Tumgik
Text
Otra vez
La quieren más.
Si, a ella la quieren más.
¿Cómo no hacerlo? Si es simpática, sonriente, complaciente.
No tiene un “no” como respuesta, a todo le encuentra la vuelta.
Ella es ansiedad pura, pensamientos, avenidas e idas.
Medio un frenesí. Si.
Mil planes, demasiadas flores, y muchas certezas.
Mil planes, demasiadas flores que se marchitan, todas las dudas.
Cien planes, flores artificiales, no se sabe que piensa.
Piensa.
Acaso, ¿saben que piensa? ¿Cómo es ella?
La quieren menos.
Si, a ella la quieren menos.
¿Cómo no hacerlo? Si es confusa, distante, solitaria.
Tiene un “pero” por cada idea, con todo se marea.
Ella es desmotivación pura, atormento, laberintos.
Medio la nada. Si.
Muchos sueños, demasiadas preocupaciones, no sabe que piensa.
Muchos sueños, ninguna preocupación, todas las dudas.
Un sueño roto, nada, y muchas certezas.
Certezas.
Acaso, ¿saben que piensa? ¿Cómo es ella?
Ella no es ella y ella no es ella.
Ella no soy yo. Ella, tampoco.
Tan distintas y tan una.
No existimos sin la otra.
1 note · View note
Text
Podria escribir mil cosas.
Excursarme de que no escribo una poesía
porque la poesía soy yo.
Copiar alguna cancion mainstream
y decir que lo que tengo de buena lo tengo de mala.
Hablar de lo natural de mi cuerpo aunque haya seleccionado minuciosamente cada foto.
Jugar a lo seguro, a provocar
a lo sexy.
Rozar lo difícil de sacar fotos
con intención artística.
O simplemente, decir la verdad.
Asumir la realidad,
corriente y no tan aburrida,
de un domingo de lluvia.
1 note · View note
Text
Mi cuerpo.
Lugar donde habito, pero no termino de conocer.
Mil curvas, mis huecos.
Ni simetría ni rectas.
Círculos.
En mi pelo, en mi espalda, en mis lunares, en mis idas y avenidas.
Soy más caminos, que persona.
Vueltas donde me pierdo tratando de asimilar que me habito, y no queda de otra.
Me habito los mambos que no quiero y las convicciones que si.
Me habito entera y, a veces, mudo de piel.
En algunas pieles bailo sin ropa, me sonrojo, me tocan y toco también.
En otras, soy con el viento, medito, lloro, suspiro y escribo.
Mi cuerpo, lugar en el que habito, tratando de conocer todas las pieles que puedo ser.
0 notes
Text
Mil recetas que enamoren a otro alguien.
Camaleón, las mil caras de una sola moneda.
Contorsionista de risas.
La sutileza del milimétrico cambio.
Una, ninguna y todas.
Hallazgo en todo y nada.
0 notes
Text
Dicen...
Dicen que la tercera es la vencida. 
Hoy fue la tercera vez que casi pierdo el control en un mes. 
Aunque, la primera no cuenta, porque si lo perdí. 
Y la segunda vez, lo perdí por minutos. 
Bueno! 
Esta vez es la primera vez que casi pierdo la razón.
Se siente raro, porque sabés que perdiste algo pero no recuerdas qué, porque cuando despertaste estabas en otro lado distinto al lugar donde empezaste. 
¿Donde empecé?  
Es chistoso, no se donde empieza ni termina mi cuerpo, pero quiero saber donde empezó todo. 
No es la primera vez que tengo miedo, convivo con la certeza de que soy propensa a muchas cosas, ¿se podrá cambiar? 
No hablo de los fallos, hablo de dejar de tener miedo. 
Porque siempre que confío vuelve a pasar, como un analema. 
Supuestamente no es valiente, el que no posee miedo, sino aquel que aun con miedo se lanza igual. 
¿y si me lanzo quién se supone que me salva? 
¿yo? 
0 notes
Text
Me gusta mirar mi patio. 
Hay flores, plantas, gatos, viento, mariquitas y abejas. 
Suele ser silencioso. 
Hay mucho sol. 
