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Lo ha pedido ella y sin embargo cuando lo recibe suelta un aspaviento. Hasta el último segundo ha sido incapaz de creerse que iba a pasar, igual la rubia le acababa mordiendo como hace a veces.
Pero recibe el beso. Un simple beso en la mejila, pero un beso suave y que le sabe tan sumamente dulce... Que pierde el equilibrio durante unos segundos. Apoya la espalda en la cerca y apoya los brazos sobre esta. Sigue teniendo una expresión de sorpresa y las mejillas sonrojadas.
¡WOW! Ahora que lo ha procesado, el cosquilleo le ha llenado de tantísima energía... Que se tira al suelo y hace veinte flexiones rápidas. Woooooaaaww!!
Se pone de pie de un salto. WOW! Pega otro salto. Y uno más en el que hace gestos de victoria con un puño. ¡Tomayatomaya! Y pega otro salto en el que hace chocar sus talones de una forma cómica.
Se vuelve a apoyar en el tablón superior de la valla, esta vez con solo un codo. Tiene una cara de estar completamente atontada, que no tontorrona. Se la ve demasiado satisfecha. Sssssso... Heh... Heheh... You are in a great mood I see, wow... Heh... Qué sorpresa... Heh... Hehe...
¿Tan bien lo pasaste anoche con Satan's Bride?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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Bueno experta tampoco, mi padre sabe más. Yo solo sé alguna cosa por trabajar en la granja... Y porque mi padre me lo explicaba, he really loves farms and... W-Well. Una vez fuimos a ver la granja de unos conocidos, que tenían a las miltank y a los grumpigs para carne... Hace una mueca. Brutal.
L-Like a puppy? La verdad es que como no se da cuenta cuando lo hace, tampoco se da cuenta cuando no. Ahora desearía poder controlarlo.
O-Oh... If.... If that's the case.... Aún super sonrojada y nerviosa, se señala un punto de la mejilla derecha. Siempre he... Tenido mucho complejo con este trozo de mi cara... No hay nada en él. Mira a Catalina por debajo de sus cejas, casi parece inocente. Muyyy grande...
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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Por lo que estoy viendo, igual no quieres tomar este rancho como el rancho medio. Tuerce el labio. Por cómo interactúan con sus animales, y por lo sanos y contentos que parecen... Me da la sensación de que aquí les tratan como Pokémon primero y como ganado después. Por desgracia el estándar suele ser mucho más cruel...
Mira a Catalina. Aquí producen leche, sin embargo he visto pocos terneros, no todas sus miltanks están embarazadas y de las que hemos sacado leche las ubres estaban sanas y no tenían el vientre hinchado ni colgante... Que suele pasar cuando se les fuerza a parir demasiado. Hace un gesto con la cabeza. Y tienen el tamaño que deberían de tener, no parecen estar hinchadas a hormo-
... Tan rápido ha sido que no lo ha registrado hasta ahora. Wait... Se toca la frente, roja como un tomate. DI-DID YOU JUST... KISS MY FOREHEAD?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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La verdad es que se queda bastante blanda cuando la rubia le toca tanto el pelo y la cara. Hoy está recibiendo muchos mimos por su parte, está en la gloria.
No le falta razón, tiene las orejas bastante grandes. Ya tenía el lóbulo bastante colgante antes de hacerse las dilataciones.
¿Sabes? De peque no me gustaba enseñar la frente porque tengo una cosita aquí. Es verdad que tiene como un arañazo viejo en la parte superior izquierda, pero en todo caso debía estar más presente en su infancia que ahora. Y me llamaban Harry Potter pero a mi no me gustaban esas pelis. ¡Y además no se parecía!
But "handsome", wow... Well, I better keep my fringe like this if I want to hear that more often. Le dedica una sonrisa coqueta.
Sure, sure.... Niega con la cabeza, sonriendo juguetona. You can be so weird sometimes~ Claramente le parece cuco que tenga sus intereses pese a que no los entienda.
Se acerca a la zona de las wooloos y se apoya en la cerca. Heh, parece que ahora en verano las llevan más rapaditas... Pero wow, aún así su lana parece esponjosa... Se nota que las cuidan bien.
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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Es difícil que Malachy vaya a volver a tener ese peinado con el que Catalina la conoció justo por lo que le dijo de que se lo está dejando crecer. Así que cuando se lo peina como siempre, la parte mas larga del flequillo que antes le llegaba a las cejas ahora le llega hasta la punta de la nariz.
