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El fomento de la alimentación orgánica en el Perú

Las formas y los hábitos de alimentación han trascendido a través del tiempo, formando parte de nuestra cultura e identidad. La necesidad del hombre por buscar diversos recursos alimenticios, le obligó a incluir una dieta basada en alimentos de origen animal, la cual se ha asentado hasta la actualidad. Es claro que una de sus manifestaciones más claras es la actividad ganadera, la cual deriva en la producción del ganado para fines comerciales. Estas prácticas, han traído consigo numerosos problemas ambientales, cuyos efectos han sido visibles notablemente desde hace pocas décadas: el efecto invernadero y el consecuente cambio climático. El reto de superar estos problemas o intentar mitigarlos lo más posible es una de las prioridades para los países a nivel mundial. Sin embargo, vivimos ensimismados ignorando una verdad incómoda: mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2 °C es una utopía. A pesar de enfocarnos en reducir las emisiones del parque automotor o el tratamiento de aguas residuales, estos esfuerzos son mucho menos significativos en comparación a la huella abrumadora que deja la ganadería. Y en especial la orientada a lo vacuno, ya que se genera metano, un gas potente de efecto invernadero.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2013) revela que la ganadería es la causa principal de la deforestación, el consumo de agua, la contaminación, y es responsable por la emisión de más gases de efecto invernadero. Asimismo, Rodríguez-Becerra (2005) refiere que la actividad ganadera es la causa de la extinción de especies, la destrucción de la Amazonía, erosión del suelo, la existencia de zonas muertas en los océanos, pérdida de hábitats, etc. Es decir, prácticamente la causa de grandes problemas ambientales de toda índole. Sin embargo, reconocidas organizaciones ambientalistas se niegan a hablar del tema, ya que la influencia política, los beneficios económicos de terceros, y el temor a represalias de las compañías, no permiten una difusión masiva de la información verídica. La ganadería a gran escala, y en mayor proporción lo vacuno, no es sostenible, y como humanos se debe hacer “algo” frente a este problema. Más que inclinarse por el uso de la bicicleta, apagar las bombillas de luz, cerrar el grifo al cepillarse, tomar una ducha rápida, reciclar, entre otros; lo primordial por hacer debería ser eliminar los alimentos de origen animal y sus derivados de la dieta alimenticia. En efecto, se propone como solución inmediata la alimentación orgánica, cuyos efectos a largo plazo ayudarán a reducir las emisiones globales y controlar los nefastos efectos ambientales producto de la crianza del ganado, ya que el crecimiento demográfico es incontrolable y esto deriva en una mayor producción de alimentos. Tanto la carne como derivados de origen animal no son sostenibles, ya que se utiliza mucha agua, espacio y tiempo para obtener pocos recursos, y los desechos que genera son mayores en comparación a la de los humanos. Por ello, es un problema de humanos que consumen la población animal. De este modo, la solución que se propone es en gran medida sostenible.

Siguiendo la ilación del tema, la crianza de animales para el consumo humano consume muchos recursos naturales. A medida que avanzamos a través de la cadena alimenticia, la energía disponible para cada eslabón de esta cadena está siendo cada vez más pequeña. Este es el motivo por el cual el número de herbívoros es mayor al número de depredadores carnívoros, esta es la base científica del porqué producir alimentos de origen animal como huevos, carnes y lácteos es mucho más costoso en términos de recursos naturales que producir alimentos de origen vegetal como cereales, legumbres, frutas y verduras. De todas las tierras del mundo destinadas a producir alimentos, el 70% son pastizales para la crianza del ganado y el porcentaje restante corresponde a tierras de cultivo de las cuales 1/3 está destinado a alimentar a los animales del ganado. Aquí se ve la ineficiencia, en especial si se tiene en cuenta que estamos en un mundo donde casi 800 millones de personas no tienen el alimento necesario para tener una salud adecuada. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2009) afirma: “el 15% de gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera por año provienen del sector ganadero” (p.30). También los pioneros e investigadores de la huella hídrica afirman que para producir un alimento de origen animal se necesita siete veces más agua que para producir un alimento de origen vegetal con la misma cantidad de proteínas. Estamos en un país que tiene un gran hábito de consumo de carne, cada vez queda menos porcentaje de bosques nativos originales debido a la gran deforestación de estos, teniendo en cuenta que Perú es un país productor de alimentos por excelencia, es muy probable que el gran apetito que se tiene por la carne sea el principal motor de los principales problemas ambientales que tenemos hoy que va desde la  deforestación y con ella la fragmentación de ecosistemas, la reducción de biodiversidad hasta el uso inapropiado de químicos y fertilizantes.

