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Obligación vs Libertad
Transitas tus días en lo rutinario, decides a cada instante aun sin siquiera registrarlo. Tu mente crea mapas de la realidad y forma una manera de ser y hacer. En medio de todo, información a montones se cruza en tu camino y decides que guardar y que no, hasta que en un momento dejas de registrar, sin importar si es valioso o no, para desechar todo lo restante que venga. Así es como opera nuestro cerebro en lo diario y frente al agotamiento recurre a estos métodos. Es justo este accionar el que nos lleva a aceptar sin preguntar, al afirmar sin saber y al decidir sin importar.
La sociedad crea. modifica, presiona, estudia y en medio del cambio vertiginoso te lleva a ser un decisor en apuros, mientras la velocidad juega su rol principal: llevarte al estado de fatiga, pues pensaras la primera elección, pero no la última.
Te dirán que se te ha dado la libertad para elegir y junto con esta la obligación de decidir y teniendo en cuenta que la libertad es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la propia voluntad están en lo correcto pues quien decide eres tú, pero ¿Podrá alguien frenar las agujas del reloj de la sociedad para detenerse a elegir?
Somos estudiados en nuestra manera de ser y pensar para llevarnos hacia el puerto de una única elección sintiendo que somos nosotros quien lo elegimos.
La época favorita son las elecciones donde la gran maquinaria se pone en acción. Cada jugador saca sus fichas y el tablero de ajedrez se arma en la mesa. Debes ser buen estratega si pretendes ganar, sacrificar a tu reina, vender tus valores, corromper tu ética y sin importar el precio que debas pagar, jamás abandonar. El mejor manipulador se llevará el trono de la codicia.
Dentro de las muchas frases destacadas acerca de la libertad citare a Elbert Hubbad filósofo estadounidense: “La responsabilidad es el precio de la libertad”. El poder decidir conlleva el ser responsable por aquello decidido y la sociedad te lo hará saber, marcara tu “error” y el cómo eso los ha llevado a la ruina, como si alguien pudiera ser responsable por las promesas no cumplidas de las campañas.
Si te niegas a elegir te dirán muchos han muerto para que hoy puedas elegir, esto me llevo a pensar si de verdad esto era así. Empezando por nuestro continente desde San Martin hasta Belgrano grandes próceres que han luchado por las banderas y colores que hoy portamos, pero en el fondo de estas luchas se escucha un solo grito, un solo clamor, LIBERTAD.
“Oíd, mortales, el grito sagrado: "¡Libertad, libertad, libertad!" Oíd el ruido de rotas cadenas, ved en trono a la noble igualdad. Sublime letra que reflejaba las convicciones y valores de alguien más. Quien se atreva a decir que murieron por el derecho a elegir entonces deberá sacar una cita con la versión original del Himno Nacional Argentino.
En la contra cara de esto una sociedad llevada hacia el abismo de los valores y la ética, llevada por el facilismo y la creciente necesidad de la recompensa.
Citando el fragmento de una entrevista a Jorge Etkin, referente en la administración nacional semiología y politólogo quien por el dos mil decía esto: “¿Cuáles son las características de la perversidad en el plano de las organizaciones y otros sistemas sociales? Son un tipo de relación y practicas sociales que producen daño, dolor o discriminación a sus miembros a clientes y usuarios, a los demás ciudadanos. Los promotores no usan la violencia física o el poder represivo. Aprovechan las carencias, usan el discurso y la ideología. Ocurre cuando ciertos grupos de interés, sus cómplices y colaboradores solo piensan en los beneficios de su desviación ética, a pesar del dolor y la injusticia que producen. Perverso porque atrapa a las víctimas que toman ese daño como el menor de los males. No hablo de personas malsanas o perversos originarios. Son inmorales que saben lo que hacen, personas educadas que solo piensan en "salvarse" argumentando que eso es la muestra de su capacidad.”
Un retrato de la dura realidad, aunque cueste admitir, él lo denominó “La trama perversa” donde cada uno es parte de una estructura sostenida por sus integrantes, personas que han sido coartadas en la posibilidad de elegir frente a la realidad de su necesidad.
Frente a esto solo una cosa más por decir, siempre tendrás la opción de elegir, pero debes detenerte a pensar que hay delante de tu mesa y frente a la falta de alternativas decidir no elegir también es parte de tu libertad. Como he dicho antes si el sistema te defrauda quítale tu apoyo, no seas cómplice, no vendas tus valores, no te vacíes de moral, no ejerzas la dualidad ética y si haces eso, tal vez entonces, empieces a recorrer el camino hacia la libertad.
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No tan personales
Según la ley tenemos una clase de derechos llamados derechos personalísimos. Estos están contemplados para guardar nuestras vidas de cualquier daño que pudieran causarnos.
Estos son innatos, es decir que nacen juntamente con nosotros, vitalicios, que duran toda la vida, imprescriptibles que no se vencen con el paso del tiempo y extrapatrimoniales que no se pueden vender.
