gaelsbyrn

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willowtnks:

“Qué tramposo.” Pliegues formados entre cejas. La cabeza se mueve de lado a lado, como quien reprocha tal acción. Y es fingida la decepción que se marca en el semblante de porcelana, como si tal actuar tuviera repercusiones o efectos negativos en ella, lo cierto es que, de encontrarse en situación similar probablemente hubiera cometido un acto parecido. “¿Realmente vas a dejar que te llame así, Colette?” se eleva el timbre, búsqueda de atención infantil, provocar y jugar, buscar aliada. Caricia del sinhueso contra labio inferior, negativo el movimiento de cabeza. “¿Esa no es una pregunta que tú debes responder, huh?” Canturreadas las sílabas y descenso de hombros. “Porque podemos dar motivos sin siquiera darnos cuenta.” Descenso del mirar selva, recae la vista en sendero níveo, se reduce la altura; el doblar de rodillas, falanges que se aferran a la nieve. La amoldan como granada, juega y se mueve de un lado a otro. El orgullo no se inmuta, oración que no molesta, no deja que lo haga. “Por ejemplo, tú, sin quererlo, me has dado motivos para regresarte el golpe.”

"Hasta le gusta que le llamen así, mal intento" la desvergonzada de manera orgullosa aceptaba la corona de traviesa estelar, capaz de hacer sucumbir paciencia y derrotar al mayor en una suma de estudiados movimientos. "Ah, por favor, Willow" ligera incredulidad se las arregla para escurrir entre letra y letra invocada, argumento que la lengua no puede evitar cuestionar o debatir. "Ahora vamos a pensar que las personas son inocentes de lo que dicen o hacen, ¿te imaginas lo caótico que sería?" la cadena de oración carga ritmo, la burla es su música y hace que las mismas serpenteen en el aire frío que comparten en las afueras. Aquella amenaza logra sacar de su escondite a la culpable de sus delitos y errores, su identidad es develada en forma de estridente carcajada, capaz de derretir los diamantes que candorosos descienden desde el gris firmamento. "Pésima comparación. Igualmente creo que tu puntería debe ser peor que la mía" en lugar de hacer flamear bandera blanca que proclame deseos de paz y tranquilidad, profana el desafío y la provocación en su labia que, paradójicamente, acompaña pasos de retroceso. "Eres más tramposa que yo" directo comentario escapa al natural al observar a la traidora de trenzas cayendo en la tentación de ataque, sus delicadas manos en preparación de proyectil que tentador va tomando curvas marcadas.

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dahlixmller:

“Está encendida, y está al máximo”. Confirmó, de reojo la mirada entregada al súbito huésped y su versión más pequeña, cualquier molestia por la repetición de la misma pregunta esfumada ante la alegría de su estudiante, regocijo inocente el que resonaba por las paredes del apartamento. Los labios se curvaron en una sonrisa y abandonó su lugar junto a la ventana, desde donde observaba el infierno nevado de las afueras. “Colette sabe que no soy responsable por los cambios repentinos del clima, solo Elsa controla la nieve, ¿cierto?” Falanges recorriendo coronilla dorada en enternecida caricia, la sugerencia captó su atención, casi imperceptible la negación de la cabeza. “¿También te gustarían galletas?” parecía cuestión dirigida al adulto, pero la mirada afable se encontraba enfocada en la niña, segundos después descendiendo el cuerpo a la altura de la menor. “¿Qué tal si tú, Millie y Ben eligen alguna película para mirar? Será una pijamada.” y al ver la menuda figura desaparecer por el pasillo recuperó posición original, enfocada ahora en quien había quedado atrapado allí. “¿Vas a ayudarme con el chocolate o prefieres preparar el sillón para la fiesta?” contuvo las ganas de sonreír, entonces, al presionar los labios contra sí.

La simple mención de aquella princesa del hielo despierta en los ojos avellana de la menor un brillo estridente y contagioso, en él un temblor y una marea de recuerdos de horas y horas en escenas y karaoke casero. "Sabes, amo que elijan las películas porque mi historial con Disney es muy pobre y me perdí de mucho..." divagación verbal brota mientras observa a la más pequeña perderse en el pasillo con el motor del júbilo dominando sus movimientos apresurados, pasos que se asimilan a saltos. Pasos vacilantes recorren sala conocida para pupilas, una consecuencia de la amistad acérrima es compartida por el par que a veces se disfrazan para la aventura y complicidad. "Obviamente el chocolate, ¿Willow no te ha dicho que soy un gran cocinero?" indagación que carece de seriedad pero no de verdad, falso egocentrismo inunda en lenguaje verbal y corporal entre que se acerca a la de hebras claras. 