La actividad agropecuaria es una de las actividades económicas más rentables en las zonas rurales del Perú. Asimismo, la desigualdad entre géneros no solo se difunde por toda la sociedad, sino que se convierte en la desventaja social más importante dentro de ella. La mujer en la ganadería no solo resalta por su gran liderazgo en los procesos pastoriles, sino, pese a tener esta tarea a su cargo, posee menos control y acceso de los recursos productivos. Este desequilibrio entre géneros también se presenta en el hogar, en procesos políticos, toma de decisiones formales, acceso a la información y educación. El rol de la mujer en las zonas rurales es demeritado, a pesar de cumplir dos grandes funciones: producción y reproducción. En tal sentido, para afrontar la desigualdad entre géneros debemos promover la igualdad de oportunidades, y en el caso del sector agropecuario, el reconocimiento del rol productivo femenino. Este empoderamiento de la mujer en el sector agropecuario  influirá notoriamente en la sociedad como alega el Estado de Economía y Agricultura “Si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos, se reduciría entre un 12 y un 17% el número de personas que no logran satisfacer sus necesidades alimentarias básicas” (FAO 2011).

Uno de los objetivos de la existencia de los ministerios es que el gobierno peruano tenga mayor alcance equitativo en los diferentes sectores. Así, por ejemplo, el Ministerio del Ambiente (MINAM) y subdirecciones como el Organismo de evaluación y fiscalización ambiental (OEFA), servicio nacional de área naturales protegidas por el estado (Sernanp), Servicio Nacional de Certificación Ambiental para Inversiones Sostenibles (Senace). La OEFA tiene dentro de sus actividades principales el monitoreo ambiental, procedimiento administrativo sancionador, y la supervisión de empresas y entidades de fiscalización ambiental; Sernanp tiene dentro de sus funciones principales la conservación de biodiversidad, aprovechamiento sostenible, gestión participativa y servicios ecosistémicos; Senace  es el encargado de dar la certificación de estudios acerca del impacto ambiental a instituciones públicas y privadas, fomentando e impulsando el desarrollo sostenible del Perú; Inaigem es el encargado de la fomentación, expansión científica y tecnológica, en relación directa con los glaciares y ecosistemas de montaña buscando una gestión sostenible para la sociedad. Otro ministerio que tiene gran relación con nuestro tema es el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), que tiene a su cargo a la Autoridad Nacional del Agua (ANA), organismo encargado de la administración, conservación y protección para poder aprovechar los recursos hídricos de las cuencas de manera sostenible. Asimismo, promover una cultura del agua sobre el cuidado del agua. Todos estos organismos los encontramos gobiernos regionales y gobiernos locales (municipalidades provinciales y distritales). También el ministerio del ambiente realiza múltiples conferencias con el fin de promover una conciencia ambientalista en el Perú, una muestra de ello es el foro seminario oportunidades y desafíos de la producción y exportación de productos ecológicos, el programa EUROCOTRADE de apoyo  a la cadena de suministros de cinco productos ecológicos de exportación: mango, banano en Piura, quinua en Puno, quinua y quiwicha en Arequipa y Cusco Y castañas en Madre de Dios; de esta manera con un enfoque más orgánico se han sentado las bases para establecer sistemas productivos sostenibles, competitivos y consistentes con un mercado global cada vez más sensible y ambiental responsable como el mercado europeo.

Referencias bibliográficas

Dirección de Estudios Económicos e Información Agraria. (2017). “Diagnóstico situacional de la actividad ganadera”. En Elmer Urrego (Ed.), Diagnóstico de Crianzas Priorizadas para el Plan Ganadero 2017-2021 (pp. 7-17). Lima: Ministerio de Agricultura y Riego.

División de Producción y Sanidad Animal. (2009). La larga sombra del ganado: Problemas ambientales y opciones. Roma : Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Gerber, P.J., Steinfeld, H., Henderson, B., Mottet, A., Opio, C., Dijkman, J., Falcucci, A. & Tempio, G. (2013). Enfrentando el cambio climático a través de la ganadería – Una evaluación global de las emisiones y oportunidades de mitigación. Roma: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Rubio Correa, M. (2011). EL SISTEMA JURÍDICO Introducción al Derecho (pp. 47-57). Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

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