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¿Cómo dormiría el trio caótico con su pareja?

·Akihiro: 

Hiro es cariñoso, muy cariñoso, demasiado cariñoso. Así que espera tener toda la noche a un grande oso de peluche pegado a tí.

Aún dormir con ropa interior no te salvará del calor que tendrás al dormir con esta estufa viviente. 

Otro peligro que tendrás es no ser aplastado por este cachorro de 1,96 que pesa 96 kilos, Hiro adora estar encima de la persona con la que duerme. Es una manía que se le pegó de pequeño al dormir siempre encima de su padre. 

Muchos pensarán que es la cucharita grande por su apariencia, y se equivocan completamente. Hiro adora la atención y ser mimado, por lo que el ama ser la cucharita pequeña por mucho de que sea más grande que la persona con la que duerme, no importa, el querrá ser abrazado.

No te dejará ni ir al baño, tiene mucha fuerza y a la mínima que note que te mueves, te agarrará y presionará con él para que no puedas escapar y quedarte con él toda la noche para que lo sigas mimando. 

Buena suerte soltándote de su agarre, la vas a necesitar.

Hiro no tiene muchos peluches, le incomodan al dormir y la mayoría de pelo sintético le provoca alergia, así que su cama es bastante simple. Eso sí, espera muchas mantas y cojines, cuantos más mejor para él.

·Athena:

Duerme desnuda o en ropa interior, nunca ha tenido un pijama en su armario, siempre le ha resultado incómodo dormir con uno, prefiere antes su comodidad. Ni en invierno lleva, prefiere estar tapada por 20 mantas y edredones. 

Seguramente el único momento que la veas llevando uno, sería compartiéndo uno con su hermano gemelo Morfeo. Si tu se lo pidieras, llevaría uno en conjunto contigo inmediatamente, le parece una idea muy cuca y adorable. Eso sí, tendrá que ser de Pokemon o MLP.

Mentalizate de compartir cama con 36 peluches del tamaño de una vaca (la mayoría sin duda de Sonic). Sin exagerar, tiene la cama llena de ellos, la cama, el suelo, el sofá que tiene en su habitación, todo está relleno de esas cosas peluditas. 

Duerme tarde así que hará que juegues con ella a cualquier cosa (ya sea Corazón de Melón, algún juego random de Roblox o a hacer esos tests ridículos que hay en Internet), te enseñará su tiktok (lleno de memes ridículos y absurdos, los cuales la mayoría son de humor negro) critiará a famosos o incluso a gente de su entorno contigo (por mucho de que tu no conozcas a la persona, no te preocupes, ella te hará storytime y te contará todo el lore) y te obligará a ver My Little Pony con ella o cualquier episodio de Sonic (incluso te contará todo el lore y también de paso el de Fnaf.)

Como Akihiro, es como un cachorrito en busca de atención y se pegará a tí toda la noche.

·Daimo:

Si te incomoda, dormirá en pijama, si no, dormirá sin camisa. Por él no hay problema, prefiere que te sientas agusto con él.

Más tranquilo que Hiro y Athi, sin duda, bastante callado las primeras veces, le dará mucha vergüenza el tenerte en su habitación así que preferirá quedarse callado para no cagarla.

Le costará mucho abrazarte, o incluso agarrarte la mano, no porque no le gustes, el te adora, si no que le da miedo incomodarte. 

Así que si quieres contacto físico con él, díselo, dejalo saber, demuestraselo.

Al igual que Athena, su cama está llena de peluches, todos regalados por sus hermanas al saber su gusto por Marvel (tiene a todos los Spider-Man que existen). 

No ronca, no habla, no babea y no se mueve. ¡Así que felicidades! Dormirás tranquilo/a durante toda la noche sin preocupación.

Su cama es lo más blando que puede haber, tiene uno de los mejores colchones que puedas haberte estirado en toda tu vida.

No te preocupes por si tienes que ir al baño, él no te atrapará en sus garras y no te soltará. Daimo prefiere dormir en su espacio pero notando que estás a su lado así que seguramente mantenga una mano entrelazada con la tuya.

Siempre tiene algún snack y agua en su mesita de noche para ti, por si en la madrugada te levantas con sed o hambre y así no necesitas levantarte a buscarlo.

Al igual alguna noche, su hermana menor Yanami y su perro Nugget dormirán con vosotros. No te preocupes, Nugget no muerde mucho, Yanami sí.

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En aquella cama de matrimonio no se encontraba una pareja, ni mucho menos unos amantes, tan solo yacían dos jóvenes adolescentes los cuales se buscaban mutuamente con el único propósito de satisfacer sus necesidades carnales, sin amor ni cariño y ambos lo sabían. 

