mi cuerpo, para no sentir el peso de mi existencia
y apagar, aunque sea por un momento, mi cabeza pensante con visión catastrófica y pesimista
duermo, hasta sentir por un momento que no estoy en el plano terrenal de este mundo
duermo, hasta que, la obra vibrante y energética vuelve a mi cuerpo creyendo ilusa que volvió para quedarse
porque la manía es mejor que el no sentir nada
me levanto, abro las cortinas para recibir la emanadora luz del sol
y pienso, aquí vamos otra vez
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hoy es uno de esos días en los que no hay esperanza
ni un poco, nada, cero
y honestamente no sé que hacer para volver a tenerla
siento que me estoy volviendo loca, no me gusta esta versión de mí
tampoco me gustó la versión pasada, ni tampoco me gustará la que viene, si es que hay
pero ya estoy cansada de eso, de que no me guste ninguna versión de mí
no me gusta como pienso, como percibo y sobretodo, no me gusta como siento
estoy exhausta de sentirlo todo o de sentirlo nada
de no poder ser capaz de controlar mis emociones o de no poder sentirlas
estoy exhausta de pensar tanto
de pensar en el ayer o en el mañana,
pero no ser consciente de lo que soy en el presente,
porque no importa lo que haya frente a mí en este segundo,
el sentimiento abrumador de que lo no fui y de lo que seré se mantiene sobre mí como una nube gris
y estoy exhausta de eso, de todo, de mí
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