Me gusta
Necesito mirarlo para sentirme viva. 
Me asfixia no poder mirar para afuera, aunque sea de noche. 
Mi casa no es mi cárcel. 
¿Entonces por qué tanto vacío? 
0 notes
Text
25
Leí que esa sensación de ahogo son los músculos contrayéndose a causa del estado de alerta. 
Leí que el dolor en la nuca, es la tensión muscular haciéndose presente y produciendo contracturas.
Leí que cada forma de descargarse, es el mecanismo de algunas mentes para liberar sentimientos con los cuales no pueden lidiar.   
Leí que pasa. 
Leí que no es muerte, sino sensación.
Leí que es sentimiento, no realidad. 
Leí tantas cosas y ninguna me calma, porque puedo jurar que no miento cuando digo que no me acuerdo, que tengo lagunas. 
Juro que la soledad se siente aunque no se vea, y no solo en el pecho, sino en el ambiente, estiro los dedos y existe. 
Que no solo duele la espalda, a veces son los dientes, son los pelos y muchas otras, el alma. 
Se siente pesado,son los sueños. 
Dejame decirte, que estoy cansada y son los pensamientos. 
Quizás sea imaginación esto de tocar mi cuerpo y no sentirlo, de que me retumbe mi cabeza, de distinguir mínimo 2 voces opuestas...
Pasa lento el tiempo cuando todo esta en mi cabeza. 
Leí que hay que ser positivo. 
Leí que no hay que estar en exceso ni el pasado, ni el presente, ni en el futuro. 
Leí que estar felíz se puede, porque es un momento, pero ser felíz no, porque no es eterno. 
Leí, que en familia es mejor, que con amor se cura. 
Leí que cuando haces todo lo que te gusta, se vive mejor.
Pero lloro de tristeza aunque esté soleado. Y lloro internamente cada vez que escucho un “te quiero”. 
Me estremecen los abrazos, me hacen sentir expuesta.
Me siento pequeña, y no hablo de la edad. 
La grandeza se me va cuando miro a los demás. 
Leí que se puede. 
Leí ... 
Leí 
Y
Leí. 
0 notes
Text
Quisiera siempre arrullarte cuando llores, pero no puedo, no porque no quiera sino porque el abrazo sin comprensión es el silencio de una mirada sin empatía. 
Suelo decir que hay un amor-odio entrenos pero soy una fiel creyente de que eso no existe, que el odio es amor no correspondido como pensábamos y que conlleva algún dolor difícil de asumir, muy complicado de trabajar. Concluyó así, que no se que me pasa, pero me duele que no me quieras como quiero, como necesito, cómo me urge que me quieras. Sanamente.  
Predicó que amamos como nos enseñaron, y como aprendimos del mundo. Pienso quién te enseñó a amar, si te habrán roto el corazón con alguna canción o con algún mensaje, que leíste qué te hizo creer y confirmar “que con el amor no alcanza” justificando pisar hojas por florecer y romper papeles en el abismo. 
Pequeña niña de ojos verdes, te escondes en tus palabras y libros pero dejame decirte que se te nota rota, pequeña e inmadura. No es insulto, no, es dejarte querer. 
A veces te culpo, quizás demasiado. 
A veces culpo a otros, quizás demasiado.
No siempre te entiendo. 
Pero estoy dispuesta a mostrarte mi forma de querer, no necesitas adoptarla, pero por favor, escuchala. Porque te quiero, como me enseñaste, cómo aprendí, no sé de otra manera, puedo aprender, pero te quiero, y eso es lo que cuenta. 
0 notes
Text
Yellow
En el aire, las flores suspendidas de una piel tensa. 
Sonreí, y vos a mi. 
Apagué la luz.
Subiste el volumen y una madera cálida nos invito a recostarnos.
Tan amarillo. 
En lugar de un “adiós”, tu silencio demostró tu partida. 
Sonreí, y vos a mi. 
Apagué la luz, igual que otras veces, pero esta era diferente,
Puedo decir que no lo sabía pero no es así. 
Las flores suspendidas y la suspensión a flor de piel.
