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Hablemos de #Praxis
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¿Quienes somos mientras transitamos socialmente?
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hablandodepraxis · 4 years ago
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LOS PIBES DE LA DEMOCRACIA: FUE LA POLICÍA
Pasaron varias horas para que pudiera dejar de apretar los puños en el teclado y escribir. Todo el caso de Facundo Astudillo Castro, las hipótesis de desaparición forzada, las hipótesis de “accidente” que se diluyen con los testigos que aparecieron descartando “la limpia” explicación de los policías que “lo dejaron” libre después de haberle hecho un acta por romper la cuarentena. Todo esto me trajo muchas sensaciones y sobre todo a modo déjà vu. En Facundo reviví pequeños recuerdos de impotencia y tristeza, en Facundo sentí lo que fue el caso Maldonado, o al menos en parte porque con el caso de Santiago hubo mucho Odio de por medio, odio político, odio en la sociedad por titular y desarrollar la idea de que el contacto que tienen lxs policías con la persona buscada siempre es algo que no los involucra y meramente un desencadenamiento accidental y de la vida misma. Me acuerdo del boludeo a la familia, a su hermano. Por momentos sentí eso que me partía el cuerpo en aquel momento; el nudo en la garganta, la impotencia por poner en tela de juicio la situación y las voces que como siempre tibias se estancan por un “por algo será” ¿por algo será? Esa frase que habilita todas las medidas policiales.
Cuando era más chica y, cuando todavía no le prestaba la suficiente atención a estos hechos porque siempre en la familia estas noticias se pensaban con el título de “por algo será” y no como “desaparición forzada” o “violencia institucional”. Recuerdo, como quien escucha voces mientras duerme, una noticia sobre un joven cartonero al que la policía obligó a robar, el chico se negó y, nuevamente la excusa que es socialmente aceptada y reconocida: “se les pasó la mano” ¿qué significa eso? ¿Acaso es una respuesta? ¿Una justificación? ¿Qué es que se les pase la mano? ¿Por qué se les pasa la mano? ¿Quién permite siquiera que haya una mano que no tenga un límite?
A Luciano lo enterraron en un cementerio como NN y pasaron años hasta que pudieron descubrir su cadáver. Luciano fue asesinado el 31 de enero de 2009, si, “no se murió”, a Luciano lo mató la policía. Luciano Arruga estuvo desaparecido hasta 2014, cuando se encontró su cuerpo. Años de lucha de parte de su hermana, años de dolor. Justamente a principios de este año, en enero, familiares y amigos reclamaban que no hubo avances en la investigación y exigieron que se realice un enjuiciamiento para las dos fiscales y para el juez de garantías que intervinieron en la causa. Según Vanesa, la hermana de Luciano, los funcionarios judiciales cometieron dos delitos; uno tiene que ver con que les dieron "automáticamente la intervención a la propia policía bonaerense", justamente la fuerza que estaba siendo denunciada por su familia. El segundo delito es que casi durante un año y medio les pincharon los teléfonos a ella, a su mamá y a familiares sin fundamentos. Y acá volvemos a Facundo.
La supuesta Justicia está tan machada que Cristina, la mamá de Facundo, desde el día uno supo en todo su cuerpo que esto era una desaparición forzada y que la policía estaba implicada. Tan así que una Madre desarmada, desesperada en la búsqueda del cuerpo de su hijo y desconfiada de todo sistema participó en el proceso de toma de muestras de los restos encontrados. Estamos tan mal que no podríamos diferenciar la postura de Sergio Berni sobre el Caso Facundo Castro y lo que pensaba y decía Patricia Burlich sobre el caso Santiago Maldonado. Así de mal estamos.