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cvmilvpierce:

La probabilidad de haber arruinado aquel trabajo hicieron la culpabilidad más intensa en su interior, porque quizás la ropa podía lavarla, las quemaduras podría llevarlo al hospital, aunque igual sería terrible, pero dañar aquel cuadro en el que seguramente había invertido tiempo no tenía arreglo— Mmm, creo que no, creo que no —respondió examinando la pintura— ¿Esto es parte de la pintura, verdad? —preguntó— ¡Ay, dime que sí!

Ese creo revolotea y se revive a través de fuertes ecos en su cabeza, no le otorga ningún tipo de alivio, conociendo su mala suerte no le sorprendería en absoluto el peor de los finales. "Mierda... Ay, joder" impulsivas palabras escapan al comprobar que es verídico considerarse un desafortunado, pigmento cacao ensucia inferioridad color celeste pintado en aceite. Observa aquel pequeño desastre que no arruina el cuadro pero que sabe para el comprador será la catástrofe misma, no puede evitar la maldición que inunda.

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faithtvr:

Asfixian los férreos muros, por el limitado espacio que ha de compartir y también por la maniobra que ha quedado en manos del cruel destino. Jugada de azar, cartas que se hallan en contra del alma perturbada en cuanto se anuncia el ascenso, tan efímero como sus esperanzas. Tan cerradas las probabilidades, tan insólita sería la casualidad, y aun así percibe cómo la fatalidad se ata a la longitud de las plomizas paredes. Eco que resuena en los tímpanos, una violenta convulsión que da a entender el interrumpido funcionamiento. “Vete al demonio.” Ni advierte las facciones marmóreas, prefiere centrarse en el botón de emergencia que, para fortuna de ambos, ha dejado de funcionar. “¿Y ahora qué? ¿Tienes señal?” Alusión al celular de su inoportuna compañía, puesto que daría uso al propio, pero la batería ha llegado a su mínimo nivel.

Predecible respuesta acaricia y danza sobre tímpanos, ingreso mortífero, tipo de respuestas que parecen inherentes al lenguaje verbal de la dueña de hebras sol y provocadas directamente por el comportamiento ciego de siempre tocar sobre fibras de sensibilidad, cables que es sabido son conductores de electricidad pura. “Estoy ahí en este preciso instante” cuello en grados de curvatura, el sentido visual estudia daños en luminiscencia que poco a poco desciende en energía y potencialidad. Colette lo iba a matar, pues el relato sonaba hasta inverosímil para su propia mente. “Me estoy fijando eso...” corneas aferradas a la pantalla tecnológica, nuevo mal augurio: total inutilidad ante el vacío de barras de señal en función. La cara dice todo, innecesario el hilar palabras que anuncien el presente desafortunado. “Recuerdo que eras buena gritando y golpeando puertas, podemos darle uso a ese talento ahora mismo o...” cincela, no únicamente artista sobre lienzo, el sinhueso es encargado de desdibujar fronteras de paciencia, usar las oscuras tonalidades de la ironía en su obrar “o podemos actuar civilizados hasta que alguien note esta tragedia” y dicho aquello, la anatomía masculina va en descenso, superficie del suelo como trono de la soltura de una despreocupación que no es absoluta. 

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vtalisa:

@gaelsbyrn :  [ ✿ ] my muse attempts to cook dinner for your muse

Melodía que resuena en el cálido ambiente ; un tarareo terso que acompaña los acordes que en ella se reproducen. Vino tinto abierto, aura dichosa / sonrisa que acompaña el plato de lasagna que recién hecho ofrece al hombre al otro lado de la isla de mármol. Palabras sobran, familiaridad reina entre las dos almas ; una tranquilidad que agradece en cada bocanada de aire. ❛ ¿Y? ¿Te gustó? ❜ orbes ambarinos viajan en dirección al interpelado. fémina que abstraída por su propio plato, necesita al menos una pequeña confirmación para disfrutar a pleno. 