0 notes
Text
Pizarron
No sé donde lo vi antes, bah si lo sé, pasa que no es tan romántico. 
Una película de terror, sí, ahí fue, no recuerdo si en alguna de amor. Creo que no.
La película. 
Una chica loca, mata a todos pero no lo recuerda, hasta que si lo recuerda y vuelve a matar! Muy alejado de mi realidad, o... Eso quiero pensar. 
En fin, una cocina, un pizarron, menús del día, paredes blancas, mucho espacio, un sueño, mi sueño. 
Siempre quise un pizarron, una casa, y con ella la persona indicada. Todo en combo o nada. Día a día nos escribiríamos cuanto nos amábamos, que plato rico, quizás sorpresa, íbamos a degustar, y luego, por arte de magia, quién sabe,nos íbamos a casar y a formar una familia. Seriamos, en mis sueños, amantes de los pequeños detalles y nuestra relación seria un viaje de ida, nunca de vuelta, lleno de aventuras y estabilidad. Sobre todo esto ultimo, un rayo de luz entre mis tinieblas mas horribles. 
Estabilidad. 
Que difícil, ¿no? 
Sucede que ya tenia un pizarron, una pared y una persona, pero, algo seguía sin funcionar. Siempre volvía a mis orillas, a pensar y pensar, ¿qué había salido mal? ¿Por qué mi pizarron no se veía tan lindo? ¿Por qué había viajes tan silenciosos? ¿Por que me dormía llorando? y ¿Por que deje de escucharme? 
Tarde. 
Caí en la realidad.
No le había contado a mi(s) persona(s) aspirante(s) al cargo de especial sobre mi sueño del pizarron. Mucho viajes, muchas vueltas, muchas olas, camas y risas, buenos y malos momentos, pero nunca la oportunidad de hablar sobre mi pizarron. 
Resignada, llegue a la idea de que realmente no me entusiasmaba tanto el pizarron, porque si realmente lo hiciera, le hubiese contado a alguien sobre él.
Pausa. Horas. Días. Tiempo. 
No recuerdo cuanto tiempo paso, hasta que lo volví a ver. 
Abajo de mis peluches, en un ropero que ya no era mio, en una casa donde ya no vivía. 
Esperando. 
Ahora esta colgado, en nuestra cocina. 
¿Nuestra? Sí! 
Y es porque nunca importo el pizarron, aunque yo dijera que si, sino la persona. 
¿QUÉ DIGO? 
Era la llegada de la persona, que no solo me mereciera y mereciera un pizarron, sino que también quisiera un pizarron. 
Mi amante de los detalles simples, viajero solo de ida, aventuras y sonrisas. 
Mi sonrojo producto de cada trazo de tiza. 
Mi vueltas a la orilla, a pensar pero nunca sola. 
Viajes en silencio nunca incómodos, mis noches de temas resueltos y dialogados. 
Un espacio, ignoro si grande o pequeño, paredes de color ¿A quién le importa cuál?, una cocina, muchas veces sucia.
Lindo. 
No hay anillo, no sé si nos vamos a casar. 
La magia de la semilla no nos ha tocado. 
Pero no me preocupo porque hay un pizarron. 
0 notes
Text
Flores.
Si alguien me hubiera dicho ayer que la leñadora era yo, no le hubiese creído.
Siempre supe que el otoño llega, todos los años, de manera cíclica, a destiempo y sin aviso, pero llega. Por eso, tenía protegidas mis ramas y hojas, contra el frío, la caída, y hasta el desamor.  Cuan aferrada estaba a esas hojas ! No pensé que cuidandolas, no me dejaba crecer ni preparar para la verdadera primavera
Quizás no quería creer.
Tengo la convicción de que nacemos sabiendo que el tiempo pasa y nos hacemos viejos. Nuestro árbol también, no importa si esta bien plantado, si lo cuidamos, si vivimos en una primavera eterna. Nacemos sabiendo, crecemos aprendiendo esto, y aun así, nos olvidamos de este pequeño y gran detalle.
Yo lo olvidé.
Pensaba:  ´´Si construyo un invernadero, estaré bien’‘ . Tenía lógica, en primavera las hojas no se marchitan, nada se echa a perder. Pero tampoco se renuevan, ni cumplen su ciclo, ni se van.