Son algunos de estos el derecho a la imagen, al honor, a la intimidad, etc.
En uno de artículos del C.C.y.C (Codigo Civil y Comercial) (Art. 55) desarrolla el concepto de la disposición de los derechos personalísimos y dice lo siguiente:
“el consentimiento para la disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la ley, la moral y las buenas costumbres. Este consentimiento no se presume, es de interpretación restrictiva, y libremente revocable.”
Es decir que nos cuida hasta de nosotros mismos, es por eso que son extrapatrimoniales y no pueden vender o canjear, justamente las características de estos derechos son las que nos describen como personas en situaciones normales, es decir que en lo cotidiano nosotros personas no nos gusta que nos quiten la dignidad, el honor, nuestra intimidad o el respeto asique vamos por la vida cuidando de estos sin siquiera darnos cuenta, como describía antes vienen innatos y lo hacemos sin prestarle atención.
Sin embargo muchas veces abrogamos derechos reclamándolos como fundamentales pero al mismo tiempo vamos en detrimento de muchos otros, por ejemplo, comúnmente escuchamos que se debe respetar el derecho a la libertad de hacer con nuestra vida lo que se quiera siempre y cuando no afecte al otro. Ahora si bien es verdad que tenemos que tener este derecho pero veamos que sucede con los otros derechos.
Como nuestro punto de partida traeremos a la mesa el tan discutido tema del consumo de drogas y su despenalización. Suponiendo que reclamo el derecho a ser un consumidor de algún tipo de drogas se llame natural o artificial, como ser la marihuana o estupefacientes, alucinógenos, etc, analicemos que sucede con mis otros derechos.
He tomado el derecho a la libertad como mi premisa y me amparo en la Ley que así lo describe en su artículo 19 la Constitución Nacional.
Decido ser consumidor porque considero que es mi relax, me gusta o me saca de los problemas de mi realidad. En este punto lo que no se tomo en cuenta es todos los demás derechos que viole solo por exigir uno ya que ¿Quién toma en cuenta que la acción que hago no produzca efectos adversos a mi mismo? Si tengo derecho a la intimidad o a la imagen y por el consumir determinada sustancia produce que pierda la noción de la realidad, exponiéndome a actos violentos hacia los demás o la posibilidad de quedar tirado en algún rincón poniendo en juego hasta mi propia vida ¿No es más de un derecho el que viole? O ¿Acaso no tiene la intimidad, la honra el mismo peso que mi libertad?
Ahora muchos podrían decir mi caso no afecta nadie soy un consumidor de marihuana pasivo que lo hago en mi casa sin molestar a nadie por lo que no tendrían que mostrarlo como una violación a ningún derecho.
Según el C.C.y.C dentro de la descripción del término persona dice que poseen aptitud: la capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones.
En 2008 se hizo un estudio en Australia acerca del efecto por consumo de Marihuana y los resultados que arrojaron fueron que su uso prolongado produce anormalidades en el cerebro como falta de coordinación, desorientación, somnolencia, depresión y además tiene un 50% más de sustancias de sustancia que causan el cáncer. Los fumadores de toda la vida a menudo sufren de bronquitis y se ha demostrado la conexión entre el uso de marihuana y la psicosis. El consumo de grandes cantidades produce que las funciones mentales tiendan a disminuir produciendo retardos en el habla y los reflejos.
A lo que pretendo llegar es que tal vez el consumo de esto hace que la capacidad de una persona peligre así anulando mas derechos aun y es por eso que la ley estipula que solo se da la habilitación de estos derechos siempre y cuando no vayamos hasta en contra de nosotros mismos. Se podría decir que tal vez exista casos donde todo lo expuesto anteriormente no sea de esa manera, pero a la defensa se dice que la Ley una vez promulgada estimula conducta por lo que no solo dejaríamos que muchos destruyan sus propios derechos sino que además incitaríamos a otros a que lo hagan solo para salvaguardar los derechos de unos pocos.
Nuestros derechos cuidan de nosotros, de nuestras conductas y hasta ponen límites para aquellas situaciones en donde no tenemos la mayor claridad y encuadran a nuestras emociones evitando que nos lastimemos ni aquellos más cercanos.
Es por eso que si alguien intenta suicidarse la ley prevé un marco de contención para evitar perder nuestro derecho fundamental que es a la vida ya que sin vida no podríamos obtener ningún otro.
Ahora la pregunta es ¿Por qué si se cuida tanto el derecho de la vida (y la vida como un todo no como algo aislado) estamos tanto tiempo yendo en contra de la misma? ¿Por qué algo que para muchos es tan preciado y luchan por mantenerlos nos damos el lujo de despreciarlo?
Aunque sea así existe lo supremo que esta para cuidar que no busquemos lo extremo y es justo por eso que aunque reclamemos que se trata de derechos personales algo nos dice que no son tan personales.
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