La atención de las esquemas es viajera, por momentos es fija en el manjar puesto para degustación y en otros posa tranquila sobre semblante nieve de la compañía, recorrido de detalles de encargada de placer culinario. "¿La canción o la comida?" indagaciones que germinan desde el espíritu casi burlón, con la obligación de desterrar rastros de salsa atrapados en esquina de labios. "Por supuesto que está delicioso, no sé si notaste que estoy a nada de un segundo plato..." comenta y deja salir la indirecta, apetito voraz sembrando batalla en boca del estómago. "Colette quería venir, pero debía hacer tarea con una amiga..." se devela el trópico con naturalidad y tranquilidad, conversación que lentamente va despegando. "¿Helado de postre?" se trata de una invitación repentina, la particularidad de un día agitado y de comidas apresuradas e incompletas.

[gaelsbyrn]

willowtnks:

Distraído del caminar, mente que divaga, perdida completa ante un suave canturreo que pierde ritmo y muere rápido. Colisión de masa gélida contra dermis expuesta. La maldición brota como susurro, apenas audible. “¿Qué tan terrible debe ser tu puntería, Gael?” no espera respuesta, misma ha sido expuesta ya al momento del impacto. Se amoldan los falanges, recorren puente nasal, eliminar cualquier vestigio de capa nívea como objetivo principal. “¿Cómo puedo estar segura, huh? — Que Colette esta realmente aquí.” Actuar que busca la risa infantil, jugar con realidad ajena y alimentar el esfuerzo femenino por permanecer en escondite predilecto. “Hasta ahora me aferro a la idea de que lo hiciste a propósito. Al menos hasta que se demuestre lo contrario.” 

Es falsa aquella inocencia que aparece en su semblante, en la suave elevación de hombros, similitudes a respuesta corporal de espíritu infantil ante el desacato, la maldad de una travesura cometida por error natural. “Muy mala, en la feria gané un oso de felpa porque soborné al empleado” confesiones desfachatadas, no hay motivos para esconder la ausencia de talento en el arte deportivo. Finalmente se sacude las propias manos, longitudes cubiertas en el calor de la lana, alberga allí la capacidad de poder movilizar extremidades sin caer en el calambre. “No le des alas, cuando se junta con gente como tú se le potencia lo diabólica” y es mejor cuidarse las espaldas porque pese a que el diámetro de sus pequeños brazos le da un vuelco de ternura, pese a la apariencia seráfica de sus facciones, la pequeña carga con fuerza y, a diferencia de él, una habilidad nada deplorable. “¿Tengo acaso motivos como para hacerte algo así?” indaga, falsa curiosidad, hilos de la sátira en pleno baile y despegue, las cejas se elevan, gesto de quien coloca lupa sobre supuesto enigma. “O eres paranoica o te das demasiada importancia”

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[gaelsbyrn]

                             @willowtnks asked for [ ➤ ] my muse accidentally throws something at your muse in the face.

Desastre de puntería, donde planea la vista arrojar parece ser un punto olvidado por mal talento deportivo. "Mierda..." las letras se sisean entre rendijas de dientes y lengua, diseñada por un arrepentimiento temprano pese al accidental delito de equilibrio y violenta aparición. "Willow, mierda, lo siento, esa bola de nieve era para Colette... No sé a dónde fue a esconderse."  las palabras se calcinan y sucumben ante la carcajada que se escapa de las garras de la reprimenda. Vestigios blanquecinos y cuál diamantes prenden de curvatura en semblante seda, cómica escena  "Tienes nieve en la nariz, es sólo eso."

[gaelsbyrn]

                            @dahlixmller asked for [ ◐ ] my muse is having a sleepover with your muse

"¿Segura que la calefacción está prendida?" posiblemente la tercera vez que aquella interrogante brota de los labios masculinos, pareciera que el espíritu infantil de aquella que se balancea de aquí para allá usando sus brazos de polea se le ha contagiado totalmente, su carcajada es estridente y despreocupada con respecto a la posibilidad de destrozos logrados por culpa de la tempestad climática, lo único que da júbilo e interesa es que al mecerse en brazos masculinos es casi capaz de tocar el mismo techo de la casa. "Al menos si la maestra Müller nos va a tener aquí secuestrados nos tendría que hacer chocolate caliente, creo yo..."