Una parte de mí, la más infantil e inocente se responde que esto no puede haber pasado en democracia ¿cómo puede ser que quienes deben protegernos nos terminen desapareciendo? La parte de mí que es adulta y tiene en la memoria los casos de Luciano y Santiago sabe que esto es una gran deuda y una gran mancha a nuestra democracia. Dijimos Nunca Más en 1984, dijimos Nunca Más a las desapariciones forzadas, a las torturas, al asesinato de pibxs y dijimos que Nunca Más normalizaríamos estos hechos. Hoy año 2020 esto sigue pasando y Luciano, Santiago y Facundo son las caras conocidas, las víctimas de un sistema que tiene luz verde para que “se les pase la mano” al impartir “Justicia”, un sistema que se cobra más víctimas en el silencio.
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hablandodepraxis · 4 years ago
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“Eso de que el mundo está hecho de átomos… No, el mundo está hecho de historias”- Eduardo Galeano.
Podría decir con seguridad que Eduardo Galeano fue el primer autor que me marcó en la secundaria. Y cuando digo “me marcó” básicamente funcionó como balsa para sostenerme por encima de todos los problemas que tenía, de la confusión y del dolor. Por el 2012 comencé a descubrir el poder de la literatura, resulta que me transportaban y eso me gustaba. Empecé a escribir en un diario todo lo que se me pasaba por la cabeza, las frases que me gustaban, música, frases de películas que me dejaban pensando en mucho más que en una escena.
Siempre tuve las cosas muy claras, no sé si a todos les llegó a pasar algo parecido o solo a mí por el hecho de que al colegio que iba era la hipocresía en pinta; llegaba a preguntarme como se podría hablar de educación e involucrarnos si actos como “no llevar los zapatos correctos” se castigaban con “puntos menos” ¿éramos puntos, además de números? Una vez llegaron a analizar mi cuerpo, me miraron desde lejos y me dijeron “tu cuerpo habla por vos misma” ¿Qué cosa no? Porque si mi cuerpo hablaba por sí mismo ¿cómo no podían ver el dolor, la impotencia y el odio que sentía por su destrato, por como manejaban las cosas, por como la mayoría de las veces lxs pibxs éramos un problema sin solución ¿Cuál es entonces su misión acá?, pensaba con bastante frecuencia. Por eso siempre supe que necesitaba salir de ahí y no me equivocaba. Todavía tengo presente cosas que, así como las palabras de Galeano, me marcaron. Puedo decir que la más fuerte fue el día en que llevé todos los papeles para inscribirme a la sede de Constitución de la UBA. Tenía que bajarme en la estación Independencia de la línea C del subte pero no sabía y seguí hasta el final, por suerte iba con tiempo porque llegué veinte cuadras después. A pesar del panorama y lo desconocido, todo era mío. Cuando llegué, parece algo muy cursi, las lágrimas las contenía con bastante fuerza en los ojos. Todo estaba ahí; las palabras de mi abuela diciéndome que había que cambiar el curso y la suerte, que para “ser alguien” había que ir a la universidad, universidad que nunca pudieron hacer las generaciones, principalmente de mujeres de mi familia; la mirada de ilusión y emoción de mi vieja antes de irme, los textos que escribí, las ganas de pensar en que la educación no era todo eso que me enseñaron a los ponchazos, las palabras de Galeano sobre los fuegos y las ganas de conocer y ser la primera de casa en volver con el título.
Escuchando un podcast “vivir sin miedo” de Galeano, se me vino todo esto a la mente ¿Cómo el mundo va a estar hecho sólo de átomos? El mundo está hecho de historias.
“Eso de que el mundo está hecho de átomos... no está hecho de átomos, el mundo está hecho de 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬. Yo creo que sí, que el mundo debe estar hecho historia porque son las historias las que uno cuenta, las que uno escucha, las que uno recrea, las que uno multiplica...𝐬𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐫 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐲 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐞𝐫𝐦𝐢𝐭𝐞𝐧 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐞𝐫𝐭𝐢𝐫 𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐧 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐥𝐞𝐣𝐚𝐧𝐨 𝐞𝐧 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐱𝐢𝐦𝐨, 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞, 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞. ⁣
El mundo es eso; un montón de gente, un mar de fueguitos. No hay dos fuegos iguales, cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento y hay gente de fuego loco que llena el aire de chispas, algunos fuegos fuegos bobos no alumbran ni queman pero otros... otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear y quién se acerca se enciende."
