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Cuando tengas un hijo hazlo crecer libre. Sin vergüenza de ser quien es, seguro de si mismo, consciente de su naturaleza pero corrígelo cuando se equivoque. 
No esperes a que tu hijo te revele su naturaleza cuando ya paso muchas tormentas solo.
Permanece atento, observa, escucha, mantente cerca y brinda confianza.
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Realidad urgente
Ya es tiempo de aceptar la realidad, todo eso que está en el aire como ideas, sentimientos, pensamientos que se convierten en decepciones y hechos. Porque mientras nos aferramos a mantener algo prolongamos el dolor. 
Quiero decirte que te libero de eso, ya no pienses que estaremos juntos porque ya no existe esa posibilidad y alguien tiene que ser fuerte y aceptarlo. Hasta ahora ninguno de los dos habíamos querido renunciar a esa remota posibilidad de arreglar las cosas, pero ¿cómo arreglas algo que esta hecho pedazos?, ya no se puede, quedan cicatrices muy grandes que no se pueden resanar.
Me canse de sentir la decepción una y otra vez, y cuando creía que ya no me importaba nada y que ya era imposible decepcionarme otra vez me confirmaba a mi mismo que siempre se puede mas. 
Ayer te estuve esperando. Valore el hecho de que te tragaras tu orgullo para buscarme y sugerir dormir juntos otra vez, así que apelando a ese valor que tuviste decidí si dejarte una invitación abierta para que vinieras y ni siquiera fuiste para avisarme que no venias. Ahí estaba yo como siempre esperando horas a que me dijeras que ya habías llegado para salir a abrir. Por mi cabeza pasaron mil cosas, pensé que podríamos hablar y que a lo mejor eso representaba comenzar a entendernos pero no llegaste y otra vez me decepcione. No me gustar para nada sentirme así porque cada que alcanzo cierto estado de tranquilidad vienes y me vuelves a mover los sentimientos para volver a sentir decepción. 
Sugeriste terapia de pareja. Acepté. Quedaste de resolverme sobre este tema el lunes pasado, ya es jueves y ni una palabra del tema. Cabe mencionar que me queda clarísimo que esto es de dos y que no te estoy adjudicando toda la responsabilidad de buscar una terapeuta, sin embargo fue algo que tu sugeriste, fue una idea que vino de ti y que yo acepte porque sentí que te interesaba rescatar algo pero van semanas y nada. Entonces vuelvo a lo mismo. Me quedo esperando algo que ofreces y luego no lo cumples y para una persona como yo eso duele mucho cuando viene de la persona a la que queremos. Que nos digan una cosa y no se cumpla.
En fin, no te estoy reclamando nada, no me mal entiendas por favor. Solo te menciono todo lo anterior porque puede ser que algo de esto te sirva conocerlo.
Por favor sigamos cuidando a Melania como hasta ahora pero ya no nos aferremos a algo que creo que no va a suceder.
Te quiero mucho y quiero que estes bien. Yo también quiero estar bien y si eso implica que estemos separados hay que aceptarlo.
Muchas gracias por todo.
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Energía sexual
Tiene mucha lógica aunque no lo había pensado...
La energía sexual está relacionada científicamente con la abundancia, de manera que se puede decir que las personas más plenas sexualmente, son las que mejor les va.
Cuando te sientes aceptado, atractivo, deseado, satisfecho y pleno esto provoca en ti una actitud de confianza y seguridad que afecta en contexto en el que te desenvuelves atrayendo cosas similares.
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🧠
No se trata de pasarla mal para que el otro la pase bien, se trata de pasarla bien los dos.
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Crónica de nuestra relación
Yo ya te había visto antes de conocerte. 
Siempre he sido muy bueno para recordar rostros, y el tuyo no seria la excepción. Me acuerdo perfecto que vestías jeans, zapatos náuticos de algún diseñador y un chaleco azul marino capitonado de esos que venden al por mayor en Zara. Como cualquier cliente llegaste y me toco atenderte en mi escritorio, querías revisar algo de tu tarjeta de crédito, curiosamente no recuerdo exactamente que tema querías resolver pero si me acuerdo perfecto de ti. Eso fue en 2012 y considerando que estamos en 2019 y nuestra relación empezó en 2017 ... echale cuentas y dame el mérito por mi buena memoria.