A Malachy no le molesta tener el pelo en la cara, incluso cuando lo tenía largo lo permitía. Igual al tener los ojos caídos no le molestaba tanto tener el pelo sobre estos, o igual es pura costumbre. Por ella, se lo hubiera dejado crecer así sin problemas.
Pero cuando Catalina le hace una ralla en medio para enmarcarle la cara y verle sus cejas de príncipe, nota cierto alivo. Tanto en su campo visual como en cuanto a calor. O al menos, eso ayuda a que no le incomode tanto la sensación de llevar el pelo de una forma nueva. Hello there! Ríe un poco, por hacer la broma y porque las caricias han sido agradables.
S-Stud?! Y se sonroja de golpe ante el comentario. Se rasca la mejilla, halagada. Wait... R-Really? ¿Te gusta cómo me queda? Nunca... Me he hecho la ralla ni nada de eso...
Mira sus notas. Heh... You can be sooooo nerdy sometimes. Empieza a pasear, con los brazos detrás de la cabeza. Pero uff, qué bien sienta respirar aire puro, ¿no crees?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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Great! Vuelve a recoger la pelota y esta vez se la lanza hacia donde van a caminar, el camino entre las cercas.
¿Mh? Se iba a arrodillar, pero entre que no ha dicho que se arrodille y se acaba de limpiar, se limita agacharse, posando sus manos en sus rodillas. ¿Qué pasa?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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That is one way to put it, I guess. Asiente lentamente. No, realmente no tiene ninguna objeción a que Regina la llame cuando la necesite. Para eso está, cree.
Se estaba acariciando el anillo del trébol que había guardado en su bolsillo.
Mira a Regina, vacilante, dubitativa. Hace el amago de sacarlo.
...
Pero se detiene al último momento. No le parece el momento adecuado, hay algo dentro de ella que la hace pararse y ese instinto se reafirma cuando ve la expresión de Catalina y la reacción a esas palabras que le han salido del corazón.
...Nada. Desvía la mirada, aparta la mano de su bolsillo y se pone de pie. Joe, no veas cómo me he puesto... Se desempolva un poco las rodillas.
¿Quieres que paseemos por el rancho juntas? Me he quedado con ganas de saludar a las wooloos... And I promised I would play with those two. Señala a las perras, que ahora le traen la pelota.
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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No hago el tonto... Apoya la frente en su muslo aprovechando que la tiene cerra. Es que me desarmas completamente... Me has quitado las fuerzas para estar de pie... Suspira, se aparta de ella ya alza la mirada. Se la ve, efectivamente, completamente derrotada y enternecida. You are so pretty, it's unfair...
Bueno, como sabía que me necesitabas me he dado más prisa, sí. Le dedica una sonrisa tontorrona. Pero no te creas que he hecho el loco, solo he filtrado cuando he visto que podía hacerlo de forma segura. Ha sido un poco más temeraria de lo que sería llevándola a ella de paquete, claro. I was just a bit too fast on the straights.
...O igual es que estas dos son tan majas que se te ha pasado el rato volando. Ríe un poco.
Se la queda mirando, con esa cara tontorrona. ...Hey, ¿Regina?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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OOOOhohoho, hello little potatoe! Se agacha a acariciar a Shelley y a darle unas buenas palmaditas en esa barriguita que le ofrece. Aren't you the cutest potatoe ever? Loook at you!!!! Hehehe~ Usa una voz aguda pero divertida cuando habla con la pokémon, como si, de ser un niño, quisiera hacerle reír.
Do you want to play with me and big Goldylocks? Ahora que la Arcanine le ha devuelto la pelota, la vuelve a coger y la lanza con más fuerza. Go fetch girls! Shelley sabe que no es tan rápida como Goldy, pero aún así sale disparada a por la pelota, soltando chispitas.
¿Quedarnos a comer? No sé, me sabe mal molestar con lo majas que ya habéis sido...
My, it would not be a bother at all! We are aways happy to have guests for lunch! Le dedica una de sus sonrisas angelicales.
Y entre la sonrisa de Abigail y el ánimo de Mary, no podría decir que no ni aunque no le apeteciera probar la comida del rancho. ¡No se hable más, pues! ¡Nos quedamos!