-Eduardo Galeano- Vivir sin miedo.
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hablandodepraxis · 4 years ago
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DISPARADORES
Ser, exterioridad, relaciones, historias, realidad, materialidad, afectividad. Michel Henry retomando a Marx y diferenciándolo del “marxismo”, Bateson Gregory haciendo énfasis en que “el mapa no es el territorio”, Sartre y Lévinas hablando sobre el peso de la existencia, el encuentro con el otro, el rostro y la interpelación del cuerpo, de ese otro que nos incomoda. Cuerpo, rostro y realidad. Exterioridad, otredad. Todo eso que hoy aparece coartado y difuso empezó a hacerme preguntas, a incomodarme. “Quedate en casa” se convirtió en el lema de la cuarentena y, sin embargo estar adentro me hizo pensar más en el afuera ¿qué significa quedarnos en casa? ¿quiénes podemos quedarnos en casa?¿qué cosas son indispensables para quedarnos en casa?
Las primeras semanas de la cuarentena pareció haber cierto consenso en que la cuarentena obligatoria era la principal medida para no contagiarnos y las redes se poblaron de carteles y mensajes de que la distancia social significaba cuidar al otro. Fotos, videos y hashtags cocinando, haciendo ejercicio, una especie de mini vacaciones de introspección y sin embargo, la lupa de la pandemia focalizó la desigualdad que ya existía y comenzó a a hacerse carne en las casas con menos recursos, en los barrios sin agua potable, en las familias que para comer necesitaban la changa del día.
Las clases de la facultad empezaron a  organizarse tarde de manera virtual, solo dos de tres de las materias que empecé a cursar se pusieron las clases al hombro con clases prácticas asincrónicas explicando y re explicando conceptos y perspectivas, mechando todo el tiempo el contexto por el cual todxs estábamos transitando. Hablamos mucho sobre afectividad, acercamiento, realidad y exterioridad, el encuentro con el otro. “Regálense ser comunicadores” nos dijo un profesor recalcando que el título, la etiqueta no te da la chapa. Algo me hizo hacer el click.
“Mientras que la práctica podemos entenderla como la rutina de un trabajador, el día a día; la praxis es aquello que fenomenológicamente tiene que ver con lo interior”, nos aclara el profesor de prácticos Sergio Com. “La praxis entendámosla como todo aquello que siente ese trabajador mientras realiza sus actividades; frustración, emociones, aspiraciones”. Pensando en esto hablamos de aquello que Marx critica rotundamente y es el concepto de clase social como una sociedad integrada, como si al hablar de clases sociales pudiéramos estratificar realidades, sumar dos más dos=proletarios-burgueses=sociedad. La conciencia tiene como base central la experiencia vivencial individual y esto parece ser muy difícil de generalizar, no todos pasamos por los mismos hechos ni tenemos las mismas experiencias de trabajo, de estudio, de educación y esto genera determinados efectos en la praxis.
Praxis, pandemia, “quédate en casa”. Esto de estar en casa y tener pequeños grandes privilegios como internet, un salario muy mínimo que me ayuda a sustentar los baches económicos mientras no voy a laburar me acercaron mucho a redes como instagram y en este contexto de aislamiento las redes se convirtieron en la calle, en ese lugar en que se disputan conceptos, realidades, políticas y modelos. Ahí me encontré aprendiendo, escuchando, comentando. Acá me encuentro queriendo saber más… y si la praxis es aquello que nos pasa mientras transitamos distintas prácticas sociales ¿por qué no ponerle nombre? ¿por qué no ponerle rostro a esa praxis? ¿Quiénes somos mientras transitamos socialmente?
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hablandodepraxis · 5 years ago
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Magia es el feminismo; feminismo es magia.
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