Después de atender tu petición te fuiste pero tu cara se quedo en mi memoria. No te sientas tan especial, la verdad es que es algo que me pasa muy seguido. 
Desde 2012 hasta 2017 hay un buen rato en el que pueden pasar miles de cosas y aunque eventualmente te volví a ver en la plaza y me acordaba que te había atendido anteriormente como cliente del banco para el que trabajaba no existía ningún pensamiento adicional a ese recuerdo. Solo era como “ah, ese chavo es el que atendí una vez en el banco” y nunca pasaba de eso. A decir verdad ni siquiera me gustabas. Yo se que eso te ataca directamente al ego pero que le vamos a hacer, sinceridad ante todo, ya me conoces.
Para 2017, después de algunos meses de haber terminado una relación que fue una gran lección en mi vida y gracias a esas apps tan maravillosas que permiten arreglar encuentros sexuales fortuitos te vi de nuevo, tenias un perfil primero con una foto enfocando tu pie y desenfocado el resto de tu cuerpo y cara. Me encontraba con tu perfil una y otra vez y solo regresaba a mi mente ese pensamiento “ahí esta el chavo que atendí en el banco” y de nuevo no pasaba de eso. Pasaban los días y el morbo me empujaba a seguir revisando la carne fresca y los platillos ya existentes en esa app que le vamos a llamar Grindr para que sea mas fácil este texto (me río porque realmente fue en Grindr). Cada que entraba te hacías presente pero después de varios días ya tenias otra foto, me acuerdo que en esa imagen lucias súper “jipioso” y cabe mencionar que nunca me sentí atraído a alguien con esa pinta. En esa nueva foto con la que buscabas acción en Grindr, estabas si no me equivoco en las grutas de Tolantongo, se trataba de una selfie donde se alcanzaba a apreciar el sol detrás de ti y tu con el cabello largo producto de tu pensamiento categórico de que el cabello son “como antenas para captar las energías de la tierra”.
Haciendo alarde nuevamente de mi memoria, me acuerdo que tenias esa foto cuando me escribiste por medio de la app y no fuiste tímido al decirme lo que buscabas, obviamente sexo casual, pasarla bien un rato. Te contesté y como yo también buscaba distracción de esa naturaleza me pareció una buena alternativa dejar que eso sucediera entre tu y yo. Si te pones a recapitular recordaras que hablamos pocos días antes de vernos, porque para cuando originalmente habíamos quedado no fue posible ya que tu hermana llego a tu casa y eso impidió que me contestaras si se armaba o no el plan. Yo por mi parte al ver que no contestabas borre la conversación y mentalmente presione el botón de next... Pero no te ibas a quedar contento con eso, me volviste a buscar y ahí te dije que nada mas hablabas y no cumplías, que estábamos quedando en algo y de pronto dejaste de contestar. Esa fue la ocasión que conocí algo mas de ti, supe que tenias una hermana, supe que había llegado a tu casa, por lo tanto asumí que vivías solo. Conocí dos datos mas sobre ti y tu no conocías nada de mi, creo que ni mi nombre te había dado. 
Para el tercer dia de estar hablando por medio de Grindr quedamos en vernos por fin. Era lunes 23 de octubre. Recuerdo que desde unas horas antes armamos nuestro plan. Tu me dijiste que estabas en e gimnasio y que te irías a dar un baño para luego pasar a mi departamento y yo no podía concebir la idea de que en tu gimnasio no hubiera regaderas. Para serte honesto yo ya estaba ansioso de que llegara la hora de vernos porque el morbo es cabrón y mas cuando te estas saboreando un rato de placer y este se va posponiendo poco a poco. Me contestaste que no, que en tu gimnasio no había regaderas y acepte que te fueras a bañar porque tampoco quería tener relaciones con alguien recién salido del gimnasio, estaba dispuesto a disfrutar el momento lo máximo posible. Paso el tiempo y salí del trabajo directo a mi casa también a bañarme para esperar a mi cita.