Los cuerpos desnudos de ambos eran tapados  por una fina tela de seda,a la cual Yooko tenía aprecio, ya que amaba el dulce tacto que le proporcionaba contra su piel, fino y suave, como si de un amante la abrazara por las noches.

Aquella noche, tras el acto, el albino decidió quedarse un tiempo más junto al lado de la oji-naranja, no por amor, si no porque dentro de lo que cabe, le gustaba su compañía y era agradable estar al lado de alguien con quien podías hablar agusto.

Yooko se envolvió el cuerpo con la fina tela, tenía pensado ir a ducharse ya que odiaba que el olor a sexo se impregnara en su cama. Sanzu la observó mientras ella se levantaba, miró como la fina tela medio transparente cubría sin mucho éxito el cuerpo de la pelirroja, repasó con la mirada cada curva,  la cual anteriormente había besado, mordido y tocado mientras se deshacía de su deseo carnal.

-¿Vas a quedarte ahí mirándome o vas a recoger tu ropa sudorosa del suelo de mi habitación? Sabes que odio el desorden, y más si es en mi casa.- Habló la chica mientras esperaba una respuesta, realmente le sacaba de quicio encontrar las cosas desordenadas y más si era en un sitio tan íntimo para ella.

-Tenía pensado en hacerlo, que poca paciencia tienes dulzura.- Respondió burlón mientras recogía su ropa del suelo, amaba a veces sacarla un poco de sus casillas, encontraba sus reacciones molestas adorables.

-Si tuviera poca paciencia creeme que tu no seguirías aquí.-Yooko se fué al baño propio que tenía dentro de su habitación, era el suyo personal ya que no le gustaba compartir sus cosas con nadie que no fuera su hermana menor Lyoko.

Todo lo de aquella habitación tenía su lugar y estaba bien distribuido, sin nada fuera de su estantería, como a ella le gustaba. Deslizó su manta fuera de su cuerpo y encendió el agua caliente de la bañera para poderse bañar y quitarse el olor a sudor que desprendía su cuerpo, no el de ella, ya que solía sudar poco por no decir nada, si no el de Sanzu, combinado con su saliva y otros jugos que ni quería mencionar ya que lo encontraba asqueroso. Cuando se llenó por completo la bañera, poco a poco fué sumergiendo su cuerpo en la cálida agua y suspiró de placer por la dulce calidez que le proporcionaba.

El albino aún no se había ido a su respectivo hogar, y mucho menos se había vestido, él se encontraba apoyado en el marco de la puerta del baño de la joven mientras la observaba bañarse en aquella bañera roja con sus típicos pétalos de rosa que Yooko solía poner en el agua. El la observaba expectante, como si estuviera esperando a que ocurriese algo o esperaba el permiso de ella para actuar. 

-¿Qué necesitas ahora? Ya tuvimos lo que queríamos los dos, si necesitas dinero o algo de comer, hay abajo, pero no me molestes más.-Rompió el silencio la pelirroja mientras desviaba su mirada hacía el hombre el cual la observaba, cuando se percató de que aún se encontraba desnudo desvió su mirada, aún así de ya haberlo visto desnudo mientras ambos satisfacían sus necesidades, ella se sentía nerviosa ante la presencia de él sin ropa.

-Esperaba a que me invitaras a hacerte compañía por tí misma pero se ve que al final tengo que pedírtelo yo mismo.-Contestó mientras se acercaba lentamente dónde se encontraba la chica y apartaba un mechón de cabello que yacía en su cara. -Nunca sueles quedarte.¿Ha ocurrido algo especial para que hoy desees acompañarme?-Preguntó confundida Yooko observando con cautela los movimientos del adolescente que tenía enfrente de ella. -Nah, tan solo no tengo nada mejor que hacer y me gusta tu compañía.-Contestó con sinceridad mientras iba sumergiéndose también en la cálida agua y se acercaba a ella para reposar su cabeza en el hombro de la chica e irle dejando un camino de suaves besos en su hombro. -Que sepas que esto no me hará cambiar la forma en la que te veo, me sigues pareciendo un psicópata mal de la cabeza.-Susurró Yooko cerrando los ojos y acercando su espalda contra el pecho del ojiazul mientras se dejaba llevar un poco por la comodidad del contacto físico.

-Tampoco esperaba que lo hicieras…-Rió un poco el chico tras decir eso y la abrazó por la cintura mientras seguía proporcionándole besos a la pelirroja.