Se gira a Catalina a ver si eso le parece bien, pero justo la pilla quejándose del vestido y haciendo ese gesto que hace la tela bailar alrededor de sus piernas. ... Cae al suelo, esta vez clavando solo una rodilla en este, pero aún sujetándose el pecho. I-It... Looks too good on you...
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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Well, maybe... But you are wearing the prettiest of drapes. Le dice a su rubia, con un guiño coqueto. Se tiene que recordar cada vez que hay más gente y que le están hablando para dejar de mirarla.
Now that explains why I instantly liked you even thought you are galarian! Suelta una amistosa carcajada, hacia Abigail. A proper Lady indeed.
Yes, I was raised in a farm north of Cork! ¡Tú mujer me ha dejado ordeñar una vaca! Hace el movimiento con las manos y mira a Catalina, contenta. I felt right at home! Heh.
Pero... ¡Vaya! Se asoma por el costado. You have a gorgeous stud!
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Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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Incluso cuando se le acerca mantiene la mirada en ella, aún boquiabierta. Wow... Dice, en un suspirito. Esas caricias la devuelven un poco a la realidad, asi que se levanta y carraspea. N-No, no, estoy... Bien.
Es solo que... Vaya no te esperaba con... Un vestido así. Y-wow es que... Te queda muy bien. Traga saliva. Ya sé que no es tu rollo pero estas... M-Muy guapa.... Cute too.
Tiene un respingo cuando recuerda que había otra persona con Regina. O-Oh, sorry! I am Malachy Callaghan, nice to meet you Abigail-Wow, are you Satan's Bride's twin? You two look a lot alike!
But you have kinder eyes and better hair. Señala el naranja, con una risita.
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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Suelta una carcajada, impresionada por la atención y velocidad de la Arcanine. Damn! ¡La próxima te la lanzo más fuerte!
Se gira hacia Mary. ¡Qué potencia! Y se acaba de girar cuando ve que habla con alguien en la puerta.
Sus ojos se posan en la perrita, luego en el caballo, en Catalina y en Abig-Rápidamente se vuelven a posar sobre Catalina.
Catalina, que nunca antes había visto en un vestido que no sea apretado, ahora lleva un bonito vestido de verano, colorido y de falda volada con pliegues y flores. Un vestido que no es para nada su estilo por ninguno de los elementos que lo conforman y que por ende la hace parecer extra adorable, a parte de lo bien que le queda.
Y todo esto con, para más inri, un sombrero de paja con un lacito.
Una sonrojada Maki cae inmediatamente de rodillas al suelo, boquiabierta, y se lleva una mano al pecho, al corazón. Esa visión es demasiado para ella, ha hecho que su corazón le salte un latido. O igual ha sido un flechazo. W... Woah...?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
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A SECOND dog? Wow... This IS paradise, huh? Suelta una carcajada. Le acepta la pelota como le aceptaba los diez euros a su abuela cada vez que había comida familiar. Understood. Le guiña un ojo.
Sale del granero. Goldylocks, come here pretty girl! Le dice con un tono amigable y finalmente le enseña la pelota. ¿Quieres jugar conmigo, chica? ¿Sí? Coge impulso y lanza la bola con todas sus fuerzas hacia el este, en el camino entre la casa y las cercas de los pokémon. Fetch!
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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Asiente lentamente con el beneplácito de la rubia. Gracias, heh... Cuando le hablo a mis otras amigas del tema son mucho más agresivas, así que me alegra poder escuchar una opinión más... Sabia, heh.
Ooh, really? Mira a Goldy con una sonrisa. Entonces no es solo de trabajo, ¿no? Es tú pokémon, ¡eso mola! Acaricia a la perra un poco. Seguro que era monísima como growlithe. Kanto, huh? Yo viví en China, heh.
Para nosotros los Mabosstiffs eran solo perros de trabajo, del dueño de la granja, y no les podíamos tratar como tal porque tenían que cuidar del ganado. Dormían fuera con las miltanks, y ni siquiera podían entrar en casa, cuando llovía iban al granero. You know how it is with work pokémon, you need to separate...
We could pet them and give them treats after a job well done, but not play with them. Mira a Goldy de reojo. Does she... Like to... Catch balls?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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But you are talking about doing it, that can be talked about, sure... Niega con la cabeza. I am talking about wanting it, the intention...