[gaelsbyrn]

                 @aleksei-t asked for [ ✿ ] my muse attempts to cook dinner for your muse.

"Colette no para de decir que estás muy flaco, sabes..." la simple mención de la dueña de mechones color sol y sonrisa contagiosa le arrebata una lenta curvatura. Se trata de los últimos detalles de banquete, los aromas se enlazan y danzan en el aire en súbito reconocimiento. "Especialidad francesa, a los hombres se los gana por el estómago" cita directa de neblina patriarcal mutando en aires burlescos de quién en la cocina se mueve con soltura envidiable. En plato de invitado el manjar de variadas esencias, de lado materno llega la receta del típico coq au vin.

[gaelsbyrn]

                        @faithtvr asked for [ ✪ ] our muses are stuck in an elevator together.

No es creyente de los juegos y augurios del destino, su capricho frenético por condenarlo a quedar frente al pasado sintetizado en una anatomía menuda y de diáfano semblante. Pero momentos así ponen al abismo de la duda toda certeza, las paredes metálicas se acoplan a presencia compartida, cuadrilátero en subida. Soneto de desastre, clama el titilo de luces en techo y la violenta sacudida que le da pausa al paseo, la maldición escala como respuesta implícita del azar dantesco que envuelve. Mala escena de comedia trágica, prefiere en primera instancia no creer en lo que se dice claramente en el ambiente clausurado. "Joder..." suspiro brota, sus dígitos se mueven por los botones para obtener simple silencio en modo de réplica. "Bueno, éste sí es un obstáculo para que hagas una de tus famosas salidas dramáticas, Faith"

[gaelsbyrn]

bramhcggns:

Golpe duro en su hombro, provocando que su mirada baje a la zona afectada, notando restos de nieve. ─ Eh, sea quien haya sido. Que si duele, eh ─ alza su voz, rodando sus ojos mientras se limpia con el dorso de su mano los restos blanquecinos.

"Lo lamento, es decir, lo lamentamos" entonación que reprime la posibilidad de una carcajada, la culpable de aquel proyectil directo a hombro masculino en plena fuga. "Colette tiene una puntería horrible, la verdad..." aquello logra sacar a la menor de su escondite, una provocación útil para el deber de enfrentar a su víctima.

[gaelsbyrn]

cvmilvpierce:

Sus padres habíanquerido cuidar a Mora aquel día con la excusa de que tenían demasiado tiemposin verla. No era cierto, pero la bebé causaba cataratas de babas en la familiay era inevitable para el matrimonio no quererla en casa. Camila aprovechó parasalir a distraerse un rato y despejarse, en vez de ir a escuchar consejos sobrecrianza que ponían en entre dicho todas las acciones que llevaba a cabo en elcuidado de su hija.

Su celular sonóy distraída no se percató de la cercanía de otro transeúnte. El café humeanteque llevaba en la mano terminó siendo un peligro una vez ambos cuerposcolisionaron y el líquido se derramó— Ay no, discúlpame, me distraje un momento —se disculpóapenada— ¿Estás bien? ¿Te lastimé,quemé, pisé…algo?

Setenta centímetros por cincuenta, aquellas son las medidas del lienzo que acarrea con sus dígitos buscando que la suerte esté de su lado y la torpeza no obstaculice su andar. La pintura endurecida por pasaje de tiempo, pinceladas concluida, se trataba de el ejemplar en clase concluida hace minutos. Mal destino y una silueta que no es del todo observada por culpa del objeto en tela teñida en distintos pigmentos, gotas calientes llegan a acariciar abrigo, nada doloroso. "No, no, a mi nada" pausa, la duda inunda en segunda instancia. "Dime que no manchaste el cuadro..." pide, esperanza palpable en el tono de voz.

[gaelsbyrn]

[gaelsbyrn]

SEND A SYMBOL FOR A CORRESPONDING PROMPT/STARTER.

[ ☎ ] my muse calls yours in tears.

[ ✪ ] our muses are stuck in an elevator together.

[ ◐ ] my muse is having a sleepover with your muse.

[ ✿ ] my muse attempts to cook dinner for your muse.

[ ◈ ] my muse makes a drunk confession to your muse.