El principio del fin. 
 Hubo hojas que con el tiempo no querían estar mas allí, otras que me pesaban, dos o tres que enfermaron, y yo empeñada, en sostener lo insostenible, intentando sanar cada nervadura. Otras personas quisieron ayudar pero el árbol es de uno, solo de uno, nuestra carta de presentación, nuestro espejo y sostén.
Enfermé. 
Yo, mis hojas, todas, hasta las que no se lo merecían. 
Mi tronco, se cayó la fortaleza.
Todo mi árbol, marchito. Todo, o al menos eso creí, sentí. 
Frustrada y dolida, no podía entender como sembrando primavera, coseché invierno. Como me había hecho esto, porque si, lo hice yo. Y pensando así, camine, desesperada, buscando algo con que cubrirme y tapar todo el desastre. Encontré flores, me sentí afortunada porque a pesar de ser falsas, tenían el color suficiente para direccionar la atención hacia ellas y no hacia mis verdaderas hojas. 
Fui feliz, eso me convencí de creer. 
Mucho tiempo estuve disfrazada, conociendo flores, opacas pero servián. Me olvidé de que antes tenía flores, muchísimo mejores, no porque fueran mas buenas, sino porque eran mías, con unas nací, con otras aprendí, y con otras fui realmente felices: en cambio, con estas, con mas sombras que luces, solo me sentía incompleta. 
No era su culpa, yo la elegí y no eran para mí. 
Como buena(s) hoja(s) falsa, se fue(ron) a otros árboles, haciendo tanto ruido al irse que no logre escuchar mi propia voz por un tiempo, quedé aturdida, sorda, ciega. Algunas hojas se quedaron, solo por diversión, era entretenido ver como desmoronaba, y yo, inmóvil incapaz de deshacerme de ellas, pensando que era lo único que me quedaba de vida.
Por suerte.
Un buen día, me percaté, que entre tanto crujido incesante, de tantas despedidas y lágrimas, al lado mio, enredadas  entre mis hojas estaban otras ramas, con flores hermosas, familiares y coloridas. Esas flores habían creado la semilla que me cosechó, eran las flores de dos árboles más grandes que mis miedos y errores. Jamás me había puesto a pensar, que de tantas flores que estaban dispuestos a regalarme, de tanto amor que querían darme, se habían convertido en mis raíces. De esos dos, yo nacía, al fin y al cabo ellos me habían soñado mucho antes de que yo existiera.
Intactas.
Revisé mis raíces, creía que todo mi árbol se venía abajo, yo que me equivoqué tantas veces, nunca me había equivocado tanto en mi vida como en ese pensamiento. Ahí estaban intactas. Todas mis convicciones, sueños y esperanzas, de dónde venía y a dónde quería ir. Todo lo que era.
Fuerte. 
Asi me senti porque, no solo tenía raíces, mías y compartidas, sino que también un capullo nuevo que empezaba a florecer, de una hoja que me había acompañado desde hace años y aunque la daba por débil ahí estaba firme. Fui en busca del creador de esa flor, fiel y viejo amigo. Me tome sus consejos, me alimente de su fortaleza, me calme con sus palabras y...
Decidí, por primera vez, me decidí.
Me talé.
Talé mi árbol. 
Me rompí, me quemé, deje ir. 
Solté. 
Si alguien me hubiera dicho ayer que la leñadora era yo, no le hubiese creído. Pero ahí estaba, metamorfosis pura. 
Aún siento ramas que no están, lloro hojas que sanamente deje ir, me siento mal, me enojo y me frustro. Pero intento, por primera vez, intento ser mi fiel compañera. Escucharme, sentirme y crear mi árbol. 
0 notes
Text
Elvira
Una píldora de cianuro y 99 píldoras de azúcar.
Al principio parece fácil y voluntario, en realidad, lo es.
Entre más peligroso parezca más gratificante es.
Empieza el circulo vicioso de polvillos.
Formas espirales, entran y se quedan en el cuerpo, está bien porque es su función.
