Tumgik
existencia-efimera · 6 years
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Un mundo imaginario
Imagínate por un momento, por muy difícil que parezca, un mundo en el que todos los seres humanos son tratados por igual, un mundo en el que el color de tu piel no tiene ninguna relevancia para tu vida y el género con el cual naces no define quién eres o tu futuro. Un mundo en el cual todos son tratados por igual por muy diferentes que sean. Además, en este mundo imaginario, no hay guerras, porque, si todos tenemos los mismos derechos y todos son tus iguales, ¿por qué ibas a querer demostrar tu inexistente superioridad a alguien? Con las guerras lo único que se consigue es hacer que gente inmoral obtenga el poder sobre otras personas consideradas inferiores, y en nuestro mundo imaginario, en el cual la igualdad es el primer y único decreto para la convivencia en este planeta, esto parece imposible. En nuestro mundo tampoco existe otra manera de gobernar que no sea la democracia, en la cual todo lo elige el pueblo, ya que al fin y al cabo todo lo que se decide en un gobierno trata sobre él. En nuestro mundo imaginario no existen los reyes, ya que el hecho de que algunas personas sean superiores a otras, solo por el mero hecho de nacer en la realeza, suena más a un chiste malo que a una posibilidad. Y lo mejor de nuestro mundo imaginario es que algún día podría hacerse realidad, ya que con tu ayuda y una mente abierta lista para la revolución podemos mover montañas y cambiar mundos. Y podríamos aprovechar la única oportunidad que se nos brinda para al fin vivir, ya que una vida sin libertad no puede considerarse una bendición, sino una maldición. 
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existencia-efimera · 6 years
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Melodías
Nuestras vidas siempre han estado completamente rodeadas por la música, esta es quien puede hacernos sentir tristeza, alegría y hasta simplemente terror. La mayoría de la gente no se da cuenta de este hecho, pero yo sí. Yo puedo ir incluso más allá. Yo puedo escuchar la música que transmite una persona cuando está triste, enfadado... Cada persona tiene una melodía única para cada momento de su vida y yo estoy ahí para oírlas, para ayudarte cuando no sientes más que tristeza o impotencia y no sabes cómo expresarte. Yo estoy ahí para ayudarte, ya que eso es lo que hace la música. Ayuda a expresar cosas que sin ella no podríamos llegar a expresar jamás y lo más importante, ayuda a conectar a las personas entre ellas, pero también con ellas mismas. 
Todas las personas que he conocido me han transmitido algún tipo de melodía, menos una, James. Cuando le conocí no pude contener mi intriga y extrañeza al no poder oír ninguna melodía, por corta que fuera. Quizás la intriga que sentí fue el motivo por el cual no pude evitar acercarme a él, aunque si soy sincera, noté una conexión, como si le conociera desde siempre. Supongo que él debió sentir algo similar, ya que entre toda la multitud de nuestro alrederdor nuestra mirada seguía conectada por algo que nunca sabré expresar, ni siquiera con música. Nos fuimos acercando y cuando estaba a un metro de distancia lo supe. Él era como yo, alguien especial que oye las melodías que transmiten las personas sin la más mínima intención. Y también supe, que, en ese instante había encontrado alguien que al fin me comprendería, alguien a quien debía ayudar a buscar su propia melodía en un mundo lleno de sonidos. Y supe, que, al fin, yo también poseería una melodía. Gracias a él. 
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