Llegaste, vestido con tus típicos shorts de mezclilla rotos y deslavados, con tu cabello largo suelto y una playera gris rota de esas que tienen alguna ilustración de bandillas de rock, creo que era Led Zepellin. Yo baje desde mi tercer piso a abrir la puerta a mi visita y ahí estabas tu, venias caminando con tu iphone 6 gris espacial en la mano, nos vimos, nos saludamos de mano te dije “pasa” y entraste al edificio adelante de mi mientras yo desde atrás te examinaba y pensaba “mmm pues no esta mal para pasar el rato”; después de subir unos escalones estábamos afuera de la puerta del 9 a done entramos sabiendo lo que nos esperaba. 
Estos edificios tienen todos los departamentos exactamente iguales, las mismas distribuciones y al entrar puedes ver un espacio amplio donde generalmente los que vivimos ahí instalamos nuestra sala y comedor, caminas unos pasos y esta la cocina y poco mas adelante esta la primera recamara a donde entramos con la luz tenue de mi lampara sesentera que me conseguí en una súper rebaja de Liverpool.
Ni siquiera prendimos la luz de la recamara, a lo que íbamos. Tu como siempre demostrando la seguridad que te caracteriza me besaste y me acuerdo que lo único que pasaba por mi mente es que yo no quería besar, nunca ha sido algo que me fascine hacer y menos cuando se trata de relacionarme con un desconocido pero bueno... era parte de tu dinámica y te di chance. Sabes que el resto es muy explícito y erótico y esto no es un cuento porno. Me limitare a mencionar que la pasamos muy bien y digo que la pasamos porque no vi una cara de disgusto en ti. Ese día se quedo grabado en mi memoria algo mas que una imagen, también tu olor, ese olor tan característico de los productos orgánicos que vende tu amiga. Era un olor sutil pero fresco que no se podía ignorar, también tu voz, tu voz, tu voz uff. Me enamore de tu voz, de tus gemidos mientras hacíamos lo que habíamos acordado desde que hablábamos en Grindr.
Después de haber pasado un muy buen rato, salimos de mi cuarto y pediste tu uber mientras yo ponía Flash de Slove desde mi macbook y le pedía a Dios que ya llegara tu chofer porque después de ti yo tenia otra visita para mostrar el  segundo cuarto de mi departamento ya que había alguien interesado en rentarlo. Mientras llegaba tu servicio hablamos algunas palabras, te pregunté a que te dedicabas a lo que respondiste que a un negocio familiar de comida, de hecho la palabra que usaste fue “restaurante”, luego de eso te pregunte tu nombre y nos presentamos oficialmente. Que curioso, creo que esta dinámica es común en nuestro giro jajaja. Los gais primero nos damos el cuerpo y después el nombre.
Se termino el lunes y dormí como bebe esa noche. La verdad es que yo ni pensaba en volver a verte pero pasaron las horas y me seguía acordando de tu voz, esa voz que me fascino y que relacionaba con tus gemidos de la noche anterior, pensaba en eso y me excitaba muchísimo, ese fue el principal aliciente para escribirte y pedirte que nos volviéramos a ver. Tu me contestaste que también la habías pasado muy bien y que si, que nos podíamos ver de nuevo pero esta vez fue en tu casa. Ese martes de octubre conocí donde vivía la persona que me causaría tantos sentimientos desconocidos buenos y malos.
To be continued...
Para no hacer el cuento tan largo llego el martes y nos vimos de nuevo ahora en tu casa, supe mas cosas sobre ti, supe que tenias dos gatas que habías adoptado hacia poco, supe que tenias una roommate y que te molestaba que cocinara porque siempre dejaba la cocina como si hubiera comido un batallón. Claro que para llegar a tu casa primero me perdí, porque según el GPS de quien seguí indicaciones al pie de la letra tu casa estaba más adelante. Ese dia me fui en mi coche y di varias vueltas antes de encontrar tu casa y de hecho recuerdo que para encontrarla tuviste que ayudarme dándome indicaciones por teléfono. 
Se termino el martes.