[ ღ ] my muse makes an attempt to cheer your muse up.

[ ✦ ] my muse pushes yours out of frustration/anger.

[ ❢ ] my muse discovers yours all bloodied and bruised.

[ ➤ ] my muse accidentally punches your muse in the face.

[ ⌚ ] my muse recalls their favorite memory with your muse.

[ ✜ ] my muse collapses in front of yours, all bloodied and bruised.

[ ☯ ] my muse tells yours that they never want to see them again.

[ ✈ ] my muse asks yours to accompany them on a trip/mission/etc.

[ ● ] my muse catches yours snooping through their belongings.

[ ☻ ] my muse wakes up in your muse’s closet the night after a party.

[ ✌ ] my muse reaches out to yours after months of no communication.

[ ☢ ] the car broke down in an unfamiliar part of town, and our muses are lost.

[ ✠ ] it’s three in the morning and my muse unexpectedly arrives at your muse’s home.

[ ☁ ] the entire city is without power due to a storm, and our muses run into each other during a supply run.

[gaelsbyrn]

gaelsbyrn:

“No siempre se obtiene lo que se quiere” es una sonrisa que ella no puede apreciar, hila desde esquina derecha y enjaula gracia, vaivén/golpe y defensa/palabra y respuesta, es movimiento péndulo donde el sinhueso es un arma de filo mortífero, batallar contra un muro tiene una muy simple consecuencia: cansancio. “¿Y tienes muchos?” indaga, la falsa curiosidad danza, aquello como trópico entablado por el tono plomo cual cielo a punto de lluvia en estocadas gruesas, palabras ardiendo por el incendio a porvenir. Y aquí solo se puede culpar al destino –dantesco, tan desgraciado–, motor de encuentro que se creía utópico, imposible. Choque y colisión, son irises cuyo pigmento todavía se arraigaba a la memoria al banquete de recuerdos de un pasado de torbellino, el pasaje de tiempo no efectúa cambios en línea de rictus, por sobretodo, no hay modificaciones en la especialidad en la entonación de sus cuerdas vocales, no pide, ordena, su presencia parece cargar de una enfermedad viral que se contagia por contacto, la burla aparece, sus manos en alto como quien no tiene armas escondidas ni apuntando, bandera blanca en síntoma de rendición. “Se juega siempre conociendo los riesgos, Faith.” reencarnación de la sátira, combustión diagnosticada y en proceso, años, han pasado años, fechas inconclusas, suficiente como para no reaccionar como si fuese su némesis naciente. Hombros en movimiento agraciado, no hay mucho para decir, hablan las pupilas. “Y tú pidiendo decencia, eh” 

No cree en casualidades, sencilla coincidencia con la que se topa cual piedra en medio de una despejada senda, se trata más de un macabro entretenimiento para cualquiera que haya decidido juntar a los protagonistas. De vuelta a la marea de memorias que arrastra, una vez más tiene lugar el viaje a un pretérito que percibe como sumamente distante, tiempo desproporcionado pese a las mismas características que se mantienen en el de vagas intenciones. El espíritu se halla tan absorto en semejantes reminiscencias que acaba esquivando el discurso anterior, prosas que retumban mas que no cobran sentido en la materia grisácea, inutilidad relativa para quien sentencia un antes y un después del súbito encuentro. Ironía pura danza en los fanales avellana, porque critica el roce ajeno y se muestra reacia a cualquier indicio de cercanía, contrariedad a una actitud adoptada en años anteriores. “Y tú eres un riesgo andante, lo sé.” Agrega con obviedad, celebrando su espacio personal una vez que se le es devuelto. Resoplo abandona las carnosidades, desenvolviéndose en el gélido ambiente a medida que los brazos se cruzan. “Sólo para que sepas, ya no estoy para este tipo de juegos.” Desconexión de un pasado con el presente, reconoce que involucrarse es echar un vistazo hacia la época en la que no desea ni pensar. Dramático el razonar, justas las razones que justifican el comportamiento, o al menos así lo cree. Palmas abandonan la seda, partícipe del desafío que posiciona sobre el pecho contrario para que sus dígitos la sujeten por instinto. No hay despedidas de por medio, ni siquiera un término a la conversación, basta con observarlo por una última vez y sencillamente avanzar para dar por finalizada la adusta escena. 

CERRADO.