Being the only one who is excited... I understand that is my role but some times, with important things, it feels... I dont know, empty? Se encoge de hombros. I guess I wish we wanted the same out of it.
I... Want her to be my girlfriend... Confiesa, en un tono más bajo. But I want just as much for her to want to be my girlfriend, if... That makes sense?
Ah, perdona Mary, estoy hablando de cosas un poco... Pesadas. No pretendía echarte todo esto encima, heh... Carraspea, queriendo cambiar de tema para no incomodarla. S-So Arcanine, huh? We use to have mabosstiffs.
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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Aboca la leche en las enormes ollas a las que le ha llevado Mary. Heh... I appreciate that, mate. Que una mujer tan chula como Mary la considere una amiga la pone muy contenta. ¡Lo mismo digo, claro!
Mmmh, no lo sé... Ahora que tiene las manos libres, se puede frotar la nuca. She is very clear when she doesn't want something, and I think she is clear when she does want it most of the time... Aunque aún le cuesta entender algunas de sus señales. But she said she didn't really see the point, so...
Sé que si hablamos de ilusión, siempre me la va a hacer más a mi, vale, porque en general soy más optimista y me gusta enfrentarme así a la vida. But... I don't know. Le recuerda un poco al tema de que Catalina no sacaba las mismas sensaciones que ella cuando lo hacían. Being on the same page could be nice too?
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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No, no, I totally agree with you, it's not like that... It's not like I want to give up! ¡Yo quiero seguir trabajándolo! ¡Cueste lo que cueste! Hincha un poco el pecho, con determinación.
Well, I... Mira a Mary, está sonrojada pero no le da vergüenza pronunciar esas palabras. I really, really, really, really like her! A lot! I like her more as time goes by!
Heh, hoy por ejemplo que me ha llamado tan temprano... Normalmente no tengo que madrugar, porque trabajo de noche, así que me cuesta mucho... Pero ha sido oír su voz y mi cuerpo ha dicho "solo por eso, hoy va a ser un buen día", heh...
Pero... There was... Something we needed to... Work through before we decided to be... The real deal? Suelta un suspiro. A ambas nos han hecho daño antes... En diferentes niveles, pero no va a explicarle la historia de Regina a Mary porque no es su lugar. Así que quería estar cien por cien segura de que estaremos bien antes de... Hacer la gran pregunta, ¿sabes?
She doesn't really... Care either. Tuerce un poco el labio, igual eso también es parte del problema. No lo sé, solo es un poco raro, supongo.
Suerte que se duchó al llegar anoche, porque no le gustaría ir apestando a por Catalina, o tardar más de lo prometido. Se ha puesto un conjunto limpio-todo negro, claro- y ha salido con bastante garbo.
Biscuit le suena, por lo de los trenes y por haber visto el nombre en algún cartel en la carretera cuando ha ido a Loza.. Pero aún así se pone el GPS en el móvil para llegar.
Desde Porcelana es un buen rato, pero en moto se acorta bastante. La única pega que tiene su vehículo es que cuando llega al pueblo per se y tiene que continuar hasta su destino... Solo ve carreteras de tierra, y a juzgar el tamaño de sus piedras su moto no lo pasaría bien conduciendo por estas.
Así que se baja de la moto y decide empujarla hacia allí. No le cuesta demasiado trabajo, pero sí que se tiene que quitar tanto la chaqueta de montar como el casco para ello.
Es... ¿Aquí? Frunce el ceño cuando lo que tiene delante no es una mansión gótica en la que podría vivir un vampiro... Si no el "Rancho Blackwood".
Se acerca a la puerta. No sabe si es de peor educación entrar con la moto en la propiedad o dejarla fuera para que moleste al que quiera pasar... Así que la acaba dejando dentro, pero al lado de la valla de la puerta.
Entra en el porche de la casa, pero cuando llama a la puerta nadie le contesta. Y entrar sin permiso sí que ya le parecería demasiado... Por suerte cuando se gira puede ver una figura en el campo.
Se acerca un poco a ella, pero está tan lejos que decide llamar su atención con un potente silbido. El mismo silbido que su padre le enseñó a hacer para llamarse entre ellos o llamar a los perros. Se ha tenido que quitar un guante para eso, claro.
Hey! Alza una mano y la saluda desde su posición.
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