El miércoles volvimos a hablar y de nuevo quedamos de vernos, ahora me fui a tu casa en mi bicicleta con toda la intención de calentar con un poco de ejercicio antes de entrarle con todo a otra sesión de sexo desenfrenado. Desafortunada o afortunadamente mi alergia a los gatos se hizo presente y no me sentía nada cómodo, tenia muchísima comezón en la garganta y en los ojos, después ya también en la piel y cuando saliste de darte un baño, mientras yo veía un video en Facebook de Dua Lipa cantando Be The One te diste cuenta de mi problemita con tus gatas y resolvimos mejor ir a mi departamento. Nos montamos en las bicicletas pedaleamos hasta donde nos vimos la primera vez (después de conocernos oficialmente). Ya en mi casa hicimos lo que habíamos acordado de nuevo el miércoles. 
Curiosamente no me acuerdo donde dejaste la bicicleta ese día, no me acuerdo si te regresaste a tu casa o si te quedaste a dormir, supongo que te regresaste porque ahí todavía no me tenias tanta confianza como sé que la llegaste a tener.
Ya para el jueves yo pensaba mucho en ti, pero no iba a ser el urgido que te buscara de nuevo, el viernes tampoco te busque para nuestro propósito en común, pero si hablamos porque te dije que mejor ya no quería verte ya que me estabas empezando a gustar y yo no quería tener ninguna relación porque como mencione antes, venia de un proceso muy complicado en mi vida amorosa que a decir verdad todavía no lograba sanar. Tu contestaste que también te gustaba y que tampoco querías una relación, así que eso era indicio de otra cosa en común pero yo no pude mantenerme mucho tiempo en esa posición. A los pocos días de vernos ya casi diario me empece a sentir muy confundido, quería saber qué relación teníamos, que éramos, si eras exclusivos o si podíamos ver a mas personas. Como siempre me he considerado muy responsable de mis sentimientos tuve que hablarlo contigo y recuerdo que no te agrado nada la idea de poner una etiqueta a lo que teníamos, sin embargo yo necesitaba definir que teníamos tu y yo. Después de manifestarme tu molestia por querer clasificar lo que empezaba a sentir por ti dijiste “ok entonces estamos juntos”; creo que en ningún momento hubo una declaración de amor de uno para el otro, nuestra relación empezó así, de una manera poco común para lo que yo conocía. 
Era oficial pues, estábamos juntos aunque en una relación totalmente diferente a lo que yo conocía, no se si tu ya antes habías experimentado algo como lo que teníamos o si también era nuevo para ti. Una constante en nuestra relación eran los errores de comunicación aunque vale muchísimo la pena decir que no todo era malo, porque claro que también hubo experiencias muy positivas, muy intensas, de mucho conocimiento y experiencias nuevas, aunque claro de nuevo hablo por mi y por como vivi las cosas desde mi óptica.
La cosa se empezó a poner relevante cuando mi experiencia amorosa y mis expectativas se apoderaron de mi razón y decidí que no quería seguir contigo porque me sentía poco valorado, no me sentía correspondido a todo lo que tu me provocabas y eso era muy triste. Me acuerdo que me salí del trabajo para ir a tu casa a terminar contigo porque era insoportable para mi seguir donde no me querían como yo quería.