Un acto así solamente puede ser acompañado de música Ópera, cobarde y resentido.
La magnitud del miedo y las ganas de vivir se presentan.
Ahora son 999 píldoras de azúcar y una de cianuro, la ruleta rusa consciente.
Pero el azar que siempre interviene vuelve el circulo controlable de espirales en nuestro miedo, miedo fácil de deshacer pero difícil de olvidar.
El cianuro no gana pero cómo hemos de morir si o si, es como si esta metáfora ganara de igual manera, esfuerzos en vano porque de esto nadie escapa.
0 notes
Text
Distingo una silueta que en pocos segundos se vuelve femenina. El suelo se cae debajo mío, se quien es, y quiero acercarme. Sentada en el lugar donde la abandoné, hamacando sus pies de un lado a otro sin tocar el suelo, sabe como ser hermosa, me parte en dos sentirla triste. Dicen que la curiosidad mató al gato pero a mi me mató este amor enfermizo al que decido volver.
Como si el tiempo no hubiera pasado, sigue igual de siniestra, lujuriosa y tajante que siempre, la combinación perfecta para llegar al abismo. Oscuro y profundo abismo destinado a las personas tontas que la abrazan ciegamente y la complacen, reencarnación de sirena.
Me siento helada y errante, pero decido caminar hacia ella, a pocos metros comienzo a temblar, se ríe sin culpa, sabe de mi temor. Temor de entrar en su perfume y enredarme en sus tantas curvas, idas, venidas, vueltas, diagonales espirales.
Y entonces… Quedamos a pocos centímetros, un universo de moléculas. La recibo con el pulso alocado, me inunda de canciones, voces… En un flash me agarra del cuello, lo presiona fuerte y empieza con el ya conocido discurso, de que soy suya, de que jamas se habia ido, que jamás se irá, de que me observó mientras la traicionaba, de que jamás me vuelva a reír sin pensar en ella, que como logré salir sin ella, que es espejo eterno de mi máscara y no existo. Que si la abandono de nuevo me quitara mis aires.
Me logra corromper y la abrazo llorando, la siento victoriosa porque sabe que esta noche me quedaré oyendo sus relatos. Me acaricia suavemente y me acuesta en su regazo, sabe como ser hermosa. Me recuerda que ella es Anastasia, la que siempre resucita.
Las horas pasarán lentas ante mis ojos, resentidos, pero me siento bien si ella está tranquila, porque entonces no será tan cruel conmigo. El sacrificio me parece poco, quedarme con ella hasta que el primer pájaro le cante al sol, solo entonces, el sueño saludara a mi insomnio.
1 note · View note
Text
Aceptacion
Espejo.
Reflejo.
No siento que sea yo.
Pero lo soy.
¿lo soy?
Negación.
0 notes
Text
¿Qué es esa luz al final del camino?
El encuentro entre lo deseado y lo temido. No mas dolor, pero ¿acaso no significa también no más risas?
0 notes
Text
Tener demasiado tiempo. 24 hs. Dias. Años. Soles. Lunas. No saber relajarse. Ni en invierno, ni en verano. Con amigos. Sin ellos. Tener demasiadas cosas para aprovechar. Libros. Musica. Paisajes. Compañias. Pero no poder ser mas que una estatua, mascara firme, ocultando verdades.
0 notes
Text
El brillo de la pantalla alumbra mi rostro, me encuentro en la penumbra. Hay silencio y tengo insomnio. Soy adicta a las malas combinaciones. Ponerme a pensar en que no me encuentro, buscarme, encontrarme en el fondo de un pasillo revestido de recuerdos, y pensar en el deseo de perderme de nuevo, no encontrarme. Un auto pasa y me distrae, sí es que realmente algo puede distraerme. Perder el poder de poner la mente en blanco es una maldición, ¿qué se sentirá no pensar en nada? ¿Qué se sentirá sentir? Se siente el vacío, juraria que lo puedo tocar y saber que es verídico. Preferiría estar en otra parte, quizás en otro año o quizás no. Espero la detención del tiempo , el cansancio de la mente. Desearía poder dormir. Pero se que será larga la noche.
0 notes