Ese dia toque a tu puerta, saliste, cero expresivo como siempre, de lo mas normal sin demostrar un ápice de gusto de verme y bueno, eso me animo mas con lo que ya había decidido, era un hecho, yo ya no quería eso y termine expresándotelo mientras lloraba porque no podía contener la tristeza de quererte pero al mismo tiempo sentir que yo no era nada para ti. A final de cuentas te deje en tu casa y me fui pensando si había hecho lo correcto, la verdad es que dudaba mucho de lo que acababa de hacer pero ya no había remedio. Al poco tiempo de haberte dejado comenzaron a llegarme tus mensajes de WhatsApp agradeciendo por lo que habíamos tenido, tu muy sereno ya habías aceptado que ya no estábamos juntos pero extrañamente después me decías que me querías, todo eso me tenia super confundido, no podía descifrarte, no podía entender como decías querer a alguien y no demostrarle ese sentimiento, verlo como si fuera el vecino o cualquier persona con cero relevancia en tu vida. En fin, yo ya estaba dispuesto a olvidarte, fue difícil claro que si pero estaba en un punto en el que me importaba mas mi bienestar que cualquier otra cosa así que me dispuse a aceptar el duelo. Pero bueno, me volviste a buscar diciéndome que habías tenido una complicación de salud y que me buscabas porque estando en el hospital, según tú, querías que yo supiera que si me querías. Y ahí voy de nuevo, te creí, nos volvimos a ver y nos volvimos a meter en esta dinámica... Lo que no sabia es lo que vendría después, porque a pesar de que había cosas que me estaban doliendo, no creía que hubiera algo que me pudiera doler más, que equivocado estaba. Para todo esto es importante mencionar que te termine en abril, estuvimos pocos días separados, volvimos si no mal recuerdo a finales de abril y después empezaron poco a poco a manifestarse los malestares de salud para ti. Un día me decías que sentías que te dolían los órganos, otro día te dolía la cabeza, otro día otra cosa y así fue por poco tiempo hasta que decidiste entrar en tu programa trofologico, que según tu te sanaría de manera milagrosa ya que tu habías determinado que tus malestares eran causados porque estabas comiendo mucha comida basura y mucha carne. Yo como siempre respetuoso de tus decisiones aunque estas no me gustaran, acepte lo que pensabas hacer y te acompañe en el proceso; poco a poco comenzaste a bajar de peso, luego mas rápido, luego las manchas en la piel y hasta granos en todo el cuerpo incluyendo la cara que te hacían ver como un monstruo según palabras de tu mejor amiga, pero todo era normal, o al menos era lo que decías tu programa y la persona que te lo había diseñado, toooodo era normal, incluso describir en el programa con lujo de detalle los malestares y síntomas físicos que vivirías, razón por la cual confiábamos en que todo eso se debía a que el tratamiento estaba surtiendo su efecto. 
El programa consistía en alimentarte básicamente de vegetales crudos en jugos o licuados, semillas, cereales y demás alimentos evitando los lácteos, la carne y cualquier tipo de comida procesada. Tenias que permanecer con este régimen tres meses y era por fases pero al mes dos las cosas ya estaban feas, ya no tenias energía, los dolores habían aumentado, ya sufrías estar parado en tu trabajo, y los granos en la cara no se iban. 
Si hacemos cuentas y puntualizamos que decidiste iniciar este programa justo después de tu cumpleaños que es el 6 de julio; para agosto tu ya estabas fisicamente deteriorado, fue por esto que cuando tu amiga de Puebla vino a la fiesta de otro de sus amigos te regaló un trimestre de una paliza de Seguros Monterrey, donde para poder cubrirte era necesario que te aplicaras unos exámenes que determinarían si eras o no sujeto asegurable.
Un día que fui a verte sentía algo raro, te pregunte si todo estaba bien y me dijiste un par de veces que si pero seguías raro, mas raro de lo normal. Creo que te volví a preguntar y ahí fue que ya me dijiste la verdad. Me dijiste que si pasaba algo. Obviamente yo estaba alarmado y a la expectativa de lo que me ibas a decir y tus palabras fueron algo así: “fui a hacerme los estudios para la póliza que me regalo Mariana y me dicen que no me pueden cubrir porque salí positivo a VIH”. 
No podía creer lo que mi novio me acababa de decir, es que ¿cómo? en qué momento había pasado eso si éramos exclusivos y fieles, ¡entonces eso significaba que yo también estaba contagiado!
Muy a pesar de mis impulsos y mis primeros pensamientos que se derivaron de esa confesión en ningún momento te reclame, ni te pregunte de donde había venido ese regalito, no te juzgue, solo me enfoque e que te hicieras otra prueba para confirmar esta situación y recuerdo perfecto que todavía me dijiste “eso lo voy a meditar todavía” y hasta te pedí que lo hicieras como un favor hacia mi, a lo que según tu accediste pero de muy mala gana porque me acuerdo del tono que usaste para decir si.
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